78507 Junio de 2013 Latin America and the Caribbean Poverty and Labor Brief Cambiando la velocidad para acelerar la prosperidad compartida en América Latina y el Caribe © 2013 Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento/Banco Mundial 1818 H Street NW, Washington, DC 20433 Teléfono: 202-473-1000; sitio web: www.copyright.com Reservados algunos derechos 1 2 3 4 16 15 14 13 Esta obra ha sido realizada por el personal del Banco Mundial con contribuciones externas. Téngase presente que el Banco Mundial no necesariamente es propietario de todos los componentes del contenido de la obra, por lo que no garantiza que el uso del contenido de ésta no violará derechos de terceros. El riesgo de reclamación derivado de dicha violación correrá por exclusiva cuenta del usuario. Las opiniones, interpretaciones y conclusiones aquí expresadas no son necesariamente reflejo de la opinión del Banco Mun- dial, de su Directorio Ejecutivo ni de los países representados por este. 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Bajo la licencia Creative Commons de Reconocimiento, queda permitido copiar, distribuir, transmitir y adaptar esta obra para fines comerciales en las siguientes condiciones: Cita de la fuente: La obra debe citarse de la siguiente manera: Banco Mundial. 2013. “Cambiar la marcha para acelerar la pros- peridad compartida en América Latina y el Caribe.” Latin America and the Caribbean Poverty and Labor Brief (Junio), Banco Mundial, Washington, DC. doi:10.1596/978-1-4648-0145-7. Licencia: Creative Commons de Reconocimiento CC BY 3.0. Traducciones: En caso de traducirse la presente obra, la cita de la fuente deberá ir acompañada de la siguiente nota de exen- ción de responsabilidad: La presente traducción no es obra del Banco Mundial y no deberá considerarse traducción oficial de dicho organismo. El Banco Mundial no responderá por el contenido ni los errores de la traducción. 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Las bases de datos armonizadas de LAC y la estimación de la pobreza regional y la desigualdad 37 Anexo 2. Descomposición de Datt-Ravallion de los cambios en la pobreza extrema 39 Anexo 3. Tipología de las clases económicas en LAC 40 Anexo 4. Porcentaje de hogares de LAC por tipo de privación 41 Anexo 5. Descomposición de Datt-Ravallion de los cambios en la clase media (US$10-US$50 al día) 41 Anexo 6. Contribución de cada subregión a la clase media de LAC 42 Anexo 7. Prosperidad compartida en LAC 43 Anexo 8. Descomposición de los cambios en la pobreza moderada y la desigualdad por los componentes del ingreso 44 Anexo 9. Tasas de pobreza y coeficientes de Gini por país, 2006-2011 45 Lista de gráficos Gráfico 1: Los latinoamericanos están saliendo de la pobreza (US$2,5 al día) 9 Gráfico 2: La reducción de la pobreza extrema ha sido impulsada en su mayoría por los ingresos laborales 11 Gráfico 3: La pobreza extrema de América Latina y el Caribe (LAC) por zona de residencia 11 Gráfico 4: ¿En qué subregiones de LAC se vive en la pobreza extrema? 11 Gráfico 5: Hay múltiples privaciones no monetarias que persisten en LAC 13 Gráfico 6: Los vulnerables y la clase media aumentan conforme América Latina sale de la pobreza 16 Gráfico 7: La clase media es el grupo económico más grande en el Cono Sur (extendido) pero el más pequeño en México, América Central y la región andina 17 Gráfico 8: Parece que la pobreza se ha reducido más en 2012 18 Gráfico 9: Las mejoras de LAC en el PIB per cápita y la reducción de la desigualdad en el ingreso 19 Gráfico 10: La prosperidad compartida en LAC, 2003-2011 20 Gráfico 11: Otras regiones han cerrado más la brecha económica con Estados Unidos 21 Gráfico 12: LAC es una de las regiones más desiguales del mundo 22 Gráfico 13: Las tendencias de la prosperidad compartida en LAC medidas con el SPCI 23 Gráfico 14: Divergencias en el crecimiento ajustado por la desigualdad dentro de los países de LAC 23 Gráfico 15: Las tasas de crecimiento necesarias para alcanzar el PIB per cápita y el coeficiente de Gini del grupo de referencia en 2030 24 Gráfico 16: Años necesarios para cerrar la brecha con los países con mejor desempeño 24 Gráfico 17: La recaudación fiscal en LAC es baja y se ha mantenido relativamente constante (2010) 26 Gráfico 18: Hay cabida para importantes mejoras en la progresividad de los impuestos y el gasto en LAC 27 Gráfico 19: El Índice de Oportunidades Humanas (HOI, por sus siglas en inglés, Human Opportunity Index) en LAC, circa 2010 28 Gráfico 20: Cuentas en instituciones financieras formales en LAC y la OCDE, 2011 30 Gráfico 21: La población activa que contribuye al sistema de pensiones por decil de los ingresos laborales, 2012 30 Gráfico 22: Los desastres naturales y su correlación con la pobreza 31 Lista de gráficos anexos Gráfico A.1: El crecimiento y la redistribución han contribuido a reducir la pobreza extrema 39 Gráfico A.2: El crecimiento y la redistribución han contribuido al crecimiento de la clase media 41 Gráfico A.3: La evolución de la pobreza, la vulnerabilidad y la clase media por subregiones, 1995-2011 42 Gráfico A.4: La correlación entre el crecimiento del PIB per cápita y el crecimiento del promedio del ingreso del 40% más pobre 43 Gráfico A.5: La correlación entre el cambio en el coeficiente de Gini y el crecimiento del promedio del ingreso del 40% más pobre 43 Gráfico A.6: La reducción de la pobreza moderada ha sido impulsada en su mayoría por los ingresos laborales 44 Gráfico A.7: La reducción de la desigualdad ha sido impulsada en su mayoría por los ingresos laborales y las transferencias 44 Lista de tablas Tabla B.4.1: HOI por estado en México, 2000 y 2010 29 Tabla A.1: Encuestas de hogares utilizadas en la armonización de SEDLAC y LABLAC 38 Tabla A.2: Características medias de los pobres, los vulnerables y la clase media en LAC (circa 2011) 40 Tabla A.3: Porcentaje de hogares de LAC por dimensión de la pobreza (circa 2003 y 2011) 41 Tabla A.4: Pobreza extrema (US$2,5 al día) por país, 2006-2011 45 Tabla A.5: Pobreza moderada (US$4 al día) por país, 2006-2011 46 Tabla A.6: Coeficientes de Gini por país, 2006-2011 47 Lista de recuadros Recuadro 1: LAC esta en camino a terminar con la pobreza extrema (US$1,25 al día) para el año 2030 10 Recuadro 2: La identificación de la pobreza crónica cuando se carece de datos de panel 12 Recuadro 3: La definición de la clase media en LAC 16 Recuadro 4: El HOI subnacional: resultados para México 29 Agradecimientos Este informe fue elaborado por la Unidad de Pobreza, Género y Equidad del Equipo de Reducción de la Pobreza y Gestión Económica de la región de América Latina y el Caribe del Banco Mundial. Louise J. Cord, Leonardo Lucchetti y Carlos Rodríguez-Castelán lideraron el proyecto en colaboración estrecha con Joao Pedro Azevedo, Carolina Díaz-Bonilla y Luis-Felipe López-Calva. El equipo también incluyó a Oscar Barriga-Cabanillas, Kiyomi Cadena, Andrés Castañeda, Tania Díaz Bazan, Karem Edwards, Santiago Garriga, Mateo Salazar y Viviane Sanfelice. El equipo se benefició de los comentarios de Javier Baez, John Burgess, Oscar Calvo-González, Rodrigo Chaves, Samuel Freije-Rodríguez, María Eugenia Genoni, María Ana Lugo, Julián Messina, Marisela Montoliu, Ambar Narayan, Marcela Sánchez-Bender, Kinnon Scott, Carlos Silva-Jauregui, Nobuo Yoshida y Calvin Zebaze Djiofack. Finalmente, agradecemos a Mateo Clavijo y Adrienne Hathaway por su colaboración. Las opiniones e interpretaciones aquí expresadas son responsabilidad exclusiva de los autores y no se les deben atribuir al Banco Mundial, la Junta de Directores Ejecutivos o los gobiernos a los que representan. Las cifras presentadas en este informe se basan en un esfuerzo de armonización de datos estadísticos regionales conocido como SEDLAC que aumenta la comparabilidad entre países de los resultados derivados de encuestas de hogares. Por este motivo, las cifras aquí analizadas podrían diferir de las estadísticas oficiales suministradas por los gobiernos y las oficinas nacionales de estadística. Estas diferencias no deberían bajo ningún concepto interpretarse como una afirmación de superioridad metodológica, puesto que las dos fuentes estadísticas contribuyen a los mismos importantes objetivos: incrementar la comparabilidad regional y mejorar todo lo posible la representación de las realidades de cada país. La medida de bienestar agregado utilizada en este estudio se basa en el ingreso. 6 CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA Resumen ejecutivo D urante los últimos quince años, América Latina y el Caribe (LAC) ha logrado un progreso destacable en la reducción de la pobreza, la construcción de la clase media y el impulso de la prosperidad para toda la sociedad. La pobreza extrema, definida en la región como la supervivencia con menos de US$2,5 al día, CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA se ha reducido a la mitad, al tiempo que, en el año 2011, LAC tuvo, por primera vez en la historia más personas de clase media que pobres. A lo largo y ancho de esta región de casi 600 millones de personas, los pobres han mejorado más rápido que los más favorecidos. No obstante, pese a estos importantes logros, todavía hay alrededor de 80 millones de personas que viven en condiciones de pobreza extrema, de las cuales la mitad se encuentran en Brasil y México. También hay millones de personas que han salido de la pobreza pero corren el riesgo de caer de nuevo en ella debido a los choques económicos y a las inclemencias del tiempo provocadas por el cambio climático. En abril de este año, el presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim, anunció una doble estrategia futura para la institución: 1) acabar con la pobreza extrema global para el año 2030 y 2) promover la “prosperidad compartida”, entendida como el incremento sostenible del bienestar de los segmentos más pobres de la socie- dad (el 40 por ciento más desfavorecido). “Garantizar que el crecimiento sea inclusivo es tanto un imperativo moral como una condición crucial para el desarrollo económico sostenido”, declaró Kim. Este informe repasa el progreso de LAC en la consecución de estos objetivos, resume los continuos retos a los que se enfrenta y propone un marco para aquellas politicas destinadas a que la región siga en su tendencia al alza y ganando velocidad. En torno al año 2000, el crecimiento económico de la región comenzó a acelerarse y los ingresos medios reales aumentaron más de un 25 por ciento en los diez años siguientes. No menos importantes fueron las enormes mejoras para los miembros menos favorecidos de la sociedad que la década trajo consigo. 7 La pobreza extrema se redujo del 25 al 13 por ciento de la población durante los años 2000. El aumento en los ingresos laborales fue el motor principal de esta reducción, al tiempo que las pensiones, las transferencias y otros ingresos no derivados del empleo dieron cuenta de más de un tercio de la disminución de la pobreza extrema. LAC también redujo a la mitad la pobreza crónica, una versión distinta del problema caracterizada por la persistencia en los ingresos bajos, las viviendas precarias y las letrinas exteriores. El indicador de prosperidad compartida del Banco Mundial (el crecimiento del ingreso per cápita real del 40 por ciento más pobre de la población de un país) subraya que la expansión reciente de LAC ha beneficiado a los menos favorecidos. Entre los años 2003 y 2011, el ingreso per cápita real promedio para la población total de la región creció en torno al tres por ciento, mientras que la tasa de crecimiento para el 40 por ciento más pobre fue considerablemente mayor, casi del cinco por ciento. Pese a las mejoras en la prosperidad compartida de LAC, la región se enfrentará en el futuro a obstáculos signifi- cativos al crecimiento económico elevado y sostenido y a la consecución de mejoras en el bienestar social como las alcanzadas por muchas otras regiones del mundo. Además, la región aún está lejos de los bajos niveles de desigualdad en el ingreso de la OCDE y de otros países de ingreso alto. Según el Índice de Convergencia de la Prosperidad Compartida (SPCI, por sus siglas en inglés, Shared Prosperity Convergence Index), que monitorea el progreso del crecimiento ajustado por la desigualdad, en 2011 LAC solo había alcanzado la quinta parte del nivel de referencia de los países del mundo con mejores desempeños. Un reto importante que aun enfrenta la region es la persistente desigualdad en los estándares de vida que se obser- va entre las diferentes áreas de los países de LAC. CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA Incluso si LAC mantiene el crecimiento económico (tres por ciento en términos per cápita) y las reducciones de la desigualdad que ha logrado desde el año 2003, año en que el crecimiento se aceleró bruscamente, no llegará a alcanzar el nivel de referencia global para el año 2030. Para lograrlo, la región debería más que duplicar la tasa de crecimiento anual pasada, creciendo a un 7,5 por ciento (en términos per cápita). Las agendas reformistas en marcha en varios de los países de la región están contribuyendo a acelerar la prospe- ridad compartida mediante el fortalecimiento de los vínculos entre el crecimiento y la equidad y el énfasis en el aumento de los estándares de vida de los menos favorecidos. En estos momentos, la región necesita medidas de segunda generación que refuercen el “círculo virtuoso” del crecimiento económico y la equidad para fomentar la prosperidad compartida. Este informe pone de relieve cuatro importantes ejes de las políticas que los países de LAC deberían considerar para no desviarse del camino en los años venideros: 1. Mantener una política fiscal equitativa, eficiente y sostenible que promueva la prosperidad compartida. 2. Fortalecer a las instituciones transparentes y equitativas que suministren bienes y servicios públicos de calidad. 3. Posibilitar un entorno en que los mercados funcionen bien y sean accesibles para toda la sociedad. 4. Mejorar la gestión de riesgos, tanto a nivel macro como a nivel de los hogares. 8 I. LAC ha superado su desempeño en la reducción de la pobreza A mérica Latina y el Caribe ha logrado mejoras sustanciales en la reducción de la pobreza durante los últimos 15 años y han superado así patrones históricos.1 El porcentaje de la población que vive por debajo del umbral de la pobreza extrema de US$2,5 al día, el mínimo necesario para satisfacer las CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA necesidades de alimentación básicas en la región de LAC, se redujo a la mitad: del 26,3 por ciento al 13,3 por ciento (Gráfico 1 y Anexo 2). A lo largo del mismo periodo, la proporción de la población que vive por debajo del umbral global de la pobreza extrema de US$1,25 al día también se redujo aproximadamente a la mitad (Recuadro 1). Gráfico 1: Los latinoamericanos están saliendo de la pobreza (US$2,5 al día) 30 26,3 25 20 Porcentaje 15 13,3 10 5 0 1995 96 97 98 99 2000 01 02 03 04 05 06 07 08 09 2010 2011 Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: Las estimaciones regionales de la pobreza son promedios ponderados por la población de las tasas de pobreza especí cas de cada país. Se recurrió a la interpolación cuando en algún año no había datos disponibles con el n de poder analizar el mismo grupo de países todos los años. Véase el Anexo 1 para consultar los aspectos metodológicos. 1  Todas las tasas de pobreza presentadas en este informe están basadas en el ingreso de los hogares. 9 RECUADRO 1: LAC está en camino a terminar con la pobreza extrema (US$1,25 al día) para el año 2030 En abril de este año, el presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim, anunció una doble estrategia futura para la institución: 1) acabar con la pobreza extrema global para el año 2030 y 2) promover la “prosperidad compartida”, entendida como el incremento sostenible del bienestar económico de los segmentos más pobres de la sociedad (el 40 por ciento más pobre de la población). El indicador básico de la pobreza extrema fijado como objetivo implica que el porcentaje de personas que viven con menos de US$1,25 al día no supere el 3 por ciento globalmente en el 2030. El nivel de desarrollo económico de LAC ha hecho que los analistas utilicen umbrales de pobreza más altos que el de US$1,25 al día. Un umbral de pobreza extrema de US$2,5 al día (promedio de los umbrales de pobreza extrema nacionales) y uno de pobreza moderada de US$4 al día se adaptan mejor a los costos de vida en LAC. Aplicar el umbral de US$1,25 a la región implicaría que la pobreza extrema se mantuvo estable en las décadas de 1980 y 1990 en torno al 12 por ciento de la población, si bien comenzó a reducirse en el año 2002. Para el año 2011, la pobreza extrema medida de acuerdo con el estándar global había disminuido hasta alrededor del 5 por ciento, lo que hace factible el objetivo del 3 por ciento para el año 2017. Los ingresos laborales han sido el principal motor de la reducción de la pobreza extrema en LAC desde el año 2003, si bien el papel de las transferencias y las pensiones también ha sido importante, puesto que explican más de la mitad de dicha reducción. La mayor parte (61 por ciento) de la disminución se ha debido CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA al crecimiento del ingreso: el aumento de los ingresos femeninos es el responsable de un 21 por ciento de la reducción de la pobreza, mientras que el incremento de los ingresos masculinos explica un 40 por ciento de la misma (Gráfico 2). Los ingresos procedentes de las transferencias (tanto públicas como privadas) también han jugado un papel importante en la reducción de la pobreza extrema entre 2003 y 2011, ya que dan cuenta de un 23 por ciento de la caída, mientras que la contribución de las pensiones fue del 13 por ciento. Las personas que viven en la pobreza extrema en LAC tienen un menor nivel educativo que los vulnera- bles y la clase media. Además, es más probable que trabajen en el sector primario y vivan en hogares don- de la participación laboral femenina es menor (Anexo 3). En 2011, en torno al 30 por ciento de los habitantes de las zonas rurales de LAC vivían por debajo del umbral de pobreza extrema de US$2,5 y, por primera vez en las historia, el porcentaje de la población urbana que vivía en la pobreza extrema se situó por debajo del 10 por ciento. No obstante, en lo que al número total de personas en situación de pobreza extrema en LAC se refiere, la mayoría de ellas vivían en zonas urbanas. El progreso hacia la erradicación de la pobreza extrema ha sido más rápido en unas zonas de LAC que en otras. Si bien la pobreza extrema se ha reducido en todas las regiones de LAC durante los últimos 15 años, la región (extendida) del Cono Sur —Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay— ha sido la más dinámica, seguida por la región andina —Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú— y por la región de México y América Central (Gráfico 4). Actualmente, la tasa de pobreza extrema más baja es la del Cono Sur, que es del 10,6 por ciento. La tasa de la región andina es del 15,2 por ciento, mientras que la de México y América Central asciende al 16,4 por ciento. 10 Gráfico 2: La reducción de la pobreza extrema ha sido impulsada en su mayoría por los ingresos laborales Trabajo masculino Trabajo femenino Otros ingresos 0% Fracción del cambio en puntos porcentuales -5% -3% -10% -8% -10% -15% -13% -13% -20% -21% -25% -23% -30% -35% -30% -40% -39% -40% -45% Porcentaje Ingresos Porcentaje Ingresos Transferencias Pensiones Otros ingresos ocupados laborales ocupados laborales no laborales Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: El porcentaje de ocupados se re ere a los aumentos debidos a que hay miembros del hogar adicionales que comienzan a trabajar. Las estimaciones regionales de la pobreza son promedios ponderados por la población de las tasas de pobreza especí cas de cada país. El grá co muestra la descomposición de Shapley de los cambios en la pobreza entre 2003 y 2011 (véase la Tabla A.1) por los componentes del ingreso. Véase Azevedo, Sanfelice y Cong Nguyen (2012) para una descripción detallada de la técnica de descomposición. Gráfico 3: La pobreza extrema de LAC por zona de residencia 60 49,7 50 40 Porcentaje 30 30,5 CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA 18,9 20 10 8,9 0 1995 96 97 98 99 2000 01 02 03 04 05 06 07 08 09 2010 2011 Rural Urbana Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: La estimación de la pobreza rural no incluye a Argentina, Bolivia y Uruguay. Las estimaciones regionales de la pobreza extrema (US$2,5 al día) son promedios ponderados por la población de las tasas de pobreza especí cas de cada país. Se recurrió a la interpolación cuando en algún año no había datos disponibles con el n de poder analizar el mismo grupo de países todos los años. Véase el Anexo 1 para consultar los aspectos metodológicos. Gráfico 4: ¿En qué subregiones de LAC se vive en la pobreza extrema? 30 25 21% 20 45% Porcentaje 15 21% 10 35% 40% 5 39% 0 1995 96 97 98 99 2000 01 02 03 04 05 06 07 08 09 2010 2011 México y América Central Cono Sur extendido Región andina LAC Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: Las cifras representan la contribución de cada región a la pobreza de LAC. La región andina incluye Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú; la región (extendida) del Cono Sur incluye Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay; la región de México y América Central incluye Costa Rica, República Dominicana, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y El Salvador. Las estimaciones regionales de pobreza son promedios ponderados por la población de las tasas de pobreza especí cas de cada país. Se recurrió a la interpolación cuando en algún año no había datos disponibles con el n de poder analizar el mismo grupo de países todos los años. Véase el Anexo 1 para consultar los aspectos metodológicos. 11 RECUADRO 2: La identificación de la pobreza crónica cuando se carece de datos de panel La pobreza se caracteriza por su profundidad, complejidad y persistencia. La profundidad de la pobreza se identifica fijando umbrales de ingreso bajos y analizando la brecha con respecto a ellos. La complejidad está relacionada con la multidimensionalidad. La persistencia, por su parte, es lo que denominamos pobreza “crónica”, y para medirla es necesario seguir a los individuos y medir sus niveles de ingreso o consumo a lo largo del tiempo utilizando datos de panel. Sin embargo, a menudo no hay datos de panel disponibles. Castañeda et al. (2012) han propuesto un método para identificar la pobreza crónica que, en vez de utilizar datos de panel, recurre a datos de corte transversal, los cuales no implican el seguimiento de los individuos a lo largo del tiempo. El método se basa en la idea de que la profundidad y la complejidad —los dos rasgos estáticos de la pobreza— están relacionadas con la persistencia. El estudio utiliza paneles sintéticos —una metodología que permite estimar medidas de movilidad direccional utilizando datos de corte transversal (Dang et al., 2011; Cruces et al., 2011)— para Brasil y revela que los individuos que son pobres en términos del ingreso y en términos multidimensionales y no monetarios simultáneamente (grupo A) tienen más del doble de probabilidad de ser pobres en términos del ingreso durante más de un periodo que quienes son pobres únicamente en términos del ingreso (grupo B). Esta metodología ha sido validada mediante el análisis de datos de panel para Chile, México y Perú por Lopez-Calva et al. (2013). Para realizar su estudio, Castañeda recurrió a datos de la encuesta de hogares brasileños PNAD y observó a quienes se encuentran en situación de pobreza extrema en dos momentos distintos del tiempo. El Índice de Pobreza Multidimensional (MPI, por sus siglas en inglés, Multidimensional Poverty Index), basado en el trabajo de Alkire y CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA Foster (2011), se aplicó para evaluar si cada hogar sufría privaciones en siete indicadores: i) la asistencia de los niños a la escuela; ii) los años de escolarización; iii) el saneamiento; iv) el agua potable; v) la electricidad; vi) la habitabilidad de la vivienda; y vii) un índice de activos. En cada periodo, se clasificó a los hogares en uno de los siguientes cuatro grupos: i) pobreza crónica (aquellos que eran pobres en términos multidimensionales y del ingreso); ii) pobreza transitoria: pobres en términos monetarios pero no en otras dimensiones; iii) pobres en dimensiones no monetarias: no pobres en términos monetarios pero sí en dimensiones no monetarias; y iv) los no pobres: aquellos que no sufrían privaciones en ninguno de los indicadores. La información que utiliza este método es de corte transversal o estática, pero la etiqueta de “pobreza crónica” se refiere a condiciones dinámicas, esto es, a la persistencia. Se obtiene una aproximación de esta persistencia a través de los factores a ella asociados, que pueden medirse en cada periodo. Véase el resumen de este sistema clasificatorio en el Gráfico 5. Pese al desempeño descrito, que es en general sobresaliente, todavía hay alrededor de 80 millones de personas que viven en la pobreza extrema en LAC, la mitad de las cuales se encuentran en Brasil y México. Esta realidad hace que la pobreza extrema siga siendo un problema importante para los países de ingreso me- diano de la región y ha inspirado varias estrategias gubernamentales anti-pobreza, como la “Cruzada Nacional contra el Hambre” de Brasil y México. 12 Gráfico 5: Hay múltiples privaciones no monetarias que persisten en LAC 2003 2011 Pobres en dimensiones No pobres Pobres en dimensiones No pobres distintas al ingreso 5% 72% distintas al ingreso 4% 83% 2,5 2,5 Pobres en ingresos Pobres en ingresos Pobres crónicos 6% Pobres transitorios 16% Pobres crónicos 3% Pobres transitorios 10% 7 6 5 4 3 2 1 0 7 6 5 4 3 2 1 0 Pobres multidimensionales Pobres multidimensionales Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: Las cifras representadas son promedios para LAC basados en la clasi cación de Castañeda et al. (2012). La pobreza crónica se re ere al porcentaje de individuos que sufren privaciones tanto monetarias como no monetarias (aquellos que son multidimensionalmente pobres). “Pobres en dimensiones distintas al ingreso” se re ere a la proporción de la población que vive por encima del umbral de la pobreza monetaria pero que sufre privaciones en tres o más dimensiones no monetarias (de acuerdo con la metodología de Alkire y Foster (2011) para k=3). Los pobres transitorios son aquellos que no se clasi can como multidimensionalmente pobres pese a vivir por debajo del umbral de la pobreza. Los no pobres no son ni pobres en términos del ingreso ni multidimensionalmente pobres. El umbral de la pobreza utilizado equivale a US$2,5 al día en 2005. La pobreza multidimensional identi ca como pobres a quienes sufren privaciones en al menos tres de las siguientes seis dimensiones: i) niño en edad escolar (7-15 años) no va a la escuela, ii) ningún miembro del hogar ha completado cinco años de escolarización, iii) los muros de la vivienda son de materiales precarios, iv) la vivienda carece de acceso al agua del grifo, v) no hay inodoro con cisterna ni letrina en la vivienda y v) no hay electricidad. Las medidas monetarias de la pobreza suelen considerar tanto la pobreza transitoria como la persistente. Según los estudios existentes, aquellos que son pobres de acuerdo únicamente con la medición del ingreso a menudo se encuentran en esta situación a causa de un shock de corto plazo, por lo que se les suele denominar CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA “pobres transitorios”. Quienes viven en condiciones de pobreza extrema de manera crónica, esto es, durante un periodo prolongado, normalmente no son pobres únicamente en términos del ingreso, sino que además se enfrentan a complejos retos no monetarios, como los que plantea la vivienda precaria o la falta de acceso a servicios de agua potable y saneamiento. Es crucial identificar y diferenciar a aquellos cuya pobreza es de carácter transitorio de quienes son pobres de manera crónica, dado que la combinación de políticas destinadas a abordar con efectividad estos tipos de pobreza bien podría diferir de manera sustancial (Recuadro 2).2 La región de LAC ha reducido la pobreza crónica a la mitad desde 2003. El número de personas que viven en condiciones pobreza crónica, definido como la proporción de individuos que sufren privaciones tanto no monetarias como monetarias (de acuerdo con el umbral de la pobreza e xtrema de US$2,5 al día), se redujo en tres puntos porcentuales entre 2003 y 2011: del seis al tres por ciento de la población (Gráfico 5). En el mismo periodo, la proporción de pobres transitorios disminuyó del 16 al 10 por ciento. Asimismo, durante los últimos ocho años la proporción de personas clasificadas como “pobres según ámbitos distintos al ingreso” (a saber, aquellos que viven por encima del umbral de pobreza extrema de US$2,5 al día pero que padecen privaciones en áreas como la vivienda precaria y el saneamiento) también se redujo. 2  Castañeda et al. (2012) desarrollaron una estrategia multidimensional que combina las privaciones monetarias y las no monetarias y que ha sido utilizada para distinguir la pobreza crónica de la transitoria sin tener que depender de los datos de panel. Esta meto- dología se basa en la coexistencia (o no) de déficits en las dimensiones monetarias y no monetarias, que está asociada con mayores probabilidades de ser pobre en términos monetarios durante más de un periodo. 13 En 2011, la privación ajena al ingreso más común para los hogares de LAC era la relacionada con el acceso a los servicios de saneamiento. En torno al 26 por ciento de la población carecía de acceso a servicios básicos de saneamiento en 2011. El 16 por ciento de las viviendas en las que viven los hogares de América Latina habían sido construidos con materiales precarios, el 10 por ciento carecía de agua corriente y en el 8 por ciento de los hogares no había ningún miembro con cinco años de escolarización completados. Por el lado positivo, solo en el 4 por ciento de los hogares había algún niño en edad escolar que no estuviese yendo a la escuela y menos del 3 por ciento de las familias vivían en una casa sin electricidad (Anexo 4). CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA 14 II. Los latinoamericanos salen de la pobreza y entran en la clase media E n 2011, por primera vez en la historia, hubo en LAC más personas de clase media que pobres. El umbral para la clase media, fijado en US$10 al día per cápita, refleja un nivel de ingreso para el cual la probabilidad de caer de nuevo en la pobreza es menor del 10 por ciento (Recuadro 3). El mayor y más CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA rápido crecimiento económico contribuyó a la expansión de la clase media, que llegó a representar el 32 por ciento de la población total de la región en 2011. Por primera vez, este grupo superó al de los pobres, cuyo por- centaje análogo se situó en el 27 por ciento de acuerdo con la línea de pobreza moderada de US$4 al día (Gráfico 6). El aumento del ingreso contribuyó con de aproximadamente tres cuartos del crecimiento de la clase media entre 2003 y 2011, mientras que la redistribución del ingreso explicó el cuarto restante (Anexo 5). A pesar de estas importantes mejoras, el 40 por ciento de los latinoamericanos siguen siendo vulnerables a caer nuevamente en la pobreza. De hecho, la mayoría de los ciudadanos de LAC que escaparon de la pobreza no alcanzaron la clase media, sino que se quedaron en el grupo de los vulnerables, que viven con US$4-US$10 al día. Este cambio a su vez indujo un incremento neto en el número de personas que abandonaron la pobreza sin que la magnitud y/o la seguridad de su riqueza les permitiesen acceder a la clase media; los vulnerables aumentaron hasta representar alrededor del 40 por ciento de la población total, lo que los convirtió en la clase económica más grande de la región. Los vulnerables son proclives a residir en zonas urbanas y a tener empleos asalariados (y menos comúnmente en el sector primario), con mayor probabilidad en el sector informal, donde son también más vulnerables a las contracciones económicas y los choques climáticos (Anexo 3). La región (extendida) del Cono Sur se apartó del patrón descrito para LAC: su clase media creció y se convirtió en el mayor grupo económico en 2011, tras expandirse y alcanzar aproximadamente el 40 por ciento de la población. En 2011, el tamaño de la clase media en el Cono Sur rebasó tanto el de la clase vulne- rable como el de la población pobre (Gráfico 7). Las otras dos grandes regiones reflejaron el patrón general de LAC: en México y América Central y en la región andina, la clase vulnerable fue la más concurrida y representaron al 40 por ciento de la población. En estas dos regiones, la segunda mayor clase fue la de los pobres, seguida de la clase media. 15 RECUADRO 3: La definición de la clase media en LAC En un reciente informe sobre LAC elaborado por el Banco Mundial denominado La movilidad económica y el crecimiento de la clase media en América Latina,3 se caracteriza a la clase media según el concepto de seguridad económica. Un rasgo definitivo de la pertenencia a este grupo es la estabilidad económica del hogar, que supone una probabilidad baja de volver a caer en la pobreza. El estudio define a los hogares como vulnerables cuando se enfrentan a una probabilidad de recaer en la pobreza en un intervalo de cinco años superior al 10 por ciento, que es la cifra promedio según las encuestas disponibles en países como Argentina, Colombia y Costa Rica. Esta probabilidad, a su vez, corresponde con un umbral del ingreso de alrededor de US$10 al día per cápita (en paridad del poder adquisitivo del año 2005) para pertenecer a la clase media. Este umbral fue validado de manera independiente mediante un método alternativo basado en las autopercepciones de pertenencia de clase que se aplicó de manera separada a cinco países de la región: Brasil, Chile, Colombia, México y Perú. Este informe regional define tres clases económicas: 1) los pobres, cuyo ingreso per cápita es menor de US$4 al día; 2) los vulnerables, con US$4-US$10 al día; y 3) la clase media, con US$10-US$50 al día (cifras expresadas según la paridad del poder adquisitivo del año 2005). El resto, con más de US$50 al día, representan menos del 3 por ciento de la población de la región. Gráfico 6: Los vulnerables y la clase media aumentan conforme América Latina sale de la pobreza CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA 50 45 43,2 40 38,6 33,7 35 32,3 30 Porcentaje 26,6 25 21,1 20 15 10 5 0 1995 96 97 98 99 2000 01 02 03 04 05 06 07 08 09 2010 2011 Pobres Vunerables Clase media Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: Las estimaciones regionales de la pobreza, la vulnerabilidad y la clase media son promedios ponderados por la población de las tasas de especí cas de cada país. Los pobres son aquellos que viven con menos de US$4 al día, los vulnerables son aquellos que viven con US$4-US$10 al día y la clase media son aquellos que viven con US$10-US$50 al día (todas las cifras están en paridad del poder adquisitivo del año 2005). Se recurrió a la interpolación cuando en algún año no había datos disponibles con el n de poder analizar el mismo grupo de países todos los años. Véase el Anexo 1 para consultar los aspectos metodológicos. 3 3  Ferreira, Messina, Rigolini, Lugo, Vakis y Lopez-Calva (2012). 16 Gráfico 7: La clase media es el grupo económico más grande en el Cono Sur (extendido) pero el más pequeño en México, América Central y la región andina 60 55 Región andina 50 49,4 45 40,0 40 Porcentaje 35 33,7 30,4 30 25 27,9 20 15,8 15 10 1995 96 97 98 99 2000 01 02 03 04 05 06 07 08 09 2010 2011 60 55 Cono Sur extendido 50 45 40 37,9 38,8 Porcentaje 35 33,6 36,4 30 25,8 25 21,3 20 CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA 15 10 1995 96 97 98 99 2000 01 02 03 04 05 06 07 08 09 2010 2011 60 55 México y América Central 50 48,3 45 41,3 40 Porcentaje 35 33,9 32,6 30 24,7 25 20 16,6 15 10 1995 96 97 98 99 2000 01 02 03 04 05 06 07 08 09 2010 2011 Pobres Vunerables Clase media Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: Las estimaciones regionales de la pobreza, la vulnerabilidad y la clase media son promedios ponderados por la población de las tasas de especí cas de cada país. Los pobres son aquellos que viven con menos de US$4 al día, los vulnerables son aquellos que viven con US$4-US$10 al día y la clase media son aquellos que viven con US$10-US$50 al día (todas las cifras están en paridad del poder adquisitivo del año 2005). La región andina incluye Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú; la región (extendida) del Cono Sur incluye Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay; la región de México y América Central incluye Costa Rica, República Dominicana, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y El Salvador. Se recurrió a la interpolación cuando en algún año no había datos disponibles con el n de poder analizar el mismo grupo de países todos los años. Véase el Anexo 1 para consultar los aspectos metodológicos. 17 En vista de los indicadores del mercado laboral de varias de las economías destacadas de la región, se espera que la tendencia a la baja de la pobreza se mantenga en 2012. El Índice de Pobreza basado en los Ingresos Laborales (LIPI, por sus siglas en inglés, Labor Income Poverty Index) mide el porcentaje de hogares que no pueden adquirir la canasta básica de alimentos con sus ingresos laborales.4 El LIPI también es un importante indicador del bienestar, ya que se basa en datos de alta frecuencia procedentes de encuestas mensuales o trimestrales de fuerza laboral. El LIPI mostró una baja en su tendencia en 2012 para Argentina, Brasil y Paraguay, mientras que la pobreza en Ecuador y Perú experimentó un movimiento similar en la primera mitad de 2012 que sin embargo se invirtió en la segunda mitad (esta volatilidad podría ser el reflejo de la naturaleza cíclica de la economía y de la alta frecuencia de los datos). Además, después de mantenerse en los niveles de la crisis de 2009 durante dos años, la pobreza en México medida según el LIPI comenzó a reducirse en 2012 y se situó por debajo del nivel de 2010 (Gráfico 8). Gráfico 8: Parece que la pobreza se ha reducido más en 2012 1,50 1,40 los Ingresos Laborales (LIPI) Índice de Pobreza según 1,30 1,20 1,10 1,00 0,90 0,80 CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA 0,70 Q1-2005 Q2-2005 Q3-2005 Q4-2005 Q1-2006 Q2-2006 Q3-2006 Q4-2006 Q1-2007 Q2-2007 Q3-2007 Q4-2007 Q1-2008 Q2-2008 Q3-2008 Q4-2008 Q1-2009 Q2-2009 Q3-2009 Q4-2009 Q1-2010 Q2-2010 Q3-2010 Q4-2010 Q1-2011 Q2-2011 Q3-2011 Q4-2011 Q1-2012 Q2-2012 Q3-2012 Argentina Brasil Ecuador México Paraguay Perú Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: Se utilizó la línea de pobreza moderada (US$4 al día) para calcular el LIPI. El segundo trimestre de 2010 es el período de referencia. 4  El promedio de los ingresos laborales como porcentaje de los ingresos totales del hogar varía entre el 68% y el 80% en los países para los que se calculó el LIPI (Gráfico 8). 18 III. Prosperidad compartida en LAC L a economía de LAC despegó al comenzar la década y rompió así con viejos patrones de crisis y letargo. Durante esta década, el ingreso real aumentó más del 25 por ciento. El PIB per cápita creció un promedio de 2,1 por ciento anual, frente al 1,6 por ciento anual de la segunda mitad de la CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA década de 1990 (Gráfico 9). Tradicionalmente, a pesar de tener el estatus de ser una región compuesta en su mayor parte por países de ingreso medio, LAC se ha caracterizado por las frecuentes crisis económicas, el estancamiento del crecimiento y los niveles de pobreza relativamente altos. Sin embargo, el crecimiento se mantuvo incluso a lo largo de la crisis financiera de 2009, durante la cual la región únicamente experimentó una leve reducción del PIB.5 Gráfico 9: Las mejoras de LAC en el PIB per cápita y la reducción de la desigualdad en el ingreso 0,60 11.000 PIB per cápita (PPP internacional constante 2005) 10.500 0,58 10.000 0,56 9.500 Gini 9.000 0,54 8.500 8.000 0,52 7.500 0,50 7.000 1995 96 97 98 99 2000 01 02 03 04 05 06 07 08 09 10 2011 Gini PIB per cápita Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: La desigualdad se mide con el coe ciente de Gini, calculado usando datos del ingreso percapita de los hogares, de una base de datos que agrega los datos de todos los países e incluye los hogares que reportan cero ingreso. Se recurrió a la interpolación cuando en algún año no había datos disponibles con el n de poder analizar el mismo grupo de países todos los años. Véase el Anexo 1 para consultar detalles metodológicos. 5  World Bank (2011b) “On the edge of uncertainty: Poverty reduction in LAC during the great recession and beyond” y World Bank (2011a) “A break with history: Fifteen years of inequality reduction in Latin America”. 19 Gráfico 10: Prosperidad compartida en LAC, 2003-2011 Tasa de crecimiento anualizado 12% 10% 8% 6% 4% 2% 0% -2% Honduras, 2003-11 Chile, 2003-09 R. Dominicana, 2003-11 Bolivia, 2002-08 Costa Rica, 2003-09 Guatemala, 2000-11 Nicaragua, 2005-09 LAC, 2003-11 Brasil, 2004-11 Colombia, 2003-11 Ecuador, 2003-11 El Salvador, 2003-10 México, 2004-10 Panamá, 2007-11 Paraguay, 2003-11 Perú, 2004-11 Uruguay, 2003-11 Argentina, 2004-11 Tasa de crecimiento anualizado del 40% más pobre Tasa de crecimiento anualizado del ingreso promedio Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: Las cifras de LAC se calcularon con datos agrupados de los países. Se recurrió a la interpolación cuando en algún año no había datos disponibles con el n de poder analizar el mismo grupo de países todos los años. Véase el Anexo 1 para consultar detalles metodológicos. No menos importante, los elevados niveles de desigualdad en el ingreso de LAC han comenzado a retro- ceder. La desigualdad en los ingresos, basada en el coeficiente de Gini, se ha reducido a un ritmo constante: ha caído desde el máximo de 0,58 en 1996 a 0,52 en 2011, el nivel más bajo nunca antes documentado en la región (Gráfico 9). Los ingresos del trabajo fueron el principal determinante de esta reducción, pues los ingresos labo- rales masculinos dieron cuenta del 34 por ciento de la disminución de la desigualdad, mientras que los ingresos CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA laborales femeninos contribuyeron a explicar un 15 por ciento de la misma (Anexo 8). Los ingresos de las trans- ferencias, tanto públicas como privadas, también jugaron un papel importante en la reducción del coeficiente de Gini, puesto que explicaron el 34 por ciento de la caída de la desigualdad. El indicador de prosperidad compartida del Banco Mundial —el crecimiento del ingreso real per cápita del 40 por ciento más pobre de la población de cada país—, se enfoca en cuánto ha beneficiado el crecimiento reciente de LAC a los hogares pobres y vulnerables. Si bien la prosperidad compartida requiere que la economía crezca de manera rápida y sostenida, este crecimiento no puede ser de cualquier tipo. Se necesita un crecimiento sostenido que haga aumentar lo más posible los estándares de vida de los menos favorecidos. En efecto, los paí- ses de LAC han hecho importantes progresos hacia la consecución de este tipo de crecimiento (Gráficos A.4 y A.5). Recientemente, los menos favorecidos de la región se han beneficiado más del crecimiento que el prome- dio de la población. Entre 2003 y 2011, el ingreso real per cápita creció en torno al 3 por ciento en el conjunto de LAC, mientras que el ingreso del 40 por ciento más pobre de la población aumentó a un ritmo mayor llegando casi al 5 por ciento (Gráfico 10). Al analizar este patrón país por país, se observa que la cifra correspondiente al 40 por ciento más pobre de la población superó o se acercó mucho al promedio nacional en todos los países. Guatemala fue el único país donde el ingreso disminuyó para el conjunto de la población, pero aun así el ingreso del 40 por ciento más pobre se redujo en menor medida. Pese a los fuertes avances de LAC en términos de prosperidad compartida, la región aún debe superar obstáculos importantes para lograr crecimiento económico elevado y sostenido, y aumentar el bienestar en comparación con otras regiones. A pesar del sólido crecimiento económico de la región durante la década pasada, no ha sido posible alcanzar los niveles de PIB per cápita estadounidenses (Gráfico 11). Se estima que, ya 20 Gráfico 11: Otras regiones han cerrado más la brecha económica con Estados Unidos Período del Período entreguerras Sustitución de Década Consenso de Disenso de Patrón Oro importaciones pérdida Washington Washington 100% 90% 80% % del PIB per cápita de EE.UU. 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% 1900 1903 1906 1909 1912 1915 1918 1921 1924 1927 1930 1933 1936 1939 1942 1945 1948 1951 1954 1957 1960 1963 1966 1969 1972 1975 1978 1981 1984 1987 1990 1993 1996 1999 2002 2005 2008 2011 Desempeño alto AOP Desempeño bajo AOP LAC China Japón Fuente: Maddison (2007). El grá co muestra el PIB per cápita en relación al estadounidense. en el año 1900, el PIB per cápita de LAC equivalía al 22 por ciento del de Estados Unidos. En 2011, la situación había mejorado poco, pues la cifra análoga era un 24 por ciento. En cambio, el PIB per cápita japonés, que des- pués de la Segunda Guerra Mundial equivalía al 16 por ciento del estadounidense, se sitúa hoy por encima del 70 por ciento. Asimismo, a mediados de siglo, el PIB per cápita de LAC superó al de los países de Asia Oriental y el Pacífico, pero hacia 1980 los países de Asia Oriental con mejores desempeños, como Corea del Sur, ya habían CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA adelantado a LAC y, en 2011, habían logrado situarse al 90 por ciento de la cifra de Estados Unidos. LAC todavía está muy lejos de alcanzar los niveles relativamente bajos de desigualdad en el ingreso de otros países, en particular los países miembros de la OCDE. El Gráfico 12 compara el coeficiente de Gini des- pués de impuestos de los países de América Latina en 2011 con un grupo de países de la OCDE a finales de la década del 2000. En todos los casos, la desigualdad en el ingreso de los países de América Latina superó a la de los países de la OCDE no pertenecientes a LAC. Los coeficientes de Gini para LAC se situaron entre 0,43 y 0,57 en 2011, mientras que los valores correspondientes a los países de la OCDE no pertenecientes a LAC se situaron entre 0,24 y 0,41 a finales de la década del 2000. Dicho de otro modo: la desigualdad en cualquiera de los países de América Latina fue mayor que la de Turquía, el país más desigual entre los miembros de la OCDE no pertenecientes a LAC. El Índice de Convergencia de la Prosperidad Compartida (SPCI, por sus siglas en inglés, Shared Prosperity Convergence Index) monitorea el progreso del crecimiento ajustado por la desigualdad y subraya los retos a los que la región todavía se enfrenta para lograr un crecimiento inclusivo. Según esta medida, en 2011 LAC aún se encontraba al 20 por ciento del grupo de referencia (los diez países con mejor desempeño en términos de PIB per cápita ajustado por la desigualdad en 2000).6 No obstante, la región había progresado desde alrededor del 15 por ciento de partida a mediados de la década de 1990 (Gráfico 13). Durante el mismo periodo, el Cono Sur y México lograron los mejores resultados de LAC de acuerdo con esta medida, mientras que América Central quedó rezagada. 6  El SPCI mide la brecha entre el Índice de Bienestar de Sen (PIB per cápita ajustado por la desigualdad en el ingreso) para un de- terminado país y el promedio del índice de Sen para los diez países con mejor desempeño. El SPCI propuesto se basa en el Índice de Bienestar de Sen (Sen 1976), que se calcula como el ingreso medio (µ) por uno menos el coeficiente de Gini (G), esto es, S= µ(1-G). El nivel de referencia está fijado y se corresponde con el promedio del Índice de Bienestar de Sen de los diez países con mejor desem- peño en el año 2000. 21 Gráfico 12: LAC es una de las regiones más desiguales del mundo Eslovenia Dinamarca Noruega República Checa República Eslovaca Suecia Finlandia Bélgica Austria Hungría Luxemburgo Irlanda Francia Países Bajos Alemania Islandia OCDE Suiza Polonia Grecia Corea Estonia España Canadá Japón Nueva Zelanda Australia Italia Reino Unido Portugal Israel Estados Unidos Turquía Argentina CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA Uruguay Perú El Salvador Nicaragua Ecuador R. Dominicana México Costa Rica LAC Bolivia Panamá Chile LAC Paraguay Brasil Colombia Guatemala Honduras 0,000 0,100 0,200 0,300 0,400 0,500 0,600 0,700 Gini Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial) para los países de LAC y en OECD (2012), “Income Distribution: inequality”, base de datos sobre gasto social, para los países de la OCDE. Nota: Circa 2011 para LAC y nales de los años 2000 para los países de la OCDE. La región se enfrenta a un reto crucial para reducir la brecha con respecto a los países con mejor desem- peño: la persistencia de los desiguales estándares de vida subnacionales en los países de LAC. Por ejem- plo, en Brasil, el Índice de Bienestar de Sen de los estados más pobres de Piauí y Maranhão no llega al 20 por ciento del índice del grupo de referencia (São Paulo, 2009); además, los valores han aumentado muy lentamente desde 1995 (Gráfico 14a). En cambio, el progreso de Río de Janeiro y Santa Catarina ha sido mucho más rápido y ahora se encuentran en el 70 y el 90 por ciento del nivel de referencia, respectivamente. México tiene un nivel de disparidad similar: el progreso hacia el grupo de referencia (Distrito Federal, 2010) ha sido más lento en los estados más pobres, como Chiapas y Oaxaca, que en los más ricos, como Nuevo León y Coahuila (Gráfico 14b). 22 Gráfico 13: Las tendencias de la prosperidad compartida en LAC medidas con el SPCI 35% 30% % del nivel de referencia 25% 20% 15% 10% 5% 1995 96 97 98 99 2000 01 02 03 04 05 06 07 08 09 2010 2011 Región andina Brasil América Central Cono Sur LAC México Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial) y los Indicadores del Desarrollo Mundial (WDI). Nota: Los coe cientes de Gini se han calculado usando datos agrupados de los países, mientras que las cifras de PIB per cápita para LAC y las subregiones son promedios ponderados por la población de los países. El Índice de Bienestar de Sen de referencia es 23,535 (PIB per cápita anual ajustado por la desigualdad, PPP 2005) y se calcula como el promedio ponderado del Índice de Bienestar de Sen de los diez países con mejor desempeño en el año 2000 (Luxemburgo, Catar, Noruega, Dinamarca, Estados Unidos, Países Bajos, Suiza, Austria, Irlanda y Singapur). Gráfico 14: Divergencias en el crecimiento ajustado por la desigualdad dentro de los países de LAC (a) Brasil, referencia: (b) México, referencia: São Paulo, 2009 Distrito Federal, 2010 100% 100% Índice de Bienestar de Sen relativo al nivel de referencia Índice de Bienestar de Sen relativo al nivel de referencia 90% 90% CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA 80% 80% 70% 70% 60% 60% 50% 50% 40% 40% 30% 30% 20% 20% 10% 10% 0% 0% 1993* 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Amapa Moranhao Piaui Chiapas Coahuila Durango Rio de Janerio Roraima Santa Catarina Nuevo León Oxaca Yucatán Fuente: Panel a: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial) para los coe cientes de Gini y en IPEADATA para el PIB per cápita. Panel b: Cálculos de los autores basados en datos de CONEVAL para los coe cientes de Gini y de INEGI para el PIB per cápita. Nota: En el Panel b, el coe ciente de Gini de 1993 se corresponde con valores de 1990 estimados por CONEVAL usando PovMap (ENIGH 1992 y Censo 1990). Aunque LAC mantenga el ritmo acelerado del crecimiento económico y la reducción de la pobreza de finales de la década del 2000, para el año 2030 no habrá alcanzado al grupo de referencia (los países con mejor desempeño en el año 2000). Solo Argentina, Panamá y Uruguay, en caso de seguir creciendo a las tasas promedio presentadas ente 2003 y 2011, podrían alcanzar al grupo de referencia en 2030 (Gráfico 15). Las perspectivas son más prometedoras en lo que a la desigualdad en el ingreso se refiere, si los países de LAC continúan con la reducción estable del coeficiente de Gini de los últimos ocho años, casi la mitad de ellos podrían alcanzar al grupo de referencia en el año 2030. Se trata de Argentina, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, México, Nicaragua, Perú y Uruguay. 23 Gráfico 15: Tasas de crecimiento necesarias para alcanzar el PIB per cápita y el coeficiente de Gini del grupo de referencia en 2030 16% PIB per cápita 0,5% Gini 14% 0,0% Tasa de crecimiento anualizado Tasa de crecimiento anualizado 12% -0,5% 10% -1,0% 8% -1,5% 6% 4% -2,0% 2% -2,5% 0% -3,0% Brasil Costa Rica Brasil Costa Rica Argentina Guatemala Argentina Guatemala Honduras México Nicaragua Honduras México Nicaragua ALC Bolivia Chile Colombia R. Dominicana Ecuador El Salvador Panamá Perú Uruguay ALC Bolivia Chile Colombia R. Dominicana Ecuador El Salvador Panamá Perú Uruguay Paraguay Paraguay Tasa de crecimiento anualizado observada circa 2003-11 Tasa de crecimiento anualizado necesaria para alcanzar nivel de referencia en 2030 Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: La Tabla A.1 indica los años utilizados para cada país. El nivel de referencia es el promedio, ponderado por población, del Índice de Bienestar de Sen de los diez países con mejor desempeño en 2000 (Luxemburgo, Catar, Noruega, Dinamarca, Estados Unidos, Países Bajos, Suiza, Austria, Irlanda y Singapur). El PIB per cápita de referencia asciende a US$38.909 en paridad del poder adquisitivo internacional de 2005 y el índice de Gini de referencia es de 0,395. Gráfico 16: Años necesarios para cerrar la brecha con los países con mejor desempeño 160 Años para converger con el nivel de referencia 140 120 100 CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA 80 60 51 40 41 20 0 0% 1,0% 1,5% 2,0% 2,5% 3,0% 3,5% 4,0% 4,5% 5,0% 5,5% 6,0% 6,5% 7,0% 7,5% 8,0% 8,5% 9,0% 9,5% 10,0% Tasa de crecimiento anualizado del PIB per cápita Tasa de reducción observada de coe ciente de Gini entre 2003 y 2011 Sin reducción de coe ciente de Gini Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: El nivel de referencia es el promedio, ponderado por población, del Índice de Bienestar de Sen de los diez países con mejor desempeño en el año 2000 (Luxemburgo, Catar, Noruega, Dinamarca, Estados Unidos, Países Bajos, Suiza, Austria, Irlanda y Singapur). EL PIB per cápita de LAC tendría que crecer al 7,5 por ciento anual y el ritmo de reducción de la desigual- dad debería mantenerse en los niveles recientes para cerrar la brecha con los países más prósperos en el año 2030. Esto supondría tener tasas de crecimiento que dupliquen el 3,1 por ciento logrado entre los años 2003 y 2011, siendo éste el periodo de mayor crecimiento de la región (Gráfico 9). Asumiendo que el crecimiento del 3,1 por ciento continúa y que el ritmo de reducción de la desigualdad se mantiene igual, LAC en su conjunto necesitaría 41 años para cerrar la brecha con los países con los mejores resultados, cabe resaltar que esta cifra ascendería a 51 años si la desigualdad se mantuviese constante en el nivel de 2011. 24 IV. Oportunidades para acelerar la prosperidad compartida en LAC E s probable que LAC deba enfrentarse a retos importantes para acelerar la prosperidad compartida bajo un crecimiento con expectativas modestas. Según un informe reciente del Banco Mundial,7 el crecimiento económico de LAC seguirá en el corto plazo dependiendo de los recursos naturales y de CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA las entradas de capital extranjero, mientras que en el largo plazo dependerá del nivel y la composición de la inversión, tanto en capital fijo como en capital humano. El fortalecimiento de la relación entre el crecimiento y la equidad, combinado con un énfasis claro en la mejora del bienestar de los más pobres y vulnerables, impulsará la prosperidad compartida en LAC. La relación entre el crecimiento económico y la equidad implica que, si bien el crecimiento es importante para mejorar el bienestar, el grado de equidad de la sociedad también es primordial para lograr progresar. Las políticas orientadas a la equidad pueden mejorar la capacidad de una región de crecer de manera sostenida. Permitir que quienes se encuentran marginados mejoren sus condiciones de vida, puede desencadenar su potencial económico inherente, lo que, a su vez, hará que aumente su productividad general y que se estimule el crecimiento. Por ejemplo, al mejorar la equidad — mediante un mayor acceso a la salud y educación de calidad—, aumenta la capacidad productiva de los pobres y crece la inclusión social gracias al incremento de la empleabilidad y de la productividad, lo cual, a su vez, estimula el crecimiento y aumenta los recursos fiscales disponibles para mejorar la calidad de vida de todos. Asumiendo que el crecimiento económico continuará, hay cuatro ejes de política destinados a construir una sociedad más equitativa que podrían mejorar la capacidad del sistema para acelerar la prosperidad compartida. Estos ejes consisten en: 1) mantener una política fiscal equitativa, eficiente y sostenible; 2) fortalecer a las instituciones equitativas y transparentes que suministran bienes públicos; 3) posibilitar un ambiente donde los mercados sean accesibles y funcionen bien; y 4) desarrollar instrumentos para mejorar la gestión del riesgo, tanto en el ámbito macro como en los hogares. 7  de la Torre, Yeyati, Pienknagura (2013). 25 Gráfico 17: La recaudación fiscal en LAC es baja y se ha mantenido relativamente constante (2010) Ingresos scales totales como % del PIB 39% Cambio 2000-2010, puntos porcentuales 34% 0,16 29% 24% 0,11 19% 14% 0,06 9% 4% 0,01 -1% -6% -0,04 Brasil Chile México OCDE Argentina Costa Rica Ecuador LAC Panamá Perú Colombia El Salvador R. Dominicana Guatemala Uruguay Paraguay Ingresos scales totales como porcentaje del PBI en 2010 Cambio entre 2000 y 2010 Fuente: OCDE/ECLAC/CIAT (2012). Nota: Estas cifras excluyen los ingresos de los gobiernos locales en Argentina (si bien incluyen los ingresos provinciales), Costa Rica (hasta 1997), República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Panamá (hasta 1998 y 2010), Paraguay (hasta 2004), Perú (hasta 2004) y Uruguay porque los datos no están disponibles. En los datos de ECLAC y CIAT para México las tasas recaudadas por la producción de hidrocarburos no se consideran ingresos scales. En los datos de ECLAC para Paraguay las contribuciones a ciertos fondos de pensiones de la seguridad social, como los de las empresas eléctricas y ferroviarias y los bancos, se consideran ingresos scales. Las cifras para LAC se re eren a un grupo de países seleccionados de América Latina. Chile y México son también miembros de la OCDE; la cifra de la OCDE es un promedio sin ponderar de los países miembros de la OCDE. IV.1 Política Fiscal sostenible y equitativa La contribución de la política fiscal a la promoción de la prosperidad compartida en LAC es relativamente pequeña si se compara con la de los países de la OCDE, tanto en términos del nivel de la recaudación fiscal como de la progresividad. La participación de los ingresos fiscales como porcentaje del PIB apenas llega al 20 CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA por ciento en LAC, en comparación con el 34 por ciento de los países de la OCDE (Gráfico 17). A partir del año 2010 surgió una variación sustancial entre los países de LAC: Argentina y Brasil alcanzaron los niveles más altos de recaudación fiscal, alrededor del 33 por ciento del PIB, mientras que los niveles de República Dominicana y Guatemala, por debajo del 15 por ciento, fueron los más bajos. Existe un importante potencial de mejora en la progresividad del sistema fiscal en los países de LAC, tanto en términos de los ingresos fiscales como de los gastos gubernamentales. Según los datos de StatExtracts de la OCDE, para finales de los años 2000, el coeficiente de Gini antes de impuestos y transferencias en los países de la OCDE fue de 0,45, mientras que el mismo indicador después de impuestos y transferencias fue del 0,31. Esto implica que solo el sistema fiscal generó una redistribución de 14 puntos del Gini. Las conclusiones que se obtienen al aplicar la metodología del Compromiso con la Equidad (CEQ, por sus siglas en inglés, Commitment to Equity) para comparar el ingreso de mercado (antes de impuestos y transferencias) con el ingreso post-fiscal (después de impuestos y transferencias) en un grupo de países de LAC seleccionados (Gráfico 18)8 son similares: si bien la política fiscal de LAC es progresiva, su impacto redistributivo es pequeño comparado con el de los países de la OCDE. En Colombia, Bolivia y Guatemala, la política fiscal no tiene ningún efecto redistributivo perceptible.9 El mayor efecto se da en Uruguay, donde la política fiscal reduce el coeficiente de Gini de 0,49 a 0,46. En resumen, el país de LAC con la política fiscal más redistributiva solo reduce el coeficiente de Gini en tres puntos porcentuales, mientras que el promedio de la OCDE más que cuadruplica esta cifra (14 puntos porcentuales). 8  El CEQ es una iniciativa interagencial liderada por el Inter-American Dialogue y la Universidad de Tulane en estrecha colaboración con el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. El análisis pro- puesto por CEQ constituye una herramienta de diagnostico, desarrollada para evaluar el grado en que las política fiscales respaldan un estándar de vida mínimo, de acumulación de capital humano y de reducción de la desigualdad (Lustig, Gray-Molina, Higgins, Jaramillo, Jimenez, Paz, Pereira, Pessino, Scott y Yanez, 2012). 9  Esto podría cambiar en el caso de Colombia, ya que en diciembre de 2012 se aprobó una reforma tributaria que se prevé que reduzca en 1,9 puntos el coeficiente de Gini. 26 Gráfico 18: Hay espacio para importantes mejoras en la progresividad de los impuestos y del gasto en LAC 0,590 0,570 0,550 0,530 Gini 0,510 0,490 0,470 0,450 Ingreso de mercado Ingreso de mercado neto Ingreso disponible Ingreso post- scal Argentina Bolivia Brasil Colombia Guatemala México Perú Uruguay Fuente: Buchelli et al. (2012), Hurtado et al. (2013) y Lustig et al. (2012). Nota: El grá co muestra coe cientes de Gini. El ingreso de mercado es el percibido por los hogares antes de impuestos y transferencias. El ingreso de mercado neto es el ingreso de mercado después del impuesto sobre el ingreso. El ingreso disponible es el ingreso de mercado neto más las transferencias directas. El ingreso post- scal es igual al ingreso disponible más los subsidios indirectos menos los impuestos indirectos. Se utilizaron los siguientes datos: Argentina (Encuesta Permanente de Hogares; primer semestre de 2009), Bolivia (Encuesta de Hogares, 2009), Brasil (Pesquisa de Orçamentos Familiares, 2008-2009), Colombia (Encuesta Nacional de Condiciones de Vida para 2010), Guatemala (ENIGFAM: Encuesta de Ingresos y Gastos Familiares, 2009-2010), México (Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares, 2008), Perú (Encuesta Nacional de Hogares 2009), Uruguay (Encuesta Continua de Hogares, 2009). Los datos sobre ingresos y gastos de los gobiernos proceden de las contabilidades nacionales. IV.2 Instituciones eficientes y transparentes y accesso equitativo a los servicios públicos Los servicios públicos han mejorado con el tiempo en la región de LAC; sin embargo los hogares pobres y vulnerables a menudo carecen de acceso, lo que restringe su capacidad de contribuir y participar en el crecimiento. El Índice de Oportunidades Humanas (HOI, por sus siglas en inglés Human Opportunity Index) mide CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA el efecto de las circunstancias individuales,10 como el lugar de residencia, el género, o el nivel educativo del jefe de hogar, sobre el acceso de los niños a bienes y servicios básicos como la educación, el agua, la electricidad y el saneamiento.11 Pese a la importancia de estos servicios para el desarrollo infantil, el acceso a los mismos sigue siendo muy desigual (tanto dentro de cada país como entre unos países y otros) y en algunos casos dista mucho de ser universal (Gráfico 19a).12 La calidad de los servicios se cuestiona cuando el HOI correspondiente al acceso a la matrícula escolar ajustado por la desigualdad (91,1) supera al de la finalización a tiempo de sexto grado, que asciende a 63,7 (Gráfico 19b).13 Los valores del HOI para el acceso al agua potable (62,1) y saneamiento adecuado (56,8) también son preocupantemente bajos. La cifra correspondiente al acceso al agua potable es especialmente alarmante, ya que el agua influye en la salud y en otras oportunidades importantes, como por ejemplo la de no perder días de escuela a causa de la diarrea. Especial atención se requiere en aquellas oportunidades que han quedado más rezagadas, como la calidad de la educación, el agua y el saneamiento. En las sociedades con un acceso más desigual a bienes y servicios básicos en las etapas tempranas de la vida, es más probable que la desigualdad en los logros de los ciudadanos sea mayor a lo largo de sus vidas.14 Debido a la gran desigualdad de oportunidades en los primeros años de vida en LAC, distintos niños diferirán, años más tarde, en términos de empleo, ingresos laborales, salud y acceso a educación de calidad, lo que probablemente termine por aumentar la desigualdad de los logros en la 10  Estas circunstancias se refieren a las características personales, familiares y comunitarias que, según la sociedad, no deberían determinar el acceso a bienes y servicios básicos (Molinas et al., 2012). 11  El Índice de Oportunidades Humanas suele calcularse utilizando una muestra de niños de entre 0 y 16 años para así eliminar el efecto del esfuerzo y las elecciones y concentrarse en las oportunidades recibidas a edades tempranas. Paes de Barros, Ferreira, Mo- lina y Saavedra (2009) desarrollaron el índice. 12  Molinas, Paes de Barros, Saavedra y Giugale (2012). 13  Terminar el sexto grado a la edad que corresponde refleja en parte la calidad de la educación; los niños que lo completan sin re- trasos tienen una probabilidad mayor de haber tenido acceso a una educación de mejor calidad que les permitió evitar repetir curso. 14  Paes de Barros, Ferreira, Molinas, y Saavedra-Chanduvi (2009). 27 Gráfico 19: El Índice de Oportunidades Humanas (HOI) en LAC, circa 2010 (a) El acceso a los servicios básicos medido según el HOI (b) HOI por tipo de oportunidades en LAC sigue siendo desigual y no universal en LAC 100 100 92 90 90 85 80 80 70 70 64 62 60 60 57 50 50 40 40 30 30 20 20 10 10 0 0 Costa Rica Brasil Argentina Guatemala México Honduras Nicaragua Chile Uruguay Venezuela Colombia Ecuador R. Dominicana LAC Jamaica Bolivia Perú Panamá El Salvador Paraguay Matriculación 6º grado Agua Electricidad Saneamiento escolar sin retraso Fuente: Molinas, Paes de Barros, Saavedra y Giugale (2012). adultez y, potencialmente, en dificultar el crecimiento económico. Según un estudio reciente, la desigualdad de oportunidades da cuenta de entre un quinto y un tercio de la desigualdad en el ingreso en Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Panamá y Perú.15 Es probable que la mayor desigualdad en los logros debido a la desigualdad de oportunidades suponga un obstáculo para el crecimiento inclusivo. Por ejemplo, otro estudio ha mostrado la existencia de una relación negativa entre el crecimiento y la desigualdad de oportunidades en Estados Unidos.16 CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA IV.3 Mercados eficientes y accesibles El escaso y desigual acceso a los mercados de bienes y servicios supone un gran reto para la prosperidad compartida en LAC. La mejora del acceso a los mercados de los ciudadanos menos pudientes de los países es un elemento importante para el desarrollo y la reducción de la pobreza. Las nuevas maneras de recoger y analizar datos geográficos han posibilitado la medición más precisa de la accesibilidad de los mercados. Un estudio del año 200417 basado a datos recogidos mediante un Sistema de Información Geográfica (GIS, por sus siglas en inglés, Geographic Information System), concluyó que un incremento del 10 por ciento en un índice de accesibilidad para microempresas (que suelen contar con individuos de ingresos bajos entre sus fundadores o empleados) del sur de México aumentó la productividad en un 13 por ciento. El acceso de los pobres y vulnerables a los servicios financieros también está más restringido en LAC que en los países de ingresos altos. El acceso a las cuentas bancarias constituye un buen ejemplo. En los países de la OCDE, más del 90 por ciento de los adultos tienen una cuenta (individual o compartida con otra persona) en un banco, una cooperativa de crédito u otro tipo de institución financiera, y las diferencias en las tasas de participa- ción entre el 60% mas rico y el 40% mas pobre son pequeñas. Sin embargo, en casi todos los países de LAC, menos del 40 por ciento de los adultos tienen cuentas en instituciones financieras formales. Además, hay una brecha significativa entre el acceso del 40 por ciento más pobre y el 60 por ciento más rico de la población (Gráfico 20). 15  Paes de Barros et al. (2009). Para medir cómo la desigualdad de los logros en la adultez se deriva de la desigualdad de oportunida- des, la desigualdad en el ingreso se divide en una parte atribuida a las circunstancias que están más allá del control individual, como el género y la etnia, y otra parte relacionada con el esfuerzo, el talento y la suerte. Cuanto menor es la fracción de la desigualdad en el ingreso atribuida a circunstancias que están fuera del control individual, mayor es la igualdad de oportunidades. Formalmente, esto se lleva a cabo analizando la relación entre la desigualdad entre grupos y la desigualdad total, previa definición de los grupos en función con las variables que reflejan las circunstancias. 16  Marrero y Rodríguez (2013). 17  Deichman et al. (2004). 28 RECUADRO 4: El HOI a nivel subnacional: resultados para México En un estudio del año 2013, Ortiz-Juarez y Perez-Garcia estimaron una variante semiparamétrica del HOI, originalmente propuesto por Barros et al. (2009). El objetivo principal de esta variante era medir las diferencias en la distribución de las oportunidades humanas entre los estados mexicanos, así como los cambios en los valores del HOI entre los años 2000 y 2010. La estimación, realizada con una muestra de niños de entre cinco y 15 años, utilizó las siguientes variables de acceso: 1) hogares sin hacinamiento; 2) hogares con el suelo terminado; 3) con electricidad; 4) con agua corriente; 5) con inodoro con cisterna; 6) con acceso a servicios de alcantarillado; y 7) asistencia a la escuela. Las circunstancias fueron las siguientes: 1) género de los niños; 2) género del jefe del hogar; 3) localización rural o urbana; 4) incidencia de discapacidades físicas o mentales; y 5) nivel educativo del jefe del hogar (educación secundaria terminada frente a educación secundaria inacabada o menos). Los resultados revelan que los estados mexicanos con menores valores del HOI en 2000 experimentaron los mayores incrementos en el año 2010, lo que redujo las brechas en las oportunidades (Tabla B.4.1). En particular, los estados tradicionalmente pobres lograron los mejores resultados. Por ejemplo, en Oaxaca el valor del HOI creció un 49,8 por ciento entre 2000 y 2010; en Guerrero el aumento fue del 37,2 por ciento, en Puebla se acercó al 34 por ciento y en Chiapas ascendió al 32 por ciento. CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA Tabla R.4.1: HOI por estado en México, 2000 y 2010 Estados HOI 2000 HOI 2010 % Cambio Estados HOI 2000 HOI 2010 % Cambio Oaxaca 0.301 0.451 49.8 Queretaro 0.597 0.728 21.9 Yucatán 0.469 0.647 37.8 Morelos 0.550 0.670 21.8 Guerrero 0.308 0.422 37.2 Tabasco 0.511 0.618 21.1 Veracruz 0.407 0.554 36.3 Guanajuato 0.617 0.746 21.0 San Luis Potosí 0.488 0.660 35.3 Colima 0.680 0.791 16.4 Campeche 0.435 0.586 34.7 México 0.623 0.725 16.3 Puebla 0.429 0.576 34.1 Durango 0.628 0.715 14.0 Hidalgo 0.497 0.657 32.3 Sonora 0.712 0.811 13.9 Chiapas 0.330 0.436 32.1 Nayarit 0.540 0.614 13.8 Quintana Roo 0.553 0.712 28.9 Coahuila 0.731 0.827 13.1 Sinaloa 0.580 0.746 28.7 Jalisco 0.733 0.822 12.2 Zacatecas 0.624 0.800 28.2 Chihuahua 0.744 0.832 11.8 Baja California 0.662 0.838 26.6 Baja California Sur 0.720 0.798 10.8 Tamaulipas 0.623 0.774 24.2 Nuevo León 0.791 0.856 8.3 Tlaxcala 0.585 0.725 24.0 Aguascalientes 0.795 0.850 7.0 Michoacán 0.573 0.706 23.2 Distrito Federal 0.782 0.824 5.4 Nacional 0.586 0.701 19.5 Fuente: Ortiz-Juarez y Perez-Garcia (2013). 29 Gráfico 20: Cuentas en instituciones financieras formales en LAC y en la OCDE, 2011 100 90 80 70 % de la población 60 50 40 30 20 10 0 Brasil Chile México Honduras OCDE Costa Rica R. Dominicana Ecuador Argentina Colombia Bolivia Panamá Guatemala Perú Nicaragua Uruguay Paraguay Cuenta en una institución nanciera formal (edad 15+) Cuenta en una institución nanciera formal, 40% más pobre de la población (edad 15+) Cuenta en una institución nanciera formal, 60% más rico de la población (edad 15+) Fuente: Global Findex (base de datos Global Financial Inclusion). Nota: Se incluye a los adultos que tienen una cuenta (individual o compartida con otra persona) en un banco, una cooperativa de crédito u otra institución nanciera (por ejemplo, cooperativas, empresas de micro nanzas, o cinas de correos), así como a aquellos que declaran tener una tarjeta de débito. Gráfico 21: Población económicamente activa que contribuye al sistema de pensiones por decil de ingreso laboral, 2012 100% 90% Porcentaje de trabajadores 80% CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% Argentina Brasil Ecuador Paraguay 10% con menos ingresos per cápita Decil 2 Decil 3 Decil 4 Decil 5 Decil 6 Decil 7 Decil 8 Decil 9 10% con más ingreso per cápita Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de LABLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: El periodo de referencia es el segundo trimestre de 2012. El grá co muestra el porcentaje de trabajadores que declaran tener derecho a una pensión por decil de ingreso per cápita. Solo se considera a miembros de hogares con un ingreso per cápita superior a cero. Hay diferencias potencialmente perjudiciales en el acceso al mercado de trabajo formal para las distintas clases económicas de LAC. Según un informe del Banco Mundial,18 la economía informal tiene efectos negativos sobre el crecimiento y el aumento del bienestar social. La mayoría de los países de LAC, según este informe, se caracterizan por tener “sistemas de bienestar truncados” en los que los trabajadores del sector formal a menudo disfrutan de un acceso generoso a la seguridad social, mientras que los trabajadores del sector informal acceden a menos programas de seguridad y protección social como el seguro de desempleo. El Gráfico 21 muestra que, en varios países de la región, la informalidad medida mediante el porcentaje de la población activa no cubierta por el sistema de pensiones es significativamente mayor para los trabajadores de ingresos bajos que para los de ingresos altos.19 18  Perry et al. (2007). 19  Gráfico basado en Rofman, Lucchetti y Ourens (2008). 30 Gráfico 22: Los desastres naturales y su correlación con la pobreza (a) Número total de desastres naturales (b) Correlación entre la pobreza 100 en LAC entre 1970 y 2012 45 y los desastres naturales en LAC, 2009 Recuento de pobreza extrema (%) circa 2009 90 40 GTM 80 35 70 HND Número de sucesos 30 NIC 60 25 50 SLV COL 20 DOM BOL 40 ECU PRY 15 MEX BRA PER 30 PAN 20 10 ARG CRI 10 5 CHL URY 0 0 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 1,2 1,4 1,6 1,8 2,0 1970 1972 1974 1976 1978 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 % de la población afectada por sequías, inundaciones y temperaturas extremas en 2009 Fuente: En el grá co (a), cálculos de los autores basados en datos de EM-DAT: The OFDA/CRED International Disaster Database (www.emdat.be, Université Catholique de Louvain, Bruselas, Bélgica). En el grá co (b), datos de LABLAC (CEDLAS y Banco Mundial) para la pobreza y de los Indicadores del Desarrollo Mundial (WDI por sus siglas en inglés World Development Indicators) para los desastres naturales. Nota: El grá co (a) incluye todos los desastres naturales que tuvieron lugar en América Latina y el Caribe entre 1970 y 2012. IV.4 Fortalecimiento de la Gestión de Riesgo El cambio climático amenaza la prosperidad compartida global. El cambio climático plantea dos retos, especialmente para los hogares rurales pobres: el incremento en la frecuencia y la intensidad de los eventos climáticos extremos y los incrementos de largo plazo en las temperaturas y la pluviosidad.20 América Latina ha experimentado en los últimos años un aumento en la variabilidad, la frecuencia y la fuerza de los desastres CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA naturales (Gráfico 22a).21 De hecho, parece haber una correlación positiva entre los desastres naturales de LAC y el empeoramiento de los indicadores de bienestar (Gráfico 22b). De acuerdo con los resultados de estudios recientes, las lluvias intensas y las sequías han provocado una mayor persistencia de la pobreza para los hogares más desfavorecidos de Nicaragua.22 En Colombia, las olas de calor han tenido un impacto negativo sobre el peso de los niños al nacer, que es un predictor importante de la desigualdad intergeneracional.23 Asimismo, la probabilidad de malnutrición aumentó después del huracán Mitch de 1998 para los niños nicaragüenses que vivían en hogares afectados por el mismo.24 Los países de LAC deberían fortalecer los sistemas de mitigación y adaptación de riesgos para evitar que los desastres naturales quiebren la relación entre el crecimiento económico y la equidad. En ese sentido, existe espacio para políticas económicas que refuercen la limitada capacidad de los hogares pobres para adap- tarse al cambio climático. Debería considerarse invertir en mejorar la recolección y el análisis de las bases de da- tos de los hogares, incluyendo el desarrollo de bases de datos de más largo plazo, que permitan a los tomadores de decisiones comprender mejor y contrarrestar los efectos del cambio climático. La ampliación de los sistemas de alerta meteorológica, el asesoramiento sobre la extensión agraria, los seguros (como aquellos con cobertura meteorológica) y las redes de protección social para las personas afectadas por los eventos meteorológicos po- drían atenuar sustancialmente el impacto del cambio climático.25 En Nicaragua, la combinación de estos tipos 20  Baez, Kronick y Mason (2012). 21  La mayor frecuencia de los desastres naturales podría deberse en parte a la mejora de los informes y al aumento de los asenta- mientos humanos en las zonas de riesgo (Baez et al. 2012). 22  Premad y Vakis (2010). 23  Azevedo et al. (2013). 24  Baez y Santos (2007). 25  Baez et al. (2012). 31 de redes de protección social con intervenciones para la formación profesional y subvenciones a la inversión ha contribuido de manera efectiva a ayudar a los hogares beneficiarios a lidiar con los riesgos meteorológicos (en comparación con los hogares que accedieron únicamente a las redes de protección social).26 América Latina y el Caribe también han experimentado en los últimos años un aumento en la volatilidad de los precios de los alimentos. Entre 2005 y 2008, los precios mundiales de los alimentos crecieron conside- rablemente.27 En general, este choque resultó beneficioso para LAC, ya que la mayoría de los países de la región son exportadores netos de alimentos. No obstante, hubo poblaciones urbanas en la región y hogares vulne- rables en América Central28 y México que eran consumidores netos de alimentos y que resultaron, por tanto, afectados de manera negativa.29 El choque en los precios de los alimentos en 2007-2008 aumentó las tasas de pobreza en algunos países de América Central para los cuales existen estimaciones disponibles; la pobreza au- mentó en torno a cuatro puntos porcentuales en Nicaragua y alrededor de un punto porcentual en Guatemala y Honduras.30 Incluso en Brasil, gran productor y exportador neto de alimentos, se redujo el bienestar de la po- blación y la pobreza extrema y moderada aumentaron más de un punto porcentual como resultado de la subida de los precios de los alimentos de 2007-2008.31 El impacto fue mayor en las zonas urbanas, donde hay menos personas trabajando en la agricultura. Las políticas deberían concentrarse en la protección de los más pobres, especialmente en las zonas urbanas, para minimizar el efecto de los choques en los precios de los alimentos. La respuesta más rápida consiste en expandir los beneficios y la cobertura de los programas existentes enfocados en los pobres, como los programas de transferencias monetarias condicionadas.32 Como reacción al alza en los precios de 2007-2008, Brasil expandió los beneficios del programa Bolsa Familia, su principal programa de transferencias condicionadas, lo que ayudó a aquellos cubiertos por el mismo a lidiar con el choque.33 De no existir este tipo de programas, otras intervenciones CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA como la provisión de alimentos, los programas de microfinanzas y la educación nutricional podrían considerarse como alternativas para ayudar a los hogares a afrontar el alza de los precios de los alimentos.34, 35 Por último, la debilidad de la economía global genera inquietudes sobre la capacidad de la región para continuar creciendo y reduciendo la pobreza. LAC fue testigo de la desaceleración económica de la crisis financiera global de 2008-2009. Es probable que las contracciones económicas afecten al grupo de los “vulnera- bles” —aquellos que no son ni pobres ni de clase media—, ya que suelen trabajar en el sector informal (Anexo 3) y tienen una probabilidad menor de estar cubiertos por seguros y redes de protección social. Por lo tanto, los sistemas de protección social deberían prestarle a este grupo una atención especial para evitar que caigan de nuevo en la pobreza si la economía global se debilita otra vez en el futuro.36 26  Marcours, Premand y Vakis (2012). 27  Ivanic y Martin (2008). 28  La proporción de hogares considerados “consumidores netos” antes del alza de los precios de los alimentos estaba en torno al 69 por ciento en El Salvador, el 83 por ciento en Guatemala, el 89 por ciento en Honduras y el 90 por ciento en Nicaragua (Robles y Torero 2010). 29  World Bank (2011c). 30  Robles y Torero (2010). 31  Ferreira, Fruttero, Leite y Lucchetti (2013). 32  World Bank (2011c). 33  Ferreira et al. (2013). 34  Robles and Torero (2010). 35  World Bank (2011c). 36  Ferreira et al. (2012). 32 Comentarios finales E l desempeño de América Latina y el Caribe en el nuevo milenio supera substancialmente al que tuvo durante las dos últimas décadas del siglo XX. La pobreza extrema se ha reducido a la mitad desde 1995 y ha disminuido hasta llegar al 13 por ciento en 2011. La combinación del aumento del crecimiento y la CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA reducción de la desigualdad en el ingreso ha hecho que los menos favorecidos se beneficien y que la clase me- dia se expanda y pase de representar un quinto a un tercio de la población. Actualmente hay, por primera vez, más personas consideradas de clase media que pobres. Así pues, es incuestionable que la región ha hecho muchas cosas bien en el pasado reciente. Sin embargo, ¿adónde la han llevado estos logros desde una perspectiva más amplia? ¿Qué lugar ocupa la región en compa- ración con los países ricos actuales? Y, ¿cuán lejos debería llegar para lograr niveles de prosperidad similares? Es un hecho que, a la fecha, alrededor de uno de cada cuatro latinoamericanos vive por debajo de la línea de pobreza moderada de la región (US$4 al día). El nivel del PIB per cápita ajustado por la desigualdad sigue estan- do apenas por encima del 20 por ciento del nivel de los países con mejor desempeño global. Además, hay una creciente divergencia en la región: la proporción de pobres extremos del Cono Sur en la región ha caído a lo largo de los últimos quince años, pero ha aumentado en México y América Central. Esto implica que, con las tendencias actuales, un ciudadano latinoamericano promedio no alcanzará hasta el 2052 los estándares de vida que tuvieron los ciudadanos de los países de ingreso alto en el año 2000. Es evidente que hace falta que el crecimiento aumente de modo sustancial y que la desigualdad persistente de la región siga disminuyendo para que la brecha con las naciones más ricas se estreche con más rapidez y la pobreza extrema desaparezca. Dado el actual ambiente económico global, el crecimiento dependerá cada vez más de fuentes internas y tendrá que estar menos basado en las materias primas que en el pasado. En este proceso, será de vital importancia el fortalecimiento del círculo virtuoso entre el crecimiento y la equidad: el desarrollo de mercados más accesibles, el aprovechamiento de la capacidad redistributiva de la política fiscal, la provisión de más y me- jores servicios públicos y la reducción de la vulnerabilidad ante los choques económicos y climáticos. 33 De acuerdo con las experiencias pasadas, el énfasis debería situarse en los ingresos laborales, puesto que estos han sido los responsables de la mayoría de las mejoras en la reducción de la pobreza y la desigualdad. Si bien las transferencias públicas han jugado un papel importante en la consecución de estos mejores resultados sociales y en el aumento de la resistencia de los hogares a los choques, sus posibles efectos sobre los incentivos de los hogares a ahorrar, invertir y trabajar, sugieren que es necesario evaluar con cuidado su rol y ajustarlo al contexto específico de cada país. Investigaciones recientes del Banco Mundial destacan que las estrategias para incrementar los ingresos labora- les seguramente residirán fuera del mercado de trabajo e implicarán mejorar los niveles de capital humano (en especial la calidad de la educación), reformar los mercados financieros para que sean más accesibles, asegurarse de que los mercados retribuyan el talento de manera equitativa y de que no exista el trato diferencial por motivo de raza o género, así como expandir la conectividad y reducir los costos de transporte, y otros costos de acceso a los mercados. Este tipo de micro reformas requieren que los más privilegiados acepten algunos cambios nece- sarios para generar crecimiento inclusivo. Asimismo, será importante dar voz a los más desfavorecidos mediante esfuerzos destinados a transmitir sus opiniones con las nuevas tecnologías para la recepción y la diseminación de información, así como a través de la implementación más participativa de las políticas, de la mayor trans- parencia del sector público y de la difusión de la información. Estas dos líneas de acción son complementarias y ambas requerirán un liderazgo fuerte que posibilite el cambio necesario para que un ciudadano de América Latina nacido hoy no tenga que esperar hasta la generación de sus nietos para ver el nivel de prosperidad que los países con mejor desempeño global disfrutaron en el año 2000. CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA 34 Bibliografía Alkire, S. y J. Foster. 2011. “Counting and multidimensional poverty measurement” Journal of Public Economics, Elsevier, vol. 95(7), páginas 476-487. Ashwill, M., M. Blomqvist, S. Salinas, K. Ugaz-Simonsen y J. C. 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Las bases de datos armonizadas de LAC y la estimación de la pobreza regional y la desigualdad Para analizar las tendencias de la pobreza, la desigualdad y el desempleo en la región, es importante contar con datos estadísticos confiables, transparentes, comparables y disponibles oportunamente. La Unidad de Pobreza, Género y Equidad de la región de América Latina y el Caribe (LAC) del Banco Mundial, lleva desde 1996 invirtiendo en la generación de datos estadísticos y apoyando a los gobiernos de la región en la mejora de la calidad, frecuencia, accesibilidad y comparabilidad de los datos estadísticos Un fruto importante de este esfuerzo es la colaboración con el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) de La Plata, Argentina, para el mantenimiento de la Base de Datos Socioeconómicos de América Latina y el Caribe (SEDLAC, por sus siglas en inglés, Socio-Economic Database for LAC: http://sedlac. econo.unlp.edu.ar/eng/). Este proyecto posibilita el pronto acceso a datos socioeconómicos y laborales con un proceso de armonización de gran calidad que abarcan más de 300 encuestas. Este informe utiliza datos armonizados de SEDLAC para evaluar de la manera más precisa y comparable posible las tendencias de la pobreza y el mercado laboral en la región. En el año 2010, con el objetivo de mejorar la frecuencia y los plazos de la información, se introdujo un segundo proyecto, la Base de Datos Laborales para América Latina y el Caribe (LABLAC, por su acrónimo en inglés, Labor Database for Latin America and CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA the Caribbean), la cual recoge datos de alta frecuencia de encuestas a la población económicamente activa. Actualmente, LABLAC incluye indicadores del mercado laboral trimestrales para siete países: Argentina, Brasil, Ecuador, México, Paraguay, Perú y Uruguay. La estimación de las tasas de pobreza de LAC se basa en los microdatos de 17 países, para los que había alguna información disponible para la década de 1990 o la década del 2000. Estos países son Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Paraguay y Uruguay. Las tasas de pobreza regionales son promedios ponderados por población de las tasas de pobreza específica de cada país, estas últimas calculadas utilizando las bases harmonizadas de SEDLAC y umbrales de pobreza intencionales. En la medida de lo posible, las tasas de pobreza anuales se han calculado utilizando encuestas anuales a los hogares de 1995 a 2011. No obstante, muchos países carecen de este tipo de encuestas para algunos años, para superar esta limitación, se han estimado las tasas de pobreza para dichos años mediante la generación de encuestas artificiales a partir de la información macroeconómica sobre las tasas de crecimiento del consumo privado, tomada de los Indicadores de Desarrollo del Banco Mundial. Debido a que no satisface la propiedad de la descomposición por grupos, el coeficiente de Gini de la región no puede calcularse como el promedio ponderado por la población de los coeficientes de Gini para cada país. Así, el coeficiente de Gini regional se calcula después de agrupar en 4000 percentiles los datos de todos los países. 37 Tabla A.1: Encuestas de hogares utilizadas en la armonización de SEDLAC y LABLAC Información relevante de la Base de Datos Socioeconómicos de América Latina y el Caribe (SEDLAC) País Nombre de la encuesta Acrónimo Circa Circa Cobertura 2003 2011 Argentina Encuesta Permanente de Hogares-Continua EPH-C 2004 2011 Urbana-31 ciudades Bolivia Encuesta Continua de Hogares- MECOVI ECH 2002 2008 Urbana Brasil Pesquisa Nacional por Amostra de Domicilios PNAD 2004 2011 Nacional Chile Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional CASEN 2003 2009 Nacional Colombia Gran Encuesta Integrada de Hogares GEIH 2003 2011 Nacional Costa Rica Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples EHPM 2003 2009 Nacional R. Dominicana Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo ENFT 2003 2011 Nacional Ecuador Encuesta de Empleo, Desempleo y Subempleo ENEMDU 2003 2011 Nacional El Salvador Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples EHPM 2003 2010 Nacional Guatemala Encuesta Nacional de Condiciones de Vida ENCOVI 2000 2011 Nacional Honduras Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples EPHPM 2003 2011 Nacional México Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares ENIGH 2004 2010 Nacional Nicaragua Encuesta Nacional de Hogares sobre Medición de Niveles de Vida EMNV 2005 2009 Nacional CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA Panamá Encuesta de Hogares EH 2007 2011 Nacional Paraguay Encuesta Permanente de Hogares EPH 2003 2011 Nacional Perú Encuesta Nacional de Hogares ENAHO 2004 2011 Nacional Uruguay Encuesta Continua de Hogares ECH 2003 2011 Urbana - Montevideo e interior >5000 habitantes Información relevante de la Base de Datos Laborales para América Latina y el Caribe (LABLAC) País Nombre de la encuesta Acrónimo Último mes Cobertura Argentina Encuesta Permanente de Hogares-Continua EPH-C Junio 2012 Urbana-31 ciudades Brasil Pesquisa Mensual de Emprego PME Octubre 2012 Urbana-6 ciudades Ecuador Encuesta de Empleo, Desempleo y Subempleo ENEMDU Septiembre 2012 Nacional México Encuesta Nacional de Ocupacion y Empleo ENOE Junio 2012 Nacional Paraguay Encuesta Continua de Empleo EPH Junio 2012 Urbana Perú Encuesta Permanente de Empleo EPE Noviembre 2012 Lima-Urbana Uruguay Encuesta Continua de Hogares ECH Diciembre 2010 Nacional Nota: Para la descomposición por fuente de ingreso de Costa Rica se utilizaron los años 2004 y 2008. La EPH-C en Argentina abarca solo zonas urbanas. Este estudio analiza zonas urbanas de Bolivia y Uruguay, lo que podría subestimar las cifras de pobreza nacionales. 38 Anexo 2. Descomposición de Datt-Ravallion de los cambios en la pobreza extrema Gráfico A.1: El crecimiento y la redistribución han contribuido a la reducción de la pobreza extrema 150% 100% Fracción del cambio en puntos porcentuales del recuento 50% 0% -62% -50% -100% -38% -150% Brasil Costa Rica Chile Honduras México LAC Argentina Bolivia Colombia R. Dominicana Ecuador El Salvador Guatemala Nicaragua Panamá Perú Uruguay Paraguay Crecimiento Redistribución Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: Las estimaciones regionales de la pobreza son promedios ponderados por la población de las estimaciones de cada uno de los países. El grá co muestra la descomposición de Shapley de los cambios en la pobreza entre circa 2003 y 2011 (véase la Tabla A.1). Véase Datt y Ravallion (1992) para una descripción detallada de la técnica de descomposición. CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA 39 Anexo 3. Tipología de las clases económicas en LAC Tabla A.2: Características medias de los pobres, los vulnerables y la clase media en LAC (circa 2011) Pobres Vulnerables Clase media Hogar Ingreso per cápita diario del hogar 2,3 6,8 19,2 Edad del jefe de hogar 43,9 47,9 50,3 Vive en zona urbana 67,2 81,9 89,6 Participación laboral femenina (25-65) 46,2 58,1 70,6 Tamaño del hogar 4,3 3,7 2,9 Número de miembros del hogar entre 0-12 2,0 1,5 1,3 Número de miembros del hogar entre 13-18 1,4 1,3 1,2 Número de miembros del hogar entre 19-70 2,0 2,2 2,1 Número de miembros del hogar entre 70+ 1,1 1,1 1,1 Años de educación (jefe de hogar) 5,7 6,9 9,7 CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA Población activa Empleador (%) 3,9 3,7 6,8 Empleado (%) 43,7 62,8 67,7 Cuenta propia (%) 31,1 24,7 20,8 Trabajador no remunerado (%) 9,9 3,8 2,3 Desempleado (%) 11,5 4,9 2,4 Sector laboral Sector público (%) 4,1 9,1 19,0 Sector privado pequeño (%) 20,9 37,2 48,2 Sector privado grande (%) 78,1 61,7 50,7 Sector primario (%) 36,2 14,2 6,5 Sector manufacturero (%) 10,4 14,3 13,3 Construcción (%) 10,0 9,8 6,3 Venta al por menor (%) 20,2 26,1 25,1 Servicios básicos (%) 4,4 7,0 7,4 Servicios (%) 10,6 20,5 37,7 Servicios domésticos (%) 8,2 8,1 3,8 Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC, 2011 (CEDLAS y Banco Mundial). 40 Anexo 4. Porcentaje de hogares de LAC por tipo de privación Tabla A.3: Porcentaje de hogares de LAC por dimensión de la pobreza (circa 2003 y 2011) Dimensión 2003 2011 Niño en edad escolar (7 a 15) que no asiste a la escuela 5,8% 4,3% Ningún miembro del hogar ha completado cinco años de escolarización 11,6% 8,0% Sin electricidad 5,7% 2,8% Vivienda sin inodoro con cisterna o letrina exterior 31,9% 26,3% Vivienda con muros de materiales precarios 16,2% 16,3% Vivienda sin acceso al agua del grifo 13,8% 9,9% Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Anexo 5. Descomposición de Datt-Ravallion CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA de los cambios en la clase media (US$10-US$50 al día) Gráfico A.2: El crecimiento y la redistribución han contribuido al crecimiento de la clase media 250% 200% 150% Porcentaje del cambio en pobreza extrema 100% 23% 50% 0% 77% -50% -100% -150% Brasil Costa Rica Chile Honduras México LAC Argentina Bolivia Colombia R. Dominicana Ecuador El Salvador Guatemala Nicaragua Panamá Perú Uruguay Paraguay Crecimiento Redistribución Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: Las estimaciones regionales de la clase media son promedios ponderados por la población de las estimaciones de cada uno de los países. El grá co muestra la descomposición de Shapley de los cambios en la pobreza entre circa 2003 y 2011 (véase la Tabla A.1). Véase Datt y Ravallion (1992) para una descripción detallada de la técnica de descomposición. 41 Anexo 6. Contribución de cada subregión a la clase media de LAC Gráfico A.3: Evolución de la pobreza, la vulnerabilidad y la clase media por subregiones, 1995-2011 50 Pobres 45 40 21% 35 45% 30 Porcentaje 25 21% 20 40% 15 10 34% 39% 5 0 1995 96 97 98 99 2000 01 02 03 04 05 06 07 08 09 2010 2011 50 Vunerables 45 40 35 20% 30 18% Porcentaje 25 47% CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA 20 51% 15 10 34% 31% 5 0 1995 96 97 98 99 2000 01 02 03 04 05 06 07 08 09 2010 2011 50 Clase media 45 40 35 30 17% Porcentaje 25 20 14% 59% 15 62% 10 5 24% 24% 0 1995 96 97 98 99 2000 01 02 03 04 05 06 07 08 09 2010 2011 México y América Central Cono sur extendido Región andina LAC Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: La región andina incluye Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú; la región (extendida) del Cono Sur incluye Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay; la región de México y América Central incluye Costa Rica, República Dominicana, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y El Salvador. 42 Anexo 7. Prosperidad compartida en LAC Gráfico A.4: Correlación entre el crecimiento del PIB per cápita y el crecimiento del promedio del ingreso del 40% más pobre 12% Tasa de crecimiento anualizado del PIB per cápita 10% ARG Tasa de crecimiento anualizado PAN 8% del 40% más pobre BRA ECU PER 6% CHL NIC COL URY 4% HND CRI PRY SLV DOM y = 1.1063x + 0.0105 2% BOL R2 = 0.56056 MEX 0% GTM -2% 1% 2% 3% 4% 5% 6% 7% Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial) y WDI. Gráfico A.5: Correlación entre el cambio en el coeficiente de Gini y el crecimiento del promedio del ingreso del 40% más pobre CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA Cambio anualizado en Gini 12% ARG 10% Tasa de crecimiento anualizado PAN BRA 8% del 40% más pobre ECU PER URY 6% NIC CHL COL PRY HND CRI 4% SLV DOM y = 1,1445x + 0,0369 BOL 2% R2 = 0,10945 MEX 0% GTM -2% -3% -3% -2% -2% -1% -1% 0% 1% Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). 43 Anexo 8. Descomposición de los cambios en la pobreza moderada y la desigualdad por los componentes del ingreso Gráfico A.6: La pobreza moderada se ha reducido principalmente por el aumento de los ingresos laborales Trabajo masculino Trabajo femenino Otros ingresos 0% -5% Fracción del cambio en porcentaje -5% -10% -10% -15% -12% -13% -16% -15% -20% -25% -30% -26% -28% -35% -33% -40% -41% -45% Porcentaje Ingresos Porcentaje Ingresos Transferencias Pensiones Otros ingresos de ocupados laborales de ocupados laborales no laborales Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: Las estimaciones regionales de la pobreza son promedios ponderados por la población de las estimaciones de los países. El grá co muestra la descomposición de Shapley de los cambios en la pobreza entre circa 2003 y 2011 (véase la Tabla A.1) por los componentes del ingreso. Véase Azevedo, Sanfelice y Cong Nguyen (2012) para una descripción detallada de la técnica de descomposición. Gráfico A.7: La reducción de la desigualdad ha sido principalmente impulsada por el aumento de los ingresos laborales y las transferencias CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA Trabajo masculino Trabajo femenino Otros ingresos 0% -1% -5% Fracción del cambio en porcentaje -10% -7% -10% -11% -20% -15% -30% -34% -33% -34% -40% -50% -52% 60% Porcentaje Ingresos Porcentaje Ingresos Transferencias Pensiones Otros ingresos de ocupados laborales de ocupados laborales no laborales Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: El grá co muestra la descomposición de Shapley de los cambios en la pobreza entre circa 2003 y 2011 (véase la Tabla A.1) por los componentes del ingreso. Véase Azevedo, Sanfelice y Cong Nguyen (2012) para una descripción detallada de la técnica de descomposición. 44 Anexo 9. Tasas de pobreza y coeficientes de Gini por país, 2006-2011 Tabla A.4: Pobreza extrema (US$2,5 al día) por país, 2006-2011 País 2006 2007 2008 2009 2010 2011 Argentina 10,3 8,8 8,2 8,0 6,1 4,6 Bolivia 16,9 21,9 19,0 Brasil 19,6 18,1 15,6 14,9 12,6 Chile 5,1 4,1 Colombia 25,0 22,3 19,7 17,0 Costa Rica 11,6 8,2 7,6 8,1 República Dominicana 18,7 17,9 18,4 16,4 16,1 14,0 Ecuador 20,0 19,8 19,3 18,9 15,9 13,6 El Salvador 20,6 19,5 21,3 23,1 22,7 Guatemala 33,6 41,1 Honduras 42,0 37,0 34,0 31,3 34,0 37,4 México 11,7 13,2 12,5 CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA Nicaragua 29,3 Panamá 18,3 16,7 12,3 13,2 11,6 Paraguay 24,7 19,7 17,3 18,1 16,3 14,4 Perú 23,0 21,8 18,0 15,4 13,4 12,7 Uruguay 7,1 6,2 4,1 3,5 2,8 2,6 Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: La encuesta de Argentina abarca solo zonas urbanas. Para Uruguay el estudio solo considera zonas urbanas, al igual que para Bolivia, lo que podría subestimar las cifras de pobreza nacionales. Para conocer más detalles véase la Tabla A.1. 45 Tabla A.5: Pobreza moderada (US$4 al día) por país, 2006-2011 País 2006 2007 2008 2009 2010 2011 Argentina 20,6 19,5 17,3 16,3 14,1 11,6 Bolivia 36,7 39,2 36,4 Brasil 34,8 31,8 29,1 27,4 24,5 Chile 15,6 11,6 Colombia 42,3 40,1 36,8 33,1 Costa Rica 25,2 20,1 18,9 19,6 República Dominicana 37,5 36,4 37,9 34,7 35,1 33,3 Ecuador 38,3 38,1 36,8 37,1 33,4 29,5 El Salvador 40,9 39,1 42,1 42,7 42,3 Guatemala 53,2 63,1 Honduras 58,8 56,0 52,1 50,0 53,3 56,4 México 26,7 27,9 28,0 CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA Nicaragua 52,2 Panamá 32,2 28,8 25,3 24,0 21,2 Paraguay 43,7 38,7 35,7 33,0 30,7 27,7 Perú 41,4 38,1 34,2 30,8 27,7 25,8 Uruguay 20,0 18,4 13,8 11,9 10,7 8,6 Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: La encuesta de Argentina abarca solo zonas urbanas. Para Uruguay el estudio solo considera zonas urbanas, al igual que para Bolivia, lo que podría subestimar las cifras de pobreza nacionales. Para conocer más detalles véase la Tabla A.1. 46 Tabla A.6: Coeficientes de Gini por país, 2006-2011 País 2006 2007 2008 2009 2010 2011 Argentina 0,478 0,474 0,463 0,452 0,445 0,436 Bolivia 0,509 0,519 0,517 Brasil 0,567 0,559 0,550 0,545 0,536 Chile 0,518 0,520 Colombia 0,558 0,555 0,551 0,537 Costa Rica 0,491 0,493 0,489 0,507 República Dominicana 0,519 0,487 0,490 0,489 0,472 0,474 Ecuador 0,532 0,543 0,506 0,493 0,493 0,462 El Salvador 0,462 0,470 0,468 0,483 0,457 Guatemala 0,559 0,538 Honduras 0,574 0,562 0,557 0,516 0,534 0,574 México 0,499 0,506 0,478 CAMBIAR LA MARCHA PARA ACELERAR LA PROSPERIDAD COMPARTIDA Nicaragua 0,458 Panamá 0,533 0,527 0,520 0,519 0,518 Paraguay 0,536 0,521 0,510 0,497 0,518 0,526 Perú 0,491 0,497 0,471 0,463 0,451 0,457 Uruguay 0,474 0,479 0,465 0,465 0,455 0,437 Fuente: Cálculos de los autores basados en datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Nota: La encuesta de Argentina abarca solo zonas urbanas. Para Uruguay el estudio solo considera zonas urbanas, al igual que para Bolivia, lo que podría subestimar las cifras de pobreza nacionales. Para conocer más detalles véase la Tabla A.1. 47 Banco Mundial 1818 H Street, NW, Washington, DC 20433, USA. www.worldbank.org