Última actualización: agosto de 2009 92805 Rwanda: Ayudar a los ex combatientes a bajar las armas June 12, 2007 Enlaces: - ¿Qué es la AIF? - Nuestra labor en Rwanda i Más sobre Rwanda: i - Historia crediticia - Datos y estadísticas - Investigación - Contáctenos Varios años de violencia y discordia en Rwanda —luego del fracaso del proceso de paz de Arusha en abril de 1994 y el posterior genocidio— generaron un conflicto regional que se propagó rápidamente a través de las fronteras e involucró a países vecinos en la República Democrática del Congo (RDC). Las iniciativas de paz culminaron finalmente con el Acuerdo de Cesación del Fuego de Lusaka, en julio de 1999. Los Gobiernos de Rwanda y de varias otras naciones comenzaron a retirar sus tropas de la RDC en 2001. Son múltiples los factores que se conjugaron y que mejoraron las perspectivas de solución de la parte rwandesa del prolongado conflicto. Algunos de éstos son los avances a nivel diplomático luego del Acuerdo de Lusaka, la política implementada por el Gobierno que estimula la repatriación y reintegración de los miembros de los grupos armados y la capacidad de disuasión de las Fuerzas de Defensa de Rwanda (FDR).  La reintegración de los ex combatientes a la vida civil es fundamental para mantener la estabilidad social y el crecimiento económico y reducir los focos de violencia. Con ese fin, durante 1997–2001 el Gobierno implementó la primera etapa del Programa de Desmovilización y Reintegración de Rwanda (RDRP, por sus siglas en inglés), con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Gracias a esta iniciativa se desmovilizaron más de 18.000 ex soldados. Luego, el Gobierno solicitó asistencia al Banco Mundial en junio de 2001 para reformar y ampliar el programa, movilizar recursos —inclusive fondos de la AIF— y coordinar el apoyo de los donantes en las labores de seguimiento. El objetivo principal de la fase II del RDRP consistió en desmovilizar a unos 22.000 ex combatientes de la Fuerzas de Defensa de Rwanda y a otros 12.500 de diversos grupos armados, proporcionándoles asistencia para su exitosa integración a la vida civil en ciudades o poblados de su elección. Además, esta fase facilitó la reasignación del gasto público desde fines militares hacia objetivos sociales y económicos. También se decidió apoyar la reinserción de unos 15.000 ex soldados de las Forces Armées Rwandaises (FAR), el antiguo ejército nacional antes del genocidio, así como de 12.000 miembros de las FAR y de las FDR que fueron desvinculados durante la fase I pero que estaban teniendo dificultades para adaptarse. El Programa de Desmovilización y Reintegración de Rwanda ha conseguido avances notables en permitir que miles de ex combatientes regresen a la vida civil productiva. Aspectos destacados: - Se sobrepasó la meta propuesta para la fase II: desmovilizar a 22.000 soldados de la FDR antes de 2007, con la baja de  22.675 milicianos. También se desmovilizaron 7.091 de los 12.500 ex combatientes de grupos armados propuestos. Al mismo tiempo, 12.969 ex soldados de las FAR recibieron asistencia para fines de reinserción. Todos los 22.675 antiguos soldados de la RDF y 6.262 de los ex participantes adultos de grupos armados desmovilizados durante la fase II recibieron estipendios con los cuales lograron instalar pequeños negocios o algún proyecto agrícola. - Apoyo adicional disponible para aquellos en situación de riesgo especial. Se proporcionaron donaciones mediante la Ventanilla de Apoyo a la Vulnerabilidad (VSW, por sus siglas en inglés) por un monto de aproximadamente RW 150.000 a los 11.098 ex combatientes de las RDF desmovilizados durante la etapa I que aún tenían problemas para hacerse un espacio en la vida civil. Estas donaciones también se extendieron a otros 17.678 ex soldados desmovilizados durante la fase II del RDRP que enfrentaron dificultades específicas. Se ofreció asistencia especializada en rehabilitación social a 674 ex niños soldados desmovilizados durante la fase II y apoyo médico a otros 8.400 soldados retirados que quedaron inválidos o que sufren de enfermedades crónicas. - La segunda fase del proyecto incluyó una iniciativa sobre VIH/SIDA para aumentar la conciencia sobre este mal y proporcionar orientación y capacitación voluntaria a ex combatientes durante el proceso de desmovilización y reintegración. El proyecto se implementó en estrecha colaboración con los programas vigentes sobre VIH/SIDA para institucionalizar la orientación. Durante la desmovilización, se puso en práctica un protocolo para velar porque todos los ex combatientes recibieran: (i) información sobre la importancia de la prevención y las pruebas, (ii) orientación antes de someterse a pruebas, (iii) pruebas voluntarias y (iv) orientación después de la prueba acerca de los pasos a seguir. Quienes obtenían resultados positivos eran referidos a los programas nacionales para someterse a tratamiento y aquellos con resultados negativos recibían información acerca de cómo prevenir futuras infecciones. - La reintegración económica ha contado con apoyo diverso e inclusivo y muchas veces implicó  iniciativas comunitarias (asociaciones y cooperativas) de parte de ex combatientes y civiles (al final, con un total de 9.821 participantes). Las utilidades recirculan a través de un fondo de desarrollo local. Se proporcionó un paquete económico integral para ayudar a los soldados dados de baja de la RDF a instalarse y volver a la vida civil. Además de las donaciones antes mencionadas en el marco de la VSW, destinadas a aquellos en riesgo especial durante ambas fases de la desmovilización , los 22.675 veteranos desvinculados en la fase II recibieron un set de necesidades básicas el día de su alejamiento, por un total de RW 60.000, para cubrir el costo de volver a casa, comprar alimentos y enseres domésticos y satisfacer otras necesidades vitales. Un mes después, recibían un estipendio de reconocimiento por servicios prestados del sistema bancario, cuyo monto variaba en función del rango. Por último, podían optar a una donación de reintegración de RW 120.000 para iniciar alguna pequeña actividad generadora de ingresos. Los ex combatientes de grupos armados repatriados desde la República Democrática del Congo también comenzaron a recibir beneficios similares, los que siguen vigentes hoy. El reconocimiento por servicios prestados se pagó a 12.969 ex combatientes de la FAR, 3.242 de los cuales también cumplían los requisitos para recibir donaciones de la VSW. - Como muchos ex combatientes carecían de educación y necesitan más que apoyo monetario, el proyecto también proporcionó oportunidades de capacitación y asistencia técnica. Se entregó respaldo para la instrucción formal a 669 ex combatientes, formación vocacional a 1.885 y capacitación práctica a 664. El programa de alfabetización de adultos llegó a 2.093 antiguos soldados en 2007, mientras que otros programas proporcionaron cursos en habilidades empresariales básicas y gestión de conflictos. Un paquete de apoyo destinado a asociaciones y cooperativas de veteranos y civiles contemplaba: (i) capacitación comercial, (ii) giras de estudio, (iii) asistencia técnica y (iv) concursos de proyectos para premiar la exitosa reintegración socioeconómica. De este esfuerzo se beneficiaron 1.523 participantes de organizaciones comunitarias. El costo total de la segunda etapa del proyecto se calcula en US$62,6 millones. El Gobierno entregará US$2,7 millones y la AIF otros US$28,8 millones. Una suma adicional de US$14,4 millones fue aportada a través del Fondo Fiduciario de Donantes Múltiples (MDTF, por sus siglas en inglés) del Programa Multinacional de Desmovilización y Reintegración (MDRP, por sus siglas en inglés) administrado por el Banco Mundial. Además, los Gobiernos del Reino Unido y de Alemania aportaron US$8,8 millones y US$7,9 millones, respectivamente. La AIF ha desempeñado una función de suma importancia en el desarrollo de un enfoque sectorial en la región a través del MDRP (vea www.mdrp.org i ). Esta alianza reúne a siete países limítrofes, 13 donantes y una serie de organizaciones de las Naciones Unidas (ONU) y otros asociados con el fin de promover la estabilización y recuperación de la zona a través de la desmovilización y reintegración de unos 450.000 ex combatientes de los países de los Grandes Lagos en África central. El MDRP constituyó la instancia aglutinadora del apoyo destinado al Programa de Desmovilización y Reintegración de Rwanda . El prolongado desarme y repatriación de ex combatientes de grupos armados rwandeses, principalmente al este de la República Democrática del Congo, sigue siendo un problema grave. La alianza del MDRP y el Programa de Desmovilización y Reintegración de Rwanda han contribuido a generar más conciencia transfronteriza para beneficio mutuo y también a infundir confianza para promover el proceso de desmovilización, en estrecha colaboración con el Gobierno de la RDC y la Misión de la ONU (Mission de l'Organisation des Nations Unies au Congo , MONUC). Para consolidar lo logrado durante la etapa I e iniciar la etapa III, se elaboró un proyecto de seguimiento. En el marco de esta iniciativa, se presentó ante el Banco Mundial una solicitud de donación por hasta US$18,5 millones. La institución comprometió US$8 millones e instaurará y administrará un fondo fiduciario de múltiples donantes a través del cual otros financistas pueden canalizar sus aportes, cuyo monto se espera sume otros US$8 millones. El Gobierno de Rwanda contribuirá con US$2 millones a título de financiamiento de contraparte. El objetivo general de la etapa III del RDRP es seguir consolidando la paz y la estabilidad en la región de los Grandes Lagos (especialmente en Rwanda y en la República Democrática del Congo) a través del desarme, la desmovilización y la reintegración de los restantes grupos armados rwandeses y un proceso de reducción constante de las Fuerzas de Defensa de Rwanda. Proyecto de Desmovilización y Reintegración de Rwanda (2002–07) Documentos del proyecto