28989 / DESIGUALDAD EN AMERICA LATINA iRompiendo con la historia? ' . / EN AMERICA LATINA ¿Rompiendo con la historia? Davidde Ferranti Guillermo E. Perry Francisco H. G. Ferreira Michael Walton BANCO MUNDIAL AAlfaomega Publicado originalmente en inglés como: lnequality in Latin America. Breaking with History?, por el Banco traducción al castellano fue hecha por Alfaomega Colombiana y es responsable de su precisión. En caso de idioma original. Los desc~brimientos, interpretaciones y conclusiones expresados aquí pertenecen a los autores y no refle puntos de vista de la Junta de Directores Ejecutivos del Banco Mundial o de los gobiernos que representa El Banco Mundial no garantiza la exactitud de los datos incluidos en este trabajo. Las fronteras, los colo información expuesta en cualquier mapa de este trabajo no denotan opinión alguna por parte del Banco M la condición jurídica de ninguno de los territorios, ni aprobación o aceptación de tales fronteras. Todos los derechos reservados. Para esta edición: © 2005 Banco Mundial en coedición con Alfaomega Colombiana S.A. Calle 106A No. 22-56. Bogotá, Colombia www.alfaomega.com.co . ISBN 958-682-542-6 Edición y diagramación: Alfaomega Colombiana S.A. Traducción al castellano: Luis Eduardo Fajardo Suárez, Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia. Impresión: Gráficas de la Sabana, Bogotá. Resumen Capítulo 1: Introducción: motivación y marco conceptual 1.1 Marco conceptual 1.2 Las consecuencias de la alta desigualdad Notas ~'. . . . . .. .. . . . . . . .. .. .. . . . ..... . . .... . . Parte 1: La naturaleza de la desigualdad en América Latina Capítulo 2: Vidas diferentes: la desigualdad en América Latina 2.1 Algunos elementos conceptuales 2.2 Desigualdad de ingresos y lo que sigue 2.3 Asuntos de medición y limitaciones de los datos 2.4 La desigualdad en América Latina en perspectiva 2.5 Mirando dentro del ingreso del hogar 2.6 Desigualdad más allá de los ingresos 2.7 Conclusiones................ ............................................ Notas................................. ............................................. ......................................................... Capítulo 3: Desigualdad al interior de grupos: el papel de la raza, la etnia y el género 3.1 ¿Quiénes son el pueblo de América Latina? 3.2 Desigualdad entre individuos durante el ciclo de vida 3.3 ¿Se reduciría la desigualdad de ingresos si los retornos al capital humano fueran más igual 3.4 Conclusiones Notas ......................................................................... .............................................................. Parte 11: Los determinantes de la desigualdad en América Latina Capítulo 4: Raíces históricas de la desigualdad en América Latina 4.1 Dotación de factores, desigualdad e instituciones 4.2 La persistencia de la desigualdad: el período colonial......................................................... 4.3 La persistencia de la desigualdad: Posindependencia 4.4 El siglo XX 4.5 El siglo XXI y lo que sigue Capítulo 5: Interacción Estado-sociedad como fuente de persistencia y cambio en la desigua 5.1 Estructuras políticas y socialescomo fuerzas para la reproducción de la desigualdad.......... 5.2 El potencial para igualar el cambio político y social........................................................... 5.3 Conclusiones Notas 7.1 Educación 7.2 Derechos de propiedad, tierra y vivienda 7.3 Servicios de infraestructura y el impacto distributivo de la privatización 7.4 Conclusiones Notas Capítulo 8: Políticas sobre mercados e instituciones 8.1 Mercados y desigualdad 8.2 Políticas de mercado laboral y desigualdad 8.3 Desigualdad y crisis macroeconómicas 8.4 Conclusiones Notas Capítulo 9: Impuestos, gasto público y transferencias 9.1 Impuestos y distribución 9.2 Gasto social público y distribución 9.3 Transferencias de dinero efectivo y distribución 9.4 Conclusiones Notas Apéndice estadístico Bibliografía Lista de recuadros 1.1 Midiendo la desigualdad de oportunidades en Brasil 2.1 Clase social ......................................................................................................................................................... 2.2 Movilidad en América Latina: ¿Qué tanto se sabe? 2.3 Algunas descomposiciones sencillas 2.4 Capital social y confianza 2.5 Incapacidad y distribución 3.1 Distribución de la población de las Américas: una evolución histórica .. 3.2 Todos Contamos: el Censo Nacional y la inclusión social .................................................................................... 3.3 El desafío de la identificación y medición racial, étnica y de género 3.4 ¿Que pasa si dejamos "todo lo demás constante"? 3.5 El otro trabajo de las mujeres: tareas domésticas 3.6 Metodología de descomposición de Oaxaca-Blinder 3.7 Metodología econométrica 7.1 Élite empresarial y el temor a la educación: ¿Hay una trampa de bajo nivel? Evidenciadel Nordeste de Brasil y de los Estados Unidos 7.2 Educación bilingüe: preservando la herencia cultural sin ser dejado atrás 7.3 El potencial de la tierra para la reducción de la pobreza en México rural......................... 8.1 Puntos de vista alternativos acercadel impacro potencial de las reformas orientadas al mercado y la desigualdad 8.2 La evolución de firmas de pequeña-escala en la "TerceraItalia" 8.3 Sindicaros,empresas y la expansión de cosechasde exportación de alro-valor en Petrolina-Juazeiro en el nordest 8.4 Instituciones, política macroeconómicae inestabilidad 9.1 ¿Significanmucho los números sobre incidencia tributaria? 9.2 Tópicos en la valoraciónde servicios públicos 9.3 Resumiendo la incidenciade beneficioutilizando las elasticidadesde ingreso Gini (GIE) Lista de figuras Diferencia en años promedio de educación entre quintiles superior e inferior para personas entre 31-40 y 51-60 en 2000 2 Tendenciasen desigualdad de ingreso en América Latina entre comienzosde la década de 1990 y comienzos de de 2000 3 Elasticidad de la reducción de la pobreza con respecro al crecimiento para nivelesdiferentes de desigualdad 4 Salariosde varios grupos en relación con salariosde hombres blancos 5 Selecciónmarital y desigualdad de ingresos... 6 Distribución de resultados de exámenes de matemáticas y lectura para jóvenesde 15 años de edad en Brasil, M yen los países de la OCDE 7 Recaudo tributario con relación al PIB per cápita 8 Incidencia de accesopromedio y marginal en varios servicios de la salud . 9 Focalización en los pobres y cobertura entre los pobres para distintos tipos de programas en Brasil 1.1 Un marco conceptual sencillo 1.2 Percepcionesde justicia con respecro a la distribución de ingresos en América Latina 1.3 Desigualdad y pobreza con una media constante 1.4 Las elasticidades del crecimiento se vuelven menos negativas con la desigualdad 2.1 Distribución del ingreso por deciles(ingreso del hogar per cápita) 2.2 Distribución del ingreso del hogar per cápita excluyendo el 1% más rico, México, 2000 2.3 Ingresos equivalentes de los hogares 2.4 Índices de bienestar agregado para Argentina bajo suposicionesalternativas de la aversión de una sociedad a la 2.5 Desigualdad del consumo en Brasil, una perspectiva internacional 2.6 Distribución del ingreso del hogar per cápita, por región, para la década de los 90 2.7 Diferencia en años promedio de educación entre quintiles superior e inferior, por país 2.8 Brecha salarial por hora entre trabajadores calificados y no calificados, para hombres entre 25 y 55 años de edad 2.9 Brecha salarial por hora entre trabajadores semicalificados y no calificados, para hombres entre 25 y 55 años de 2.10 Aumenro en sueldo por hora para trabajadores con educación universitaria, hombres entre 25 y 55 años de edad 2.11 Resultados de mercado laboral por género 2.12 Razón del número de niños menores a 12 años por hogar entre quintiles superior e inferior 2.13 Tasasde matrícula por edad y país 2.14 Brecha en accesoa servicios, por país 3.1 Educación primaria completa o menos, por raza, etnia y género 3.2 Proporción de trabajadores en ocupacionesde servicios o gerenciales, por grupos y país 6.5 Participación de la fuerza laboral y desigualdad a través de países 6.6 Desempleo y desigualdad a través de países 6.7 Informal idad y desigualdad a través de países 6.8 Retornos sobre la educación y desigualdad a través de países 6.9 Distribución y retornos de la educación explican algunas de las diferencias entre distribuciones de ingresos 6.10 Selección marital y desigualdad a través de países 6.11 Dependencia de la juventud y desigualdad a través de países 6.12 Dependencia de la vejez y desigualdad a través de países 6.13 El papel de la conducta reproductiva en la explicación de las diferencias de distribución de ingresos entre Brasi y los Estados Unidos 6.14 Gasto público total y desigualdad de ingresos 6.15 Gasto público en educación primaria y desigualdad de ingresos 6.16 Transferencias públicas de ingresos a hogares y desigualdades de ingresos 6.17 Diferencias entre EE. uu. y Brasil, registradas y simuladas, incluyendo ingresos no laborales y reponderación 6.18 Ingresos de jubilación como una porción de ingresos totales de hogar, Brasil y Estados Unidos 6.19 Ingresos no laborales justifican algunas de las diferencias entre las distribuciones italiana y chilena de ingresos 7.1 La larga cadena de interacciones desde la educación desigual hacia resultados más igualitarios 7.2 Dinámicas de la educación en países escogidos; años de educación de hombres y mujeres por grupo de edad 7.3 Años de educación por cohorte para negros y blancos en Brasil y Sudáfrica 7.4 Gasto por nivel de educación en Chile, México y Brasil 7.5 Polarización y derechos de propiedad a través de países : 7.6 Desigualdad en la tierra y el crecimiento , 1970-99 7.7 Impuestos sobre la propiedad como un porcentaje del PIB en América Latina y otros países ........ .............. ....... 7.8 Inversión pública y privada en sectores escogidos de infraestructura en América Latina, 1980-98 7.9 Aumentos en acceso a infraestructura, por decil de ingresos en Argentina y Nicaragua 7.10 Opiniones sobre la privatización en América Latina en momentos diferentes en el tiempo 8.1 La extensión de las reformas de política en América Latina, con variaciones de país y política 8.2 Correlación entre cambios en la reforma y cambios en desigualdad de ingresos 8.3 Tendencia hacia el amiguismo versus voz y rendición de cuentas 8.4 Cumplimiento tributario versus tendencia hacia el amiguismo 8.5 Rigidez de mercado laboral e informalidad 8.6 La asociación entre volatilidad macroeconómica y medidas de condiciones institucionales 8.7 La evolución de la participación del trabajo en Chile, México y Perú 8.8 Cambio cumulativo del porcentaje en depósitos a plazo fijo (por residencia y tamaño) en Argentina 8.9 Evolución en la tenencia de activos por extranjeros en Argentina 9.1 Las mayores tasas de impuesto a la renta personal y empresarial en América Latina 9.2 Tasa de impuesto al valor agregado (en América Latina) 9.3 Promedio no ponderado de recaudo tributario e impuestos por categoría en América Latina: 9.4 Una regresión simple de recaudo tributario total versus logaritmo de PIB per cápita 9.5 Relación entre impuestos a la renta personal e ingresos 9.6 El gasto público social en América Latina: gastos per cápita, como participación en el gasto público y el PNB, 9.7 Incidencia media y marginal del acceso a varios servicios de salud 9.8 Incidencia y marginal del beneficio para el acceso al agua en América Latina 9.9 Coeficientes de concentración para el gasto público social, México 2000 9.10 Focalización, cobertura de los pobres y gasto en varios programas, Brasil 1997 9.11 Razón de ingresos del quinto al primer quintil de ingresos, con y sin transferencias públicas, Chile, 1990-98 9.12 Gasto total en seguridad social 3.3 Percepción del entrevistador Vi. la autopercepción de etnia - Perú, 2000 (porcentajes) 3.4 Tasa de educación y alfabetismo femenina y masculina ...................................................................................... 3.5 Diferencia en la probabilidad de estar en cada sector, por raza yg énero(porcentaje) 3.6 Porción del sector que es femenino (porcentaje) 3.7 Distribución ocupacional, por género 3.8 Propiedad de activos, por raza, etnia y género (porcentaje) 3.9 Acceso a servicios, por raza, etnia y género (porcentaje) 3.10 Descomposición de los diferenciales promedio por grupo del logaritmo del salario 3.11 Participación de la desigualdad al interior del grupo (para distribuciones de ingreso laboral) 3.12 Descomposiciones del índice de Theil (para salarios por hora) 3.13 Mediciones de ingresos individuales y desigualdad, basadas en ingresos registrados y simulados dentro de grup y de género 4.1 Distribución y composición de la población en economías del Nuevo Mundo (porcentajes) 4.2 Leyesque gobiernan el derecho a votar y el alcance del voto en países escogidos, 1840-1940 4.3 Tasas de alfabetismo en las Américas, 1850-1950 4.4 Tasasde propiedad de tierra en regiones rurales de México, Estados Unidos, Canadá y Argentina a comienzos d (porcentaje) 6.1 Variación en el desempeño de estudiantes en los exámenes (PISA 2000) 6.2 Trabajo asalariado y autoempleo en países escogidos, 1995 7.1 Años de educación por quintil de ingresos para Brasil yJamaica, hombres y mujeres de 21-30 años de edad 7.2 Resultados de pruebas de matemáticas en estudiantes brasileños que se identifican a sí mismos como negros o d comparados con blancos 7.3 Las escuelas justifican sólo una pequeña parte de la variación en resultados de aprendizaje de estudiantes 7.4 Coeficientes Gini para la distribución de unidades operacionales de tierra agrícola a través de regiones 7.5 Coeficientes Gini para la distribución de unidades operacionales de tierra agrícola en países latinoamericanos 7.6 Reformas agrarias escogidas en América Latina durante el siglo XX 7.7 Distribución de riqueza de vivienda en Brasil, Chile y Perú 7.8 Acceso a serviciosescogidos para los quintiles superior e inferior, países escogidos (porcentaje) 7.9 Rentabilidad de empresas y acceso a infraestructura en Guatemala (ingreso neto del dueño en quetzales por tra 7.10 Cambios de precios después de privatización 8.1 Efectos de reformas de política sobre la desigualdad: estimaciones de tres estudios 8.2 Cambios en ingreso real per cápita a través de la distribución de ingresos en México, 1992-2000 8.3 Ingresos financieros durante la crisis de 1994-96 en México 8.4 Costos fiscales totales de crisis financieras escogidas 9.1 Desigualdad de ingresos antes de y después de impuestos y transferencias en países industrializados escogidos 9.2 Tipología de países latinoamericanos por posición fiscal y gasto social, 1998 9.3 Estructura tributaria en la década de los 90, América Latina y países desartollados (en porcentaje del PIB, gobi central consolidado) 9.4 Estudios de incidencia tributaria para países latinoamericanos, 1975-98 9.5 Aumento en el gasto social con y sin la seguridad social. Bases de datos de la Cepal y el FMI 9.6 Síntesis de estudios de caso utilizando estimaciones de la elasticidad de ingresos de Gini (GIE) 9.7 Gastos de seguridad social alrededor del mundo, como porcentaje del PIB ESIGUAWAD EN AMÉRICA LATINA. ¿ROMPIENDO CON LA HISTORIA? ES EL PRODU D conjunto que congregó a un diverso equipo de profesionales internos y Mundial. El informe se preparó bajo la orientación de David de Ferranti por un equipo dirigido por Francisco H. G. Ferreira y Michael Walton. equipo incluyeron a David Coady (del Institute for Food Policy Cunningham (Banco Mundial) Leonardo Gasparini (Universidad Nacional de La Plata, Jacobsen (Universidad Wesleyan), Yasuhiko Matsuda (Banco Mundial), James Robinso California, Berkeley), Kenneth Sokoloff (Universidad de California, Los Ángeles) y Quen Mundial). La preparación para este reporte se benefició de manera importante de dos reuniones c grupo de asesores, en Río de Janeiro en agosto de 2002 y en Washington D. C. en abril de asesores comprendió a Barry Ames, Richard Bird, Francois Bourgignon, John DiNardo, Pa Mahoney, Lant Pritchett, Sergio Schmuckler, Judith Tendler y André Uranio El inf significativamente influido por el comentario de los tres evaluadores principales: Martin Rava y Michael Woolcock. Los descubrimientos iniciales del trabajo fueron pre- ticipantes de la reunión, suministra sentados en dos reuniones de la Red sobre Desigualdad y liosos. Pobreza, un grupo que opera bajo los auspicios de Lacea Aunque la elaboración de este in (Latin American and Caribbean Economics Association), con fuerzo colectivo, los autores princip la participación institucional del Banco Interamericano individuales son los siguientes: de Desarrollo y el Banco Mundial. Esas reuniones, am- · Resumen: David de Ferranri, bas llevadas a cabo en junio de 2003, fueron organiza- Guillermo Perry y Michael Walto das, respectivamente, por Máximo Rossi en Costa Rica, · Capítulo 1: Francisco Ferreira, en representación de la Redentera, ypor SebastiánGaliani Michael Walton y Leonardo Gasparini en Argentina, en representación · Capítulo 2: Leonardo Gasparini del Capítulo Argentino de la Red. Una edición prelimi- · Capítulo 3: Wendy Cunningham nar de conferencia del informe fue entregada al público · Capítulo 4: Kenneth Sokoloffy Ja en Ciudad de México en octubre de 2003, y después dis- · Capítulo 5: Yasuhiko Matsuda y M cutida en una reunión conjunta de la Red sobre Desigual- · Capítulo 6: Francisco Ferreira dad y Pobreza y la Conferencia Anual del Banco Mundial · Capítulo 7 y 8: Michael Walton sobre Desarrollo, en Puebla, México, como parte de la · Capítulo 9: David Coady, Francisc reunión anual de Lacea. José Pablo Arellano, Raquel Perry y Quentin Wodon. Fernández, Sebastián Galiani , Santiago Levy, Ricardo López-Murphy, Nora Lustig, José Antonio Ocampo, Ri- Este informe nunca habría sido te cardo Paes de Barros y Miguel Székely, así como los par- lente asistenciade variosindividuos: nes suministraron contribuciones o comentarios específi- cumentos de antecedentes pueden cos. Éstos incluyen, en particular, a Ana María Arriagada, guiente dirección electrónica: José María Caballero, Antonio Estache, Marianne Fay,Ariel http://www.worldbank.org/lacec A DESIGUALDAD EN AMÉRICA LATINA ES EXTENSIVA: EL PAÍs DE LA REGIÓN CON LA M L de ingreso es todavía más desigual que cualquier país de la Organización para Desarrollo Económicos (OCDE) o de Europa del Este. La desigualdad en Améri omnipresente, caracterizando cada aspecto de la vida, incluyendo el acceso a la e los servicios públicos; el acceso a la tierra y otros activos; el funcionamiento crédito y de trabajo formal; y el logro de voz e influencia política. La desigualdad también forma moderna, la alta desigualdad tiene raíces en instituciones excluyentes que han sido tiempos coloniales y que han sobrevivido a distintos regímenes políticos y económicos, d intervencionistas y de sustitución de importaciones hasta las políticas más orientadas al m étnicas y raciales significativas persisten hasta el día de hoy. La alta desigualdad tiene costos significativos. Incrementa la pobreza y disminuye el im económico en la reducción de la pobreza. Es probablemente mala para el crecimiento e especialmente cuando está asociada con acceso desigual al crédito y a la educación, y con t gran mayoría de los latinoamericanos califica de injustos los actuales niveles de desigualdad oportunidades es especialmente inaceptable. Por todas estas razones, los países de América un esfuerzo por romper con su larga historia de desigualdad. ¿Puede lograrse esto? El informe sugiere que la res- ser altamente regresivas. Alcanzar puesta es positiva, si se produce una acción decisiva para construcción de instituciones y regla enfrentar el rango de mecanismos que producen la des- go de crisis, y hacer que la distribu igualdad. En primer lugar, existe la necesidad de reducir menos desigual cuando las crisis ef la desigualdad en el acceso a los activos productivos. El En tercer lugar, el Estado neces acceso igualitario a la educación de calidad juega un pa- cidad de redistribuir. Para la mayo pel central debido a su influencia sobre las oportunida- región esto implicará aumentar sus des económicas, estatus social e influencia política. Sin butarios, y, en el largo plazo, hac embargo, una educación más igual tomará décadas para sean más progresivos mediante el transformar subsiguientemente las demás desigualdades. los impuestos de renta personal Es también importante alcanzar un acceso más igualita- mayores impuestos sólo tienen sen rio a la tierra, los derechos de propiedad y otros activos efectivamente. Pese a algo de prog como la infraestructura. progresividad del gasto socialen la En segundo lugar, existe la necesidad de hacer que las na parte del gasto público sigue sie instituciones del mercado funcionen mejor para todos a sivo (por ejemplo, los subsidios a través de la profundización de los mercados financieros y el estado de bienestar "truncado y de productos, y de instituciones laborales más respecto a los pagos de pensiones incluyentes que equilibren la flexibilidad con la protec- redistributivas tienen un papel par ción a los trabajadores. En el dominio macroeconómico, porque las estrategias basadas en a una preocupación con la redistribución fortalece el argu- para su implemetación. Un área mento a favor del manejo sano, pues las crisis tienden a metedora es la de transferencias co influencia yacen detrás de muchos de estos mecanismos las de los países de la OCDE, Europ que reproducen la desigualdad general. ría de Asia. Más aún, la característic Esta no es una tarea fácil. Pero puede ser más factible desigualdad del ingreso en América lograrla hoy que en el pasado, dadas las mayores deman- tración inusualmente alta del ingreso das sociales por democracias más profundas, una reparti- rior de la distribución. (Sólo algunos ción más equitativa de la influencia política, acceso más los países sucesores de la antigua U amplio a la educación y la salud, y un mayor reconoci- desigualdades comparables). En comp miento para afrodescendientes y grupos indígenas. Estas rico de los ciudadanos de Estados U demandas son palpables a través de la región y son par- del ingreso total, y en Italia ellos rec cialmente consecuencia de la globalización de la infor- países más igualitarios de América mación, las oporrunidades económicas, y los derechos Uruguay) tienen niveles de desi humanos. Hay ejemplos prometedores de cambio en mar- sustancialmente más altos. La desigu cha, especialmente a niveles subnacionales, con nuevas -donde puede ser adecuadamente m alianzas entre élites progresistas, funcionarios públicos, ce ser más alta en los países de Amér las clases medias y los pobres actualmente promoviendo diferencias con otras regiones no pa el establecimiento de instituciones más incluyentes y efi- como en el caso de la desigualdad d cientes. Las desigualdades con respecto a Esos son los principales mensajes del informe, sobre agua, sanidad, electricidad y telefon los cuales elabora el resto de esta sección de resumen. camente grandes y están correlacio Los lectores interesados en la evidencia y el análisis que en ingreso. Por ejemplo, a través de subyacen a estas conclusiones tendrán que sumergirse en cias en años promedio de educació el largo texto completo. Esperamos que encuentren que superior e inferior de ingreso, iban e justifica el esfuerzo. los grupos de 31-40 años de edad y TABLA 1 Indicadores de desigualdad porpaíses seleccionados deAmérica Latina, Estados Unidos e Italia Participación del 10% Participación del 20% Coeficiente superior en el ingreso inferior en el ingreso Gini total (porcentaje) total (porcentaje) Brasil (2001) 59,0 47,2 2,6 Guatemala (2000) 58,3 46,8 2,4 Colombia (1999) 57,6 46,5 2,7 Chile (2000) 57,1 47,0 3,4 México (2000) 54,6 43,1 3,1 Argentina (2000) 522 38,9 3,1 Jamaica (1999) 52,0 40,1 3,4 República Dominicana (1997) 49,7 38,6 4,0 Costa Rica (2000) 46,5 34,8 4,2 Uruguay (2000) 44,6 33,5 4,8 Estados Unidos (1997) 40,8 30,5 5,2 Italia (1998) 36,0 27,4 6,0 Fuente : Apéndice estadístico y base de datos SDStats. Fuente: Apéndice estadístico. tabla A.23. (figura 1). Las encuestas estándar no suministran mate- del acceso a la educación universita rial comparable acerca de la desigualdad de poder o in- nante fue el de diferencias crecient fluencia dentro de una sociedad, pero un gran volumen bres, al aumentar más rápidamen de información política, histórica y sociológica atesti- educación superior de miembros de gua su notoriedad y su asociación con la riqueza. de los niveles superiores de la distr Una barrera adicional que corta a través de todas esas portante para futuras dinámicas de dimensiones es la de raza y etnia, que afecta a todas las la alta y creciente bonificación que sociedades con poblaciones indígenas o afrodescendientes le otorga a la educación terciaria. L significativas, tal como se discute más adelante. zación de la década de 1980 trajo ¿Está mejorando la desigualdad? Durante la última básico, alguna ecualización en ciud década, varios patrones han surgido con respecto a las mente en diferencias en poder. Si diferencias de ingreso, con más países experimentando igualdades en influencia y en la ap un empeoramiento que una tendencia de mejoría. En de la ley siguieron siendo grandes e resumen, los países relativamente igualitarios experi- la región, aún bajo auspicios demo mentaron alguna desmejora, con un dramático dete- rioro para Argentina tanto antes como durante su crisis económica. Brasil, históricamente la nación más des- La alta desigualdad golpea tant igual de la región, experimentó una modesta pero sig- de pobreza como al desarrollo nificativa disminución en desigualdad de ingreso (ver La mayoría de la gente estaría de a figura 2). En años previos, hubo una tendencia hacia grado de desigualdad en una socied una reducción de la desigualdad en la década de 1970, ofrecer incentivos al trabajo y la in y una tendencia más pronunciada hacia un incremento go, los niveles de desigualdad prev de la desigualdad durante la década de crisis de 1980. Latina son claramente costosos pa Sin embargo, el hecho más notorio en el largo plazo es tres razones generales para preocup la persistencia de la desigualdad de frente a diversos mino, la mayor desigualdad, ya sea e regímenes políticos y económicos. dimensiones del bienestar, significa Con respecto a los servicios e inversión humana, la cualquier punto dado del tiempo. tendencia general en la pasada década fue más positiva. La alta desigualdad también imp La mayor parte de la región experimentó al menos algu- námico menor del desarrollo sobre na ecualización en términos de acceso a-servicios yestatus que ocurra una redistribución sign de educación básica. Sin embargo, .en un área clave, la ofrece una ilustración numérica de 50 45 .----------.-------- 40 +------r------~-- Comienzos de Mediados de Comienzos de la Comienzos de Mediados de C los años 90 los años 90 década de 2000 los años 90 los años 90 d .... Argentina ... Bolivia Brasil - Chile .. CostaRica ..... El Salvador - ..... Colombia -<> Perú Uruguay ...... RB de Venezuela ..... Jamaica ...... México ... Nicaragu Fuente: Ver figura A.1 en apéndice estadístico. cimiento económico y reducción de pobreza en el ingre- FIGURA 3 so). Por ejemplo, Brasil podría reducir la pobreza a la mitad en 10 años con un crecimiento del 3% Y una me- Elasticidad de la reducción de la po al crecimiento para niveles diferente jora del 5% en el coeficiente Gini (la medida más co- mún de desigualdad en el ingreso); le tomaría a ese país Coeficiente Gini 30 años lograr el mismo objetivo con un crecimiento Porcentaje del 3% Yninguna mejoría en la distribución del ingreso. 0,3 0,4 0,0 En segundo lugar, la desigualdad puede desacelerar el 20,S proceso general de desarrollo. En contraste con algunas corrientes anteriores del pensamiento sobre el desarrollo, 20,S la mayoría de los economistas (y otros científicos socia- 21,S les) ahora ve a la alta desigualdad como un lastre poten- 22,0 cial para el desarrollo debido a una variedad de razones: el 22,5 acceso desigual al crédito implica perder oportunidades 23,0 de inversión altamente rentables para la economía en su 23,5 conjunto: las oportunidades educativas desiguales limitan 24,0 la contribución potencial a la sociedad de algunos de los individuos más talentosos; los conflictos distributivos se 24,S ven acentuados, especialmente en el contexto del manejo Nota: La elasticidad es el cambio porcentu de choques adversos; el crimen y la violencia aumentan; diente a un cambio de 1% en el ingreso pro y, bajo algunas condiciones, las fundaciones institucio- Fuente: Cálculos del autor basados en una nales del desarrollo se hacen más débiles, por ejemplo lidad, desde una tasa inicial de incidencia con respecto de los derechos de propiedad. En tercer lugar, de acuerdo con encuestas de Latino- barómetro, la organización de encuestas de opinión pú- diferenres- y es particularmente da blica, la alta desigualdad es ampliamente rechazada; en general de crecimiento de las soci casi todos los países encuestados, entre el 80 y el 90 % de difícil desentrañar el efecto de la des los ciudadanos considera que los niveles prevalentes de dades del efecto de otros factores (t desigualdad del ingreso son injustos o muy injustos. las preferencias y esfuerzos) sobre la La desigualdad de oportunidades es especialmente in- tados, algunos intentos indican que aceptable en términos éticos -implicando que los indivi- cuenta de una fracción significativa duos enfrentan al nacer opciones de vida totalmente ingresos en países como Brasil (ver mediante el uso de mano de obra no calificada. Esta mano 0,4 de obra fue suministrada por poblaciones indígenas sub- 0,3 yugadas o por esclavos africanos importados. Los coloni- 0,2 zadores desarrollaron instituciones -notablemente aquellas 0,1 relacionadas con la administración de la mano de obra- 0,0 (incluyendo la esclavitud), uso de la tierra y control polí- Brasil Guyana Guat tico -que consolidaron y perpetuaron su influencia y ri- queza. En el período posterior a la independencia, las élites · Hombre no blanco · Mujer no bla domésticas continuaron moldeando las instituciones y po- líticas para mantener sus posiciones privilegiadas, por ejemplo en las áreas de sufragio restringido, acceso a la Fuente: Cálculos del autor basados en dato educación, y política de tierras. hoga res. Vercapítulo 3. En aquellas partes de las Américas en donde no había potencial económico para combinar mano de obra su- bordinada con recursos naturales valiosos, la evolución de la desigualdad fue diferente. Éste es más claramente Esas disparidades a su vez refleja el caso de América del Norte, en donde pequeños pro- cación y otros activos de los grupos pietarios inmigrantes (quienes pudieron acometer el desventaja. En el otro extremo de la poblamiento con tasas de mortalidad más bajas) exitosa- perpetuado su posición a través de mente resistieron los intentos de imposición de formas trumentos, incluyendo el campo de autoritarias de gobierno. (No obstante, el uso de la es- les. Un ejemplo de ello es la alta clavitud en el Sur de los Estados Unidos fue una historia personas a escoger parejas maritale similar a la encontrada en las naciones latinoamericanas educativo (ver figura 5). productoras de azúcar). Similarmente, en Costa Rica y De particular importancia para e el Cono Sur, la profundidad de las divisiones sociales fue pública es la herencia histórica de menor que la encontrada en otras áreas en donde la po- Estado. Al final del siglo XX, la m blación indígena y esclava se hallaba concentrada. Sin de América Latina todavía se ajust embargo, en esos países, una variedad de fuerzas, inclu- . modelo de clientelismo incrustado yendo la abundancia de tierras y la alta concentración de más amplio de relaciones sociales de poder en las élites, llevó a que esas sociedades recorrie- islotes de altos niveles de competen ran caminos que también promovieron niveles relativa- trón está asociado con altos niveles mente altos de desigualdad. La concesión del sufragio y influencia, con una desproporcionad la extensión de la educación en Argentina y Chile, por Estado por parte de individuos o corp ejemplo, llegaron sustancialmente rezagadas frente a los tras los gtupOS más pobres típicamen Estados Unidos y Canadá, pero antes que en países como Estado mediante relaciones vertical Brasil, Perú y México. son excluidos. Pocos estados han rea Pese a los inmensos cambios políticos, sociales y eco- partidos programáticos y burocracia nómicos del último siglo, estas fuentes de desigualdad for- una característica del cambio institu madas históricamente persistieron hasta la actualidad, de Europa y Norream érica' . Esto s aunque en formas institucionales variables. En países con reflejado en la capacidad relativame poblaciones indígenas o afrodescendientes, las diferencias dos latinoamericanos para suministrar son todavía grandes: los ingresos de esos grupos son la (especialmente estabilidad macroecon mitad de los de sus contrapartes "blancas" en Bolivia, Brasil los derechos de propiedad, y ciuda y Guatemala. (Ver figura 4: Guyana es una excepción, con provisión de servicios financiados diferencias relativamente pequeñas entre los grupos afro- fracasos en el suministro de bienes descendientes y los que descienden de indígenas). casi siempre promueven la desigua lento para la educación y, en parte como resultado, es les de desigualdad en la educación también probablemente lento para la desigualdad ge- baja y desigual calidad educativa); a neral de ingresos. Sin embargo, el cambio puede ser cado para la educación, especialm relativamente rápido en términos de patrones en la pro- los altos niveles de concentración visión del servicio, para partes específicas de la distri- activos productivos; el acceso desig bución de ingresos (incluyerrdo entre los más pobres), cos (especialmente a los mercados f y, bajo algunas condiciones, en términos de reducir las jo); y redistribución débil por el Es desigualdades del poder. Además, precisamente porque económica para reducir la desigualda el cambio toma tiempo, la acción concertada y tem- interacciones. Esto en particular im prana es de gran importancia. A continuación se pre- mentarias en las siguientes tres áreas senta una gama de herramientas de política económica activos; instituciones que moldean que son claves para hacer una diferencia, seguida por la nos del mercado; y el uso del poten consideración de los cambios políticos y sociales sub- del Estado. En algunas áreas, las po yacentes que se requerirán para apoyar y sostener los desigualdad sostendrán un crecimien cambios en la política económica. e incluso le traen ganancias a todo FIGURAS Selección marital y desigualdad de ingresos... Coeficiente Gini 65 Brasil 60 Paraquay e Panamá. · ClChile 55 e eArgentin 50 RB de Venezuela Costa RicaePer · e e 45 ·Uruguay 40 e 35 e o 30 e o e 25 e 20 15 10 30 35 40 45 50 55 60 65 70 7 Selección marital o Gini de consumo e Otros países, Gini de ingreso · América Latina, Gini de ingreso -Ingreso - Ingres Fuentes de datos: Capítulo 2 para Ginis de ingresos en América Latina, World Development Indicators Database (Base de Desarrollo Mundial) para otros Ginis de ingresos, y Fernández y otros (2001) para coeficientes de correlación de Pearson p Nota: " Significativo al nivel de 5%, "" Significativo al nivel de 10%. Fuente: Cálculos del autor basados en datos micro de encuestas de hogares. Ver capítulo 6. igual tendrá potencialmente múltiples influencias en resul- tricciones de crédito e información q tados y prácticas más iguales. Además, tiene dos ventajas da. Medidas tales como la expansió importantes como una estrategia: su distribución se puede disponibilidad del crédito educativo mejorar sin necesidad de redistribuirlo lejos de otra perso- estudiantes de familias más pobres, na, y las mejoras en su distribución (que van de la mano con programas de acreditación y observa aumentos en niveles promedio generales de la educación) litarían mucho la expansión requerida son buenas para la eficiencia y el crecimiento. Aunque la ciaria. En este contexto, una mayor r importancia de la educación es ahora aceptada en gran parte en universidades públicas junto con por los gobiernos, la implementación no siempre ha sido basado en desempeño serían comple fácil. En particular, la reciente "masificación" de la educa- Además de tales medidas generale ción básica parece estar asociada con formas nuevas de la de acción para enfrentar las estructu desigualdad, en particular con aquellas asociadas con varia- que se enfrentan los grupos histórica ción alta en la calidad (verfigura 6), y con el hecho de que las Se puede argumentar la convenienc élites tienen los medios financieros para optar fuera de los currículo y los maestros para prop sistemas públicos. multicultural y multirracial, incluyen A pesar de una amplia experimentación, todavía no se güe en áreas con una presencia fuerte d encuentra la receta mágica para mejorar la calidad educati- En el nivel terciario, hay un casoprim va. Además, la división clave en términos de retornos de programas de discriminación positiva mercado es ahora la obtención de una educación universita- grupos excluidos, tales como los afrod ria. El creciente valor de la educación superior es impulsado sil. Sin embargo, tales programas pued por el carácter sesgado-hacia-la-habilidad del cambio tec- ción de rechazo y de esrigmatizaci ón, nológico. Pero la educación superior continúa siendo en bue- discutidos, diseñados y monitoreados na medida un privilegio de los hijos de los ricos, con, tal Aunque un empujón hacia la igual como se mencionó antes, aumentos en la desigualdad del educación de calidad es crítico para la enrolamiento en la década pasada. En este contexto, un ele- sos en el largo plazo, los efectos de l mento importante de una estrategia más profunda de la tiempo en manifestarse. Como los niñ educación podría ser la introducción de una campaña cívi- hoy de mejores escuelas, entrarán al m ca, involucrando tanto al sector público como al empresa- el futuro, la transformación de la com rial, para lograr un salto significativo tanto en el cubrimiento la fuerza de trabajo entera tomará déca como en la calidad a través del sistema escolar público, en sición, la expansión terciaria podría el nivel primario y, en particular, en los niveles secundarios. desigualdad, si persisten los altos reto Pese a que no hay una receta institucional específica de la universidad. Hay también incert para esta estrategia, las acciones exitosas probablemen- le sucederá al patrón de retornos a la te implicarán mecanismos para aumentar la rendición plazo. Una comparación entre Brasil de cuentas por maestros y escuelas. Éstos pueden tomar (ver el capítulo 6 y la tabla 6.3) encont la forma de estímulos por resultados (como en el caso de en el patrón de educación de la fuerza los concursos entre escuelas y los uoucbers o cupones es- cercade la tercera parte de la diferenci colares en Chile), fondos especiales para suplementar los ingresos, con otro tercio explicado por presupuestos escolares (como en el programa Fundef de trón de retornos a la educación. Sin e Brasil), o una mayor participación por comunidades loca- ración entre Chile e Italia encontró qu les (como en el enfoque de Educo en El Salvador). Tales estructura de ingresos estaban más r medidas relacionadas con la oferta pueden ser comple- rencias en retornos que con diferencias mentadas con los estímulos del lado de la demanda que años de educación. Mientras estas com alientan a los niños a permanecer en la escuela, como ejercicios estadísticos, ellos sugieren ocurre con Oportunidades (previamente Progresa) en influyen el efecto de la educación sob México y Bolsa Escala en Brasil. (Estas últimas medidas Ingresos. 8 DESI GUALDAD EN AMÉRICA LATI NA . ¿ROMPIEN DO CON LA HISTORIA? FIGURA 6 Distribución de resultados de exámenes de matemáticas y lectura para jóvenes de 15 años de edad en Brasil, México y en los países de la OCDE Distribución de resultados Distribución de exámenes de exámenes de matemáticas de lectura 0,5 0,5 Promedio OeDE 367 623 0,5 0,5 Brasil 4,4% sobre 500 11% sobre 500 -~:""---,------.-o-'r--""""""'----- 212 334 464 288 396 507 0,5 México 8,6% sobre 500 --=----,...--~0..L.,..._-;:",.----- 281 387 311 422 535 Nota: Las figuras están basadas en resultados del Programme for International Student Assessment (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes) de la OeDE; las distribuciones son aproximadas con base en el promedio y la desviación estándar reportados en la fuente original. Fuente : OeDE 2001. La distribución de la tierra y la seguridad desalojo de arrendatarios o la obtención de subvenciones al de los derechos de propiedad capital o a la producción. Además, las áreas recientemente La distribución desigual de la tierra fue históricamente reformadas no recibieron el apoyo de la infraestructura y una fuente principal de los altos niveles de desigualdad otros servicios económicos necesarios para consolidar un económica y de influencia política desigual. Con el enor- sector vibrante de pequeños propietarios. me aumento en la urbanización y, en la mayoría de los Hay espacio para la reforma agraria, pero su naturaleza y países, la desaparición de élites rurales como una fuente grado dependen del país. Donde los derechos de propiedad principal de influencia política, las propiedades rurales sobre la tierra son generalmente reconocidos y legítimos (como son menos importantes que en el pasado. Sin embargo, en la mayor parte del Cono Sur, por ejemplo), la acción coac- la distribución rural de la tierra todavía importa para tiva sería indeseable y contraproducente. Sin embargo, hay una importante, y relativamente pobre, minoría en paí- muchos países que tienen regiones de ocupación de la tierra ses de medianos ingresos, así como para grupos más gran- en donde los derechos están débilmente definidos o son ilegí- des en los países más pobres de la región. timos. En esos casos, si el proceso se maneja bien, la América Latina se puede clasificar como una región de redistribución puede ir potencialmente de la mano de un re- reforma agraria extensiva pero incompleta. Algunos esfuer- fuerzo de los derechos de propiedad. Esto probablemente zos pasados tuvieron éxito en fragmentar haciendas, pero implique una gama de técnicas, desde la confiscación y casi todos fallaron en transformar la posición de campesi- redistribución de la tierra de narcotraficantes, al cambio de nos pobres, a causa de defectos en el diseño y el contexto uso de la tierra que todavía está en manos del Estado. En político. Cuando los derechos de propiedad se volvieron más Brasil y Colombia están en progreso procesos de compra es- inseguros, las élires rurales a menudo utilizaron otros me- ratal para la redistribución, así como experimentos en refor- dios para preservar su posición económica, tales como el mas agrarias basada en la comunidad y el mercado. mentado en importancia con la urbanización. Una ba- equidad. Muchas empresas de servicio rrera importante es la de la seguridad en los derechos de do paree de las estructuras clientelista propiedad, ya que los grupos más pobres tienen más pro- injustas e ineficientes. Los esfuerzos babilidad de sufrir por la ausencia de título legal. La ex- den romper estas barreras, pero sólo periencia de Perú indica que es posible operar programas diseñados y sujetos a una.regulación f de titulación a gran escala, un enfoque que necesita ser evidencia de anteriores privatizacion complementado por medidas para hacer que los merca- cos sugiere que la mayoría tiende a c dos de vivienda trabajen mejor, para proporcionar la in- igualitario y a mejor calidad de servi fraestructura local y para asegurarse de que los gobiernos de precio han variado de caso a caso locales respondan adecuadamente a las necesidades de condiciones iniciales y la calidad de la los habitantes urbanos pobres. el proceso es clave: en la mayoría de Tanto en las áreas rurales como en las urbanas, un área de privatización no se han utilizado p importante para la acción pública es el fortalecimiento de piedad más ampliamente y, donde la los impuestos sobre la propiedad inmobiliaria. En Améri- petencia han sido débiles, se han pre ca Latina los impuestos sobre la propiedad inmobiliaria regresivas de riqueza y corrupción. És son bajos frente a estándares internacionales, aún después caso en sectores no-competitivos, en de controlar por ingresos. Un aumento en los impuestos miento de estructuras regulatorias de propiedad inmobiliaria puede ser una fuente valiosa de privatización es esencial para obtener ingresos para los gobiernos locales y proporciona estírnu- y equitativos. los para la utilización más eficiente de la tierra. Desarrollar mercados másprofundo Ampliar la provisión de infraestructura más equitativas El acceso desigual a la infraestructura pública es otro de- terminante importante de las dinámicas de desigualdad. Reformas más profundas Recientes trabajos comparativos entre países indican que Las reformas orientadas al mercado so mientras más infraestructura tenga instalada un país (in- de favorecer a los ricosa costa de los p cluyendo energía eléctrica, telecomunicaciones, carrete- tiende a ignorar el hecho de que la m ras y vías férreas), menos desigual será. La evidenciasugiere ciones fuera del mercado en Améric que esta relación es causal, y que los efectos pueden ser deadas históricamente para favor grandes en el largo plazo (Calderón y Chong 2004). La importante entender los impactos dist fuerte reducción de las inversiones en infraestructura du- mas de mercado a la luz de su impor rante la década de los 80 y la década de los 90 en muchos del crecimiento. Una inspección de lo países de América Latina (ver Calderón, Easterly y Servén ratura no encuentra un patrón fuerte a 2003) es por lo mismo un motivo de preocupación desde to de las reformas estructurales sobr la perspectiva del crecimiento y de la equidad. Esta ten- resumen, las reformas basadas en el m dencia a su vez llevó a una brecha grande y creciente en ciadas con mayor frecuencia con una m términos de la infraestructura entre América Latina por ingresos, pero los efectos no son grande una parte y la OCDE y los países exitosos del Este de Asia estadísticamente robustos. A grandes por otra. El declive fue impulsado por reducciones gran- que la desigualdad ha sido notablem des del gasto público en infraestructura, primero durante gama de experimentos de política, d la crisis de la deuda de la década de los 80 y luego dentro ción sustitutiva de importaciones, has de un contexto de esperanzas impetuosas relacionadas con listas y las reformas orientadas al me el potencial de privatización en la década de los 90. Aun- Puede decirse más cuando las re que el suministro privado efectivamente aumentó, sólo consideran individualmente. Siempre compensó completamente los descensospúblicos en el caso cales han llevado a estabilización de de las telecomunicaciones. ha sido una reducción de la desiguald cia de que esto es un efecto por-una-sola-vez, con una re- ridad laboral y socialmás incluyente ciente estabilización de las desigualdades salariales en el Ese marco debería buscar, por una p caso de tanto de Chile como México, dos de las econo- chos laborales básicos y protección d mías más internacionalmente integradas en la región. trabajadores y, simultáneamente, a La mejor respuesta a tales fuerzas promotoras de la laboral, especialmente en áreas dond desigualdad no es evitar el uso de mercados, sino atacar diendo a ultranza privilegios signific las fuentes subyacentes de la desigualdad. Hacer eso consecuente con un papel activo par implica ampliar e igualar la base de activos -notable- de ambientes competitivos. mente en educación e infraestructura- y reformar siste- mas de protección social para hacerlos más incluyentes. Evitar las crisis y los desenlace Es también importante extender y profundizar la cober- choques macroeconómicos tura de los mercados. Parte del problema es que el acce- Un notorio descubrimiento de este so al mercado es muy diferente para hogares más pobres dad de las crisis financieras . Las cri y trabajadores del sector informal que para las compa- que los ricos y mejor informados ñías ricas y establecida. Los mercados financieros son de sacar el dinero fuera de sus países importancia particular en esta instancia, tanto para me- incrementos de capital en términos jorar la igualdad de oportunidades en la inversión pro- en casa. Las crisis son también reg ductiva como para facilitar un acceso más igualitario a costos fiscales de los mecanismos activos tales como la tierra, la vivienda y la educación. han adoptado para afrontar proble La transparencia, la adecuada revelación de información, tes en América Latina. Durante la el buen gobierno corporativo, las oficinas de evaluación los 90, las transferencias públicas a de riesgo de crédito, y los derechos fuertes de propiedad y accionistas bancarios, emprendid para acreedores y accionistas minoritarios han probado de resolución de crisis (es decir, lo ser determinantes importantes de profundización finan- en la gama del 13-55 % del product ciera, y por tanto de mayor acceso a servicios financie- Estas transferencias superaron am ros. Hay también un número de instituciones, productos mas focalizados en la pobreza y f y regulaciones colaterales específicas que pueden aumen- una combinación de mayores imp tar el acceso al crédito para empresas pequeñas y micro. neficios y servicios públicos. Debid de los sistemas tributarios en su Mercados laborales incluyentes y eficientes mente proporcional (o posibleme El mercado laboral es el dominio más importante para la gresiva) y la incidencia marginal determinación de ingresos para la mayoría de los hogares. servicio en la década de los 90 fue Las instituciones del mercado laboral pueden tener una va, estas transferencias fueron tota influencia significativa en esta área, especialmente con res- improbable que esas transferencias pecto a la calidad del trabajo. Los actuales mercados labo- tantes a grandes deudores y depos rales e instituciones de seguridad social en América Latina sionalmente a accionistas- fueran (tal como los sindicatos, legislación de salario mínimo, y para evitar el desplome de sistema prebendas laborales) protegen los intereses de trabaja- Las políticas para reducir la pro dores del sector formales de sector y excluye en gran dad de las crisis son así una parte ne paree a trabajadores informales y la mayor parte de los para reducir la desigualdad. Las e desempleados. En contraste con las condiciones imperantes canas han permanecido excesivam en los países de la OCDE, los trabajadores del sector for- versiones de flujos de capitales debi mal en América Latina rara vez componen la mayoría de de niveles de deuda pública alros a la clase obrera, y se localizan generalmente en el centro o dencia excesiva en deuda externa en las partes superiores de la distribución de ingresos. En tasas de exportación y tributación, casi todos los países, la mayoría de los trabajadores po- lación y la supervisión prudencial cíclicamente ajustados del sector público por un espacio bres, la clase media, y los ricos paga de tiempo en países con cargas altas de deuda, para re- la misma proporción de sus ingresos ducir su vulnerabilidad a choques y la probabilidad de La clase de cambios en la política una crisis. Un elemento clave es el establecimiento de deseables dependerá de la posición in reglas e instituciones que tengan en cuenta la operación ciones más pobres, a menudo la prior de políticas fiscales ancicíclicas, mitigando los proble- en desarrollar una administración de i mas de economía política y de información que se en- ne razonablemente bien para ampliar cuentran detrás de las políticas fiscales procíclicas. A su bles para el Estado. En países en dond vez, esto vencería el carácter procíclico del gasto social ocurrido, puede usarse el argumento y evitaría su reducción cuando más se necesita. los sistemas de impuestos indirectos en La búsqueda de la prudencia fiscal bajo motivos de car impuestos al valor agregado (IVA) equidad puede parecer sorprendente a los que por largo que pueden combinar una fuerte cap tiempo han relacionado a los gobiernos en favor de los de recaudo con niveles razonables de pobres con déficit presupuestales. Este punto de vista es grar niveles modestos de progresivida consecuente con la necesidad de cantidades sustanciales de IVA debe tener una estructura tar de acción pública -y gasto público- para reducir la po- tiendo posiblemente en unas pocas exe breza, desigualdad, y varias fuentes de ineficiencia a tra- (principalmente para alimentos), una vés de América Latina. Sin embargo, el financiamiento mayoría de los demás productos, y u de estos gastos -no debe ser generado a través de mayores artículos de lujo. Pueden imponerse im déficit fiscales pues hacerlo así aumentaría la probabili- bienes que conllevan externalidades ne dad de inflación y de crisis de balanza de pagos y banca- tabaco, alcohol y los automóviles. S rias, ambas con resoluciones sumamente regresivas. En impuestos a las ventas (tal como los c vez de eso, el financiamiento debería venir de otras fuen- y el tabaco) son típicamente bastante tes, incluyendo impuestos más altos y la redirección del do la necesidad de equilibrar la equida gasto existente, una parte del cual casi seguramente se Hay también un papel importante en desperdicia y gran parte del mismo es regresivo. impuestos a las renta personal y a la Finalmente, en vista de que las crisis nunca se pueden ria, ya que el recaudo tributario es mu evitar enteramente, es crítico tener listos ex ante mecanis- de los países latinoamericanos con resp mos eficientes y equitativos de resolución de crisis (espe- estructuras de impuesto de renta no ne cialmente con respecto a problemas financieros potenciales), tarifas para ser progresivas. Los esfuer para evitar las transferencias ruinosas y sumamente regresi- más a los ricosdeberían enfocarse en g vas que han caracterizado el manejo de la mayoría de las aplicación de las normas, y a cerrar l crisis bancarias en el pasado. Estos mecanismos deberían las exenciones con el fin de reducir la ser complementados por redes de seguridad que se activan impuestos. Esto es también el caso p automáticamente para proteger a los pobres cuando las cri- bre la propiedad inmobiliaria, que exis sis efectivamente golpean (De Ferranti y otros 2000). pero generalmente presentan un reca son críticamente importantes para f Uti/izar el poder de redistribución del Estado públicos locales. Los esfuerzosde refor se a incrementar las tarifas de estos im Incrementar los impuestos para un Estado nar las exenciones e idear mecanism efectivo información para mejorar el recaudo Un sistema tributario sano es un ingrediente esencial para normas. un Estado efectivo. Actualmente, la mayoría de los países en América Latina tiene proporciones bajas de impuesto- Proporcionar servicios para todo a-PIB dado su nivel del desarrollo (ver la figura 7). Algu- Dados los límites en la redistribución nos, notablemente Uruguay y en menor grado Chile y tos, especialmente a corto plazo, el acción pública efectiva, bienintencionada y deliberada. tación entre focalización efectiva y Dado el peso de estos servicios básicos, el aumento de los programas entre los pobres comprensivo en el gasto social que sucedió en casi todos ejemplos de Brasil). Esa contrapre los países de la región en la década de los 90 (debido a en parte a dificultades administrat aumentos en la razón de gastos social al PIB y en el probable que sea resultado de inte crecimiento) fue generalmente progresivo, a pesar de que ciones políticas y económicas. Las un pedazo importante fueron subsidios de pensiones de necesitan generalmente estar basad jubilación, que son generalmente sumamente regresivos. plias de apoyo. Por tanto, los prog Sin embargo, todavía quedan problemas. Todavía hay bablemente deberían estar ligados o diferencias muy grandes a través de los programas con de un "paquete" junto con program respecto a su impacto distributivo. Como se mencionó que benefician también a la clase m antes, la expansión subvencionada del enrolamiento en plo de lo anterior es el uso de tran la educación terciaria ha aumentado la desigualdad. Esto condicionadas a que los niños tom parece ser verdad también para cualquier servicio con generales de educación y salud (ver una baja tasa inicial de acceso. La figura 8 muestra la Finalmente, el patrón histórico de incidencia marginal y promedio de los programas de sa- lejos del óptimo con relación al cic FIGURA 7 Recaudo tributario con relación al PIS per cápita Recaudo tributario como participación en el PIS Porcentaje 45 · · 40 · 35 30 .' ..-· · Italia Fra~cia · Nicaragua. · 25 · · · · · 20 · · ·· · Estados · éCosta Rica · · · 15 Perú.Méf¡co~ · · Repúbliia Do~icana · · · Bolivia· · Colombia··· Argentina 10 Guatemala_ · 5 0+-----.,-------.-----.-------...-------.-------.,--- 4,5 5,5 6,5 7,5 8,5 9,5 10,5 Lag PIS per cápita (en dólares constantes de 1995) Promedio 1990-2000 Fuente: Cálculos del autor basados en datos micro de las encuestas de hogares; ver capítulo 9. Reformar y exte nder el estado de bienestar informal, tales como Trabajar en truncado rediseñado como Jefes y Jefas del H Las transferencias tienen un papel importante para jugar sis económica reciente), A Trabajar en todas sociedades ayudando a los hogares a manejar a la Obra en Colombia. los riesgos - por ejemplo, los riesgos relacionados con la Son particularmente prometedo salud, el desempleo y el fracaso de cosechas- y a redistri- transferencias de dinero efectivo f buir los recursos a los pobres. El argumento en favor de tos grupos con criterio de necesid las transferencias redistributivas se ve subrayado por el cuando los recipientes han tomado hecho de que la transición a sociedades más igualitarias ciones, que consisten generalmente a través de una estructura ampliada de propiedad de ac- propio capital humano. La evidenc tivos probablemente tomará tiempo. Sin embargo, la dad de algunos de estos programas evolución histórica de América Latina ha llevado a la dades en México, Bolsa Escala en formación de los que podrían ser descritos como Estados Protección Social en Nicaragua) pa de bienestar "truncados ", que proporcionan sus benefi- bres de manera eficiente y para te cios sólo a trabajadores formales. Tales estados tienden a en su acumulación de capital huma ser sumamente desiguales; por ejemp lo, los sistemas zar transferencias redistributivas, ta mexicanos de seguridad social para trabajadores públi- también potencial de ser instrume cos y privados tienen como resultado algunos de los pro- ción de riesgo, y podrían llegar a s gramas más desiguales del país. de un sistema completo y equitati Muchos países han estado reformando su estado de cial. Como se mencionó antes, la c bienestar para hacerlo más eficiente y menos oneroso. ferencias condicionales de dinero La preocupación aquí es diseñar instrumentos que hagan con expansiones generales de servic FIGURAS Incidencia de acceso promedio y marginal en varios servicios de la salud a. Razón de incidencia promedio, quintil 1 al 4 b. Razón de incidencia marginal, qu Razón Razón 3,5 3,5 Cuidado prenata 2 o má s visit 3,0 3,0 2,5 2,5 2,0 2,0 Atención en el 1,5 Tratados por 1,5 nacimiento: · · diarrea Cuidado prenatal, público 1,0 · · 2 o más visitas 1,0 · · · · CUidado pr · 0,5 · · 0,5 · Tratados por doctor · diarrea 0,0 +-----.-----r-----,------, 0,0 15 35 55 75 95 15 35 55 7 Tasa de acceso (porcentaje) Tasa de acceso (porcentaje Fuente: Ajwad y Wodon 2003. 0,6 ~ Alimentación escolar 0,4 · Jardín infantil Asistencia social Seguro de LOAS/BPC desempleo Guardería infantil 0,2 0,4 Porción del 20% inferior de la población que tiene acceso al programa por Nota: El tamaño del círculo es proporcional al presupuesto de los programas. Fuente: Banco Mundial (2000e); ver capítulo 9. sica y salud, es particularmente razonable desde el pun- Del Estado clientelista y débil al E to de vista de la eficiencia (ya que de otro modo los y redistributivo pobres podrían no solicitar esos servicios) y de la La historia le dejó a América Lati sostenibilidad política de los programas focalizados. laciones sociales desiguales y esta grado que varía a través de la regió La reforma de las políticas debe estar fuente fundamental de la combina apuntalada por el cambio político y social nistro insuficiente de bienes públic tabilidad macro, derechos de prop Las políticas económicas descritas anteriormente pro- porcionan un conjunto potencialmente poderoso de así como de los bajos niveles de su instrumentos para hacer a las sociedades latinoameri- ampliamente basados. La democra canas sustancialmente más igualitarias, especialmen- blemente necesaria para la:' transfor te en el largo plazo. Pero ni el diseño de las políticas ni sido suficiente. Las relaciones cli su implementación son un asunto puramente tecnocrá- continuar bajo auspicios democrát tico. El análisis de la historia y las actuales condiciones cuando están asociadas a culturas d sociales y políticas muestran que solamente es probable grupos. Este parrón no está de nin que las estrategias económicas redistributivas y eficien- do a América Latina: las máquinas tes sean escogidas y aplicadas de manera efectiva, si es- des ciudades de Estados Unidos pe tas últimas van apuntaladas por condiciones políticas y lo largo de una parte significativa sociales que las apoyen. En distintos grados la mayoría Tanto las experiencias internacio de sociedades latinoamericanas no disfruta hoy de tales noamericanas subrayan el potencia condiciones. La acción pública necesita fomentar cam- más probable que éste ocurra cuand bios hacia un equilibrio político nuevo . tos en las oportunidades para la in de partidos programáticos y competencia burocrática demanda en una gama de áreas ad apoyó cambios importantes hacia un Estado más efecti- los derechos de tierra así como en l vo redistriburivo luego de la transición a la democracia y de salud. En el pasado reciente, est -con el resultado de que consecuencias progresivas flu- articuladas fuertemente por movim yeron del suministro mejorado de bienes públicos clave, pecialmente en los Andes, en Méxic lo mismo que de servicios focalizados y de amplia base. tral. Sin embargo, en muchos paí Otros casos nacionales, incluyendo a Brasil en la década relacionada pero distinta alrededor d pasada, parecen estar recorriendo este sendero. dientes, como lo evidencia el creci Donde los partidos programáticos están ausentes, el público del asunto en Brasil. En mu cambio a menudo es realizado por personajes externos, mientos que representan a los g generalmente en la forma de emprendedores o movi- afroescendientes tienen la calidad d mientos políticos que pueden ser catalizadores para rom- Un desafío para la década venidera y per con la historia. Sin embargo, es probable que tales inclusión en el centro de los proceso cambios impulsados por personajes externos sean soste- nibles solamente si están sembrados en instituciones for- Alianzas, élites liberales y dinamism males, especialmente aquellas que crean la capacidad en las Las sociedades latinoamericanas tiene clases bajas y medias para articularse y organ izarse en pro política económica para efectuar, co de un Estado efectivo y de redistribución. Entre los com- cambios en sus patrones internalizado plementos importantes -pero no sustitutos- del cambio escogencias razonables y la ejecución proveniente de adentro o de fuera del sistema predomi- ticas sólo ocurrirán cuando estén aso nante, están las medidas para aumentar la transparencia, políticas y sociales incluyentes, un pro promover el debate público, y reforzar las capacidades rir primero un cambio en el equilibrio administrativas públicas. Estos aspectos mantienen la llos dentro y fuera de la región compr presión de la sociedad y también aumentan la capaci- realmente puede ocurrir. Será esenci dad para desarrollar y mantener un gobierno recep- alianzas entre losgrupos más pobres y tivo. sos con elementos progresistas de la é El Estado subnacional ha llegado a ser una arena cada clave de tales alianzas será la igualac vez más importante de la acción para el cambio político económicas y políticas, incluyendo un y la política económica, debido a la combinación de des- sociedades con estructuras de élite má centralización política (incluyendo la introducción de elec- sugiere que esto será bueno para el di ciones para alcaldes) y la devolución de responsabilidades. social, y ciertamente para la equidad. En este contexto, varios casos de cambios importantes en el desempeño del Estado han ocurrido en apenas unos pocos años, notablemente en Bogotá, Colombia, y en Notas Porto Alegre, Brasil. Estos casos muestran los signos de l. Las declaraciones generales acerca de un cambio verdadero hacia un equilibrio político nuevo, de este inform e se refieren a América Latin con grandes mejoras redistributivas en los servicios, re- Belice, Guayana Francesa y Surinam. Desgr no pueden hacer declaraciones generales co ducción en el clientelismo y la corrupción, y aumentos que las encuestas de hogares estaban disponi en esfuerzos tributarios. países del Caribe: República Dominicana, Jam Sin embargo, los resultados se reportan para Confrontar las divisiones étnicasy raciales son incluidos en los promedios regionales p no habría just ificación estadística para ha La historia también ha dejado a algunos países en Amé- subregión Caribe en su conjunto, basándos rica Latina con fuertes divisiones entre grupos étnicos y de datos para esas tres naciones. raciales, en particular, los grupos indígenas y afrodes- 2. Aunque la mayor volatilidad en ingreso cendientes. (Aunque las diferencias del género todavía es- rar el grado de exceso de desigualdad que exis tán presentes, un progreso palpable parece haber ocurrido respecto a otras regiones), la subdeclaración N EL PERÍODO DE TIEMPO PARA EL CUAL SE TIENE INFORMACIÓN SOBRE ESTÁNDARES E Latina es una de las regiones del mundo con mayor desigualdad. 1· Con la posible Subsahariana, este hecho es cierto sin importar el indicador considerado, desde consumo, hasta medidas de influencia política y participación, incluyendo la m relacionados con salud y educación. Mientras que el decil más rico de la población en la región gana 48% del ingreso total gana sólo 1,6%. Por el contrario, en países desarrollados el decil superior recibe 29% de comparado con 2,5% para el decil inferior.' El coeficiente Gini ofrece la misma presentaci tenía un promedio de 0,52 en América Latina en los años 90, el promedio para los países d del Este, y Asia durante el mismo período fue mucho menor: 0,34,0,33 y 0,41, respecriv Estas tendencias implican que razones muy altas de ingreso se acumulan en los segmen población respecto a los más pobres. En Guatemala, la razón entre el decil más alto y más era de 58,6 en 2000. En Panamá, bajó de 71,6 a 53,5 en 2000. Incluso el valor mas bajo (10/1) en la región, para 2000 -15,8 en Uruguay- es más algo que los indicadores encontra ejemplo, la comparación más cercana es la de Italia, con 11,2). Estas enormes diferencias en el ingreso de los ciudada- en el quintil más pobre de la poblac nos del mismo país implican claramente diferentes grados escolaridad, comparada con 11,6 pa de acceso a los bienes y servicios que las personas consu- dio del quiritil más rico. Estos número men con el objetivo de satisfacer sus necesidades y deseos. estiman las diferencias educativas r Sin embargo, las disparidades seextienden mucho más allá diferencias en la calidad de la educac del consumo de bienes privados. Tomando la terminología ses, el logro educativo también difier de Amartya Sen, existen profundas diferencias en la liber- nero, étnicosy raciales. En la mayoríad tad, o capacidad, de diferentes individuos y grupos para entre hombres y mujeres son con el seguir la vida que han escogido -hacer cosas que valoran nos marcadas y aun se han reversad (Sen 1985a, 1992, 1999). Los recursos privados y patro- jóvenes, pero todavía existen grandes nes de oferta pública afectan tales posibilidades, mientras personas de mayor edad. En Bolivia, que los acuerdos políticos y sociales afectan la capacidad promedio de escolaridad para persona de participar activamente en lasociedad, influenciarla toma o más, son de 4,1 para hombres y 2, de decisiones o vivir sin vergüenza. . Los resultados en salud también v Respecto a la educación, a pesar de que existen sistemas te conjuntamente con la distribución públicos en la mayoría de países de América Latina, las do grandes impactos en lasoportunida diferencias de logro escolar son igualmente sorprendentes En Brasil, los niños que nacen en lo respecto a las de ingreso. En México, la persona promedio más pobre de la población tienen u * Nota: Todas las tablas y figuras que se señalan en el texto con la letra "A pueden encontrarse en el apéndice estadístic n , quintil más alto tiene 1,9 niños. En el primer hogar, 4,5 Para preparar a los lectores sobre personas viven en un cuarto, comparado con 1,6 en el se- to del informe, la parte restante de e gundo. En el primero, existe una probabilidad de 57% de dida en dos partes. La primera p tener agua potable y 49% de probabilidad de tener acceso "¿Desigualdad de qué?" y define el a la electricidad. fas probabilidades correspondientes para marco conceptual. La segunda secc el segundo hogar son de 92 y 93%, respectivamente. gunta "¿Por qué debemos preocupa En cada aspecto concebible, las vidas de estas familias tienen muy poco en común. El mismo significado de ser 1.1 Marco conceptual un ciudadano de un país es casi con seguridad sustanti- La idea de desigualdad generalment vamenre diferente para estas familias. Un hogar pobre en dida de dispersión en una distribuc Guatemala ha experimentado situaciones de violencia y del análisis económico se preocupa d represión, y en el mejor de los casos ciudadanía "de baja distribución de alguna medida de bi densidad" y la "ausencia del imperio de la ley" en las últi- donde el ingreso de los hogares (o g mas d écadas.' Las familias pobres de Guatemala son en su c ápira es la variable aproximada e mayoría indígenas y han experimentado por siglos la ex- Tomando en cuenta el creciente reco plotación y exclusión, con poca influencia en el proceso de bienestar tiene muchas dimensiones toma de decisiones a nivel local y nacional. El 20% más la desigualdad se discute respecto a o rico de la población tiene mayor probabilidad de ser blan- educación, salud, seguridad y acceso co y de haber disfrutado, en cierta medida, de una ciuda- mente, el informe no sólo se concent danía normal. A pesar de que Guatemala está en el extremo nómico . El poder político o la influe superior de la liga de desigualdad en América Latina, y sociedad también están distribuidos tiene instituciones sociales y políticas particularmente des- "desigualdades de agencia" están fue iguales y débiles, la imagen de la mayoría de la región es nadas con la desigualdad económica cualitativamente similar. Es preocupante, que incluso en U no de los temas estudiados en e países que eran claramente más igualitarios frente al diferencias en voz, influencia y pode estándar latinoamericano (como Argentina, Uruguay y por las diferencias económicas y a la Venezuela), la tendencia reciente ha sido una de creciente clave en asegurar la resistencia y a desigualdad, al menos en términos de ingreso. diferencias. Aunque gran parte de l En este informe, el Banco Mundial busca hacer tres co- las diferencias a lo largo de toda la di sas. Primero, se presentan hechos relacionados con la des- mente existe un interés particular igualdad, hasta donde los datos lo permiten. Los autores "horizontales" en todas estas dimen trabajaron a partir de un grupo de encuestas a nivel de por ejemplo entre ra;as, grupos indí hogar para construir una presentación acrualizada de la y hombres y mujeres (discutido en p distribución del ingreso y otros indicadores de estándar de lo 4). vida para 20 países en América Latina. En tres cuartos de Además de mirar la distribución d estos países, se examina el patrón de cambio durante los ingreso, indicadores de salud, o seg años 90. Al llevar a cabo este trabajo, los autores exami- men), es posible mirar la distribució nan el nivel y la tendencia de distribución personal (de nidades. Las oportunidades son deter ingreso u otros indicadores), así como las diferencias a ni- los resultados. De hecho, una visión veles de grupos, tanto por raza, ernicidad o género. Adicio- estudiosos de las teorías de la justicia nalmente a los ingresos privados, los autores consideran dad" y la "justicia" están más apro bienes y servicios ofrecidos públicamente y los impuestos en términos de oportunidades que aplicados para financiar su oferta. tados, ya que estos últimos depen Segundo, los autores investigan las causas de la extre- características humanas variables, i ma desigualdad en América Latina al considerar las raíces género, talentos, habilidades físicas, históricas y procesos actuales que generan la reproducción ferencias. dades" representa el rango de funcionalidades potenciales existe una razón práctica para adopta que un individuo puede alcanzar o la "libertad general que Aunque una aproximaci ón basada en una persona disfruta en la búsqueda de su bienestar". o capacidades, tiene atractivos conce Un tema central de este informe es que las profundas bién posee importantes retos de medi diferencias en las capacidades entre los individuos y gru- ma que usar la aproximación basada pos en América Latina se basan en interaccione entre acti- evaluar la libertad de lograr tiene q vos económicos, oportunidades económicas, fuerzas mente en medidas de logros observa políticas y procesos socioculturales. Un aspecto de esta lí- El reto de medición se ilustra por nea de pensamiento se preocupa de la evaluación moral de aproximación específica a la cuestió cuáles diferencias son justas. En algunas ocasiones se afir- des. El ejemplo es tomado de Roem ma que las diferencias en resultados que son ofensivas oportunidades como el conjunto de cir moralmente o "socialmente injustas", si son causadas por tan los resultados de las personas, pe diferencias en las oportunidades u oportunidades de vida de su propio esfuerzo o decisiones y,p mas allá del control del individuo, pueden ser mucho me- determinados por elementos fuera d nos cuestionables si se deben a las opciones tomadas en el esta definición conceptual, aparentem nivel de esfuerzo -por ejemplo, estudiar o trabajar fuerte- cil de hacer operativa. El recuadro 1.1 mente en lugar de disfrutar más tiempo libre- o a diferen- dos de un estudio llevado a cabo en cias en necesidades." intento de identificar empíricament En este contexto, puede ser útil definir una distinción igualdad que se puede asignar a las o en el modo en que las sociedades juzgan los resultados en- tudio resalta las dificultades metodol tre los pobres y los otros segmentos de la distribución del intuición inherente en concentrarse ingreso. Es probable lograr un consenso generalizado en oportunidades, que dan cuenta de torno a valorar fuertemente cualquier resultado que redu- ción del alto nivel de desigualdad de ce el número de personas que viven por debajo de un nivel En este informe, de un modo más de ingreso mínimo (es decir, por debajo de una línea de señalan que las oportunidades están pobreza de ingreso aceptada socialmente) y que garantiza cionadas con un conjunto de activos el acceso generalizado a, digamos, la educación básica y nas pueden utilizar, así como en un c servicios de salud y seguridad social de una calidad míni- a los cuales pueden tener acceso y las ma. Los gobiernos en el mundo han tomado una posición rodean. Por esta razón, el reporte p definida en este tema al comprometerse con los Objetivos sobre Ia distribución de activos de los de Desarrollo del Milenio como una guía de sus propias so a serviciosy mercados, y discute la acciones y las acciones de organizaciones internacionales. go de instituciones formales e inform En muchos países de la región, consultas amplias han ge- oportunidades de las personas. Los au nerado un fuerte apoyo a estos objetivos de parte de los de medidas de desigualdad para un am partidos políticos, organizaciones no gubernamentales, el tados y activos, incluyendo, entre otro sector privado y otros actores sociales. ingreso per cápita de los hogares; gas Probablemente es más difícil lograr un consenso similar sumo de loshogares; ingresos individu sobre la valoración de la igualdad de los resultados para horas trabajadas; acceso a varios ser toda la distribución. Sin embargo, puede ser más fácil, en de escolaridad; y propiedad de tierra cambio, formar grandes coaliciones a favor del concepto Los autores no intentan clasificar, de igualdad de oportunidades, incluso si tal concepto sig- educativo como un activo o un resultad nifica cosas diferentes para diferentes personas y es más pertenece a ambas clasificaciones. La difícil de poner en práctica (ver más adelante). En diferen- salud, afecta la productividad del trab tes capítulos de este informe (en especial en el capítulo 5), ción,yen consecuenciaesun activode los autores se concentran en la necesidad de construir coa- como Sen (2000) y otros han argum liciones efectivas que reúnan a los pobres, a la clase media educación también tienen valor po total del ingreso en un componente basado en la des- tancias (por ejemplo, los padres afe igualdad de oportunidades observada y un residuo. sus hijos). Para tomar en cuenta est Roemer (1998) define oportunidades como el conjunto una regresión para educación y migra de circunstancias que están más allá del control propio de circunstancias y usan una simu de un individuo. La pregunta clave es delinear qué está y para corregir por el sesgo de endoge qué no está más allá del control de un individuo. Para que asiste . Este procedimiento efe ofrecer una base para esta determinación, Bourguignon, educación y la migración como resu Ferreira y Menéndez (2003) estiman una ecuación de in- tancias y del esfuerzo. Los autores t gresos de Mincer aumentada, llevando a cabo una regre- tema de la siguiente forma: sión sobre el ingreso laboral del individuo respecto a diferentes variables: una constante, raza, nivel escolar de In w. = C a + E los padres (promedio y diferencia entre los padres) ocupa- 'E. ='co + I , ción del padre, región donde el individuo nació, años de escolaridad (lineal y al cuadrado), y una variable dummy En esta ecuación, 11)representa para el caso en el cual el individuo ha migrado en algún vector de variables circunstanciales momento de su vida. Estas regresiones se estiman sepa- vector de variables de esfuerzo obs radamente para hombres y mujeres . En ambos casos, la determinantes no observados que Desigualdad de oportunidades como una parte dela desigualdad total, 1996 Fuente: Bourguignon , Ferreira y Menéndez (2003). _"'-------------------------------_. . _._--- quierecircunstanciasng.observad á, como la .riqueza del nidades observad~ en 'Brasil en 1996 hogar, quepuedeestar presente enu y v.ta.desigual- , A pesarde'~llleun impg~antej " dad de oportunidades ooservada ,-denotal.la f>or~..,., cias (como riqueza familia~ yco . ,s bajo estossupuesios, corresponderá a las diferencias.en- o la calidad de la educación'enJa niñ tre la desigualdad de'ingreso observada y la desigualdad &explícitamente conrrolado.sla-desigu simulada cuándo las circunstanciassson iguales parasro- dades parece ser-alta en Brasil. Según 1 dos: tdl cuenta de 36-45% de.Ia desiguald c()hort~sd~\mayor¡edadYff33 ::39%pa :E-lFiste llnasllaye, Pf:ro o9s.erv~bl~:teJ~ '1 ~n la participación C!f: desigualdad~s, .g Los autores prueban diferentes especificaciones y Sll- tlll}idad~s, ,!ocuaIp · · · · · ·· · -2 · · · · ~ · · ·· · · · -4 · · · · · · · -6 · · · · -8 25 30 35 40 45 50 55 60 Coeficiente Gini Nota: Ésta es una dispersión de datos por país en la cual la elasticidad ajustada (E;) es el residuo de una regresión simple sobre el ingreso promedio de los hogares. Fuente: Bourguignon (2002), con una muestra truncada de valores empíricos de la elasticidad de - 8, +8. juntamente con mercados financieros imperfectos, limita- dad de riqueza, desigualdad de ingres rá la capacidad de los pobres de adquirir activos como tica como sigue (Ferreira 2001). La de capital humano, tierra y vivienda, que a su vez limitan sus significa que algunos niños asisten a e oportunidades futuras y la posibilidad de suavizar el con- nas, mientras que otros no tienen opc sumo ante la presencia de grandes choques sobre la eco- seen escuelaspúblicas de baja calidad. nomía. Tales efectos indirectos también reducirán el a la escuela pública entran al mercado crecimiento en general y el bienestar. de capital humano menor, de modo La segunda razón conceptual de por qué la desigualdad greso menor. Si las decisiones de g puede generar menor crecimiento tiene que ver con temas influenciadas por el ingreso, la desigua de economía política. En sociedades en las cuales hay un se genera por grandes desigualdades alto grado de concentración de poder y riqueza, las élites resultados políticos en los cuales una pueden tener mayor margen para seleccionar estrategias cada y más rica bloquea los votos po que los beneficien, respecto a los grupos de ingreso medio ción de escuelas públicas. y bajo. En la literatura económica, esto se ha desarrollado Los autores muestran que existen en términos de la relación entre las fallas del mercado de en este sistema, con sociedades dond crédito (discutidas previamente) que pueden remediarse riqueza inicial es menor, que ter mediante una política pública efectiva. Los costos priva- igualitarias que aquellas donde los dos de la educación, por ejemplo, pueden ser reducidos desigualdad son más altos. Adicion considerablemente (aunque nunca eliminados) mediante en el régimen político que genera u diferentes acciones gubernamentales, como la oferta de del ingreso sobre las decisiones polític escuelas públicas gratis o caminos en buen estado, y un ceso de democratización real como e pítulo 5) puede llevar a un despla equilibrios en este modelo. El resu TABLA 1.1 Elasticidades teóricasde la pobreza con respecto a crecimiento cambio de un equilibrio de alta desig agregado de ingresos estar a uno que es dominante en té dad y bienestar. Crecimiento Los mecanismos mediante los cuale maneras que no sirven a los intereses d Gini tos de la población pueden ser más o PL" 0,3 0,4 0,5 0,6 que puede capturarse en estos model línea de pensamiento en la ciencia po 0,33 -3,9 -2,1 -1 ,3 -0,8 ciológica que es relevante a ciertas sec 0,50 -2,8 -1,6 -1 ,0 -0,7 0,67 -2,0 -1,2 -0,8 -0,5 te es que las élites ayudan a formar y p 1,00 -1,2 -0,8 -0,5 -0,4 institucionales que secaracterizan por d bajo nivel de rendición de cuentas y Desigualdad rrupción. Este tipo de arreglos insti Gini en lugar de ser síntoma de una evo inmadura, puede ser funcional para PL" 0,3 0,4 0,5 0,6 Mahoney 2003). Adicionalmente, en arreglos institucionales son débiles, so 0,33 5,2 3,3 2,4 2,0 0,50 2,5 1,7 1,3 1,2 sufren más, ya que los ricos pueden u 0,67 1,2 0,9 0,8 0,8 e influenciasfinancieraspara extender s 1,00 0,2 0,2 0,3 0,4 Scheinkman y Schleifer 2002). Tales pactos adversos poderosos en el creci a Línea de pobreza por la participación del Pie per cápita. Fuente: López (2003). otros aspectos del proceso de desarrol como una variable aproximada para el ingreso. El coefi- que petrolero de 1973, Rodrik (99 ciente para esta variable es estadísticamente significativo de la diferencia entre la tasa de crec y positivo, lo cual es consistente con los resultados de rante 1975-1989 y la misma tasa Alesina y Rodrik. A pesar de que Perotti (1996) usa un Encuentra un coeficiente negativo una muestra de países más grande y prueba diferentes es- variable dummy para América Lat pecificaciones, los resultados son todavía significativos. región sufrió más por este efecto ( Recientemente, este consenso emergente ha sido pues- ción posterior del crecimiento) de to en duda por Forbes (2000) a partir de analizar una nue- desarrollados o del Este de Asia. E va muestra de datos conocida como la muestra de "alta efecto desaparece (es decir, el coefi calidad" de Deininger y Squire!'. Forbes encontró una re- vo) cuando se controla por tres as lación positiva entre el rezago de la desigualdad y el creci- igualdad del ingreso en los años 70 ; miento. Sin embargo existen diferentes razones por las y la tasa de homicidios (esta últim cuales esta conclusión, aunque es importante, es una vi- una variable proxy para la prevalenc sión minoritaria en la profesión económica. Primero, como bilidad en la resolución de conflicto el mismo autor lo señala, el estudio es diferente de otros al La interpretación de este resultad considerar el efecto del rezago de la desigualdad que varía nente existencia de desigualdad en en el tiempo en lugar de un nivel fijo inicial de desigual- do se compara por ejemplo con dad. De modo que la interpretación tiene un efecto más de parcialmente culpable por el desem corto plazo. Segundo, se han presentado dudas sobre la gión en ajustarse a los severos choq base de datos usada y la técnica econométrica empleada intercambio de los años 70 . Las in (ver Aghion, Caroli y García-Peñalosa 1999). ron en capacidad de lograr una re Finalmente, otros estudios han continuado encontran- dencia de los costos de ajuste. Ente t do coeficientes significativos negativos para medición de y de cuenta corriente crecieron, sem riqueza y desigualdad de activos en regresiones de cre- las consecuentes crisis de deuda de cimiento económico. Por ejemplo, Birdsall y Londoño 8 discute la continua importancia d (997) usan un subconjunto de los datos de Deninger- relación con la desigualdad en Am Squire y concluyen (p. 35) que "la desigualdad inicial La relación entre una alta desig en la distribución de la tierra y el capital humano tie- débiles, que puede parecer tenue nen efectos claramente negativos en el crecimiento eco- presenta de un modo más reducid nómico y los efectos son casi el doble de grandes para los presenta ampliamente en los capítu pobres frente a toda la población". López (2003) usa una pítulos, surge el tema de que Amér aproximación econométrica similar a la de Forbes y los gama de áreas, caracterizada por datos de Deininger-Squire. Tomando en cuenta la natu- controladas por estructuras de po raleza simultánea de la determinación del crecimiento y aspectos tienden a llevar a niveles s la dinámica de la desigualdad, no encuentra signo alguno llo y a perpetuar ganancias desigua del efecto del crecimiento sobre la desigualdad -resultado llo que efectivamente ocurre. que se mantiene en la línea de Ravallion y Chen (997) y Volviendo por un momento al si Dallar y Kraay (2002a)-, pero encuentra evidencia esta- de tasa de homicidios en la espec dística significativa de que la desigualdad inicial reduce el importante notar que el hecho de q crecimiento. efecto de las variables de desigual Adicionalmente, parece ser que los efectos negativos de gresión de crecimiento, no es una c la alta desigualdad sobre el desarrollo económico no se res- cia entre países sugiere que la alta d tringen a la eficiencia económica y al crecimiento, aunque y significativamente asociada con la éstos sean temas de gran importancia. Una visión más lencia.'? Fajnzylber, Lederrnan y L amplia del desarrollo incluye variables diferentes al pro- cabo una regresión de tasas de ho ducto per cápita, teniendo en cuenta, por ejemplo, la ha- datos de la Organización Mundial ocurre entre efectos posibles de la desigualdad en la tasa go de este informe se refieren a América Lat de crecimiento y efectos adversos de desigualdad en la re- Belice, Guayana Francesa y Surinam. Desg ducción de la pobreza. Si la desigualdad es suficientemen- no pueden hacer declaraciones generales c te alta, los países que habrían tenido buenas posibilidades que las encuesras de hogares estaban dispon de crecimiento con un fuerte potencial de reducción de la paísesdel Caribe: República Dominicana, Jam Sin embargo, los resultados se reportan par pobreza a bajos niveles de desigualdad, experimentarán son incluidos en los promedios regionales p un crecimiento bajo o nulo en la reducción de la pobreza. no habría jusrificación esradísrica para h Ravallion (1997) calcula que cerca de un quinto de las subregión Caribe en su conjunto, basándose observaciones de datos para países en desarrollo cae en esta datos para esas tres naciones. categoría en la cual no habría reducción absoluta de po- 2. Nos referimos a promedios no pond breza. del ingreso per cápita de los hogares en 199 El balance de la evidencia es que los niveles de desigual- rir de Bourguignon y Morrison (2002). ~r estadístico. dad de ingreso y riqueza observados en América Latina 3. El coeficiente Gini es una medida e tienen las siguientes características: una distribución. Tiene un rango entre cero igualdad. Un valor de cero corresponde a pe · Son considerados injustos por la gran mayoría de la po- de uno corresponde a una distribución en la blación del continente. be todo el ingreso y las dem ás unidades no · Disminuyen el ritmo de la reducción de la pobreza en la 4. Estos datos se refieren a la encuesta región al disminuir la elasticidad del crecimiento a la bla A.22 en el apéndice estadístico. reducción de la pobreza. 5. ~r O'Donnel (1999b) para una disc baja densidad, y Méndez y otros (1999) sob · Reducen el crecimiento económico y el desarrollo en si imperio de la ley en gran parte de Améric mismo, bólico más reciente e importante en Guat · Limitan la habilidad de la región de manejar la acuerdo de paz en 1996. Sin embargo, aú volatilidad económica y empeoran la calidad de la res- dades insrirucionales y parrones de exclusi puesta macroeconómica a choques, que infortunada- (2002b), mente son muy frecuentes. 6. La mayoría de medidas utilizadas fr · Hacen más persistente el crimen violento. rura económica evalúan la dispersión de mo tos atributos deseables, conocidos como desigualdad. Para una discusión de remas de Éstas son las principales razones por las cuales un mejor 0 2000), conocimiento de la desigualdad es importante. La mayoría 7. Este informe no se concentra en un a de las personas y gobiernos en la región considera que los riada del bienestar. Para mayor inform niveles de desigualdad en América Latina son muy altos. Bourguignon y Chakravarty (2003). Les gustaría reducirlos en términos de resultados y opor- 8. Las citas en este párrafo son tomada tunidades. Adicionalmente, tal reducción ayudaría a los p. 150). planeadores de política a ser más efectivos en la lucha con- 9. La literatura en teoría de justicia soci tra la pobreza y la promoción de un desarrollo económico para una revisión reciente. más amplio. 10. ~r Norrh 1990, para un tratamien como normas y "reglas de juego", 11. ~r Heller y Mahoney (2003) para u Una visión general al informe Bourdieu (1990) para ejemplos clave, y Rao Las partes restantes del reporte se dividen en tres seccio- discusión de la "desigualdad de Agencia" d nes, una para cada objetivo presentado anteriormente. La rural. Una línea de 'trabajo relacionada en l parte 1 presenta evidencia básica sobre la desigualdad en bre la medición de la desigu aldad riene que teoría y medición de la polarización. Esto América Latina, hasta el punto que lo permiten los datos conceprual de que la evaluación individual d disponibles, en términos de evidencia sobre las diferencias cionada con las diferencias entre grupos con entre individuos y hogares (capítulo 2) y entre grupos, identifican respecto a los grupos de los cua étnicos, raciales, y de género (capítulo 3). La parte 11 pasa Esteban y Ray 1994). mayoría de funciones de bienestar. STE CAPÍTULO RESUME INFORMACIÓN DE AMÉRICA LATINA EN DIFERENTES DIMENSION un tema que en sí mismo merecería un libro. El capítulo resalta algunas de las p ticas de la desigualdad en la región para ayudar al lector a entender el nive tendencias relacionadas con este fenómeno; y para alistar la escena para los cap ....... informe, en los cuales se analizan los determinantes de la desigualdad y la redistributivas. La contraparte empírica del concepto de igualdad no es nada trivial. El punto más imp las variables para las cuales la medición de la desigualdad es un indicador de la injusticia comprende problemas teóricos y empíricos, que se discuten brevemente en la sección 2.1 La mayoría de estadísticas en este capítulo está basada en una muestra de encuest países en tres momentos de tiempo entre el período 1989-2001. Estas estadísticas y presente estudio se actualizan periódicamente con nueva 'información en el sitio de Inte econ.unlp.edu.ar/cedlas/wb>. La sección 2.2 introduce la muestra de las encuestas de h gran grupo de medidas de desigualdad para la distribución de ingreso de los hogares (aj fía), y presenta los resultados para otras dimensiones de la distribución del ingreso (es dec do, pobreza y polarización). La sección 2.3 está dedicada a identificar problemas gene medición que se encuentran típicamente en las encuestas de hogares y a evaluar el impac la habilidad de medición, y en consecuencia del entendimiento de la desigualdad. La sección 2.4 presenta los resultados de la sección 2.2 ción política, víctimás de crimen y desde una perspectiva internacional al comparar la des- cos (por ejemplo, la oferta de agua igualdad en América Latina frente a otras regiones en el la sección 2.7 ofrece las conclusione mundo . Este análisisse basa en estudios recientes que han dado forma a grandes bases de datos con información so- 2.1 Algunos elementos concep bre desigualdad para diferentes países. Como se discutió en el capítulo 1 El ingreso per cápita de los hogares se deriva de tres confianza que la mayoría de las pers componentes principales: remuneración de activos (inclu- hacia la justicia social y asocia el co yendo trabajo y capital humano), transferencias financie- cierto tipo de desigualdad. Las difer ras y las características demográficas del hogar. La sección el momento de definir lasvariables c 2.5 estudia las estadísticas de desigualdad sobre estas tres importantes para generar igualdad e variables calculadas de la muestra de encuestas de hogares el objetivo de tener una sociedad y está basada en recientes estudios de otros autores. opción para tomar está entre result La sección 2.6 va más allá de la distribución del ingreso ¿Debemosintentar reducir lasdifere para presentar información sobre la distribución de algu- ejemplo, ingreso o nivel de consumo nos bienes y servicios que son de especial preocupación zar igualdad de oportunidades para para las personas. La mayor parte de la sección se concen- resultados? Muchos autores han dis tra en evidencia de desigualdad en asistencia escolar y gunda alternativa.I Según esta vis movilidad educativa, aunque también se presentan y dis- debe ser una preocupación social si cuten estadísticas sobre desigualdad en salud, representa- sonas sujetas a las mismas restriccio ceptuales y en particular, relacionadas con los datos, que mismo ingreso) . restringen la comparaci ón de estándares de vida a perío- Adicionalmente al análisis de ingr dos de tiempo mucho más cortos que toda la vida de un desigualdad de consumo, la literatura individuo. Como resultado, las encuestas usualmente cap- de desigualdad refleja cada vez más u turan dimensiones de bienestar para períodos no mayo- pecto a otras variables (por ejemplo, res de un año. servicios de salud, y representación p Al interior del grupo de variables usualmente medidas argumentos detrás de esta preocupaci en una encuesta de hogares, el consumo es generalmente la que el bienestar individual depende considerado como la medida general preferida para aproxi- del consumo de bienes y servicios, inc mar el estándar de vida.? Tiene tres ventajas principales salud, seguridad ante el crimen y la sobre su principal competidor, el ingreso de los hogares. libertad y respeto por los derechos hu Primero, si las personas pueden pedir prestado y ofrecer en gia analítica posible es intentar valo préstamo dinero (como efectivamente ocurre al menos en términos monetarios, adicionándolos pequeñas cantidades, por períodos de tiempo corto y en sumo y medir la desigualdad sólo pa mercados informales), el consumo está asociado más de aproximación menos ambiciosa es me cerca con el bienestar del individuo que el ingreso.' Se- diferentes variables sin intentar agreg gundo, el problema de subregistro es usualmente menos Un segundo argumento afirma qu severo en consumo que en ingreso. Tercero, la mayoría de nen una particular preocupación con la las encuestas presenta el ingreso bruto en lugar del ingreso tas variables, como el consumo de después de impuestos, a pesar de que este último es un educación y servicios de salud . Inclus indicador más relevante de bienestar y refleja mejor el ni- incluyen en el cálculo del consumo t vel de consumo. mentos normativos para la evaluación El consumo puede estimarse en encuestas de hogares igualdad en cada variable. Para cont llevadas a cabo en cada país. En particular, el proyecto del de estos argumentos, la sección 2.6 Banco Mundial de Encuestas de Medición de Calidad de sobre la distribución de matrícula esc Vida (LSMS, por sus iniciales en inglés) usa cuestionarios cios de salud, representación política diseñados para medir el consumo, o al menos el gasto. tura de algunos servicios sociales bási Infortunadamente, las encuestas de consumo no son co- Existe un gran interés en medir la d munes en América Latina. La gran mayoría de países en la individuos. Sin embargo, los individu región lleva a cabo encuestas sin preguntas relacionadas en hogares y comparten un presupue con el consumo o el gasto. En nuestra muestra de 20 paí- cho implica que el bienestar del indiv ses, sólo en cinco existía un mínimo de dos encuestas de recursos disponibles, el tamaño y la gasto llevadas a cabo en la última década. mas de distribución de los recursos al Por esta razón, la medición de injusticia en América res. El indicador más comúnmente Latina ha estado asociada principalmente con la medición individual es el ingreso per c ápita de de la desigualdad en la distribución del ingreso de los ho- el ingreso total del hogar dividido por gares. A pesar de que este estudio incluye información so- nas en el hogar. A pesar de que es u bre otras variables, trabaja en gran medida en esta tradición. mente usada, ignora tres factores relev El supuesto implícito es que el ingreso corriente de los de escala relacionadas con el consum hogares, medido en las encuestas de hogares, está alta- gar, que pueden, por ejemplo, permiti mente correlacionado con las oportunidades individuales con menos que el doble del presupu y estándares de vida intertemporales. A pesar de que estas que vive sola; (2) diferencias en necesi correlaciones son, con seguridad, positivas y probablemente viduos que son una función de la eda altas, es difícil conocer qué tan distorsionada es la imagen diferencias están detrás de los ajuste que surge de la información de ingreso de las encuestas de mente por adultos equivalentes); y hogar en comparación con la realidad. desigual de recursos al interior del ho limitaciones conceptuales y relacionadas con los datos, encuestas tienen preguntas específi hemos medido la desigualdad en la distribución del ingre- ingreso laboral y casi todas cubren t so de los hogares, ajustado por demografía y complemen- laborales (es decir, ingreso de capi tado estas estadísticas con indicadores de desigualdad en dad, utilidades y transferencias), a p la distribución de otra dimensión de bienestar. A pesar de cuanto al detalle de las preguntas que las limitaciones de esta aproximación son evidentes, separar las fuentes de ingreso no lab los autores creen que las estadísticas ofrecidas en este capí- incluyen preguntas relacionadas con tulo son útiles para ayudar a caracterizar y entender la in- y la renta implícita por vivienda pro justicia social en la región. en la tabla. La mayoría de las encuestas se ob 2.2 Desigualdad deingresos y lo que sigue grama de Mejoramiento de Encuest A pesar de las dificultades asociadas con las encuestas de diciones de Vida en América Latina hogares, son la fuente más creíble y apropiada para el aná- conjunto del Banco Interamericano lisis de distribución. Para este informe se preparó un con- el Banco Mundial y la Comisión d junto de encuestas de hogares para la mayoría de países de para América Latina y el Caribe (C América Latina desde 1989. Inicialmente presentamos la promueve mejorar la recolección, o muestra, después se presentan estadísticas básicas de des- de encuestas de hogares en la región igualdad y se discuten las limitaciones de los datos . En el das en este capítulo hacen parte de apéndice estadístico se presenta un conjunto de tablas so- hecho, éstas tienen información má bre las encuestas de hogares y otras fuentes que son la base yen preguntas sobre los servicios so para la siguiente discusión. Este estudio no es el primero en a en América Latina a partir de encues Los datos (1994) YMorley (2001) de la Cepal, Los autores lograron ensamblar una base de datos que con- del Banco mundial y,en particular, S tiene 52 encuestas de hogares cubriendo el período 1989- (2000 y 2001) del BID han reunid 2001. La muestra cubre aproximadamente 3,6 millones cuestas de hogares para analizar la d de personas encuestadas en 20 países: Argentina, Bolivia, en la regi ón.' Comparada con esto Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominica- actual cubre más países, ofrece ma na, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica, algunos países (principalmente Arg México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Trinidad y cuestas para los años 2000 y 2001. Tobago, Uruguay y República Bolivariana de Venezuela. presenta un grupo de estadísticas m La muestra es representativa para gran parte de América y en el tiempo que están relaciona Latina, pero sólo parcialmente de los países del Caribe, mensiones de la desigualdad (es dec que no llevan a cabo o no publican permanentemente las de los hogares) y con la desigualdad encuestas de hogares.' variables demográficas y socioeconó Para la mayoría de países, la muestra contiene tres ob- Los autores hicieron todo el esfue servaciones correspondientes a principios de los años 90, que las estadísticas fuesen comparab mediados de los años 90, y finales de los años 90, 2000 o el paso del tiempo, al usar definicio 2001. En cada período, la muestra representa más del 92% variables en cada país y año y al ap de la población total de la región. Todas las encuestas de tentes en el procesamiento de los d hogares incluidas en la muestra son representativas a nivel es posible asegurar la comparabilid nacional. Las excepciones son Argentina y Uruguay, don- cobertura y los cuestionarios usados de las encuestas sólo cubren a residentes urbanos, pero re- ren entre países y frecuentemente ta presentan el 85% de la población total en ambos países." Se agregaron tres modos de aliv Todas las encuestas incluyen un conjunto básico de varia- comparabilidad. Primero, cuando s bles demográficas, educativas, laborales y de ingrcs, a ni- r:tmbios en la metodología o en la tan las particularidades de cada encuesta que pueden ha- mientras que la participación del 1 cer difícil las comparaciones entre países o entre años. (La siempre mayor que el 30%. La parte mayor parte de esta información está disponible en el sitio 2.1 muestra la distribución del ingre de Internet de este estudio. Los lectores interesados en los tres economías más grandes de la reg detalles técnicos pueden visitar el sitio). A pesar de que se sil y México. En estos tres países, la d han hecho todos los esfuerzos posibles para limpiar los da- so ha aumentado lentamente a una tos y presentar estadísticas consistentes, el lector interesa- puntos porcentuales entre deciles do en un país en especial debe consultar la literatura mayor parte de la distribución. Las di específica para cada país. son mayores en el cuarto superior de cialmente entre los deciles 9 y 10. E Desigualdad del ingreso en los años 90 es superior a 20 puntos porcentuales Esta sección usa los datos para estudiar la desigualdad del de 30 en Brasil. ingreso entre países y entre años. Inicialmente estudia la La desigualdad es más baja en Arg distribución más analizada en América Latina: la distribu- tribución del ingreso para cada uno ción del ingreso disponible per cápita de los hogares para mayor qu e en las otras dos econom todos los individuos de la población. En los cálculos se usan mente, la participación del decil m ponderadores de la población y las observaciones faltanres comparación entre Brasil y México o de ingreso cero se descartan. Siguiendo la práctica de las participación en el ingreso de cada u ent idades de estadística nacionales, los autores usan una más pobres es mayor en México, im definición amplia de hogar, pero excluyen a los sirvientes y igualdad. El segundo panel de la figu arrendatarios y a sus familias. Para los casos en que estaba lisis para tres economías de Centroa disponible, se tuvo en cuenta el ingreso monetario como el la economía más desigual de las tres no monetario. Aunque la mayoría de fuentes de ingresos Rica es la más igualitaria ent re las d se incluyen (es decir, trabajo, capital, utilidades, rentas por La columna (xi) de la tabl a A.2 propiedad y transferencias), se ignoran algunos puntos ingreso entre el individuo promedio potencialmente relevantes (por ejemplo, la renta implícita la persona típica del decil inferior. E de propiedad de vivienda, regalos en especie y transferen- para Uruguay (en 1989) hasta valor cias gubernamentales en especie). Las estimaciones de al- diferentes países. En la columna (xii gunas de estas variables están disponibles sólo para algunas dividuos en los extremos exteriores d encuestas y son de dudosa calidad. los más pobres del decil superior son El concepto relevante para el análisis de bienestar es el más ricos del decil inferior. Las raz ingreso neto en lugar del ingreso bruto. En las encuestas mucho más pequeñas que en la colu de hogares de la región, algunas fuentes de ingreso se re- cho determinado por la presencia d portan generalmente después de impuestos laborales y so- duos con ingresos de hogar extre bre el ingreso (por ejemplo, ingresos de trabajadores comparados aun con los ingresos de asalariados), mientras que otras no (por ejemplo, ingresos nas en el decil superior.11 Existe el de profesionales no salari ados o ingreso de capital). América Latina la distribución está ca Adicionalmente, las transferencias en efectivo se reportan des diferencias entre los ricos y la cl en las encuestas, pero el valor de las transferencias guber- trar estas diferencias más de cerca, l namentales en especie (como la oferta de educación o ser- tabla A.2 presenta la razón de ingre vicios de salud) es ignorado. Estas diferencias en el manejo localizada en el percentil 95 y u requieren de un análisis detallado de la incidencia distri- percentil 80. butiva de los impuestos y del gasto público. Infortunada- Para ilustrar la longitud de la "co mente este análisis pocas veces se hace continuamente, ya tribución, la figura 2.2 muestra un que representa importantes retos teóricos y demanda in- tribución del ingreso per cápita de l formación quena está típicamente disponible en las en- para 2000, ignorando el 1% más ric 2 3 4 5 6 7 8 9 10 2 3 4 5 6 7 Decil Decil Nota : Datos de Argentina (2001) , México (2000) y Brasil (2001). Nota: Datos de Costa Rica (2000), El Salvador (2 Fuente: Cálculo de los autores , basado en información por individuos de las encuestas de hogares . mayoría de las personas se concentra en el primer cuarto panel de la figura A.1. Argentina h de la línea de ingreso . Incluir el 1% más rico de la pobla- mucho el salto más grande (7,7 pu ción, haría que la figura fuese ilegible, ya que la mayor 1992 y 2001).15 Sigue Venezuela co parte de la población estaría concentrada en un segmento puntos en el Gini ." La distribución pequeño muy cercano al origen. ha pasado a ser más desigual en -Bo En la literatura académica, se prefieren mediciones más Perú, Uruguay y posiblemente Para sofisticadas de desigualdad respecto a simples estadísticas hace una discusión del caso Paragu sobre participación y razones de ingreso . La tabla A.3 pre- experimentado un cambio significat senta un conjunto de índices usados comúnmente: coefi- Brasil es el único país de Suramérica ciente de Gini , índice de Theil, coeficiente de variación, una reducción clara de la desiguald índice de Atkinson e índice de entropía generalizada con pesar de que este cambio ha sido lo diferentes par ámetros." Todos los índices están diseñados queño para no cambiar la posición d para que aumenten a medida que la distribución es más con mayor desigualdad en la región desigual. De lejos, el indicador más usado es el coeficiente países para los cuales había informa de Gini, que en la muestra toma valores entre 42,2 para (Guatemala presenta mayor desigua Uruguay en 1989 y 61,2 para Brasil en 1990. 13 gunas medidas para finales de la dé Aunque es usado ampliamente, el ingreso per cápita de formación adicional para períodos pr los hogares no es el mejor indicador disponible para medir estos resultados es concordante con lo el bienestar individual a partir de ingreso del hogar, por- estudios para el período 1990-1999 ( que ignora economías de escala en los hogares y necesida- 2001, y Wodon y otros 2000). Sin em des diferentes por rangos de edad. El ingreso del hogar no prestan suficiente atención a los hecho equivalente por individuos se define como el ingreso tes en la distribución para la región: rotal del hogar dividido por (A +a1· K¡ + a 2 K/, don- · desigualdad en Argentina y la mejo de A es el número de adultos K¡ el número de niños meno- en Brasil. res a 5 años, y K el número de niños entre 6 y 14 años de En América Central y el Caribe, 2 edad. Los parámetros a permiten asignar diferentes pon- más modestos (versegundo panel de deraciones para los adultos y los niños, eregula el grado tribución del ingreso se ha mantenid de economías de escala del hogar. Siguiendo a Deaton y Nicaragua y Panamá y ha pasado a se Zaidi (2002), se aplican valores intermedios para a (al = ras y un poco más desigual en Costa 0,5 y a = 0,75) y un valor más bien alto para e(0,9) Losíndicesde desigualdad bajaron en M 2 como punto de referencia. ¡4 Las estadísticas para ingreso aunque no lo suficiente para confirm equivalente por hogar se presentan en las tablas AA y A.5. mente significativa en términos esta La tabla A.6, que reproduce el coeficiente de Gini para lante para una presentación de este esta distribución en todos los países de la muestra, es la inicial por parte del gobierno de Méx fuente básica para los figuras A.2, A.3 y AA. año 2002 señala una reducción adici La desigualdad ha aumentado en la mayoría de los paí- igualdad, pero la encuesta no estuvo ses de Suramérica durante la última década (ver el primer para incluirla en el análisis de este in Fuente: Cálculo de los autores, basado en información por individuos de las encuestas ENIG (2000). La evaluación de los patrones de desigualdad es bas- yendo Argentina, Costa Rica, posibl tante robusta respecto a las medidas de desigualdad se- y República Bolivariana de Venez leccionadas. Es interesante notar, sin embargo, que la alta desigualdad; y (3) Brasil, que se participación de los deciles más pobres ha aumentado cativamente más desigual que el res significativamente sólo en Brasil y Panamá, mientras que después, las diferencias entre los gru se ha reducido en la mayor parte de las economías de la Parece haberse presentado cierto tip región. Del mismo modo, el índice de Atkinson con un los niveles de desigualdad. La fi parámetro de aversión a la desigualdad de 2 (ver columna convergencia en distribución para l (vi) en las tablas A.3 y A.5) que otorga una mayor grandes de la región. Y a pesar de ponderación para cambios que afectan a los individuos diferentes, la distribución del ingres más pobres que el coeficiente Gini, genera una idea algo co y Brasil se ha hecho rápidamente más pesimista de los cambios en la distribución de la ma década. región. Una década de cambios diferencia Debemos anotar que los países con menor desigualdad en la ordenación de desigualdad po en promedio han tenido un peor desempeño que los países Argentina subió en la escalera de la más desiguales. Mientras que la distribución ha pasado a dose al grupo de desigualdad media ser más desigual en Argentina, Uruguay y República también subieron en el orden; y C Bolivariana de Venezuela (tres países con baja desigual- Honduras bajaron. A pesar de tener dad), no ha cambiado o ha pasado a ser más igualitaria en de en la desigualdad en la última dé Brasil, Colombia, México y Panamá (cuatro economías con ne en el tope de la lista de estos paí desigualdad alta y mediana). La desviación estándar de la Como resultado de los cambios ob distribución de los coeficientes Gini en la región cayó de Gini promedio entre países aument un modo importante en la última década, de 6,1 a 4,6. el período (de 50,1 a 51,4). El pro Aunque América Latina tradicionalmente ha sido muy población, sin embargo, muestra u homogénea comparada con otras regiones del mundo, en (de 51,9 a 51,5) gracias al desempe los últimos 10 años lo ha sido aún más en términos de la México y la estabilidad de Colomb distribución. mayor población de la región. La figura 2.3 ilustra este hecho. A principios de los años La tabla A.7 presenta el coeficien 90 los países caían en tres grupos: (1) aquellos con baja bución de ingreso de los hogares d desigualdad (respecto a los estándares de la región), inclu- escalas alternativas. En las columna .11 45 Fuente: Cálculo de los autores , basado en información por individuos de las encuestas de hogares. la distribución de la población urbana y rural, cuando hay usan diferentes variables de ingreso información disponible. En algunos países la desigualdad resultados se mantienen bastante rob es más alta en las ciudades, mientras que en otros es más cambios metodológicos. alta en áreas rurales. Sin embargo, en la mayoría de países las diferencias en desigualdad entre áreas urbanas y rura- les parecen ser menores. Las encuestas de hogares usual- Una breve historia de la desiguald mente no capruran apropiadamente el ingreso no laboral en América Latina desde los años y no monetario. Las columnas (ix) a (xii) presentan los co- Esta sección combina información de eficientes de Gini para la distribución de ingreso per cápita para este informe con la evidencia de los hogares, incluyendo como fuente de ingreso sólo el décadas anteriores para ofrecer una ingreso laboral, ingreso monetario, ingreso laboral mone- tendencias en la desigualdad del ingre tario e ingreso laboral monetario en áreas urbanas. Estas tunadamente, la imagen de este tem son las variables de ingreso de los hogares más homogé- más difusa a medida que se retroce neas para hacer comparación entre los países. épocas tan recientes como en los año Según algunos investigadores, la desigualdad sólo tiene no llevaban a cabo encuestas nacional importancia normativa para las variables de distribución encuesta de hogares. De hecho, sólo que están más allá del control de los individuos. Esta idea da Guerra Mundial los países alrededo puede indicar, por ejemplo, cierta preocupación sobre la zaron a llevar a cabo encuestas de h distribución del ingreso total de los hogares y no el ingreso estadísticas de desigualdad de un mod ajustado por demografía, ya que las decisiones de fertili- y algunos países del Caribe (incluyend dad (en su mayoría) están bajo el control de los individuos. Jamaica y Trinidad y Tobago) fuero Sin juzgar la validez de este argumento, la columna (xiii) región en participar en esta tendenci muestra el coeficiente Gini para la distribución del ingreso Sólo México ha continuado con un total de los hogares. Finalmente la tabla A.7 presenta el co de encuesta de ingreso y gasto en coeficiente Gini para la distribución equivalente de ingre- dísticas disponibles para este país mue so de los hogares para personas en ciertos rangos de edad, suave en la desigualdad del ingreso con el objetivo de controlar por factores relacionados con primera mitad de los años 60 (Félix el ciclo de vida. Altimir 1996b). Existe alguna evidenc La mayor parte de los resultados cualitativos relaciona- dad ha aumentado también en algun dos con tendencias de desigualdad y comparaciones entre en donde se hicieron disponibles esta países no varía significativamente cuando se consideran tribución en los años 60 (como en Bra algunas de las distribuciones de la tabla A.7 en lugar de la y Uruguay)." distribución del ingreso per cápita o el ingreso equivalente La mayoría de países consolidó o in presentado en las tablas A.3 y A.5. Existen ciertos cam- hogares en los años 70, de modo que bios en la ordenación y en la tendencia a medida que se desigualdad del ingreso en esta déc Bolivariana de Venezuela) experimentaron cambios hacia "tormenta" pareció terminar en lo la igualación, mientras que otros mostraron distribuciones Litchfield 1999), no hay signos de r estables. La década de los SO fue una "década perdida" en tribución; de hecho, las medidas de d términos de distribución, así como en términos de creci- ron levemente durante la última dé miento. La mayor parte de los países sufrió fuertes incre- otros 2001). mentos en el nivel de desigualdad del ingreso. En cerca de Brasilha sido tradicionalmente la e la mitad la desigualdad continuó aumentando en los años de la región. La economía brasileña 90, a pesar de que en la mayoría de los casos lo hizo a un mento importante en la desigualdad ritmo más lento. Como resultado del patrón descrito, la años SO (Ferreira y Litchfield 1996), p mayoría de países en la región tiene en la actualidad una desigualdad se ha estabilizado e inclus distribución del ingreso más desigual que la que tenía al- (Neri y Camargo 1999). Como se me rededor de 1970, y muy posiblemente que la registrada se ha identificado una caída en la desi en ellos al final de la Segunda Guerra Mundial. Hay algu- Brasil durante la última década. nas excepciones, pero para la mayor parte de los países Debido al limitado número y nat latinoamericanos, los cambios económicos de la segunda las encuestas de hogares la informac mitad del siglo han ido en contra de la igualdad. ción en Bolivia y Paraguay antes de La evidencia anterior se refiere a países en la región cuan- 90 es escasa. La desigualdad parece h do se comparan separadamente. Londoño y Székely (2000) ramente en Bolivia durante los años calculan los indicadores de desigualdad para la región como firmado por otros estudios (Morley un todo al calcular una curva de Lorenz usando los Paraguay no tuvo una encuesta de h percentiles de cada país. Ellos concluyen que la desigual- hasta mediados de los años 90. Con dad cayó en los años 70, aumentó en los años SO y aumen- cierta idea sobre la evolución de la de tó un poco más en la primera mitad de los años 90. La del estudio calcularon el coeficiente razón entre el ingreso promedio del quintil superior e infe- 1990 y 1995, usando sólo datos par rior pasó de 22,9 en 1970 a IS,O en 19S2, retrocedió a na de Asunción; el resultado fue un i 22,9 en 1991, y luego pasó a 24,4 en 1995. Londoño y ble en la desigualdad.21 La desigualda Székely (2000) también concluyen que tanto el nivel como durante la segunda mitad de los años el cambio de la desigualdad se deben principalmente a di- que posiblemente no lo suficiente p ferencias al interior de los países en lugar de entre países. cremento de la primera mitad.P De hecho, en los últimos 20 años se ha presentado una La distribución del ingreso en lenta convergencia en el ingreso per cápita entre los países Bolivarianade Venezuela se tornó más de la región. Consecuentemente, el incremento en la des- 70 y más desigual en los años SO. igualdad regional se debe exclusivamente a cambios con- presentó una recuperación en las pé tra la igualdad en la distribución del ingreso al interior de de los años SO;la desigualdad contin los países. República Bolivariana de Venezuela Después de describir los principales cambios en la re- lombia fue estable (ver también Oc gión como un todo, el resto de esta sección está dedicado a Székely 2001). En Perú, aunque no presentar una mirada amplia de los patrones de desigual- que la distribución del ingreso pasó dad por país. los años 70 y SO, los datos para los La desigualdad ha aumentado dramáticamente en Ar- movimiento significativo hacia una gentina durante las últimás tres d écadas.'? El coeficiente del ingreso. Los esrudios que utilizan Gini para la distribución del ingreso per cápira de los ho- presentan resultados similares. La d gares en el área del Gran Buenos Aires aumentó de 34,5 ber pasado a ser un poco más desigu en 1974 a 53,S en 2002 (Cedlas 2003). Incluso si se igno- nos en la segunda mitad de los años ran las observaciones para los recientes años de crisis, la La distribución del ingreso en M tendencia creciente es notable. Ningún otro país de Amé- diferentes direcciones en las tres últim años 90 , Costa Rica es uno de los países con mayor igual- considera que la distribución actual de dad de la región (ver también Trejas 1999). La desigualdad ses es "injusta" o "muy injusta" (ver fig es mucho más alta en los otros países de Centroamérica. La correlación entre el nivel de des La evidencia sugiere que no hay cambios significativos en medida por el coeficiente Gini para la la desigualdad en Nicaragua, registra una caída en Hondu- greso equivalente de los hogares y la ras y un pequeño aumento en El Salvador durante los años puestas de "muy injusto" (o la suma de 90. Sólo existe una encuesta de hogares para Guatemala, injusto") es positiva pero sólo margin desde donde se concluye que el país tiene una de las mayo- va. La relación incondicional entre el c res desigualdades de la región. te Gini durante los años 90 y la percep Aunque en algún momento las encuestas de hogares distribución del ingreso parece ser no eran empleadas más frecuentemente en los países del Ca- ribe, en la actualidad son escasas. Esto hace que el Igualdad en el consumo moniroreo de la situación social y el diseño de políticas de Como se discutió en la sección 2.1, el reducción de la pobreza en la región sean mucho más difí- gares es una mejor medida de biene ciles. Para un puñado de países donde hay información dis- Infortunadamente, sólo algunos paíse ponible, se pueden discernir algunas tendencias. Durante a cabo encuestas sobre gasto de un mo los años 70 y 80, la desigualdad aumentó enlas Bahamas y parte de ellos siendo parte del proyec bajó en Trinidady Tobago, según Fields (1989) y el Wor/d dial de Medición de Condiciones de V Institutefor Deuelopment Economics Research (Wider) (2000). iniciales en inglés). Sólo Ecuador, Ja Algunos estudios presentan incrementos moderados en la México y Perú han llevado a cabo m desigualdad en República Dominicana (Hausman y sobre gasto en la última d écada." L Rigobón 1993). La distribución del ingreso se ha manteni- igualdad que pueden definirse con e do estable enJamaica en la última década, como lo mues- difieren significativamente del presen tran éste y otros estudios (Chen, Datt y Ravallion 1995, usando datos de ingreso (Wider 2000) World Bank 1999). La desigualdad en el Caribe parece los niveles de desigualdad son mucho haber sido siempre mucho más baja que en el resto de calcula para la distribución de gasto, América Latina. tienden a suavizar su consumo cuand Es tentador justificar los patrones de desigualdad con perfiles de ingreso más volátiles. Sin em una explicación simple, por ejemplo, al utilizar algunas en el tiempo son similares: la desigual variables macroeconómicas. La desigualdad decreció en los Perú, probablemente también en Ecua años 70 durante un tiempo de relativa prosperidad econó- nido aproximadamente constante en mica y aumentó durante la "década perdida" de los años Nicaragua.26 80. Según esta visión simple, la recuperación de los años 90 debió haber generado importantes mejorías en la dis- Otras dimensiones de la distribució tribución. Sin embargo no hay evidencia de que esto haya ocurrido, Por supuesto, muchos cambios que ocurrieron La desigualdad es sólo una de las dime bución del ingreso. Esta sección consid en los años 90 pueden señalarse como culpables de la falta dimensiones adicionales relevantes: p de mejorías en la distribución, pero su consideración gene- raría unas explicaciones más complejas. Un signo de esta tar -agregado y pobreza. complejidad son los múltiples patrones de distribución entre países relativamente homogéneos que resultan de la Polarización evidencia ofrecida en este capítulo. (Una discusión de los La noción de polarización se refiere a determinantes de la desigualdad en la región se hace en la lativamente homogéneas de hogares parte II de este reporte). identifican entre ellos y son antagonis ¿Son altos los niveles de desigualdad en la distribución pos o enajenadas de éstos. Un caso de del ingreso de la región? La respuesta parece ser "sí", sin ma en términos de ingreso sería uno e valioso anotar que la polarización puede aumentarse cuando debe evaluarse sólo al considerar la desigualdad se reduce (y viceversa). Por ejemplo, algu- igualdad, el error contrario de sólo nas transferencias de la clase media a los pobres y a los promedio -que es muy común en o ricos pueden generar menor desigualdad y mayor polari- nomía- debe evitarse también. El in zación (verEsteban y Ray 1994). Así, el análisis de la pola- aumentar pero la desigualdad pu rización del ingreso es complementario al de la desigualdad modo tal que algunas personas su del ingreso. su ingreso real, lo cual se puede trad Para la muestra de encuestas de hogares, los autores negativa del desempeño general de computaron dos índices de bipolarización para cada país y gunos juicios de valor. año: el índice de Wolfson, que divide la distribución por la La tabla A.14 presenta medidas mediana del ingreso, y el índice de Esteban, Gradín y Ray los países en la muestra que tienen (EGR) 1999, que define el punto óptimo de corte para el ción. Cada columna muestra el va ingreso. La tabla A.10 muestra los resultados de estas bienestar agregado para un país y u medidas de bipolarización, conjuntamente con el coeficiente sido reescalados para hacer que la p Gini, para la distribución del ingreso per cápita de los ho- cada país sea igual a 100. Se consi gares y el ingreso equivalente de los hogares. de bienestar social. La primera usa Así como ocurrió con las medidas de desigualdad, la la población; según este juicio de v polarización aumentó en varios países de Suramérica, y se irrelevante. En las columnas (ii) a ( mantuvo estable en Centroamérica, República Dominica- lizan tres funciones ampliamente u na y Jamaica. Argentina, Bolivia, Uruguay y Venezuela de la desigualdad." En el primer p presentaron los incrementos más grandes en polarización. no bruto (PIB) real per cápita de la Entre los países que presentaron una reducción en las me- toma como la medida de ingreso p didas de bipolarización, hay casos en los cuales la desigual- con el índice de desigualdad mostra dad aumentó, por ejemplo en Chile {nótese que en las tablas el objetivo de obtener estimadores A.2 y A.4 la participación del decil superior aumentó de bienestar agregado según difere significativamente en Chile en la última década, haciendo Por diferentes razones, el ingreso p que las medidas de desigualdad aumentaran). de hogares es diferente de las estim Entre los principales perdedores de los cambios de dis- nacionales, de modo que en el seg tribución en los años 90 están las personas en los deciles 7 A.14 se repite el ejercicio usando la a 9, es decir, las personas consideradas por las medidas de encuestas de hogares." bipolarización como pertenecientes a la misma "clase" de Gran parte de las economías lati los ganadores en el decil superior. Este hecho debilita la crecer durante los años 90, pero en medición de "identificación" al interior del grupo de in- del ingreso pasó a ser más desigual greso superior, y a su vez hace que la medida de bipola- neró resultados ambiguos en el bie rización caiga. Entre 1995 y 1999, Paraguay mostró un gunos casos. En todas las diez econo patrón contrario: la participación del decil superior bajó, figura A.3, el PIB per cápita aumen mientras que la participación de los deciles 7-9 aumentó Sin embargo en Perú y Venezuela, significativamente, implicando una reducción en la des- lor que asignan más peso a los i igualdad pero un incremento en la bipolarización deter- (Atk(2) en la figura 2.4), el bienes minada por una identificación más fuerte al interior,del que en otros, como El Salvador y U grupo de ingreso alto." bienestar fue mucho más pequeño Las teorías de polarización en economía enfatizan la PIB. En Argentina el contraste es m importancia de diferencias basadas en grupos. Por supues- del incremento de 11% en el PIB to que existe una tradición mucho más fuerte de análisis las cuentas nacionales entre 1992 y de grupos en otras disciplinas sociales. Los temas de clase gado bajo según todos los juicios de social se discuten en el recuadro 2.1, Ylas diferencias entre cálculos que no descuidan los elem cos y estado de salud- deben considerarse también como notable en el resto del país, tomó lug argumentos para el bienestar individual. Un estudio com- do de crecimiento del ingreso per cá pleto de bienestar incluyendo estos aspectos esta por fuera otro caso donde a pesar del crecimien del alcance del estudio. Sin embargo, la sección 2.5 pre- incremento en la desigualdad empujó senta estadísticas sobre la distribución de algunas varia- hacia arriba. bles que pueden, posiblemente, influenciar la utilidad. La figura AA, construida a partir d (2001), muestra la razón de headcount Pobreza países en la región a partir de la línea A pesar de que la desigualdad y la pobreza son conceptos por día (ajustado por las diferencias e diferentes están fuertemente relacionados. Los cambios en vo de la moneda entre países) a finale la pobreza relacionados con el ingreso pueden pensarse países con ingreso alto y desigualdad como el resultado de cambios en el ingreso promedio y la como Uruguay, Venezuela y Argenti desigualdad. Por ejemplo, una economía creciente con ni- lativamente bajos de pobreza. Chile se veles estables de desigualdad terminaría reduciendo el recientemente por su crecimiento ec número de personas cuyo ingreso está por debajo de una ser un país con alta desigualdad. De línea de pobreza absoluta. De hecho, la importante reduc- de bajo ingreso con alta desigualda ción de la pobreza en América Latina en los años 70 se Salvador, Guatemala, Honduras, Ni alimentó de economías crecientes con niveles estables o tienen niveles de pobreza muy altos. más equitativos de distribución. La historia en los años 80 es exactamente la opuesta: la caída del ingreso y una dis- 2.3Asuntos de medición y limita tribución más desigual se combinaron para generar un in- de los datos cremento tangible en las estadísticas de pobreza. Los años A pesar de que las encuestas de hogar 90 nuevamente muestran una combinación diferente: a apropiada de información para el an pesar de cambios en contra de la igualdad en la distribu- ción, tienen muchas limitaciones. Es ción del ingreso, la fuerte recuperación de diferentes eco- plícitas estas limitaciones para asegur nomías latinoamericanas generó una reducción en los sean interpretadas con cuidado y par indicadores de pobreza para la región como un todo y en corregir y mejorar en el futuro. Pese q gran parte de los países (ver Wodon y otros 2000 y 2001, las limitaciones están presentes en t Székely 2001 Y Sala-i-Martin 2002). En general, en las son de particular importancia en Am últimas tres décadas la región ha presentado una reduc- bablemente la principal diferencia en ción importante en la incidencia de la pobreza." la región y de otras partes menos desa La tabla A.15 resume parte de la gran cantidad de lite- es la falta de cuestionarios basados en ratura en indicadores de pobreza de la región.l" Debemos ría de los países de América Latina. C enfatizar que las mediciones de pobreza son muy sensibles sección 2.1, el gasto es una mejor me a los supuestos implícitos y explícitos hechos por los inves- vida que el ingreso, especialmente e tigadores (Székely y otros 2000). De modo que es impor- rrolladas. La extensión de preguntas tante ser cuidadoso al comparar los resultados obtenidos mo en la región es ciertamente una de por diferentes metodologías. La tendencia general duran- en las cuales se necesita atención de l te los años 90 fue hacia la reducción en la pobreza por les e internacionales. ingreso. A mediados de los años 90 varios autores encon- traron que había entre 1,5 y 2% menos de personas po- bres en la región que al inicio de la década (Wodon y otros [Bs posible que el uso del ingreso en 2001, Londoño y Székely 2000). Esta reducción se puede sobrestime la desigualdad de Amér explicar principalmente por el desempeño de Brasil, don- a otras regiones? de la razón de headcount se redujo en cerca de 7 puntos Es posible que América Latina apare porcentuales. que otras regiones que sólo reporta males e informales se amplió dur tán usualmente definidas en términos de recursos de Argentina. ingresos. Portes y Hoffman (2003) presentaron recien- Por el contrario, el ingreso rela temente evidencia sobre las estructuras de clase y ten- mucho más estable en Brasil. La dencias en América Latina, a partir de la información aplica cuando se considera el ingre obtenida por encuestas de hogares reunidas por (Eclac) hogares, en lugar del ingreso indi (2000). senta en el tercer panel). El cuarto p En ese estudio, se consideran cinco grupos: capitalis- muestra que las clases "dominant tas, profesionales y ejecutivos, pequeños empresarios (o la 20% del ingreso total. Estas estima pequeña burguesía), trabajadores formales y trabajadores están muy probablemente influid informales. Losdos primeros grupos comprenden la clase des en incluir a los capitalistas y p "dominante". Lasestimaciones empíricas no son muy pre- en las encuestas de hogares y por e cisas. Los capitalistas se definen operacionalmente como gistro del ingreso. Finalmente, e los propietarios de las firmas con más de cinco trabajado- tabla muestra el coeficiente Gini al res, mientras que los profesionales y ejecutivos trabajan Las desigualdades al interior del g en el sector público y en firmas que emplean cinco o más Argentina que en Brasil, pero las trabajadores. La pequeña burguesía incluye a los propie- rrando. tarios de pequeñas firmas, profesionales que trabajan por Existe un considerable grado d su propia cuenta y técnicos. Los trabajadores formales se entre las clases sociales. La figura A definen como aquellos en el sector público o en empre- relativo de cada percentil de la dist sas con cinco o más trabajadores. las clases en Argentina y Brasil. A A partir de la información de Eclac (2000), el primer tran un considerable traslapo de panel de la tabla A.ll muestra el ingreso relativo a la ses, especialmente entre capitali ocupación de cada una de las clases sociales para cada pequeños empresarios de un lado, país y año. Excepto para algunos países, no hay signos formales e informales en el otro. claros de que la clase "dominante", definida de este modo tra una tabulación cruzada de los tan estricto, haya pasado a ser más rica en términos distribución del ingreso de los ind relativos durante los años 90. Adicionalmente, en la ma- ra de clase. Cerca del 75% de lo yoría de países la participación en la población de traba- .ingresos que los ubican en los dos jadores informales con bajos salarios no ha aumentado la distribución individual del ingres en gran medida desde los años 90, de acuerdo con el anotarse que aquellos deciles tam segundo panel de la tabla A.ll . del 80% de todos los profesional Usando las definiciones de Portes y Hoffman (2003), del 60% de los pequeños empres los autores del presente informe han usado los datos para de trabajadores formales y cerca d calcular la estructura de clase en Argentina y Brasil, los res informales. Por supuesto, los t dos casos paradigmáticos de cambios en la distribución les están concentrados en los de en América Latina. Los principales resultados se mues- distribución del ingreso. Es intere tran en la tabla A.12. Comparado con Argentina, Brasil trabajadores informales están cada tiene una participación significativamente más alta de mente pasando hacia los deciles inf trabajadores informales y una menor participación de en contraste con Brasil que presen pequeños empresarios y trabajadores formales. El segun- estable. 90 sobre el consumo y el ingreso de lo 80 recolecta información más bien det ...... Bentham -e- Sen 70 -*- Atk (2) -e- Atk (1) consumo, haciendo posible imputar sumo de bienes como vivienda y p 60~=====;======:;:::=-------r--~ 1992 1996 1998 2001 caseros. Aunque en general es vista gran calidad, la PPV tiene una mue Nota: índices normalizados en 100 para 1992. da cobertura geográfica, de modo q Fuente : Cálculo de los autores a partir de información individual de mente para estudiar la desigualdad las encuestas de hogares; ver tabla A.14 en el apéndice. Elbers y otros (2003) emplean u rrollada recientemente para imputa cuesta PPV en la encuesta tradicion gasto debido a diferencias sistemáticas entre la desigual- del Brasil, la PNAD.36 Esta aprox dad del ingreso y del gasto. Hay dos razones por las cuales, autores estimar la desigualdad a p en cualquier país, el ingreso está generalmente distribuido lugar del ingreso para Brasil, con ba más desigualmente que el gasto de consumo financiado subyacentes en la encuesta PNAD con el mismo ingreso: 2.5 indica que cuando la desiguald · A los hogares no les gustan las variaciones repentinas cuesta PNAD a partir del coeficient en sus patrones de consumo, y en consecuencia tienden mo imputado, la desigualdad de Bra a suavizar los patrones de consumo en el tiempo. Para Este nuevo coeficiente Gini para Bra un individuo dado, el flujo de consumo se comporta comparado con alrededor de 0,6 par casi como el promedio de flujos de ingreso en el tiempo de los hogares. Si se le presta atenc (ver Friedman 1956). La ley de grandes números impli- nordeste y sudeste, la desigualdad ca que la dispersión en corte transversal de la distribu- 0,46. La desigualdad en estas dos á ción del consumo será por tanto más pequeña que la mente con la encuesta PPV; es todav correspondiente a la distribución del ingreso en cual- Sin embargo, estas tres medidas es quier momento del tiempo. por debajo de las observadas en otro · Usualmente se afirma que el ingreso se recuerda y mide te anotar que, con la excepción de con mayor margen de error que el consumo (ver Deaton mayoría de los paí~es con altos nive 1997), sumando a la varianza (yen consecuencia a la consumo está en Africa, una región desigualdad) en la distribución del ingreso corriente. En igualdad (y posiblemente una con t particular, el subregistro puede ser el resultado de dife- más débiles y por tanto con medicio rentes factores. Entre ellos se encuentra la decisión deli- consumo). Aunque Brasil aparece c berada de contestar erróneamente por parte del estándares internacionales, es menos entrevistado; la ausencia depreguntas que capturen al- servación atípica. Dado que se puede gunas fuentes de ingreso (por ejemplo, las rentas implí- mientas similares sobre la calidad d citas de ingresos por vivienda para los propietarios); o la en otros países latinoamericanos, la d dificultad de recordar o estimar el ingreso de ciertas fuen- región, respecto a las otras regiones, tes (por ejemplo, ingresos de actividades informales, que tradicionalmente se ha asumido pagos en especie, producción del hogar o ingreso de ca- pital). Este problema probablemente implica un sesgo Volatilidad del ingresoy movilida hacia abajo en la medición de los estándares de vida de Un problema relacionado surge de las personas pobres, que dependen de una combinación una considerable volatilidad del ing de actividades informales y producción para su propio na. Cuando el ingreso es volátil de m consumo, y de las personas ricas, que derivan una ma- dad medida tiende a reflejar una yor parte de su ingreso de fuentes no laborales y proba- desigualdad subyacente De Ferrant blemente están más propensas al subregistro. traron que la volatilidad agregada de sumo privado real es también muy alta -de hecho, más en América Latina se discute en el r alta que en el resto de países del Caribe y América Latina el punto es que la evidencia de gran (World Bank 2003e). Bajo el supuesto estándar de que los plazo en la distribución del salario o consumidores son adversos a la volatilidad inrerternporal mente refleja un alto riesgo y volati en su sendero de consumo (o adversos al riesgo), este tipo La ausencia de datos de panel p de "sube y baja" claramente reduce el bienestar social. región significa que se conoce muy Las variaciones del ingreso con el paso del tiempo son dad intrageneracional en América L generadas por cierto número de factores. Como se discutió Pettinato 2002 para una discusión d anteriormente, un sector grande de personas autoempleadas tudio sobre el tema en Perú). Sí y cua está usualmente caracterizado por mayor volatilidad que cer algo más, es probable que los an lo observado en el sector formal, ya que las utilidades se disyuntiva o trade-off entre gananci ajustan a los cambios en la demanda y a las condiciones de surgen de menor desigualdad duran costos directamente, pero lossalarios están usualmente más cuando el ingreso futuro es menos protegidos. La tasa a la cual las firmas cierran tiende a ser información sobre el ingreso anterio mucho más alta para firmas pequeñas en el sector infor- estar (que surgen de aversión a fluctu mal que para firmas grandes en el sector formal (ver el tiempo). Estas disyuntivas serán Levenson y Maloney 1998). Sin embargo, en América La- que resultan de las tendencias de m tina lossalarios reales han oscilado frecuentemente de modo social observadas en países más desa dramático como resultado de tasas de inflación altas y y Spolaore (2000, p. 193), por ejem muchas veces inestables combinadas con mecanismos de "cuando se introduce la aversión a la indexación imperfecta. Además de los salarios, el ingreso so y el riesgo (más-allá-del-velo), esto puede verse afectado por cambios en la condición del em- contrarrestan los beneficios provenie pleo. El riesgo del desempleo es una preocupación creciente la desigualdad en múltiples períodos en América Latina, particularmente para las personas jóve- nes y los estadounidenses terminan nes y mujeres, como lo presentan Ferranti y otros (2000). netos de movilidad similares, aunqu En áreas rurales, los eventos climáticos representan una ferentes" . Recientemente, este tipo fuente adicional de riesgo, más allá de los que se presentan tenido sobre la movilidad ha puesto por los choques en los términos de intercambio y en otras superficiales anteriores en el sentido variables macroeconómicas. Un estudio de estrategias de igualdad en los Estados Unidos fren los hogares para enfrentar la caída de la producción agrí- senta un problema, ya que la movilid cola en El Salvador en 1997 (Conning, Olinto y Trigueros es también más alta. 2000) encontró que los trabajadores sin tierra, quienes ten- dían a depender del empleo agrícola antes de la crisis, re- El tema de cobertura y medición d sultaron los más golpeados. Otro elemento de preocupación tien ¿Cuáles son las implicaciones de la evidencia sobre la comprensivas y precisas son/las pregu alta volatilidad del ingreso en América Latina (que se revisa el ingreso. Todas las encuestas de ho en más detalle en De Ferranri y otros 2000) en el contexto tina incluyen preguntas sobre el ingr de este informe sobre desigualdad? Hay tres implicaciones bajos asalariados, pero algunas usan p básicas. (yen consecuencia menos confiables A medida que aumenta la volatilidad del ingreso co- yen estimaciones de pagos no salari rriente, también lo hace la brecha de desigualdad en el Entre esos países que se concentran e ingreso corriente y la desigualdad en el ingreso permanen- zo por obtener estimaciones correcta te. Éste es un factor detrás de las grandes diferencias entre los países hacen algún esfuerzo en c las medidas de desigualdad del ingreso y las de desigual- auroernpleo o ingreso de capital. Sin dad del consumo en Brasil, discutidas anteriormente. El dad de estos esfuerzos varía entre paí consumo es un mejor indicador del ingreso permanente. al interior del país con el paso del ti 0,30 0,25 0,20 0,15 0,10 · Tresestimaciones diferentes de desigualdad delconsumo en Brasil 0,05 · Desigualdad del consumo en otrospaíses Fuente: Elbers y otros (2003) . en la entrega de información errónea por parte de los sector de arriendos (ver Fay y otros 20 encuestados y las diferencias de esfuerzos en el diseño de la las regresiones multivariadas puede encuesta pueden distorsionar las comparaciones de des- nes de salarios para trabajadores que igualdad entre los países. Si estos comportamientos y es- mente ofrecen información errónea s fuerzos cambian en el tiempo, también pueden distorsionar que sí dan información sobre sus cara la visión de la tendencia de desigualdad. les (por ejemplo edad y educación). Los investigadores aplican tres clases de estrategias para Como las encuestas difieren respe aliviar estos problemas. La primera es restringir el análisis estos problemas, el ajuste debe hacer a variables más homogéneas que estén sujetas a menores es una tarea que va más allá del obje problemas de suministro erróneo de información por los Los investigadores que han hecho dif encuestados. Típicamente, las personas miran la distribu- tes han encontrado que la mayoría ción del ingreso laboral o, desde una perspectiva todavía tendencias de desigualdad al interior más restringida, la distribución de los salarios monetarios bustos." Los resultados entre países de trabajo asalariado en áreas urbanas (sección 2.4). Por robustos al hacer los cambios meto supuesto, el costo de hacer esto es ignorar una parte oca- Hilgert (999) encuentran que cier sionalmente considerable de la distribución total del in- desigualdad entre ·países latinoameri greso. Lasegunda estrategia es aplicar algún procedimiento da que se lleva a cabo una amplia g de generar datos en términos brutos. El ingreso de una solucionar los problemas de informac fuente dada en la encuesta de hogares se ajusta para que sección. Sin embargo, aunque puede coincida con el valor correspondiente en las cuentas nacio- cambios, la imagen general se man nales. Este ajuste usualmente genera inflación del ingreso baja desigualdad y alta desigualdad de capital respecto a otras fuentes de ingreso, de modo sin importar la metodología usada e que genera estimaciones rrrés grandes de desigualdad. Una observación común entre los Finalmente, la tercera estrategia es estimar algunos in- de hogares es que típicamente no i gresos a partir de otras fuentes de información de la en- "muy ricos"; los millonarios, terrate cuesta. Por ejemplo, la renta implícita de vivienda propia sarios poderosos y capitalistas norm puede estimarse usando una regresión de precios hedónicos en las encuestas. Los ingresos individ si la encuesta tiene información sobre las características de encuestas en América Latina corresp la vivienda y la cantidad pagada por los arrendatarios en el te a profesionales en zonas urbanas. análisis de distribución. Si los precios enfrentados por to- tener unas encuestas de hogares nacio das los hogares fuesen los mismos, esta distinción sería irre- ricas y homogéneas. En este aspecto levante. Sin embargo, los precios usualmente difieren por encuentra rezagada frente a otras reg la ubicación. Si dos hogares ubicados en diferentes regio- lladas. nes tienen el mismo ingreso nominal pero enfrentan dife- rentes precios, tendrán diferentes estándares de vida. A Variabilidad muestral e intervalos pesar de que muchos autores han resaltado la importancia Las medidas de las diferentes dimens de considerar la variación espacial de los precios en un es- están sujetas a problemas de variabil tudio de distribución (por ejemplo, Deaton 1997, Ravallion se derivan de encuestas y no de da y Chen 1997) los ajustes de precios casi nunca se llevan a muestra consistiese de sólo dos indiv cabo en los países que no recolectan información perma- los indicadores variarían mucho en e nentemente sobre precios locales cOQ1O parte de la encues- población se mantuviese completam ta de hogares. dos individuos diferentes puede Infortunadamente, la mayoría de países latinoamerica- aleatoriamente cada año. Este prob nos cae en esta categoría. Algunos países tienen informa- pero no eliminarse completamente po ción regional de precios, lo cual es útil pero no resuelve el tra más grande. Este punto se ilus problema, ya que la dispersión de precios puede ser alta al solidez de algunas comparaciones d interior de una sola región (especialmente entre áreas ru- ayuda de estimación de intervalos de rales y urbanas). Sin embargo, los resultados en desigual- nicas de bootstrapping. Este método o dad de este estudio parecen ser lo suficientemente robustos intervalos y medidas de dispersión p cuando se hacen ajustes por precios regionales. Por ejem- igualdad de un modo simple y eficie plo, en Argentina el coeficiente Gini para la distribución La tabla A.16 muestra estimacion del ingreso per c ápita de los hogares para 2001 se redujo Gini para la distribución del ingreso levemente de 52,2 a 51,9 cuando se tomaron en cuenta las gares para cada país y año, el error es diferencias regionales de precios. Para Chile en 2000, el técnica de bootstrapping, el coeficiente coeficiente Gini aumento de 57,1 a 57,3 cuando se llevó a tervalo de confianza correspondien cabo este ajuste . significancia de 95 %.39 Dado el gran tra en la mayoría de encuestas de ho dSe sobrestima o subestima la medición Gini se estiman con gran precisión. E de desigualdad? los bajos valores de los errores están (Es la desigualdad "real" menor o mayor que la estimada muestra que el error estándar en la m derivada de las encuestas de hogares? Infortunadamente menor a 1% del coeficiente estima la respuesta a la pregunta no es clara. Algunos factores muchos casos esto es suficiente para llevan a una subestimación de la desigualdad (por ejem- la significancia estadística de los cam plo, información errónea reportada sobre ingreso de ca- dad. Por ejemplo, a pesar de que pital o ausencia de personas muy ricas en la encuesta), México entre 1996 y 2000 creció, l mientras que otros resultados a una sobrestimación (por fianza se cruzan y hacen que el cam ejemplo, usar ingreso mensual en lugar del ingreso per- Gini sea insignificante, es deQr, con manente o el consumo). Definitivamente se necesita más que se tomen diferentes muestras de trabajo en esta área. Sin embargo, debemos anotar que el distribución estable en el ingreso . problema clave acá no es conocer con exactitud el nivel de desigualdad de un país en un año dado, sino hacer una comparación en el tiempo y entre países. Los autores 2.4 La desigualdad en América implícitamente asumen en el análisis que los factores que en perspectiva sesgan la medición de la desigualdad son estables entre Esta breve sección está destinada a p países y con el paso del tiempo. de la sección anterior en una perspec y la ocupación, que pueden ser buenas aproximaciones Brasil está en diferentes clases ocupa del ingreso permanente. Con estas dos variables, Valeria sus padres-, la movilidad ocupaciona Pero (2003) estudió el caso brasilero y mostró que el país ser muy lenta comparada con otros pa no tiene movilidad intergeneracional significativa en la los cuales son desarrollados (Scalon y educación o ocupación. En ciertosentido, la movilidad ocup De hecho, Brasil tiene uno de los niveles más bajos derarseun buen indicadorde desarrollo. del mundo en movilidad intergeneracional en la edu- la movilidad puede resultar del "crecim cación. Según Behrman, Gaviria y Székely (2001), los su impacto en la creación de trabajo, países latinoamericanos tienen menor movilidad interge- sectorialy ocupacionalasícomo en asp neracional en la educación que los países desarrollados. y puede seruna consecuencia de "distri Además, comparando a Brasil con otros países de Amé- dades, a partir de lascualesla sociedadc rica Latina, hay evidencia de que Brasil tiene un nivel movilidadpara ubicar personaseficient aún inferior de movilidad (Menezes-Filho 2001). La prin- tura social de un sistema justo". . cipal razón para este fenómeno es el hecho de que el Esta perspectiva se ve corroborada desempeño educativo en Brasil está asociado más con rentes estados brasileños, ya que existe los antecedentes familiares, en particular la escolaridad áreas más desarrolladas. La literatura q de los padres, que en otros países.a lidad educacional y ocupacional en Br Los niveles de educación de los individuos y sus pa- rante los años 70, la movilidad fue re dres están fuertemente correlacionados, en el sentido de de industrialización y urbanización. De que los hijos de padres con poca educación también tie- pareceser cierto respecto a lasoportuni nen poca educación. Según Paesde Barros y otros (2001), Silva y Roditi (1988) -usando un mod la escolaridad de los padres parece ser la variable más probar la hipótesis de patrones de m importante para explicar el desempeño educativo en Bra- circular o relativa en el tiempo- afirm sil. Adicionalmente, la escolaridad de las madres parece ciónde oportunidades no ha cambiado tener un efecto más fuerte que la de los padres en el des- Sin embargo, Scalon y Riberio (2001) empeño educativo. A partir de la literatura existente en el una tendencia hacia una distribución tema, Pero (2003) va más allá, concluyendo que "la in- logros en posición social,a pesar de qu fluencia de la escolaridad de los padres en el desempeño leña es rígida en comparación con Otro educativo es más fuerte para los hombres que para las En conclusión, Pero (2003) encue mujeres, para los negros que para los no negros y para los dad ocupacional aumentó en Brasil e residentes en el Nordeste que para los del Sureste." Pero también sugiere.que otros can Sin embargo, Bourguignon, Ferreira y Menéndez fueron más importantes en determin (2003), y otros autores, señalan que existe un incremen- estructura social que la herencia de to en la movilidad educativa con el paso del tiempo. Se- social. Los datos brasileños también i gún esta conclusión, un año adicional de escolaridad de mente la movilidad tiende a estar m los padres significa un incremento superior de la escola- cambios en la posición que con la c ridad para cohortes más viejas que para cohortes más posiciones. jóvenes. Un análisis complementario (Pero 2003) indica que es posible encontrar evidencia de que la movilidad educativa es más notoria entre individuos menos educa- dos. De modo que la evidencia de que la movilidad edu- a. Conrrario al senrido común, variables como el e fesores y la infraesrrucrura (por ejemplo, libros cativa está aumentando para las cohortes más jóvenes, nocturnos) no son importantes en explicar el d puede estar relacionada con el hecho de que la política elemenro clave es que a pesar de que estas va educati-va está cerrando la brecha relacionada con los positivo, s610 dan cuenta de una pequeña parr antecedentes familiares en Brasil. como un todo. to de la Universidad de las Naciones Unidas, Wider, yel mundo. La diferencia en países latin programa de desarrollo de las Naciones Unidas (Wider va; es decir, la región sufre de "ex 2000).40 Usando ésta y otras fuentes secundarias, Milanovic Londoño y Székely (2000) encuentra (2002), Bourguignon y Morrison (2002) y Sala-i-Martin tiempo, ésta ha fluctuado alrededo (2002) calcularon recientemente la distribución del ingre- coeficiente de Gini. so para el mundo y sus regiones." Otros autores han usa- A pesar de ser ampliamente citada do datos a nivel micro para comparar la distribución en y Squire debe interpretarse con muc diferentes regiones del mundo Bourguignon, Ferreira y problemas pueden señalarse: O) la m Leite (2003) y Székely y Hilgert (2001) han comparado da para calcular las estadísticas reg los países latinoamericanos con algunos países desarrolla- ceada, (2) las estadísticas de desigua dos con información a nivel micro. mezcladas con medidas de desiguald La literatura empírica sugiere sin ambigüedad que Amé- nos de los datos que se promedian v rica Latina es la región con el mayor nivel de desigualdad usan diferentes metodologías, y (4) del mundo, y esto ha sido verdad desde que se llevan esta- 90 son muy escasos." Algunos de e dísticas." Cada barra en la figura 2.6 indica el valor del rrigen en la tabla 2.1, en la cual lo coeficiente Gini para la distribución de ingreso per cápita calculan a partir de una muestra co de los hogares en países localizados en cuatro "regiones" de un conjunto pequeño de estu del mundo." La desigualdad en América Latina es más metodológicamente consistentes, y alta que en Asia, Europa Oriental y los países desarro- variable para el estándar de vida. La llados.v' La desigualdad del ingreso en el país menos es muy diferente de la tabla A.17. La desigual de América Latina (Uruguay) es más alta que en rica Latina ha sido significativamente el más desigual del Europa Oriental y los países indus- OCDE, y Europa Oriental en las tre trializados, y no muy diferente del país con mayor de- hay signo de que la brecha se esté c sigualdad de Asia. Los nueve países con mayor desigualdad En un estudio reciente, Bourguign en la muestra están en América Latina. Adicionalmente, calculan estadísticas de desigualdad d las 14 economías incluidas en la figura están entre las 20 desde 1820, incluyendo informació más desiguales de la muestra. tabla A.18 muestra tres medidas de La figura 2.6 se refiere a la desigualdad del ingreso. das para cinco regiones desde 1950. Cuando la desigualdad del ingreso se mide con respecto a medios no ponderados y ponderado la distribución del gasto de los hogares, las conclusiones países y grupos de países." Aunque son similares. Usando información de la misma fuente las estadísticas empiezan desde 1820 (Wider 2000), el coeficiente Gini promedio en siete países igualdad en América Latina comie latinoamericanos que tienen información de gasto en los vez más, la región emerge como mu años 90 (44,0) está muy por encima del Gini promedio con el resto del mundo. El último p para Asia (36,6) y Europa Oriental (30,4) y es ligeramente tra la diferencia en la desigualdad e superior al de África (43,3). 45 el resto de las regiones en términos ¿Siempre ha sido América Latina más desigual que el hay evidencia de que la brecha entr resto del mundo? La fuente más usada para responder esta resto de regiones se haya cerrado en pregunta es la tabla 5 de Deininger y Squire (996), que La historia al nivel de países indiv se reproduce en la tabla A.17. La tabla, que muestra pro- cinco países/subregiones latinoameri medios no ponderados de coeficientes Gini por región, in- el estudio han estado entre los ocho dica que al menos desde los años 60, la desigualdad en"los mundo desde 1950. países de América Latina ha sido más alta que en cualquier Como se mencionó anteriorment otra región del mundo. Con la excepción de paísesdel África consistentes para la desigualdad ante Subsahariana, las diferencias en puntos Gini entre Améri- calcular la distribución mundial del ca Latina y otras regiones son muy grandes. Esta brecha se 1950, Bourguignon y Morrison (200 una región con alta desigualdad. Sin embargo, Asia es en mundo? La desigualdad, por ejemplo la actualidad la región con el coeficiente de Gini más alto. en América Latina por la mayor conc Esto se debe principalmente a las grandes diferencias en el en la clase media y menor concentrac ingreso nacional a través de los países de la región (por bajos, comparado con otras regiones ejemplo, Japón, Hong Kong (China), y la República de sugieren que éste no es el caso. Las di Corea en comparación con India o Bangladesh). En la des- rica Latina están caracterizadas por composición hecha por Milanovic y Tirzhaki (2002) con ingreso más alta en los ricos frente los mismos datos, sólo 7% de la desigualdad total en Amé- regiones." ¿Quiénes son los perdedo rica Latina se debe a la desigualdad entre grupos de países. participación?". Las tablas sugieren Por el contrario la contribución del coeficiente Gini entre inferiores en América Latina tienen países es de 39% en África, 72% en Asia, 39% en Europa en el ingreso que sus contrapartes en Oriental y la antigua Unión Soviética, y 18% en Europa Si acaso, las "pérdidas" parecen ser m Oriental, Nortearn érica y Oceanía. Comparada con el res- pos de ingreso medio. Si una distrib to del mundo, América Latina es una región que incluye mericana tuviese que replicar la di países relativamente similares, dentro de los cuales existe resto del mundo, la participación de una alta desigualdad. 5% más rico de la población) tendrí Resumiendo, a pesar de que existen diferentes proble- participación sustraída tendría que mas metodológicos relacionados con la evidencia disponi- modo más o menos igual entre el 8 ble, las diferencias en la magnitud son lo suficientemente población. grandes para indicar que la desigualdad en América Lati- A pesar de su alta desigualdad, Am na ha sido mayor que en el resto del mundo al menos des- mejor comportamiento en términos de la Segunda Guerra Mundial, con la posible excepción (cuando se mide por línea de pobreza del África Subsahariana. Adicionalmente, no hay signos nacionalmente) que algunas otras r de que esta brecha se ha cerrando con el paso del tiempo. rrolladas del mundo, principalmente p Los cambios en desigualdad han sido más o menos simila- un ingreso per cápira más alto. La po res en promedio a los encontrados en el resto del mundo región que en África y Asia (ver tabl en el último medio siglo. La disminución generalizada en mundial se ha reducido significativ la desigualdad en los años 70 probablemente fue más pro- década. El nivel de América Latina es nunciada en América Latina, pero esta ganancia relativa ca, Europa Oriental y el Sur de Asia, se perdió en los años 80 cuando la desigualdad en la región tan bueno como el de Este del Asia. creció más rápidamente que en el resto del mundo. Du- rante los años 90, la desigualdad aumentó en América 2.5Mirando dentro del ingreso Latina aproximadamente al ritmo global promedio. Es in- La sección 2.2 estudió la distribución teresante anotar que la posición de la mayoría de países valente de hogares en los individuos. latinoamericanos en la clasificación mundial de desigual- escribirse como (yL + yNL)/(AE9 · P), dad ha sido casi la misma en las últimas décadas, a pesar el ingreso laboral total del h.ogar, yNL de los cambios en el ambiente económico, social y político. total no laboral de la hogar, AE es e Las últimas cinco décadas han presenciado auges econó- equivalentes en el hogar, ees el pará micos y crudas recesiones, modelos de crecimiento hacia de escala en el consumo, y P es el índ adentro y estrategias de crecimiento lideradas por las expor- . canasta de consumo de los hogares. taciones, intervenciones generalizadas del sector público y bienestar entre los individuos, que se profundas reformas.de mercado, dictaduras y democracias, rencias en el ingreso equivalente del pero en ningún país de la región se observó que alguno de las diferencias en cada uno de los facto estos escenarios cambiase la distribución del ingreso para Como en este informe no se estudia hacerla más parecida a la distribución en otras regiones del precio por la falta de información, y s mundo. bia, nos quedamos con tres fuentes p yor que lo determinado en las cuentas nacionales. La tabla mantienen para todos los quintiles también muestra el coeficiente Gini para la distribución brecha observada entre el Cono Sur de ingreso laboral individual en las columnas (vii) a (ix). La Latina es más grande para el quinti mayoría de las conclusiones de la sección 2.2 sobre posi- Un fenómeno importante en la ción y tendencias de la desigualdad son las mismas cuando mento sustancial en el promedio de el análisis se restringe al ingreso laboral individual.V todos los países de América Latina Wodon y otros (2001) llevan a cabo una descomposición que continuó un proceso iniciado v de las fuentes del coeficiente Gini, y concluyen que cerca sado. En la mayoría de países, la e de tres cuartos de la distribución del coeficiente Gini para todos los niveles de ingreso, except la distribución del ingreso per cápita pueden atribuirse a donde los años de educación entre la contribución de la desigualdad en la distribución del pobre bajaron. La figura 2.7 muestr ingreso laboral, ya que tal fuente representa una gran por- de educación entre el quintil inferi ción del ingreso rotal en encuestas de hogares . no sólo en estos dos países, sino tam tad de los países de la muestra.54 L Educación ha crecido en Brasil y México, parti Los individuos obtienen su ingreso laboral del uso de sus eran relativamente grandes para lo asignaciones iniciales de "activos laborales" productivos, ca Latina, a pesar del incremento n como la capacidad física, el capital humano y las conexio- cación en el quintil inferior de la di nes. Esta sección se encarga de analizar uno de estos acti- Otro hecho importante evidente vos, la educación formal. A pesar de que la educación es retroceso de la brecha en años de ed ciertamente un determinante muy importante del ingre- y mujeres. En todos los países latin so, su posición central en la literatura se basa también en bres mayores de 50 años tienen m la posibilidad de ser observada en las encuestas y los cen- que las mujeres de la misma edad, p FIGURA 2.6 Distribución delingreso delhogar pereápita, por región, para la década de los90 Coeficiente Gini 60 50 40 ------_.__... ... .. .._.. ...__._.. __ _ __ _---_._._----- - - --"-_.__ . _. _ ~ 30 20 10 . . . . O Países latinoamericanos Asia Paises desarrollados Europa O Fuente: Cálculo de los autores basado en Wider (2000). Asia 0,2 0,8 1,1 OCDE 0,2 1,7 1,9 Europa Oriental 1,0 3,5 4,5 Diferencia en puntos Gini: LAG vs. Asia 8,3 10,4 10,9 OCDE 16,1 18,3 18,0 Europa Oriental 20,2 21,6 19,4 Fuente: Cálculo de los autores basado en Wider (2000), Smeeding y Grodner (2000), Székely (2001), Y estimaciones para Amé favor de las mujeres en el intervalo de edad 10-30 años." nuestras estimaciones. El promedio Para la población en edad de trabajar (25-65 años), los años de escolaridad está casi en el nive años de educación son ligeramente mayores para las muje- dial y ha aumentado en las últimas c res en algunos países (incluyendo Argentin, Brasil, Jamai- les similares al promedio mundial. ca, Panamá, Trinidad y Tobago, Uruguay y República Thomas, Wang y Fan (2002) calcula Bolivariana de Venezuela) y un poco mayores para los hom- sobre la distribución de años de edu bres en el resto de países de la región. para el período 1960-2000. Los dato En la tabla A.23, laspersonasestán divididassegún la edad mericanos y promedios regionales se y el quinril de ingreso de los hogares. Para la mayoría de paí- A.25. Los coeficientes Gini de educaci ses, la brecha en los años de educación entre el quintil supe- cercanos al promedio mundial, mayo rior e inferior es más grande para adultos jóvenes que para desarrollados y Europa Oriental, un p personas viejas,lo que sugiere un incremento en la desigual- Asia, y significativamente menores qu dad en educación en las décadas recientes. Por ejemplo, en sificaciónno ha variado sustancialmen Boliviaen 1999 la brecha era de 7,8 años para personas entre tro décadas. La tabla A.28 muestra los 51 y 60 años, 8,5 añospara personasentre 41 y 50 años, y 9,1 el coeficiente Gini de educación de la para individuos entre 30 y 40 años. Esta tendencia es un sig- cuestas de hogares. Lospaísesdel Cono no de un incremento desbalanceado en la educación en Boli- y Uruguay), Jamaica, Panamá y Trin via que también está presente en la mayoría de países los menores niveles de desigualdad. latinoamericanos de la muestra. La figura 2.7 muestra que Los coeficientes Gini de educación sólo en Chile y Méxicola brecha educativa entre los pobres y yoría de países latinoamericanos dura los ricos se ha reducido sustancialmente en las cohortes de resultado no es inconsistente con la a edad 31-40 años frente a la cohorte de edad 51-60 años. La cha:ilustrada en la figura 2.6. En el ca tabla A.23 también muestra que durante la última década en señala en la tabla A.22, entre 1990 casi todos los países de América Latina, la brecha en años de educación aumentaron de 1,9 a 3,0 e educación entre el quintil superior e inferior para jóvenesen- de 8,9 a 10,4 en el quintil superior. L tre 21-30 años no se ha reducido. Éste también esel casopara en años de educación entre los ricos niños entre 10-20 años en la mayoría de países,con la excep- mentado (como se muestra en la figu ción de Brasil, Chile, Ecuador, México y Panamá. ha bajado. Este último efecto es cap Recientemente, se han hecho esfuerzos para reunir in- ciente Gini, una medida de diferenci formación sobre educación en la mayoría de países del de absolutas entre los individuos.56 mundo. La tabla A.24 resume los datos de una versión La tabla A.27 muestra una medida actualizada de Barro y Lee (2000). Todos los datos de la mada de la educación: la tasa de alfabe tabla corresponden a adultos mayores a 25 años. Los re- por las personas encuestadas según e sultados para los años 90 son en general consistentes con La mayoría de países ha hecho un p ción de adultos con altos niveles de educación ha aumen- igualdad. tado significativamente en todos lospaíses latinoamericanos La literatura ha resaltado la rel de la muestra, especialmente entre las mujeres. brecha salarial entre grupos educaci pal determinante de la desigualdad La "prima salarial" ganada por los t Salarios por hora: retornos a los activos laborales habilidad siempre ha sido un tema La inversión en educación usualmente paga en el mercado economistas laborales y otros cientí laboral, especialmente en términos de mayores salarios por A.30 muestra las brechas salariales hora. Es importante mirar la distribución de salarios por educativos. Por ejemplo, en Brasil e hora por dos razones. De un lado, la mayor parte de las hora en el trabajo primario de un t diferencias en ingresos promedio entre grupos educativos en promedio 6,5 veces mayor que se debe a diferencias en salarios por hora y mucho menos a calificado. Todos los números en la diferencias en horas de trabajo o tasas de desempleo. La lo que significa que los trabajadores segunda razón por la cual la distribución de salarios por medio, tienen ingresos por hora may hora es relevante es por razones normativas. Si las perso- para trabajadores calificados aumen nas fuesen completamente libres para seleccionar horas de países durante los años 90, incluso trabajo y tamaño del hogar, la distribución de salarios por cuales la desigualdad del ingreso de hora (y algunos activos heredados) pasaría a ser la princi- significativamente o se redujo, com pal preocupación en un escenario de justicia social de igual- bién la figura 2.8). Por el contrar dad de oportunidades. entre trabajadores semicalificados y TABLA 2.2 Distribución del ingreso del hogar per cápita, 1992 (participación de los ingresos por deciles V veintiles) América Europa Países Mund Latina África Asia Oriental desarrollados sin L Regiones (i) (ii) (iii) (iv) (v) (vi) Oeciles 1 1,6 2,1 2,6 2,2 2,5 2,4 2 2,4 3,0 3,5 3,8 3,4 3,4 3 3,0 3,7 4,8 5,1 5,3 4,8 4 3,4 4,6 5,8 5,7 6,3 5,7 5 5,0 5,5 6,5 7,5 7,3 6,7 6 6,0 6,5 7,5 8,2 8,6 7,8 7 7,6 8,6 9,0 9,4 10,5 9,5 8 9,0 10,5 10,5 10,8 12,2 11,1 9 14,0 13,3 12,4 12,8 14,8 13,5 10 48,0 42.3 37,4 34,7 29,1 35,1 Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Veintiles 19 10,8 11,3 9,7 8,9 10,7 10,3 20 37,2 30,8 27,7 25,8 18,5 24,8 Fuente: Estimación de los autores basada en Bourguignon y Morrison (2002). cados (columna (iii) en la tabla A.30) no aumentó signifi- no observables en términos de salar cativamente en la mayoría de países y bajó en algunos (ver Murphy y Pierce 1993). La tabla A.3 figura 2.9). ción estándar del término de error de l Los datos en la tabla A.30 son medias no condiciona- Los retornos de factores no observa das. Para investigar más profundamente la relación entre claramente en Argentina y Venezuela la educación y salarios por hora, los autores llevaron a cabo presentaron cambios o reducciones regresiones del logaritmo de salario por hora en el trabajo América Latina. primario contra variables dummy de educación y otras va- Otro modo de investigar la influe riables de control (es decir, edad, edad al cuadrado, dummy rentes a la educación sobre la desig regional, ydummy urbana/rural) para hombres y mujeres. 58 distribución de salarios por hora al in La tabla A.31 muestra los resultados de estas ecuaciones educativo. La tabla A.33 hace esto de Mincer. Por ejemplo, en Argentina en el año 2001, un edad de máxima productividad. Nue trabajador hombre entre 25 y 55 años con educación pri- y República Bolivariana de Venezue maria ganaba en promedio casi 22% más que un trabaja- resto de países de la región por sus inc dor similar sin este nivel de educación. La finalización de vos en la desigualdad al interior de lo la escuela secundaria implicó un incremento en el salario En la mayoría de los países, la desigu de 40 % sobre los ingresos de un trabajador con sólo edu- trabajadores calificados y no se increm cación primaria; en otras palabras, el retorno marginal de para otros. Chile ofrece uno de los eje terminar la escuela secundaria frente a tener sólo la escue- esta tendencia, ya que la distribución la primaria es de 40%. pasó a ser significativamente más igu La prima salarial por educación universitaria representa dores con niveles de educación bajos un 76% adicional. En Argentina, los retornos por educa- igual al interior del grupo de trabajad ción primaria y secundaria no han cambiado significati- Los coeficientes de esta regresión vamente en las últimas décadas. Por el contrario, se presentó rentes para hombres y mujeres, indic un gran salto en el retornos de la educación universitaria dos de un modo diferente incluso cuan (de 54 a 76 %). Este salto también se notó para las mujeres características observables (es decir, trabajadoras y para las mujeres y hombres asalariados en ubicación). Para investigar más a fo zonas urbanas. A pesar de que no tienen la magnitud del autores simularon el salario contrafac cambio visto en Argentina, los retornos marginales a la habrían obtenido si se les hubiese pa educación universitaria aumentaron en diferentes países La última columna en la tabla A.32 r de América Latina durante los años 90, particularmente el promedio de este salario simulado para trabajadores asalariados en zonas urbanas, confirman- pagado efectivamente a los hombres do los resultados de las medias no condicionadas (ver figu- esta razón es menor a uno, reflejando ra 2.10).59 mujeres ganan menos que los hombr Las ecuaciones de Mincer también ofrecen información controla por características observab sobre dos factores interesantes: el papel de variables no tiene dos interpretaciones posibles: e observadas y la brecha de género. El término de error en la discriminación en contra de las muje regresión de Mincer se interpreta usualmente como cap- de que los hombres tienen factores no turando el efecto sobre el salario por hora de factores que liosos que las mujeres (por ejemplo, qu no son considerados en las encuestas de hogares, como la go al trabajo). Parece ser que la brech habilidad natural, las conexiones y la ética de trabajo. Un se ha reducido en todos los países dura incremento en la dispersión de este término de error pue- (ver figura 2.11). Brasil tiene la brec de reflejar un incremento en los retornos de tales factores mujeres y hombres, mientras que en bajos niveles de educación tienden a trabajar más horas efecto en contra de la igualdad en que los trabajadores con más años de educación formal. greso. Los patrones laborales difiere Sin embargo, esta brecha se está cerrando durante la últi- tras que el desempleo aumentó en S ma década en la mayoría de países de América Latina, con se mantuvo bajo en el resto de Amé reducción en las horas trabajadas para trabajadores no ca- te, el último panel de la tabla A.36 lificados y aumentó en las mismas para trabajadores califi- cortos, pero más frecuentes de dese cados (ver figura A.6). l!er el recuadro 2.3, para una dores no calificados. descripción de un grupo de descomposiciones que ofrecen información adicional sobre la estructura de la desigual- Ingreso no laboral dad en ingresos por hora. El ingreso de fuentes no laborales, q Hasta ahora, esta discusión se ha concentrado en el grupo jeto primario de interés para los e de trabajadores en el mercado laboral. Sin embargo, algu- cuentra en el centro de estudios sob nas personas con capacidad de trabajar pueden decidir no día. Esto se debe en parte a la releva hacerlo, o pueden no encontrar un trabajo aun después de bajo como la principal fuente de ing buscarlo activamente. La tabla A.36 contiene estadísticas dificultades en lograr obtener inform básicas sobre empleo, desempleo y duración del desem- fuentes de ingreso no laboral. pleo por educación y género. Las personas con educación La columna (ii) en la tabla A.21 universitaria participan en el mercado laboral en mayor ción de ingreso no laboral de las en medida que otros grupos. Adicionalmente, la rasa de em- América Latina, mientras que la co FIGURA 2.7 Diferencia enaños promedio deeducación entre quintiles superior e inferior. por país Años de escolaridad 8 IIl!ilICerca de 1990 · Cerca de 2000I 7 6 5 4 Fuente: Cálculo de los autores basado en información por individuos de las encuestas de hogares. la participación de estas fuentes de ingreso (por ejemplo, damente para incluir aquellos trab un incremento en la tasa de retorno del capital) puede auroernpleados o empleados por fuer implicar un cambio en contra de la igualdad de la distri- tivo, no varían mucho entre países o p bución del ingreso. Las tendencias y diferencias de des- De otro lado, sí parece haber algún t igualdad entre países pueden explicarse entonces por las corto plazo en la participación que po diferencias en la participación de estos ingresos no labora- con períodos de crisis (capítulo 8). La les. Infortunadamente, el ingreso de capital y la renta y hay cambios significativos en la part utilidades de la tierra están seriamente subestimadas en laborales y no laborales aumenta la c las encuestas de hogares. En casi todos los países, la parti- bios de desigualdad que se obtienen cipación de estas fuentes de ingreso es de 2 a 4% (ver co- gares que ignoran en gran parte el in lumna (iii) en la tabla A.21).61 Dado este pequeño papel, embargo, es claro que se debe ded ni los niveles reportados ni los cambios en la desigualdad recursos a mejorar la medición del ing del ingreso del hogar discutidos en este capítulo están de- tas, y utilidades en las encuestas de termin ados por el ingreso de capital. Como se mencionó Latina.f" en la sección 2.2, la desigualdad que puede medirse a par- Las transferencias son un compon tir de las encuestas de hogares surge esencialmente de las ingreso no laboral. Las personas re diferencias de ingreso laboral y factores demográficos. privadas y públicas, estas últimas en La discusión anterior sugiere que si se contara con bue- en efectivo o programas en especie c nas estimaciones de ingreso de capital y utilidades indivi- lud gratis. El tercer panel de la tab FIGURA 2.8 Brecha salarial por hora entre trabajadores calificados y no calificados, para hombres entre 25 y 55 años de Diferencia en logaritmo de salarios 7,0 Cerca de 1990 · Cerca de 2000I 6,0 5,0 4,0 3,0 2,0 1,0 0,0 Fuente: Cálculo de los autores a partir de información individual de las encuestas de hogares. 1,5 1,0 0,5 0,0 Fuente: Cálculo de los autores a partir de información individual de las encuestas de hogares. FIGURA 2.10 Aumento ensueldo por hora para trabajadores con educación universitaria. hombres entre 25 y 55 años d Años de escolaridad 0,9 l. Cerca de 1990 · Cerca de 2000I 0,8 0,7 0,6 0,5 0,4 0,3 Fuente: Cálculo de los autores a partir de información individual de las encuestas de hogares. distribución de transferencias de dinero en efectivo, ex- traros de alto ingreso, probablemen cluyendo las pensiones. Tal vez es sorprendente que la dis- de la mayor relevancia de las tr tribución está a favor de los ricos, lo que significa que la respecro a programas públicos de a participación más grande de las transferencias va a los es- obstante, este patrón parece estar produce datos de la distribución de unidades operacionales del Cono Sur, Jamaica y Panamá siend de tierra agrícola ensamblada por el Programa de Naciones lias más pequeñas. Todas las nacione Unidas para el Desarrollo (UNDP, por sus iniciales en in- una reducción importante en el núme glés) (1993) y Deininger y Olinto (2000) (quienes usan prin- durante la última década. En la may cipalmente la información decenal de United Nations Food han sido generalizadas para todos los and Agriculture Organization World Censas 01 Agriculture o excepción es Argentina, donde el núm "Censo Mundial de Agricultura de la FAO"). Los datos no a 12 años en el quinril inferior aument incluyen ajustes por calidad de los suelos, mejoras a la tierra y 200 l . En la mayoría de países de Am o arreglos comunales de tenencia y se refieren a la distribu- de número de niños entre el quintil ción operacional en lugar de la distribución de propiedad. aumentado en la última década, con Deininger y Olinto (2000) resaltan el hecho de que la distri- desigualdad del ingreso (ver figura 2.1 bución de la tierra está más concentrada que la distribución La tabla AA2 muestra el tamaño del ingreso, y también de que la variación entre países es quintiles de ingreso equivalente y p más alta que la del ingreso. Nuevamente, América Latina de hogar. Los resultados son similares surge como una región muy desigual comparada con otras dos en las tablas anteriores. Los país regiones del mundo.f La tabla A.39 reproduce el coeficien- respecto al tamaño promedio de la te Gini para unidades operacionales de tierras agrícolas en entre familias pobres y ricas. La may países latinoamericanos. trón similar de reducción de persona La vivienda es probablemente el principal activo que la parte de la distribución del ingreso, mayoría de las personas posee. Diferentes encuestas de Argentina y Uruguay, donde las fam hogares en América Latina reportan si una casa es propie- han vuelto más grandes. dad de la familia que vive allí, aunque muy pocas reportan La desigualdad se fortalece si los m el valor de la propiedad o el valor de la renta de la vivien- a cabo entre personas de similar pote da. La tabla AAO, derivada de la muestra de encuestas de tabla AA3 presenta correlaciones line hogares usada en este informe, presenta para cada quintil gieren la existencia de "apareamiento de ingreso la proporción de familias que son propietarias mación de parejas en todos los paíse de una casa (es decir, tanto del edificio como del lote). La (ver también el capítulo 6 y Fernández propiedad de vivienda se da ampliamente en toda la dis- 2001). Los hombres con más años tribución del ingreso. De hecho, en varios países la pro- tienden a casarse con mujeres del mi porción de personas pobres que tienen una vivienda es más ción, como se muestra en la columna alta que la correspondiente para los ricos. Sin embargo, la factores que contribuyen a una correl figura A.8 muestra que en la mayoría de países en la últi- lario por hora al interior de la parejas, ma década, la propiedad de vivienda entre los ricos ha cre- la columna (ii). No hay evidencia de cido en relación con los pobres. Los hogares pobres viven de apareamiento concordante en la ú en casas más pequeñas (en términos de número de cuar- estas simples estadísticas. Finalmente tos) de lo que lo hacen los ricos. Ya que los hogares pobres (iv) muestran correlaciones positivas, tienden a ser más grandes en tamaño, el número de per- horas de trabajo, tanto cuando se con sonas por cuarto es significativamente más grande. Las se excluye a las personas que no traba diferencias entre quintiles de ingreso no han variado signi- La preocupación acerca del trabajo ficativamente con el paso del tiempo en la mayor parte de tado recientemente. La tabla AA4 m países de América Latina. de niños entre 10 y 14 años de edad q Fay, Yepes y Fosrer (2002) encuentran que la distribu- Infortunadamente, muchas encuestas ción de precios de vivienda está más desigualmente repar- ticas sobre niños más pequeños. Mie tida que el ingreso en Perú y Chile. Reportan que, en la infantil es insignificante en algunos p última década, los mercados de vivienda han excluido cada no fuerte en otros. Existen importan vez más a los pobres, una conclusión que con diferentes los niveles de ingreso a través de los e greso para calcular medidas de des 2.6 Desigualdad más allá de los ingresos escolar e investigar el tema de mo Gran parte de los estudios empíricos dirigidos a medir la relaciona la educación de los niños justicia de arreglos sociales se concentra en la distribución ción de sus padres. del bienestar individual. Sin embargo, en el mundo real, La tabla A.47 muestra la tasa d las personas parecen preocuparse también - y probablernen- quintiles de ingreso equivalentes. La te de un modo especial- por la distribución de bienes y plo, que entre los niños brasileños servicios particulares. Es probable que los programas que en el quintil inferior, un 70% asistió buscan garantizar la igualdad en la educación básica y la 93% en 2001. Para el quintil superi salud, sean apoyados por mayor número de personas que ron a la escuela en 1990 y 2001 , los programas dirigidos a reducir la desigualdad del ingre- números reflejan tres fenómenos im so y el consumo. Este tipo de igualitarismo se apoya en les de asistencia aumentaron conju argumentos normativos basados en la idea de igualdad de so de los hogares , (2) la matrícula oportunidades (ver Tobin 1970 y Roemer 1996, entre otros). con el paso del tiempo para todos Esta sección ofrece estadísticas sobre distribución de des- brecha en tasas de asistencia entre igualdad para variables en las cuales las personas mues- ha cerrado significativamente en la tran una preocupación especial: matrícula escolar, estado ¿Estos resultados son aplicables y servicios de salud básicos, representación política, segu- edad y países? El primer resultad FIGURA 2.11 Resultados de mercado laboral por género Razón de salario por hora, mujeres respecto a hombres 1,0 Cerca de 1990 · Nota: Las razones se derivaron de regresiones que controlan por características del trabajador. Fuente: Cálculos de los autores basados en datos individuales de encuestas de hogares. casi universal. entre 15 y 17 años que finalizaron El rercer resultado --la reducción en la brecha de tasas Los coeficientes Gini han caído en de matrícula entre los pobres y los ricos- es basrante gene muchos países. Una excepción not ral para niños menores a 12 años {ver figura 2.13)/* Sin los buenos resultados en la escuela p embargo, la brecha se ha ampliado en algunos países para en la escuela secundaria. La tabla A edades entre 1 3 y 17 años, y ha aumentado en la mayoría diferencias sustanciales en los coefic de países para edades entre 18 y 23 años. Las diferencias ses, desde un insignificante 4,5 en en la asistencia universitaria entre los pobres y los ricos 26,2 en Brasil. La columna (iii) mu han aumentado en la región duranre la última década. milares para graduados de secunda El nivel de desigualdad en la distribución de probabi 19 y 2 1 años. lidades condicionales de asistencia a la escuela puede ver En general, la desigualdad es ma se como una medida de la desigualdad en el acceso a la que en la escuela secundaria, incluso educación. Los autores estimaron estas probabilidades restringe a aquellos jóvenes que com condicionadas a partir de modelos logit para la decisión cativo previo. En dos tercios de los p de asistencia, usando ingreso equivalente de los padres, la distribución de probabilidades de edad, género, ubicación y educación de los padres, como para quienes finalizaron la secundari variables independientes.69 Los coeficientes Gini para la período considerado. La ultima colu distribución de estas probabilidades condicionales para (también se muestra en la figura A.9 diferentes grupos de edad se presentan en la tabla A.48 dad para rodos los niveles educativo para cada país y año. A medida que el coeficiente Gini para la distribución de la probabilida aumenta, mayores son las diferencias en la probabilidad tir a la universidad, para los jóvenes de asistir a la escuela entre niños de la misma edad, des cayó significativamente en la mitad pués de controlar por variables independientes. Estas di Latina presentes en el estudio, y a ferencias pueden deberse al ingreso de los padres, pero significativamente en el resro. RECUADRO 2.3 Algunas deseo. Un modo aproximado pero ilustrativo de investigar qué implica, por ejemplo, que las diferen se esconde al interior de una distribución es hacer algu- tre hombres y mujeres sean insignific nas descomposiciones simples. La población se divide en bio que estas diferencias son muy pe grupos según una variable dada, y la desigualdad total con las diferencias en salarios al inte se expresa como una combinación de desigualdad entre los dos grupos de género. El papel de grupos y al interior de grupos. La tabla A.35 muestra na o rural) varía para cada país. Por los resultados de haber hecho la descomposición del ín- salarial entre áreas urbanas y rurales dice de desigualdad de Theil calculado para la distribu- desigualdad salarial en Bolivia, y sól ción de salarios para adultos entre 25-55 años que Bolivariana de Venezuela. En mucho trabajan. La tabla sugiere que a pesar de que la educa- Latina, la relevancia de las diferenc ción formal es un factor importante en explicar las dife- bajado durante la última década. rencias en salarios en todos los países de América Latina, Ver a Wodon y otros 2000, para la importancia del género y la edad es pequeña. Esto no similar con una muestra más pequeñ de vida sería calculada. Sin embargo, las encuestas en los La desigualdad en salud está causan países latinoamericanos no tienen paneles largos para faci- creciente en el campo de la política litar este paso. Esta sección sigue la metodología desarro- tura académica. Esta preocupación llada por Andersen (2001) para ofrecer estimaciones de mejor entendimiento y medición d movilidad educativa, es decir, el grado en el cual la educa- estado de salud e indicadores de ser ción de los padres y su ingreso determinan la educación Encuestas Demográficas y de Salud del hijo. La variable dependiente es la brecha de escolari- les en inglés) es la principal iniciativa dad, definida como la diferencia entre (1) años de educa- ción sobre un gran número de variab ción que el niño habría completado si hubiese entrado a la de las características demográficas, escuela a una edad normal y avanzado un grado cada año, de las personas que responden (ver < y (2) años reales de educación. En otras palabras, la brecha poverty\health\data». La tabla A escolar mide los años perdidos de educación. El índice de información de este programa, pre movilidad de educación (EMI, por sus iniciales en inglés), diferentes medidas de estado de sa se define como 1 menos la proporción de la varianza de servicios de salud para cada país l brecha educativa que se puede explicar por los anteceden- muestra y para el promedio de otra tes familiares. En una economía con baja movilidad, los do en desarrollo. Éstas se presen antecedentes familiares serían importantes y, por tanto, el esratus socioeconómico, definido en índice sería pequeño (para detalles técnicos, ver Andersen dad de activos en el hogar, en lugar 2001). sumo. \ FIGURA 2.12 Razón del número de niños menores a 12 años por hogar entre quintiles superior e inferior Razón 2,0 1_ I Cerca de 1990 _ Cerca de 2000 1,8 1,6 1,4 1,2 1,0 . ~'1> é,o ~"1> ~ ~ ~,¡;.. /)0\ /)0r¡;.'1> ~'1> ~,¡;.. /)0\ ~($0~ ~ ~ 'C<1>' ~'0 ~'1i «0 /),§ ~tJ> ~'1>C$ '1i ' ~o<:' f!¡-'1> «,.V" ·l" 00 «'1>' ~0<:' ~c'J>~'1>C$ " «>e:,'1i Fuente: Cálculos de los autores basados en datos individuales de encuestas de hogares. a. La literatura ha encontrado que niveles má vez facilitando y promoviendo la cooperación y partici están asociados con mayores niveles de crecimie pación. Esta idea ha generado un cuerpo creciente de Keefer 1997), mayor eficiencia judicial, menor investigación que intenta evaluar la influencia de capi tal {La Porta y otros 1997), y mayor eficiencia de tal social en un amplio rango de resultados económicos 1993). y políticos.2 b. La pregunta usada para construir la medición d es: "¿Puede usted confiar en la mayoría de las Medir el capital social no es una tarea fácil. La mayor respondía afirmativamente, entonces se le daba a parte de la literatura a nivel de país se ha basado en las 1; en otro caso toma un valor de cero. La variable World Valúes Surveys ("Encuestas Mundiales de Valores", construyó como un promedio simple de ocho pre preguntó "¿En qué medida puede usted creer en l en castellano), que incluyen información a nivel micro Gobierno, Congreso, sistema judicial, la Iglesia, lo de 30 países en su mayoría desarrollados en respuesta a tidos políticos y la televisión. Para construir el ín preguntas sobre la confianza interpersonal y la partici cional, los autores asignaron valores arbitrarios de pación cívica. Usando las encuestas de Latinobarómetro, 0,66 sí respondía "algo", 0,33 sí la respuesta era los autores de este informe construyeron dos medidas de era "nada". capital social: una medición de confianza interpersonal c. Los resultados de regresiones multivariadas, c y una medida de confianza institucionaI.b Promediando jos por país, confirman los resultados no condic tabla A.46 Para las estadísticas por quintil, cada panel de la tabla La mortalidad antes de los cinco a muestra el índice de concentración (CI, por sus iniciales en nos en el quintil superior es menor inglés), como una medida del grado en el cual una variable Este de Asia incluidos en el progra en particular es distribuida desigualmente entre los estra Indonesia, Filipinas y Vietnam). Por tos de ingreso (ver Lambert 1993). Los "males", como la talidad en menores de cinco años en mortalidad infantil, son usualmente más comunes entre es la más alta en Perú. Las medida los hogares pobres. En este caso, el CI es negativo. A me salud para la prevalencia de diarrea dida que el CI es más alto en valor absoluto, están usual bién son relativamente altas en Amé mente más concentrados los "males" en los hogares pobres. y Brasil nuevamente destacados com En contraste, los "bienes", como las vacunas, son más fre mente desiguales. En contraste con cuentes en percentiles más ricos. En éste caso, el CI es po desigualdad sobre estado de salud, la sitivo. A medida que sea más alto el CI, más concentrados vicios como la inmunización, cuidad están los "bienes" en los hogares más afluentes. En resu nacimientos atendidos en América L men, si una región tiene valores de CI muy cercanos a cero, más alta que en otras regiones del m la desigualdad en salud se califica como relativamente baja. De cualquier modo, las diferencias s El panel A de la tabla A.50 ofrece estadísticas de dos Perú, mientras que personal médico medidas de estado de salud: mortalidad antes de los cinco casi todos los nacimientos de niños e años y niños con bajo peso. Como se espera, las desigual esta proporción es sólo de 14% de lo dades en salud existen en contra de los pobres. América inferior. Latina se ubica como una región de relativamente buen Wagstaff y Watanabe (2000) calcu promedio de medidas de estado de salud, pero también desigualdad para baja talla, bajo peso como una región de alta desigualdad (ver también Wagstaff trabajando con una muestra de 20 p 2001). El índice de concentración de la región es en térmi los individuos por consumo equivalen nos absolutos, más grande que el promedio del mundo noamericanos en la muestra aparece para mortalidad en menores de cinco años y niños con bajo encabezando la clasificación de desig peso. Algunos países, como Bolivia, Brasil, República Do concentración más negativo para baja minicana y Perú tienen niveles muy altos de desigualdad. el de Perú y para enflaquecimiento el 0,1 0,1 0,0 0,0-+"".......-.,.-,-..........-..-,-..........-. c. 13 a 17 años de edad d. 18 a 23 años de edad Diferencias entre los quintiles superior e inferior Diferencias entre los quintiles superior e inferior 0,6 0,6 . 0,5 0,5 0,4 0,4 0,3 0,3 0,2 0,2 0,1 0,1 0,0 0,0 e""" ... ~'1i' ~'I>''v'l>c:<:< e~.>;-'l>~e~~<0<1>'~e"""r_'1i'~'1i'd~'1>~' o.s,§,,~o' ."e ~p' ~"'\ v'l> '1>e, o ' v . ">..v'l> "~'l> ~,¡;.. ~ <0''1> >;-0" ...<:$ ",. V:-0 ~0<:< '?' oe~e <;/J... CP~ .... "'-o<' ~'1i'~'1i'" C:J'1i' ~'l> 00' ~ ~'l>e, ¡¡¡.'l> 00' ~'1i' «' e~ '1><:$ ~-e-f'",VoC; ~'1i' 00 «-~ ~o\ ,)~ ~o ,)~~0¿r,vo~~~lS-CJ> (;f, ~'If ... ~q'lf «>e:,'If c. Baños higiénicos d. Teléfono Diferencia entre los quintiles superior e inferior Diferencia entre los quintiles superior e inferior 0,8 0,80 0,70 0,70 0,6 0,6 0,50 0,50 0,40 0,40 0,3 0,3 0,2 0,20 0,10 0,10 0,0 0,00 ~~~e;.'I> lS-v'l> i:>~'I> ~o\ ~'" e;.'I> ~o\ «:~",,,, ~'I>~ \'If ~'li ~ v ~'If~'If.~CJ> ~'li1::'''' q-.,liás entre élíres y grupos su~ guismo y corrupción. Sin .embargo, bordinados, especialmente los campesinos durante las mayores a~erca del desarrollo ':'¿esde fas~s tempranas d~ la transición. Esta'paut~refleja mu- radoresen Corea aLmanejo de crisism chos factores, inél~yendo largas tradiciones de agricul- en Indonesia ~tes delprofundo descal tura minifundista; las reformas agrarias dqrante períddos político de 1998- : la autonomía "emp d~ transi~ión política ¡"~portante (en Chi~a, República persecución de d ffiinos tendientes al de '- de ,Corea y Taiwán, China); la necesidadjíé suministrar la protección de intereses creados. Lo . t . .. . ... ingresos y servICIOS a camp~smos ant~ amenazas ex~c:r- efécéivos$en las áre~ clav¡:: desuministr nas a lá seguridad nacional (Corea y TaiWáii,*China); y cios públicos. El contraste clave con A las amenazas de movimientos revoluci6narios de.origen se debe ver .en términos de un espe campesino (Indonesia). Estas alianzas no ¡{ecesaiia~en autoritarios y democráticos, !Jero en té te implicaron la rr!(wilizaeióna ~ivef10cal, pero estaba las historias políticas y sociales del E · . .· # : ..·. dentro delos intereses de la élite incluir económicamen- evolucionaron b~jo ambientes e:<.t~rp.os te alos grupos más pobres: En,Malási(l' estaacc:ióntOmó t.alaronestructuras institucionales más ·· t ! la forma particular de méjorar laposjciPl1 d~Lgnil'0éi E'~- " tivas. lnico históricamente máSpobr~de bumipu,teras (malax~s), ~ i ~*"* '¡'h' ., ." n: .. Pero fue realizada por un gobiern'o que deptndía direc- PuénteJ:' WotldBank (1993), Teranishi (1997), Evan I .L· ";lx' JI: . ;;' l cimiento con equidad". 12 Este e ingresos durante la década de 1980. La mayoría de los go- equilibrar los frutos de políticas e biernos sí respondió a estos problemas de un modo u otro. mercado (introducidas por el gobie El gasto social creció apreciablemente en la mayoría de los el objetivo de lograr la equidad y países, con parte del crecimiento (excepto aumentos gran- lecer sistemáticamente las polític des en desembolsos de pensión) siendo progresivo en su 5.5). Como resultado, los bienes p impacto gracias a la expansión de servicios básicos, tales ministrados, la inflación fue puest como la educación, la salud, el agua y el saneamiento a dencia fiscal se mantuvo. No hub partes de la población que previamente no habían sido aten- derechos de propiedad, y una ex didas (ver el capítulo 9). Sin embargo, hubo variaciones los derechos ciudadanos (relativo grandes en la eficacia de tales acciones en términos de re- complementada por un aumen sultados, y una expansión en el gasto público en sí misma focalizados de base amplia. Con la no reflejó ningún cambio en los equilibrios políticos sub- mica y social aparentemente ase yacentes. nanza de inversión que a su v En América Latina y a través de la historia de Europa y crecimiento y reducción de la pob los Estados Unidos, los cambios a los equilibrios políticos nes democráticas invirtieron tam que apuntalan los Estados más efectivos y redistributivos administración pública, apoyánd han ocurrido tanto al interior como fuera de las estructu- administrativas sólidas (para los es ras estatales existentes. existentes. Hoy, Chile es conocido La pregunta clave es si los partidos o grupos nuevos o bidad de su administración pública reformados, al alcanzar el poder, adoptan los poderosos en el reino de políticas económica instrumentos del clientelismo para fortalecer su apoyo, o La combinación chilena de po siguen metas colectivas.11 En la discusión siguiente, dis- prudentes con reforma gradual del tintos casos de la transición dentro de América Latina se ca ser el resultado sensato pero pr consideran, con recuadros utilizados para ilustrar áreas de bierno. Sin embargo, en tantos otro acción de las políticas. en América Latina), deseos sociales Chile es un buen ejemplo de cómo la preexistencia de la redistribución han tenido como partidos programáticos se combinó con una autonomía económico insostenible. ¿Por qué e burocrática relativa para facilitar la transición hacia el equi- Chile capaz de evitar un destino librio político con un Estado más efectivo y redistributivo. consiguió introducir una agenda p Dónde estas condiciones previas son débiles, el cambio ha políticas sin arriesgar la confianza ocurrido o a causa de la movilización interna de partidos dad macroeconómica? Una explica nuevos o a través de movimientos externos al sistema. Brasil tra en la naturaleza de actores insti ilustra ambos casos a través de las administraciones de y las relacionesentre ellos.El elemen Cardoso y Lula. América Latina tiene también una va- del enfoque chileno de "crecimie riante de los movimientos externos al sistema, la del lí- amplia alianza centro-izquierdista der populista que apela total y directamente al pueblo comprendió 17 partidos alrededor (descontento), pero está débilmente integrado a estructu- tas y los demócracristianos. Al n ras organizacionales o movilización local. Esto es a su vez clientelista estatal durante la lucha un producto de la debilidad de las tradiciones partidistas y tar en la década de 1980, estos p de sociedades fragmentadas, y es un caso ilustrado por Perú. través de la década en entidades La debilidad general de los partidos programáticos en la moderadas con nexos fuertes a org región -un producto de patrones históricos de evolución pecialmente sindicatos), y un comp política- hace más duro el desafío de mejorar el Estado, y cracia social representativa y plura a su vez hace que el papel de otros actores en la sociedad Cuando la transición democrát (incluyendo asociaciones empresariales, sindicatos, movi- las fuerzas conservadoras retener distributivas relacionadas con la disyuntiva entre el em- política macroeconómica estricta, esto pleo y la igualdad, por una parte, y la eficiencia, en el por una expansión significativa de apoy otro. Durante las décadas de 1970 y de 1980, los go- ticas que aumentaron las prestaciones s biernos socialdemocrátas escogieron estrategias basadas El objetivo de la comparación aquí en una apreciablemente mayor formació n de capital pú- impacto de las decisiones de política; est blico, inversión humana y esfuerzos tributarios, y man- evaluación cuidadosa de efectos instrum tuvieron un mayor papel empresarial para el sector ticas y visiones normativas acerca de la público en la economía. En contraste, los gobiernos con- desempleo. Es, sin embargo, digno de m servadores escogieron una menor inversión en capital fí- Bretaña experimentó un aumento muy g sico y humano, menores impuestos y la privatización. El igualdad en la década de 1980, para lo contraste de políticas entre tipos de gobiernos se puede países ricos. España experimentó un de ver claramente mediante una comparación entre dos par- en su (ya menor) nivel de desigu aldad. A tidos programáticos en la década de 1980: los conserva- observadores discuten que la expansión dores británicos bajo Margaret Thatcher y los socialistas bienestar social fue un complemento cl españoles bajo Felipe González. Estos partidos estuvie- restructuración industrial asociada con ron basados inicialmente en coaliciones electorales muy tegración de España a Europa. diferentes. Los conservadores británicos 'apelaron a las clases altas y medias y procuraron ensanchar su base en las primeras, por ejemplo, mediante la política de vivien- Fuente: Boix (998). significativas, la Concertación escogió deliberadamente una con la importancia de la minería en la ec forma consultiva del gobierno -la llamado "política de la mayoría de los observadores concuerd acuerdos"- por la cual e! gobierno discutió cada iniciativa mentos significativos en la desigu aldad legislativa importante no sólo con los socios de la coalición, 1970 (con la transición al régim en de P pero también con partidos de oposición y organizaciones da de' 1980, lo que es evidente en los da sociales." Tales arreglos negociados fueron posibles porque e! capítulo 2, para una discusión y ref los partidos y organizaciones sociales clave implicados (en también en la consolidación de la posició confederaciones sindicales y empresariales particulares) te- glomerados (Schamis 2002). Tercero, los nían amplias e incluyentes bases de representación y apo- tribución de! ingreso son siemp re un p YO. 15 Ante la fuerte demanda por equidad social y las que, por ejemplo, aumentar e! acceso a expectativas en torno a un manejo económico prudente, la centralidad de las fuerzas de! mercado los actores lograron obtener arreglossensatos en una agenda distribuciones salariales. nacional amp lia en vez de perseguir intereses parroquiales Como se discutió en un informe re y sectoriales.16 Mundial (de Ferranti y otros 2003), la Si Chile ha form ado, para estándares latinoamericanos, nacional fue un catalizador para e! camb un Estado relativamente efectivo (y redistributivo), ¿Por hacia la mano de obra calificada en paíse qué sigue siendo una de las sociedades más desiguales de vando inicialmente a un aumento agudo la región en términos de ingresos? (~r e! capítulo 2). Tres habilidad y a desigu aldades salariales. Sin factores son pertinentes. Primero, la form ación histórica expansión en escolaridad (especialmente de Chile (especialmente durant e e! siglo XIX y primera rio) al final de la década de 1990 pareci mitad de! siglo XX) siempre ha implicado una mezcla de tando esas fuerzas poderosas del lado de grados relativamente altos de gobierno constitucional y de Como Chile, Brasil experimentó la concent ración de la riqueza, la cual está en parte asociada ciada de un gobierno militar autoritari corporativos y personales para ingresos superiores, den- gislación importante de la coalici tro de la categoría de impuestos directos . la reforma se negoció políticamente para tran tributaria estuvo acompañada de un arreglo para desti- nómicas conservadores acerca de nar una participación específica de las rentas para el gas- bierno con la responsabilidad to social. "- económicas sin esfuerzos radicales Entre 1990 y 1994, el gasto ~~cial aumentó en casi arreglo negociado reflejó no sólo 50%. Esto tuvo poco impacto sobre el alto nivel de lativas de las élites conservadoras y desigualdad de ingresos durante el mismo período, el (que carecía de una mayoría en el cual fue impulsado en gran parte por el efecto de las bién lo que los partidos que com fuerzas de mercado sobre los ingresos laborales. Sin em- tación" habían aprendido de exp bargo, hubo reducciones significativas en otras di- de 1970, cuando e! radicalismo e mensiones de la desigualdad, reflejando el carácter en un golpe brutal y casi dos déc redistributivo del gasto social: si el valor imputado de bajo Pinochet. prestaciones sociales se incluye, la distribución de "in- gresos" mejoró apreciablemente en la década de 1990 Fuentes: Boyland (1996), Weyland (1997). A lo largo de la dictadura e incluso durante la transición entonces para reformar su sistem democrática, la continua importancia de relaciones so- dad social (ver recuadro 5.6) . ciales desiguales, la falta de partidos programáticos, y la Desde mediados de la década fortaleza de los grupos de intereses especiales caracteri- ciones de Cardoso y lula han se zaron la economía política brasileña. Aunque Brasil he- una combinación de políticas comp redó un Estado relativamente efectivo en términos de promiso con la estabilidad mac capacidades burocráticas en ciertas funciones del Esta- social, y la construcción de las cap do, tales como la promoción industrial (Evans 1979, e! recaudo de renta y e! suminist Schneider 1991), el suministro efectivo de bienes públi- ciones de ambos gobiernos han sid cos claves -notablemente estabilidad macro, derechos de treñidas por la fragmentación i la propiedad, y ciudadanía- no fueron parte del legado político brasileño.'? Sin embargo, de los gobernantes militares del país . las instituciones consistencia con que estos gobiern políticas brasileñas han sido tradicionalmente propensas más equitativas son notorios." al inmovilismo.'? la fragmentación institucional del sis- las políticas en favor de la equ tema político brasileño -en donde muchos grupos de in- das por estos dos gobiernos reform tereses y políticos individuales, libres de la disciplina genes partidistas diferentes. El cohesiva de un partido, entran en un intercambio de fa- PSDB, fue creado como un grupo vores políticos de corto plazo- no es conducente al cam- te por desertores de! PMDB -qu bio redisrriburivo, En cambio, los grupos poderosos y bien de! partido de "oposición" creado organizados presionan exitosamente para avanzar o pro- ticos tradicionales durante e! pe teger sus propios intereses y privilegios, lo que a su vez una tentativa para vencer la ori refleja en gran parte la desigualdad subyacente del poder PMDB. El PT de lula, por otro político en la sociedad brasileña. Esta débil gobernabilidad externo al sistema durante e! pe está ilustrada claramente por la dinámica del proceso de tanto carecía de acceso a fondos c formar una Constitución al final de la década de 1980, la movilización), y se desarrolló co así como por las dificultades que el país ha tenido desde tal genuina entre sindicatos y otro camino a través de las estructuras institucionales esta- turada, grandes expectativas, y la au blecidas . Una década después de ocurrida la transición programáticos. democrática, Fujimori heredó casi el exacto opuesto de los atributos de un Estado efectivo y redistributivo: hiperinfla- Otras transiciones problemáticas o ción; un conflicto violento con el movimiento guerrillero En América Latina otros países han ten de Sendero Luminoso; derechos de propiedad inciertos; llidas o problemáticas a la democracia derechos ciudadanos debilitados; y un desplome de la ca- cesy retrocesos menos dramáticos que e pacidad del Estado para recaudar rentas y suministrar ser- un ejemplo clásico de relaciones socia vicios, especialmente en áreas más pobres. A comienzos de Estado débil, firmó los Acuerdos de P la década de 1990, Fujimori mejoró sustancialmente el algunos avances en el suministro de im suministro de bienes públicos --especialmente con respec- partiendo de un nivel de base muy baj to a la estabilidad macroeconómica y social-, al terminar suministro simbólico de educación bili el conflicto con Sendero y sostener una gran expansión en en el nivel nacional hubo pocos signo servicios básicos, en particular a poblaciones pobres y ru- significativa de un sistema de gobierno rales. ¿Cómo se hizo esto? En vez de reformar el Estado antiguas y nuevos intereses relacionad para mejorar su capacidad general (como tanto Chile como el crimen. También fue simbólica la Brasil han procurado hacer), se crearon "islas" de acción Constitución multicultural (ahora cada efectiva del Estado, notablemente en aduana e impuestos la región), que se rechazó en un referé (con el fin de proporcionar rentas para sostener el gasto), cute en recuadro 5.2, la República Dom en la macroadministración, y en la concentración de un un desempeño relativamente bueno de conjunto de programas de suministro de servicios en la bién permanece estancada en un equi administración presidencial. Estas accionesimplicaron rom- con altos niveles de clientelisrno y un per con estructuras institucionales clientelistas existentes débil. (por ejemplo, cerrando el Parlamento) o eludirlas (por ejem- Bolivia es un caso más complejo. P plo, evitando los canales burocráticos tradicionales). El tuación de estructuras profundament apoyo político fue sostenido por la aprobación inicialmen- Estado débil, el país tomó varias med te amplia que suscitaron las mejoras relativas a la crisis la gobernabilidad y la rendición de cu anterior; por la entrega de servicios a los pobres, aunque de la década de 1980 restauró la estab en forma de un proyecto clientelista nacional (ver recuadro mica, y emprendió amplias reformas e 5.7); y, cada vez más, por conexiones con los ricos. Sin pública, pero no es claro si estas refor embargo, esta situación tuvo altos costos en términos de significativamente las relaciones client socavar las instituciones democráticas, incluyendo la cap- Bolivia tomó medidas innovadoras par tura del poder judicial y parte de los medios. tralización democrática (ver abajo), c En términos de estructura política, la experiencia de aumentar la influencia de los grupos Fujimori tiene paralelos con el modelo del líder populista yendo a los indígenas. que cruza las estructuras institucionales y promete Al mismo tiempo, Bolivia ha exp redistribución, pero que tiene la resolución y la capacidad descontento que resultaron en la forma de desafiar los intereses creados y mantener la estabilidad tro de un movimiento de protesta esen a nivel macro, y utiliza métodos autoritarios cuando son que forzó la renuncia del presidente S necesarios. Al principio del gobierno de Fujimori, la pro- finales de 2003, de un modo similar fundidad de la crisis económica y una élite política des- sión del presidente Mauhad en Ecua acreditada facilitó el cambio. Sin embargo, el modelo Ecuador había registrado un comprom carismático de líder externo al sistema es inherentemente el de Bolivia con las reformas estructu arriesgado, y últimamente insostenible a causa de la falta En ambos casos, el movimiento de la de una base institucional de representación para ligar las patrón de un movimiento clásico de élites gobernantes a los pobres. En el caso de Perú, los cos- sistema, compuesto por grupos pobres focalizadas." Como resultado, la Constitución brasileña A mediados de la década de 199 de 1998 es un documento incoherente y complejo que Cardoso intentó una gran revisió simplemente junta una gama muy amplia de intereses guridad social. Aunque se logró p especiales expresados por la ANC.bAunque la Constitu- las propuestas de reforma más amb ción incluye un componente social fuerte -incluyendo la te aquellas que afectaban los inte naturaleza universal de servicios básicos tales como la sindicatos del sector p úblico, fuero educación y la salud-,consagra también varios privile- cientemente elegido gobierno de gios especiales de poderosos grupos de interés, por ejem- dose ahora en otra tentativa sustan plo , al otorgar a los funcionarios p úblicos beneficios armonizar gradualmente el m uy pensionales excesivamente generosos e insostenibles pensional del sector público con e fiscalmente.' privado. La incoherencia de la Constitución brasileña ha lleva- Aunque la reforma no ha obten do a tentativas interminables por gobiernos subsiguien- el gobierno ya ha tenido que hace tes para enmendar el documento con el fin de introducirle importantes en relación con su pro cambios sustanciales, entre los cuales el más notable (pero vez reflejando el poder de intereses no el único) es la reforma del sistema de seguridad so- áreas de los empleados p úblicos, e cial. Ya en el debate constitucional, las propuestas por judicial. tecnócratas del Ministerio de la Seguridad Social dirigi- das a volver el sistema más justo distributivamente - por a. La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) ejemplo, al buscar cobertura universal, mejoras en.dos cional que había sido elegido en 1985. y po beneficios pensionales de trabajadores rurales pobres, intereses parroquiales y políticos de corto plazo su vulnerabilidad a la presión por grupos de in la diversificación de impuestos de seguridad social, y b. Según un conteo, por lo menos 383 grupos un umbral de edad para el recibo de la .pensión por diversos intereses profesionales y funcional~s p tiempo de servicios- fueron derrotadas por varios gru- de sus agendas en la Constitución -ilustrando pos de interés. Los intereses empresariales seopusieron acción colectiva causado por la estructura corp a la diversificación de impuestos de seguridad social, tada de las relaciones Estado-sociedad en Bras c. Ver ~ich 19~8, para un análisis del proceso d mientras que los sindicatos y jubiladosurbanosdesafia- titución. ron las restricciones propuestas a los beneficiospor tiempo d. Este caso, se analiza'con todo detalle en Me de servicio. Fuentes: Weyland 0996b), Vianna ( 998), Mel con intereses creados, tales como los sindicatos de maes- muy conocidos en la región incluye tros. La fuerza del movimiento fluyó de una combinación ma efectivo de escuela basada en la de severos choques adversos a la economía (incluyendo la vador, y el Programa de Salud Fa emblemática destrucción de la producción de coca en Boli- Ceará, Brasil (para detalles, ver Ten via) y una larga historia de exclusión social y política, y de ca política de la transición al nivel s desencanto con la clase política y la capacidad del gobierno. da por el caso del programa fo denominado "Prog rama N acio La transición al nivel sectorial (Pronasol), un instrumento de Aun cuando el reino de la política de nivel nacional es to- clienrelista;" y su sucesor Progresa davía inhóspito al cambio a favor de la equidad, la transi- "Oportunidades"), mejor concebido ción para abandonar modos clienrelistas de gobernabilidad instrumento de política para la red ha sido posible al nivel sectorial en varios países. Ejemplos la pobreza (ver recuadro 5.8 y capí más pobres. Los partidos tradicionales prácticamente resultado que el programa tuvo desaparecieron, y el gobierno se volvió mucho más cen- redistribución. tralizado. . Aunque las evaluaciones del'Impa Un ejemplo importante es la centralización de-Pon- pobres de Foncodes hayan sido posit codes y otros programas sociales bajo el control inmé- ha sido'criticado a menudo por su pol diato de la Presidencia. Este cambio aumentó el diseño que eludióa las administracione suministro del servicio y ayudó a Fujimori a ganar apoyo un'modo consistente con las otras acci electoral por fuera de las estructuras partidistas. (.Jo es- política de Fujimori, Foncódes'hizo po tudio encuentra que los gastos de Foncodes aumentaron al-desarrollo institucional yal ernpod apreciablemente en los tres meses anteriores a·laS eleC:- administraciones municipales. ciones nacionales, y que los.próyectos>fueron dirigidos a provincias en las que era probable que su efecto político a. Ver Roberrs 1995 sobre el concepto de neopop fuera más grande. Entre 1991 y 1993, Iós gastos de régimen de Fujimori. Foncodes favorecieron al núcleo de sus partidarios y'a.vo- Fuentes: Schady (2000), World Bank (2001c). El papel de la descentralización democrática asocia con procesos democráticos local ¿Puede la descentralización política y administrativa lle- grupos más pobres y llevan a una acc var a transformaciones políticas y sociales locales? (Ver de parte del Estado." Ferranti y otros, 2000 para una discusión general). El pro- Que e! buen gobierno local puede ceso de descentralización, por su propia naturaleza ha ge- cia positiva en los indicadores de des nerado una variedad grande de experiencias, ya que las trado por los casos de Porto Alegre nuevas oportunidades para una mayor autonomía política (Colombia), donde cambios sustancia han interactuado en diversos contextos locales, políticos, acción de parte de los gobiernos y los sociales y económicos. En ausencia de políticas compensa- han fomentado culturas de ciudadanía torias nacionales, proactivas, la descentralización aumen- ron a un rompimiento exitoso con las taría generalmente las desigualdades intrajurisdiccionales, turales de la desigualdad que han desaf por ejemplo, por la mayor capacidad de jurisdicciones más pública en e! plano nacional. Claram ricas para recaudar impuestos que luego podrían ser apli- locales importan con respecto a los resu cados al suministro de mejores servicios económicos y so- de descentralización, como se ve ilustr ciales. cia boliviana con la descentralización, En algunos casos, la democratización local, simbolizada tados del proceso de descentralizac por la elección de alcaldes, ha cambiado verdaderamente pro-comunitaria han dependido de los la estructura de oportunidad en la acción local para aspi- y sociales de los municipios recientem rantes a líderes y movimientos locales. Esto ha sido deno- minado como una "revolución silenciosa" (CampbeIl2003). Dos casos de un cambio a estados Sin embargo, los resultados están supeditados a precisa- más efectivos y redistributivos mente los tipos de asuntos levantados en la discusión an- Descentralización democrática profunda. U terior acerca de condiciones y transiciones nacionales. ¿Qué jor-documentados acerca de la tra tan establecidas están las relaciones desiguales y qué tan clientelisrno en el plano local es el de fuerte o débil es e! Estado local, en e! sentido de su capaci- proceso fue facilitado por la introducci dad de proporcionar bienes y servicios públicos (locales)? cales y luego por la elección del Partido La descentralización aumentará la desigualdad si refuerza Partido de los Trabajadores, o PT). Las la mano de élites locales, pero apoyará la igualdad si se micas subsiguientes entre grupos loca presupuestal en proporción al nivel de participación por Tal competencia se reflejó en la a asociaciones en foros abiertos- ha estimulado la actividad caldes, Mockus y Peñalosa. Mock asociativa. El PP ha tenido también el efecto de promover có .gran énfasis en construir nue la construcción de coaliciones horizontales; esto contrasta gama de grupos sociales y en cam con el pasado cuando los vecindarios procesaban las de- dana. mandas verticalmente a través de jefespolíticos, con el efec- Los efectos de estos cambios ins to de ceder severamente su autonomía de asociación y tes en grandes mejoras al desemp debilitando a la sociedad civil. minos del nivel de suministro de La acción estatal en Porto Alegre ha sido exitosa en es- anecdóticamente) en la calidad de cenarios públicos clave, especialmente en el suministro de La modernización del sistema de servicios, una tendencia que ha mejorado las condiciones a Bogotá tuvo como resultado una través de la ciudad y ha tenido también un fuerte elemen- en muertes accidentales de alrede to redistributivo. Un creciente esfuerzo tributario es la comienzos de la década de 1990 a evidencia de una voluntad más amplia para apoyar el pro- Los esfuerzos gubernamentales p yecto, como también lo ha sido la reelección del PT. Aun- pública tuvieron como resultado que Porto Alegre sea una buena ilustración de cambio a dios por 1.000 habitantes, de 80 un equilibrio político nuevo, debe ejercerse cuidado al ob- La matrícula neta en escuelas prim tener lecciones institucionales específicas, especialmente en joró del 85% en 1993 al91 % en 2 el proceso del PP. Para los estándares brasileños y regiona- dario, mostrando el aumento más les, la ciudad goza un alto grado de inclusión social. El PP Tendencias similarmente posit se ha ejercitado en un poco más de 100 municipios en Bra- respecto a otros indicadores de su sil (de un total de más de 5.500). Valorar los determinan- ciales, tal como salud pública, a tes y el impacto verdaderos del PP requerirá examinar tendencias son también, y de nu algunos de los aproximadamente 100 otros casos del pro- reflejadas en un aumento en el esf ceso en Brasil. ga de impuesto por residente aum 1988 a 86.000 pesos en 1999-, La entrada de emprendedores políticos externos al siste- tiempo el gobierno de la ciudad a ma y la movilización del apoyo de la clase media. Bogotá das de modernización administra proporciona un segundo caso de un cambio dramático en tos operacionales (tales como gas el desempeño de la administración municipal en una ciu- menos constantes, permitiendo a dad grande. La transformación política de Bogotá se ha cursos para financiar la expansió desplegado con el trasfondo de una escena política na- (Maldonado 2003). cional caracterizada por la alternación del poder y los La experiencia de Bogotá mue acuerdos para compartir el poder entre los dos partidos posible cuando la competencia el establecidos, basados en el acuerdo Posviolencia entre las dedores externos talentosos a la are élites. Este contexto ayudó a integrar, en los niveles den utilizar entonces su posición p nacionales y locales, una forma especialmente bien en cultura política y eficacia estata enquistada de clienrelisrno, a través de la cual la tradi- en Bogotá y no en algunas otras c ción de cambiar favores por apoyo político ha persistido tienen una respuesta completa a en una gran variedad de áreas (por ejemplo, en ef empleo gieren que esto es el resultado de y en obras públicas locales). A menudo, este patrón ha grado de fortaleza de las estructur sido más fuerte en áreas más pobres en escenarios tanto cidad de individuos y grupos para urbanos como rurales. para realizar el cambio. Tanto l Al igual que en Brasil, la oportunidad ha sido creada en cionales como las latinoamerica Bogotá por la llegada de elecciones para alcaldes y compe- tucionalizar tales cambios será d tencia electoral. Sin embargo, en este caso el acontecimiento términos de construir electorados grande de financiación era la de servicios básicos, tales de 3,4 millones de personas roe ayudado por los como agua, tratamiento de aguas residuales y electrici- áreas con poblaciones indígenas grandes, y 1,6 m oao- era visible y'efectivo para el propósito oe generar ficiaron de nuevas clínicas; Coo respecto a 'la e apoyo electoral. Pronasol fue reemplazado efectivamen~ Escuela Digna de Pronasol ben~fició a 4 millones te por Progresa (llamado actualmente Oportunidades), 1990,5 millones de personas se beneficiaron de u que se.enfocó principalmente en inversión en el desarró- ble yaguas .residuales, y otros cinco millones proyectos de electrificación rural. Para 1992, e 110 humano con un proceso de toma de decisiones más participación del gasto público general en sectore recnocrárico.s-Iías evaluacionesdeimpacro de Pr6gresa el 12,34% (Lusrig 1994). han sido rnés favorables que las de Pronasol." Unanáli- b. Un estudio (Molinar Horcasiras y Weldon 199 sis de los determinantes políticos de las asignaciones de no federal gastó más en áreas donde se habían pr les y federales concurrentes y que los fondo fondos de Progresa ericoniro qU aunque las considera- t concentrados hacia los estados en los que el PRl ciones electorales parecieran estar algo-relacioñadas con te, sino en estados marginales que 'no eran n~~e las pautas de financiación, el nivelde la pobreza ha sido de México pero en donde el partido de oposici por mucho trecho el-mejor'pro ñosticador del gasto de Democrático (PRO) era fuerte. Otro estudio (D Progresa (Menocal 200l~,. Weingast 2002) encontró que el PRltomó como r : s, ¿Cómo se explica este ep~so3io de oespolitizaci6n de eleCtoralmen~emarginales y retuvo los 'fondos p por e! PRO, pero gastó poco en los municipio programas de lucha contra la pobreza en México? Ea grande de ventaja. El mayor gasto se dio donde ~ transformación coincidió con la democratización, o por gen pequeño. lo menos pluralizacióhrde la política mexicana. El cam- c. A finales de 1999 ; Progresa cubrió aproxim bio en este programa se puede ver en el contexto de la familias, o cerca del 40% de todas familias rurale lias en México.slinaquel momento, el programa respuesta del presidente Zedilloa la crisis económica del lidades en máS de 2.000 municipios y 31 estad'o período y el descontento general con las consideraciones d. El' lntemational Food Policy Resea;ch Institute( políticas que rodearon al gasto en Pronasol, un progra- Investigación de .Política de Alimentos, o Ifpri p ma bandera bajo su antecesor, el presidente Salinas. Con concluyó que Progresa había aumentado aprecia cada denuncia de corrupción de los fondos sociales.bajo de niños y niñas en la escuela secundaria, reduci los beneficiaríos en 12% para niños-y 19% (en Salinas, aument ó'la presión sobre Zedíllo para actuar de con licencia por enfermedad) para adultos, redu manera más transparente! Su respuesta tomó varias for- talla (Jtllnting) causada por deficiencias nutricion mas, incluyendo un proceso políticamente impulsado de sumo de calorías y la diversidad dietética. Para un descentralización. El caso.de Progresa es el de un pro- Ifprí, vea http://povertY.worldbank.orgllibrary /v grama centralmente administraoo, dis~ñaoo para teri~r e. Al descentralizar los gastos, principalmente a una conexiónJn~cercapiconla ~xtre,mwa pobreza y para permitiendo así que esos políticos decidieran q puede haber estado en efecto permitiendo eluso ser menos vulnerable al ser utilizado como un instrurii én- 't· ''&; .. * -:/" ".' , ,., p$ro manteniéndose al mismo tiempo a ,.di~i~nci nomas y demandas societarias para el desempeño en el patrones de gobernabilidad. El pape suministro de bienes colectivos." local es visible en escenarios cuasiexp sos nacionales de descentralización, Cómo el contexto institucional local afecta turas de oportunidad política se ab el potencial para el cambio menos igual a lo largo de un país dad A través de este capítulo, los autores han acentuado la jurisdicción local desarrolla su prop importancia del contexto institucional dentro del cual un ción institucional. Una pregunta cru equilibrio político particular de relaciones sociales desigua- cia política local puede capitalizar la les y gobierno efectivo puede evolucionar hacia diferentes escenario político local. Como lo de de intereses de poder, ya que un proceso originado desde intercambiar ideas y proponer reform las bases ha trasladado apreciablemente los poderes de la apertura política y la estructura de toma de decisiones desde las élites tradicionales a ciuda- PP se crearon desde arriba, es la s danos ordinarios. El papel delPT, un partido ideológica- proporcionó los recursos de informa mente coherente y pragmáticamente de centro-izquierda, PP Yfomentó su movilización. Al como el catalizador del cambio ha sido crítico, desde que ducción de Pp, el PT cabalgó sobre creó la "apertura desde Arriba" y proporcionó el apoyo sentadas inicialmente a una anterio progresivo que ha hecho posible el PP. la Unión de Asociaciones de Vecin En contraste al carácter más jerárquico, rígido y orga- gre (UAMPA por sus siglas en po nizacionalmente aislado de la mayoría de los partidos solicitado un mecanismo popular y c socialistas en América Latina, el PT está profundamente trol de la definición del presupues integrado organizacional e ideológicamente en la socie- gran variedad de organizaciones dad civil. Desde su fundación en 1980, el PT ha sido un grupos vecinales y parroquiales, partido de movimiento social, habiendo sido formado mujeres, organizaciones no guber como una alianza de elementos progresivos dentro de la dicatos) proporcionó entonces las r Iglesia, los sindicatos, las asociaciones campesinas, los las ideas innovadoras, y las práctica grupos de derechos humanos y una serie de organizacio- definieron e! PP. Con cada año qu nes revolucionarias. Creado como un instrumento de la gados barriales al concejo presupues lucha contra un régimen autoritario y las estructuras jores en ligar las demandas local corporatistas asociadas, durante su primera década de la objetivos al nivel de la ciudad (A existencia el PT, en palabras de Rebecca Abers, "procuró Biaocchi, 2001). mantener constantemente nexos con una multitud de movimientos sociales del nivel local y desarrolló estruc- turas internas sumamente descentralizadas'". a. Abers (1996, p. 37). Porto Alegre y Bogotá, la fuerza de actividades asociativas censura", un proced imiento formal locales y la calidad de las elecciones competitivas son ele- dato de alcaldes con desempeño po mentos importantes de estos contextos locales" . Cuando ción en Bolivia produjo cambios estos factores interactúan positivamente entre ellos, au- asignaciones de inversiones públicas mentan los estímulos y las capacidades políticas para cons- tores - incluyendo transporte, hidroc truir una administración municipal efectiva y redistributiva. cación, desarrollo urbano, yagua y sa Cuando uno o ambos factores están ausentes, es probable la aparente armonización de su di que e! potencial de la descentralización democrática se (Para un análisis más detallado, ver F quede subexplotado. dencia indica que la descentralizació Uno de casos más radicales de descentralización en la ducido consecuencias distributivas década de 1990 es la Participación Popular de Bolivia, que que la demanda local maneje las as se prop uso fortalecer la habilidad de los ciudadanos para públicos. supervisar las acciones de los gobiernos municipales y ha- Sin embargo, una mirada más de cerlos responsables de su gestión . Este proceso int rodujo boliviana, por lo menos en la fase i mecanismos.institucionales del control social, incluyendo popular, revela experiencias variada comités de vigilancia y organizaciones territoriales de base pios en términos de mejoras en e! g (conocidas como OTBs ) encargadas de supervisar e! des- trumentos de vigilancia y participa empeño de! gobierno municipal y "e! voto contructivo de comités de vigilancia, OTBs, y e! v do se abusó como un instrumento de conflicto partidista. a lo largo de lineamientos programát En una muestra de 38 de los 311 municipios inspecciona- no bajo la más frecuente tradicion de dos en un recentie estudio del Banco Mundial (World Bank orientados al clientelismo. En dond 2000c), 92 alcaldes vinieron y se fueron entre 1996 y 2000, partidos programáticos, el cambio a o sea 2,4 alcaldes por municipio en menos de cuatro años. por agentes externos al sistema pol Es difícil imaginar que un gobierno efectivo podría surgir emprendedores o movimientos polít en tal contexto. un catalizador importante para romp La influencia de variar el contexto institucional local en embargo, tales cambios impulsados p el mismo país es ilustrada también por una comparación nos sólo serán sostenibles si se integra de ciudades de tamaño mediano en Colombia que experi- males, especialmente las que crean la c mentaron el mismo proceso nacional de descentralización bajas y medias para articular sus met política (ver recuadro 5.10). Estos casos de ciudad-par-ciu- nizarse para un estado efectivo y redis dad ilustran el potencial de ciclos beneficiosos de cambio casos de cambios significativos en la que producen cambios complementarios o conjuntos en en el transcurso de unos pocos años, áreas diferentes de la gobernabilidad local, ciudadanía y vellocal (como se discutió para los cas servicios públicos. Los patrones participativos a favor de Alegre). Sin embargo, más frecuent los pobres, del desarrollo han ido a veces de la mano con un equilibrio político nuevo implica u iniciativas proempresariales y de desarrollo económico lo- dificultades, como parece haber ocurr cal, mejores servicios educativos locales, corrupción redu- serie de pasos que vienen a ser vistos cida, movilización de recursos, y cambios en la cultura de estratégica, como puede estar ocurrie trabajo de los empleados públicos . Los alcaldes dinámicos los complementos, pero no sustituto también han sido importantes en crear el cambio positivo, cambios provenientes del interior y pero ellos trabajan dentro de un sistema y el incentivo para están las medidas para aumentar la t ser un alcalde depende del contexto. Teniendo esa oficina bate público, para reforzar las capacid es más atractiva para individuos talentosos y ambiciosos públicas, para sostener la presión soc en Colombia que, por ejemplo, en Chile, donde la descen- la capacidad para el gobierno efectiv tralización política ha avanzado mucho más lentamente. drían tomar la forma de una variedad d Sin embargo, cuando las estructuras institucionales políti- parencia que ya están en camino en var cas y sociales básicas se logran del modo "correcto" o se tales como los "tableros de punrajes" mejoran radicalmente, hay potencial para cambiar a lorar independientemente el desemp institucciones mejores y más igualitarias, con ganancias gobierno en servir a sus ciudadano subsiguientes en múltiples áreas. Bangalore, India, y en las Filipinas); vidos por los mismos gobiernos y por 5.3 Conclusiones nes no gubernamentales, para mejora La historia le ha dejado a América Latina relaciones socia- presupuestos públicos (como en la " les desiguales y Estados débiles, .en grados que varían a gentina); y el uso cuidadoso de la info través de la región. El clientelismo y las relaciones basadas nizar sistemas de administración d en el clientelismo, apoyadas por variadas culturas políticas ejemplo,el Siafide Brasil, que es usado y sociales a través de grupos, tienden a perpetuar las des- informar acerca del manejo presupue igualdades. Los Estados débiles -en el sentido de tener baja deral). Varios países en la región, tales capacidad de suministrar los bienes públicos de estabili- y Perú, han comenzado a instituciona dad macroeconómica, la protección de los derechos de pro- consultas públicas y de gobernabilid piedad y ciudadanía, y el suministro de servicios básicos- propósitos de planificación gubernam son contextos perniciosos para la desigualdad, ya que ellos de que no todas estas iniciativas sean son especialmente vulnerables a las depredaciones de los que su impacto depende inevitablem 'afirma que "Ia totalidad del presupue~to municipal es tonio Navarro (uno de los.ex lídere ¡jc devorada porJa burocracia parasitaria,cre~9apor Ia ma- legalizado imiento.M-19), quien quinaria élientéIista~·.' . '. ·. ¡¡o radicales obierno de la ciudad La llave que facilitó lóscambios ene , bi~ntepo} tura y ha arencia, y redujo la co lítico al nivel de la ciudad y que alteró la estructura de bio llevó también a alianzas nuevas oportunidad, incluyó la introducción de elecciones de- asociaciones empresariales locales y mocráticas de alcaldes en 1988 y la subsiguiente des- nos. centralización radical de competencias y recursos en 1991. Sin embargo, los resultados de estos acontecimien- a. Velásquez{1982), como citado en Angel1, Low tos variaron agudamente, con la diferencia más grande Fuente: Angel1, Lowden y Thorp (2001). locales, ellas representan un enfoque prometedor para au- del patrón de oportunidades polític mentar la voz de los ciudadanos y la rendición de cuentas. dad del Estado para responder es u Las medidas tradicionales para fortalecer las burocracias conclusión final es: el cambio es pos estatales, como la modernización de procedimientos ad- fácilmente ni con frecuencia. Bajo ministrativos, entrenamiento de personal, y las reestruc- las cuales surgen las oportunidades, l turaciones organizacionales, continuarán siendo necesarias. de actores políticos y sociales, opera Sin embargo, los resultados de implementación en esta área ciones institucionales específicas, so son mixtos en el mejor de los casos, y es improbable que el curso del cambio. las intervenciones del lado de la oferta para fortalecer las capacidades administrativas sean efectivas, a menos que Notas ellas sean hechas a la medida apropiada de las condiciones 1. Ver Paige (997) y Mahoney (20 0 locales y apoyadas por demandas políticas claras que sur- Hartlyn (998) sobre República Dominica jan de un acuerdo de rendición de cuentas políticas en buen Paragu ay. funcionamiento (Burki y la Perry 1998, WorId Bank 2000e, 2. Para un análisis de estas dinámicas, ve WorId Bank 2003a). sobre Bolivia, Cotle r ( 978) sobre Perú, y En fin, la pregunta acerca de si la historia es destino ( 980 ) sobre Ecuador. puede ser replanteada. Este informe coloca énfasis consi- 3. Ver Archer (990) sobre Colombi a y derable en la centralidad de la historia para explicar las ( 994), KarI (1995) y Rey (990) sobre Re nezuela actuales condiciones. Las instituciones -en el sentido de 4. Ver Valenzuela (1977) YGarretón (19 las "reglas de juego" formales e informales de la interacción (991) sobre Uruguay. soci al- pueden ser vistas como la cristalización de 5. Originalmente entend ido como la re interacciones históricamente formadas entre el poder y la (por ejemplo, ter ratenient es o mand amase riqueza. Sin embargo, como lo muestran las anteriores dis- (por ejemplo, campesinos) en sociedades cusiones de casos, la interpretación de cómo sucede el cam- clientelismo ha mostrado una fuerte resiste bio no es institucionalmente determinista. En cambio, los industrialización y urbanización (ver Powel 6. Trabajos emp íricos recientes que int autores ven que el cambio institucional ocurre como res- del clienrelisrno sobre los result ados de la puesta a la agencia política y social de grupos diferentes, supuestos, llegan todos a la misma conclus i así como a fuerzas externas que incluyen los factores eco- en una producción de bienes públicos con u nómicos. La manera como este cambio sucede será una mo. A pesar de que no todos los bienes púb función de la evolución dinámica de las capacidades de dis- directo positivo sobre la reducción de la des tintos grupos para hacer demandas efectivas al Estado, y mir que es poco probable que la desiguald poderosos de gasto social, otras desigualdades categóricas son de im- de los problemas de gobernabilidad de Bras portancia también. Históricamente, las etnicidad ha dividido a la cla- sentativos se encuentran en Ames (2001), Ma se trabajadora de Estad os Unidos y ha limitado la form ación de (2000) . demandas basadas en clases sociales, a medida que la migración ha 18. La administración Cardoso lanzó ref introducido divisiones étnicas en la clase trabajadora. Los trabajadores ministración pública que implicaron cambio en los Estados Unidos no han desarrollado solidaridad de clase hasta Pereira 1998). Aunque se registraron alguno el punto que se observa en Europa. Los trabajadores de Estados Uni- alcanzaron los objetivos fundamentales de la dos se han ident ificado frecuentemente según la etnia en lugar de la tencia de los sindicatos de! sector público, a clase. A principio del siglo XX, por ejemplo, los nuevos grupos der judicial (Rinne 1999 y Mela 19 inmigrantes (principalmente de formación católica) no fueron vistos administraciones de Cardoso, la capacidad d como potenciales socios de clase por la clase protestante "más anti- recaudo de renta aumentó apreciablemente. gua". De hecho, muchos de estos inmigrantes más recientes italianos ahora trata de traer al nivel nacional los pri e escoceses, presionaron sus demandas mediante vínculos clienrelisras participación que sirvieron bien a las admin con maquinarias políticas de nivel local en muchos centros urbanos. rios municipios. En e! campo social, la adm Estas redes clienrelistas impidieron unos vínculos de clase más am- dujo varias innovaciones de polít ica. Ést plios y la subsiguiente articulación de las demandas basadas en clase. distribución basada en fórmul as de una por 10. Mlr el estudio clásico de Fernando Enrique Cardoso sobre "de- cativo a estados o municip ios tomando com sarrollo asociado-dependiente" (Cardoso 1973) para un argumento que diantes de primaria matriculados en escuelas relaciona la estrategia específica de industrialización llevada a cabo que ha tenido un efecto de estímulo positiv por Brasil a mediados del siglo XX, el desarrollo político del país y la cobertura, y Bolsa Escala y Otros programas desigualdad. nal de dinero efectivo combinados recientem 11. Los partidos externamente movilizados, tipificados por los par- grande de Bolsa Família. También incluyen tidos laboristas o socialistas europeos, típicamente sostuvieron las fuer- miliar cuyo programa piloto se llevó a cabo e tes tradiciones programáticas que evolucionaron en su formación una último programa utiliza a agentes de salud vez ellos llegaron al poder, ya sea en los niveles locales o nacionales. salud preventiva a nivel de la comunidad. L Para partidos o agrupaciones políticas internamente movilizados, la ha colocado un énfasis nuevo en esfuerzos so conducta depend ió de la historia y e! contexto y, en particular, de siya gramas bandera de Cero Hambre y de Em se había establecido una tradición de autonomía e independencia bu- procura también aumentar de escala algu rocráticas antes del proceso de formación del partido. Si tal tradición como los programas de transferencia condic existía, la capacidad del partido gobernante para desplegar instrumen- 19. Por ejemplo, las administraciones de tos clientelistas disminuyó agudamente y el incentivo para sostener do que compartir puestos del gabinete con ;'poyos a través de jma orientación programática se hizo correspon- son ni programáticos ni basados en e! nivel dienrernenre más fuerte. Donde la autonomía burocrática era débil, do que negociar con gobernadores. Esto as el clientelisrno tendió a persistir, aunque con nuevos amos (Shefter formas tradicionales de intercambios polític 1994). so, con la liberación subsiguiente de gastos 12. Esta política se basó en tres pilares: (1) el cambio en el estilo de 20. La administración Cardoso fue más gobernabilidad para asegurar procesos incluyentes y participativos acción positiva que no amenazaban los prof apropiados para una democracia renovada; (2) la conservación de la la sociedad brasileña, comparadas con refor estabilidad y el crecimiento económicos; y (3) e! compromiso con la ciales que implicaban alguna clase de redis justicia social. masiado temprano para valorar e! desemp 13, Chile obtiene un puesto constantemente alto entre los de países Lula, ese gobierno ha mostrado voluntad no en desarrollo en varios indicadores de buen gobierno y capacidad esta- los logros exitosos del gobierno previo, sin tal, tales como e! Índice de Corrupción de Transparencia Internacional. parte de los privilegiosexistentes mediante re Ver Marcel (1999), para un recuento detallado de los esfuerzos de mo- do el caso más notorio el de la reforma del r dernización de! sector público en Chile durante la década de 1990. tor público 14. Por ejemplo, la reforma laboral de 1990 se basó en un "acuer- 21. El movimiento sindical era central pa do nacional" entre e! gobierno, la Central Unitaria de Trabajadores, y porado estructuralmente en e! Estado a la la Confederación de la Producción y el Comercio y tuvo como resulta- confederaciones sindicales mexicanas (ver He do un aumento del 22% en el salario mínimo real entre 1990 y 1992. 22 . Los derechos de propiedad se viero ~r Foxley y Sapelli (1999). plo, a través de redadas tributarias dirigidas 15. La adopción de enfoques negociados fue facilitada también por cos, mientras los derechos ciudadanos fueron e! hecho de que las élites conservadoras habían sido hasta cierto punto excesivas de! Ejército y la Policía en nombr desacreditadas por su asociación con el régimen de Pinocher. último factor tuvo como resultado muchas en América Latina STE CAPÍTULO SE DEDICA A ESTUDIAR LOS MECANISMOS ECONÓMICOS Y LA DISTRIBUCI E cápita del hogar. Este enfoque complementa la discusión de mecanismos polític revisaron en el capítulo 5; en cierto sentido, el capítulo actual constituye un prism el mismo conjunto de fenómenos interrelacionados. A pesar de los numerosos rep de calidad de datos descritos en los capítulos 1 y 2, todavía es cierto que el ing hogar es probablemente la variable de uso más común para construir una distribución, co luego la desigualdad. Además, como se indica en el capítulo 1, el ingreso ayuda a mo personales y afecta el poder político y los patrones de participación, retroalimentando a amplio de atributos con que a este libro concierne. Sin embargo, las distribuciones de ingresos de hogar no son construcciones sencillas. Ella un proceso complejo, en que las oportunidades iniciales disponibles a los individuos intera .ciones educativas, ocupacionales y personales. Tanto las oportunidades como las elecciones das por el ambiente institucional en el que las personas viven, incluyendo aspectos tales co familia; la calidad de las escuelas; las instituciones del mercado laboral (por ejemplo, las reg y despido, el tamaño del sector informal, el tamaño y el papel de los sindicatos, y la pre mínimos); y la naturaleza de impuestos estatales y transferencias. Para trayectorias individu bución de ingresos del hogar depende también del patrón de formación del hogar, desde la a las decisiones reproductivas. Aunque es esencialreconocerla complejidad de lospro- del hogar. El quinto asunto consider cesosque yacen detrás de una distribución de ingresos, el sos no-laborales, con énfasisparticul progreso en la comprensión de estos procesos sólo puede transferencias estatales que llevan d lograrse enfrentando tal complejidad analíticamente. Este maria de ingresosa la secundaria. El capítulo toma la posición de que las distribuciones de in- esta sucesiónlógicaesquemáticamen gresos son determinadas por la siguiente sucesión lógica. una versión levemente más detallada El primer aspecto considerado son los patrones de acumu- "activos y oportunidades" y "resulta lación individual de activos, que determinan las distribu- sentada en la figura 1,1 dentro del c cionesde activos que laspersonasusarán luegopara generar Esta representación se puede pens ingresos. El segundo motivo de preocupación es cómo, de distribuciones funcionales, como dados estos activos, las personas escogen dónde trabajar, w) como la distribución conjunta, s es decir, cuál sector del empleo, trabajo y tipo de contrato todas las características innatas perti se escoge. Tercero, el capítulo examina cómo las tasas de za heredada de familia(w). Entonces remuneración en estos trabajos se determinan . Cuarto, se te el conjunto de características a estudia cómo se combinan las ganancias individuales en humano, tales como la condición de ingresos del hogar, desde la perspectiva de la formación cativo. P (X, Z, w) puede entonces re D (7t(X,z.J),X,Z, J, w) ~ Remuneraciónen el merca -. G (ro, w) Formación de hogar -. F (y) Redistribución H (y + t) ción conjunta de la riqueza de la familia y tanto las carac- que lleva de la distribución de atrib terísticas innatas como las adquiridas de capital humano a ent re los apareamientos (D) a una d través de la población. El proceso por el cual P se genera cias individuales (G), que aquí se e de 1 es enormemente complejo en la práctica, pero puede con riqueza. ser pensado como una form ación funcional de capital hu- Una vez que se ha determinado mano. En términos razonablemente abstractos, esto de- junta de tasas salariales y de riquez pende de Z y w y es mediado por varias instituciones distribución de ingresos de hogar se familiares y educativas. cesos: (1) la combinación de individ Un a vez que tenemos una distribución P de las caracte- yendo el resultado de sus decisiones rísticas pertinentes de trabajadores potenciales y una dis- retorno a la riquez a no humana, des tribución V de atributos (j) laboral a través de todas las no-laborales. Estos procesos son abar vacantes potenciales, ento nces el proceso por el cual las cional de formación de hogar. Finalm instituciones del mercado laboral asignan los trabajadores primaria de ingresos se convierte en a vacantes (o al desempleo) es a menudo es llamado una dariade ingresos después de tener en c "función de apa reamiento" (ver, entre otros, Pissarid es del Estado por impuestos y transfer 1990). Estos apareamientos están caracterizados por con- gresos pensionales son mediados por e juntos de atributos de trabajadores y trabajos, así como do son mantenidos en cuentas indiv por la productividad del apareamiento 1t (X, Z,j). ingresos se incluirá tam bién , d El mercado laboral no sólo empareja a trabajadores y redistribución interpersonal que exis vacantes -aunque esta tarea es import ante. Tambi én ge- Este esquema es forzosamente s nera las tasas salariales. Estas tasas determinan cómo re- hacer justicia a la complejidad com muneran las firmas a los trabajadores, generalmente según representados. Habiéndose enfocad una función de la productividad del apareamiento . Sin em- les, este marco es especialmente re bargo, si el mercado laboral está segmentado, la remune- decisiones de cart era para la riqueza ración puede ser también una función de elementos de). funciones de remuneración para eso Además, si existe envío de señales o discriminación de al- de capital. Sin embargo, al igual q gún tipo, elementos de X y Z puede n afectar la tasa sala- desarrollados, el propósito esencial rial (O por canales distintos a la productividad. En el analíticos es a menudo abstraerse d esquema simplificado presentado aquí, todos estos proce- nos frentes para iluminar Otros aspec sos quedan abarcados bajo el funcional de remuneración, marco se utiliza para facilitar la inv comparan los países latinoamericanos con otras naciones. les existe información en ambas dime Hay dos razones por las cuales las regresiones a través latinoamericanos son señalados por su de países no se corrieron para explicar niveles de desigual- Un problema con las gráficas de dis dad. Primero, el modelo utilizado aquí para determinar la la figura 6.1, es que, mientras todos l desigualdad de ingresos (que se discutió en el capítulo 1) en la base de datos latinoamericana se acentúa los flujos circulares de causalidad entre ingresos, ciones de ingresos, los de la base de d poder político, distribución de activos y naturaleza de ins- Desarrollo Mundial se basan en distrib tituciones. Estas variables se determinan conjuntamente y y en distribuciones del gasto del con sería incorrecto especificar un modelo de ecuación única. del país. Ya que éstos obviamente no Segundo, la escasez de datos a través de países no permiti- comparables, el indicador sobre el cual rá una estimación significativa de un modelo de ecuación te Gini se indica señalando los países c única incluso si fuera apropiado (y no lo es).I En vez de mediante círculos rellenos y países con eso, los autores presentan diagramas de dispersión biva- diante círculos vacantes. Los coeficient riadas y reportan los coeficientes de correlación asociados. reportan también para la muestra que Estos diagramas dan una idea de la posición de las nacio- (p) y para la muestra que incluye só nes latinoamericanas dentro del conjunto de observacio- cientes Gini que se refieren a la distr nes. Ellos no deben ser interpretados como sugestivos de (p). Este último grupo es más compar causalidad. Esta información es complementada por los tinoamericanos incluidos en el an álisi resultados de dos comparaciones pareadas de distribucio- es seguida en varias figuras a través de nes de ingresos: Brasil y Estados Unidos y Chile e Italia. Otro problema con diagramas de d Naturalmente, dada la enorme diversidad dentro de Amé- interpretación. La figura 6.1, como tod rica Latina, y aun mayores variaciones fuera de la región, dispersión a través de países mostrado se busca que estas comparaciones sean ilustrativas antes muestra patrones decovarianza entre la que comprensivas. gresos (en el eje vertical) y alguna otr horizontal). Como se indicó antes, los a mayor parte de estas variables se deter 6.1 Distribuciones de activos: laeducación te. Estos esquemas por tanto no debe ylatierra como si estuvieran sugiriendo una direc Es posible que una razón por la cual la desigualdad de Las líneas de regresión simples (del co ingresos es tan alta en América Latina es que la propiedad cionado a ingresos en la variable X) so de activos -que generan los ingresos- está en sí misma vamente para propósitos ilustrativos. bastante concentrada para empezar. Como se mostró en el La correlación a través de países ent capítulo 4, la concentración de la propiedad de la tierra y cativa y de ingresos es claramente pos otros recursos naturales jugó .un papel central en el naci- El coeficiente Pearson de correlación en miento de la desigualdad en América Latina colonial. Hoy, es 0,76 para la muestra de sólo-ingre para la enorme mayoría de la población en la región, la muestra conjunta de ingresos y educac riqueza total es sustentada predominantemente en la for- son significativos al nivel del 1% en am ma de dos activos: educación y vivienda. Para los residen- son algo mayores que la figura de 0, tes en áreas rurales, la distribución de tierra agrícola es Castelló y Doménech (2002), quienes también crítica. Es difícil medir los valores de la vivienda y pios coeficientes Gini relacionados co la información sobre su distribución es muy dificil de con- coeficientes relacionados con ingresos seguir. (Lo poco que se sabe acerca de la distribución de cudero (1996), aunque esta última activos de vivienda en América Latina se resume en el ca- apreciablemente positiva. pítulo 7). La mayor parte de la sección siguiente se enfoca La figura 6.1 también muestra que l en la relación entre las distribuciones de la educación y la ricanos no tienen niveles especialmente tierra (rural) por una parte, y la de ingresos en la otra. dad educativa para estándares mundia O O 45 · O O 40 O O & O · O O 35 O O O · O O 30 O ,. · O O · O 25 cJ- 20 +--,--,---,,---,----,--.----.-,---.---,--,--,---,----,--.----.---.--, o 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85 Gini de educación Nota: ·Significativo al nivel de 5%, ·· significativo al nivel de 10%. Fuentes: Tabla A3 para Gini de ingreso de América Latina, World Development Indicators Database (Base de Datos de lo Mundial) para Ginis de ingreso y gasto en otras partes, y Thomas y otros 2002 para Ginis de educación . están concentrados hacia la gama mediana del eje horizon- de desigualdad en la región, como tal, con coeficientes educativos de Gini que van entre 0,29 lante. Sin embargo, antes de salta (Argentina) y 0,60 (Guatemala). Según Castell óy Doménech las disparidades educativas defini (2002), el coeficiente Gini medio latinoamericano para la zón para la alta desigualdad de in educación es menor que el de todas las demás regiones en na, debe notarse que la de años de e desarrollo, excepto las economías de transición . La figura muy imperfecta del valor del stock 6.2 ilustra adicionalmente esto dibujando lascurvasde Lorenz no incorporado en una persona. E de añosde escolaridadpara dos paíseslatinoamericanos (Chile dor no transmite la calidad de la ed y Nicaragua) que están cercanos a los extremos opuestos del un período dado. Es por tanto po espectro regional de desigualdad educativa y al lado de la gresos a la desigualdad de la educ curva para India. Aunque la desigualdad de ingresos tanto refleje simplemente el hecho de q en Chile como en Nicaragua es mayor que la desiguald ad acumulación del capital humano e del gasto de India, la desigualdad en años de escolaridad es, un mayor grado (es decir, compar sin ambigüedades, más alta en la India. mundo) a causa de diferencias en Al tener altos niveles altos de desigualdad de ingresos, ción entre varias escuelas, antes q los países latinoamericanos tambi én tienden a tener algu- en el número de años de escolarid nos de los niveles más altos del mundo de desigualdad de Es difícil probar esta hipótesis, ing resos condicional a la dispersión educativa. Todos los complicado medir la calidad de la países latinoamericanos graficados en la figura 6.1 yacen ra comparable. Se presenta simple encima de la línea de regresión de la muestra conjunta, y concluir que los diferenciales de la mayoría también yace por encima de la línea de regre- portantes para explicar la alta desi sión de la muestra relacionada al ingreso. En otras pala- América Latina, ya que la verdad bras, a la luz de la relación promedio a través de países, las tal humano puede estar subestim naciones latinoamericanas parecen tener "demasiada" des- capturar inadecuadamente los dife igualdad de ingresos, dados sus niveles de desigualdad en elementos de evidencia sugieren q años de escolaridad. esta posibilidad. Este hallazgo sugiere que otros factores pueden jugar El primero viene de la tentativa un papel más grande para explicar los escandalosos niveles rar los logros de estudiantes intern 60 40 20 o-jL---II¡eoO-.::::=-WL-.---_~--___,;__----~::...,------__r----- O 20 40 60 80 Proporción acumulativa de población (%) Fuentes: Thomas y otros (2002) para India, capítulo 2 para Chile y Nicaragua. grama Internacional para la Evaluación de Estudiantes respectivamente la quinta más alta en a (PISA, por sus inicialesen inglés) (PISA 2000) de la OCDE. primera en matemáticas y ciencias. Los Este ejercicio se realizó para 31 países, de los cuales sólo 4 riación presentan un retrato semejante, no pertenecen a la OCDE. Uno de ellos es Brasil. Desde fácilmente en la tabla 6.1. que México pertenece a la OCDE, hay dos países latinoa- Estos hallazgos implican, antes que n mericanos en esta muestra, que de otra parte incluye a los comparación de distribuciones educativ países ricos, algunas economías en transición, y la Repú- países que depende de años de escolari blica de Corea. La tabla 6.1 presenta los promedios, los se debe tratar con circunspección co coeficientes de variación, y la razón del percentil 90 al puntajes de la prueba son una indicació percentil 10 para resultados de exámenes con respecto a estudiantes aprenden en cualquier año d las tres dimensiones reportadas en OCDE 2001 : alfabe- rablemente a través de países. Al mismo tismo/lectura, matemáticas y ciencias. más allá de promedios de país, este hall Los resultados son sorprendentes. En términos absolu- bién que las variaciones en la calidad tos, México y Brasil están en el fondo de la tabla en cada interior de los países, aunque presente escala, con el puntaje promedio más bajo de 31 países. parecen ser más pronunciadas en algun Aún el escalafón interno es consistente, con México siem- mericanos que en la OCDE. pre obteniendo mayor puntaje que Brasil. En términos de Sería tentador leer en este último ha las dos medidas de dispersión en los punrajes de las prueba igualdad educativa de los paíseslatinoam (o "la desigualdad de la calidad") utilizadas aquí, los resul- por el eje horizontal de la figura 6.1, tados son más variados para México, donde las razones del sistemáticamente. Con base en una com 90 al 10 percenril son la treceava, sexta, y vigésimo prime- solopaís latinoamericano (Brasil)y la mu ra más altas en las escalas de alfabetismo, matemáticas, y sin embargo, es posible que diferenciale científicas, respectivamente. Sin embargo, los resultados lares(o todavía peores)existan en otros p de dispersión son todavía bastante mediocres para Brasil, En particular, no hay datos acerca de en donde las razones del percentil 90 al percentil 10 son calidad para países de África y Asia del las escuelas. La mayor parte de esta variación fue justifica- de escolaridad de EE.UU." y la da por diferencias en los niveles socioeconómicos prome- Del mismo modo que las compa dio de estudiantes en estas escuelas, lo que indica que la ses, este ejercicio más desagr clasificación juega un papel grande en la determinación de disparidades educativas dan cuen resultados educativos. Sin embargo, las variables relacio- tante de la alta desigualdad relac nadas con la calidad de la infraestructura escolar (tal como América Latina, pero no son el ún si las aulas están sistemáticamente congestionadas o son Un mensaje contrastante vien ruidosas) y con el logro educativo de los maestros fueron Latina con un mayor logro educa también significativas. Este hallazgo indica que las desigualdad educativa). Una co disparidades en la calidad de servicios educativos suminis- métrica similar entre Chile e Ital trados a través de Brasil contribuyeron a las disparidades tar" los parámetros de la distrib en el valor último de esos servicios a los estudiantes.' educación italiana a Chile dio cu Esta incursión breve en los asuntos que conciernen a la puntos Gini de diferencia entre l medición de la calidad de la educación sirve principalmen- Chile quedó en 0,557, el de Italia te como una advertencia acerca de la sencillez aparente del con una distribución italiana de mensaje visual transmitido en la figura 6.1. E! asunto de la 0,537. Factores distintos a la est calidad es un recordatorio de cómo la información imper- yacen detrás de las fuentes de dife fecta acerca de años de escolaridad captura la.acumulación de ingresos entre estos dos países de capital humano para los propósitos de hacer compara- Por lo mismo, continúa la bús ciones o agregaciones al interior de países; esto es aún más fuentes del "exceso de desigualdad evidente con respecto a comparaciones internacionales. parte considerando otro activo de Analizar la calidad genera también la posibilidad de que la los pobres. En el capítulo 4, el pro desigualdad educativa en América Latina quizá se subes- a la alta desigualdad en América time con respecto a países en otras regiones. Si éste es el cho de que algunos de los produc caso, la desigualdad de ingresos condicional en la desigual- desarrolló una ventaja comparat dad educativa quizá no sea tan alta para esta región. Sin azúcar y cacao) eran producidos embargo, esta posibilidad no está de ninguna manera es- grandes plantaciones esclavistas. tablecida, dada la severidad de las limitaciones de datos. grandes diferencias de poder ent E! balance del análisis hasta ahora todavía es que -ya que rrollo de sociedades polarizadas en América Latina tiene muy grandes diferenciales relaciona- o entre grandes terratenientes y dos con el ingreso pero no muy grandes diferenciales rela- min ifundistas. ¿Es todavía anorm cionados con la educación-, la desigualdad educativa no dad en la propiedad de la tierra e puede ser la única fuente de la muy alta desigualdad de dría este factor todavía estar imp ingresos en la región . de ingresos aún en las sociedades Un mensaje semejante surge de un tipo más bien dis- de hoy? tinto de análisis que compara los microdatos acerca de las Para investigar esta posibilidad distribuciones de ingresos de dos países con mucho mayo r coeficientes Gini de ingresos y gas detalle. Un estudio reciente (Bourguignon, Ferreira y Leite ra 6.1 contra coeficientes Gini re 2002) comparó las distribuciones de ingresos de hogar para tomados de la serie de datos de De Brasil y los Estados Unidos, simulando el aspecto que qui- Losdaros están disponibles para am zá tendría la distribución brasileña si ciertos aspectos de la en 75 países, todos los cuales se conducta económica de los Estados Unidos fueran "impor- (Los de América Latina son una ve tados " al Brasil. Encontró que al reemplazar la distribu- abreviaciones de país). ción condicional de la educación brasileña con la de los La evidencia acerca de la correl Estados Unidos -pero sin cambiar nada más- se reduciría ses es un poco más mezclada con el coeficiente Gini brasileño por 6,4 puntos (de 0,569 a entre la desigualdad en la tierra y Dinamarca 497 0,20 1,68 514 0,17 1,55 481 Finlandia 546 0,16 1,52 536 0,15 1,47 538 Francia 505 0,18 1,62 517 0,17 1,58 500 Alemania 484 0,23 1,85 490 0,21 1,77 487 Grecia 474 0,20 1,74 447 0,24 1,93 461 Hungría 480 0,20 1,69 488 0,20 1,71 496 Islandia 507 0,18 1,62 514 0,17 1,53 496 Irlanda 527 0,18 1,60 503 0,17 1,54 513 Italia 487 0,19 1,63 457 0,20 1,69 478 Japón 522 0,16 1,54 557 0,16 1,50 550 Corea 525 0,13 1,40 547 0,15 1,48 552 Luxemburgo 441 0,23 1,81 446 0,21 1,70 443 México 422 0,20 1,72 387 0,21 1,77 422 Nueva Zelanda 529 0,20 1,73 537 0,18 1,63 528 Noruega 505 0,21 1,73 499 0,18 1,62 500 Polonia 479 0,21 1,76 470 0,22 1,79 483 Portugal 470 0,21 1,76 454 0,20 1,72 459 España 493 0,17 1,58 476 0,19 1,65 491 Suecia 516 0,18 1,61 510 0,18 1,62 512 Suiza 494 0,21 1,75 529 0,19 1,64 496 Reino Unido 523 0,19 1,66 529 0,17 1,57 532 Estados Unidos 504 0,21 1,75 493 0,20 1,72 499 iTotal ocos .499 0,20 . 1. ~ ~1 498 I 0,21 1,75 502 ik.. Promedio ceD , 0,20 500 0,20 500 Br iI 0,22 334 0,29 375 Letonia 0,22 463 0,22 460 Liechetenstein 0,20 514 0,19 476 Federación Rusa 0,20 478 0,22 460 Promedio 0,1 4~,52 0,19 493,12 Fuente: OCOE (2001). ciente simple de correlación para la muestra conjunta es más altos del mundo, con respecto a in 0,22 y es sólo significativamente diferente de cero al nivel tierra. Todavía, sin embargo, la desigua del 10%. Sin embargo, para la muestra de sólo ingresos es na de ingresos condicional a la desigual de 0,48 y significativo al nivel del 1%. Todo en total, pare- alta que el promedio mundial, sugirien ce ser allí una asociación positiva entre la tierra y las des- casode las disparidades educativas- con igualdades de ingresos a través de países, aunque sea más de tierra en sí misma puede resultar en débil que el que existe ent re desigualdades de educación e de la desigualdad de ingresos en Amé ingresos. queda para los culpables de la desigual En términos regionales, sin embargo, los grados de des- más allá del reino de la acumulación d igualdad de América Latina parecen estar más cerca para funcionamiento del mercado laboral. la tierra y los ingresos . El conjunto de los países de la región se ha movido del centro-superior de la figura 6.1 6.2 Calidad de apareamiento de e al cuadrante superior-derecho en la figur a 6.4. América Según la representación esquemática d Latina está sobrerrepresentada entre los coeficientes Gini de ingresos de hogar presentada en el 0,2 -0,2 - 0,4+-----.------.------.-----r-----r-----.-----.----.---- o 10 20 30 40 50 60 70 80 Percentiles Fuente: PNAD/IBGE (1999); encuestas CPS/ADS (2000); cálculos de autor. vez que los individuos son dotados con una asignación bá- cierto que los países latinoameric sica de activos humanos y de otro tipo, ellos deciden si me mayoría por encima de ambas roman o no parte en el mercado laboral y son emparejados este conjunto de datos, el coefi con una vacante de trabajo. Sus ganancias dependerán en dummy latinoamericana incluida e gran parte en las características de este apareamiento. Por vés de países de desigualdad de in tanto la distribución de ganancias a través de la población ción total de la fuerza laboral quizá dependa de la naturaleza de la participación de la positivo, como lo habría sido en la fuerza laboral, del desempleo, y de la naturaleza formal o tes que utilizan coeficientes Gini inform al del mercado laboral. Similarmente, no surge un patró Resulta que la participación total de la fuerza laboral, partir de la distribución conjunta reportada por la Organización Internacional del Trabajo sas de desigualdad y desempleo. L (OIT) para 116 países, es esencialmente no correlacionada diagrama de dispersión para tasas con la desigualdad en la muestra conjunta. (El coeficien- nuevamente obtenidas de la base te de correlación es -0,04, con unp-valor de 0,66). En la coeficiente de correlación no es sig muestra de ingresos solamente, sin embargo, la correla- agrupada y es de -0,34 y significat ción es negativa (-0,42) y significativa. Es también el muestra de sólo ingresos. Este últi caso que este último resultado es determinado en gran mente está determinado espuriame medida por tasas relativamente bajas de participación de positiva entre desempleo y el produ la fuerza laboral femenina en América Latina comparada per c ápita, así como por la correlac con regiones más desarrolladas, que reportan bajos coefi- igualdad y PIB per cápita en la m cientes Gini de ingresos y tienen mayores tasas generales todos los países latinoamericanos y de participación en el mercado laboral. El diagrama de bas líneas de regresión. Esta vez, s dispersión que ilustra estos patrones se presenta en la fi- esparcidas a lo largo del eje horizon gura 6.5. en este caso, se mide la tasa del de En términos generales, no parece haber evidencia de de gráficos previos, sugiriendo que una patrón significativo de covarianza entre la partici- canos tienen menos en común en t pación de la fuerza laboral y la desigualdad a través de desempleo de lo que tenían, por países. Una excepción a esto ocurre cuando se conside- patrones de distribución de tierra ran sólo países que reportan ingresos, lo que excluye a La situación es algo diferente c gran parre dr-África y Asia. No obstante, sigue siendo extensión de la dualidad en el m 50 O O · .1FtII O O 45 O 40 · · · O ·· · O 35 · O O O 30 · · O 25 · ·· 20 +-----,---------,r-------r------.----...-----,------r--- 20 30 40 50 60 70 80 90 Gini de tierra Nota: 'Significativo al nivel de 5%, " Significa tivo al nivel de 10%. Fuentes: Tabla A3 para Gini de ingreso para América Latina, World Development Indicators Database (Base de Datos de los Ind llo Mundial) para Ginis de consumo y de ingreso en otras partes, Deininger y Olinto (2000) para Ginis de tierra. por la participación del empleo en el sector informal den- bajos que los de empleados del sector tro del empleo total. El diagrama de dispersión de esta go, las ganancias medias para trabajado participación y los coeficientes Gini de ingresos se mues- pia son muy semejantes a los salarios tran en la figura 6.7. El coeficiente de correlación entre los sector formal, aunque la varianza salari dos es de 0,35 y significativo al nivel del 2% en la muestra el primer grupo." agrupada.' Los países latinoamericanos yacen a lo largo Muchos factores ayudan a explicar de los rangos medios de informalidad, entre los países afri- alta entre los trabajadores por cuenta canos a la derecha y los países más desarrollados a la iz- autoempleo es una aventura arriesgada quierda, y se mantienen por encima de la línea de regresión. jadores por cuenta propia pueden requ La asociación positiva entre un sector informal grande y tos para compensar la inseguridad extra la desigualdad de ingresos a través de países puede reflejar al poseer sus propios negocios. Segund el hecho de que el sector informal es bastante heterogé- lección para la sobrevivencia en el sec neo. Incluye, entre otros, a trabajadores familiaressin pago, lleva típicamente a una distribución dueños voluntarios de negocios familiares pequeños , ven- nancias para cualquier nivel dado de ca dedores callejeros que no pueden encontrar trabajo en otra parado con lo que se obtendría si los parte, empleados en firmas pequeñas que reciben instruc- todos empleados con salarios no-estocá ción en sus primeros trabajos, madres jóvenes que ganan parejo relativo al capital humano, Ya q dinero de bolsillo, y dueños bien educados de firmas pe- por cuenta propia tienen información queñas que acaban de establecerse. La heterogeneidad del sus habilidades y no pagan salarios de e sector informal contribuye a la dificultad en la compren- nos se aproximan mejor a la product sión de su naturaleza y puede explicar por qué tiende a ser diferencia de los asalariados que son co más desigual que el sector formal. Una comparación entre en las pocas características que los em ganancias promedio a través de sectores fortalece la afir- observar.10 mación de heterogeneidad (Cunningham y Maloney 2003). Tercero, la desigualdad entre los trab Claramente, los trabajadores sin pago están en el fondo de ta propia puede estar simplemente cap la distribución de ganancias." Los empleados en firmas medición, ya que los empleados regu pequeñas tienden también a ganar salarios medios más salarios pero puede que los trabajadore 50 O O ePER 0 0 O O O O O 45 O O 40 · O O O · O O O · O 35 · O O · O O · O O · · O O · O O .- .. 30 0 0 · O O O O 25 · O · 20 55 60 65 70 75 80 85 Participación en la fuerza laboral (porcentaje) Nota:' Significativo a nivel de 5% ; "significativo a nivel de 10%. Fuentes: World Development Indicators Database (Base de Datos de los Indicadores de Desarrollo Mundial) para Ginis Ginis de ingreso y tasa de participación de fuerza laboral América Latina; Base de datos "Key Indicators of the Labour Ma Mercado Laboral) para tasas de participación en la fuerza laboral en otras partes. no informen sus ganancias con precisión. Debido a la difí- habría pronosticado un enfoque m cil y abstracta tarea de estimar ganancias perdidas de in- también el caso que los aumento versiones de capital, es probable que los trabajadores por sector informal durante la década cuenta propia sobrestimen sus ganancias, llevando así a ejercido algúna presión hacia arri ganancias desiguales entre dos observaciones particulares neral de países rales como Colomb dentro de una muestra que en realidad tienen las mismas (ver Cunningham y Santamaría 2 ganancias netas. En términos generales, el retrat En América Latina, la desigualdad es más grande entre lisis de la calidad de apareamient los autoempleados que entre trabajadores asalariados. El dad de ingresos es más ambiguo sector informal comprende el 30-70% de la fuerza laboral las distribuciones de activos. Los c y es compuesto en su mayor parte de individuos que tra- ciónentre desigualdades de educac bajan por cuenta propia. Como se muestra en la tabla 6.2, y la desigualdad de ingresos en la evidencia de seis países latinoamericanos indica que la forma convincente. Sin importar desigualdad de ganancias en el sector de autoempleo du- proceso de determinación conjunt plica el grado de desigualdad que existe en el sector asala- desigualdad de activos y la desigu riado. La mayor parte de esta desigualdad está al interior ser apoyada por los datos a través de los grupos, mientras que entre grupos es muy pequeña paraciones microeconométricas en en todos los países menos Chile.!' Unidos. En contraste, la compara Estos hallazgos sugieren que un mayor nivel de infor- ent re Chile e Italia sólo encont ró . malidad en el mercado laboral contribuye a la mayor des- activos educativos sobre la distrib igualdad por un efecto de composición --es decir, mayor Por arra lado, no se identificó n ponderación en un sector con la desigualdad más alta al la desigualdad de ingresos y parti interior del grupo- antes que por grandes diferencias en boral o desempleo. Una vez más, los promedios entre el sector formal y el informal, como lo los hallazgos de una comparación oJAM 50 O 01m VEN O o o 45 UFUO o 40 35 30 25 20 -f------,----,-----,,----,-------,,----,----r-----.---,.----- o Nota: · Significativo a nivel de 5%; "significativo a nivel de 10%. Fuentes: World Development Indicators Database (Base de datos de los Indicadores de Desarrollo Mundial) para Ginis de Ginis de ingreso y tasa de desempleo en América Latina, "Key Indicators of the Labour Markef (Indicadores Clave del Merc de desempleo en otras partes. Brasil y Estados Unidos por Bourguignon, Ferreira y Leite bución de ingresos directamente por (2002). Al importar la estructura ocupacional de los Esta- tasas salariales pagadas a trabajador dos Unidos al Brasil (que es condicional en las característi- nen trabajos diferentes. Una manera cas observadas del trabajador) tuvo muy poco efecto en la economistas ven la determinación de desigualdad. Un resultado semejante se encuentra cuando por el modelo de capital humano, or la estructura ocupacional de Italia se importa en Chile. llado por Gary Becker yJacob Mince Los estudios microeconométricos confirman la visión de experiencia aumentan la productivid que las variables de estructura ocupacional juegan un papel entonces lasganancias deben variar po más pequeño en explicar el excesode desigualdad de Amé- uno de estos factores, aún controlan rica Latina que el desempeñado por las dotaciones educati- ecuación éstandar de Mincer es por vas o de tierra. La única excepción quizá sea la extensión de manera:12 la informalidad en el mercado laboral debido a la prevalen- cia de mayores disparidades de ingresos dentro del sector (1) lag (e) = bo + b.s, + b2 informal, como fue discutido antes. Esta conclusión tentati- + b (edad - s¡- va sugiere que las instituciones de mercado laboral rígidas, 3 tales como los altos costos de contratación y despido, pue- Donde s.captura los años de educ den contribuir a mayor, en vez de menor, desigualdad (ver y e. mide l~ ganancias o tasa salaria Heckman y Pagés-Serra 2000). Otras instituciones del mer- tanto, para una distribución dada de cado laboral juegan también un papel en el contexto de la persión de la cual puede ser medida p determinación del remuneración o formación de salarios en como fue mostrado en la figura 6.1 el mercado laboral, como será discutido adelante. ganancias debe subir con el coeficie (1) anterior. En la figura 6.8, los coef 6.3 Remuneración en los mercados laborales ingresos Gini se grafican contra el c Además de su papel asignador, por el cual trabajadores y (b¡) para los 33 países latinoameric vacantes se emparejan, el mercado laboral afecta la distri- sobre los cuales Fernández, Gunerm 40 o o O O o O 35 O o O 8 30 O 00 O · República Eslovaca 25 20 15 10 O Gini consumo e América Latina, Gini ingreso e Otros paises, 5 - Ingreso - Ingreso o consumo o 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 Participación del sector informal en el empleo total (porcentaje) Nota:" Significativo a nivel de 5%; ""significativo a nivel de 10%. Ver también capitulo 6, nota 7. Fuentes: World Development Indicators Database (Base de datos de los Indicadores de Desarrollo Mundial) para Ginis de tasas de informalidad en América Latina, "Key Indicators of the Labour Market" (Indicadores Clave del Mercado Laboral) p en otras partes. estimaron la ecuación (1) anterior sobre microdatos de proporcionada en la figura 6.9(a), en encuestas de hogar. El resultado es de los coeficientes de y continua muestra las diferencias v correlación más altos reportados en este capítulo; 0,70 en sos por percentil en los Estados Un la muestra agrupada y 0,81 en la muestra de sólo-ingre- punteada representa las diferencias sos, con p-valores de 0,000 en ambos casos. En esta (des- brasileña y la distribución simulada graciadamente pequeña) muestra de países, parece que los tornos y estructuras ocupacionales d retornos sobre la educación en el mercado laboral están línea continua delgada en medio esa asociados de cerca con la desigualdad de ingresos. Los paí- las diferencias entre la distribución ses latinoamericanos yacen en el cuadrante superior del ción simulada para Brasil con retor diagrama, con altos coeficientes estimados de Mincer y alta pacionales y educativas de Estados U desigualdad de ingresos. combinación de retornos a la educa La comparación microeconométrica de Brasil y los Es- efectiva en la población da cuenta d tados Unidos le otorga fuerza adicional a la conclusión de te de la diferencia entre las distribu que los retornos más altos a la educación en América Lati- Brasil y los Estados Unidos. na son un factor importante para explicar los altos niveles Un retrato análogo para la comp de desigualdad en la región. Al reemplazar la estructura se muestra en la figura 6.9(b). Aqu de retornos de Brasil con la de Estados Unidos se produjo vas entre los ingresos normaliza una reducción de 4 puntos en el coeficiente Gini, o cerca percentil entre Italia y Chile son rep de la tercera parte de la brecha total. Aún más revelador es gruesa al extremo superior. La línea el hecho de que al reemplazar conjuntamente la distribu- los efectos precio, es decir, la diferen ción condicional de años de escolaridad y la estructura de es" y Chile con la estructura italia retornos de Brasil con las de Estados Unidos, se produjo a mercados laborales. Justo encima d una reducción de 7,5 puntos de Gini, de 0,569 a 0,494. línea continua delgada representa las Este cambio representa un 60% de la diferencia en coefi- (y la simulación para Chile) con la es cientes Gini entre los dos países. la distribución educativa condicion El impacto desagregado de la simulación en la distribu- poca diferencia entre estas líneas, in ción completa se puede medir a partir de la información la diferencia estuvo relacionada con Grupo entre 0,007 0,001 0,096 0,013 0,004 Fuente: Wodon y Maloney (2000). ferencias en los retornos a la educación. Se da cuenta de · La economía política de la alta des una parte sustancial de la diferencia de distribución entre través de la historia de América los dos países. De hecho, el coeficiente Gini para esa distri- impacto al limitar el suministro de bución contrafactual (0,445) yace aproximadamente a vez tuvo como resultado una razó medio camino entre los coeficientes para Chile (0,557) e de mano de obra calificada a no Italia (0.357) .13 hubiera sido el caso de otro modo La evidencia realmente ofrece apoyo para dos conjetu- · La mayor parte de los aumentos ras: (1) América Latina está caracterizada por retornos al renciales salariales por habilidad capital humano, especialmente educación, mayores al pro- (como en cualquier otra parte) pa medio, y (2) esto es una parte importante de la razón para dos por el cambio técnico sesgad el "exceso de desigualdad" de la región. La pregunta de des, antes que por efectos estáticos por qué son tan altos los retornos a la educación en Amé- asociados generalmente con el t rica Latina sigue abierta. Hasta cierto punto, la respuesta Samuelson en la teoría del comercio obvia pero no especialmente útil es que la razón de de- El punto de vista de los autores en manda por trabajadores altamente calificados por su su- favorece generalmente esta interp ministro esdemasiado alta, mientras la razón de la demanda presentada comprensivamente p por trabajadores de baja calificación por su suministro es 2003.15 demasiado baja. Tal conclusión lleva a su vez a la pregunta de por qué ocurre esto. De hecho, los autores concuerdan Parece inevitable que parte de la razón yace en el pa- vista. Las tasas de retorno más altas trón cambiante de la ventaja comparativa para los países capital humano en América Latina p de medianos ingresos. En palabras de Wood 0997, p. 49): patrón histórico de subinversión en la "El mundo económico de las décadas de 1960 y 1970 con- da con una posición intermedia en sistía efectivamente sólo en países desarrollados y en in- mundial, que implica que la mayoría gresos medios, y así los países de ingresos medios tenían región que involucran mano de obra una ventaja comparativa relativa en bienes poco intensi- siva es "tomadora-de-precios". La ma vos en trabajo calificado. En la década de 1980, cuando el renciales entre salarios y niveles Asia de bajos ingresos empezó a darse cuenta de su propia evolucionado recientemente parece s ventaja comparativa relativa en bienes de baja intensidad dominantemente por innovaciones r en trabajo calificado, la ventaja comparativa relativa de los cesos, empresariales y técnicas, que e países de ingresos medios se trasladó a bienes de intensi- sido mediadas por el comercio interna dad intermedia en trabajo calificado". La analogía popular extranjera directa. es que los salarios de los latinoamericanos pobres son de- Antes de concluir esta sección, es i terminados en Beijing, pero los de los latinoamericanos acerca de las instituciones de mercad altamente educados son determinados en Nueva York. Latina. Aunque las tasas salariales, co Es lógico reconocer que esta posición intermedia entre últimamente dependen de las condic países con una abundancia de mano de obra calificada y y la oferta, éstos interactúan a través d aquéllos con abundancia de mano de obra no calificada, más, ya que los mercados del trabajo debe tener algún impacto sobre las estructuras de retornos rogeneidad y asimetrías de informa en América Latina. Sin embargo, tal opinión no debe ex- complejos, las instituciones relaciona cluir de consideración los siguientes puntos de vista: te importantes." Este capítulo ya h 45 e 40 e 35 e e o 30 o · · ee e e o 25 e o 20 +---r---r------.-----r----.----.----,----,.------,-----r----.----.- 4 5 6 7 6 9 10 11 12 13 14 15 16 Coeficiente de Mincer(primade habilidad) Nota: ' Significativo a nivel de 5%; "significativo a nivel de 10%. Fuentes: Capítulo 2 para Ginis de ingreso en América Latina ; World Development Indicators Database (Base de Datos de los llo Mundial) para otros Ginis de ingreso; Fernández y otros 2001 para primas de habilidades, medidas por ecuaciones de los costos de contratación y despido, así como otras carac- mientas laborales más integrados, terísticas regulatorias, pueden afectar las decisiones de los tener escalas salariales comprimidas trabajadores acerca de entrar a los sectores formales o in- través de América Latina, el impact formales, lo que a su vez tiene implicaciones para la distri- catos parece ser en gran parte un r bución general de ingresos. bajos de participación sindical y de La fijación de salarios se ve afectada también por otras pacto hacia el exterior de los traba instituciones, tal como los sindicatos o la prevalencia de hacia los no sindicalizados (la deno salarios mínimos. Mientras que en la mayoría de los países miento de la negociación) es peque de la OCDE, los sindicatos consiguen comprimir las esca- Santamaría 2003). las salariales y reducir la desigualdad salarial general en Los salarios mínimos, por atto la sectores cubiertos (y a menudo a través de toda la econo- potencial para generar efectos de ig mía, a través del impacto hacia el exterior de la negocia- buciones salariales de América Latin ción colectiva), este efecto no es robusto en América Latina. sil, por ejemplo, un aumento del 1% En algunos países, tal como Brasil, los sindicatos parecen tiene como resultado aumentos a l tener efectivamente el efecto contrario: los trabajadores ción salarial del sector formal, con l sindicalizados parecen tener mayores disparidades salaria- debajo del salario mínimo y dismin lesque los trabajadores no sindicalizados, y la sindicalización distribución salarial (Maloney y parece contribuir a una mayor dispersión salarial en la eco- Gonzaga y Camargo 2001). nomía en su conjunto. (Ver Cunningham y Santamaría 2003 Aunque el impacto externo (o "e para una inspección breve de la evidencia). crementos de salario mínimo puede Arbache (2002) discute que esta tendencia es en gran veles altos de la distribución salari parte debido al hecho de que los sindicatos brasileños, a dicho impacto es mucho mayor pa diferencia de los de la mayoría de los otros países, se orga- bajos salarios. El efecto general de nizan según categorías profesionales. Los empleadores por mente de reducción de la desiguald tanto negocían separadamente con varios sindicatos que Debe notarse que el alcance para representan los distintos grados de empleados y se preocu- rio mínimo como una variable de po pan sólo de sus propios salarios. En contraste con movi- cir la desigualdad está obviamente 0,4 0,2 -0,2 -0,4 +----r----..-----...----,-------,-----.---......,..-----r----" o 10 20 30 40 50 60 70 80 Percentiles b. Italia y Chile Diferencia en log ingresos Diferencias efectivas entre Italia y Chile Efectos combinados de precios y estructura ocupacional 0,5 Efectos combinados de precios, estructura ocupacional y dotació - 0,5 - 1 -1,5 +---...-------r----,----.,-----,,----......,..---....---,-------r-- 10 19 28 37 46 55 64 73 82 Percentiles Fuentes : PNAD/IBGE (1999); CPS/ADS (2000); encuestas CASEN (2000); Survey 01Italian Household's Income and Wealth [En cuestas de ingresos y riqueza en hogares italianos, 2000], y cálculos de autores. de desigualdad de ingresos: dispersión en distribuciones hogar e ingresos totales de hogar. Est de activos (educación y tierra); indicadores de apareamiento mente importa en el efecto de la ra en el mercado laboral (tasas de participación, desempleo, sobre la distribución de ingreso per y de informalidad); y un indicador clave de retornos al ca- cualquier manera, los coeficientes de pital humano (los coeficientes estimados de Mincer). Mo- rados aquí son todavía significativos viéndose a lo largo de la determinación esquemática de en la muestra agrupada y 0,84 en la ingresos de hogar representada en el recuadro 6.1, los au- gresos para dependencia de juventud tores sugieren que el proceso de la formación del hogar tra agrupada y -0,83 en la muestra afecta la manera como las distribuciones de ganancias se la dependencia de vejez.'? En esta m transforman en distribuciones de ingresos del hogar. una participación más grande de la En particular, importa mucho cómo seleccionan pareja blación se asocia con mayor desigual los hombres y mujeres . Considérese dos sociedades con dis- a causa de una correlación negativa tribuciones idénticas de ganancias. Las desigualdades de niños en los hogares y el ingreso p ingresos de hogar serían claramente diferentes si en uno de gar-, mientras que una mayor parti ellos la mujer de mayores ingresos se casara con el hombre de tercera edad en una población se a de menores ingresos (y así sucesivamente), mientras en la igualdad. otra la mujer de mayores ingresos se casara con el hombre La comparación detallada entre E de mayores ingresos (y así sucesivamente). La desigualdad sil realizada por Bourguignon, Ferrei de ingresos sería mucho más alta en esta última sociedad contró también que reemplazar el ta que en la anterior. Más generalmente, este ejemplo sugie- familia predominante en Brasil con re simplemente que al cambiar de distribuciones de ga- Estados Unidos ayudó a reducir la de nancias íl: distribuciones de ingresos de hogar per cápita, la por mucho. Cuando esto se combinó selección marital puede ser un factor importante. portados en la figura 6.9 , importand La figura 6.10 grafica los coeficientes Gini relacionados los parámetros de un modelo polino tanto con ingresos como por selección marital para 33 paí- número de niños en hogares de EE.U ses (una vez más sólo en América Latina y la OCDE), com- sileño, se llegó a un descenso adicio putados por Fernández, Gunerm y Knowles (2001). Los coeficiente Gini. La figura 6.13 gra coeficientes de selección marital son definidos como coefi- diferencias entre ingresos en hogares cientes de correlación de Pearson para años de escolaridad en donde la línea continua gruesa se entre maridos y esposas entre parejas al interior de un país. efectivas normalizadas al promedio. Los coeficientes de correlación entre selección marital y refiere a la distribución del conrrafa desigualdad de ingresos para esta muestra son altos: 0,63 estructuras educativas, ocupacional en la muestra agrupada y 0,68 en la muestra sólo-ingresos Estados Unidos. La línea continua e (con p-valores de 0,000 en ambos casos). Como en el caso corresponde a la simulación que inco anterior, la mayoría de los modelos plausibles de forma- mográficos. Se puede ver que el efec ción del hogar y determinación de ingresos sugeriría la más la desigualdad de Brasil y de tra existencia de simultaneidad considerable en esta relación: mulada más cerca a la de Estados U en sociedades más desiguales, los hombres tienen mayor específico, es también aparente que e probabilidad de casarse con mujeres del mismo estrato so- ta demográfica no es tan cuantitati cial y con niveles semejantes de educación. Al mismo tiem- como lo son los efectos relacionados po, si la educación aumenta la participación en el mercado retornos a la educación. laboral y las ganancias, esto probablemente contribuirá a Yaque es probable que la incidenc la persistencia de la desigualdad de ingresos en el futuro. gado importe bastante para la relaci Aunque es importante con quién vive una persona, esto ción pública y la desigualdad, sería no determina completamente la composición del hogar. categorías desagregadas del gasto. S blico en educación primaria, se utiliza la razón entre trans- más bien hacia la izquierda en las fig ferencias del gobierno a instituciones sin ánimo de lucro y sugiere que la región tiende a estar hogares frente al PIB (Base de Datos sobre Estadísticas de go internacional de gasto público p Finanzas Gubernamentales, Fondo Monetario Internacio- cación primaria y transferencias, rel nal). Esta correlación se muestra en la figura 6.16. La naruraleza a-través-de-países Lasfiguras 6.14-6.16 sugieren que los Estados efectiva- nes quiere decir que están limitadas mente juegan un papel activo en afectar la distribución de dos del gasto público. Los patrone ingresos disponibles del hogar a través de la tributación cantidades acumuladas gastadas no básica y las decisiones públicas de gasto (ver capítulo 9). aunque el impacto del Estado en la d Esto no quiere sugerir que la influencia del Estado sobre te puede variar enormemente entr los resultados de distribución se limita a los niveles de im- razón de gasto a PIB. Losimpactos puestos y gasto. Claramente existen varios otros canales den de quién recibe los beneficios de importantes por los que las instituciones públicas afectan Latina ha sido frecuentemente seña la distribución del poder y el ingreso (tal como el grado al lar como una región donde los segm cual los procesos de toma de decisiones son democráticos y poderosos de la sociedad se apropian participativos). No obstante, el impacto primario del Es- de los beneficios de programas pú FIGURA 6.10 Selección marital y desigualdad a través depaíses Coeficiente Gini 65 o Gini consumo · América Latina, Gini ingreso · Otros paises, Gini ingreso 60 - Ingreso -Ingreso o consumo PAN. 55 50 V811 · .aJl 45 .UAJ 40 35 · o 30 25 20 15 10 +-----r-----r-----r----,----,----,----,----r----r 30 35 40 45 50 55 60 65 70 Selección marital Nota: · Significativo a nivel de 5%; ··signlficativo a nivel de 10%. Fuentes:Capitulo 2 para Glnis de Ingreso en América Latina, World Development Indicators Database (Base de Datos de rrollo Mundial) para Ginls de Ingreso de otras partes; Fernández y otros (2001) para coeficientes de corralación de selecci ingresos no laborales de Estados Unidos, el coeficiente Gini públicamente, al menos en parte con es reducido por más de 3,5 puntos. Cuando se combina dos. con los otros efectos previamente discutido (es decir, la dis- Mientras que las pensiones de jubi tribución de la educación, la estructura de retornos, y las ción de ingresos totales disminuyen estructuras ocupacionales y demográficas), la distribución per cápita en la mayoría de los países de ingresos no laborales prácticamente cierra la brecha de dos Unidos), éstas componen una crec desigualdad: el coeficiente Gini brasileño simulado (incor- en Brasil, como se indica en la figura porando todos los cambios) ahora se acerca a 1,7 puntos Un efecto igualador semejante (au de los Estados Unidos. Otras medidas de desigualdad es- de los ingresos no laborales se observ tán también comparablemente cerca de sus "niveles obje- entre Chile e Italia. Cuando las distri tivo" de los EE.UU. contrafactuales para Chile son simul Lo interesante de este resultado es que la mayoría del rios elementos de la distribución itali cambio se debe a pensiones, que dan cuenta de 83% del igualdad entre los dos países se estrec ingreso no laboral total reportado en Brasil. La figura 6.17 Al importar solamente la distribució reproduce lascurvas principales mostradas en la figura 6.13, gresos no-laborales (que incluye tod FIGURA 6.11 Dependencia dela juventud y desigualdad a través depaíses Coeficiente Gini 70 o Gini consumo GlAmérica Latina, Gini ingreso · Otros países, Gini ingreso 65 - Ingreso - Ingreso o consumo o o 60 o BRA cot o 0 Glo«, PAN 0 GUA e o 0 EOJ 55 lIINIC MÉX0 III HON AR3 e e DOM o · 50 o .VENlII o o o 45 o · Cffi o o · o crg 40 o o o ·0 o o o o o o o o 35 · o 00 o o o o 30 o · o o o o o 25 · ·0 .... 20 +-----,------,------,--------.-------.------.------. 20 30 40 50 60 70 80 90 Razón de dependencia de la juventud (porcentaje) Nota:' Significativo a nivel de 5%; "significativo a nivel de 10%. Fuentes : Capítulo 2 para Ginis de ingreso en América Latina, World Development Indicators Database (Base de Datos de lo rrollo Mundial) para Ginis de ingreso de otras partes y razones de dependencia; la razón de dependencia de la juventud se d de Oa 15 años de edad como proporción de la fuerza laboral total, es decir, población total = de 16 a 64 años de edad. O V TfIIj § e! ~e DO~Cffi 50 URU 45 O e 00 O 0 40 0 00 00 o O · O · · 000001 o e 35 O O O · O O O e O o . 0 · 30 O O O ClD. O O O · ... O 25 · · · O e O 20 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 Razón de dependencia de la vejez (porcentaje) Nota: ' Significativo a nivel de 5%; "significativo a nivel de 10%. Fuentes: Capítulo 2 para Ginis de ingreso en América Latina, World Development Indicators Database (Base de Datos de los rrollo Mundial) para Ginis de ingreso de otras partes y razones de dependencia; la razón de dependencia de la vejez se defin mayor de 65 años de edad como proporción de la fuerza laboral total, es decir, población total = de 16 a 64 años de edad. públicas) contribuye dos puntos Gini, o un décimo de la Mientras que las etapas previas de la s brecha entre los dos países. Cuando esta simulación secom- éxito en hacer que el 80% superior de bina con todos los otros parámetros simulados (es decir, lena de ingresos pareciera más semej para la estructura de retornos, la distribución de la educa- fallaron en aumentar los ingresos de pe ción, de la conducta ocupacional, y de las decisiones repro- de la distribución. En esta etapa, la es ductivas), esto agrega casitres puntos Gini. Esta simulación ingresos no-laborales tuvo un impacto completa cambia el coeficiente chileno de Gini de 0,557 a sobre el 20% inferior de la distribución 0,391, lo que no está demasiado lejos del "objetivo" italia- Yaque la mayoría de los ingresos del no de 0,357. propia entre los pobres es generalmen La figura 6.19, que es análoga a la figura 6.18, amplía ingresos laborales, es poco probable qu la comparación de Chile-Italia representada en la figura efecto de los ingresos de capital. Es má 6.9(b). La línea continua gruesa al costado superior repre- presenten el efecto de mayores y mejor senta, una vez más, las diferencias en el logaritmo de los rencias y beneficios públicos. Como ingresos que se acumulan a los percenriles correspondien- comparación de Estados Unidos con B tes de las distribuciones italiana y chilenas después que los microeconométrica apoya el punto de promedios fueron igualados. La línea interrumpida en el el patrón de correlaciones a través de fondo representa las mismas diferencias entre Italia y una que los Estados latinoamericanos son distribución contrafactual para Chile después de 'haber exitosos en transferir recursos a sus ci importado los retornos y estructuras ocupacionales, edu- bres, y que esto es un factor detrás de la cativas y reproductivas de Italia. Finalmente, la línea pun- dad de la región. teada entre estas dos líneas representa lasmismas diferencias cuando la distribución italiana condicional de ingresos no laborales (incluyendo transferencias públicas) es incorpo- 6.5 Conclusiones rada también en la distribución chilena simulada. Utilizando una representación esquem Es interesante notar que, aunque el impacto de la dis- minantes de ingresos del hogar, este ca tribución condicional italiana de ingresos no-laborales so- posición de América Latina en el mun bre el Gini para Chile no fuera grande, tuvo un efecto seis grupos grupos amplios de factores significativo en los ingresos relativos más bajos del país. de activos que subyacen a la generación 0.4 0.2 0+:tJl---------------------------------~"""", 2 0.2 2 0.4 +---.,...----.---~---__,----r_---._---...._--- ....--- o 10 20 30 40 50 60 70 80 Percentiles Fuente: PNAD/IBGE (1999); encuesta CPS/ADS (2000) ; cál cu los de autor. FIGURA 6.14 Gasto público total y desigualdad deingresos Coeficiente Gini 70 o Gini consumo · América Latina, Gini ingreso · Otros paises, Gini ingreso Ingreso Ingreso o consumo 65 o o 60 · · SRA o ··BOl · PAN 55 Gil ~ NIC · .l'.M o o 50 .TR-l 45 ·o 40 · o o Oq, o o · eco 35 o o o o o ~ - o · ·o o 30 o o o ~ o O 25 · · · 0 · o 20 +----.,...---~---___,.------._---._---.,...---~----r_---. 5 10 15 20 25 30 35 40 45 Razón de gasto gubernamental a PIB (porcentaje) Nota: " Sign ificativo a nivel de 5%; "" significativo a nivel de 10%. Fuentes: Capitu lo 2 para Ginis de ingreso en América Latina, World Development Indicators Database (Base de Datos rrollo Mundial) para Ginis de ingreso de otras partes y razones de gasto público a PIB. 8 o O o 45 o 40 · O O O 0 35 8 O · O 8 30 O 8 25 8 8 O 8 · 20 -t------,--------,-----r------r-----"T""-----,--------,-- o 4 8 12 16 20 24 28 Razónde gastoporestudianteen educación primariaa PISper cápita (porcentaje) Nota: "Significativo a nivel de 5%; "significativo a nivel de 10%. Fuentes: Cap ítulo 2 para Ginis de ingreso en América Latina, World Development Indicators Database (Base de Datos de los I rrollo Mundial) para Ginis de ingreso de otras partes y razones de gasto por estudiante en educación primaria a PIB per c áplta FIGURA 6.16 Transferencias públicas de ingresos a hogares Vdesigualdades de ingresos Coeficiente Gini 70 OGini consumo 8 América Latina, Gini ingreso 8 Otros países,Giniingreso _ Ingreso _ Ingreso o consumo 65 O GUA 60 O. COL 88BAA 8 BOL 8 PAN 8 PAR · NlC 55 O 8 ~ffi 50 r9 O · PEA Cffi 45 40 8 35 8 O O 8 0 0 00 O 0 O 8 25 8 8 8 O 20 o 2 4 6 8 10 12 14 Raz6nde transferencias públicas de ingreso a PIS Nota:" Significativo a nivel de 5%; " significativo a nivel de 10%. Fuentes: Cap ítulo 2 para Ginis de ingreso en América Latina, World Development Indicators Database (Base de Datos de los I rrollo Mundial) para Ginis de ingreso de otras partes y base de datos Government Finance Statistics (Estad ísticas de finanzas gu razones de transferencias (a instituciones sin ánimo de lucro y hogares) a PIB. Brasil y los Estados Unidos y Chile e Italia. Estas dos com- distribución moderadamente des paraciones claramente no son representativas de América cativas ; (2) la prevalencia de alt Latina en su conjunto, pero interesantemente la informa- educación en el mercado laboral ción que ellos proporcionan resonó bien con los patrones instituciones específicas; (3) los pa que surgen de correlaciones a través de países. "hogar con niveles altos de selecció Losdiagramas a través de países proporcionaron las ilus- ción grande y negativa entre el n traciones de distribuciones conjuntas, o de patrones de greso del hogar per cápita; y (4) e correlación. Éstos no pueden ser interpretados en térmi- alto pero mal focalizado. Además nos causales, ya que en general ambas variables se deter- clave, se debe notar también que minan conjuntamente por procesos económicos y políticos. desigualdad en América Latina pu Una advertencia adicional es que las correlaciones presen- se al predominio de las encuestas tadas eran todas pareadas, y por tanto no controlaron para cuestas de gastos (ver el capítulo otros atributos. Las regresiones multivariadas en la sec- Es notorio que aparentemente ción transversal se corrieron, pero -además de los proble- rio único que pueda ser culpado mas usuales de comparabilidad de datos e interpretación a América Latina. La interacción en FIGURA 6.17 Diferencias entre EE.UU. y Brasil. registradas y simuladas. incluyendo ingresos nolaborales y reponder Diferencia en logaritmo de ingresos 0,8 - Diferencias efectivas entre EE.UU. y Brasil - _ . Efectos combinados de precios, ocupación y fertilidad - - - Simulación completa, con ingresos no laborales, sin reponderación 0,6 - Simulación completa, con ingresos no laborales y reponderación 0,4 ,,-----,,'--~ ,-....----.--.;-,,, ....._--...........-...... 0,2 _----.... ~-\ .... _1 \.'- ,,- ..l ,- o-f-!>4----------------------------------' -0,2 -0,4 +----,----,----,----,----,----,.-----,.-----r--- o 10 20 30 40 50 60 70 80 Percentiles Fuente: PNAD/IBGE (1999); Encuestas CPS/ADS (2000); cálculos de los autores, papel de la incidencia regresiv a de las finanzas públicas no 3. Esto es claramente una afirmación relati sos recogidas de instrumentos diferentes de in pudiendo reducir -yen ocasiones efectivamente exacer- no son estrictamente comparables. Sin embar bando-Ia desigualdad en la distribución secundaria de in- te consideradas como más cercanamente com gresos . (La magnitud de este fenómeno y las áreas en las relación a variables de gasto de consumo, dad que es muy pronunciado son discutidas en el capítulo 9). res de medición son bastante diferentes a trav El retrato general que surge es por tanto coherente con los age ntes tienden a escoger las corrient una visión del mundo en la que la riqueza y las desigualda- intertemporalmente más regul ares que las c des educativas se autoperpet úan, a menudo por decisiones 4. Éste es el caso especialmente porque la tomadas dentro de sistemas políticos. El patrón de im- México (el otro país latinoamericano en la mu medio con relación a la muestra de la oeDE puestos y gasto público no es determinado ex ógenamente 5. El estudio enconrró también que, aun en un vacío social y político. Es también probable que sea socioeconómica, los estudiantes negros tuvie influido por las distribuciones de educación, ingresos, y los estudiantes no-negros (ver el capítulo 3). poder político, como fue discutido en otras partes de este controlar para varios atributos relacionados informe. ción, los estudiantes en colegios privados su FIGURA 6. 18 Ingresos dejubilación como una porción deingresos totales dehogar. Brasil VEstados Unidos Ingreso de jubilación como porción de ingreso total del hogar 0,30 1- EE.U 0,25 0,20 0,15 0,10 0,05 0,00 -f..L----r-----r----r----r-----,.------,-----r---~---_ o 10 20 30 40 50 60 70 80 Percentiles de distribución de ingreso de hogar par cápita Fuente: PNAD/IBGE (1999); Encuestas CPS/ADS (2000); cálculos de los autores. 30 40 50 60 70 80 Percenti les Fuentes : Encuesta Casen (2000) y Encuesta de Ingreso y Riqueza de los Hogares Italianos (2000) [Survey 01Italian House 2000) (Banca dltalia]. a aquéllos en el sistema escolar público. I4r Albernaz , Ferreira y Fran- ción significativa entre ga nancias de autoem co (2002). . humano. 6. Se debe notar, sin embargo, que esta mayor dispersión en países 11. Si el nivel de autoernpleo en los paí lat inoamericanos y los bajos coeficiente s de correlación quizá sean la mejante al encont rado en la mayoría de los consecuencia de un error grande de la medición en la variable del des- cerca del 10% contra un promedio de más empleo, qu e podría resultar a su vez del hecho de que las agencias dos en la tabla 6.2), el componente al inter estadísticas y los minister ios de Trabajo de los distintos países definen de desigualdad sería mucho menor porque l y reúnen los datos de tasas de desempleo en formas sustancialmente grupo es más baja entre trabajadores asala dispares. índices de desigualdad para América Latina 7. La muestra agrupada es la única pert inente en h figura 6.7, ya 12. Esta ecuación puede, por supuesto qu e hay sólo un país en la muestra de sólo-ing resos, que no está en en cuenta otros determinantes de ga nancia América Latina: la Repú blica Eslovaca. (tal como el sector o la región de la activi 8. La categoría de trabajadores "no pagados" puede reflejar sim- discriminación (tal como la relacionada co plemente un reporte equivocado de ing resos, especialmente si el tra- 13. Nótese que el impacto de agrega r bajador es un pariente del "empleador". La mayoría de los trabajadores efectos de precio es mucho más grande en no pagados son los cónyuges de un dueño de empresa. En México, por Brasil que en el caso de Chile-Italia. Esto ejemp lo, el 10% de mujeres casadas son trabajadoras no pagadas, com - distribución chilena de años de escolaridad parado con los miembros de casi ningún otro grupo familiar (Cunnin- de Italia que la distribución brasileña frent gham 200 1). Con esto en mente, los trabajadores no pagados pueden 14. I4r Bourgu ignon y Verdier (2000), recibir en realidad su ing reso "en especie" si el dueño de la firma com- alea desigualdad desacelera la expansión e part e los ing resos a través del hogar. nal político. 9. La comparación entre estos dos grupos es difícil, ya qu e es casi 15. Como se esperaría, esto no es clar imposible cuant ificar el valor de las prestacio nes de seguridad social patrón de diferenciales salariales en Brasi que los trabajadores del secto r formal recibirán, el valor de "ser su ejemplo, es bastante coherente con un a propio jefe" o el valor de la baja seguridad laboral. Stolper-Sarnuelson. I4r Go nzag a y otros (2 10. Esta diferencia implica también que las regresiones salariales 16. I4r Blau y Kahn (1999) y DiNardo estándar tendrán menos poder explicativo en el sector de auroernpleo, para discusiones acerca de las instituciones como fue encontrado por Rees y Sha (1986) YBorjas y Bronars (1989). ses desarrollados. De hecho, Rees y Sha encontraron que en el Reino Unido no hay rela- 17. Los p-valores eran 0,000 en cuatro TERCERA PARTE Políticas para menos desigualdad A TERCERA PARTE DE ESTE INFORME SE DIRIGE A LA PREGUNTA DE QUÉ SE PUEDE L específicas relacionadas con políticas para reducir la desigualdad en América La llevar la acción pública a una mayor equidad con un costo mínimo en términos de vez, resultar en la reducción más rápida y más efectiva de la pobreza? En los sigui los autores combinan una discusión acerca de las opciones prácticas para la ac reconocimiento de la centralidad de los procesos sociales y políticos más amplios que s capítulo 5. Existen áreas múltiples y complejas para la acción, ya que las desigualdades están liga aspectos de la política económica y social. No hay manera de que un informe de esta lo justicia al espectro completo de estos asuntos. Los autores, por tanto, procuran cubrir un temas, en el espíritu de proporcionar una visión general acerca de algunas de las principal políticas. Aunque esta aproximación no sea completa -y ciertamente no pueda entrar en justifica cualquier área en particular-, el objetivo aquí es extraer los temas clave y contr análisis más exhaustivo. Las áreas posibles para la acción pública se organizan en En la parte 11 de este informe, s tres categorías. Este capítulo se enfoca en las influencias interacción entre la distribución de a sobre la distribución de activos (un asunto ligado de cerca constituye la diferencia más fundame al suministro de servicios),con énfasis en la educación; los distribución de bienestar en una so derechos de la propiedad, la tierra y la vivienda; y el su- del cambio. Las activos y las institucio ministro de infraestructura. El capítulo 8 considera las cen el bienestar de los grupos más po políticas que afectan cómo funcionan las instituciones eco- estructuras políticas y procesos socio nómicas, pasando del nivel micro al macro. Se considera la a la perpetuación de la desigualdad. evidencia acerca del efecto general de las políticas orienta- ca en cómo una distribución más igua das al mercado y en el papel particular de los mercados de lograr en América Latina en tres áre trabajo, seguido de las políticas y choques a nivel macro. derechos de propiedad, la tierra y la Entonces el capítulo 9 mira los factores que influyen la tructura. Aunque no es de manera al distribución secundaria de ingresos (es decir, los impuestos capítulo proporciona suficiente mate y las transferencias),con un enfoque particular en las medi- gunos de los temas principales y áre dasque pueden ayudar a manejarelriesgoy, específicamente, acción pública. los instrumentos de transferencia condicional de efectivo. Una importante consideración al examinar las opciones de política es la evaluación de disyuntivas, especialmente en- 7.1 Educación tre las metas de distribución y de eficiencia. Siempre que La educación yace en el centro de l es posible, esta pregunta se discute en términos generales, desigualdad, al reflejar y a la vez in aunque el análisis de países específicos requeriría desarro- ciones económicas, poder, y posición llar una evaluación más definitiva. educación tiene también el potencia rica Latina tiene en promedio niveles medianos de des- escuelas y maestros, y las reform as igualdad de la educación, pero niveles altos de desigualdad concent ran tanto en acceso equitati de ingresos. Algunas sociedades, como por ejemplo Chile, como en el logro de altos niveles de tienen una educación relativamente extensiva e igualitaria son típic amente más complejas p para estándares latinoa~ericanos (a saber, un promedio de mente, generando por tanto pregu diez años de educación y un coeficiente Gini de 24 para dumbres en la cadena de cambios. L personas de 24 a 65 afies de edad en 2000), pero también latinoamericanos ha avanzado hac alta desigualdad de ingresos. Aun sistemas de amplia co- universal, aunque algunos no han co bertura y alta calidad de la educación, tal como el de Fran- Todos están comprometidos en dis cia, pueden reflejar y perpetuar profundamente patrones mas de segunda fase. de diferencia social, como ha sido documentado en el tra- El enfoque primario aquí está en bajo clásico del sociólogo francés Pierre Bourdieu ( 984). servicio como los instrumentos prin La relación compenetrada y compleja entre la educa- los grupos sociales tienen para realiz ción y la sociedad debe inspirar cautela al confrontarse con educativo. El primer asunto consid el punto de vista simple que afirma que más educación reciente de la expansión educativa. puede resolver los altos niveles de desigualdad con respec- impacto potencial de una futura ex to a ingresos, poder y posición social. Sin embargo, esto no sobre la desigualdad de ingresos, m quiere decir que la educación no sea importante. Con toda estructuradas entre América Latina certeza lo es; la educación ha sido central en cada uno de rrolladas. Con esto en mente, se dis los casos de procesos exitosos y equitativos de desarrollo, cent ral de qué se puede hacer par tanto en términos económicos como políticos. Este hecho educativa. aplica a la experiencia de EE. uu.en los siglos XIX y XX , a la experiencia europea (la notoriamente durante las tran- siciones escandinavas), al proceso japonés de desarrollo des- pués de la restauración de Meiji, y a casi todas las historias FIGURA 7.1 exitosas del Este de Asia, desde la República de Corea a La larga cadena de interacciones de Vietnam. desigual hacia resultados más iguali Más aun, la importancia de la educación parece estar aumentando al tiempo que se intensifica la integración Uevan a de global y se consolida la transición a sociedades urbanas, Historias poffticas o acceso a industriales y basadas en servicios. La educación se está y socioculturales I==~ o oportunid desiguales · aspiracion tornando rápidamente en el activo económico más impor- o intereses tante para la mayoría de la población, un factor que sólo refuerza la necesidad de ampliar el acceso a la educación de la calidad. La mayoría de los países ha logrado progre- sos significativos en la educación básica, colocando la prio- Resultados ridad en ampliar la educación secundaria, demo cratizar la econórilicos ypofftícos más educación universitaria, y fortalecer la calidad a través del equitativos Ex sistema (de Ferranti y otros 2003). Como se dijo en el ca- en pítulo 2, muchos países han experimentado aumentos en la prima otorgada a una educación universitaria. Aun así, la mayor parte de los sistemas universitarios de América Cambíosen Latina es todavía principalmente el dominio de los hijos de composición de CD Cambi habilidades y la élite, que a menudo se beneficia de grandes subsidios. oactitudes/con profundización · recursos para Democratizar la educación terciaria y aumentar el acceso a de la ciudadanfa 0JlÍsaspiracion jóvenes brillantes, pero más pobres , es importante por ra- ción se expandió más lentamente en la región que en otras una expansión mayor en décadas re regiones del mundo, especialmente el Este de Asia y la algunos países con una concentració periferia europea. indígena, incluyendo a México, Perú Un retrato de expansiones pasadas puede ser obtenido Es digno de mención que por lo meno utilizando los datos reun idos para este informe para mirar y Perú, el siglo XX estuvo en parte ca cómo varía el logro educativo a través de cohortes." des episodios de movilización o revolu La educación actual de la cohorte de 51 a 60 años de tivos socialmente incluyentes, tales co edad refleja los esfuerzos educativos emprendidos hace 40 - sociales para ampliar la educación. E 50 años. Los niveles bajos de educación media en un país, se destaca como un país con un leg o dentro de una cohorte, se asocian típicamen cecon la alta mente pero con una aceleración much FIGURA 7.2 Dinámicas de la educación enpaíses escogidos; años de educación de hombres Vmujeres por grupo de eda a, Argentina, 2001 a, Brasil, 2001 Años de educación Años de educación ::: 12 12 =h¿ 10 10 8 ~ 8 S S 4 4 2 2 O O 21·30 31·40 41·50 51·S0 SO+ 21·30 31·40 41·50 51·S0 Edad Edad c. Guatemala, 2000 d. Ecuador, 1998 Años de educación Años de educación 12 12 10 10 8 8 S S 4 ~~ 4 -, 2 2 O O 21·30 31·40 41·50 51·S0 SO+ 21·30 31·40 41·50 51·S0 Edad Edad 1..... Mujeres ... Hombres Fuente: Cálculos de autor según encuestas relacionadas en apéndice estadístico. maica. Ha habido progreso importante en Brasil en el En contraste, con respecto al gén pasado reciente, pero las diferencias entre los quintiles de cho avances significativos respecto ingreso superiores e inferiores continúan siendo muy gran- cohortes más jóvenes en la mayoría d des: 7,1 años en 1990 y 6,9 años en 2000 para las perso- están en ventaja educativa, por lo nas de 21 a 30 años de edad. Igualmente preocupante es el años de educación alcanzados. Esto hecho de que también hay una brecha grande en los años rencias de género entre negros en B de educación alcanzados por las personas de 10 a 20 años grupos indígenas en Bolivia y Guat de edad (muchas de las cuales todavía están en la escuela), continúan teniendo menores logros que apenas cambió (de 3,7 a 3,6 años) entre 1990 y 2000. Las diferencias espaciales han per En contraste, Jamaica ha continuado teniendo un perfil des durante las expansiones educat educativo notablemente equitativo: las personas de 21 a algunos países. Esto es notable en e 30 años de edad en todos los quintiles de ingresos tenían Brasil y los estados meridionales de más de nueve años de educación en 1990 y 2000, con una caso, que incluye Chiapas, Guerrer diferencia entre los quintiles superior a inferior, de sólo un bién una superposición fuerte con di año. (Esto es en parte a causa de enrolamientos en educa- la indigeneidad. ción terciaria excepcionalmente bajos en todos los niveles de ingresos de Jamaica). En términos de ingresos,Jamaica La educación terciaria es crecien es más igualitario que Brasil pero es todavía desigual para estándares internacionales, con un coeficiente Gini de 49 más notoria en 2000. Los patrones y fuentes de diferencia de ingresos Uno de los elementos clave que pre deben por tanto operar en dominios distintos a la adquisi- la ventaja en los últimos 10-15 año ción de años de la educación. de educación terciaria. En 19 de cuales existen datos acerca de finale y de la década de 1990 (Guatema Las diferenc ias basadas en grupos son todavía retornos marginales a la educación grandes entre grupos raciales pero no entre grupos cialmente mayores a los rendimien de género cundaria (vertabla A.3l) .4Más aún, En términos de variaciones categóricas, o basadas en gru- para los cuales se han producido se pos, el capítulo 3 demostró que siguen existiendo grandes tornos marginales a la educación te diferencias en logros educativos entre categorías étnicas y te la década de 1990. raciales. En Brasil, en Bolivia, en Guatemala y en Perú, los Estas diferencias en la educación gunas de las tendencias en la expa sean especialmente inquietantes d las dinámicas futuras de desigualda TABLA 7.1 capítulo 2, enere categorías de ing Años deeducación por quintil deingresos para Brasil compresión de diferencias en el en VJamaica. hombres Vmujeres de21·30 años deedad escuela primaria, a su vez una conse de grupos excluidos. Al nivel secun Qulntiles Primero Segundo Tercero Cuarto Quinto Promedio han sido variadas, sin que se obser patrones claramente a favor o en co Brasil 1990 3,0 4,4 5,7 7,3 10.1 6,6 Sin embargo, en la década de 19 2000 4,3 5,7 7,2 8,8 11,2 7,6 los quintiles superior e inferior en l Jamaica sonas entre 18 y 23 anos de edad se a 1990 9,7 9,0 10,0 9,7 10,8 10,0 en todos los países menos en Brasil, 1999 9,3 9,5 10,0 10,2 10,5 10,0 ras, los cuales tuvieron los niveles Fuente: Cálculos de microdatos, ver tabla A.23 en el apéndice estadfstico. dad de la región para enrolamiento t 7 6 ....,,' _-_.......................... ........_-_.'"''''''''..........._--_.__....... 5 -- -- .. 4 3 - - - Sudáfrica blanca - - Brasil blanco - Sudáfrica negra - Brasil negro 25 30 35 40 45 Año Fuente: Lam (2001). en el capítulo 2). Hay desigualdades altas y frecuentemen- estudiantes brasileños y 8,6% de lo te crecientes relacionadas con la educación terciaria, que .nos obtuvieron puntajes por encima ofrece las mayores ganancias y (como se discute más ade- OCDE. lante) recibe los subsidios más altos. Además, en muchos Las diferencias en la calidad educa países el acceso privilegiado a la educación terciaria está mente con otras dimensiones de la asociado con la educación secundaria privada -que sólo es mente el estrato socioeconómico de l costeable para los ricos-, o con el estudio en escuelas pú- ilustración de esta conexión, la tabl blicas de mayor calidad. . rencias en resultados de pruebas ent ños por categoría racial aurodefinida La importancia de la calidad educativa Esta información muestra grandes Los niveles educativos son sólo parte de la historia. De por cos, que son más altos para los negro lo menos igual importancia es la calidad de la educación. raza mixta. Entre la tercera parte y Como se discutió en el informe del año pasado del Banco asocia con diferencias en la posición de Mundial (de Ferranti y otros 2003) y en el capítulo 6, individuos o con la condición de las los problemas de baja calidad parecen ser recurrentes a ción levemente más alta del déficit es través de América Latina. Los países que han tomado par- nes socioeconómicas y de la escuela te en las pruebas internacionales han obtenido puntajes conjunto. Así, los estudiantes no blan sustancialmente por debajo del promedio para la OCDE, nen peores resultados y peores escue o el obtenido por estudiantes de alto rendimiento en otras adicional asociado con la raza. Este p partes (especialmente en algunos países del Este de Asia y típicamente como el producto de al de Europa Oriental). Esto se muestra en los resultados de diferencias basadas en la raza entre l estudiantes chilenos y colombianos en el examen del Ter- liares o sociales, y entre expectativas cer Estudio Internacional de Matemáticasy Ciencias(Third riencia escolar que no son capturadas Internacional Mathematics and Science Study, o Timss lascondiciones escolares (por ejemplo, por sus iniciales en inglés) y para Brasil y México en una maestros y estudiantes, menores habi prueba estandarizada emprendida por la OCDE. Estos re- pectos culturales de los currículos). sultados reflejan no sólo un menor promedio, sino una dis- La importancia de la posición soc persión más amplia en América Latina. Sólo 4,4 % de los minar los resultados de las pruebas e La posible transformación de la educación cia en la desigualdad en dotaciones e nas explicó algo de la diferencia e en elfuturo ingresos. Mucho más se debió al pa ¿Cómo se verían los países latinoamericanos con unas con- educación y la mayor igualdad asoc diciones educativas más equitativas? La respuesta depende observados en Italia. Esto sugeriría q de tres factores: la distribución de la cantidad y calidad de diferencias en la desigualdad de ingre la educación; el patrón de remuneración en el mercado ses provienen de factores distintos laboral; y los mecanismos que traducen tal remuneración educación. en distribuciones de ingresos de los hogares . Los efectos Un ejercicio relacionado para el e indirectos de la educación ampliada sobre la fertilidad y la en el Nordeste brasileño rindió resulta participación en la fuerza laboral jugarían también un pa- ron coherentes con una evaluación pel. El aumento relativo en la oferta de trabajadores más educados tendería a reducir las primas salariales pagadas a Leite 2004 y el Banco Mundial, 2003 estos trabajadores, pero lo que realmente sucede es pro- ló una expansión educativa grande y ducto de interacciones con efectos colaterales relacionados comparación con otro país, exploró con la demanda y también de la influencia de instituciones una gama plausible de cambios en el formales e informales. las destrezas. Aún con un cambio ig A la luz de la comprensión incompleta de los determi- patrón de retornos, la influencia gene nantes de estructuras salariales, este informe no procura de ingresos fue pequeña, en parte po modelar ni predecir los cambios. Sin embargo, como fue sica ampliada indujo la entrada de informado en el capítulo 6, se llevaron a cabo dos compa- mente baja calificación al mercado l raciones pareadas, entre Brasil y los Estados Unidos y Chi- el efecto en la pobreza fue sustancial. A le e Italia. Brasil y Chile son ambas sociedades desiguales paraciones a través de países y cambi aún para los estándares latinoamericanos, pero tienen es- bles, una expansión educativa tiene tructuras educativas muy diferentes; Chile tiene niveles de potencialmente significativos . Cuand educación más altos y distribuidos más igualitariamente. a la educación terciaria (y los retorn Los Estados Unidos son un país rico con niveles altos de les), así como grupos relativamente educación, y tiene mercados laborales relativamente flexi- dos terciarios, puede haber un incr bles para estándares de la OCDE. Italia tiene también una la desigualdad general. Esto ocurre fuerza de trabajo sumamente educada, pero es relativa- inicial de enrolamiento terciario tend TABLA 7.2 Resultados de pruebas de matemáticas en estudiantes brasileños quese identifican a sí mismos como negros comparados con blancos Diferencias Diferencias Diferenciaajustada observadas ajustadas para condiciones para SES escolares Sangre mestiza (pardo) -16 -9 -8 Negro (preto) -24 -18 -14 Fuente: SAEB (1999), 8' serie matemática . Nota: La desviación estándar de los exámenes de matemáticas es 50; todas las diferencias mostradas son estadísticamente sig en inglés de socioeconomic status, o estatus socioeconómico. Federación Rusa 63 37 17 República Checa 48 52 4 Corea, República de 62 38 14 México 46 54 32 Promedio de países desarrollados 66 34 20 Fuente: OECD (2001), anexo B1, tabla 2.4. ción de la participación de las personas de altos ingresos. dades y hogares, por una parte, y La desigualdad general se reducirá sólo cuando este grupo entrega del servicio y trabajadores llegue a ser lo suficientemente grande. otra. Estas simulaciones se deben considerar como ejercicios de contabilidad que proporcionan alguna información La forma de un sistema educativ cuantitativa de lo que quizás ocurriría si las características Como acentuado por de Ferranti y o educativas (y otras) de los países latinoamericanos cambia- general como un ampliar de sistem ran sustancialmente. Las simulaciones ciertamente no son una diferencia significativa con res predicciones. Sin embargo, sugieren que aunque la expan- des de la equidad. Un tema princip sión igualadora de la educación es indudablemente de im- informe era la necesidad para la e portancia fundamental, sería imprudente asumir que la partir de las bases, siguiendo el cam educación por sí misma llevaría a una transformación de la los países escandinavos. Para la ma desigualdad de ingresos. América Latina, este enfoque implic cular en una gran expansión de la Opciones de política para la transformación Sin embargo, este tipo de expansió educativa suficiente. ¿Cuáles son las condiciones políticas, relacionadas-can-po- En primer lugar, es igualmente líticas e institucionales que llevarían a una expansión dad de enfrentar los efectos potencia igualadora de la educación, en términos tanto de cantidad "masificación" de la educación, espe como de calidad? Tanto la formulación como la medidas que aseguren la alta calidad implementación de las políticas son importantes. Las ex- serción a gran escala de la educació periencias en América Latina y en otras partes sugieren clase media, cuyo apoyo político para que no hay una fórmula mágica para alcanzar mayor cali- dad es crucial. Esto hace que sean fu dad y sistemas educativos más equitativos. Hay muchos tos relacionados con la rendición de c experimentos prometedores en la descentralización, en las de los docentes. En segundo lugar, h medidas del lado de la demanda, en transparencia, y en dad de mejorar el acceso a la educa pruebas, pero ninguno es una panacea por sí mismo. La principalmente el dominio de la élit manera como los sistemas operan depende del contexto, las sociedades hagan uso efectivo del es decir, en las pautas de interacciones subrayadas en este cial en la población, y también para c informe, en las cuales los factores económicos están entre- tunidades para todos los grupos qu lazados con influencias políticas, sociales y culturales. Tra- educación secundaria. bajos generales sobre el suministro de servicios(World Bank 2003a) han hecho énfasis en las variedades de influencia y El compromiso y los recursos de rendición de cuentas que determinan el diseño y la ejecu- En América Latina el discurso es tota ción de la política. Estas relaciones ocurren por la vía de acentuando típicamente el derecho senderos indirectos de influencia sobre decisiones guber- nos una educación básica. Esta tend namentales, y por las interacciones directas entre comuni- gada a las demandas crecientes por 1990, pero luego subió al 4,8 % por 1995. Esta tendencia Fueron importantes las presiones soci se compara con el 2,6% en promedio para las economías cambiar las esperanzas colectivas de en desarrollo de Asia del Este (de Ferranti y otros 2003). tes, tal como lo fueron durante perío El problema verdadero aquí son la asignación y el uso pansión de la educación en los Est efectivo de recursos. A este respecto, hay diferencias gran- 1999 y 2001). des entre países. La figura 7.4 ilustra tres pautas muy dife- rentes de gasto a través de niveles primarios, secundarios y La descentralización, la rendición terciarios. Chile ha visto una gran convergencia igualadora a través de estos niveles; México ha experimentado creci- y el desempeño de los docentes miento constante a cada nivel, con lo cual ha mantenido Las habilidades y el desempeño de d las pautas desiguales; y Brasil tiene una tendencia grande interacciones con alumnos, son clave hacia la educación terciaria, que recibe siete veces más fi- educación, y por lo mismo también p nanciación que la educación secundaria. la calidad educativa. En muchos paíse También existen problemas relacionados con la distri- ha sido muy afectada por patrones d bución de recursos a través de insumas. Especialmente tras instirucional discutidos en el capítulo las crisis macroeconómicas, ha habido una tendencia en tos de docentes son a menudo p América Latina a cortar desproporcionadamente los gas- clientelistas (ver Angell y Otros (20 tos no relacionados con personal, teniendo como resultado Colombia). Los sindicatos de maest una situación en la que una proporción alta del gasto se fuerzas importantes, ya sea como el concentra en los maestros. En contraste, todos los análisis ras corporativistas históricas (en Mé de "función de producción" encuentran que el efecto mar- como sitios para la movilización po ginal del gasto no-salarial es varias veces mayor que el gasto via). Este hecho proporciona un con en maestros. Esto refleja la prioridad que tanto los gobier- zos de reforma. nos y los sindicatos de maestros le otorgan a la protección En América Latina ha tenido lug relativa del personal. ción considerable con reformas educa Finalmente, hay preguntas para hacerse sobre la pro- centralización al nivel de la escuela y fundidad del apoyo para el gasto en educación. ¿Están los municipal (ver a Di Gropello (2003 ciudadanos, empresarios y diseñadores de políticas ansio- Sin embargo, ha habido pocas evalu sos de mejorar la educación y entusiasmados acerca del impacto de la descentralización en l apoyo basado en impuestos, especialmente en un mundo tro del servicio y en los resultados cada vez más globalizado? Esto no es siempre claramente menos con respecto a los efectos dis el caso. Por lo menos para algunas regiones más pobres, Con respecto al aumento de auto parece haber alguna resistencia a la expansión educativa Educo en El Salvador se ha citado co de parte de las élites empresariales rnodesnizadoras, que a experimento importante en mayor a menudo prefieren trabajadores de menor costo y entrena- permitió la expansión educativa par miento, subsidios y ventajas tributarias de los gobiernos, sin una pérdida en la calidad. La may antes que esfuerzos concertados para ampliar la educación ésta y de reformas semejantes encuen secundaria (ver recuadro 7.1). Es particularmente intere- ficativo o en logro educativo o en var sante que esto recuerda la experiencia del siglo XX de los como la administración docente y e estados sureños en los Estados Unidos, que también si- vínculo positivo pero más débil entre guieron una estrategia de bajos-impuestos, baja-educación mas en procesos pedagógicos y el ap y mano de obra barata como parte de esfuerzos por atraer que son más activas en rastrear y mon la inversión privada. maestro tienen mayor probabilidad d Este patrón subraya un mensaje más general: la necesi- incremento de los logros estudiantile dad de esfuerzos cívicos para facilitar la educación de alta En contraste, existe poca evidenci calidad y de base amplia, incluyendo el acceso a la educa- la descentralización de gobiernos loc 1000 800 600 Universidad : 400 : · · 200 I T rd · 1 1 1 O+-_r_-r____,-~-__._-""T""-_.__-r_____,.____~-__._-"""T""-_.__-_r_-r____,-~-__._-" 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 19 b. México: gasto federal por estudiante 1987-1998 Pesos reales de 1994 por estudiante 12000 ...Primaria ...Bachillerato ... Educaciónsuperior ioooo 8000 6000 0.. : -,.............. 4000 2000 · : O 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 19 c. Brasil: gasto federal por estudiante, educación secundaria y superior, 1980-1995 Pesos reales de 1998 por estudiante 7000 ...Gastoensecundariaporestudiante ...Gastoenterciariaporestudiante ·6000 5000 4000 3000 2000 1000 · · · · · · · O +---.---.------.---"""T'"-----,.------r-----r----,--.---""T""-~--..___-_r_-__, 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 Fuente: Ca rnoy (2002). exploró una dimensión específica y sorprendente de este factor importante en la reducción asunto en el contexto de actitudes entre élites de nego- Laspreferencias de la élite empre cios, que constituyen una importante y algo descuidada de educación son apoyadas en la fuente de demanda por la educación. específicas de gobiernos brasileño Utilizando trabajo de campo en el Nordeste de Bra- deste. En particular, tal como en sil, otras encuestas acerca de las actitudes del mundo (notablemente el Sur de los Estado empresarial en Brasil, y la experiencia histórica del Sur nos estaduales han puesto énfasis e de los Estados Unidos, Tendler encontró que esas élites tajas tributarias como fuentes de empresariales "modernizadoras" (incluyendo los que se Esta tendencia ha sido compleme han trasladado desde el Sudeste de Brasil) prefieren a subsidios específicos de entrenami trabajadores solamente con educación básica. Esto se con- que ayudan a las firmas a mejora sidera generalmente suficiente para que los trabajadores obra, pero le quita recursos a la ne alcancen rápidamente los niveles de productividad que grande de un mejoramiento educa prevalecen en áreas de mayores salarios, especialmente pecialmente en niveles secundario cuando se combina con la instrucción en el trabajo. (Re- cen componer el " camino bajo" sultados comparables se encontraron en otras partes de mantiene el Nordeste de Brasil (y Brasil en encuestras mencionadas por Tendler 2003). Los semejantes) en un equilibrio de ba niveles mínimos de educación también son vistos como igualdad relativo a la alternativa d esenciales para mantener una fuerza laboral más dócil y cativo de base amplia basado en i menos móvil con débiles aspiraciones de avanzar a tra- bajos menos duros en el sector de servicios. Esta prefe- rencia contrasta con el discurso público típico del sector Fuente: Tencller (200 3). el logro educativo. Es probable que el desempeño real sea que los niños pobres escojan mejore específico al contexto. Por ejemplo, Angell y otros (2001) los crít icos temen que los uoucbers docume ntan las diferencias significativas en el grado en entre escuelas y estudiantes que o que la reforma local de la educación fue efectivamente se- ño y los que no lo obtienen, y que guida a través de los municipios en Colombia. Pasto se maestros más que promover mejo destacó por el vigor de sus esfuerzos locales de reforma, internacional acerca de estos punt que formaban parte de un cambio gene ral a un gobierno Vawda 2003). local más efectivo y facilitados en la parte por la elección Los efectos de los vOtlchers no so de un alcalde dinámico proveniente de fuera del sistema gando por los resultados de los dos (ver el capítulo 5). Esta es un área en donde la experimen- les con el sistema en América Latin tación adicional sería bastante útil, junto con monitoreo y escala en Chile y un experimento d evaluación continuas. Un asunto más contencioso es el de bia que fue concentrado en vecind los uoucbers o cupones de subsid io a la demanda. Sus pro- Algunos estudios del caso chileno ponentes consideran que los uoucbers tienen el potencial de pruebas modestamente mayores, p aumentar la calidad de las escuelas permit iendo a los ho- tado robusto; otros argumentan q gares escoger ent re escuelas diferentes, lo que en efecto la calidad general ni la brecha de aplicaría presiones competitivas sobre los sistemas educa- subsidiadas y no subsidiadas de élite tivos para mejorar el desempeño. Se discute también que y Urquiola 2003) . En Colomb ia, los uouchers pueden beneficiar a los marginados al permitir por una lotería, lo que permitió tes de diseño. adicionales. Apoyo proactivo para grupos excluidos Hacia sistemas terciarios más demo Aunque la expansión de base amplia de los sistemas edu- Los sistemas terciarios de educación son cativos ayude a ampliar el cubrimiento a grupos más po- dominio de élite, y típicamente son alta bres, hay también un argumento fuerte a favor de la acción (aunque mucho más así en Brasil que especial para incluir a los estudiantes que han sufrido his- Chile). tóricamente déficit educativos debido a la ubicación, la clase Esta tendencia es la vez ineficaz e in socioeconómica, o debido a desigualdades basadas cultural- lento se reduce y la transmisión inter mente. Los experimentos en curso por tanto sugieren la riqueza y el estatus de élite se facilita. necesidad de trabajar tanto en el lado de la demanda como ción terciaria es a menudo contencioso en el de la oferta del problema de la educación. resistencia a subsidios para grupos meno Con respecto al lado de la demanda, hay evidencia de sin embargo, experimentos en progres que las becas condicionadas a la asistencia a la escuela tie- grar que la asistencia a una universidad nen efectos positivos en grupos marginados. Estos progra- mas de becas incluyen a Oportunidades (previamente para los pobres y hacer que la calidad d conocido como Progresa) en México y Bolsa Família (pre- versidades sea más transparente. Como viamente Bolsa Escola) en Brasil, entre otros. (Éstos se de Ferranti y otros (2003), se neces discuten en más detalle en el capítulo 9, ya que un ele- medidas, incluyendo vencer las limitac mento importante del diseño es el de las transferencias información para solicitantes potenciale redistributivas dirigidas hacia familias pobres). En el caso cuperación de costos para universidade de Oportunidades, la focalización geográfica ha llevado a de retornos privados altos), y ligar los r la participación relativamente alta de personas indígenas desempeño. Un problema especial es el (aunque aquellos en las áreas más remotas donde no hay los programas de la discriminación pos escuelas no fueron cubiertos) y a becas específicas para ni- raza, etnia, o clase. Esto es actualmente ñas, quienes en este grupo sufren de tasas más altas de co en Brasil con respecto a grupos afr deserción que los niños. Tales programas han llegado a ser evidencia es clara que esos grupos est uno de los instrumentos centrales para proporcionar estí- sentados en la educación terciaria y s mulos para entrar a la escuela a grupos excluidos. desventajas en la educación y en los pro Por el lado de la oferta, la educación bilingüe es de rele- ción. Lograr una sociedad más igualitar vancia particular para personas indígenas. La indigeneidad riría mayor representación. La meta de no es siempre equivalente a hablar lenguas indígenas, es- discriminación positiva en ese país sería pecialmente en el contexto de grandes migraciones de gru- ma educativo que permitiera a los afrob pos indígenas y mestizos a áreas urbanas. Sin embargo, a los indígenas y pobres) talentosos ava para muchos de los grupos indígenas más rurales y pobres, educativo. el idioma es un aspecto importante de su experiencia de La experiencia con la discriminación aprendizaje y su identidad cultural. La evidencia de estu- tados Unidos proporciona algunas lec dios de caso etnográficos y de otra índole documenta el con respecto a la complejidad del asunto papel de la distancia social en la educación escolar, que la Corte Suprema de EE. UD. falló en un puede ser amplificada por factores de idioma. Esto no es la meta de incluir la diversidad racial de únicamente un asunto para grupos indígenas tradiciona- vos de las políticas de reclutamiento, p les; el trabajo de Portes y Rumbaut (2001a) en emigrantes los medios mecanicistas de hacer así (c (especialmente latinos y asiáticos) a los Estados Unidos reajustes generalizados en los resultad encuentran problemas análogos, que pueden llegar a ser son constitucionales. Aunque los autor más agudos en el caso de los niños de rnigrantes que se no tienen una base clara para estar a fav encuentran disputados entre dos culturas. La educación discriminación positiva en la admisión d luego transfieren estas habilidades al uso del idioma países tan diversos como Canad nacionalmente dominante. Nigeria, las Filipinas y los Estados Quienes están a favor de este modelo educativo afir- liminares .en Guatemala.sugie man que sl.1111ergir simult.aneamente a. dnéstudianteen . educaeión .cpilingüe essrentable e un idioma nuevo y una habilidad nueva7110 permite al dos de. aprendizaje. estudiante aprender muy bien ninguno de los dos, dan- do cuenta así del bajo desempeño en las pruebas de lec- Fuente: Parrínos y Vélez (1996); información a tura. Al contrario, los que están contra este modelo Patrinos. versitar ios para el caso brasileño, no hay duda de que se reformas curriculares. A menu necesita algún tipo de acción para aument ar las oportuni- sindicatos de maestros fueron fu dades de entrar a la educación terciaria para los afrobrasi- embargo, en todos los casos me leños pob res y talentosos. prendieron reformas significativ liderazgo de la rama ejecutiva (es ministros de Educación) y acción ¿La reforma educativa "co ntra las probabilidades?" equipos reformistas. Las reformas de primera fase que implican acceso a y ex- ¿Deben los sindicatos de prof pansión de la educación básica a men udo obtienen apoyo los procesos de reforma? Maceira amplio ent re varios grupos de inte resados, incluyendo a ten que es necesario tener en cuen políticos, los sindicatos de maestros, y los padres. Sin em- do, las creencias, y las alianzas de l bargo, las reform as de segunda fase que se necesitan para pero que la inte racción y la nego afrontar los problemas de calidad -incluyendo para gru- tes de los trabajadores pueden s pos más pobres- implican típicamente med idas que afec- sensato y,de manera importante, d tan las condiciones laborales de los maestros y aumentan por las partes interesadas. En efec el pode r de los padres y comunidades. En el nivel terciario, de los casos (El estado brasileño de la reform a puede imp licar trarar con los intereses creados (en proceso de publicación), los de universidades y estudiantes que form an parte de los sido proponentes de las reforma grupos más ricos en la sociedad . Por tanto, ées hacer más largo tiempo mayor democracia e igualitaria a la educación un ejemp lo clásico de economía semejante, el sindicato de maestro política de la reforma "contra las probabilidades", en don - mentos progresistas significat iv de los beneficios son difusos pero los costos están asociados movimiento pedagógico, que fav a grupos concentrados y organizados? ción, una mayor auton omía escol Las experiencias reales muestran que las reformas sí ocu- de maestros por competencia abi rren, con el papel jugado por los distintos grupos variando telismo (Angell, Lowden y Thorp a través de los casos. Esto se ve en un estudio de cinco países de Bolivia, Brasil (en el estado de Minas Gerais), Ecuador, México y N icaragua por Grindle (2002; ver tam- 7.2 Derechos de propiedad, t bién discusión en Ames 2003). Los esfuerzos en todos los Los derechos de propiedad impo cinco países implicaton descentralización al Estado, al miento como para la desigualdad municipio, o a la escuela, y en grados distintos implicó rechos de propiedad es esencial proporcionar instrucción y oportunidades de adelantamien- derechos de propiedad estaban p to de carrera a maestros y promover la realización de prue- de Washington" original como un bas a los estudiantes, la participación de los padres, y el crecimiento. Las conexiones en den causar desigualdades en la propiedad y la seguridad relacionados con la tierra. Para Améri de los derechos de propiedad. La propiedad desigual de la coeficiente Gini fue de 0,81 en la seg tierra ha sido una característica central de la historia lati- XX, comparado con 0,56 en el Asia." noamericana (ver el capítulo 4) y sigue siendo predomi- en el capítulo 4, la pauta predomina nante en muchas partes de la región hoy. Sin embargo, las tierras y la producción llegó a estar desigualdades en la seguridad son también predominan- con formas de dominación política y tes, como queda claro por derechos sobre la tierra típica- grupos subordinados, tendencias que mente más débiles en áreas urbanas más pobres (de Soto el descuido de la educación y otros se 1989 y 2000). Además, en sociedades políticamente ines- Aunque los países de colonizadore tables, una solución ha sido desarrollar mecanismos institu- Argentina, Chile, y el Uruguay tuvie cionales para compromisos selectivos sobre los derechos de ciones indígenas o afrodescendientes la propiedad que típicamente involucran alianzas cercanas bién patrones sumamente desiguales entre élires políticas y económicas, como es discutido en el tierra. De hecho, Argentina y Urug capítulo 5 (verHaber, Maurer y Razo (2003) para una dis- de desigualdad levemente más altos cusión detallada sobre el caso de México). gran parte a causa del patrón extensi Por tanto, unos derechos de propiedad más seguros para de ganado. La desigualdad en la tierr todos serán generalmente buenos para la equidad, espe- desta de Chile, representada por un cialmente si ellos influyen las pautas de la inversión por 0,64 alrededor de 1981, fue influida p hogares y por propietarios a través de la distribución de en la década de 1960 y comienzos de ingresos. Sin embargo, hay disyuntivas potenciales. Don- (Bajo el gobierno de Pinochet, estas de la titularidad de la propiedad (en contraposición a la parcialmente anuladas , con un comp seguridad de los derechos de propiedad) está distribuida de distribución a granjeros pequeños muy desigualmente, puede argumentarse la conveniencia Rica -por razones relacionadas con la de la redistribución. Sin embargo, las amenazas de expro- nómica y la transición política a fin piación para propósitos de redistribución reducirán las in- desarrolló un sistema de influencia po versiones de losdueños de la propiedad, a su vez reduciendo fluencia sustancial a granjeros pequeñ el crecimiento (y posiblemente el empleo). Estos asuntos la formación de políticas, junto con lo se discuten a continuación, primero en el contexto de la dos con una temprana ampliación del tierra rural y luego con respecto a áreas urbanas, que in- provisión de educación básica. Este p cluye también la consideración de vivienda. una distribución relativamente igual lle Central, el área más poblada e impo de esta área, la tierra se distribuyó d La reforma de la tierra rural que explica el coeficiente Gini genera Las desigualdades en la propiedad de la tierra han estado La reforma agraria redistributiva fu en el centro de la formación histórica de desigualdades so- recomendada como una fuente de m ciales, de ingresos, y políticas en América Latina (ver el ciencia en el corto plazo, y como una m capítulo 4). La pauta típica en la región ha sido la creación la transición a un sendero más rápido y la conservación de grandes propiedades de tierras por rrollo.?Sin embargo, es importante re grupos de origen colonial, seguidas en la mayoría de los dad de la relación entre el tamaño de l países por la apropriación extensa de la tierra por élites y la productividad. El pensamiento ac después de la independencia en el siglo XIX, y en algunos lación entre eficiencia y tamaño de la países en el siglo XX. Una gran variedad de mecanismos en América Latina reconoce esta com se utilizó para realizar este proceso, incluyendo la expro- Para la mayoría de los cultivos y b piación de tierras indígenas durante el período colonial y males de disponibilidad de servicios m del siglo XIX (por ejemplo, en El Salvador, Guatemala y ción es neutral con respecto a la es México), el control de la mano de obra mediante la escla- variedad de tamaños de granjas, empe · I ·e · 75 · o rro · e , e e e · ELS DOM 65 · CI e URJ e · e pRY o 55 e an Cl ARG o e · 45 e · 35 +------r-------r------.----~---___,----.___---r_---_.__---__ 0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 índice de fragmentación étnica índice de compuesto ¡CRG 95,0 y = · ¡::¡2 = 0 85,0 ~ · e. · · 0 - · ·· e 11 · o e o 75,0 · Gil · · . CSR · _ PAN " O MÉX e · · ELS e O PER · BOl 65,0 · ·· · ' URU · el · GUY e · ··· · · · B:)J ·· · VEN 55,0 · · · ARG · · NIC · · 45,0 · 35,0+-------,.----------,-------,-------....------,.--- 15,0 25,0 35,0 45,0 55,0 65,0 Coeficiente Gini Fuente: Cálculos de autor, basado s en el indice de fragmentación étnica en Ales ina y otro s (2002), coeficientes Gini d este informe, y el indice compuest o del International Cou ntry Risk Guide (ICRG, por sus iniciales en inglés, Guía Interna que es una varia ble susti tuta de credibilidad y predecibilidad de los derechos de prop iedad y contractuales. (Ver Knack discusió n). Asia del Este y el Sur 0,56 0,52 Bolivia Brasil 0,83 Nota: La columna (i) muestra promedios para el período 1950-1994. La co- Colombia 0,85 lumna (ii) muestra valores alrededor de 1981. Costa Rica 0,81 Fuente: Deininger y Olinto (2000) y (PNUD, 1993). Chile República Dominicana 0,80 Ecuador 0,86 El Salvador 0,83 tante pequeñas de una o dos hectáreas. Para granos y otros Granada 0,78 Guatemala 0,86 cultivos que requieren de insumas laborales pequeños y Guyana poca administración, el área relevante puede ser grande Honduras 0,75 (es decir, hasta varios cientos de hectáreas). Para las gran- Jamaica 0,81 jas de cultivos intensivos en mano de obra (en su mayor México 0,59 parte frutas y horticultura), o cuando los requisitos de ad- Nicaragua 0,80 ministración son sustanciales (a causa de factores como Panamá 0,71 condiciones variables del suelo, condiciones climáticas Paraguay 0,86 Perú 0,94 erráticas, frecuente incidencia de plagas , y agricultura mix- Puerto Rico 0,73 ta), los retornos a la producción comienzan a disminuir Surinam 0,73 más bien rápidamente. Esto ocurre porque bajo condicio- Trinidad 0,68 nes semejantes de tecnología y mercado, las granjas fami- Uruguay 0,82 liares son generalmente más eficientes que las granjas de Venezuela 0,92 mano de obra asalariada con respecto a la administración Nota: Los valores de cada país corresponden e de la mano de obra, y a asegurar la administración de prác- valor del período 1950-1979 y en la columna (ii) ticas de calidad. ciente durante el período 1980-1994. Para las cosechas que requieren procesamiento inme- Fuente: Cálculo de autores basado en Deininge diato (como café, azúcar, o palma africana), el tamaño pe- (PNUD, 1993). queño de la granja no es un problema a nivel de la granja (es decir, en términos de la producción), pero puede ser una desventaja al nivel de la industria si la coordinación de obra. Las ventajas de las granjas g entre granjeros y molinos es inadecuada. Para el café, el replicadas potencialmente por granjas tamaño de la granja no es un problema significativo por- nas si éstas coordinaran las necesidade que el procesamiento -en donde el manejo apropiado del ducción a través de cooperativas o aso tiempo es esencial- es llevado a cabo en la granja con me- como se hace en muchas partes de Eu dios sencillos. Sin embargo, el procesamiento puede hacer en situaciones de dualidad agrícola m una diferencia para la producción de azúcar, aceite de pal- países latinoamericanos- el sector de l ma y plátano; para estos cultivos, tanto los sistemas de queda generalmente en desventaja re plantación con trabajo asalariado como lossistemas de gran- acceso a servicios financieros y técnico ja familiar han resultado competitivos. Los cultivos indus- Además, las granjas pequeñas y po triales que no requieren procesamiento inmediato (tal como das generalmente en tierra marginal, algodón, una variedad de semillas de aceite, y hasta cierto montañosas, que ofrecen condiciones punto el cacao) tienden a ser cultivados cornpetitivamente cultura comercial. La ventaja de las gra en granjas familiares pequeñas y medianas. sultado con frecuencia de una serie de Las granjas grandes a menudo tienen ventajas en térmi- políticas inducidas por la influencia p nos del acceso a mercados de insumas y producción, a fi- rurales. Talesdistorsiones van desde sub nanciación, y a contratación de asistencia técnica. Esto a los productos y al crédito hasta el su puede compensar a veces las deseconomías de escala aso- infraestructura para satisfacer las nece ciadas con la administración y la supervisión de la mano grandes (ver Binswanger, Deininger y Sin embargo, el trabajo reciente sobre México por Finan, los resultados desilusionaron en gra Sadoulet y de J anvry (2002) (resumido en el recuadro 7.3) la década de 1980, de Janvry y Sa encuentra una relación más compleja entre el tamaño de ban el "juego perdido de la reform la tierra y el bienestar, con el potencial para hacer grandes na" a causa de la falta de redistrib ganancias reductoras de pobreza a partir de niveles de pro- influencia creciente de granjeros de piedad de tierra tan bajos como una o dos hectáreas. Estos ño sobre el Estado a medida que autores también hacen énfasis en la influencia poderosa de cubano disminuyeron. El predomin otras características del hogar, incluyendo la educación y nes autoritarios y luego de regíme indigeneidad, y del contexto económico, con los senderos prometidos con la liberalización eco que tienen una influencia fuerte en la productividad y el más a la falta de interés en la reform bienestar del hogar. Hay también alguna evidencia de las décadas de 1980 y 1990. Como un ventajas dinámicas de reducir la desigualdad de la propie- internacional, el Informe de Desar dad de la tierra. La influencia negativa de la desigualdad co Mundial en 1990 (World Bank de tierra en el crecimiento subsiguiente se ha documenta- ma de la tierra como buena en prin do en trabajos econométricos, como el ilustrado por la re- de la pobreza, pero raramente pos lación bivariada mostrada en la figura 7.6. Tales resultados tancias inusuales de acción colonia a través de países son sólo sugestivos, como ha sido recal- ¿Qué sucedió con las reformas cado a través de este informe . Los capítulos anteriores han siglo XX? Es claro que no concre discutido una gama de mecanismos potenciales por los de las desigualdades sociales y econ cuales las desigualdades en la tierra se pueden asociar con tina. Ni , en la mayoría de los caso menor crecimiento. Éstos incluyen el impacto en distorsiones vibrantes sectores minifundistas t de políticas y,quizá más profundamente, las conexiones con pulsar el dinámico sendero al desa la creación de instituciones débiles y desiguales que dismi- Sin embargo, la razón no fue que nuyen las perspectivas de crecimiento. En contraste, los tra- mal concebidas en principio. En c bajos que interpretan las fuentes del rápido crecimiento del fuerzos de reforma agraria a me Este asiático a menudo han subrayado como distribuciones -notablemente donde se hizo énf de tierra relativamente igualitarias, combinadas con el im- cooperativas de producción- y, m perativo político de proporcionar beneficios a los campesi- fueron "incompletos" (de Janvry y nos, han tenido como resultado escogencias de políticas que Este carácter incompleto existió favorecen el suministro ampliamente basado de servicios ración de competitividad en el secto económicos y sociales." Este patrón ha fomentado una base gamiento de poder a los campesino rural relativamente dinámica y el mejoramiento de la mano de influencia directa o implícita so de obra que contribuyó al despegue industrial. nes (esta última fue una característ asiático aún bajo el autoritarismo) comunista (especialmente en Chin La historia de las reformas agrarias "incompletas" naza comunista (en gran parte del en América Latina hicieron que los gobiernos respond A pesar de la resistencia y la influencia de las élites rurales, campesinado, la amenaza de revo es notable apreciar cuántas reformas agrarias redistributivas no en América Latina llevó a desg verdaderamente ocurrieron en América Latina durante rias y a una elevada represión, por l el siglo XX. La revolución mexicana abrió el camino, y de los movimientos de democrati fue seguida a lo largo de décadas por reformas a gran 1980. escala en Bolivia, Chile, Cuba, El Salvador, Nicaragua y La agencia política de las élires Perú (ver tabla 7.6). Éstas fueron motivadas a veces por factores detrás de las debilidades e movilizaciones campesinas, pero también -especialmente mento específico fue la respuesta e durante la era de la Guerra Fría y tras la revolución cuba- de redistribución de tierra, o de la concluye que el efecto de la tierra en el tamaño de ingre- 1.S00 sos es bajo para granjeros pequeños. Esto implica que sólo grandes aumentos de tierra sacarían de la pobreza a 1.000 los granj eros rurales desfavorecidos. El t~abajo en hoga- res rurales en México realizado por Finan, Sadoulet y de Janvry (2002), basado en una encuesta de 1997, presen- SOO ta nuevas revelaciones al respecto. Estos autores utilizan un enfoque metodológico (específicamente, técnicas de o regresión semiparamétricas) que permiten relaciones al- o 2 3 tamente no lineales con el tamaño de la tierra. Ellos ex- Tamaño de la tierra ( ploran también el impacto de factores complementarios y utilizan una medida amplia de bienestar que captura Nota: Las líneas superior e inferior son los in las múltiples dimensiones del bienestar, así como el in- deI9S%. greso por sí mismo. Fuente: Finan, Sadoulet y de Janvry (2002). Hay dos resultados principales de este enfoque. Pri- mero, aun el acceso a una parcela pequeña de tierra pue- de levantar el bienestar del hogar apreciablemente: para propietarios pequeños con máximo una hectárea de tie- rra (que representan el 30% de los granjeros en la mues- tra), una hectárea adicional aumenta el bienestar por un dos por el grupo B. Finalmente, la lí promedio de 1,3 veces las ganancias de un trabajador tra la relación entre el tamaño de la agrícola. (Esto se ilustra en la figura siguiente, que mues- tintos a tierra, retornos a la educaci tra el valor en pesos de aumentos marginales en la tie- tierra para el grupo B. La combinació rra). Este patrón es en parte debido al hecho de que la activos distintos a tierra y diferencias tierra puede facilitar el uso más efectivo de los recursos tos activos explica una proporción al laborales del hogar en el contexto de mercados imper- La segunda figura (b) emprende un fectos de trabajo y desempleo local. A medida que au- te entre hogares indígenas y no-indí menta el tamaño de la tierra, su valor marginal cae. dos muestran que los hogares no-indíg En segundo lugar, hay complementariedades impor- mayores activos distintos a tierra, p tantes entre la tierra y otras influencias. Finan, Sadoulet bién retornos más altos para esos activ y de Janvry (2002) exploran esto al comparar hogares sin explicar del 55% en el diferencial agricultores con diferentes características y descompo- hogares indígenas tuvieran el mismo ner las diferencias en tenencia de activos, así como dife- vos que el de los hogares no-indígena rencias en estos activos a través de los hogares. Esto se acceso a menos de 3 hectáreas para a muestra en las figuras (a-e) a continuación. La primera pobreza, com¡:>arado con las 1;5 hectá figura (a) explora el impacto de activos distil}~os a tierra d~s los retornos que ellos reciben ve para hogares con niveles bajos de educación (grupo A) y nalmente, la tercera figura (e) mues educación alta (grupo B). La última línea (W) muestra acceso a carreteras; el contexto de la la relación estimada entre el bienestar y el tamaño de la ne un impacto poderoso en retornos tierra para hogares con educación baja. La segunda línea un aumento de la tierra para mejorar (W A;)estima la relación para el grupo A, asumiendo resultados subrayan la importancia que sus miembros tuvieron los activos distintos a tierra estrategia integrada para el desarrollo y los mismos retornos de los miembros del grupo B. La la necesidad de entender las condicion tercera línea (W AZ) agrega los retornos más altos recibi- tadas por los grl;lpos indígenas. __L~~e_a_.:.::T"=rr--r--,I -0,2 9 10 -0,4 -0,6 Nivel necesitado Fuente : Finan, Sadoulet y Janvry (2002). los derechos de propiedad. Esto indujo en particular a ni- ducción rural distinta de las granjas veles bajos de tenencia y el desahucio de arrendatarios, se- nos de trabajo no calificado (ver Bi guido por cambios hacia formas de producción más Feder 1995, Conning y Robinson intensivas en capital -o en tierra, tales como la ganadería completo" de los procesos de refor (Binswanger, Deininger y Feder 1995, deJanvry y Sadoulet también en una variedad de escena 1989). A veces, la resistencia tomó la forma de la supre- como en Bolivia, ocurrió tras las re sión de movimientos rurales, de desahucios de arrendata- dera transferencia a gran escala de rios, o de la violencia a gran escala entre campesinos y ciendas a los campesinos. Sin emba gobiernos u otras fuerzas asociadas con élites rurales. Esto productividad a largo plazo ha sido ocurrió, por ejemplo, en Colombia, El Salvador y Guate- tras la pobreza rural ha sido profu mala durante el siglo XX. Aún en los países donde no ocu- México, hubo inicialmente apoyo fu rrieron grandes hechos de violencia, el efecto en la sociedad recién creado sector ejidal-un siste entera de esta "la expulsión prematura" del trabajo de la les basado en tierras privadas expro tierra productiva se vio en fuertes y crecientes desigualda- esfuerzos relacionados con la irrigac des al colocar mayor presión sobre tierras marginales, pro- tencia técnica. El pobre desempeñ Fuente: Cálculo de autores basado en datos de desigualdad de tierra de Deininger y Squire (1996). TABLA 7.6 Reformas agrarias escogidas en América latina durante el siglo XX Área Hogares Período Total Participación Número (milesde hectáreas) en tierraarable(%) (miles) México 1915-76 13.375 13,5 3.044 Bolivia 1953-70 9.792 32,3 237 Perú 1969-79 8.599 28,1 375 El Salvador 1932-89 401 27,9 95 Nicaragua 1978-87 3.186 47,1 172 Chile" 1973 9.517 60,1 58 a. El número para Chile se refiere a la reversión parcial de las reformas agrarias redistributivas de la década previa, para las cuales Fuente: World Sank (2003b, p. 182). hecho reflejar en parte las debilidades en el apoyo de más (discutidos más adelante). El sector d largo plazo, pero un elemento importante fue un proble- bién incorporado en patrones vertic ma fundamental en el diseño de la administración de la relaciones políticas, apoyados por pro tierra. con alimentos y el suministro de emp Las restricciones sobre la tenencia y la subdivisión y la ron a sostener apoyo rural, en partic venta de la tierra socavaron los estímulos para la produc- Revolucionario Institucional (PRI) (F ción y el cambio estructural (World Bank 2üü1 c). Las re- dencia de la evolución desigual de pode formas de 1992 fueron una respuesta a estos problemas que proporcionó contrapartes locales blemente dentro del agente político a la cabeza de la revo- con poca experiencia empresarial- lución, el Movimiento Nacional Revolucionario (MNR). con resultados desastrosos. Con este cambio, el campesinado entró en una fase nueva Aun avances educativos import y asumió una forma nueva de abandono (aunque sin ser mixtos. Las primeras grandes coho controlados por haciendas), excepto por su continuamente nas con educación surgieron con importante papel de proporcionar votos al llevarse a cabo trabajos modernos, pero en realida las elecciones. La reestructuración de relaciones verticales dades económicas miserables. La desiguales se superpuso con la continuación de diferencias salida, pero los maestros de escuela basadas en la identidad, a pesar del, o quizás a causa del, ser una fuente de resentimiento rad predominio mucho mayor de grupos indígenas en Bolivia porcionó el suelo fértil para la ap que en México. 12 Mientras tanto, en el Oriente boliviano, milenarista movimiento de Sendero donde las condiciones de tierras y agroecológicas eran me- cercano en enfoque al Khmer Rojo jores, ocurrió una concentración de la tierra a espaldas de movimientos guerrilleros tradiciona la legislatura, a menudo de manera corrupta. Sólo durante Las víctimas principales de Sendero la década de 1990 reaparecieron elementos de un proyec- en respuesta al movimiento fueron to nacional más ampliamente incluyente bajo una Consti- pobres. " El orden político y económ tución "pluricultural", Es cierto que este esfuerzo se apoyó tauró bajo el régimen semiautoritar en parte en los cambios sociales de la década de 1950, 0990-2000), quien revirtió parte d notablemente en la obtención de estarus jurídico y en la iniciales (especialmente las que afec influencia potencial de "grupos de base" que eran típica- más fértiles) y emprendió la expans mente una combinación sincrética de estructuras indíge- cios sociales y de infraestructura a nas y sindicatos rurales. Sin embargo, el progreso en la especie de proyecto clientelista a ni reforma agraria siguió siendo lento, y reapareció como bargo, se hizo poco para fortalecer un asunto central en una nueva ola de protestas en 2001- producción agrícola basada en el c 2003. Otros esfuerzos de reforma agra Tanto Perú como Chile introdujeron reformas agrarias en gran parte atascados en problem colectivas. El caso de Perú es a la vez instructivo y trágico, fracaso para lograr la competitivid especialmente con respecto a la dinámica del cambio en la estrucruras cooperativas (Cuba y Ni Sierra más pobre (la región andina fuertemente indígena). nistas) o en sitios del conflicto (El S Las reformas formaban parte de una ideología de otorgar a un énfasis elevado en los mercado poder a los campesinos. Cuando el Presidente, general de la década de 1980, los asunt Velasco Alvarado, dijo en 1969, después de tomarse el po- redistributiva tomaron un lugar m der, "Campesinos, los terratenientes no comerán más de agenda. (En la lista del Consenso su pobreza! " (Seligmann 1995, p. 1). Sin embargo, duran- portante asunto de derechos de p te su implementación, la reforma agraria peruana presen- típicamente como un mensaje para tó las características de los proyectos de "alto modernismo" los titulares existentes, implicando (Scott 1998) que favorecieron la producción cooperativa a de derechos de propiedad debía ser mayor escala de haciendas expropiadas en vez del apoyo a Los esfuerzos principales del sig la agricultura rninifundista. agraria directa fueron desilusionan Las reformas también fracasaron en suministrar servi- sados 15-20 años de la liberalizaci cios complementarios y favorecieron una agenda culrural resultados al proporcionar un régi integracionista antes que el empoderamiento de las aspi- el desarrollo agrícola intensivo en raciones indígenas. A pesar de (o en parte a causa de) las desarrollos positivos en términos de tentativas para desplazar hacia los campesinos el altamen- siones ineficientes en los mercados te desigual equilibrio de poder en casos relacionados con y crédito que se habían creado ba tierras llevados ante los tribunales, las disputas sobre tie- élites terratenientes. orientada a la exportación ayudaría a resolver el problema las cosechas tradicionales. En este c del empleo y la pobreza rural y, por lo menos implícita- propiedad de la tierra implican tra mente, hacer innecesario el desafío políticamente difícil de nos a pequeños productores. Este la 'reforma agraria. Chile pareció ser un modelo para este cuatro factores: los altos niveles de proceso. Bajo el gobierno de Augusto Pinochet 0973- requeridos en el proceso de la pr 1990), cerca de la tercera parte de las tierras expropiadas minifundistas tienen una ventaja); fueron restituidas a sus dueños terratenientes de gran es- mente muy fragmentada de la pro cala, y la mayor parte del resto se asignó como parcelas esta parte de Guatemala; víncul privadas promediando alrededor de 20 hectáreas de ex- procesadores que facilitaron tambi tensión . Cuando el crecimiento despegó (luego de la crisis jo; y la habilidad de los granjeros p económica de comienzos de la década de 1980), la expan- de auroaseguramiento mezclando sión agrícola orientada a la exportación fue un componen- cosechas para comida. te central. Durante la década de 1980, hubo una enorme En Paraguay, el patrón de adopt expansión en agroexportaciones no tradicionales . trigo así como los cambios estructu Chile no estaba solo. Otros casos -implicando la mayor excluyentes. Esto fue a causa de una parte la asociación exitosa de granjeros pequeños y com- de factores técnicos (algunos culti pañías de procesamiento y exportación- incluyen el desa- interacrividad de trabajo), las institu rrollo de exportaciones no tradicionales, por ejemplo, minifundistas carecieron de los med plantas decorativas, corazones de palma, y frutas tropica- ceso al capital de trabajo), y proces les, en la costa atlántica de Costa Rica; la producción de ción de la tierra (la región de front vegetales en Guatemala; las exportaciones exitosas a los relativamente grandes de tierra y u Estados Unidos de fruta y verduras por granjeros de irri- que facilitó el cambio agrario desigu gación en México septentrional; la producción de fruta y No hay garantía de que los pequ verduras tropicales para mercados internacionales en el trabajadores rurales serán beneficia Nordeste del Brasil; la producción de trigo en Paraguay; y bonanzas agroexportadoras. La ex la expansión reciente de exportaciones de aceite de palma tos agrícolas puede favorecer a gran en Colombia. Sin embargo, mientras sus proponentes vie- pobres, pero el grado en que esto ron tales desarrollos como una fuente de crecimiento y tra- pende de factores técnicos y del conte bajo, los críticos señalaron el efecto adverso que éstos que los minifundistas a menudo h tuvieron sobre los pobres rurales, principalmente en la for- por la interactividad laboral en algu ma de acceso reducido a la tierra, trabajo incierto, y pre- agroexporración y de propiedades cios crecientes de alimentos. fragmentadas, la mayoría de las ten Una comparación entre la agricultura orientada a la trabaja contra ellos. Esta tendenci exportación en Chile, Guatemala, y Paraguay por Cárter, intensivo en mano de obra y en hab Barham y Mesbah (1996) proporcionan elementos de re- de los procesos de producción, asu flexión para la pregunta de quién se benefició de tales bo- precio-calidad, el car ácter pereced nanzas agroexportadoras. El estudio encontró que los vos, los períodos prolongados de resultados fueron contingentes de las condiciones inicia- inversiones, y la falta de mercados les, los tipos de cosechas, los patrones de apoyo, y de los seguros. De modo semejante, como procesos inducidos del cambio estructural. En Chile, por Petrolina-juazeiro en el Nordeste d ejemplo, la bonanza agroexportadora fue dominada por 8), la producción exportable en g medianos y grandes agricultores, en parte debido a los re- ser consistente con trabajo decente quisitos de información, empaquetamiento y mercadeo de colas, pero esto nuevamente depend la producción de fruta.'? Con la nueva presión sobre los cional. En este caso, el asunto crític productos tradicionales cultivados en elsector minifundista, las interacciones entre el movimien hubo una cantidad sustancial de ventas a los grandes agri- jas modernas. clusión social y dem and as continuadas de movimientos el apoyo de infraestructura, técnico e establecidos (tal como el Movimento Sem Yerra en Brasil y la medida de las condiciones locales e los grupos indígenas en muchos países). Tal vez más im- rar la competitividad. portant e aun, la experiencia más reciente sugiere que esas reformas agrarias se pueden diseñar para ser efectivas y Fortalecer mercados de arrendatarios. C reflejar las lecciones aprendidas de los errores del pasado. mercado de arrendatarios en Améric Un enfoque que implica múltiples senderos y activida- mente subdesarroll ado respecto a otr des se resume más adelante. No hay una sola ruta de "alto especialmente cuando se compara co modernismo", o de otra índole al desarrollo rural y el cam- llados. Las razones primarias para e bio agrario. Se entiende cada vez más que hay múltiples débiles de la propiedad y una falta de senderos de salida fuera de la pobreza rural, incluyendo la lución de conflictos, a veces combinad migración, la producción intensificada minifundista, y el para alquilar (por ejemplo, pre-1 992 trabajo calificado y (cada vez más) semicalificado en gran- no de los ejidos). Sin embargo, el a jas, en actividades rurales distintas a las granjas y en pue- mecanismo importante para la redi blos pequeños. Las transferencias para la redistribución y de la tierra, con ganancias de eficien la administración del riesgo pueden jugar también un pa- quilar es también a menudo parte de pel complementario y de transición (ver el capítulo 9). adquisición de la tierra para los produ Esta complejidad implica la necesidad de evitar las solu- un argumento fuerte a favor de enf ciones estandarizadas. Un ejemplo involucra el tamaño de centivadores existentes para alquila las parcelas. Las parcelas "inviables" para la producción agrí- ejemplo de México post-1992). Hay cola pueden de hecho jugar un papel importante en la gene- dad de experimentos que procura ap ración y diversificación de ingresos, aun cuando el 20% rios y merece un rastreo y evalu a inferior de los hogares rurales obtiene típicamente sólo 30- ejemplos incluyen al Consorcio de Tr 50% de sus ingresos de la agricultura." Como es discutido y la Bolsa de Aparcería y Arrendam en el recuadro 7.3, aumentar la tierra al rango de I-2 hec- así como arrendamientos de grupo e táreas en México puede tener un impacto significativo sobre la pobreza. Más ampliamente, lograr la competitividad es Titulación de tierras. La insegurida un factor de estrategias espaciales generales, de la participa- propiedad puede reducir el crecimien ción local, y de las uniones entre sectores agrícola y no-agrí- causa de estímulos reducidos para ef cola, como lo enfatiza la "nueva ruralidad" (FAO y World y la habilidad limitada para utilizar Bank 2003). Además, como se mencionó antes, el apoyo tía para el crédito. Según encuestas r para la producción minifundista implica también enfrentar y mediados de la década de 1990, c distorsiones restantes que favorecen la producción a gran agricultores en Chile, Colombia, H escala y desarrollar infraestructura y servicios institucionales carecían de título legal para su tie para apoyar la producción minifundista. Finalmente, el cam- 2000a). Trabajos empíricos en Hond bio agrario a menudo se conecta íntimamente con las des- identificado impactos significativos d igualdades basadas en la identidad y las necesidades ejemplo un aumento en ingreso por subsiguientes y políticas sobre la incorporación social que Honduras. Sin embargo, la mayor p fueron temas principales en los capítulos 3 y 7. fue capturada por granjas medianas Tant o los granjeros como los países a través de América sobre Asia sugieren que la titulación Latin a - así como el grado en que la reform a agraria está es insuficiente. Para cosechar benefi en el orden del día político y económico a través de la re- titulación debe ser complementada gión- varían mucho. Es importante distinguir entre países justo y efectivo, avalúos catastrales (y entre áreas al inte rior de países) con respecto a donde se de mecanismos de cumplimiento de disputan o no los derechos existentes a la tierra . Tales de- más de las acciones que aumentan rechos son disputados en partes de Bolivia, Brasil, y de términos de infraestructura y otros s en camino, notablemente el proyecto de Cedula da Yerra Quintil de ingreso 2 17 6 1 Quintil de ingreso 3 18 9 1 en Brasil, pero no hay disponibles todavía evaluaciones ri- Quintil de ingreso 4 25 18 1 gurosas sobre ellos. Hay también desventajas en este enfo- Quintil de ingreso 5 25 62 4 que, especialmente los asociadoscon el costo fiscal. Además de subsidios fiscales abiertos, aplica una obligación fiscal Nota: El coeficiente Gini de riqueza de viviend contingente si los agricultores incumplen los pagos de los son no propietarios con riqueza de vivienda de préstamos utilizados para la compra de la tierra. Estos cos- tanto estrictamente comparable con la partici que es tenido por los varios quintiles de ingre tos fiscales pueden limitar el potencial para aumentar la de Reis y otros (2000) y los otros datos son de escala de la reforma agraria basada en la comunidad-o en el mercado. No obstante, este enfoque puede ser un ins- trumento valioso para algunos grupos de agricultores, es- pecialmente bajo condiciones en las que hay la aceptación mutua de la legitimidad de la propiedad de la tierra por indígenas en Ecuador y Bolivia ha parte del vendedor y el comprador. derechos colectivos que implican la mos antiguos. Cuando los mecanis La recuperación negociada de tierras. Hay oportunidades bajan bien, tales enfoques pueden se sustanciales pero subutilizadas para la recuperación de eficientes, pero hay también un tierras para el uso por pobres a un costo relativamente inapropiada a procesos dinámicos d bajo. Esto incluye la distribución potencial de tierras pú- nómico. Con el cambio rápido, los p blicas. En Bolivia, el gobierno ha identificado 900.000 ridad, del conflicto, y del uso exc hectáreas de tierra apropiadas para colonización; en la Re- común llegan a ser más importantes pública Dominicana hay retrasos acumulados de tierra ya socioculturales indígenas pueden p expropiada. Este enfoque puede implicar también la recu- tradicionales de desigualdad. El dis peración de asentamientos ilegales, dadas las dimensiones ser formado de una manera que sim potenciales del bienestar de este proceso. Hay también el cambio e integre procesos democ oportunidades para tratos negociados en áreas donde el parentes para que las decisiones pue título sobre la tierra es ambiguo, es decir, donde la libera- que la política local de tierras evolu ción parcial de la tierra con título incierto se realiza a cam- la transición de tenencia colectiva d bio de la titulación de la parte más pequeña. El alcalde de individuales de tenencia de tierras e Brasilia tiene un esquema progresivo de esta clase, y un México. Las reformas agrarias de 1 esquema comparable está en camino en la República Do- cambios a la Constitución de 1917, minicana. Muchas reformas latinoamericanas de la tierra un arreglo político entre aquellos re tienen titulación incompleta y presentan nuevas oportuni- el sector de los ejidos y los propon dades. Liberar tierra a cambio de mayor seguridad del te- miento completo a derechos de p rreno restante puede ser un negocio atractivo para los híbrida resultante puede haber sido terratenientes. El autogobierno de los ejidos se re miento efectivo de su posición legal La reforma agraria y los procesos indígenas y comunales. Un tónomo sobre asuntos internos, y en aspecto de la reforma agraria que es de aplicabilidad parti- a sus miembros decidir acerca de la cular a grupos indígenas involucra los derechos colectivos la tierra dentro de su entidad (inc sobre la tierra. Las culturas indígenas a menudo tienen individual completa de la propied maneras efectivas de administrar la propiedad que equili- tierra se sostuvo completamente y bran la necesidad de proporcionar seguridad y estímulos ron pero fueron restringidas a otro para la inversión con mecanismos para regular el uso exce- menos cuando una decisión de la co sivo de recursos comunes. (~r el capítulo 1 en World Bank cambiar al dominio pleno, o sea, a 2003b para una revisión de tales métodos). Los grupos mente individualizados. Además, un programa extenso de resolución de conflictos de tierra y y libera a los hogares con restricción hay alguna evidencia de mayor transparencia y profun- que generar una suma fija para el alq dización en la gobernabilidad al interior de los ejidos, que Esto puede ser importante en tiempo han sido sujetos a influencia externa de los partidos y a plo, en Uruguay el 10% de las perso desigualdades internas sustanciales en el poder. La agenda casa en la que viven tuvo que muda sigue sin terminar, no obstante, especialmente en áreas económica para recortar los gastos d donde las disputas de tierras y otros conflictos son severos; cios de vivienda también pueden ser esto es especialmente el caso en los Estados meridionales, lidad aceptando inquilinos o a miem que son más pobres y tienen una concentración más alta hogar.19 Sin embargo, ser un propieta de personas indígenas que en otras áreas. Sin embargo, el bién algunas desventajas, por ejemp proceso de los ejidos representa todavía una reforma com- localizaciones desventajosas para el pleja que puede facilitar un proceso de modernización sin debido al crimen o desastres naturale la eliminación repentina de mecanismos existentes que líquidos son los mercados de viviend proporcionan seguridad (World Bank 2001c). bres. La mayoría de los gobiernos en e políticas activas a favor de la propi Tierra urbana y vivienda través de América Latina, éstos han Con respecto a áreas urbanas, el enfoque se coloca aquí en dos formas : subsidios a las hipoteca el asunto de la vivienda, que tiene conexiones importantes clases medias y altas, y el suministro con asuntos de tenencia de la tierra. Para la mayoría de las ingresos" de un tamaño y valor que e personas en áreas urbanas, la vivienda es el ítem de propie- allá de los medios de la población d dad más valioso que alguna vez poseer án;" Para los po- México, cerca del 1% del PIB es gas bres y buena parte de la clase media, la propiedad de vivienda que benefician en gran parte vivienda y la acumulación de bienes de consumo durade- altas, sustancialmente más de lo que ros son estrategias típicas de acumulación de activos. Los dades, el mayor programa social foca gastos en vivienda dan cuenta de un promedio del 25 % países desarrollados, por otro lado, h del consumo del hogar. Lo que suceda a la distribución de con sus políticas de propiedad de v vivienda probablemente tendrá un impacto fuerte en la ejemplos son los Estados Unidos y el desigualdad de activos en un país dado. La propiedad de una tendencia secular de desigualdad vivienda en sí misma no presenta una correlación fuerte queza ha sido asociada con la extensi con los ingresos (ver tabla A.8). La propiedad de vivienda a res tales como vivienda y bienes de menudo, pero no siempre, aumenta junto con los ingresos del individuo. En la Argentina y Ecuador, por ejemplo, es (Davies y Shorrocks 2000). más alta en el quintil más pobre que en el segundo y tercer La mayoría de las familias de bajos quinriles. Además, la propiedad de vivienda aún entre los Latina adquiere vivienda por merca muy pobres es bastante alta (por encima del 60 % para la principal característica es la adquisic mayoría de los países), a excepción de Ecuador y Colom- de la vivienda. Se estima que la vivien bia. Una proporción grande de propietarios pobres tiene ta de cerca de un cuarto de todos ocupación informal; en México, por ejemplo, una encues- América Latina (Ángel 2000), varian ta de los barrios pobres del país muestra que sólo cerca de 10% en Buenos Aires a un máximo la mitad de los propietarios tenía un título formal sobre su (Eclac 2000). Las familias de bajos in terreno. Aún en Argentina, donde el mercado de vivienda tradas en la vivienda informal por va es bastante maduro, un 18% de todos los propietarios ca- la regulación incómoda y los estánd rece de un conjunto completo de títulos. A pesar del acce- llevar a casas sustancialmente más so relativamente igualitario a la propiedad de vivienda, en Aires, por ejemplo, la casa o apartam los países pata los cuáles hay datos disponibles, la distribu- sector formal cuesta 2,7 veces el in es deficiente en realizar el papel de acción colectiva de ase- visión de vivienda. Esto requiere reform gurar arreglos que hayan definido adecuadamente los de- para: rechos de servidumbre, las propiedades apropiadamente tituladas, y el acceso a servicios urbanos tales como agua y · Hacer más fáciles la regularización saneamiento. La falta de una planeación apropiada de es- la tierra y lastransacciones de tierra. P tos aspectos significa mayores desembolsos de capital en el plo excelente de reformas exitosas de futuro, por ejemplo para reubicar familias lejos de áreas de más de cinco años, el proyecto de alto riesgo (tales como las tierras inundables), volver a tra- 1,6 millones de lotes y registró más zar derechos de servidumbre para que los vehículos de títulos al agilizar procesos administ emergencia y transporte colectivo puedan conseguir acce- adoptar un enfoque de gran escalapa so a las comunidades, y desenmarañar los reclamos legales des sectores de vivienda ilegal. sobre las propiedades que pueden tomar años o décadas · Hacer más flexibles las regulacione para resolverse. subdivisión de terrenos y permitir n Una política pública efectiva y equitativa se debe basar reducidos. La experiencia en Brasil y en una buena comprensión del sector informal, y debe pro- mostrado que con estándares flexibl curar trabajar en los lados de la demanda y la oferta de los de construir en cerca de la mitad mercados de vivienda y tierra. En gran parte, las políticas vivienda formal. han evolucionado. En las décadas de 1960 y 1970, el sec- · Permitir y alentar la provisión progre tor público buscó proporcionar directamente las viviendas tura, mediante la cual la la inversión de bajos ingresos, típicamente a través del despeje de tra en la infraestructura troncal pri tugurios y la reubicación de poblaciones en asentamientos residentes (en asociación con los urb nuevos, que a menudo estaban en ubicaciones más lejanas ceso de instalar las conexiones a sus y más baratas y que convirtieron en costosos e incómodos · Desarrollar innovaciones en material el transporte y otros aspectos de la vida diaria. Como re- tos de instalación de sistema y de m sultado, los pobres a menudo venderían sus casas nuevas y se mudarían a los asentamientos informales más cercanos En el lado de la demanda, el objet a la ciudad. Gradualmente, los proyectos comenzaron a aliviar las limitaciones financieras de enfocarse más en mejorar los tugurios, pero los altos cos- puede hacer a través de esquemas peq tos y la ausencia de políticas de recuperación de costos tu- juntando los ahorros del grupo en fidu vieron como resultado que las agencias del gobierno se unir esas fiducias a programas naciona quedaban sin recursos. La década de 1980 vio un mayor de vivienda; proporcionando acceso por énfasis en reformar el financiamiento de vivienda y el des- vo a préstamos y ayuda técnica; alentan empeño financiero de agencias gubernamentales relacio- empleo basada en la comunidad; y m nadas. Hoy, las políticas públicas apuntan a un enfoque subsidios dirigidos en forma de donacio más integrado y son adoptadas para sostener la demanda pital para personas que no pueden paga a través de derechos de propiedad, la financiación de hi- Desarrollar estrategias de financiación potecas, y la racionalización de subsidios a la demanda. manda para vivienda de bajos ingreso Este enfoque ayuda a su vez a promover el desarrollo estimularel interés de los empresarios d institucional y organizar la oferta al proporcionar la infra- el desarrollo y la construcción. Varios estructura para el desarrollo residencial de la tierra, regu- mentado exitosamente con tales inter lar el desarrollo de la tierra y la urbanización, y coordinar de la demanda. Quizás el ejemplo más la industria edificadora. vención directa es el Programa de Su Los altos costos de oferta son a menudo debidos, por lo Vivienda Básica en Chile, que matricu menos en parte, a fallas regulatorias o de mercado. Mu- menores ingresos en un programa de chas administraciones nacionales o municipales imponen tualmente les permite adquirir una casa estándares mínimos de utilización de tierra y de vivienda ción de ahorros, una subvención direc dad de Guatemala. En esta comunidad, una inversión énfasis actual en la inclusión social pública media de US$1.200 por hogar ha estimulado au- administración municipal más re mentos sustanciales en la inversión privada y ha resultado tiempo de hacer un esfuerzo para en mejoras significativas en la calidad de vida (por ejem- mayor de estos instrumentos en plo, las tasas de la mortalidad infantil cayeron de 80 a 20 Una estrategia tributaria nueva p por 1.000 nacimientos vivos en cuatro años) y un aumen- camente a la reforma y el desarrol to en el valor de la tierra por un factor de 11. En El del cambio agrario o el desarrollo Mezquital, la participación de la comunidad se extiende más allá de la simple contribución de trabajo hacia la parti- 7.3 Servicios de infraestructu cipación en la planificación, implementación, y la evalua- ción de todas las actividades. La capacidad administrativa distributivo de la privatizació es promovida trabajando a través de la comunidad. Tanto Esta sección se refiere a la relació la financiación del proyecto como su contratación se lle- infraestructura y las desigualdade van a cabo directamente por una asociación comunitaria. estructura pueden tener efectos Las organizaciones basadas en la comunidad aseguran que distribución de bienestar. Sin em los costos de inversión se recuperan y que las familias pa- infraestructura está compenetrada gan por el consumo de servicios urbanos. política de las sociedades latinoame FIGURA 7.7 Impuestos sobre la propiedad como unporcentaje delPIBen América Latina y otros países Impuestos a la propiedad como participación del PIS (porcentaje) 3,5 3,0 2,5 · 2,0 , 1,5 · ·· · Bolivia _Uruguay 1,0 · · ..lIalia " Fra · 0,5 ·· · · · · Argentir: ."E · España 5,5 6,5 7,5 9,5 1 Lag PIS per cápita (dólares EE. UU. 1995, promedio 1990-2000) Fuente: Estimativos de los autores. necesidad fuerte para mayor gasto y para la profundización electricidad, y transporte terrestre (carre de las reformas al interior del sector público. y examinan la relación entre expansiones de infraestructura y cambiossubsiguiente Por qué importa la infraestructura y la desigualdad. (Técnicamente, esto La infraestructura puede tener efectos directos e indirectos zando los métodos de datos de panel, ta en el bienestar. El acceso y el uso de la electricidad, carrete- do Generalizado de Momentos para amin ras, telefonía, agua potable y saneamie nto mejorado tie- de endoge neidad, así como para contro ne un valor intrínseco: en muchas sociedades, el acceso a influencias). por lo menos algunas de estas categorías de infraestructu- Estos estudios encuentran que más y ra básica se consideran un derecho que debe ser extendido tura de calidad aumenta el crecimient a todos los ciudadanos. Hay tam bién efectos indirectos im- igualdad de ingresos. Con respecto a efec portantes sobre los ingresos, vía la influencia de las carre- es la cantidad, y no la calidad, la que es teras en el acceso a mercados y trabajos, y de la electricidad análisis econométrico. Después de contro y la telefonía en la productividad de empresas pequeñas y de otras influencias en el crecimiento, grandes. Finalmente, están las influencias indirectas en la (2003) encuentran que cerca de un cua salud, educación y seguridad, por ejemplo mediante el ac- en el crecimiento latinoamericano en 1 ceso a escuelas y hospitales. Como se discutió en el capítu- a 198 1-85 puede ser explicado por dife lo 2 y se ilustra en la tab la 7.8, el acceso a la infraestructura infraestructura. Con respecto a la desigu es todavía desigual, especialmente en los países más po- la cantidad y calidad de la infraestruct bres tales como Bolivia y Honduras . Además, aún donde fluencia negativa significativa: más infr el accesoes razonablemente igualitario hay diferenciasgran- jor calidad se asocia con menor desigu des en el consumo que tienen correlación con los ingresos. controlar por otras influencias (tal como A menudo las diferencias en el acceso son aumentadas por educación, activos financieros y salud). diferencias en la calidad, con menor calidad en áreas periur- (2004) estiman que un aumento en la in banas y rurales. La expansión de la infraestructura tiene el valente a moverse un cuartil hacia arriba potencial para igualar los ingresos y otras dimensiones de global de stocks de infraestructura se aso bienestar si integra cada vez más los grupos más pobres en ción en el coeficiente Gini de 2,2 punto sistemas regionales y nacionales de producción, comercio, cinco años y 12 puntos en los subsigui y de provisión de servicios. La evidencia acerca de la in- efecto tan a largo plazo es equivalente a TABLA 7.8 Acceso a servicios escogidos para los quintiles superior e inferior, países escogidos (porcentaje) País Agua Alcantarillado Electricidad (ranqueado Ouintil Ouintil Ouintil Ouintil Ouintil Ouintil por ingreso) superior inferior superior inferior superior inferior s Uruguay (1989) 98 80 82 28 100 89 Brasil (1992) nla nla 87 17 99 60 México (1992) 96 63 91 28 99 75 Colombia (1996) 96 60 92 35 98 81 Bolivia (1996) 86 26 49 4 93 21 Honduras (1990) 89 49 55 4 80 15 Fuente: Encuestas nacionales de hogar analizadas para este informe. tratar con la endogeneidad de infraestructura" ofrece apoyo Notas: Se refiere sólo a empresas que o adicional a la idea de que conseguir acceso a la electricidad, pótesis nula de la igualdad de ganancias el agua y la telefonía tiene grandes y significativas influen- cubiertas es rechazada en todos los casos cias sobre los ingresos : la expansión de estos servicios a las nificancia. Fuente : Cálculos del Banco Mundial usando poblaciones pobres, de cobertura insuficiente, puede lle- tituto Nacional de Estadística, Guatemala), var a igual ar los aum entos de ingresos. De modo semejan- te, en El Salvador, los datos de panel de ingresos en áreas rurales encuentran una asociación ent re infraestructura ampliada e influencias próximas en ingresos (tales como problemas de infraestructura en tiempo al mercado), con ganancias desproporcionadas acu- vas intelectuales diferentes acerca muladas a grupos más pobres (World Bank, en proceso de sas públicas o privadas, y disting publicación). En un análisis del efecto de la rehabilitación (La Porta y López-de-Silanes 199 de caminos rurales en Perú, Escobal y Ponce (2002) en- cuent ran un impacto significativo de la calidad de los ca- · El punto de vista del "bienes minos en los ingresos, especialmente en términos de empleo empresas públicas pueden segu asalariado. (Este estudio busca controlar para causalidad gobiernos que reflejan los inte inversa, es decir de ingresos a caminos rurales , emparejan- sociedad (incluyendo aquellos do hogares en áreas cercanas a caminos rehabil itados con dad), en comparación con los aquellas en otras áreas que no se beneficiaron de la inte r- de lucro en las firmas privadas vención). · El punto de vista de la "agenci Esta revisión selectiva de evidencia macroeconómica y los económicos son cruciales a la microeconómica apoya la premisa de que la infraestructu- de los directivos) y el suminis ra importa con respecto al nivel y distribución del bienes- fíos especiales para proporcion tar. Otro trabajo proporciona evidencia en dimensiones de "alto poder". adicionales, notablemente educación y salud (ver Hada y · El punto de vista de la "econo otros 200 3). Este hallazgo complementa el papel de otros los dueños y los directivos de activos (tal como educación y tierra), como se ilustra, por vadas están compenetrados e ejemplo, en la discusión acerca de la agricultura en México reflejan los grupos y las alianza en el recuadro 7.3. El resto de esta sección discute proble- ellos forman part e. mas en la provisión de la infraestructura. La primera perspectiva, del b base ideológica explícita para la n Problemas latinoamericanos en el suministro des de servicio público y, en mu de infraestructura: financiación e instituciones partes del sector industrial transa La crisis de la deuda de la década 1980 tuvo como resulta- ha estado ligado de cerca a ideolo do la culminación de viejos problemas en la provisión de la en México), o proyectos "populist infraestructura en América Latin a. Aunque las condicio- gamente socialistas o nacionalist nes variaran a través de la región, los síntomas primarios Peronismo en la Argentina). Sin de infraestructu ra insuficiente fueron los niveles bajos y la todas sus variadas formas es esen provisiones desiguales de servicios de infraestructura, cali- dad pública podría proteger mejo dad abismal, y falta de financiamiento. Este malestar se sostener la expansión del empleo puede ver como el producto de condiciones institucionales nes y los servicios para todos. más profundas, como se discut ió en el capítulo 5. A través Para las décadas de 1970 y de la región, la infraestructura era tradicionalmente pro- de 1980, los sectores de empre porcionada por depart amentos gubernamentales o empre- América Latina estaban cada ve sas públicas de servicios. Es por tanto útil colocar los racterizados por baja productivid política. menes políticos diversos. Éstos inclu La provisión pública de la infraestructura estaba típica- Murillo(2002, p. 462), "no sólo regím mente compenetrada en patrones clientelisras más amplios como el de Pinochet en Chile, el de de las relaciones que por mucho tiempo definieron las gua, y el de Calderón Sol en El Salv interacciones Estado-sociedad. En la mayor parte de la re- viejos partidos populistas como el gión a mediados del siglo XX, la nacionalización formó la Peronista en Argentina, y el PRI en parte del proceso más amplio de incorporación de varios bezaron el esfuerzo hacia la privatiz grupos internos al Estado (ver el capítulo 5). La nacionali- habían sido previamente los campeo zación implicó generalmente la expropiación de actores ción". El poder ejecutivo y los diseño extranjeros, mientras los beneficiarios incluyeron los em- ron indudablemente papeles importa presarios domésticos (como proveedores y consumidores de reforma. Sin embargo, un recuen de bienes y servicios a precios bajos), trabajadores forma- diseño de las políticas revela las pref les, y consumidores urbanos (Murillo 2002) . Esto tuvo bio como productos de electorados p como resultado una dinámica específica de conducta de lización de creencias a la luz de nueva parte de estas empresaspara propósitos clientelisras (Fosrer 2002) . Además, es un error ver el mun 2002, World Bank 2003a). como uno de beneficiosdifundidos, l Los políticos mantuvieron el control sobre el sector pú- rentas y de la influencia desigual que blico al nombrar y despedir a los directivos y suministrar ticas del modelo proteccionista, clie subsidios para apoyar empresas insostenibles. A cambio reforma. de este patrocinio, las empresas de servicios públicos fue- Bajo la privatización, se otorgaron ron obligadas a hacer favores políticos en la forma de su- nancias a grupos particulares -especi ministrar trabajos, mantener bajas las tarifas, y asignar la merados e individuos ricos nacional inversión nueva y los contratos de obras públicas median- utilizadas por los políticos para soste te criterios políticos. Este patrón socavó los incentivospara o crear nuevos. Las creencias, las cris el desempeño eficiente y, en cambio, tuvo como resultado nes externas, y una cultura común en costos altos, exceso de empleo, y una falta de recursos in- en la región facilitaron la convergen ternamente generados para financiar las muy necesitadas manera en la que las creencias se act expansiones en el cubrimiento del servicio. Con las crisis por las puntos de vista y experiencia fiscales de la década de 1980, el dinero del presupuesto las élites políticas, llevando a tendenc nacional también se agotó. Los clientes tuvieron poco o en el diseño de la privatización. Chile ningún poder de hacer a los proveedores directamente res- un enfoque que fue amistoso al cap ponsables por los servicios y las elecciones nacionales eran confiado del control del Estado, y un mecanismo demasiado amplio para expresar el descon- regularoria de gran cubrimiento. Mé tento con empresas de servicios públicos específicas. cionalista y estatista en su tradición, La mayoría de los países respondió a esta crisis en la nes a la participación extranjera (eI93 provisión del servicio con reformas institucionales signifi- fue a empresarios domésticos, según S cativas. La privatización dominó el discurso de finales de más estructuras regulatorias. La Arg la década de 1980 y la década de 1990, aunque formó sólo nos nacionalista y tenía una tradició un elemento de las reformas seguidas. Éstas también inclu- tismo, estuvo abierta al capital extra yeron la descentralización de suministro de agua (principal- regulación fuerte e independiente ( mente a nivel municipal) y las tentativas a corporativizar través de las agencias). Estas decision las empresas nacionales de servicios públicos que se que- afectado la evolución subsiguiente de daron en el sector oficial. Sin embargo, la privatización es ¿Cuáles fueron las pautas generale de interés particular a la luz de su centralidad en los deba- ro, hubo una expansión sustancial de tes sobre la relación entre reformas y desigualdad. Para sus especialmente en telecomunicacione proponentes, la privatización pareció ofrecer una solución menor grado en agua, en carreteras y cional en la provisión de infraestructura relativa a puntos pular. Esto se hizo evidente en las ca de comparación. En relación con los "tigres" del Este asi á- en junio 2002, cuando ocurrieron rico," la brecha de infraestructura subió sustancialmente. en contra de la privatización planea Por ejemplo , con respecto a la capacidad generadora de y electricidad. El plan de privatiza energía eléctrica, la mediana del stock de infraestructura en traición , una venta de activos nacio el Asia Oriental creció de ser el 90 % de su equivalente en ciaría a los ricos y, muy probablem América Latina en 1980 a ser el 230 % en 2000; con res- vos dueños. Tales sentimientos han pecto a carreteras pavimentadas, la proporción subió del región, desde la visión dominantem 780 % al 1.560% (Calderón y Servén 2003). de la privatización de la electricidad Segundo, las expansiones en el acceso al servicio ocu- greso mexicano hasta los sentimient rrieron debido a la inversión privada y pública (figura 7.9). violenta contra el fracasado proces Los impactos de esta inversión en las desigualdades en el acueducto en Cochabamba, Bolivia acceso variaron dependiendo de las condiciones iniciales. la privatización se refleja también e FIGURA 7.8 Inversión pública Vprivada en sectores escogidos de infraestructura en América Latina, 1980-98 Porcentaje de PIS 4,5 1-Total -- Público - Privado1 4,0 3,5 3,0 2,5 2,0 1,5 1,0 0,5 0,0 +---,-----.----,--r---.--,---r---,----,r--,---.----,-----.----,--r---.- 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1 Nota: Promedio ponderado por PIS para Argentina , Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y RB de Venez Fuente : Cálculos de autores usando base de datos de inversión en infraestructura del Banco Mundial. Ver también Calderó 50 40 30 20 10 1 ....1985-86 O 2 3 4 5 6 7 8 9 Deciles (gasto de hogar per cápita) b. Argentina: teléfonos Porcentaje de hogares con acceso 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 1 ....1985- 86 O 2 3 4 5 6 7 8 9 Deciles (gasto de hogar per cápita) c. Nicaragua: electricidad Porcentaje de hogares con acceso 100 90 BO 70 60 50 40 30 20 10 1.... 199 O 2 3 4 5 6 7 8 9 Deciles (gasto de hogar par cápita) Fuente: Estimativo de los autores a partir de información de encuestas de hogares. electricidad al 6% para el agua (Es Los efectos de la privatización de infraestructura distribuyeron estas ganancias entr Varios trabajos han examinado el impacto de la priva- jadores, firmas y el gobierno? Con tización de empresas de servicios públicos y otras compa- nómico de la privatización y la desi ñías en la rentabilidad, eficiencia, una variedad de efectos proyectos recientes de investigació de distribución, y financiamiento. La mayoría de los tra- latinoamericana." FIGURA 7.10 Opiniones sobre la privatización en América Latinaen momentos diferentes en el tiempo América Latina 1_ 2003 D 2002 _ Costa Rica Panamá Argentina 8 S3lvador Guatemala Uruguay Bolivia Ecuador Nicaragua Perú Paraguay Colombia Honduras Chile México RB de Venezuela Brasil O 10 20 30 40 50 60 70 Proporción de entrevistados que dicen que pensaban que la privatización había beneficiado a su país Fuente: Latinobarómetro (2003). análisis son del tipo antes-y-después con intentos de reali- Un análisis del impacto general de zar comparaciones aproximadas cuando esto es posible. en la pobreza y la desigualdad sugie mente pequeños , en gran parte porq Los consumidores can sólo partes pequeñas de su presu Los impactos de la privatización en los consumidores se infraestructura." En todos los casos, debe a efectos en tres áreas: aumento de acceso, de precios, igualdad fueron menores. En todos e y de calidad. Tales efectos tienden a alcanzar a consumido- tos en la pobreza fueron positivos p res que son en promedio más pobres que los que ya tienen ejemplo, en Argentina el acceso a la e acceso; como se mencionó antes, la extensión de la orien- fonía y los efectos de precio se asociaro tación a la pobreza depende de la distribución inicial. Los res sobre la desigualdad de ingresos críticos a menudo argumentan que la privatización lleva 1-1,5% en la pobreza. En Bolivia, la p los precios a niveles más altos, que a su vez financian ma- en La Paz/El Alto también estuvo asoc yores ganancias. De hecho, los cambios de precios varían bios en la desigualdad y una reducci dependiendo mucho de las condiciones y patrones inicia- pobreza. En contraste, los grandes a les del cambio, especialmente con respecto al equilibrio que siguieron al proyecto de privat entre ganancias en eficiencia, la necesidad de compensar Cochabamba aumentaron la pobreza los precios históricamente subsidiados, y el marco regu- Nicaragua, grandes aumentos en el latorio e institucional que determinan las ganancias. Ge- ganaron acceso a la electricidad (del o neralmente puede argurnentarse también la conveniencia los tres deciles inferiores de la distri de reequilibrar las tarifas para que éstas reflejen los costos fueron aproximadamente contrarresta (por ejemplo, entre cargos locales y de larga distancia para el bienestar, que a su vez se debieron la telefonía, a través de sectores para el agua y la electrici- cios para los que ya tenían acceso. dad, y entre cargas de conexión y consumo en todos los Un estudio significativo por Galia casos). En un estudio de cuatro países (McKenzie y grodsky (2002) en la Argentina estim Mookherjee 2003), se notó una gran variedad de efectos, privatización del agua en la mortalid con precios que caen en cinco de los diez casos estudiados dida no monetaria clave del bienestar, y suben en los otros cinco (tabla 7.10). Aún al interior de ción en el tiempo y el espacio entre m de Bolivia, hubo contrastes agudos entre descensos reales agua privatizada. La mortalidad infan de precios en el agua en la región de La Paz/El Alto y gran- adicional en áreas con servicios priv des aumentos relacionados con el tristemente célebre pro- aproximadamente un 24% en los mu TABLA 7.10 Cambios de precios después de privatización Argentina Bolivia México Antes Después Antes Después Antes Después A Teléfonos 100 84 100 92 100 148 Electricidad 100 67 100 126 1 Agua 100 84 100 109 La Paz/El Alto 100 90 Cochabamba 100 143 Nota: La tabla muestra índices de precios reales relativos al índice de precios del consumidor. con precios anteriores a la privati Fuente : McKenzie y Mookherjee (2003) . rica Latina. Un estudio a través de países llevado a cabo Efectos fiscales por el Banco Internacional de Desarrollo (Internacional Development Bank) (Chong y López-de-Silanes 2003) es- Las ganancias fiscales fueron una d tima las pérdidas totales en el empleo de compañías priva- ras de la privatización. A menudo tizadas desde cerca del 23-25 % en la Argentina, Chile y nancias fiscales por las ventas, segui Perú, hasta alrededor del 40 % en Colombia y más de 50% de impuestos a las compañías priv en México. Los efectos específicos a la firma pueden ser gresos de capital subieron a US$25 más grandes. Ennis y Pinto (en proceso de publicación) gentina y US$3 mil millones en estiman pérdidas de 75 % en empresas de servicios públi- distributivos de estos recaudos dep cos privatizadas en la Argentina (es decir, electricidad, gas usados por los gobiernos, la mayor natural, agua, telecomunicaciones, líneas aéreas y vías fé- lizó parte de las ganancias para pa rrea), e indica que si esos trabajadores que fueron despedi- los efectos positivos de estabilizaci dos recibieron ingresos de cero, la pobreza habría subido la reducción en el servicio de deud para la expansión en el gasto soci de 29,5 al 32,0%. Sin embargo, los efectos o despidos netos dependen del mayoría de las economías en la déc mercado del trabajo y la situación macroeconómica. Todos discute en el capítulo 9, esta expa los estudios encuentran que los efectos netos de empleo son generales fuerte o ligeramente a fa menos adversos que las pérdidas brutas, y son a veces po- embargo, es digno de mención que sitivos. En el caso de México, López-Calva y Rosellón (2002) minaron la década con deudas más utilizaron las encuestas de datos de panel para seguir las grandes recaudos de capital por la p experiencias de trabajadores individuales. Ellos encontra- notablemente el caso en Argentina ron que el 45-50% de trabajadores despedidos encontró consecuente con el uso de expansio trabajo en el mismo sector dentro del año siguiente, sin biernos para aplazar las luchas distr pérdida alguna de seguridad social o beneficios de salud. (ver el capítulo 8), lo que hace todav Sólo 0,5 % de los trabajadores estuvo desempleado por un de lograr el crecimiento con equida año completo. Este patrón de ganancias generalmente Finalmente, las privatizaciones positivas es común para el mediano plazo. En el sector prendido con una transparencia m peruano de telecomunicaciones, el empleo subió de 13.000 fue dramáticamente el caso en Nic a 34.000 trabajos entre 1993 y 1998. Cerca de 145.000 ríodo de privatización activa en la trabajos nuevos fueron creados en el mismo sector en Bra- recaudos llegaron al 2,5 % del PIE sil durante ese período. Aún en Argentina, que tuvo pér- tuvo implicaciones fiscales ni efecto didas grandes debido a un mercado de trabajo flojo, la social. Dada la posición pobre de N participación del empleo en empresas de servicios públicos de corrupción, es sumamente prob privatizadas se había recuperado casi a sus niveles anterio- desapareció fue a parar a manos de res a la privatización (alrededor del 7%) para 1996, sugi- o grupos ricos. La más reciente priv riendo que la trayectoria a largo plazo del empleo era cidad generó un 5% del PIE, del c semejante a la del empleo general. mente se causó a las reservas de gobi Los efectos en salarios han sido variados. En Argentina, público futuro, si no el presente (Fr los salarios para la economía en su conjunto subieron lue- go de la privatización, aunque el impacto de la privatización Efectos sobre el sector empresar en sí misma podría haber sido ligeramente depresivo por- él.levó la privatización a ganancias que los trabajadores del sector público gozaban de una listas domésticos y extranjeros? En prima del 10%. Sin embargo, no es probable que el im- las ganancias efectivamente subier pacto haya sido significativo, y habría sido contrarrestado partir de una posición inicial inso por el aumento en las horas de los trabajadores que se cam- Además, una fuente próxima de esta biaron al sector privado (Ennis y Pinto, en proceso de pu- pido a gran escala de trabajadores e superfluos. Hay también evidencia de estudio más reciente que se concentra en las empresas de zaciones llevaron al acceso aumentad servicios públicos encuentra evidencia sugestiva de ganan- pobres, que los aumentos del precio cias más altas en los sectores no-competitivos que en los menudo como subieron, y que los ef sectores competitivos luego de la privatización en Chile, empleo fueron a menudo positivos al i México y Perú, pero no en Colombia (Chong y L ópez-de- Además, los pagos de cesantía amortig Silanes 2003). Sin embargo, el aumento en las ganancias en parte el golpe de los despidos de tra que siguió a la privatización no fue más grande en el sector tos acumulados en la desigualdad de i no-competitivo que en sectores competitivos. En la medi- muy pequeños. Los impactos en la po da en que existieron ganancias excesivas, es probable que pre beneficiosos y pueden ser signific reflejaran fallas regulatorias, las preferencias de los gobier- rren aumentos grandes en elacceso, con nos por ganancias más altas para sostener su base tributaria, excepciones (Cochabamba en Bolivia o las características específicasdel diseño de la privatización. otro lado, hay evidencia también de qu A veces, se establecieron garantías explícitas o implícitas ha asociado con mayor poder de los c de ganancias para atraer a los inversionistas o para socios extranjeros, asícomo con ganancia maximizar los beneficios fiscales por precios de venta más en sectores no-competitivos. Finalmen altos. Los casos típicos involucran a los sectores mexicano cuentes acusaciones acerca de favores y peruano de telecomunicaciones, donde se garantizó un de corrupción que sucedieron durante e período especificado de monopolio. Como se dijo antes, zación. Tales ganancias concentradas p los precios aumentaron en el caso anterior. En 2002, la res, hechas legal o ilegalmente, combin estructura de cargos seguida por las telecomunicaciones los trabajadores, ayudan a explicar la p peruanas llegó a ser una fuente de controversia pública ya que la privatización es profundamente que era mayor que los estándares latinoamericanos, aun- menudo ha rendido beneficios signific que esto había sido acordado legalmente como parte de la dores también ahora esperan serviciode venta original. Finalmente, se sabe mucho menos acerca sasde servicios públicos, y ya no usan lo de las ganancias ilegales, aunque las acusaciones han sido del serviciode la década de 1980 como comunes (como se señaló previamente con respecto a los (Estache 2003). millones de dólares perdidos en Nicaragua). ¿Quién ganó el control de los activos privatizados? Hay alguna evidencia de la consolidación de ganancias por con- Políticaspara la expansión equitat glomerados domésticos, junto con un número relativamen- de la infraestructura te pequeño de compañías internacionales. Schamis (2002) Las privatizaciones por sí mismas no ha documentado los conglomerados como los conglome- ciamiento y malestar institucional que rados domésticos y las élites empresariales de grandes fir- de la infraestructura en la década de mas en Argentina, Chile y México fueron protagonistas y importancia de la infraestructura tant beneficiarios principales del proceso de privatización. En to como para la equidad, hay necesid el caso de Chile bajo Pinochet, esta situación se asoció con restaurar el suministro por el sector púb una puerta giratoria de individuos moviéndose entre gran- fortalecido de política y regulación pa des conglomerados, el Estado, y las compañías recién pri- vado. Puede argumentarse a favor de vatizadas . En México, tales condiciones formaron parte de de subsidio con motivos distributivo una larga tradición de conexiones cercanas hacia adelante público y privado. y hacia atrás entre las empresas y el Estado (ver Haber 2002b), pero marcaron también un cambio en los patro- nes de la alianza. Mientras la influencia histórica de las Restaurar el gasto público y extend asociaciones empresariales que representan a las firmas la reforma del sector público medianas (que fueron juzgadas como retrógradas y pro- El argumento a favor de restaurar el teccionistas) se vio reducida, aumentaron las conexiones fraestructura pública es ilustrado vívid mente al esfuerzo tributario relativamente bajo de Améri- tores no-competitivos, pero en té ca Latina y su carga de deuda relativamente alta. Como se todavía no realizan el papel centra discute en el capítulo 9, aumentar los impuestos de mane- público, especialmente cuando los ra que aminoren los costos de eficiencia y los efectos regre- tienen un interés común en ganan sivos es central a un sendero más equitativo de desarrollo, tos altos asociados (Estache 200 3). con tal de que los recursos se utilicen efectivamente. Los los problemas clásicos de captura cargos al usuario que reflejan los costos pueden hacer una relativa, especialmente en el conte contribución esencial, aunque esto se tenga que equilibrar privadas con personal altamente ca con objetivos de distribución (ver abajo). Asegurar la independencia legal, p El uso efectivo de recursos en el sector de la infraes- sonal de los reguladores puede ayu tructura depende igualmente de problemas institucio- ejemplo, un marco legal más fuer nales. Resolver los obstáculos relacionados con agencia y electricidad y gas ha sido asociado evitar el uso clientelisra de empresas de servicios públi- regulatorio que el visto en otros s cos -dos factores que fueron motivos importantes para Foster 2003). la privatización- siguen siendo desafíos principales para También es importante el proces el sector público. Las obras públicas son todavía un mismo. La estructura del mercad instrumento clásico de clientelismo. Las reformas institu- influida por el grado en el cual una cionales pueden traer ganancias en términos de eficiencia rísticas de monopolio natural, pero y equidad bajo auspicios públicos, especialmente si se bién por el diseño. Ahora se recon toman acciones para separar a los diseñadores de las po- privatización de electricidad en Ch líticas de los proveedores bajo un acuerdo fuerte, au- Gran Bretaña) creó firmas con pod mentar la transparencia, y fortalecer la voz directa de polio, con lo cual se perdió una op todos los consumidores, especialmente los que han sido mercado más competitivo. Es un excluidos previamente. sistema se privatiza, puede ser difí La evidencia indirecta para este proceso es proporciona- ra. Esto no sólo aumenta la influen da otra vez por el caso boliviano, en que la empresa priva- política), pero puede hacer la tarea tizada de acueducto de La Paz/El Alto se comparó con la más difícil. empresa cooperativa de acueducto en Santa Cruz. Obtuvo Las preguntas de transparencia y un mejor desempeño, pero las ganancias fueron aprecia- plementarias a las especificidades blemente más pequeñas que las vistas en una comparación proceso de privatización (para ap de antes-y-después. Otro ejemplo del mismo sector es la aminorar la corrupción) y en la prod empresa de acueducto de Lima conocida como Sedapal. pueden implicar el compromiso p Aunque la empresa hasta ahora ha quedado bajo propie- con influencia débil. Por ejemplo, dad pública, ha emprendido una serie de reformas (inclu- de acueductos por Aguas Argentin yendo con respecto a la corporatización y la extensión) y del enfoque al acceso después de qu ha logrado mejoras sustanciales tanto en la eficiencia como nivel local (Estache, Foster y Wod el acceso. Por otro lado, una revisión reciente de la expe- importantes factores tales como la riencia en la regulación de empresas de acueducto munici- de entidades de veeduría o "perros palizadas concluyó que muchas adhieren a un modelo sis independiente como un medio d clientelista, aunque a niveles locales (Foster 2003). Esa re- ción y el debate público. La parti visión discute también la necesidad de mejorar y ampliar los estímulos para la colusión ent la sociedad civil, fortalecer la regulación (así como el cono- ñadores de políticas (potencialmen cimiento de la sociedad civil acerca de decisiones y proce- y privados). En Francia, la expres sos regulatorios), y alinear las finanzas centrales con la -vía el potencial para votar la salid realización de metas regulatorias. san en el diseño de acuerdos efectiv tarifas específicas reflejan las necesidades de costos debe CAS) para determinar los subsidios ser equilibrado con los objetivos distributivos de asegurar ahorros sustanciales de esparcir el ca niveles básicos de suministro a todos los grupos . ¿Debe- la evaluación de medios a través de rían ser manejadas tales metas de distribución por el siste- Colombia tiene un sistema de focali ma general de impuestos y beneficios? De hecho, existen sado en la clasificaciónde un área ge buenos argumentos para incluir explícitamente considera- municipio en uno de varios estrato ciones de equidad dentro de las políticas tarifarias de las pesar de este método aparentemen empresas de servicios: la mayoría de las sociedades ve por esquemas chilenos y colombianos tie lo menos algunos serviciosde infraestructura como necesi- lares de focalización: son progresivos dades básicas, y por tanto se preocupa por el consumo efec- errores significativosde exclusión e in tivo de esos servicios públicos; los sistemas generales de y Contreras 2000). El diseño de subs bienestar social distan de ser perfectos; y poner atención a to ser formado alrededor de las carac las preocupaciones sociales puede ser esencial para la acep- un servicio particular, y ser suscepti tación social de la producción privada (G órnez-Lobo y luación regulares. Contreras 2000). Como se señaló antes, durante la década de 1980, mu- chas empresas de servicios públicos tuvieron políticas 7.4 Conclusiones tarifarias malas tanto para la eficiencia como para la equi- Este capítulo se ha enfocado en activ dad. Los precios no cubrieron los costos, pero los subsidios cipales: la educación; los derechos de rara vez llegaron a los pobres, quienes típicamente no rra, y vivienda; y la infraestructura. L tuvieron acceso a los servicios. Las políticas regresivas de área han acentuado las conexiones ín subsidios han persistido a veces, especialmente en algu- nes (en el sentido amplio en el que l nas entidades de servicio público. En México, los subsi- este informe). Estas tres áreas son ind dios a la electricidad son grandes (sustancialmente mayores cativas en cualquier búsqueda para m que el programa bandera de lucha contra la pobreza, Opor- complementariedades fuertes entre el tunidades) y regresivos, aunque algo menos que en el pa- no es una lista completa de los aspe sado. plorar; otras áreas relacionadas a la Los subsidios para asegurar el acceso y los niveles bási- son también importantes, y la salud cos de consumo para los pobres son deseables, pero pre- portante aquí. Aunque este capítul sentan desafíos con respecto a la focalización que son problemas y opciones en estas tres ár comunes a los sectores sociales (ver el capítulo 9). Aunque bargo ha apoyado la opinión que un la discusión de detalles de diseño esté más allá del alcance y redistributivo para promover la dis de este capítulo, algunos puntos generales se pueden ha- vos es verdaderamente factible y ex cer aquí. para las estrategias de la creación de Es generalmente deseable tener tarifas de conexión ba- nas tanto para el crecimiento como jas para alentar la recepción, así como subsidios para alen- ciorarse de que esto suceda requiere tar los niveles básicos de consumo. Si la posición fiscal de críticos y complementarios relaciona un país lo permite, es también deseable incluir los subsi- lítica a favor de la igualdad y la ag dios en el presupuesto público, para que las empresas de potencialmente a cambiar los ciclos servicios públicos no necesiten emplear subsidios cruzados ciosos a virtuosos. "tasando" a otros consumidores (como el caso de Chile, por ejemplo). Sin embargo, hacerlo así no siempre será Notas posible, especialmente en casos en los que la posición fiscal 1. Paulo Freire (970) es un ejemplo clá es apretada. Al valorar el desempeño precrisis de las em- 2. Algunos sesgos son inherentes a estas presas de servicios públicos privatizadas en la Argentina, nas menos educadas, más pobres en promedi Estache (2002) discute silasganancias de eficienciase trans- 3. l-ér tabla 4.2 en de Ferranti y otros (20 inrerregionales son basadas en datos de Bar orientadas al mercado que se adoptaron comúnmente en Amé rica La- inferior de la población se unió con otros ho tina a finales de la década de 1980 y comienzos de la década de 1990 . tos de vivienda. Ver el capítulo 8 para una discusión . 20. Esto incluye el gasro por el gobierno 8. Un análisis reciente de Colombia hace un ajuste para caracterís- citos de financiación proporcionados por l ticas de la tierra (verWorld Bank 2003b). Sin embargo, esto lleva sólo prestamistas de vivienda cuasipúblicos Info a una reducción modesta en el coeficiente Gini para la distrib ución de financian por repagas de préstamos y ahorro la tier ra de 0,93 a 0,85 nómina) de empleados del sector privado y 9. Hay un cuerpo grande de literatura en este punto (verel capítu- 2 1. La endogeneidad puede surgir ya qu lo 1 de World Bank 2003a) para una revisión. también de la mayor rentabilidad al uso de 10. Esta síntesis se basa en comentarios de José María Caballero. blicos modernas. El análisis utilizó el acce Para una revisión, ver Chavas (2001). como un instrumento para enfrentar este pr 11. Para una de muchas síntesis generales (verWorld Bank 1993). cialmente. Para un enfoque que acentúa la centralidad del apoyo político del cam- 22 . Hong-Kong (China), Indonesia, Rep pesinado, ver Teranishi (1997). Singapur, Taiwán (China) y Tailandia . 12. Ver Klein (1992) para una historia general y Gray -Molina (2002) 23 . Estimaciones de una síntesis por ID sobre los hijos de la revolución de 1953 . análisis extenso del proceso de privatización 13. Ver Seligmann (1995) para una histo ria etnográfica de la refor- López-de-Silanes (1999), que identifica las ma agra ria y sus repercusiones en un área pobre de la provincia de ciencia en sectores competitivo y no-compe Cusco en los Andes . McClintock (998) discute a Sendero Luminoso 24. Estos se realizaron bajo los auspicio en un análisis compararivo con El Salvador Development Economics Research (Instituto 14. Así como Pronaso l fue en parre un instrumento para reuni r gación en Economía del Desarrollo, o Wider votos rurales para el presidente Salinas, en México en la década de IDB (2002), Chong y López-de-Silanes (20 1990, así también fue a veces el fondo social Foncodes en Perú. Al Caribbean Economic Association (Lacea)/Wo igual que con muchos fondos sociales, Foncodes combinó éxito genuino Inequality and Poverty (Red sobre Desigua en la provisión del servicio y una orientación fuerte a favor de los pobres en McKenzie y Mookherjee 2003). Para un con la meta de mantener apoyo político. J.-ér Schady (2000) y Paxton y tema, ver Galal y Shirley (994) y Estache, F Schady (2002), para más sobre este y otros puntos relacionados. 25 . Para cuantificar los efectos del acces 15. Es también importante notar que la base de grandes éxitos se precios "virtuales" asociados con racionar el estableció en parte por proyectos gubernamentales que se lanzaron de precios que causaría un consumo de cero STE CAPÍTULO DISCUTE LA RELACIÓN ENTRE MERCADOS Y DESIGUALDAD. EN TÉRMIN E ceptual presentado en los capítulos 1 y 6 (ver la figura 1.1), tal exploración imp políticas que afectan las distribuciones de activos (el sujeto del capítulo 7) a po sobre los retornos del mercado a estos activos. A su vez, debe considerarse el pape instituciones, aquellas ligadas directamente a resultados de mercado. El sujeto de parte de la pregunta más amplia de cómo y hasta qué punto las instituciones influyen sob papel central de las instituciones políticas y sociales se discutió en el capítulo 5). Las conexi factores se considerarán y nos refereriremos a ellas en varios puntos a través de este capítu La pregunta acerca del impacto de las reformas orientadas al mercado sobre la desigu áreas más polémicas del debate en América Latina. El asunto a menudo se encuadra en té negro: ¿Han sido las reformas de políticas orientadas al mercado (y macroeconómicas) u curación para las enfermedades latinoamericanas de crecimiento lento y alta desigualdad? una posición menos radical. Como la estructura de esta tercera parte del informe lo indica, afectan los mercados son sólo un campo de la política económica pertinente a la distribució por supuesto). Es también importante mirar separadamente distintas instituciones relacio do, y reconocer que las consecuencias de los mercados dependerán de la estructura de la p así como de estructuras sociales y políticas. Este capítulo mira primero la evidencia general acerca 8.1 Mercados y desigualdad de la relación entre reformas estructurales basadas en el Durante las pasadas dos décadas, la mercado y la desigualdad. Luego inspeccionabrevemente en América Latina ha emprendido losproblemasen el mercado laboral, reconociendo que esta de políticas que han abierto sus eco área en particular justifica un tratamiento mucho más influencia de mercado. Los cambios completo que el que permite el espacio disponible aquí. cluido la liberalización sustancialdel El enfoque particular se coloca en la relación entre crisis financiera doméstica, la apertura de macroeconómicas, las respuestas de política, y la desigual- la privatización de compañías estata dad, que es una preocupación mayor en América Latina. tarias que traen consigo tratamiento La revisiónde la evidencia y el trabajo nuevoemprendidos formes y una dependencia más grand para este informe apoyan el punto de punto de vista que valor agregado. La sección siguiente afirma que las crisis financieras serán típicamente regresi- generales (ver el capítulo 7 para un t vas, un hecho que subraya la importancia de políticas llado de la privatización de la infrae fortificantes para evitar las crisis y de desarrollar tanto las El conductor inicial para las ref políticas como las instituciones que aseguran resoluciones América Latina fueron la crisis econ más equitativas a crisis cuando éstas ocurren. de restaurar el crecimiento. Hay n FIGU RA 8.1 La extensión de las reformas de política en América Latina. con variaciones de país V política a. índice medio de reforma para países escogidos índice medio de reformas 0,8 0,6 0,4 0,2 __ Brasil _ Chile ... Uruguay __ RBde Venezuela 0~=;:::==;:::=::;:::=::;:::=::;:::=:;::=:;::=:;::::=:;::::=:;::::=~r--r--r--'---''---''---'r----1r----1r----1-- ....0.,'\'" b. índices de reforma por área de política índices de reforma por área de política 0,9 0,8 0,7 0,6 0,5 0,4 0,3 0,2 __ índice de reforma financiera - índice de libera 0,1 cuenta de capit __ índice de privatizaci ón e-e-- índice de reforma tributaria ° (1,'" (1,'1- (1,'>- ....0., ....0., ....0., Nota: El índice medio de reforma es el promedio sencillo del índice de la reforma en las cinco áreas de política para cada paí un área de política es el promedio sencillo de todos países. Fuente : Morley (2001l. experimentó menos cambios, aunque sucedieran procesos determinante poderoso del crecimiento de privat ización importantes y de alto perfil en algunos tes continúen acerca de la importancia países. relativas de "las instituciones" y las po Segundo, hay un consenso algo más débil de que la re- mercado que fomentan la mayor integ forma tuvo un impacto positivo en el crecimiento, pero Algunos autores discuten en un extrem que este efecto fue más débil de lo esperado originalmen- ciones gobiernan sobre las políticas", m te. Las reformas ayudaron, pero no levantaron a América que el papel de las instituciones se exa Latina hacia senderos de crecimiento del estilo del Este literatura reciente sobre el crecimiento asiático. Un análisis reciente que incluye los índices de re- declaración justa quizá sea que ambas p forma así como otros factores estructurales tales como edu- tan y que hay correlaciones causales e cación y gobernabilidad (2003) sugiere que la respuesta ción. El asunto de preocupación aquí de reforma de los países en América Latina ha estado en potencial de reformas orientadas al mer línea con resultados basados en la experiencia global. Sin dad, un tema acerca del que hay visio embargo, lograr el crecimiento rápido requiere mucho más cuadro 8.1 resume dos puntos de vista que un conjunto específico de reformas orientadas al mer- de los cuales es intelectualmente coher RECUADRO 8.1 Puntos devista alternativos acerca delimpacto potencial delasreformas orientadas al mercado Vla desiguald Las expectativas teóricas de la relación entre la reforma y titución de importaciones; y a las a la desigualdad son diversas. A riesgo de presentar una sivas en capital de producción antes perspectivaleventemenre caricaturizada,dosde lascorrien- taciones intensivas en mano de obra tes de pensamiento predominantes en losdebates en Amé- (3) Acceso a mercados. Profundizar lo rica Latina (así como en otras partes) son resumidos aquí. dría significativos efectos positivos s En el rineón azul. Las reformas de liberalización del ya que casi siempre los pobres son. mercado actúan a favor de la igualdad para tres razones que tienen acceso más débil al merc centrales: (1) Reducción de las rentas. Una panoplia de controles Enelrincón rojo. Laspolíticas neoliber estatales sólosirviópara crear "rentas," esdecir, opor- la igualdad porque desmantelan los sist tunidades para ganancias basadas en privilegios pro- protección que nutren el crecimiento tegidos que fueron apropiados sistemáticamente por porcionan apoyo institucional para la ag los ricos y poderosos. Estas rentas trajeron consigo litan el suministro socia! amplio . Los v también costos de eficiencia. La liberalización de competencia internacional dañan al déb mercado reduce las rentas y las oportunidades para fuerte. Esto es especialmente verdadero la corrupción, permitiendo a las personas recibir in- ñías e individuos con una base inicial p gresos que están en línea con su valor económico, no nómica en términos de capital económ su influencia. acceso a sistemas financieros, y a las con (2) Reducción de distorsiones. La protección del comer- cionales y domésticas, y que están p cio, la regulación doméstica, y la represión financie- posicionados para beneficiarse de las o ra mantienen un sesgo sistemático contra el trabajo, mercado. La liberalización reduce tamb incluyendo al trabajo no calificado, lo que promue- trabajo, haciendo al capital más accesib ve a la industria antes que a la agricultura; a la sus- protecciones legales a los trabajadores. El capítulo 2 presentó los patro nes de cambio en la des- 4 + VEN igualdad de ingresos a lo largo de la década pasada y revi- + URU EO.J 2 só la literatura acerca de la evidencia de décadas previas. + Gil +COL · CSA BOL .. · JAM Algunos patrones surgen de ese análisis, con varios países mostrando mejoras leves distributivas en la década de 1970, + MÉX - 2 + B muchos experimentando un empeoramie nto en la década +HON + de 1980, y un subconjunto de países sudamericanos mos- - 4 +-----,-----,-----,- 0,1 0,2 0,3 trando un leve empeoramiento en la década pasada. Sin Cambio en índice general d embargo, el patrón dominante es de alta desigualdad per- sistente bajo una amplia gama de regímenes de política. Además , cada patrón tiene su excepción. En la década Fuente: Cálculos del autor basado en M desigualdad reportadas en el apéndice pasada, Brasil y México aplicaron reformas importantes y experimentaron, respectivamente, una reducción pequeña en la desigualdad y ninguna tendencia clara. En la década de 1970 y la década de 1980, Chile experimentó una cre- braya con frecuencia, esto es sólo ciente desigualdad de ingresos . El ansia por una explica- igualdad, que es de interés. Los ca ción dominante quizás atr ibuya esta tendencia al cambio algunas ganancias importantes en vigoroso hacia las políticas orientadas al mercado bajo el to y el acceso a servicios asociado régimen de Pinochet, empezando en la década de 1970. han ayudado a reducir las desigu Sin embargo, había mucho más pasando en Chile que la oportunidades). Varios estudios a liberalización de mercado. La junta militar procuró inver- lítica orientadas al mercado se han tir explícitamente las medidas redistributivas del gobierno te las asociadas con la Cepal (o E previo y destruir el poder sindical. La variedad de expe- inglés) (ver en particular a Morl riencias de país sugiere un a multiplicidad de historias notables las revisiones a través de distributivas a través de países relativamente homogéneos. un análisis a través de países de e La falta de algún patrón dramático u obvio es adicional- de salarios por Behrman, Gavi ri mente ilustrada al mirar las relaciones sencillas bivariadas estu dio importante adicio nal es entre el esfuerzo de reforma y cam bios en la desigualdad Morley (1998), aunque se enfoca de ingresos. En la figura 8.2, el cambio en el índice medio mas sobre la pobreza antes que s de reforma ent re 1980 y 1995 es comparado por país, con Estos estudios comparan gene el cambio en la desigualdad de ingresos medida por el co- medidas de la desigualdad de ingr eficiente Gini a comienzos y al final de la década de 1990. bios en las políticas, ut ilizando los (Esta es una aproximada de cálculo que tiene en cuenta como los propuestos por Lora (20 rezagos posibles entre reformas y efectos. Una falta seme- figura 8.l) u otros trabajos semej jante de relación bivariada se encontró entre el nivel de de países en particular explota las reforma y el cambio en la desigualdad) . Como se indica, de reformas diferentes para busc no surge ningún patrón claro. cas con cambios en la desigualdad resultados de este enfoque, junto Las tentativas para descifrar los efectos sugieren emprendido en el Banco Mundial los efectos modestos y mixtos este informe) en una base de datos Con las palabras de advertencia dadas anteriormente , pue- Este último fue realizado dentro d den examinarse las tentativas para descifrar los efectos de que el estudio de crecimiento ante reformas de política orientadas al mercado en la dimen- otros 2002). sión de ingreso de la desigualdad . La falta de un patrón La mayoría de los estudios enc obvio bivariado, como queda ilustrado en figura 8.2, pue- modestos sobre la desigualdad de de ocultar efectos causales más complejos. (Como se su- hogar, en por lo menos algunas ár Reforma tributaria + + mercio, en donde aquellos países con Privatización O Todas O + calificada relativamente abundante (en habrían experimentado un aumento en Nota: (+) significa aumento de desiguald ad; - indica la desigualdad redu- cal mano de obra y aumentos subsiguie ciéndose. Osignifica ningún efecto robusto. Fuente: Morley (2001) YBehrman y otros (2001) para América Latina; López de los no calificados." Según este recue (2003) utiliza una base de datos global. demanda relativa para la mano de ob América Latina habría sido ocasionada los mercados mundiales de tales giga caso Sin embargo, los efectos no son siempre estadísti- mano de obra como Bangladesh, China, camente robustos y estudios diferentes encuentran efectos De hecho, el análisis económico ide distintos para categorías diferentes de reformas de políti- diferente de tendencias generalizadas c ca. Por ejemplo, Morley(200 1) encuentra efectoslevemente obra no calificada y a favor de la calific negativos de la liberalización del comercio sobre la distri- dustrias más y menos intensivas en m bución de ingresos, mientras Behrman, Birdsall y Székely proporciona apoyo para el punto de vis (2001) encuentran influencias positivas de la liberalización fuente domi nante de los cambios obse del comercio pero efectos negativos de la liberalización fi- los economistas se refieren como cambio nanciera en la desigualdad salarial. las habilidades (skill-biasedtechnical cban Parece que las reformas de políticas basadas en el mer- inicialesen inglés).Se debe notar que tale cado no han sido ni una maldición ni una curación para la a las habilidades pueden venir de muc desigualdad de ingresos, como los puntos de vista opues- yendo avances tecnológicos en el signif tos presentados en el recuadro 8.1 habrían sugerido. En palabra (por ejemplo, debido a la infor general, la evidencia sugiere efectos leves contra la igual- cambios en la composición profesional dad. Efectos modestos y complejos bien se pudieron haber organización laboral que favorecen a gra perdido en un mar de otras variables que producen cam- secundaria o universitarios. bios en la desigualdad, en términos de activos económicos Aunque no hayan ocurrido cambios s yel conjunto más ampliode variables políticas y sociocultu- políticas de mercado laboral, hay algun rales que pueden ser fuerzas para sostener o cambiar las algunos cambios han acentuado las ten diferencias de ingresos. cientes diferenciales salariales, debido e Aunque los estudios generales a través de países no lle- censos en la sindicalización y un salario m ven a conclusiones firmes, una categoría de trabajos es más (especialmente en el caso de Colombia) persuasiva . Hay un consenso naciente acerca de que la in- te, es posible que la combi nación del a tegración económica es una fuerza detrás de la transmi- capital y las crisis periódicas hayan deb sión de cambio técnico sesgado hacia las habilidades en los negociación de los trabajadores (ver la se mercados laborales de muchos países. Esto se basa en un sobre este punto). análisis cuidadoso de tendencias del mercado laboral con- Finalmente, aunq ue no hayan ocurrid ducidas a través de un prisma de interaccio nes entre la cos del comercio en la desigualdad sala oferta relativa y la demanda relativa de categorías diferen- y la liberalización económica -incluyend tes de habilidad. Varios estudios de país y el trabajo nuevo comercio, la liberalización financiera, y realizado el año pasado en el informe del Banco Mundial Inversión Extranjera Directa (IED)- par (de Ferranti y otros 2003) han aplicado ese marco de ofer- fluencia mediadora que ha promovido c ta y demanda.' Yaque dicho enfoque se discutió en detalle cos, de sector, y de la organización del tr en ese informe, sólo se propo rciona aquí un resumen breve llevaron al crecimiento rápido en la dem de los resultados. las habilidades. Es evidente sin ambigüedades que muchos países han Esto es probablemente la evidencia m experimentado dem andas crecientes por trabajadores edu- yar el punto de vista que sostiene qu cados al nivel terciario, típicamente superando los aumen- promueven la integración económica a notar también que los aumentos en la desigualdad salarial modelo japonés del capitalism no se han asociado sistemáticamente con la desigualdad con la intervención fuerte del creciente de ingresos en términos de rentas por habitante tica industrial con previsión es a nivel de hogar, como es discutido en los capítulos 2 y 6. una vez que la economía jap mal en la década de 1990, el p para favorecer el modelo de E ,'Quépuede hacersepara que las reformas basadas do opera presumiblemente p en el mercado tengan efectos más positivos fuera del sistema en por lo me sobre la igualdad? EE. uu. el sector agrícola es Los efectos de abrir los mercados y la integración econó- tante que nuevamente ilustra mica son complejos, y algunos de ellos pueden ser por- de terminar la protección de un una-sala-vez o temporales. Sin embargo, la existencia de fluyente. presiones económicas con probables efectos contra la igual- El cambio de las políticas es un dad en sociedades ya sumamente desiguales es un asunto influida por el diseño económ importante. ¿Qué se puede hacer para compensar esos efec- ca. Sin embargo, este informe tos contra la igualdad? Las políticas potenciales se pueden original en este asunto, no ha organizar en cuatro categorías, a saber: clara del trabajo existente. Sin gerir que estos factores pueden (1) Medidas complementarias queproporcionan activos másiguales vos a veces. Por ejemplo, abrir a través dehogares y grupos. de cambio alta y fija (con desc Los activos que poseen los individuos, hogares, y gru- precio del capital en la Arge pos tienen una influencia poderosa sobre su capacidad resultados) puede haber contr de responder a oportunidades de mercado nuevas. Esto des de trabajo entre trabajado es ilustrado por los distintos retornos a los niveles edu- lificados. Clarificar estos asun cativos, pero aplica también a otros activos económi- de un trabajo mucho más cuid cos tales como la tierra y la infraestructura. Laspolíticas (3) Medidas paraproporcionar la red deben facilitar una expansión rápida del logro educati- El proceso de la destrucción d vo en respuesta a la demanda aumentada para las pri- pérdidas temporales o perma mas ofrecidas por las habilidades, y apoyar un acceso efectos adversos en varios aspe más amplio a la tierra y la infraestructura (como es dis- y psicológico. Una parte cent cutido en el capítulo 7). mercado en buen funcionam (2) Secuenciar los cambios depolítica. redes de seguridad para agar El desarrollo económico implica un proceso de crear y "lazos" de seguridad para ayud destruir empleos, firmas y actividades económicas. Parte la medida en que éstos existen de la dinámica que indican las tendencias empíricas es tendido a ser desiguales en el una destrucción más rápida que la creación de activi- reforma se discuten en el capí dades para la mano de obra no calificada. Algunos paí- (4) Mercados másprofundos y un amb ses han logrado crear actividades productivas nuevas Los mercados no son de ningun mientras protegen simultáneamente otras más viejas, respecto a su alcance y efectos y menos productivas. Esto esquizá más dramáticamente del objetivo de lograr efectos m ilustrado en el caso de China, donde las actividades reformas de política orientada dinámicas no estatales (por ejemplo, las empresas de profundizar mercados para p pueblos y aldeas) y las firmas privadas se ampliaron des más iguales para todos los apreciablemente en la década de 1980 y década de do potenciales. Hacer esto req 1990, mientras muchos trabajos improductivos en fir- factores económicos, políticos y mas de Estado se preservaran. tribuyen a los efectos desigual calidad, es importante para el enfoque presente. Un bien público implica que sus beneficios serían los mismos para · · todos y las accionesde algunos agentes no afectarían la po- +--------,---- sición de otros. En la mayoría de las sociedadesde América Bajo 0,0 -2,0 0,0 Latino, es más práctico hablar de una serie de ambientes de índice de voz democrática y ren inversión para grupos diferentes de firmas, que son influi- Bajo ...II(!-------- dos por la estructura de mercado, los derechos de propie- dad, las características de la empresa, la influencia política, y conectividad social (discutida en el capítulo 5). En otras Fuente: Hellman y Kaufmann (2003), World E (Resumen Ejecutivo) para 80 países. palabras, los ambientes de inversión están compenetrados en estructuras políticas y socioculturales desiguales.5 Será necesario poner más atención a factores que influ- yen en las desigualdades en el ambiente de inversión y el acceso al mercado, y las desigualdades entre individuos y datos de gobernabilidad del Banco M hogares. Hacer esto requerirá de un análisis empírico cui- alto de tendencia de amiguismo ocurr dadoso que combine los enfoques de la ciencia económica niveles intermedios de democratizació y social. Un análisis reciente por Hellman y Kaufmann la mayor parte de América Latina. Ap (2003) acerca de la relación entre "las desigualdades de influencia ventajosa a los grandes y p influencia" en el sector de los negocios y la calidad del cia de amiguismo se asocia también ambiente institucional es sugestivo de la importancia de instituciones públicas, como es discut estos asuntos . Este problema está también estrechamente En sociedades con niveles altos de ten relacionado con uno de los temas generales de este infor- mo, las firmas confían y utilizan los me: hay una relación circular entre instituciones débiles y pagan menos impuestos, y tienen der desigualdades de poder, riqueza y posición. Hellman y menos seguros; el soborno es también Kaufmann (2003) construyen un índice de "la tendencia La figura 8.4 ilustra este problem de amiguismo" o tráfico de influencias que es "percibida extensión de actividadeseconómicasex por la firma como la diferencia entre la caracterización de y Kaufmann (200 3) sugieren que est la firma acerca de la influencia de individuos O firmas con llevar a una dinámica autofortalecedo vínculos cercanos y personales con líderes políticos, y la nor apoyo para las instituciones pú influencia de su propio negocio o asociación comercial so- debilidad de las instituciones y, a su ve bre leyes, reglas y regulaciones recientemente decretadas bilidad más grande de su captura po que afectan su negocio" (Hellman y Kaufmann 2003, p. yentes. 9). En casos extremos, el resultado es la captura del Esta- Como siempre, uno debe ser cautelo do, o el uso de medios ilegales por grupos privados para interpretar los resultados a través de pa obtener políticas favorables. Este fenómeno se ha docu- nuevos trabajos exhaustivos para expl mentado bien en el caso de Rusia y otros Estados sucesores mos aún más. Sin embargo, vale la p de la antigua Unión Soviética, pero hay también evidencia temas considerados aquí son coheren de análisis globales y encuestas empresariales recientes actual en la literatura política de la eco que atestiguan por lo menos la percepción de su impor- nes distributivas nuevas que surgieron tancia en muchos otros lugares. (~r Kaufmann, Kraay y zación y podrían aprovecharse de m Mastruzzi 2003 para un resumen de los resultados de en- asegurar mejores tratos. (~r Schamis ( cuestas). cusión en este punto en el contexto de Una encuesta global encuentra una relación en forma Un asunto complementario concie de U invertida entre el índice de la tendencia de amiguis- asociaciones de negocios, especialmen mo y un índice de la voz y la responsabilidad democrática, presentan a las firmas pequeñas y medi como es indicado en la figura 8.3, y utilizando la base de cionó arriba, el índice de la tendencia cera Italia", no fue un producto d sino de la actividad asociativa vib los servicios específicos a las firmas Bajo 0,0 +----==----------,----------, sos de formalización y reconocimie 0,0 0,5 1,0 tra bajadores (ver recuadro 8.2). índice de tendencia al amiguismo Bajo .....l--------------i.~ Alto 8.2 Políticas de mercado labo Fuente: Hellman y Kaufmann (2003), World Economic Forum (2003) y desigualdad' (Resumen Ejecutivo) para 80 países. ¿Puede n las políticas y las instituc señadas llevar a mayor igualdad si en eficiencia? Al igual que con las generales, allí están divididas agu gran parte un producto de las percepciones de estos gru- sobre esta pregunta. Una escuela d pOS. Trabajos relacionados de comparación entre países que las inflexibilidades en el merca encuentran una relación positiva entre la importancia y la tos de protección y privilegio para actividad de tales asociaciones y medidas del desempeño les son fuentes de desigualdad más institucional. Esto es consecuente con la evidencia de estu- interior del sistema" (insiders) y los " dios de caso acerca del papel potencial de tales asociacio- respecto a políticas de trabajo e ins nes en transiciones que se alejan de relaciones clientelistas como fuentes del crecimiento más ent re el gobierno y los empresarios. Existe literatura sobre jos. Otra escuela de pensamiento este asunto en países desarrollados, mientras que Angell, laborales del Estado son esenciales Lowden y Thorp (2001) docum entan patrones relaciona- nes de trabajo decentes, redu cir el dos en su análisis comparativo de experiencias en distintas de los vulnerables, y proporciona ciudades intermedias colombianas. seguridad de ingresos contra la pér La agen da de políticas relacionada con la tendencia al medad y vejez. Descifrar estos asun amiguismo involucra construi r la base institucional para una de (e importante) (ver Wo rld B mayo r transparencia, menos corrupc ión, mejor gobierno discusión general). El diseño de la corporativo, y regulación más efectiva. Esto probablemente plejo, y la literatura sob re el asu imp lica alianzas entre formas nuevas de go bernabilidad especificidades deben ser trabajada (como es discutido en el capítu lo 5) y las asociaciones em- textos particulares. Al igual que c presariales, especialmente aque llas que representan a las biertos en este informe, la discusión firmas pequeñas y medianas. a unos pocos temas generales de p Aunque al reducir la influencia desigual en "la cima" y La política y las instituciones la reforzar la eficacia de las insti tuciones proporcionará apo- arreglo "impío" en gran parte de yo general para el tra tamiento más igual a través de las medida en que aque llas hacen una firmas, hay que considerar también problemas especiales sultados del mercado laboral, esta relacionados con el sector informal. Los participantes son el contexto de cubrimiento parcial. A sumamente heterogéneos, incluyendo a trabajadores au- se asocia con privilegios diferencial tónomos junto con empresas micro y pequeñas, así como implícitos a los outsiders; las provi firmas medianas y grandes con prácticas informales (espe- social en muchos países son un eje cialmente con respecto al emp leo). Existe una extensa lite- tam bién áreas en donde las instituc ratura acerca de condiciones y políticas, y se pueden hacer resultados inflexibles e injustos. dos puntos clave en este contexto. Primero, hay una agen- Los sindicatos de maestros son u da de medidas proactivas para mejorar el ambiente em- tución laboral que a menudo (aun presarial y de inversión para las firmas pequeñas y medianas siempre) ha sido un estorbo a refor de 1950, situándose en el puesto 40 entre las 95 provin- con el crecimiento de la productivida cias italianas en términos de ingreso por habitante, a es- proponente importante para condicion tar a la cabeza de la lista en 1980 y ser una de las áreas nas y organización eficiente. Elprinci más ricas en Europa. jnento utilizado fue 10 que Criscuolo Parte de esta historia proporciona lecciones acerca de cargas para el desarrollo" o la provisió la dinámica de las firmas pequeñas en países en desarro- servicios administrativos (en las área llo hoy día. Como Criscuolo (2002) argumenta en un administración de nómina, y asesor estudio de caso de firmas en Bolonia y Modena, el creci- orientado a la producción (en las área miento dinámico no surgió en la forma de favores espe- productores, parques industriales, y c ciales de gobierno ni en alivio de cargas ni desregulación vación). Estas actividades ayudaron a generalizadas. En el contexto de países en desarrollo, ñas a conformarse a las regulaciones for Tendler (2002) ha discutido que tales enfoques se arries- recomendó y a sostener los niveles alt gan a confinar al sector de pequeña empresa a la política de productividad. social, y lo dejan vulnerable ál intercambio de favores o Un sector de pequeña-escala notab alivios por apoyo político. Dos elementos del diagnósti- surgió como producto de la movilizac co de Criscuolo (2002) son destacables aquí. Primero, la tral del apoyo deliberado, proactivo y actividad asociativa vigorosa fue central a la dinámica asociación. Esto ayudó a las firmas de del sector y sus interacciones con el Estado. La Confe- el "camino alto" al desarrollo de la p derazione Nazionale dell'Art ígianaro (la Confederación Mientras el contexto institucional e Nacional de Artesanos, o CNA) surgió de la resistencia específico a la geografía y la historia, antifascista en las décadas de 1930 y 1940, y tuvo cerca- tencialmente valiosas por aprender pa nas conexiones con el movimiento comunista. Llegó a mercados en América Latina. ser el actor clave para el sector de pequeña-escala en términos de interacciones con los gobiernos en la Fuente: Criscuolo (2002). educación de mayor calidad y más equitativa, un área de países latinoamericanos son razonabl la importancia fundamental para la expansión de capaci- los ajustes generales del mercado labo dades más iguales. (Tales casos reflejan un "acaparamiento ferencias importantes entre, por ejemp de la oportunidad," en el idioma de los sociólogos). Más flexible México y la Argentina), pero generalmente, mientras los sindicatos a menudo han ayu- otro lado de la moneda de tener grand dado a mejorar las condiciones de trabajo de sus miem- les cubiertos débilmente por condicio bros, esto lleva raramente a mayor igualdad. Los efectos males. Los salarios mínimos generalm estimados son generalmente insignificantes. En el caso de modestos y ligeramente a favor de l Brasil, los sindicatos parecen llevar a mayor desigualdad estructura de salarios, pero esto es co de salarios. Esto ocurre porque, en contraste con los países ducciones en el empleo, especialment de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Econó- jóvenes, poco calificados y mujeres (W mico (OECD por sus iniciales en inglés), los trabajadores Donde es significativa su exigibilidad sindicalizados tienden a estar en los sectores más califica- lombia, los salarios mínimos probable dos y mejor pagos de la distribución salarial general. a bajar los niveles del empleo formal. El Otro lado de esta situación muestra que segmentos Lossectoresinformalesgrandes son s grandes de la fuerza laboral no son cubiertos por la acción crecimiento del empleo formal y una r sindical, ni protegidos en términos de estándares de salud, beneficios de formalización, tanto para de la discriminación, ni del abuso, ni se les proporcionan para trabajadores. Sin embargo, esto siquiera formas básicas de seguridad de ingresos. Muchos trabajadores en el sector informal esté susceptible a desigualdades socialmente basadas. Como Costa Rica tiene más rigidez (cuya argumentan Heller y Mahoney (2003), debido a que el un índice de los costos de despido sector informal está en gran parte por fuera del alcance del niveles más bajos de informalidad q Estado y las transacciones en su interior son en gran parte nicana. En una comparación exha extralegales, el éxito es a menudo dependiente de redes y laborales en estos dos países, Itzigs mecanismos no-institucionalizados de reducir los costos de este patrón es el producto de una la transacción. En otras palabras, "El acceso al capital, el Costa Rica que ofreció más apoyo a control del espacio y mercados, la exigibilidad de las tran- jador y las condiciones de trabajo sacciones, y mantener redes de compradores y vendedores, República Dominicana. Los efectos todas implican por lo tanto controlar el acceso a un recur- por tanto resultado del impacto en so o una red erigiendo barreras fuertes de etnia, género, instituciones, así como de los detal comunidad, y raza. Las redes criminales, con sus profun- Tercero, las reformas en el área dos lazos de sangre, rituales de asociación, y altos costos de deben seguir siendo implementad existencia son sólo el caso extremo" (Heller y Mahoney lograr una forma más equitativa d 2003, p. 41). riesgo para todos los trabajadores Se muestran aquí varias direcciones que se podrían to- tulo 9). mar para lograr una política laboral más equitativa, en el Cuarto, los sindicatos tienen un espíritu de buscar extender derechos laborales a todos y gar en el puesto de trabajo y en la so aumentar la flexibilidad en aquellos sectores del mercado to en el que aquellos funcionan in laboral que están relativamente protegidos. Estas políticas distributivos de sus actividades. D pueden ser encuadradas generalmente en términos de in- han convertido en medios para p centivos crecientes para la formalización por reducción de imponen costos en otros --especialm costos y beneficios crecientes. tunados- entonces más flexibilidad Primero, las políticas que sostienen el sector informal un contraste entre los movimiento son necesarias (como fue notado en la sección anterior). En corporaron efectivamente en estruc particular, los países latinoamericanos deben buscar ma- tado (México, por ejemplo) y aq neras innovadoras de aumentar la productividad de las horizontales más fuertes (como en firmas en este sector y facilitar su participación en institu- tienen más probabilidad de actua ciones formales. El sector informal no se debe ver exclusi- ses de grupos más amplios de trab vamente como un pool de trabajadores excluidos del empleo bres. (Esto no quiere decir, sin emb formal debido a regulaciones excesivas, sino como un gru- todavía defender vigorosamente los po de empresarios, y de sus empleados, que necesitan apo- bros). yo y políticas amistosas para crecer y triunfar. Talespolíticas Finalmente, no hay contradicció incluyen la reducción de costos de transacción, la disponi- dicatos, regulación del Estado, y la bilidad del crédito y mecanismos formales a través de los nomía global por la vía de una "ruta cuales éste pueda operar, y,más importante, las leyes labo- Esto es ilustrado por un caso de p rales que permitan a las firmas adaptarse a condiciones cultivos de alto valor orientados económicas cambiantes. Nordeste del Brasil (recuadro 8.3). Segundo, las leyes de mercado laboral y los procedi- elemento importante de un cambio mientos de fijación del salario mínimo deben valorarse con integración que ha beneficiado tanto cuidado en cada país. Los objetivos duales deben ser des- a las firmas, especialmente a nivel montar la rigidez excesiva y reducir el impacto del salario específica. Los casos en que la produ mínimo en el desempleo. Más específicamente, desmontar la cooperación a nivel nacional so la rigidez excesiva quiere decir darles a empleadores y a difíciles de encontrar en América L empleados mecanismos eficientes para adaptarse al ciclo ejemplo, con el papel del movimie empresarial, que entonces se reflejarían en tasas de empleo desarrollo de ese país (de Ferranti y índice de rigidez del mercado laboral Fuente: Heckman y Pagés-Serra (2000) y la base de datos de Laborsta. 8.3 Desigualdad y crisis macroeconómicas distributivas de las crisis? ¿Ofrece la La inestabilidad macroeconómica ha sido el gran enemigo informe nuevas luces acerca de posible del desempeño económico a largo plazo en América La- ca que sean mejores para reducir la de tina. Las crisis periódicas han sido fuentes de cicatrices las crisis? Cada una de estas cuestion sociales penetrantes y profundas sociales. En decenios re- orden. cientes, la crisis de la deuda de la década de 1980 trajo el fin de un período prolongado de crecimiento que había ocurrido en gran parte de la región, aunque dicho creci- ~'Qué causa las crisis macroeconómi miento había ocurrido en términos sumamente desigua- Factores próximos y profundos les. Para principios de la década de 1990, la mayoría de los Partes anteriores de este informe explo países pareció haber alcanzado una situación de política tituciones débiles y desiguales pueden macroeconómica más sana y las reducciones de deuda ba- con respecto a procesos a largo plazo d sadas en el mercado habían ayudado a reducir el efecto nes subyacentes de política. Alguna latente de dicha deuda. Sin embargo las crisis continuaron tucionales pueden ser verdaderamente golpeando la región en la década subsiguiente. Las crisis poderosos. ¿Pueden las instituciones de 1994-1995 en México y de 2001-2003 en Argentina se ser también fuente de inestabilidad m recordarán tanto como las ganancias constantes en salud y resolución desigual de las crisis? Los educación que ocurrieron a través de la región durante este para la causación de las crisis han sid tiempo. las políticas macroeconómicas defectu Las causas de crisis-así como de las políticas macroeco- las asociadascon el gasto público exces nómicas, financieras, y de administración de deuda ópti- sobrevaloradas, y manejo monetario la mas para prevenir y manejar las crisis- son un área inmensa bien documentadas entre tales factores del estudio. La literatura y los debates no están resumidos flación alta, y crisis cambiarias y banca aquí, pero en cambio se examinan las crisis mediante el bido correctamente atención significati prisma de las preocupaciones y contenidos de este infor- parte de instituciones financieras inte me. ¿Hay alguna conexión causal entre instituciones débi- objetivo de lograr mejores políticas ma les y desiguales y crisis? ¿Cuáles son las consecuencias prevenir las crisis. Tras la crisis de deu importante en el cambio de prácticas laborales que ofre- escala de Brasil del Sudeste con ex cen mejores condiciones de trabajo y a lavezlogran mayor ciación colectiva, en contraste co productividad -así como, de manera.' errante, alta azúcar a g anescala más tradicion calidad- enunárea exitosa de la agriciil \t:l.e la expor- estaban a brados a relacione tación. Este resultado fue facilitado por una combina- flictivas de.trabajo. ción de condiciones de mercado y la estrategia e historia de actores institucionales. La importancia crítica del Fuente: Damiani (2003). 1980, las tasas de cambio realistas, políticas monetarias des de la moneda. Estos problemas prudentes y manejo fiscal sano fueron centrales a las plata- do a su vez la insolvencia corporat formas de la política recomendadas para, y eventualmente das recesiones. adoptadas por, los países en América Latina. Hubo ganan- Un tema de relevancia para es cias importantes asociadas, en particular, con reducciones brayar aquí. Como en muchas á grandes en la inflación. La mayoría de los estudios encuen- capítulos, los procesos económicos tra que la inflación más baja tiende a tener efectos positi- ciones institucionales. Las instituc vos en la distribución de ingresos. relacionadas con la desigualdad e Las ganancias sustanciales en estas áreas de política pa- los capítulos 4 y 5) pueden tener recieron llevar a un período de estabilidad. Sin embargo, la ocurrencia de las crisis. H ay u esto ha cambiado con la crisis de 1994-1 995 en México, entre instituciones débiles e inestab los efectos de las crisis de Asia del Este y Rusia en 1997 y como queda ilustrado por la relac 1998, y dificultades macroecon órnicas en países tales como medida del grado en que el Ejec Argentina, Bolivia y Venezuela empezando en 2000. Cla- instituciones nacionales y la desvia ramente todos los problemas no se habían resuelto. En el miento en el producto interno b campo de la economía, estas y otras crisis (incluyendo las Esta asociación no dice nada ace que ocurrieron en Europa durante la década de 1990) algunos estudios proporcionan un ayudaron a crear una gama de pensamiento nuevo. Las inferencia de algunos procesos cau perspectivas recientes han subrayado los problemas de Un ejemplo del trabajo empíri asimetrías de información en los mercados financieros, la estudio reciente de Acemog lu y o posibilidad de equilibrios múltiples equilibrios con altos y las relaciones entre políticas macro bajos flujos de capital externo los flujos externos bajos de nes, e inestabilidad macroeconóm la capital, discrepancias entre los balances gubernamenta- taleza de las instituciones es una fu les y los de los sectores corporativos y financieros, y la dé- y principal detrás de la inestabilid bil regulación y desempeño del sector financiero." festar por políticas macroeconómi Aun cuando las políticas monetarias y fiscales son razo- cuadro 8.4) . nablemente sanas (como lo eran en gran parte del Este de Este análisis es útil, pero no exp Asia antes de desatarse la crisis), las oleadas en influjos de pecíficos de crisis. Dos son probab capitales reforzadas por la liberalización prematura o mal cia y yacer en la intersección de diseñadas de la cuenta de capitales, así como la regulación desigualdad: la administración de y la supervisión prudenciales débiles, han llevado a la acu- y la relación entre la influencia desig mulación excesiva de deuda externa y bonanzas crediticias del sistema financiero. a corto plazo retumban. Este patrón se invirtió rápidamente Con respecto a la admi nistració cuando terminaron las bonanzas, y llevó a descensos agu- tivo, hay una tradición del trabajo dos de precios domésticos de activo y devaluaciones gran- las peleas entre grupos pueden ten 15 ·· 10 ·· ·· · 5 ! · · O+----....,------r------r-----r-----.------.r-------.-- O 2 Fuente: Cálculos de autores, utilizando estadísticas del Banco Mundial y la base de datos Polily IV para limitaciones sobre el en el conducto de la política macroeconómica. (~r Bates veles de la deuda- llegan a ser pronos 1981 para un trabajo seminal sobre este tema). La interac- cantes del desplome del crecimiento un ción entre la lucha distributiva y la debilidad institucional las medidas del conflicto e institucion es ilustrada en el trabajo a través de países por Rodrik administración del conflicto. Las discus (999). Ese análisis procura explicar los impactos varia- me (especialmente en los capítulos 4 y bles de los choques de la década de 1970 en el crecimien- to de vista de que América Latina es to, en términos de la interacción entre el conflicto social región de grandes fisuras sociales e in latente o luchas distributivas por una parte, y las institu- incluyendo limitaciones débilesal poder ciones para la administración del conflicto por la otra. El se compara con el Este asiático y los pa estudio mira en particular las diferencias en el crecimiento Completar este tipo de historia requer durante 1960-1975 y 1975-1989, períodos en los que la cuidadosa sobre estudios de caso. Un e mayor parte de América Latina sufrió un descenso signifi- ráneo vívido es Venezuela, donde el con cativo en el crecimiento económico mientras Asia Orien- co y un paro relacionadode la industria d tal de hecho experimentó una aceleración del crecimiento; directamente a una caída de aproxim esta diferencia ocurrió a pesar de que ambas regiones ex- PIB entre marzo de 2002 y marzo d perimentaran los choques. menos dramáticos ocurrieron también Los países que experimentaron los descensos más gran- dad del gobierno para dirigir "pactos des en el crecimiento no fueron necesariamente los que más agotada a partir de mediados de sufrieron los golpes más grandes, sino aquellos con una una tendencia a su vez limitó la habil combinación de sociedades más divididas (medido por ín- para resolver los conflictos distribu dices de desigualdad o diferencia socialentre grupos) e ins- semicorporatistas. Esto es un ejemplo tituciones débiles para la administración del conflicto (cuya mente porque la democracia venezola variable sustitutiva son los indicadores de calidad de insti- bre la base de un pacto explícito entr tuciones gubernamentales, el imperio de la ley, derechos élites, así como el uso deliberado de democráticos, y redes de seguridad social). En el análisis distributivas -pero no redistributivas- de Rodrik (999), las influencias más convencionales en la los recursos públicos abundantes cread vulnerabilidad económica - incluyendo la apertura econó- petróleo. Este esquema trabajó por un r mica, la participación del consumo del gobierno, y los ni- siguió mantener estabilidad macroec macroeconómica, así como menor crecimiento, en las el período colonial. Esta medida pasadas décadas. La pregunta es si el final de la historia ambiente tiene correlación con m es que los gobiernos cometen el "el error" de escoger recientes, pero no hay ningún mot políticas malas que luego causan inestabilidad. ner alguna influencia directa en p Un punto de vista alternativo es que las opciones de micas actuales. política así como la inestabilidad económica reflejan am- Cuando el análisis de influencias bos debilidades institucionales fundamentales. Por ins- emprende utilizando la mortalidad tituciones, los autores entienden un "grupo de arreglos un instrumento para identificar el sociales que incluyen los límites constitucionales y socia- históricamente determinado de c les sobre el poder de los "políticos" y la "élite", el impe- nales recientes, la relación entre po rio de la ley, las provisiones para mediar las brechas macroeconómica desaparece en gr sociales, la aplicación fuerte de los derechos de propie- medidas de fuerza institucional si dad, un mínimo de igualdad de oportunidades, y el ac- mente significativas. Esta tendenc ceso de base amplia a la educación, etc."a (ver también la en que las políticas macroeconóm discusión en el capítulo 5). El argumento clave en esta exógenas (lo que generalmente s consideración es que las debilidades institucionales para favorecer la influencia de tales tenderán a bajar la inversión y aumentar la inestabili- riables son verdaderamente endóge dad y políticas, por ejemplo a través de la incapacidad valores rezagados de políticas mac para manejar las luchas distributivas. La evidencia a tra- zan como instrumentos. Hay apoy vés de países a favor de este argumento es proporcionada de la sobrevaloración de tasa de ca explorando la relación empírica entre políticas macroeco- papel de la inflación ni de medid nómicas -un indicador de la fuerza institucional que y déficit. Los autores sugieren que utiliza un índ ice de limitaciones sobre el Ejecutivo de lidades institucionales fundamenta la base de datos Polity IV- y las medidas de inestabili- tenderse a las crisis en varias m dad econ ómica, incluyendo la desviación estándar del mecanismos ge política macroeco crecimiento y descensos más grandes en la producción. rutas microecon órnicas. Esto es El desafío empírico es que las políticas y las institucio- trado por los estudios de caso de A nes macroeconómicas probablemente son endóge- nas , o reflejan la influencia de variables omi tidas. Para tratar con esto, los autores utilizan una estrategia de a. Acemoglu y otros (2002), p. 4. identificación basada en el punto de vista sustantivo Fuente: Acemoglu yOtrOS (2002). niveles bastante respetables de crecimiento durante las carte ras mañas de crédito). Esto e décadas de 1960 y 1970. cular a interpretaciones de algunas La segunda área en donde las debilidades institucionales tes que no se basaron en negligen se pueden asociar con las crisis es por las conexiones ent re referidos aquí no son de ninguna m la influencia desigual del sector corporativo y el funciona- en la investigación empírica de in miento del sistema financiero. Como se señaló en la sec- cas macro, instituciones, e inesta ción 8. 1, "la tendencia al amiguismo" se asocia con una análisis a través de países y, quizá l gama de debilidades en instituciones. En la medida en que te, estudios de caso en profundida este fenómeno debilita las prácticas de préstamos y la con- una literatura económica extensa s duer a prudencial del sector financiero, puede tener una ya existe. Las cuestiones relacionad influencia perniciosa en la causalidad de crisis (vía la ex- conexiones institucionales con la de pansión excesiva del crédito) y la dinámica de crisis (por sólo algunos de los mecanism os di macroeconómicas igualdad en este período. Las crisis macroeconómicas afectan a la sociedad de múlti- Morley (2001) encontró que durant ples maneras. Cuatro canales económicos de influencia se las recesiones llevaron típicamente a a subrayan en la mayoría de las investigaciones: el impacto gualdad, mientras las recuperaciones de la demanda reducida sobre los trabajos, salarios, y en nor desigualdad. Sin embargo, Morle los ingresos de la empresa; los cambios en precios; el recor- ningún patrón claro de respuesta a la te del gasto público; y los cambios en el valor de los acti- micas durante la década de 1990 . B vos." Al tiempo que los hogares y comunidades responden mundial, Ravallion y Chen (997) no a estos efectos, los efectos secundarios pueden ser sentidos nes generales de cambio en la distribu en términos de decisiones de hogares sobre educación o rante episodios de caídas macroeconó salud, el trabajo aumentado de mujeres y otros trabajado- de las regiones, con aumentos y desc res secundarios, el agotamiento de activos financieros, y la proporción aproximadamente semeja dependencia en redes sociales de apoyo. ción en la década de 1990 fueron los Muchos observadores subrayan también los costos de la antigua Unión Soviética, que expe las crisis macroeconómicas al tejido social, cuando los in- tos significativos en la desigualdad d dividuos son forzados hacia actividades ilegales, o cuando caída a gran escala de los ingresos. (E hombres y mujeres jóvenes se adaptan a oportunidades ramente con los cambios institucional adversas cambiando a las culturas de drogas, de la violen- sucedieron durante la transición desde cia, o de la prostitución antes que a la adquisición de habi- Bank 2000d»). lidades y trabajo productivo. Los efectos adversos pueden Aunque hay alguna evidencia de que ser persistentes (un fenómeno conocido como "hisr éresis" la desigualdad, algunas veces, la may en la jerga de economistas), por ejemplo por pérdidas en el sultados sugieren que no hay un patró capital organizacional, humano o social, que pueden to- cia de choques adversos sobre la dist mar tiempo considerable para reedificar. Como un ejem- (por lo menos no en la parte de la dis plo, es sorprendente que la violencia personal en América por encuestas ; ver abajo). Esto es adic Latina aumentó en la década de 1980 y luego no bajó aun por evidencia de estudios de caso, por cuando las economías se recuperaron en la década de 1990. to al contraste entre México y la Arge (Para más sobre este tema, ver Fajnzylber, Lederman y años. Con respecto a la crisis mexicana Loayza 2000). Tequila", López-Acevedo y Salinas Esta sección mira tres categorías de evidencia relaciona- pérdidas relativamente altas en el dec da con los efectos de las crisis macroeconómicas. Primero, tribución de ingresos, para quienes la se resumen los resultados de estudios sobre la distribución gresos totales disminuyó del 42,3 % e de ingresos, medida por encuestas de hogar y vía el gasto. 1996. Esto fue la fuerza principal det Segundo, se discute la información sobre la distribución coeficiente Gini de 0,534 a 0,519 dura entre el trabajo y el capital. Tercero, se consideran los as- tabla 8.2 muestra el patrón de caída pectos distributivos de la resolución de crisis por canales entre 1994 y 1996 . del sector financiero. Pese a que estas dos últimas fuentes ¿Por qué perdieron los grupos más son relativamente nuevas y representan esfuerzos iniciales rante la crisis? Quizá se podría esperar de investigación, tienen una particular relevancia en los golpeados con especial fuerza por pér asuntos discutidos a través de este informe. nancieros tras los descensos del precio ciados con la crisis cambiaria y financie Los efectos en la distribución de ingresos haber ocurrido lo contrario, por lo me ¿Se distribuyen desigualmente los costos de las crisis? A descenso en la participación de los menudo se afirma que los pobres sufren más cuando una impulsado por descensos agudos en ga crisis golpea . Trabajos pasados revelan de hecho un retrato el sector financiero y otros sectores de mixto en esta consideración. Con respecto a influencias en dos. En contraste, la contribución de 6 7,6 -20,0 Es posible que esto haya ocurrido a causa de ganancias 7 6,0 -20,9 sobre dinero que fue sacado exitosamente fuera del país, 8 8,6 -22,6 justo antes de la crisisy que consecuentemente experimentó 9 8,7 - 21,5 ganancias de capital cuando la tasa de cambio se desplo- 10 14,5 -24,1 mó. Esto es sólo un retrato parcial. Ocurrieron también 5% superior 17,5 -24,7 grandes movimientos de precios de activos que impusie- 1% superior 18,4 -23,9 ron pérdidas de capital a los tenedores de activos mexica- Fuente: Cálculos de los autores a partir de en nos, especialmente aquellos activos denominados en pesos. de hogares en México. (El papel del sector financiero en la redistribución se dis- cute más adelante). El resultado que afirma que las ganancias laborales se nanzas altamente remunerados, que volvieron ligeramente más iguales durante la crisis mexi- por la crisis. cana es consecuente con hallazgos por Sánchez-Páramo y En contraste, la Argentina cambi Schady (2002) en un estudio de seis países latinoamerica- de alto desempleo aún durante los nos importantes, que indicó que la prima colocada a la buenos de la década de 1990. Este c educación terciaria tiende a caer durante las crisis. Esta desempleo involuntario alto debido premisa es también coherente con un análisis internacio- flexibilidad relativa de precios relat nal de influencias en la distribución de ingresos por López con una tasa de cambio fija y baja in (2003) que encuentra que las crisis bancarias tienen efec- te, la influencia de las políticas de tos proigualdad en ingresos medidos después de controlar crisis argentina aumentó el desempl para una gama de otros factores . Nuevamente, para la lo al 21,5% en mayo de 2002 antes mayoría de los países, los ingresos medidos del hogar son en octubre de ese año. La subida en dominados por ingresos laborales, y los ingresos de capita- la devaluación de la tasa de cambio lesson severamente subreportados. En la Argentina, la crisis censos grandes de los salarios reale reciente ha llevado hasta ahora a un empeoramiento sus- en la pobreza. tancial en la desigualdad, con un aumento en el coeficien- Una comparación entre Argentin te Gini de 0,49 en 1999 a 0,55 en 2002. (En contraste con lección general: la manera como las México, los ingresos financieros informados en la Argenti- bución a través de hogares es cond na son tan pequeños que son inverosímiles y por tanto no del mercado laboral, la incidencia s son analizados.I Como resultado, la razón de ingresos entre I versos, y la manera como el mercad los deciles superior e inferior subió de 15 veces en 1999 a La discusión anterior se refiere a l 28 veces en 2002 (comparada con 11 veces en 1990). Las cias de ingresos medida en encuesta diferencias entre los dos casos son indudablemente com- ra tres canales de influencia: los plejas, pero uno de los contrastes más llamativos está en laboral, los precios relativos, y los los ajustes del mercado laboral. México tiene hace mucho capital no humano. Aunque ningún tiempo un patrón de ajuste en el fondo del mercado labo- tos distributivos sea evidente, es im ral en el que las firmas y los trabajadores ajustan por re- los impactos en la pobreza son ind ducciones en salarios reales-ya sea basado en cambios hacia sos, ya que los descensos en ingresos trabajos menos bien-pagados (por ejemplo, en el sector sonas no pobres hacia la pobreza y informal), o descensos en los salarios reales que son facili- de los que ya lo son antes de una c tados por la inflación. Durante la crisis Tequila, el desem- proporcional en ingresos a través d pleo despegó , pero luego disminuyó rápidamente al 3% gresos probablemente le dolerá má un par de años más tarde. En la cima de la distribución de fondo ; una disminución de 10% en ganancias laborales, en contraste, el período de la precrisis en la pobreza es más costoso en térm había visto aumentos grandes. Esto era especialmente ver- estos últimos que para los que está dadero en sectores líderes tales como los servicios y las fi- partes superiores de la distribución 5 65,3 67,5 2,1 2,8 6 107,4 90,4 2,9 3,0 7 141,0 134,9 3,2 3,8 8 161,8 147,2 2,8 3,3 9 257,3 264,7 3,2 4,2 10 1.444,1 1.535,0 7,1 10,0 5% superior 2,524 .1 2.833,4 8,8 13,1 1% superior 7,416.5 8.448,1 13,1 19,4 Fuente: Cálcu los de los autores a partir de encuestas de ingresos y gastos de hogares en México. Este resultado aplica con fuerza aún mayor a hogares Esta tendencia a su vez afecta la ca que viven en la pobreza extrema, que tienen generalmente déficit y aumenta el lastre del servicio recursos insuficientes para comprar alimentos adecuados o de depreciaciones de tasa de cambio p pagar gastos médicos, especialmente durante recesiones jera y doméstica denominada en dóla profundas o prolongadas. (Vér de Ferranti y otros, 2000). mas de riesgo. Durante la desaceleració Además, ciertos individuos y hogares pueden experimen- de la década de 1990, dos excepcione tar caídas mucho mayores en ingresos, un fenómeno que Chile, que había desarrollado la credib se esconde en datos basados en promedios. Los descensos presupuestarios para ejecutar una pol grandes de ingresos para individuos y hogares son preocu- Bolivia, un país dependiente de financ paciones distintas a la pobreza crónica en términos de bien- y que por tanto evitó las vicisitudes de estar y políticos. (Vér Pritchett (2001) para un análisis de mercado privados. En el caso de Boliv Indonesia). Este hecho tiene implicaciones para el diseño 3,5-3,7% del PIE en 1999 y 2000 a 7 de instrumentos de redes de seguridad, como es discutido programas del Fondo Monetario Inte en el capítulo 9. Segundo, cuando las crisis inducen El otro canal principal que se ha estudiado en investiga- hay una tendencia a proteger las cate ciones pasadas concierne a la distribución del gasto públi- son prácticamente, legal, o políticam co yla distribución consecuente de servicios y transferencias. ajustar. Esto incluye el servicio de de Dos procesos generales son importantes en esta considera- las crisisson muy profundas y los paíse ción. Primero, en el agregado, el gasto público en la ma- empleo público permanente, y derech yoría de países latinoamericanos tiende a ser procíclico, cial (notablemente pensiones para tr expandiéndose en los buenos tiempos y contrayéndose en de sector público). Mantener a los ma los malos (ver el capítulo 9). Esta tendencia es impulsada en la nómina pública puede ayudar a por presiones políticas para aumentar el gasto cuando la ciossocialesbásicos, aunque pueda ha situación es boyante, la naturaleza procíclica de los senti- cuando las crisis son profundas y los mientos de mercado privados, y la propensión para "los ben sus salarios, o cuando los descens frenazos repentinos " en flujos de mercado cuando la situa- llegan a ser muy costososen términos d ción se deteriora (ver de Ferranti y otros (2000) y Calvo y complementarios. Reinhart (2000) para más sobre este punto). Las reversio- Además, hay evidencia de que los re nes agudas en flujos de capitales se asocian también con la porcionadamente a los programas (e falta de credibilidad dada a políticas fiscalescontracíclicas cionales) que son relativamente pro a causa de problemas de información asimétrica: es difícil muchos programas tienden a funcio que los mercados distingan entre una política fiscal, distribución de ingresos cuando se a contracíclica y prudente y la negligencia fiscal, especial- incluyen a grupos más pobres (ver el c mente cuando los gobiernos no han probado ser capaces tes de gasto trabajan en sentido opuesto de producir los superávit en los buenos tiempos. y 2002). De particular preocupación cional de ingresos entre trabajadores y dueños del capital turales. En particular, el comercio c en vez de la distribución personal a través de hogares. Hay capitales, y los déficit fiscales se as la evidencia de que la participación del trabajo en los in- nes más altas del trabajo en tiempo gresos disminuye durante las crisis y que hay alguna per- bién con caídas grandes .en parti sistencia en esta redistribución.13 cuando ocurren las crisis. Las fuentes subyacentes de información sobre partici- ¿Cuáles son los mecanismos detr pación del trabajo y el capital en las cuentas nacionales son Hay explicaciones próximas y prof diferentes a las contenidas en las encuestas de hogares. factores próximos, durante las cris Mientras estas últimas preguntan a los miembros de ho- los canales de precios, por una comb gar en dónde trabajan, cuánto ganan, y en qué gastan el censos de salario y empleo, tiende dinero, las cuentas nacionales se basan principalmente en desproporcionada en la participaci información de fuentes de producción (es decir, encuestas que los trabajadores obtienen. Los de firmas, estimaciones de producción agrícola, y estadís- los hogares -ya sea por cambios a t ticas de ventas). Típicamente sólo se dispone periódica- pagados o por la participación aum mente de información detallada acerca de la composición secundarios en la fuerza laboral- no del valor agregado -por ejemplo, a través de censos agrí- relativamente adversos en las cond colas e industriales y encuestas especiales de sectores de pleo. (Si lo hace, no se captura en l servicio-, así que es probable que las estimaciones de la al capital, la mayoría de los paíse distribución funcional de ingresos contengan inexactitu- confiado significativamente en ah des sustanciales. Este es especialmente el caso cuando el nanciar la inversión (dejándolos co sector informal es significativo. y vulnerables a fuga de capitales) y Los datos sobre participaciones del trabajo proporcio- des de precios de activos cuando l nadas aquí cubren primariamente al trabajo formal. A causa Típicamente las tasas de interés se de todas las limitaciones discutidas en el capítulo 2, las la fuga de capital, con lo cual prote encuestas de hogares son el instrumento preferido para sos financieros domésticos. obtener medidas directas del bienestar de los hogares y de En un nivel más profundo, la in cambios en el tiempo. Sin embargo, las fuentes de cuentas sas depende del punto de vista sub nacionales pueden ser superiores para capturar lo que le se determinan los resultados del m sucede a todas las fuentes de ingresos, incluyendo rentas mundo en el que los salarios son de capital. El hecho de que los ingresos de capital y los in- ductividad marginal - y son por ta gresos de los ricos aparentan estar relativamente mal captu- ples influencias institucionales o l rados por las encuestas agrega otra dimensión a la con las políticas sobre los salarios, interpretación de lo que sucede durante los episodios de al pago de cesantías-, la explicaci crisis. Para que los patrones del cambio en la distribución descenso desproporcionadamente a de ingresos en las cuentas nacionales reflejen cambios ver- del trabajo, relativo al retorno del daderos , cualesquiera influencias o inexactitudes tienen que rante las crisis. No es claro por qué ser las mismas durante el ciclo entero. Esto puede no ser el Alternativamente, si las relacione caso durante caídas económicas si, por ejemplo, los ingre- ampliamente, del poder, son una in sos del trabajo informal se subestiman y la participación los salarios privados y públicos, la e relativa de esta fuente de ingresos aumenta. descenso en el poder relativo de lo Con estas advertencias ya familiares acerca de la calidad una crisis. Bajo esta premisa, las cr de los datos en mente, se pueden examinar los patrones mecanismos para la resolución de resultantes. Utilizando una base de datos global, Diwan que no se han afrontado durante tie (2001 Y2002) examina la relación entre crisis (monetaria, nos. Esta última es la interpretaci bancaria o ambas) y la participación del trabajo. Estos es- (2001 Y 2002), quien ve las crisis tudios encuentran que la participación del trabajo cae las sociedades utilizan para "digerir llegado aún. En contraste, la crisis Ahorro y Préstamos (Savings and Loans El impacto de los "ajustes" del sector financiero dos durante la década de 1980 apena en la distribución de ingresos PIB. Mientras la evidencia estudiada aquí proporciona una par- ¿Cuáles son las dimensiones distri te importante del retrato, omite todavía algunos de los financieras? ¿Son rescatados los partic asuntos más grandes en juego. En particular, las crisis sector financiero a costa de grupos m monetarias y financieras son a la vez impulsadas por, y la del sistema financiero? ¿Ganan (relat causa de, grandes movimientos dentro del sistema finan- los participantes más ricos dentro del ciero, que a su vez tienen consecuencias fiscales significati- reciben ellos niveles más altos de la vaspara el futuro. Según una encuesta de 40 crisisbancarias, pérdidas, cuándo ocurren las crisis? E loscostos fiscales promedio fueron del 14,7% del PIB. Estos cedentes para este informe, Halac y costos se contrajeron a causa de una variedad de instru- encontraron evidencia de efectos distr mentos de resolución, incluyendo garantías para deposi- crisis por cuenta de ambos efectos. Lo FIGURA 8.7 La evolución de la participación del trabajo en Chile, México y Perú a.Chile b. México Ingresolaboralcomoparticipación - Ingresolaboral comoparticipación de ingresototal de ingresototal 60 60 55 55 50 50 45 45 40 40 35 35 30 30 25 25 20 +-rr...,--."-.--rr...,--."....,rrT""T-.-rr...,--.,,, 20 -hrrT""T-.-rr...,--."-.--rr...,--.,,....,r roo, ~" ~'?> ~", ~'\ ~o, ro" ro'?> ro'" ¡{;- roo, RJ" RJ'?> RJ'" RJ'\ 0,'00, 0,'\" q¡.'?> q¡.'"0,1' 0,'\0, 0,'0" 0,'O'?> 0,'0'" o,{} 0,'00, 0,0 , , , , , , , , , , "C!J "o, "o, "o, "o, "o, "C!J "C!J "C!J "C!J "C!J "C!J "C!J "C!J "C!J ~ ~ c. Perú I-- Añode crisis I Ingresolaboralcomoparticipación de ingresototal 60 55 50 45 40 35 30 20 -t 25 I ""T..,..,..,..,..,..,r-r-1,...,....,...,....rrrrT""T""T""T'"~~«~ roo, ~" ~'?> ~", ~'\ ~o, ro" ro'?> ro'" ¡{;- roo, RJ" RJ'?> RJ'" ~ "C!J "o, "o, "o, "o, "o, "C!J "C!J "C!J "C!J "C!J "C!J "C!J "C!J "C!J Nota: Los años de crisis se definen como años en los que por lo menos dos de tres de los siguientes ocurren: un 25% de crecimiento negativo, e inflación del 50%. Fuente: Cálculos de autor, basados en datos de cuentas nacionales. se estima en $112 mil millones (Honohan y Klingebiel dores eran predominantemente de 2000), con una importante cantidad adicional gastada para distribución (incluyendo algunos d tratar de prevenir la ocurrencia de la crisis con respecto al tras los perdedores estaban esparci apoyo de liquidez, intercambios (swaps) de bonos sobera- bución, con una tendencia proba nos, y financiamiento de inversionistas grandes que reti- pobres. ran dinero de proyectos. Halac y Schmukler (2003) utilizan Lacrisisargentina en curso propo el descenso de US $23 mil millones en las reservas del Banco Los efectos de la crisis todavía está Central entre febrero y diciembre de 1994 como unaproxy, diseño y los costos fiscales finales d con la cual estiman el costo total, fiscal y cuasifiscal de la todavía desconocidos. Sin embarg crisis en $135 mil millones. Esta cantidad representa cerca cambios que ocurrieron dentro de de un cuarto del PIB de México en 2000 y unas cuatro contexto de muy grandes reducci veces los $33 mil millones recaudados en capital por la aumentos en la desigualdad) asoc privatización durante la década de 1990. creciente, la caída de salarios, y r Los ganadores y los perdedores en las grandes transfe- elemento central de la administr rencias financieras en México pueden ser valorados aproxi- "pesificación" asimétrica de prést madamente examinando las características de distintos deudores gozaron de una conversió grupos sociales. Aquellos cuyas pérdidas fueron parcial o a una tasa de un peso por dólar, m enteramente compensados por los planes de solución eran convirtieron a una tasa de 1,4 pes accionistas, depositantes y prestatarios. Los accionistas en mercado del dólar era en ese mom México son principalmente individuos y familias ricos. Con Los depositantes encararon tam respecto a los depositantes, la evidencia de la distribución ros de dinero efectivo en cuentas b de depósitos para la Ciudad de México en 2000 encontró ron una reprogramación forzada d que sólo el 14% de la población tiene una cuenta de aho- pesificados. Debido a que el peso rros/débito y una proporción mucho más más pequeña tiene dólar en 2002 (antes de estabilizar una cuenta corriente o de depósito a plazo fijo. Entre los dólar en el primer trimestre de 2 que tienen cualquier tipo de cuenta, el 84% de los depósi- sufrieron una pérdida adicional de tos es tenido por individuos en la mitad superior de la dis- el contrafactual de una conversión tribuci ón, con el 36% de individuos que vienen del 10% superior de la distribución. Las tenencias de depósitos están claramente muy TABLA 8.4 sesgadas aún dentro de la Ciudad de México, que es una Costos fiscales totales de crisis financ parte relativamente próspera del país. La mayoría de pres- tatarios era del sector formal y, en particular, del sector corporativo a gran escala. Los dueños de este sector son País y episodio (e típicamente ricos y sus trabajadores vienen del centro de la distribución de ingresos. La mayor parte de los benefi- Argentina, 1980-82 ciarios de las transferencias financieras era por tanto prós- Brasil, 1994-96 Chile, 1981-83 pera para estándares mexicanos. Es posible que hubiera Ecuador, 1996-13,0 beneficios secundarios en empleo resultante de las medi- México, 1994-19,3 das de apoyo financiero, pero en la evidencia internacional AB de Venezuela, 1994-97 sobre rescates no se encuentra ninguna asociación entre el Indonesia, 1997- tamaño de una resolución y la producción. Corea, 1997- Las transferencias que sucedieron fueron financiadas por Estados Unidos, 1981-91 superávit presupuestarios más altos de los que habrían sido Nota: Los costos se refieren tanto a desem necesarias en ausencia de la crisis financiera. Es difícil juz- fiscales y son la suma acumulada . gar la distribución entre mayores impuestos y menores Fuente: Honohan y Klingebiel (2000). sitos de pesos como para losdenominados en dólares (figura Los países en América Latina tienen ni 8.8). Losgrandes depositantes sacaron dinero de sus depó- altos de inestabilidad macroeconómica sitos en pesos y dólares entre diciembre de 2000 y marzo nado con crisis, y existe evidencia para de 2001, con bastante anterioridad al descalabro final de de vista que afirma que las razones fun la economía en diciembre de 2001 (y antes del derrumbe anterior parten de instituciones débile cambiario y los ajustes del sector financiero que causaron chos países están en un sendero de m las pérdidas de capital ocurridas). Aunque los retiros se mayor desigualdad, con una mayor pr hicieron más comunes durante 2001, los pequeños depo- disruptivos de redistribución. Otros, n sitantes continuaron manteniendo dinero en el país en de- han desarrollado mecanismos fuertes pósitos denominados en dólares. ción económica y coalicionesampliame La escala de la fuga de capitales sumó cerca de US $12,9 manejan efectivamente los conflictos millardos en el año que terminó en diciembre de 2001 tenciales (ver el capítulo 5), y permiten (figura 8.9). Los que sacaron su dinero, experimentaron tivamente rápido y constante con un ganancias de su capital grande, en términos de poder ad- persistente. quisitivo en Argentina, una depreciación verdadera escar- pada de la tasa de cambio. Los activos privados extranjeros ¿Qué implica este patrón para las o netos en el primer trimestre de 2002 eran equivalentes al La administración macroeconómica cla 94% del PIB, superior al 20-30% de años anteriores. Como política con la cual se facilita el ejerc se especula en líneas anteriores, es posible que un fenóme- "poder de cliente" sobre la entrega del s no semejante pueda haber estado detrás de aumentos en go, debe haber un papel para el debate los ingresos financieros del decil primero durante la crisis indirectamente sobre los diseñadores Tequila de México, como se refleja en los (indudablemente bién sobre la relación entre el diseño incompletos) datos proporcionados por las encuestas de actores o las organizaciones que manej hogares. 15 tamente (tal como los ministerios de F FIGURA 8.8 Cambio cumulativo del porcentaje endepósitos a plazo fijo (por residencia Vtamaño) en Argentina Diciembre 2000-marzo 2001 Diciembre 2000-noviembre 2001 21,7 10.1 16,9 5,6 6,4 1.3 3,2 -56,8 Hasta 5 5-20 20-100 100- 500 Más Residentes Hasta 5 5-20 20-100 100- 500 Más de 500 extranjeros de 50 (en miles de dólares US) (en miles de dólares US) · Depósitosen pesos · Depósitosen dólares Fuente: Banco Central de Argentina, y Halac y Schmuckler (2003). Dic. 2000 Mar. 01 Jun.Ol Sep.01 Dic. 01 Mar.02 Dic. 2000 Mar.01 Jun.Ol Sep. 01 Fuente: Ministerio de Economía, Argentina. centrales, y los reguladores financieros). La discusión si- una continua y debilitante corrupc guiente organiza las implicaciones de política en cuatro fíciles entre el Ejecutivo y el Poder áreas, con el énfasis colocado primero en el papel de aspec- mas interactuaron con errores de po tos sociales y políticos fundamentales, y de las sugerencias a la divisa equivocada y aplicar p dadas luego para tres áreas que pueden ayudar a superar la sionistas durante la bonanza eco brecha aparente entre soluciones próximas y profundas. tructurales profundos (tal como dolarizado de facto), y un ambient bil- para producir la crisis profun Los fundamentos sociales y políticos del pasado reciente. (J;ér Perry y S El diagnóstico que afirma que las instituciones importan revisión de las causas económicas con respecto a crisis quizá lleve naturalmente a arreglar las Donde las crisis son producto d instituciones, de acuerdo con el punto de vista de que el políticas subyacentes, la solución a mundo acepta fácilmente tales soluciones. Algunas de las car cambios en estos campos o, co medidas de los pasados 15 años han sido tomadas en este ha llamado, el movimiento hacia u orden de ideas. Los ejemplos incluyen el otorgamiento de lítico". Hacer lo anterior involucra autonomía a los bancos centrales, las políticas sobre reglas de otro tipo efectivas, incluyentes y fiscales a nivel nacional o local, mayor transparencia en cuentas fiscalesy financieras, y reforzar la base institucional que está ligada de cerca con afront de los sistemas financieros. Aunque estos pasos a menudo nados con la desigualdad en la in han tenido efectos positivos, el análisis aquí sugiere que miento y en la riqueza, restringir l tales medidas no serán panaceas en las situaciones que y los abusos del poder (como fue involucran problemas subyacentes complejos e institucio- lo 5). nes débiles. En un equilibrio político bueno Un ejemplo llamativo de tales situaciones es Argentina, bien. Las alternativas de políticas y que durante la década de 1990 fue un alumno ejemplar específicos son de gran importancia para la comunidad financiera internacional. Este papel te- tos del régimen y no como un mec nía una base fuerte, ya que Argentina parecía haber salido la sociedad de los caprichos de po de su inestabilidad y pobre desempeño crónicos a través prueba de los políticos" (como lo e de una serie de medidas que movieron al país por un sen- Esto es completamente consistent dero más prudente. Sin embargo, los problemas se vertie- acerca del funcionamiento económ ron en otras direcciones en un ejemplo del efecto "sube y sencia de soluciones específicas gen baja". En otras palabras, cuando los conflictos subyacentes institucionales a los desafíos econó y las debilidades institucionales no se resuelven, los cam- éxitos ocurren cuando las sociedade pos de acción son empujados hacia áreas nuevas (Acemoglu, que encuadren con los contextos Johnson y Robinson 2002). (2003) para una discusión en esta Las manifestaciones de esta tendencia en la Argentina son, por supuesto, restringidas por fueron los controles fiscales débiles sobre las provincias, tica y las condiciones económicas fu de los pocos países en América Latina que ha logrado se- outsiders. guir políticas contracíclicas durante tiempos buenos, y Tales consideraciones de economí adoptó recientemente una regla fiscal que institucionaliza necesidad de instituciones más comp este enfoque. Estos procesos son producto de un equilibrio tración del riesgo que apelen a grupo político razonablemente efectivo. como a los pobres y que proporcion dad" para un segmento amplio de sólo una red muy focalizada para los Instituciones de manejo de riesgo y Pritchetr (997), Sumarto, Suryaha distributivamente incluyentes La combinación de programas dep La importancia de las redes de seguridad para mitigar los ciones en países específicos, pero ta costos de las crisisson un tema de interés tradicional de los picamente transferencias compren asesores de política, especialmente tras la crisis de deuda aceptables para los que están en la po de la década de 1980 (ver World Bank 1990) y la del Este blemente aquellas ligadas a la formac asiático. no), varias formas de medidas basad El apoyo para las redes de seguridad ha llegado a ser el obras públicas hasta el seguro de de estándar en programas apoyados por el Banco Mundial y para jóvenes y viejos que puedan ser a el FMI. Ya que es una mala idea crear instituciones y tiempos de la recesión. (Estos aspecto programas nuevos durante una crisis, se ha discutido que tensamente en el capítulo 9). dichas redes de seguridad deben desarrollarse independien- Poner a la administración del ries temente de una crisis, y ser diseñadas para entrar en ac- el centro de las políticas que se van a ción automáticamente cuando las crisisgolpean. (Para más lario importante en la política macro sobre esto, ver de Ferranri y otros (2000), Ferreira, Pren- y el desempeño de redes de segurida nushi y Ravallion (1999), y World Bank (2000b». ciapoderosa sobre lasopciones de polí El problema es que esto raramente ocurre y las redes de (Bourguignon 2000). Diseñar insti seguridad generalmente están fiscalmente restringidas (es- ministración del riesgo con base am pecialmente durante las crisis) y son inadecuadas frente al pérdidas y los conflictos distributivos problema. Hay también riesgos de que tales programas te a la política macroeconómica para r focalizados sean capturados y explotados políticamente. temente a los choques. 16 El programa de "Trabajar" establecido bajo la administra- ción de Menem en la Argentina, era justificadamente re- nombrado por su altamente efectiva focalización hacia los Políticas para cuando no se está e pobres (ver Jalan y Ravallion 1999 y 2003). Sin embargo, ejercitando "superprudencia'' en el programa llegó a ser también conocido por su captura financiera y de deuda política local, y perdió apoyo político con el cambio de El material inspeccionado aquí sugier gobierno en 1999. Esto llevó a demoras significativas en simista acerca de la capacidad de las construir un programa modificado y más extenso, conoci- ca Latina para manejar efectivame do como Jefas y Jefes de Hogares, algún tiempo después manera tendiente a la igualdad. Cua de presentarse la nueva crisis. rren, los dados están cargados en con Las redes de seguridad para los pobres a menudo son y las conductas discrecionales que fa tratadas como un componente adicional de política. En más pobres. Losgrupos ricos y podero este aspecto, el asunto se puede ver como parte del carác- mación y más influencia; cuando to ter incompleto de la inclusión de grupos subordinados en fuerzan por proteger su riqueza e ingr los arreglos sociales y políticos generales en una sociedad. esta influencia sea ejercitada. Este p Como lo afirma O'Donnell (1999a), mientras el aprovi- resultados iniciales de los patrones d sionamiento amplio contra el riesgo fue central al proceso ción de las soluciones dentro del se de inclusión de las clases obreras en Europa, este mismo cubrimiento relativamente limitado d ta como un enfoque distributivo progresivo, ya sea en implicación es que el mejor camino buenos o malos tiempos. Aunque siempre habrá juicios ca macroeconómica en la regi ón, de específicos hechos acerca de los impactos distributivos de de reducir la pobreza y la desigua una gama de opciones de política fiscal y monetaria, el mentar los ahorros del sector públic análisis aquí sugiere que tomar una posición "superpru- regulatorias y de supervisión superp dente" a lo largo del ciclo proporciona la esperanza más financiero durante tiempos económi grande de sostener un patrón más igual de desarrollo. En mo tiempo aumentar el nivel de a un nivel, esto fortalece poderosamente la prescripcíon co- mías, desarrollar los mercados dom mún para romper las posiciones de política procíclicas. La largo plazo, mejorar el manejo de d prudencia macroeconómica anticipada facilitará los estabili- tasas de impuestos. Ya que tomará t zadores automáticos y un aligeramiento sensato de las po- timos objetivos, los autores recomie líticas a ser aplicadas de una manera disciplinada cuando superávit cíclicamente-ajustados de ocurren choques adversos. Por tanto, es prioritario cons- espacio de tiempo para países con c truir reglas e instituciones fiscales que ayudan a vencer la para reducir su vulnerabilidad a cho presión relacionada con la economía política para agotar de la crisis. los superávit potenciales durante los buenos tiempos, así Esta recomendación implica la i como los problemas de asimetría de información -y por atención a la deuda del sector privad consiguiente mejorar la credibilidad de políticas fiscales dades de moneda en los balances, y a contracíclicas durante períodos negativos (Perry 2003). Esta cias de capitales. Hay también un estrategia en particular proporcionaría la fundación macro- para administrar los flujos de capital económica para redes de seguridad de base amplia capaces que todavía no hay un juicio definit de ensancharse por sí mismas. cas para poner impuestos a dicho La política fiscal contracíclica, aunque eminentemente aplicada en Chile, han tenido efectos deseable, ha sido infrecuente en América Latina, domés- deros. Los asuntos técnicos en la via ticamente para razones de economía política y externa- medidas para manejar los flujos capit mente a causa de los virajes similares a la conducta de . informe. Desarrollar mercados de ca manada del sector privado (de Ferranri y otros 2000). En moneda doméstica es también crític 2002 y comienzos de 2003, la región estaba en la parte biernos sino también para el sector descendiente de un ciclo de préstamos privados. Esto de vencer el dilema entre enfrentar agudizó las presiones de nivel macro, forzó estrategias quidez monetarios o de refinanciarn monetarias defensivas y aumentó los costos domésticos. Una postura superprudente impli Pero la retirada de América Latina de recursos privados de flictos distributivos en las decisiones préstamos ha tenido el efecto positivo de dejar los influjos que se hacen durante los buenos tie externos distintos al comercio de la región dominados por deuda en la década de 1970 y la déca la inversión extranjera directa y las remesas, siendo ambos países latinoamericanos -a pesar de l fuentes mucho menos volátiles de financiamiento (con les de las privatizaciones del último p las remesas a menudo demostrando un patrón contrací- las luchas distributivas, como los caso clico), lo que forma una base sana para el desarrollo a lar- na ilustran. La deuda también perm go plazo. el gasto social sin implicar prestacion Sin embargo, la historia sugiere que cuando el próximo no pobres (tal como los compromisos auge ocurra, los prestamistas privados estarán de regreso y el sector público de Brasil), y de hec los prestatarios (especialmente en el sector corporativo pri- pansiones en el gasto (especialmente vado) estarán felices de recibir sus préstamos. Hay alguna y provincial en ambos países). Sin em evidencia de que una interrupción estructural ocurrió des- sólo desplazó los conflictos distributi pués de la crisis rusa, y que es improbable que durante un En casos en los que la política fisc tiempo los flujos vuelvan a los niveles que prevalecieron menos a corto plazo, la política de te contractual y regulatorio sano, controles rigurosos que las políticas de resolución aumentan fomenten el conocimiento acerca del riesgo, requisitos de reducir los descensos de la produ capital basados en riesgo (incluyendo los riesgos que sur- Klingebiel 2000). Esto implica redi gen de incompatibilidades de moneda), y requisitos de ras a favor de los relativamente ricos, aprovisionamiento contracíclicos. Los bancos en promedio cuentemente citadas de protección d crean demasiadas pocas provisiones en tiempos prósperos Sin embargo, probablemente surg y entonces quedan obligados a aumentarlos durante las un sistema financiero se desploma, c recesiones cíclicas, aumentando así las pérdidas (Laeven y portantes en términos de condicion Majnoni 2002). Un buen ejemplo de requisitos contra- miendo que es necesaria alguna a cíclicos de aprovisionamiento es el sistema establecido a desplome financiero, écuáles diseños fines de 1999 por el Banco de España (Banco de España teratura sobre crisis bancarias acent 1999). La regulación española procura tratar con el movi- una resolución pronta para reducir l miento de riesgos de solvencia a través del ciclo económi- limitar los costos generalesY Una re co, requiriendo "provisiones estadísticas de pérdida de los tricta reduce la probabilidad de que préstamos", además de provisiones generales y específicas apuesten a la resurrección y detenga para préstamos clasificados como de dudoso recaudo. En prestatarios que incurren en pérdidas. otras palabras, deben apartarse provisionespara cubrir tran- gar apoyo de liquidez a institucione sacciones que no han sido específicamente identificadas presentan problemas de solvencia, co como activos dudosos, pero para las cuales la experiencia blemas de liquidez y solvencia pued indica que puede existir un riesgo. Estas provisiones son gunas garantías para depositantes so construidas en tiempos prósperos y después desplazadas a conveniente que éstas no sean genera áreas específicas de provisión en tiempos malos (sin pasar diciones sean determinadas ex ante. por el balance de ingresos) al tiempo que decae la cartera rescate comprensivo ofrecido por la de crédito. También es importante el diseño del seguro de cesario, aun considerando que las aut depósitos y la conveniencia de tener sistemas de seguro de parte del efecto de balance contab depósito explícitos, limitados, y financiados en vez de pro- devaluación). Limitar un rescate red tección comprensiva, sin importar si esta última es explíci- solución y los efectos de señales adver ta o implícita. tricciones puede crear problemas de futuro . Resoluciones distributivas al interior de las crisis Con respecto a transferencias den Ahora es un consejo estándar proteger el gasto a favor de ciero, es nuevamente importante tom los pobres y aumentar el gasto en redes de seguridad en una crisis para aumentar la transpar tiempos de crisis. Aunque los pasados resultados no son problemas de asimetría de informaci buenos (capítulo 9), moverse en la dirección de institucio- una contabilidad buena y estándares nes ampliamente-basados de administración de riesgo y formación apropiados. Una vez que superprudencia durante los buenos tiempos aumentará la mino, el problema se convierte en c probabilidad de que esto ocurra. En el frente fiscal, se po- medidas de congelación o reestructur dría dar más atención a mayores impuestos temporales a minar a través de depósitos por el tip los bienes de lujo, tal como automóviles y otros de consu- Torre, Levy Yeyati y Schmukler 200 mo duradero. Incluso siel impacto cuantitativo no esgran- rante la crisis reciente en el Uruguay, de, esta acción serviría como una señal política de los dieron concentrar las reservasdel banc esfuerzos de un gobierno por distribuir la carga de la crisis a la vista completamente respaldados más equitativamente, y pueden facilitar también negocia- mados para preservar el funcionaient ciones en otras esferas. El riesgo es que estas medidas no se gos. En contraste, los depósitos a pla quiten después de pasar la crisis. Por tanto, es sabio enfo- emproblemados fueron reestructura carse en muy pocos artículos de alto perfil por un tiempo enfoque de política podría ser compl Ya que los aumentos en impuestos estándar, el recorte del cal Studies (Instituto de Estudios gasto, y la inflación causan pérdidas a individuos fuera del Unido). sistema financiero, los gobiernos podrían considerar esque- Segundo, hay implicaciones para mas de financiamiento alternativo (tal como un impuesto versus discreción en la política mac de plusvalía) que podrían potencialmente desplazar parte fue notado antes. El apoyo aument del costo al sistema financiero y a sus participantes de al- guren mayor prudencia y credibilida tos ingresos. al "niño revoltoso" del manejo de Aunque se pueden proponer herramientas de política "inmaduros". Esto es ilustrado por l para aminorar las transferencias financieras, los factores de les (en niveles nacionales y locales); economía política juegan también un papel importante en ria argentina en la década de 1990 ( políticas regulatorias y relacionadas con la resolución. En surreales de reglas de autodisciplina el caso de México, por ejemplo, los prestatarios bancarios tativa desesperada de prevenir la cri se organizaron y forzaron al gobierno a reasignar parte de administración de la Rúa); y en regla los recursos fiscales para sostener la restrucruración de deu- teger categorías del gasto social. L da (ver De Luna-Martínez 2000).19 En la Argentina, a fi- un impacto positivo cuando son bi nales de 2001 la congelación de depósitos fue impulsada centivos circundantes, incluyendo in en parte por los problemas de liquidez de los bancos del fuertes." El ajuste fiscal vigoroso d Estado, y ayudó a las autoridades para recircular liquidez club del euro en la Unión Europe de bancos privados más líquidos. La legitimidad de la anterior; este caso ocurrió en el con pesificación-y por tanto los efectos últimos de la crisis- doméstico para estar en el centro de fueron susceptibles a la influencia sobre los diseñadores de ley de responsabilidad fiscal de Br política por parte de poderes diferentes, tal como el Con- mente un útil instrumento gener greso, los gobernadores, el Poder Judicial y' los grandes parte del centro político de poner deudores ." Aunque el impacto específico de factores de zas del Estado. Los Fondos de Es economía política en medidas de política y transferencias en Chile y la reciente regla de exced financieras sea difícil de predecir, a menudo las partes con buenos ejemplos de cómo incorpo mayor poder y capacidad de organización son las que tie- cíclicos subrayados aquí. Las reglas nen la probalidad de ejercer la mayor influencia. trario, tendrán poco valor. Lasleyes d en la Argentina y Perú, al fijar me deuda que no eran ajustadas cíclica 8.4 Conclusiones convirtieron en inviables en el am En la medida en que las causas y las consecuencias distri- 2000-2001, y fueron por tanto ab butivas de las crisis macroeconómicas son funciones de ins- dramática fue la experiencia con la c tituciones débiles y desiguales, el cambio a un mejor mo de convertibilidad de la moneda equilibrio no ocurrirá de la noche a la mañana. Como un jó bien mientras el ambiente exter comentario final, hay dos corolarios de las conclusiones de una vez que Argentina sufrió los ch política trazadas anteriormente. sos importantes después de la crisis Primero, una línea de pensamiento en las pasadas dos brasileña, llevó a una sobrevaloració décadas se ha enfocado en la necesidad de dar mayor auto- cambio y una recesión prolongada nomía al manejo de nivel macro y del sector financiero fiscal requerido (que debería habers para proteger esos campos de política de las presiones in- durante los tiempos prósperos) resu constantes, miopes, o desinformadas de la opinión pública aun contraproducente. En fin, la re y los políticos. Esto es correcto a medias. Hay un campo nible pero los costos de abandonar grande de análisis técnico en la administración macro y amplificados por un mal manejo de financiera. Hay también un argumento fuerte a favor de muestra que no hay atajos a la cre crear instituciones que proporcionan incentivos para la todavía cuando esto se procura a t de 1970 a mediados de la década de 1990. Esta situación los patrones de instituciones débiles y desigu era, de hecho, una ilusión, ya que los préstamos y los supe- presentado como centrales al desempeño de rávitdomésticos del gobierno se escondían en el sistema 9. ~r una variedad de autores, incluyen financiero.La regla delpresupuesto fue en cambio endógena Inchauste (2002), Ferreira, Prennushi y Ravall Atinc y Walton (1998). al temor de hiperinflación e inestabilidad entre la élite 10. Las encuestas son secciones transversa gobernante tras la conflagración macroeconómica y social presentativas de ganancias en partes diferente de mediados de la década de 1960. Los poderes políticos no rastrean cambios en los mism os hogares, co estuvieron dispuestos a entregar el manejo de las políticas de datos de panel. a los tecnócratas cuando los problemas de nivel macro lle- 11. Esta declaración se basa en estad ística garon a ser una amenaza. Las reglas bien diseñados tienen 12. La inflación y la devaluación son a m un papel importante por jugar, pero son un complemento realizar los ajustes salari ales reales; la flexibili cia abajo es típicamente limitada o lenta. antes que un sustituto para el desarrollo de las institucio- 13. Esta sección ut iliza en particular en D nes fiscales y monetarias sanas y conductas políticas que 14. ~r también Harrison (2002) y Ortega faciliten mayor prudencia y resoluciones distributivas más trabajo sobre determinantes de part icipacione justas. zo, dentro de un a marco general algo parecid 15. Los datos de encuesta de hogares en A fuentes creíbles de información de ingresos fi Notas tran descensos grandes precrisis en tales ing re l . Por ejemplo, a com ienzos de la década de 1990 e! Índice de 1990, lo que es cont radictorio con la evide nc Reforma Financiera no ponderó suficiente ment e la regul ación y la su- cuent as nacionales. pervisión y luego exageró la exrensión de la reforma. 16. Esto es consecuente con el hallazgo de 2. Este análisis a través de países ha ut ilizado una variedad de me- indica qu e una mayor seguridad social se aso didas de! desempeño institucional y ha prestado particular atención a baja a la crisis. Para más sobre este tema, ver explorar las influencias exógenas, o independientes, ya que se espera- 17. ~r, por ejemplo, Sheng (1996), Dziobec ría qu e la calidad de instituciones mejore con el desarrollo económico De Luna-MartÍnez (2000), y Honohan y Klin ge neral. ~r Acemoglu, Johns on y Robinson (200 1 Y2002); Easterly y 18. Honohan y Klingebie l (2000) prop or Levine (2002); Rodrik, Subramanian y Trebbi (2002); Do llar y Kraay rica para ind icar que políticas de ga rantías (2002 b), ent re otr as cont ribuciones a este debate. Kaufmann, Kraay y rantías ilimitadas de dep ósitos , apo yos in Mastruzzi (2003) han discutido qu e los análisis a tr avés de países indi- recapitalización repetida, rescates de deud ores can qu e, aunque mejores instituciones lleven a mejor funcionamiento aumentan los costos fiscales generales en un económico a largo plazo, no hay evidencia de qu e ese crecimiento sea Proporcionar apoyo indefinido y extenso de liqu un a fuente independiente de la mejora inst ituc ional. a los costos fiscales 6,3 puntos porcentuales d 3. ~r Sánchez-P áram o y Schady (2002) y de Ferranti y otros (2003) 19. Los deud ores impidieron también las re para análisis y síntesis de países múlt iples. H ay un a variedad de traba- vencia qu e habr ía hecho más fácil a los banco jos específicos a países en la región . Algunos ejemplos son Cragg y ran tí as, y al go bierno vende r rápidam ente Epelbaum (1996) pa ra México, Galiani y Sanguinetti (2000) para la adq uiridos. Argentina, Robbins (1994) para Chile, Robbins y Gindling (1999) 20 . Como part e de un a disput a larga, la C para Costa Rica, Sanr am aría (2000) para Colombia, y Sanguinetti, Arim un a resolución que declaró inconstitucional la y Pantano (200 1) para Uruguay. redolarización de la mayoría de las obligacio n 4. Estos argumentos se basan en modelos en la tradición de H echs- cambi ando apreciableme nte la asig nación de ker-Ohlin y, en particular, en e! teorema de Stolper-Samue!son . ~r a go bierno respondió con una tentativa fallida Wood (199 7) para argume ntos en esta tradición. magistrados. 5. Se debe notar que Evans (1995) ut ilizó el término "compenetrada" 21. ~r Perry (2003) para una revisión de p tembedded) de un a manera diferente pero relacionada, también en e! a favor de reglas con un elemento cont racíc contex to del desarrollo industr ial. El discutió que los go biernos asiáti- redu cir las presiones de econom ía política par cos manejaron una combinación de alguna autonomía de acción con cesiva en tiempos prósperos. N EL FONDO DE LA REPRESENTACIÓN ESQUEMÁTICA DE CÓMO SE DETERMINAN LOS E hogares (introducida en la figura 1.1 en el capítulo 1 y desarrollada posteriormente del capítulo 6), hay una conexión clara entre la distribución primaria de ingresos, q por recompensas del mercado a los activos y esfuerzos privados de individuos, y secundaria, que se refiere a los ingresos disponibles para el consumo y ahorros de conexión, que se describe simplemente como "redistribución", se refiere al hecho de que, en v las sociedades modernas, el Estado toma algunos ingresos de los hogares por varios tipo retorna algunos ingresos a los hogares por varios tipos de transferencias. Después de conside política en los campos de la reforma institucional y redistribución de la ventaja en los capítu capítulo 9 se enfoca en las iniciativas de reducción de la desigualdad que son convenientes par en las áreas de impuestos, los gastos públicos generales y, en particular, transferencias de in Los Estados recaudan impuestos para financiar varias responsabilidades, de las que -siguie clásica de Musgrave (1959}- hay tres tipos básicos: estabilización, asignación y distribuci refiere al papel contracíclico que el gobierno puede jugar con respecto al ciclo de negocios, q la fluctuación en la actividad y el consumo económicos. Si los hogares son adversos al ries mejora el bienestar. El segundo se refierea la provisiónde bienespúblicos y proporcionados públicamente en espec la interiorización posible de externalidades. El tercero se las naciones. Esto puede o no ser efic deriva de la noción aceptada por largo tiempo de que las mente no es distributivamente neutra sociedades necesitan no necesariamente tienen que acep- extensamente que aun la provisión p tar la distribución primaria de ingresos como definitiva y bienes y servicios en especie puede te pueden, por un proceso decisorio colectivo, procurar progresiva, si la calidad se raciona y redistribuir losingresospara alcanzaruna distribución más ricos de la sociedadoptan por fuera de deseable del bienestar.1 compran sustitutos de más alta-cali Por una variedad de razones, los recaudosde impuestos (Besley y Coate 1991). se utilizan para financiar una gran variedad de participa- Para proporcionar una referencia d ciones públicas a través de los países. Tales razones van participación redistributiva por el Es desde las históricas a las políticas e incluyen niveles dife- plazo, la tabla 9.1 proporciona las esti rentes de capacidad administrativa, la naturaleza de los igualdad de ingresosantes y despuésde bienes públicos, y la calidad de información acerca de in- ferencias para un conjunto de sociedad gresos individuales disponibles al gobierno. Las tareas bá- Es probable que haya errores estándar sicas, tal como la defensanacionaly la aplicación del orden de estimacionestales como éstas (ver la público, son financiadas por rentas públicas virtualmente la incidencia del impuesto en la secc en todas partes. Sin embargo, varios bienes privados, tal cidad del Estado en países ricos para como los servicios de educación y la salud, también son tribución es mucho mayor que en A Aleman ia 43,6 28,2 de gastos iguales a las rentas de Italia 51,0 34,S positivo del gobierno sirven como Japón 34,0 26,5 del gasto público total dedicado a Países bajos 42,1 25,3 yendo la seguridad social). Suecia 48,7 23,0 Son aparentes grandes diferenci Estados Unidos 45,S 34,4 tre países. La Argentina, Brasil y Fuente: OeDE reportada por Burniaux y otros (1998). veles altos del gasto social como producto nacional bru to (PNB), p les generales de gasto y dedican las embargo estas diferencias son significativas, y muestran a programas sociales. Como resul que las sociedades muy igualitarias (po r ejemplo en presenta más del 20% del ingreso Escandinavia) son mucho menos iguales antes de impues- raciones algo diferentes del gasto tos que después de impuestos. del gasto social, Chile, Costa Rica ¿Cuál es la evidencia acerca del impacto de los impues- bién niveles de gasto social del 1 tos y el gasto social en la desigualdad en América Latina? Bolivia a pesar de sus ingresos bajo ¿Ha mejorado la desigualdad, en términos del acceso a ser- de cambios radicales en las priorid vicios? ¿Existen programas y esfuerzos de financiación es- la década de 1990 y sustancial ap pecíficos que guarden una promesa significativa para ia otro extremo están la República D redistribución, aumentando al mismo tiempo las oportu- y Perú, que tienen bajos niveles ag nidades del crecimiento, o por lo menos teniendo bajos ticipaciones bajas del gasto social, costos de eficiencia? greso nacional. Guatemala, Hond Este capítulo procura contestar estas pregu ntas, utili- también gasto social notablemente zando la información que está disponible. Seorganiza como naciones variables de gasto agrega sigue. La sección 9.1 mira el nivel y la composición de los participaciones bajas del gasto soci impuestos; la sección 9.2 considera la estrucrura y la inci- sean influidas por el nivel general dencia de los componentes sociales del gasto público; y la mía, esto es sólo parte de la histor TABLA 9.2 Tipología de países latinoamericanos por posición fiscal y gasto social. 1998 Gastos como participación Prioridad fiscal: participación en el total de gasto público a se en el PNB Menos de 40% Entre 40 Y 60% M Más de 30% Nicaragua (12,7) Costa Rica (16,8) A Colombia (15,0) B Panamá (19,4) U Entre 20 Y 30% Honduras (7,4) Bolivia (16,1) C Venezuela (8,6) Menos de 20% El Salvador (4,3) Guatemala (6,2) República Dominicana (6,6) México (9,1) Perú (6,8) Paraguay (7,4) Nota: Los números en paréntesis corresponden a la participación porcentual del gasto social en el producto nac Fuente: Cepal (2001). En las décadas de 1950 y 1960, las discusiones de la menores impuestos relativos al comerc política tributaria en América Latina reflejaron las visio- tendencia hacia el uso de impuestos a nes del "desarrollisrno" comunes en la era de la posguerra IVA) y ha puesto presión hacia la baja y el naciente enfoque reformista de los asesoresy consulto- factores de producción internacionalm res en gran parte entrenados en EE. UD. financiados por la blemente el capital y la mano de obra Alianza para el Progreso y la Agencia de Estados Unidos da. Al mismo tiempo, en muchos país para el Desarrollo Internacional (Usaid por sus inicialesen fiscales de la descentralización han lleg inglés). Los dos objetivos capitales de los impuestos eran mayor (IDB (BID) 1998, World Bank recaudar renta -y mucha- para financiar al Estado como Reflejando esta "nueva visión" las t el "motor del desarrollo" y para redistribuir los ingresos y renta sobre personas y empresas fuero la riqueza. Se pensaba generalmente que ambas metas po- mente y ahora están casi universalme dían ser logradas en gran parte imponiendo altas tasas efec- 20-30% a través de América Latina ( tivas de impuestos a los ingresos. Los efectos deprimentes inicial de alrededor del 50 y el 40 % de los impuestos en la inversión y ahorros se juzgaron pe- renta personal y corporativo, respectiv queños. de la década de 1980), como es el caso De hecho, se discutió a veces que la ventaja extra de los mundo (Shome 1999). La figura 9.1 impuestos altos es que hacen más fácil de dirigir a los en las tarifas del impuesto de renta pe inversionistas privados por la mano muy visible de los es- para los rangos de ingreso más altos, tímulos fiscales bien diseñados hacia aquellos canales más 1980 y el presente. Este descenso estu necesitados para los propósitos de desarrollo. La mayoría un aumento en la tasa personal de exe de los analistas tomaron como un hecho cierto que un im- en el rango de ingresos al cual aplican puesto sobre la renta sumamente progresivo (con tasas Los aranceles al comercio tamb marginales que llegaron tan alto como al 60%) sostenido drásticamente, desde un promedio de por un impuesto de renta corporativo sustancial (a menu- alrededor del 11% entre mediados de do de 40-50%) constituía algo similar a un sistema tribu- mediados de la década de 1990, al tiem tario "ideal". Losimpuestos de consumo -que en esetiempo tos de exportación se eliminaron enre consistían capitalmente en impuestos indirectos, derechos lado, el IVA ahora se ve como la base d de aduana, e impuestos en cascada sobre las ventas de los do en la región, reflejando -o anticip fabricantes- fueron aceptados a regañadientes como nece- denciasglobales (Ebrill yotros 2001). L sarios para propósitos de renta. Nadie hablaba acerca de los patrones de tasas de IVA, que sub impuestos locales, ya que casi toda la acción sucedió en el 10% cuando fue introducido por pri nivel central del gobierno. Además, nadie parece haberse años) a cerca del 15% en 2001. Esta co preocupado mucho acerca del contexto internacional, y la de impuesto de renta y aranceles de c política tributaria casi invariablemente se consideró un tes, y de impuestos domésticos indire asunto en gran parte doméstico. dió aumentos modestos en los reca Las visiones acerca del papel y la estructura apropiados impuestos a través de la región. Entre de impuestos comenzaron a cambiar en lasdécadas de 1970 y 2000 , el promedio no ponderado de y 1980. Hoy, la mayoría de los economistas y diseñadores agregado subió en cerca de 2 puntos p de política consideran que los impuestos altos no sólo ducto interno bruto (PIB) al 14% del desalientan y distorsionan apreciablemente la actividad gura 9.3). Los impuestos a bienes y se económica, sino que son en gran parte ineficaces para parte IVA) fueron la fuente primaria de redistribuir los ingresos y la riqueza. Esta visión es la base que compensando los descensos en imp para la preferencia actual por un impuesto de base amplia Los recaudos del impuesto de renta su al consumo, con pocas exenciones e impuestos más altos pesar de la reducción en las tasas. Pes escogidos para artículos que llevan externalidades negati- el nivel general de impuestos, América vos o se consideran "malos" para la sociedad (tal como la ne una tasa de participación consider 10 10 O 0+---- '-$''It ·.:,.,'It ~ ~0 i>''It~<'J'rJ>~'It ~' Il ~'It é";;,6' f1¡~'It ~.¡;. o ~o~ i}'It ~~ «"clj ¡j''Ii ,,0~~oII-I§> ~'0~t!I'Ii~~'Ii~"It,'It<:$ ,~<:$ 0"'~ es> (,o <:)0 ~ ~ ~ - ~ ~ v #r'f rú Costa Rica u.ruguay · · · Colombia á Brasil · Argentina O 4,5 6,5 7,5 8,5 9,5 10 -o'~j Log PIS per cápita (en US dólares constantes de 1995) Promedio 1995-2000 -0,04 Fuente: Cálculos de autores basados en base de datos World Development Indicators (Indicadores de Desarrollo Mundial) y Government Finance Statistics (Estadistica de Finanzas Gubernamentales del FMI). nes exactas de esta categoría del gasto varíen de país al cápita más que se duplicó. En países país, el término incluye generalmente los gastos en la se- relativamente altos del gasto, específ guridad social, la educación, la salud, la protección social, Brasil, Costa Rica y Panamá, el aume ayuda social, y los programas activos del mercado del tra- mente de 30% sobre el curso de la dé bajo. A veces, también incluyen subsidios de vivienda y Tres factores explican el aumento e gastos en servicios e infraestructura urbanos básicos (por blico per cápira durante la década de ejemplo, el agua y el saneamiento). Primero se consideran económico en el PIB per cápita (que d las tendencias generales en el gasto social, seguido por los madamente el 40% de la ganancia); aspectos distributivos del acceso a varios programas. La total como una participación del PIB sección concluye con un examen breve de los efectos de composición del gasto para beneficia ciclos económicos. participación creció de 42 al 48%). M crecimiento fue especialmente impor Los cambios en el gasto social público mitad de la década, el impacto de cam En la década de 1990, según un análisis de 17 países lati- cia el sector social importó más duran noamericanos realizado por la Cepal (Eclac 2001), el gasto Este cambio permitió a la mayoría de público social anual per cápita aumentó en promedio en el gasto social per cápita, aunque las un 50% entre 1990-1991 y 1998-99, del equivalente de vieran bien. US$360 a US$540 per cápita a precios de 1997 (figura El gasto social como un porcentaj 9.6).10 Pese a que la magnitud exacta del incremento en el 10,4 en 1991-1992 a 13,1 en 1998- gasto público social varió a través de los 17 países, el in- una parte desproporcionada del aume cremento fue bastante generalizado. Fue mayor enlos paí- de gastos sociales al PIB y en la par ses con niveles inicialmente bajos y medios del gasto social social en gastos totales se debió al aum per cápita, notablemente Colombia, la República Domi- embolsos pensionales (tabla 9.5). Seg nicana, Guatemala, Paraguay y Perú, donde el gasto per Cepal (Eclac 2001), cuando la segurid N .¡:.. N FIGURA 9.6 El gasto público socialen América Latina: gastos percápita, como participación en el gasto público Vel PNB, década de los 90 "'" en C'i e > ,... a. Gastosocial públicoper cápita en b. Gasto social públicocomo participación c. Gasto social público como "">'"Z dólaresde 1997 en gasto públicototal participación en el PNB > _______1211 a:: ",''U",~ "'. -----16.8 _____888 J~iiii ····~~~!:~ '00 ______18,1 ;:;:e Uruguay 1539 Uruguay Brasil 21 > ¡ ,... > Brasil 1011 Argent ina Argentina ······· -786 ~20,5 ..; 1 Z ____48,9 . O1ile 827 _440 Brasil Panamá .. ~ -----40,8 . . ;; Panamá 497642 México ] 58,5 : O a:: Costa Rica 11 ..... ~622 476 :. 'tl -----12,4 ;; - 13 Z México 402 1 " · · "'25!9 Paraguay Chile 16 O rl~ Colombia 158 381 Guatemala Colombia j 8 15 _29,9 ('"l O RBde Z Venezuela Costa Rica 38,~ ' 1 Nicaragua ~10.812,7 9,1 r- > República 39,7 Perú 40 6,5 :r: Dominicana ::~ México 8,6 (¡; Bolivia Panamá RB de 9 ..; Venezuela 1I O 7,4 :e República Perú 31 .1 38,3 :; Dominicana --3,1 ParaguaYC=,4 Paraguay RB de 37.3 Venezuela 34 Honduras 6,8 7,9 Guatemala 37 Nicaragua 35,4 Perú "" República 6,6 El Salvador Colombia 28,8 35,5 ; H Dominicana-; ",~ Honduras Honduras ~i,5 Guatemala ". 6,2 Nicaragua El Salvador] 21 ,327 El Salvador _____10,4 1 540 ······13.1 América Latina · · · · -360 · ~47,8 41 .8I América Latina ] r==t==. América Latina] I I I I I I 1 I I j I I I I I I I I ¡ ~ n~ ~~ r~~ n..~ ~~ n~ ~~~ Q~ 'O~~ o 10 20 30 40 50 60 70 80 O 5 10 15 20 25 'v 'V V " ",v " " " Porcentaje Porcentaje US dólares 1_ 1998-99 · 1990-911 Fuente: Cálculos de autor a partir de microdatos de encuestas de hogares. Cepal 1990-91 212 30,5 Cepal 1998-99 304 33,1 FMI GFS 1991 218 27,4 FMI GFS 1998 289 28,7 Fuente: Cepal (2001) y estimativos propios del autor a partir de IMF Government Finance Statistics (Estadística de Finanzas Guber ocho países sobre los cuales existe información disponible. del gasto social, el aumento como una participación del ¿Quién utiliza los serviciospúblicos? PIB es sólo de 1,5 puntos porcentuales, contra 2,7 puntos Aunque buena parte del gasto social- porcentuales cuando la seguridad social se incluye. Esti- cionado con mejor salud y educación maciones hechas para este informe, basadas en la base de ingresos sólo con rezagos largos, pue datos Government Finance Starisrics (Estadísticas de Fi- recto para el bienestar y puede ensanc nanzas Gubernamentales o GFS por sus iniciales en in- de grupos diferentes. Valorar apropia glés)del Fondo Monetario Internacional (FMI),proporciona cia de los gastos públicos, es necesa resultados que son bastante cercanos a aquellos en el estu- primero quién se beneficia del acceso dio de la Cepal, con una ganancia aun más pequeña en el valorar este acceso en términos equiv gasto social durante la década de 1990 cuando la seguri- Conceptualmente, es crítico distingu dad social (y el gasto en prestaciones según la clasificación cia promedio y la incidencia margin del FMI) es excluida del análisis (ver http://www l. world incidencia media del beneficio se refier bank.org/publicsector/pe/crosscountry data.htrn). a (y la valoración de) los servicios en A pesar de una tendencia común hacia el gasto público incidencia marginal del beneficio se re más alto en sectores socialesa través del tiempo, hay toda- neficia de aumentos en el acceso que e vía diferencias grandes en los niveles de gasto entre países. aumentos de gastos en el margen o s Los países con altos niveles del PIB per cápita tienden a tiempo. Hay dificultades involucradas tener los niveles más altos del gasto social como una parti- (ver recuadro 9.2). cipación del PIB (en parte debido a desembolsos más altos La mayor parte de la reducción en m de seguridad social). Además, en muchos países la partici- dad ajustadas para transferencias en pación aumentada del gasto social ha sucedido a costa de gasto en educación y salud. Con resp la inversión pública en infraestructura, con la probabili- Wodon (2003) estimó los niveles del u dad de efectos adversos en el crecimiento y la desigualdad de la educación por quintil de ingreso a largo plazo (ver el capítulo 7). Mientras en algunos países noamericanos: Bolivia (1999), Brasil (1 este cambio fue una consecuencia deliberada de la partici- Colombia (1999), El Salvador (1997), pación más alta del sector privado en la infraestructura, en 1999), Honduras (1999), México ( otros durante la década de 1990 un efecto ocurrió "exclu- (1998), Perú (1997 ).y Venezuela (1998 yente" (crowdingout)de la inversión de infraestructura por brutas de matrícula fueron calculadas pensiones más altas y otros gastos sociales(ver varios capí- gresos y por ciclo educativo (es decir, tulos en Easterly y Servén 2003). ¿Por qué los aumentos primaria, y escuela secundaria).11 grandes en el gasto social no se tradujeron en una caída de Aunque estas estimaciones se realiza la desigualdad de ingresos? Hay dos razones. Primero, el en áreas urbanas y rurales, y para las p gasto social no es necesariamente progresivo (y puede ser bastante regresivo en el caso del gasto en la seguridad so- nas y femeninas, sólo los resultados na cial). Segundo, una buena parte del gasto sociales en espe- aquí. Además, ya que la información e cie, así que incluso si afecta la distribución de servicios (y sobre educación pública contra educac de hecho, de las capacidades), no tiene un impacto a corto ba disponible, el análisis no hace esa d plazo en ingresos. resultado, la progresividad de los bene aumentos marginales en la matrícula hasta 17 años de edad la enseñanza secundaria es apenas eran también progresivos, aunque los hogares en los regresivo. Sin embargo, una vez qu quintiles 2 y 3 se beneficiaran más que los más pobres matrícula son aumentadas (como d (que sin embargo se beneficiaron más que los quintiles 4 y adicionales en cobertura llegarán 5). Las matrículas marginales no fueron progresivas, sin mayoría de los países después de un embargo, para las edades de 18-24 años ni para los de so aumentado a la educación tercia menos de 5 años (ver también discusión en el capítulo 2). sumamente regresivo y permanece La historia es suficientemente clara. Cuando las tasas años en la mayoría de los países. generales de matrícula son bajas (como lo son para la edu- retornos privados mucho más alto cación preescolar y terciaria), el acceso aumentado benefi- ria que en la educación secundaria cia a los ricos más que a los pobres. Cuando las tasas y otros 2003), estos resultados in generales de matrícula son ya altas, al contrario, el acceso presentes de asignación de recursos RECUADRO 9.2 Tópicos en la valoración deservicios públicos Suposiciones fuertes se utilizan para valorar la distribu- escuelas asistidas por los pobres rec ción de los beneficios del gasto público. Sería mejor teó- ción. Por otro lado, si los ricos van ricamente basar las valoraciones en estimaciones de este factor no es tenido en cuenta e funciones de demanda subyacente para servicios públi- parte de la desigualdad en la distr cos. Sin embargo, en la práctica el análisis de la inciden- cios de la educación pública se pue cia del beneficio se hace típicamente con valoraciones Demery (2003) destaca otros do basadas en el costo unitario gubernamental, que se asu- dos en el análisis de la incidencia d me implícitamente es el equivalente a los beneficios del (como fue observado en el análisis gasto. Esta suposición presenta problemas acerca de la de los servicios de asistencia médica eficiencia en el gasto público y diferencias en la calidad condicional a una enfermedad o he de servicios (ver abajo). hogar. En encuestas, las enfermed Otros problemas están relacionados con límites en los a menudo autoinformadas sólo cua datos disponibles de las encuestas de hogares para em- una enfermedad o la herida son parejar el costo unitario a hogares. Con respecto a la edu- uso de facilidades de salud. Si alg cación, por ejemplo, es práctica común multiplicar las no informan las enfermedades o la tasas de matrícula por el nivel (es decir, primario, secun- sideran tales acontecimientos com dario, o terciario) entre varios grupos de ingresos, o den- mún, puede resultar una tendenc tro de áreas geográficas, por una estimación media del estimación de los beneficios del costo al Estado de proporcionar la educación por nivel. médica para los pobres. Segundo, Sin embargo, si las escuelas en áreas rurales - Ci e Ingreso Ingreso Ingreso Ingreso Ingreso Ingreso Ingreso > t""" Ingreso Ingreso Ingreso Ingreso Ingreso Ingreso Ingreso Ingreso Ingreso per cápita s610 per cápita total equivalado equivalado equivalado equivalado el Percápita equivalado equivalado equivalado equivalado equivalado per cápita per cápita per cápita per cápita monetario trabajo urba- de A A A A > ingreso el A B C D E sólo urbano s610 rural s610 trabajo s610 monetario por trabajo no monetario hogares edades 0-11 edades 20-30 edades 40-50 edades 60-70 Pars (i) m (iij (iii) [IV) (v) (vi) (vii) (viii) (ix) (x) (xi) (xii) (xijij (xiv) (xv) (xvi) (xviij Z > :;:: Argentina m, 1992 :-> 44.7 42.6 41.9 41.9 41.3 43.0 44.7 44.5 44.7 44.5 44.5 44.2 42.9 40.0 44.1 41.8 n 1996 48.2 45.8 44.8 45.0 44.1 46.3 48.2 47.9 48.2 47.9 47.9 45.3 45.0 43.8 48.0 42.7 > 2001 52.2 50.4 49.4 49.6 48.8 50.8 52.2 53.3 52.2 53.3 53.3 47.9 51.9 46.5 50.7 47.2 r- > Bolivia ..; Urbano Z > 1992 49.5 47.7 47.2 47.1 46.6 47.9 49.5 49.3 49.5 49.3 49.3 48.7 47.1 46.6 49.7 48.9 1996 51.1 49.3 48.7 48.5 48.1 49.3 51.0 51.3 51.1 51.3 51.3 51.0 49.2 47.8 48.7, 49.5 :-> o Nacional :;:: 1996 57.6 55.8 55.4 55.1 54.8 55.8 50.7 59.1 57.4 57.6 57.4 51.1 58.0 54.9 52.4 57.5 61.7 ¡;; "" 1999 57.8 55.9 55.3 55.2 54.8 56.1 48.2 63.0 58.3 57.7 58.4 48.9 56.8 57.0 50.3 55.6 60.9 Z Brasil el o 1990 61.2 59.5 58.7 58.9 58.2 59.9 58.6 53.9 61.0 61.2 61.0 58.5 58.3 59.6 56.0 59.9 82.0 o 1995 60.0 58.3 57.5 57.6 56.9 58.6 58.0 54.2 60.6 60.0 60.5 58.2 56.9 57.8 55.7 58.8 57.4 o z 2001 59.0 57.2 66.4 56.5 55.8 57.5 57.7 53.1 59.9 59.0 60.0 58.3 55.8 56.7 54.2 56.9 56.4 r- Chile > 1990 55.9 54.7 54.1 54.3 53.8 54.9 54.9 58.2 56.8 57.1 55.5 55.4 55.7 52.7 54.4 55.1 :r: v; 1996 56.1 54.9 54.4 54.6 54.1 55.2 55.2 49.9 58.0 57.6 56.4 55.3 56.1 52.9 54.9 53.7 ..; 2000 57.1 56.1 55.5 55.9 55.3 56.4 56.5 52.4 58.5 57.8 56.9 55.5 57.9 52.6 59.4 52.7 o :-> Colombia ;;: Bogotá ' V 1992 54.6 52.4 51.6 52.2 51.3 52.9 54.6 55.4 56.0 55.5 55.5 51.7 52.5 50.7 52.2 55.0 1996 52.4 50.8 50.3 50.1 49.8 51.0 52.4 52.6 53.1 52.9 52.9 51.8 49.7 48.0 53.0 49.5 Nacional 1996 56.1 54.3 53.5 53.4 52.9 54.5 53.6 50.2 55.0 56.9 55.3 52.9 54.4 53.1 51.2 55.4 57.7 1999 57.6 55.8 55.0 55.2 54.4 56.3 55.1 55.0 57.2 58.6 57.7 55.9 55.1 55.1 52.0 58.9 58.2 Costa Rica 1990 45.6 43.9 43.3 43.2 42.7 44.0 42.9 43.2 45.5 45.6 45.5 43.2 45.0 43.8 41.2 42.9 46.8 1995 45.7 44.0 43.3 43.3 42.8 44.1 42.9 43.7 45.5 45.7 45.5 43.1 44.9 44.8 40.1 45.1 45.1 2000 46.5 44.6 44.1 43.8 43.4 44.8 44.2 44.0 46.4 46.5 46.4 44.7 46.4 44.0 42.7 43.4 48.6 Rep. Dominicana 1995 51.5 50.2 49.6 49.7 49.2 50.5 53.5 44.4 51.5 51.5 51.4 53.4 50.3 49.0 48.0 53.2 52.4 '1997 49.7 48.1 47.5 47.3 46.9 48.3 48.0 47.5 48.8 50.0 49.0 47.5 49.7 46.5 45.1 47.3 52.2 Ecuador 1994 54.8 53.0 52.2 52.3 51.6 53.3 51.8 51.5 54.0 55.3 55.3 52.2 52.8 53.8 50.4 55.3 53.7 1998 56.2 54.3 53.5 53.6 52.9 54.8 52.2 54.1 55.1 57.3 56.6 52.1 54.4 52.6 50.8 55.1 60.8 El Salvador 1991 52.7 50.5 49.7 49.5 48.9 50.7 49.5 47.8 54.9 52.7 54.9 50.0 50.8 49.4 48.6 51.1 54.3 1995 51.3 49.4 48.6 48.5 47.9 49.6 47.4 44.1 51.5 51.3 51.5 47.4 49.7 49.6 46.6 50.2 50.8 2000 53.2 51.8 51.0 51.0 50.4 52.2 50.3 46.8 52.8 53.2 52.8 50.8 51.3 48.2 49.0 50.6 59.2 Guatemala 2000 58.3 56.0 55.3 54.8 54.3 56.2 54.2 50.7 57.5 59.0 58.0 54.0 55.8 54.1 53.7 56.3 61.6 Honduras 1990 57.8 55.6 54.8 54.8 54.1 55.9 55.3 49.4 57.8 57.8 57.8 55.3 55.2 52.6 54.9 57.6 64.1 1995 56.1 54.1 53.3 53.2 52.6 54.4 52.2 55.5 56.1 56.1 56.1 52.2 53.6 51.9 50.4 57.3 54.3 1999 55.0 53.0 52.3 52.2 51.6 53.3 50.2 53.2 55.0 55.0 55.0 50.2 52.9 52.9 50.3 53.5 54.8 Jamaica 1990 51.7 49.6 48.7 48.8 48.1 49.9 49.8 52.4 52.6 51.7 52.6 50.3 48.8 49.5 48.9 49.1 45.9 1996 54.4 51.5 50.3 50.4 49.4 51.7 59.1 48.0 58.0 54.4 58.0 61.5 50.4 45.3 50.4 52.6 52.4 1999 52.0 49.0 47.4 47.9 46.5 49.7 54.9 46.8 55.4 52.0 55.4 57.3 48.2 46.5 46.8 54.8 49.1 México 1992 55.9 53.9 53.0 53.1 52.3 54.2 52.7 52.4 56.3 55.2 55.5 52.4 52.8 52.6 52.5 56.8 59.5 1996 54.4 52.5 51.5 51.8 50.9 52.9 51.7 50.8 55.7 53.8 55.0 51.8 50.3 51.8 50.9 53.4 52.4 2000 54.6 52.7 51.8 52.0 51.3 53.0 50.9 52.1 55.0 54.6 54.9 50.8 51.3 51.2 49.9 53.6 57.6 Nicaragua 1993 55.9 54.2 53.3 53.6 52.9 54.6 52.5 53.9 56.3 57.7 57.6 54.4 53.4 54.1 52.2 53.4 53.1 1998 55.9 54.0 53.5 53.4 52.9 54.2 53.0 54.3 55.5 58.4 57.8 54.8 55.4 52.4 49.3 62.4 53.9 Panamá 1991 56.4 54.7 53.8 54.0 53.3 55.1 54.4 56.4 54.4 54.0 54.9 51.0 55.5 57.0 1995 55.9 54.0 53.2 53.3 52.6 54.4 51.5 52.7 55.1 55.9 55.1 52.5 53.5 54.8 49.9 53.3 55.5 2000 56.4 54.4 53.6 53.5 52.9 54.7 52.2 54.2 56.9 56.4 56.9 53.2 54.4 53.6 50.6 52.5 59.0 Paraguay 1995 59.5 57.8 57.3 57.0 56.6 57.8 53.3 56.7 59.9 50.7 48.7 56.7 57.2 53.5 58.4 58.2 1999 56.8 54.9 54.3 53.9 53.5 54.8 50.3 59.9 57.2 65.7 65.2 54.3 53.2 51.4 56.8 52.9 Perú Regiones 1991 46.5 45.2 44.9 44.8 44.5 45.4 42.8 48.7 46.5 47.1 47.0 43.4 47.5 46.5 42.8 46.0 51.2 1994 47.9 . 45.9 45.2 44.9 44.5 46.0 44.0 49.8 48.4 48.3 48.7 45.3 46.9 45.2 43.1 46.7 46.2 Nacional 1994 48.6 46.4 45.8 45.5 45.0 46.6 44.2 49.3 48.8 48.9 49.2 45.4 47.2 45.9 43.7 47.4 46.2 2000 49.4 47.7 47.4 46.9 46.7 47.8 43.8 45.7 49.5 49.5 49.6 44.4 49.9 48.5 45.8 46.6 49.2 Trinidad y Tobago 1992 49.5 47.2 45.7 46.5 45.2 47.8 51.4 47.8 49.5 49.5 49.5 51.4 43.7 46.4 44.6 44.2 81.8 Uruguay 1989 42.2 40.8 40.2 40.3 39.9 41.0 42.2 45.0 43.3 46.1 46.1 43.2 41.5 37.6 40.2 41.8 1995 42.7 40.9 40.2 40.3 39.8 41.3 42.7 46.2 44.0 47.8 47.8 42.3 42.0 38.7 40.7 39.7 2000 44.6 42.5 41.5 41.8 41.0 43.1 44.6 47.9 45.8 49.5 49.5 42.0 43.0 40.9 41.6 40.6 RB de Venezuela 1989 44.2 41.7 40.6 40.7 39.7 42.1 42.3 42.6 44.2 44.2 44.2 42.3 40.7 40.7 39.0 43.5 44.2 1995 46.9 44.5 43.7 43.4 42.8 44.7 45.4 45.3 46.7 46.9 46.7 45.1 45.1 42.7 42.4 43.8 46.2 1998 47.6 45.5 44.7 44.7 44.0 45.9 46.4 45.4 47.9 47.6 47.9 46.9 46.0 45.1 43.5 44.9 47.4 > "'. "el Z O Notas: ingreso equivaladoA= 8 = 0.9, Ctl = 0.5YCt, = 0.75; B: 8=0.75, Ct,= 0.5 YCt, = 0.75; C: 8= 0.9, Ct, = 0.3 YCt, = 0.5; O: 8=0.75, Ctl = 0.3 YCt, = 0.5: E: Amsterdam. El equivalente adultoa 0.98 para hombres de edad 14-17; 0.9 ñ paramujeres mayores de 14, 0.52 para niñosmenores de 14 y 1 para todos los demás. Fuente:Cálculos de autores basados en microdatos de encuestasde hogares. '" '" ..; '" > O C¡;' ..; ñ O N '-.J VoJ Costa Rica - 0 = Rep. Dominicana + + Ecuador El Salvador + Guatemala + Honduras + Jamaica México + + Nicaragua + Panamá + + Paraguay + Perú + 0 = + Uruguay +0= RB de Venezuela + + Nota: Los signos se refieren a cambios en el coeficiente Gini de la distribución de ingreso de hogares per cápita. Fuente: Altim ir (1994 y 1996b) , Morley (2001), Londoño y Székely (2000) ; Székely (2001) . TABLA A.9 Percepciones acerca de injusticia en la distribución de ingresos, encuesta Latinobarómetro para 2002 ¿Piensa usted que la distribución de Ingresos es···? C Nivel alrededo Muy Justa Justa Injusta Muy Injusta Total de 2000 (1) (11) (111) (Iv) (v) (vi) Argentina 1.0 2.3 42.4 54.3 100.0 50.4 Bolivia 1.6 6.3 57.3 34.8 100.0 55.9 Brasil 0.8 12.8 50.7 35.7 100.0 57.2 Chile 1.7 9.4 52.3 36.5 100.0 56.1 Colombia 0.6 3.5 41.4 54.5 100.0 55.8 Costa Rica 1.3 14.2 51.9 32.7 100.0 44.6 Ecuador 3.2 6.6 57.9 32.3 100.0 54.3 El Salvador 1.8 13.5 49.1 35.7 100.0 51.8 Guatemala 0.7 13.1 57.9 28.2 100.0 56.0 Honduras 1.5 6.6 61.8 30.1 100.0 53.0 México 1.3 14.4 51.2 33.1 100.0 52.7 Nicaragua 2.1 13.3 54.7 29.9 100.0 54.1 Panamá 0.4 4.7 40.8 54.0 100.0 54.4 Paraguay 0.8 4.1 40.0 55.1 100.0 54.9 Perú 1.3 4.0 57.7 36.9 100.0 47.7 Uruguay 1.1 6.8 60.5 31.6 100.0 42.5 RB de Venezuela 6.3 21.1 48.1 24.5 100.0 45.5 Promedio 1.7 9.4 51.7 37.3 100.0 Fuente: Latinobarómetro (2002) y tabla 3.5. 1996 0.192 0.543 57.6 0.178 0.50 1999 0.200 0.630 57.8 0.188 0.58 Brasil 1990 0.245 0.634 61.2 0.236 0.61 1995 0.239 0.629 60.0 0.230 0.59 2001 0.229 0.460 59.0 0.221 0.42 Chile 1990 0.208 0.478 55.9 0.202 0.45 1996 0.195 0.482 56.1 0.189 0.45 2000 0.190 0.458 57.1 0.183 0.43 Colombia Bogotá 1992 0.200 0.504 54.6 0.189 0.46 1996 0.190 0.425 52.4 0.183 0.39 Nacional 1996 0.183 0.422 56.1 0.172 0.39 1999 0.195 0.462 57.6 0.185 0.43 Costa Rica 1990 0.146 0.430 45.6 0.137 0.39 1995 0.147 0.414 45.7 0.137 0.38 2000 0.155 0.442 46.5 0.145 0.41 Rep. Dominicana 1995 0.187 0.475 51.5 0.181 0.45 1997 0.163 0.446 49.7 0.156 0.42 Ecuador 1994 0.196 0.496 54.8 0.185 0.46 1998 0.197 0.547 56.2 0.185 0.50 El Salvador 1991 0.175 0.455 52.7 0.162 0.42 1995 0.163 0.446 51.3 0.151 0.41 2000 0.166 0.485 53.2 0.156 0.46 Guatemala 2000 0.209 0.567 58.3 0.193 0.52 Honduras ' 1990 0.209 0.519 57.8 0.196 0.48 1995 0.190 0.483 56.1 0.178 0.44 1999 0.189 0.496 55.0 O.ln 0.46 Jamaica 1990 0.168 0.492 51.7 0.155 0.44 1996 0.185 0.448 54.4 0.163 0.43 1999 0.171 0.473 52.0 0.155 0.44 México 1992 0.190 0.489 55.9 0.178 0.46 1996 0.185 0.490 54.4 0.176 0.46 2000 0.178 0.480 54.6 0.170 0.45 Nicaragua 1993 0.204 0.569 55.9 0.194 0.53 1998 0.194 0.532 55.9 0.183 0.49 Panamá 1991 0.207 0.587 56.4 0.195 0.54 1995 0.199 0.537 55.9 0.186 0.49 2000 0.202 0.566 56.4 0.189 0.52 Paraguay 1995 0.213 0.590 59.5 0.201 0.54 1999 0.225 0.609 56.8 0.214 0.56 Perú Regiones 1991 0.144 0.409 46.5 0.137 0.39 1994 0.151 0.461 47.9 0.143 0.43 Nacional 1994 0.158 0.471 48.6 0.148 0.43 2000 0.146 0.423 49.4 0.136 0.40 Trinidad y Tobago 1992 0.161 0.445 49.5 0.151 0.41 Uruguay 1989 0.130 0.352 42.2 0.126 0.34 1995 0.136 0.385 42.7 0.130 0.36 2000 0.151 0.426 44.6 0.144 0.39 RB de Venezuela 1989 0.135 0.392 44.2 0.125 0.36 1995 0.144 0.418 ·46.9 0.132 0.38 1998 0.149 0.440 47.6 0.139 0.40 Notas: EGR·Esteban, Gradrn y Ray (1999). Fuente: Cálculos de autores basados en microdatos de encuestas de hogares. 1989 386 183 281 86 77 1.1 4.3 3.9 1994 294 209 231 77 57 1.4 6.8 7.8 1997 281 244 197 89 59 2.0 6.7 6.9 Brasil 1979 389 168 296 86 72 1.5 7.5 3.8 1990 343 174 240 81 62 2.2 4.6 3.3 1996 382 214 280 78 63 2.5 4.9 3.9 Chile 1990 528 157 404 74 83 1.6 12.9 2.7 1994 544 155 290 65 79 1.5 15.4 6.2 1998 457 158 331 58 86 1.6 17.0 7.2 Colombia 1980 428 208 55 64 1994 345 208 68 55 1997 287 182 71 53 Costa Rica 1981 198 173 195 73 82 1.5 2.7 3.4 1994 208 162 177 85 69 1.1 6.1 6.5 1997 150 161 132 86 58 1.6 8.8 8.9 Ecuador 1990 171 214 143 104 67 1.4 4.5 4.2 1994 228 179 210 90 63 1.4 5.6 8.5 1997 220 190 217 97 63 1.9 6.0 7.5 México 1984 308 183 277 92 33 0.2 6.2 3.3 1994 416 216 314 68 36 0.5 9.0 4.4 1998 444 168 285 76 39 0.9 6.6 5.8 Panamá 1979 116 243 89 35 2.1 4.6 1991 236 188 154 82 45 0.8 7.4 3.6 1997 275 179 207 73 53 1.0 10.8 3.6 Paraguay (Asunción) 1986 290 223 245 84 61 1.7 6.1 7.8 1990 303 138 241 76 86 2.1 5.5 8.3 1996 294 181 200 86 69 1.4 4.8 8.5 Uruguay 1981 347 147 293 60 42 1.6 3.9 4.6 1990 279 177 207 86 51 1.9 5.1 5.0 1997 235 200 200 94 47 1.7 6.5 5.9 RB de Venezuela 1981 153 196 145 91 69 1.5 5.2 6.4 1990 264 147 211 80 79 2.6 5.8 6.0 1997 311 161 261 67 84 1.9 6.1 6.1 Nota: En el panel 1, el ingreso es relativo al ingreso ocupacional promedio. Fuentes: Cálculos de autor basados en Eclac (2000). Profesionales/ejecutivos 108 127 Pequeños empresarios 100 100 Trabajadoresformales 41 46 Trabajadores informales 38 28 3. Ingresorelativo equivalado del hogar Capitalistas 136 140 Profesionales/ejecutivos 113 140 Pequeños empresarios 100 100 Trabajadoresformales 51 50 Trabajadores informales 48 35 4. Participación de ingresos Capitalistas 4.8 4.1 Profesionales/ejecutivos 10.0 15.5 1 Pequeños empresarios 10.5 11.3 1 Trabajadores formales 40.4 44.2 3 Trabajadores informales 34.2 24.9 3 5. CoelicienteGini al interior paraingreso individual Capitalistas 37.1 53.1 5 Profesionales/ejecutivos 34.1 34.2 4 Pequeños empresarios 40.9 40.9 4 Trabajadores formales 33.1 36.3 4 Trabajadores informales 39.9 43.1 5 Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y Pesquisa Nacional por Amostra de Domic TABLA A.13 Estructura de ingresos individuales y clase en la Argentina (1992, 20011 Y Brasil (1995, 20011 Argentina, 1992 Argentina, 2001 Clases Clases Ejecutivos Pequeños Trabajadores Trabajadores Ejecutivos Pequeños Deciles Capitalistas profesionales empresarios formales Informales Declles Capitalistas profesionales empresarios 1 0.3 1.0 5.3 5.8 16.9 1 0.3 0.7 2.1 2 1.2 0.5 1.1 11.0 11.1 2 0.0 0.8 4.1 3 0.7 0.6 3.2 10.8 11.1 3 5.7 1.4 2.4 4 1.3 1.2 3.0 11.8 9.8 4 0.1 1.0 3.4 5 0.2 4.0 1.7 11.1 10.5 5 0.3 2.1 6.3 6 5.7 3.9 8.1 10.6 10.2 6 3.2 3.1 6.9 7 2.2 6.6 8.0 12.0 8.3 7 6.7 7.0 6.5 8 7.1 11.2 8.9 11.2 8.6 8 9.6 6.1 12.3 9 27.0 22.3 20.6 9.6 7.5 9 20.7 21.4 18.0 10 54.4 48.7 40.0 6.0 6.0 10 53.4 56.6 38.0 Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 Total 100.0 100.0 100.0 Brasil,1995 Brasil,2oo1 Clases Clases Ejecutivos Pequeños Trabajadores Trabajadores Ejecutivos Pequeños Deciles Capitalistas profesionales empresarios formales Informales Deciles Capitalistas profesionales empresarios 1 1.0 0.1 0.4 3.2 16.8 1 1.6 0.1 0.6 2 1.1 0.4 0.6 6.1 14.6 2 2.2 0.4 0.8 3 1.9 0.5 0.7 8.4 12.9 3 1.5 0.6 1.1 4 2.8 0.7 1.3 10.2 11.5 4 2.5 0.8 1.8 5 3.6 1.5 3.1 10.9 10.8 5 3.5 1.7 2.8 6 3.0 2.8 2.7 13.7 8.7 6 3.0 2.2 3.7 7 5.9 5.2 6.8 14.2 7.7 7 5.8 5.2 8.6 8 7.5 10.4 . 12.3 13.4 7.4 8 6.1 10.1 9.8 9 14.1 23.6 21.1 12.7 5.9 9 17.0 24.5 22.7 10 59.1 54.8 SO.9 7.0 3.8 10 56.9 54.6 48.1 Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 Total 100.0 100.0 100.0 Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y Pesquisa Nacional por Amostra de Domi Brasil 1990 100 100 100 100 100 100 1995 108 111 112 115 137 141 2001 113 120 120 124 133 140 Chile 1990 100 100 100 100 100 100 1996 148 147 148 150 142 142 2000 161 157 157 153 153 149 Costa Rica 1990 100 100 100 100 100 100 1995 116 116 116 118 119 118 2000 123 121 122 123 125 123 Rep. Dominicana 1995 100 100 100 100 100 100 1997 112 116 114 108 119 123 Ecuador 1994 100 100 100 100 100 100 1998 100 97 95 83 96 93 El Salvador 1991 100 100 100 100 1995 120 123 122 115 2000 126 125 122 110 Honduras 1990 100 100 100 100 1995 103 107 107 109 1999 101 108 106 98 México 1992 100 100 100 100 100 100 1996 98 101 101 99 78 80 2000 116 120 119 114 104 107 Nicaragua 1993 100 100 100 100 100 100 1998 108 108 108 108 111 111 Panamá 1991 100 100 100 100 100 100 1995 111 112 114 118 128 129 2000 123 123 127 143 130 130 Paraguay 1995 100 100 100 100 100 100 1999 92 99 96 B6 90 96 Perú 1991 100 100 100 100 100 1994 112 107 107 101 2000 124 118 115 97 114 108 Uruguay 1989 100 100 100 100 100 100 1995 116 115 115 110 100 99 2000 123 118 118 114 112 107 RB de Venezuela 1989 100 100 100 100 100 100 1995 109 104 104 98 90 B6 1998 109 102 101 85 94 88 Nota: Ver Lambert (1993) para detalles sobre las funci ones agregadas de bienestar. Atk (e) se refiere a la función propuesta por Atkinson con un parámetro Igual a (e). Primera observación para cada pars = 100. I Fuente: Cálculos de auto r basados en microdatos de encuestas de hogares y PIB per cápita de World Bank (2000b ) y base de dato (Indicadores de desarrollo mundial). Mediados de la décadade 1990 62.1 64.5 Mediados de la décadade 1990 25.1 Finalesde la décadade 1990 61.4 40.1 Finalesde la décadade 1990 Brasil México Comienzos de la década de 1990 46.3 46.3 46.7 16.5 Comienzos de la décadade 1990 19.3 16.2 Mediados de la década de 1990 43.5 44.7 36.7 Mediadosde la década de 1990 19.7 21.2 Finales de la década de 1990 41.3 12.9 Finalesde la década de 1990 21.2 Chile Nicaragua Comienzos de la décadade 1990 31.0 32.4 46.1 10.1 Comienzos de la décadade 1990 70.7 Mediadosde la décadade 1990 16.3 26.0 Finalesde la décadade 1990 72.7 Finalesde la décadade 1990 16.1 2.2 Panamá Colombia Comienzos de la décadade 1990 46.4 47.6 Comienzos de la décadade 1990 23.6 42.4 53.6 17.2 Mediadosde la décadade 1990 47.6 Mediadosde la décadade 1990 36.6 52.2 Finalesde la décadade 1990 36.6 Finalesde la décadade 1990 37.6 17.0 Paraguay Costa Rica Comienzos de la décadade 1990 Comienzos de la décadade 1990 24.7 34.2 11.2 Mediadosde la décadade 1990 52.1 Mediadosde la décadade 1990 22.1 26.7 Finalesde la décadade 1990 61.1 Finalesde la décadade 1990 30.5 9.2 Perú Rep. Dominicana Comienzos de la décadade 1990 41.9 Comienzosde la décadade 1990 49.5 22.6 Mediadosde la décadade 1990 35.0 44.0 Mediadosde la décadade 1990 36.1 47.4 Finalesde la décadade 1990 42.4 Finalesde la décadade 1990 34.5 6.4 Trinidad y Tobago Ecuador Comienzos de la décadade 1990 Comienzos de la décadade 1990 49.2 13.9 Finalesde la décadade 1990 Mediados de la décadade 1990 49.5 55.2 Uruguay Finalesde la décadade 1990 46.0 13.6 Comienzos de la décadade 1990 23.2 El Salvador Mediados de la décadade 1990 16.6 Comienzos de la década de 1990 21.6 Finalesde la década de 1990 13.6 Mediadosde la décadade 1990 56.6 RBde Venezuela Finalesde la décadade 1990 64.0 16.6 Comienzos de la décadade 1990 14.3 12.6 Guatemala Mediados de la décadade 1990 13.4 15.2 Comienzosde la décadade 1990 26.5 Finalesde la décadade 1990 20.6 Finalesde la décadade 1990 25.1 Guyana Comienzosde la décadade 1990 27.2 Finalesde la décadade 1990 12.6 Notas: La Ifnea de pobreza en Londoño y Székely (1997), Székely (2001), y Sala i Martin (2002) es US$2 por dfa. En Wodon y otros (2001), la a dos veces la línea de pobreza de alimentos, que se basa en el costo de canastas de alimentos específicas para países que proporcionan 2.2 Fuente: Sala-i-Martin (2002), Londono y Székely (1997), Székely (2001), Wodon y otros (2001). 1992 49.5 0.406 0.8 (48.8, 50.4) 1990 51.7 0.691 1996 51.1 0.529 1.0 (50.3, 52.1) 1996 54.4 1.216 Nacional 1999 52.0 1.245 1996 57.6 0.360 0.6 (56.9, 58.4) México 1999 57.8 0.573 1.0 (56.8, 59.1) 1992 55.9 0.493 Brasil 1996 54.4 0.383 1990 61.2 0.134 0.2 (60.9, 61.5) 2000 54.6 0.508 1995 60.0 0.119 0.2 (59.8, 60.3) Nicaragua 2001 59.0 0.113 0.2 (58.8, 59.2) 1993 55.9 0.4 Chile 1998 55.9 0.9 1990 55.9 0.281 0.5 (55.3, 56.4) Panamá 1996 56.1 0.360 0.6 (55.4, 56.7) 1991 56.4 0.294 2000 57.1 0.435 0.8 (56.4, 58.1) 1995 55.9 0.293 Colombia 2000 56.4 0.283 Bogotá Paraguay 1992 54.6 0.451 0.8 (53.7, 55.4) 1995 59.5 0.401 1996 52.4 0.496 0.9 (51.4, 53.3) 1999 56.8 0.516 Nacional Perú 1996 56.1 0.377 0.7 (55.3, 56.8) 1991 46.5 0.416 1999 57.6 0.375 0.7 (56.9, 58.3) 1994 48.6 0.475 Costa Rica 2000 49.4 0.387 1990 45.6 0.297 0.7 (45.0, 46.2) Trinidad y Tobago 1995 45.7 0.250 0.5 (45.3, 46.2) 1992 49.5 0.950 2000 46.5 0.234 0.5 (46.1, 47.0) Uruguay Rep. Dominicana 1989 42.2 0.391 1995 51.5 0.407 0.8 (50.6, 52.2) 1995 42.7 0.137 1997 49.7 0.497 1.0 (48.7, 50.6) 2000 44.6 0.147 Ecuador RB de Venezuela 1994 54.8 0.545 1.0 (53.8, 55.9) 1989 44.2 0.137 1998 56.2 0.494 0.9 (55.2, 57.2) 1995 46.9 0.237 El Salvador 1998 47.6 0.213 1991 52.7 0.272 0.5 (52.1,53.1) 1995 51.3 0.331 0.6 (50.7, 51.9) 2000 53.2 0.664 1.2 (52.1, 54.7) Nota: Estimac ión hecha utilizando la técn ica bootstrap con 200 réplicas . Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar. Europa Oriental 25.1 24.6 25.0 28.9 Diferencias en puntos Gini: LAGvs. Átrica Subsahariana 3.3 0.9 6.3 2.4 Medio Oriente y África del Norte 11.9 7.1 9.3 11.3 Este de Asia y el Pacífico 15.8 9.2 11.1 11.2 Surde Asia 17.0 15.1 14.7 17.4 Países industriales y países en desarrollo de altos ingresos 18.2 14.3 16.5 15.6 Europa Oriental 28.2 24.4 24.7 20.4 Fuente: Deininger y Squ ire (1996). TABLA A.18 Distribución deingreso de hogar por habitante, años escogidos porlaregión: coeficientes Gini Estadísticas no ponderadas Estad ísticas po 1950 1960 1970 1980 1992 19SO 1960 1 Participación quintilinterior África 5.4 5.4 5.3 5.3 5.1 6.8 6.8 Asia 6.0 6.1 6.1 6.0 6.1 6.3 6.5 América Latina 4.3 4.2 4.2 4.0 4.0 4.2 4.1 Europa Oriental 6.8 6.8 6.8 6.8 6.8 7.0 6.9 Países desarrollados 5.0 5.0 5.2 5.3 5.4 4.7 4.7 Participación quintilsuperior África 54.2 54.2 55.0 55.3 55.5 49.1 49.2 Asía SO.O 48.8 49.0 49.7 49.8 48.7 48.0 América latina 59.2 59.6 61.2 62.0 62.0 59.7 60.1 Europa Oriental 45.7 45.7 45.7 45.7 45.7 44.4 44.6 PaIses desarrollados 45.9 45.7 44.6 44.3 44.5 45.8 45.8 Coeficiente Gini África 46.5 46.5 47.3 47.6 48.0 40.8 41.0 Asia 41.7 40.7 40.9 41.5 41.6 40.3 39.5 América Latina 51.9 52.3 53.4 54.2 54.2 52.4 52.8 Europa Oriental 37.2 37.2 37.2 37.2 37.2 35.8 38.1 Países desarrollados 39.5 39.3 38.2 37.8 37.8 39.8 39.8 Diferencia en puntosGini:AméricaLatinavs. África 5.4 5.8 6.1 6.6 6.3 11.6 11.8 Asia 10.1 11.7 12.5 12.8 12.7 12.1 13.3 Europa Oriental 14.7 15.1 16.2 17.1 17.1 16.6 16.8 Países desarrollados 12.4 13.0 15.1 16.5 16.5 12.6 13.0 LAG: Países latinoamericanos y del Caribe. Fuente: Cálculos de autores basados en Bourguignon y Morrison (2002). Asia 1.2 26.2 Europa Oriental, FSU 31.5 9.2 Europa Occidental, Norteamérica, Oceanla 20.0 19.0 LAC: América Latina y el Caribe . Nota: Coeficientes calculados en distribuciones de individuos para los países que estaban en la muestra en ambos años. Fuente: Milanovic (2002) . TABLA A.20 Pobreza en regiones diferentes del mundo: razón headcount Según Chen y Ravallion (2001) 1987 1998 Cambio 1987-98 Asia Oriental 67.0 48.7 218.3 Europa Oriental y Asia Central 3.6 20.7 17.1 América latina y el caribe 35.5 31.7 23.8 Oriente Medio y África del Norte 30.0 20.9 29.2 Asia del Sur 86.3 83.9 22.4 África Subsahariana 76.5 78.0 1.4 Tolal 61.0 57.9 23.1 Según Sala-i-Martin (2002) 1970 1980 1990 1998 Asia 60.3 48.3 29.7 15.6 América latina y el Caribe 22.2 10.5 14.0 10.5 África 53.0 55.2 57.9 63.6 Tolal 41.0 34.6 25.8 18.6 Fuen te: Chen y Ravallion (2001) Y Sala-i-Martin (2002). 1996 89.6 10.4 6.6 2.6 53.5 52.8 52.8 Nacional 1996 89.6 tO.4 4.0 6.4 2.3 55.7 55.7 55.7 1999 87.9 12.1 2.0 10.1 4.1 56.4 56.3 56.7 Brasil 1990 85.4 14.6 3.9 10.7 10.7 62.0 60.2 60.2 1995 82.8 17.2 3.1 14.1 13.6 59.2 58.6 58.5 2001 78.7 21.3 2.8 18.5 17.8 57.1 56.4 56.4 Chile 1990 78.4 21.6 11.2 10.3 9.5 57.7 53.0 53.0 1996 82.6 17.4 9.5 7.9 7.0 60.9 54.5 53.7 2000 80.0 20.0 11.5 8.5 7.5 61.8 55.0 53.8 Colombia Bogotá 1992 86.9 13.1 51.9 49.7 50.2 1996 83.7 16.3 51.7 50.1 50.3 Nacional 1996 82.8 17.2 0.9 16.3 52.5 50.0 50.3 48.4 1999 82.9 17.1 5.4 11.7 6.7 53.9 52.1 52.7 Costa Rica 1990 91.1 8.9 8.9 44.4 41.4 41.4 41.2 1995 89.8 10.2 10.2 5.7 46.1 43.0 43.0 2000 89.6 10.4 10.4 5.6 45.8 41.8 41.8 Rep. Dominicana 1995 100.0 48.9 48.9 52.2 1997 85.5 14.5 1.8 12.7 2.9 48.8 43.9 44.0 Ecuador 1994 96.0 4.0 1.4 2.6 55.6 53.8 55.9 53.4 1998 92.8 7.2 3.3 3.9 58.7 54.5 56.8 53.7 El Salvador 1991 79.3 20.7 9.8 10.9 2.0 51.3 48.6 48.6 1995 84.8 15.2 49.5 47.4 47.4 46.4 56.3 2000 85.0 15.0 3.3 11.7 5.4 52.2 49.1 49.1 Guatemala 2000 86.9 13.1 2.7 10.4 3.2 57.3 55.8 56.5 Honduras 1990 100.0 55.0 55.0 55.0 1995 100.0 53.3 53.3 53.3 1999 100.0 53.9 53.9 53.9 Jamaica 1990 98.6 1.4 42.0 42.1 42.1 1996 97.0 3.0 44.9 45.2 45.2 1999 98.3 1.7 41.9 42.4 42.4 México 1992 93.9 6.1 1.6 4.5 2.8 54.3 54.3 53.3 1996 91.4 8.6 1.6 7.0 2.9 53.4 53.7 52.5 2000 89.9 10.1 1.6 8.5 5.2 54.5 52.7 52.2 Nicaragua 1993 96.2 3.8 0.5 3.3 1.3 51.9 51.3 52.9 1998 89.3 10.7 2.5 8.3 0.9 55.4 53.8 56.4 Panamá 1991 78.9 21.1 1.9 19.2 13.2 54.1 47.9 47.9 1995 78.7 21.3 1.6 19.7 9.4 55.2 49.5 49.5 2000 78.7 21.3 1.6 t9.6 13.7 53.7 47.9 47.9 Paraguay 1995 892 10.8 2.7 8.1 4.0 56.6 55.5 43.9 1999 87.0 13.0 2.4 10.6 5.4 51.6 50.5 43.8 Parú Regiones 1991 89.6 10.4 2.4 8.0 6.0 48.1 47.4 48.4 1994 84.2 15.8 2.2 13.7 6.5 48.3 47.6 48.3 Nacional 1994 84.6 15.4 2.1 13.3 6.1 48.5 47.9 48.6 2000 85.6 14.4 2.0 12.4 7.0 50.0 48.9 49.1 Trinidad y Tobago 1992 100.0 42.6 42.6 42.6 Uruguay 1989 75.8 24.2 4.2 20.0 19.6 48.1 44.5 45.9 1995 71.5 28.5 3.3 25.1 21.7 47.0 46.1 47.8 2000 68.4 31.6 3.4 28.2 23.7 46.3 45.9 47.6 RB de Venezuela 1989 100.0 36.9 36.9 36.9 1995 92.9 7.1 2.1 5.0 45.3 41.9 41.9 1998 92.8 7.2 1.8 5.4 46.3 44.4 44.4 Nota: Ingresos no laborales=capital y utilidades más transferencias. Transferencias=pensionesmás otras transferencias públicas y privad Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar. TABLA A.22 N 00 Años de educación para adultos de edades de 25-65, por quintil de ingresos equivalados, por edad y porgénero +- el tT1 ti> Por edad y género C'i e:: Por quintiles de ingresos equivalados > (25-65) (10-20) (21-30) (31-40) (41-50) (51-60) (61+) r- el País 1 2 3 4 5 Promedio femen. Mascul. femen. Mascul. femen. Mascul. femen. Mascul. femen. Mascul. femen. Mascul. femen. Mascul. > el tT1 Argentina z > 1992 7.5 8.0 8.7 9.8 12.2 9.5 9.4 9.6 7.9 7.6 11.0 10.9 10.2 10.0 9.3 9.4 8.2 8.9 7.2 7.9 ~ tT1- 1996 7.3 8.1 9.0 10.0 12.8 9.8 9.8 9.9 7.7 7.4 11.3 10.8 10.5 10.3 9.7 9.8 8.7 8.9 7.3 8.2 ;:; ~ 2001 7.3 8.3 9.2 10.6 13.4 10.1 10.3 10.2 7.9 7.5 11.7 11.0 11.0 10.6 10.2 9.9 9.1 9.6 7.3 8.2 > Bolivia ..,> r- Urbano Z 1992 6.3 7.3 8.2 9.3 11.5 8.7 7.8 9.7 7.6 7.7 9.7 10.9 8.3 9.9 6.8 9.3 6.1 8.2 4.3 7.1 ?- 1996 6.5 7.6 8.1 9.7 12.4 9.1 8.1 10.3 7.6 7.7 9.7 11.2 8.7 10.5 7.6 10.3 5.8 9.1 4.6 7.3 ~ Nacional O 1996 2.8 4.7 6.3 7.6 10.7 6.7 5.6 7.6 6.3 6.6 7.8 9.2 6.3 8.2 5.0 7.2 3.1 5.8 2.4 4.1 ~ :::! 1999 2.8 4.9 6.6 8.9 11.4 7.3 6.2 8.3 6.8 7.1 8.9 10.4 7.2 8.9 5.4 7.7 4.0 6.6 2.4 4.1 tT1 Z Brasil el O 1990 1.9 2.9 4.1 5.5 8.9 5.1 5.1 5.2 4.4 3.8 6.8 6.3 5.8 5.8 4.2 4.5 3.1 3.7 2.2 2.5 () 1995 2.3 3.4 4.5 6.1 9.7 5.6 5.6 5.6 4.9 4.2 7.0 6.4 6.5 6.3 5.3 5.3 3.7 4.1 2.5 3.0 O z 2001 3.0 4.2 5.3 6.9 10.4 6.4 6.5 6.3 6.0 5.4 8.0 7.3 7.2 6.7 6.3 6.3 4.8 5.0 3.0 3.4 r- Chile > :r: 1990 6.6 7.2 7.9 9.2 11.8 8.8 8.6 9.0 8.3 8.0 10.4 10.2 9.4 9.8 7.9 8.5 6.7 7.3 5.4 6.0 ..,Vi 1996 6.7 7.7 8.8 10.0 12.3 9.3 9.2 9.5 8.3 8.0 11.1 11.1 10.1 10.1 8.6 9.3 7.0 7.5 5.7 6.2 O ~ 2000 7.4 8.3 9.2 10.6 13.2 10.0 9.8 10.1 8.4 8.2 11.6 11.5 10.6 10.7 9.8 10.2 7.7 8.3 6.0 6.5 :;: Colombia Bogotá 1992 6.8 7.1 7.9 9.4 12.4 9.0 8.7 9.4 7.0 6.5 10.0 10.3 9.4 9.9 7.5 8.7 6.4 7.7 5.4 6.6 1996 6.3 7.2 7.8 9.1 12.2 8.8 8.6 9.1 7.6 7.1 10.1 9.8 9.2 9.7 8.1 8.9 6.7 7.6 4.9 6.1 Nacional 1996 3.7 4.8 5.8 6.9 10.1 6.6 6.6 6.7 6.2 5.6 8.2 7.8 7.4 7.4 5.9 6.4 4.6 4.9 3.5 3.9 1999 4.4 5.2 6.1 7.3 10.5 7.0 7.1 7.1 6.6 6.1 8.7 8.3 7.8 7.7 6.7 7.0 5.0 5.7 3.8 4.3 Costa Rica 1990 5.0 6.2 6.8 7.8 11.1 7.6 7.6 7.8 6.8 6.6 9.2 8.9 8.4 8.6 6.6 7.1 5.0 5.8 4.1 4.1 1995 5.6 6.5 7.3 8.4 11.6 8.2 8.2 8.3 7.1 6.8 9.3 9.2 9.1 9.1 7.8 8.0 6.2 6.5 4.5 4.7 2000 5.4 6.6 7.4 8.4 11.6 8.2 8.2 8.3 7.1 6.7 9.2 8.8 9.0 9.0 8.4 8.5 6.2 7.0 4.5 4.5 Rep. Dominicana 1995 5.2 6.1 7.0 8.0 10.3 7.5 7.3 7.5 7.1 6.5 9.2 8.4 8.1 8.3 6.5 7.1 4.6 5.6 3.3 4.1 Ecuador 1994 4.2 5.2 6.7 7.5 10.6 7.1 6.8 7.3 6.7 5.3 8.9 8.9 7.6 7.9 5.9 6.8 4.3 4.8 3.2 4.2 1998 4.8 6.1 7.1 8.2 11.4 7.8 7.5 7.9 6.9 5.7 9.3 9.3 8.6 8.7 6.8 7.7 4.8 5.9 3.4 3.9 El Salvador 1991 2.4 3.0 4.1 5.4 8.5 5.0 4.6 5.5 5.7 5.6 6.7 7.2 5.2 6.4 3.8 4.9 2.8 3.4 1.8 2.5 1995 2.1 2.8 4.1 5.8 9.4 5.3 4.9 5.8 5.3 4.9 7.0 7.3 5.7 6.6 3.9 5.3 3.2 3.9 1.9 2.3 2000 3.8 4.4 5.3 6.5 9.0 6.1 5.8 6.7 5.7 5.6 8.0 8.2 6.6 7.4 5.1 6.5 3.8 4.9 2.3 2.9 Guatemala 2000 1.4 2.2 2.8 4.1 8.5 4.2 3.4 4.7 3.9 4.2 4.6 5.9 3.8 5.3 3.2 4.5 2.0 3.0 1.7 2.2 Hond uras 1990 1.8 2.1 2.8 4.0 7.5 4.0 3.9 4.1 4.5 4.1 · 5.5 5.4 4.5 4.7 3.1 3.5 2.0 2.6 1.8 2.1 1995 2.5 3.1 4.1 5.4 8.0 4.9 4.7 5.0 5.1 4.7 6.4 6.2 5.4 5.7 4.0 4.7 2.6 3.1 1.9 2.3 1999 2.8 3.4 4.5 5.9 9.1 5.5 5.1 5.2 5.1 4.7 6.6 6.1 5.9 5.7 4.7 5.1 3.3 3.6 1.8 2.2 Jamaica 1990 7.2 7.3 7.7 8.1 9.4 8.1 8.2 8.2 8.3 8.1 10.2 9.9 9.0 8.6 7.2 7.3 6.4 6.6 5.6 5.8 1996 8.5 9.0 9.0 8.9 10.5 9.3 9.5 9.2 8.4 8.2 10.8 10.6 10.1 9.8 9.4 8.9 8.0 7.3 6.5 5.6 1999 8.5 8.5 8.7 9.0 9.7 9.0 9.2 9.1 8.1 7.9 10.3 9.9 9.9 9.6 9.1 9.0 7.3 8.2 6.7 5.6 México 1992 2.7 4.1 5.1 6.6 10.0 6.1 5.6 6.5 6.5 6.3 7.6 8.3 6.1 7.2 4.5 5.7 3.9 4.6 2.5 3.1 1996 3.4 4.6 5.8 7.2 10.7 6.7 6.3 7.2 6.6 6.6 8.4 8.8 6.9 8.0 5.2 6.4 3.8 4.7 2.7 3.2 2000 3.5 5.3 6.8 8.1 11.6 7.4 6.9 8.0 7.0 6.9 9.0 9.5 7.5 8.6 6.5 7.8 4.7 6.2 3.0 3.5 Nicaragua 1993 2.3 3.5 4.5 5.6 7.3 4.9 4.4 4.8 4.3 4.0 5.9 5.7 4.9 5.5 3.3 4.0 2.4 2.6 1.8 1.9 1998 2.7 3.6 4.7 5.6 6.1 5.2 4.9 5.2 5.0 4.4 6.5 5.8 5.4 6.0 4.4 5.0 2.7 3.4 2.1 2.0 Panamá 1991 4.7 6.5 7.8 9.2 12.0 8.5 8.4 8.2 7.2 6.8 10.2 9.5 9.3 9.0 7.7 7.7 6.3 6.4 4.9 4.8 1995 5.3 7.1 8.3 9.8 12.6 9.1 9.0 8.7 7.2 6.7 10.2 9.6 9.9 9.6 8.4 8.4 7.1 6.8 5.0 5.2 2000 6.6 7.9 9.0 10.0 13.1 9.7 9.9 9.5 7.5 7.1 10.9 10.1 10.7 9.9 9.7 9.7 8.3 8.5 7.2 7.2 Paraguay 1995 3.7 4.6 5.5 6.8 9.8 6.4 6.2 6.6 5.5 5.2 7.6 7.6 6.8 7.2 5.8 6.3 4.3 5.1 3.2 4.0 1999 4.0 5.1 6.2 7.7 10.1 7.0 6.6 7.0 6.1 5.8 8.1 8.3 7.2 7.6 6.0 6.6 5.0 5.4 3.5 4.2 Perú Regione s 1991 7.6 9.0 9.5 10.3 11.5 9.8 9.2 10.2 7.6 7.8 10.8 11.2 9.8 10.8 8.3 10.1 7.4 8.3 6.8 7.5 1994 6.8 8.5 9.3 10.7 12.5 9.9 9.6 10.1 7.8 7.8 11.0 11.4 10.5 10.9 8.7 9.9 7.7 8.1 6.8 7.7 Nacional 1994 6.4 8.0 9.2 10.2 12.2 9.6 9.3 9.8 7.5 7.6 10.6 11.1 10.0 10.6 8.4 9.5 7.4 7.8 6.6 7.4 2000 5.9 7.5 9.1 10.4 12.5 9.4 8.7 10.0 7.5 7.4 10.8 11.2 9.6 10.5 7.9 9.7 6.5 8.8 4.9 6.7 Trin idad y Tobago 1992 6.6 6.8 7.6 8.3 10.3 8.2 8.1 7.9 7.7 7.3 9.8 9.2 8.8 8.3 7.2 7.6 6.1 6.3 5.1 6.3 Uruguay 1989 5.9 6.7 7.6 8.6 10.4 8.1 7.9 8.3 7.3 7.2 9.8 10.0 9.1 9.3 7.9 8.3 6.5 6.9 5.1 5.4 1995 6.5 7.1 8.0 9.2 11.6 8.7 8.7 8.7 7.7 7.4 10.5 10.1 9.8 9.5 8.8 8.8 7.4 7.6 5.5 5.7 2000 7.0 7.8 8.6 9.8 12.1 9.3 9.3 9.2 9.2 8.7 10.8 10.2 10.1 9.9 9.5 9.3 8.3 8.2 6.3 6.5 RBde Venezuela 1989 4.6 5.6 6.4 7.4 10.0 7.2 6.9 7.4 6.5 5.9 8.6 8.2 7.7 7.8 6.2 7.1 4.4 5.9 2.7 4.0 > 1995 5.2 5.9 6.7 7.7 9.9 7.4 7.3 7.4 7.1 6.3 9.0 8.4 8.2 7.9 6.9 7.2 5.2 6.2 3.2 4.1 ""z m- 1998 6.0 6.5 7.1 8.4 11.1 8.1 8.1 8.0 7.3 6.5 9.7 8.7 8.9 8.4 7.8 7.9 5.7 6.9 3.5 4.6 el ñ '" Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar. U'> '" ...; > ¡;;, el :::! o O IV 00 Vl 1999 5.0 6.5 7.4 7.9 8.4 7.0 5.2 7.7 9.0 10.8 12.6 9.7 3.2 5.6 7. Brasil 1990 2.3 3.4 4.3 5.3 6.0 4.1 3.0 4.4 5.7 7.3 10.1 6.6 2.2 3.4 4. 1995 2.7 3.8 4.8 5.7 6.6 4.5 3.4 4.8 6.1 7.6 10.3 6.7 2.7 4.1 5. 2001 4.0 5.1 6.1 6.9 7.6 5.7 4.3 5.7 7.2 8.8 11.2 7.6 3.4 4.8 6. Chile 1990 7.3 7.8 8.2 8.8 9.0 8.1 8.1 9.0 10.0 11.0 12.9 10.3 7.2 8.0 8. 1996 7.3 7.8 8.4 8.8 8.9 8.2 8.4 9.7 10.8 11.9 13.7 11.1 7.4 8.7 9. 2000 7.6 8.0 8.5 8.8 8.9 8.3 9.2 10.2 11.3 12.4 14.2 11.6 8.0 9.1 10. Colombia Bogotá 1992 6.0 6.6 6.7 7.5 7.3 6.8 8.3 8.9 9.4 10.4 12.4 10.1 7.1 7.5 8. 1996 6.5 6.8 7.8 7.9 8.2 7.4 7.9 8.5 9.2 10.5 12.5 10.0 6.7 7.8 8. Nacional 1996 4.6 5.3 6.0 6.8 7.3 5.9 5.2 6.3 7.4 8.6 10.8 8.1 4.2 5.4 6. 1999 5.2 5.8 6.4 7.1 7.7 6.4 6.1 6.9 7.8 8.9 11.1 8.5 4.9 5.9 6. CostaRica 1990 5.7 6.1 6.5 7.3 7.9 6.6 6.8 7.5 8.3 9.3 11.7 9.0 5.7 6.6 7. 1995 5.9 6.3 6.8 7.4 8.1 6.8 6.6 7.3 8.1 9.7 11.9 9.1 6.3 7.3 8. 2000 5.8 6.5 6.9 7.3 8.1 6.9 6.0 7.2 8.0 9.3 12.0 8.8 6.3 7.3 8. Rep. Dominicana 1995 6.0 6.3 6.7 7.3 8.1 6.8 7.1 7.6 8.6 9.1 10.9 8.8 6.0 7.0 7. Ecuador 1994 5.5 6.1 6.6 6.9 7.8 6.5 6.2 7.2 8.8 9.5 11.2 8.9 4.4 5.9 7. 1998 5.6 6.5 6.8 7.3 8.2 6.8 6.9 7.9 8.7 9.8 12.1 9.4 5.6 6.8 7. El Salvador 1991 4.5 4.9 5.5 6.4 7.3 5.7 3.9 4.4 6.0 7.8 10.4 7.0 2.8 3.6 4. 1995 3.7 4.1 5.1 6.2 7.0 5.1 3.5 4.4 5.8 8.0 11.0 7.2 2.4 3.3 4. 2000 4.7 5.1 5.6 6.4 7.3 5.7 5.8 6.4 7.2 8.5 10.8 8.1 4.4 5.2 6. Guatemala 2000 2.61 3.1 3.84 4.95 6.57 4.18 2.27 3.17 4.09 6.15 9.44 5.49 1.56 2.33 3.5 Honduras 1990 3.2 3.6 3.9 4.7 5.8 4.2 3.0 3.6 3.9 5.5 8.4 5.4 2.1 2.4 3. 1995 4.0 4.2 4.6 5.3 6.2 4.9 3.8 4.5 5.7 6.8 8.7 6.3 3.0 3.6 4. 1999 4.0 4.4 5.0 5.6 6.5 5.1 3.6 4.7 5.8 6.8 9.6 6.7 3.3 4.1 5. Jamaica 1990 8.0 8.0 8.1 8.6 8.8 8.2 9.7 9.0 10.0 9.7 10.8 10.0 7.5 7.3 8. 1996 8.2 8.0 8.3 8.7 8.4 8.3 10.3 10.0 9.9 10.3 11.5 10.6 9.0 9.6 9. 1999 7.7 7.8 8.3 8.5 8.5 8.1 9.3 9.5 10.0 10.2 10.5 10.0 9.0 9.3 9. México 1992 4.9 6.0 6.7 7.2 7.7 6.4 4.5 6.2 7.2 8.7 11.1 8.0 3.0 4.5 5. 1996 5.1 6.2 7.0 7.4 7.6 6.6 5.4 6.7 8.0 9.3 11.4 8.6 3.9 5.2 6. 2000 5.6 6.6 7.2 7.7 8.3 7.0 5.6 7.6 8.7 9.7 12.5 9.2 4.2 6.1 7. Nicaragua 1993 3.0 4.2 4.4 4.9 5.5 4.4 3.3 4.8 6.1 6.7 8.2 6.1 2.4 4.0 4. 1998 3.2 4.0 5.2 5.4 6.4 4.8 3.6 4.9 6.0 7.3 8.8 6.3 3.1 4.2 5. Panamá 1991 5.8 6.7 7.4 7.7 8.2 7.0 6.9 8.7 9.7 10.9 12.4 10.0 5.6 7.1 8. 1995 5.7 6.7 7.2 8.0 8.2 7.1 7.0 8.4 9.7 11.1 12.5 10.1 6.2 8.0 9. 2000 6.2 6.9 7.6 8.1 8.3 7.3 7.6 8.8 10.2 11.2 13.5 10.6 7.3 8.7 9. Paraguay 1995 4.3 4.7 5.4 5.9 6.9 5.4 4.8 5.7 6.5 8.2 10.2 7.6 3.9 5.0 6. 1999 4.8 5.4 6.1 6.7 7.7 6.1 5.4 6.3 7.5 9.2 11.3 8.5 4.5 5.8 7. Perú Regiones 1991 6.9 7.6 8.0 8.1 8.2 7.7 9.2 10.3 11.1 11.8 12.1 11.1 7.8 9.6 10. 1994 6.8 7.5 7.8 8.4 8.9 7.8 8.8 10.2 11.0 11.9 13.2 11.2 7.4 9.2 10. Nacional 1994 6.5 7.2 7.5 8.2 8.7 7.6 8.0 10.0 10.6 11.6 12.9 10.9 6.9 8.5 10. 2000 6.5 7.0 7.9 8.1 8.4 7.5 8.2 9.5 10.9 11.9 13.3 11.0 6.5 8.4 9. Trinidad y Tobago 1992 7.1 7.3 7.5 7.8 8.0 7.5 8.1 8.7 9.1 10.2 11.3 9.5 6.6 7.0 8. Uruguay 1989 6.3 7.1 7.6 7.8 8.2 7.3 7.6 8.5 9.7 10.7 11.7 9.9 6.7 7.9 9. 1995 6.8 7.3 7.8 8.1 8.4 7.6 8.0 9.1 10.1 11.0 12.5 10.3 7.4 8.2 9. 2000 7.9 8.8 9.1 9.8 10.1 8.9 8.1 9.3 10.4 11.2 13.1 10.5 7.5 8.3 9. RBde Venezuela 1989 5.2 5.8 6.2 6.8 7.5 6.2 6.5 7.2 7.7 8.6 10.5 8.4 5.0 6.1 7. 1995 5.9 6.2 6.6 7.3 8.0 6.7 6.9 7.3 8.1 9.2 10.8 8.7 5.8 6.5 7. 1998 6.0 6.4 6.9 7.3 8.2 6.9 7.2 7.9 8.6 9.7 11.8 9.2 6.6 7.3 7. Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar. 2.3 4.9 6.1 8.5 10.8 6.7 1.8 3.1 4.2 5.9 9.6 5.3 1.4 2.1 3.3 4.5 8.2 4.4 1.0 1.5 2.4 3.5 6.6 3.4 1.8 2.8 3.9 5.6 9.6 5.3 1.2 1.8 2.8 3.9 7.8 3.9 2.6 3.9 4.9 6.6 10.5 6.3 1.6 2.3 3.2 4.7 8.9 4.8 5.7 6.4 7.1 8.5 11.5 8.2 4.7 5.0 5.7 7.3 10.2 7.0 6.0 7.0 8.5 9.6 12.0 9.0 4.4 5.2 6.3 7.6 10.5 7.3 7.2 8.2 8.9 10.7 13.4 10.0 5.0 5.9 6.7 8.2 11.6 8.0 5.4 6.0 7.0 8.8 12.0 8.1 5.4 5.3 5.7 7.6 10.1 7.0 5.7 6.6 7.4 8.6 12.1 8.5 4.4 5.2 5.7 6.4 10.6 7.0 3.1 4.2 5.1 6.4 9.7 6.1 2.5 3.2 3.8 4.6 8.0 4.7 4.0 4.7 5.4 6.9 10.5 6.7 3.1 3.5 4.1 5.1 8.9 5.2 4.4 5.5 5.8 6.5 10.4 6.8 2.9 4.2 4.1 5.1 8.9 5.3 5.2 6.1 6.9 7.8 11.4 7.8 4.2 4.4 5.1 6.0 9.8 6.2 5.8 6.9 7.4 8.4 11.5 8.4 3.7 4.4 5.3 6.5 10.1 6.4 4.5 5.3 6.2 6.9 10.1 6.8 3.4 3.9 4.2 5.5 8.3 5.2 3.8 4.5 5.1 6.5 10.1 6.4 3.1 3.0 4.3 4.3 7.7 4.6 4.2 5.4 6.2 7.2 11.4 7.3 3.1 3.8 4.3 5.5 9.2 5.4 1.9 2.6 3.5 4.4 7.7 4.3 1.3 1.5 2.2 3.2 6.0 3.1 1.7 2.4 3.6 4.9 8.3 4.5 1.2 1.5 2.2 4.1 7.0 3.5 3.6 3.8 4.8 5.7 8.2 5.5 2.3 3.0 3.4 4.1 7.6 4.4 1.07 2.36 2.32 3.15 8.19 3.94 0.56 0.69 1.12 1.95 6.7 2.54 1.5 1.6 2.2 3.0 7.1 3.2 0.9 1.2 1.5 2.0 5.2 2.2 2.3 2.4 3.3 4.8 7.6 4.4 1.3 1.6 2.0 3.0 5.8 2.9 2.6 2.9 4.0 5.3 8.8 5.2 1.3 2.1 2.7 4.1 7.5 3.8 5.8 7.0 6.6 7.1 8.3 7.1 6.3 5.7 6.7 6.8 7.4 6.7 8.0 8.4 8.0 8.6 10.2 8.9 6.9 7.6 8.2 7.4 9.3 8.0 8.2 8.2 8.6 8.4 9.5 8.7 7.9 7.1 7.2 7.2 7.4 7.3 2.2 3.3 4.0 5.3 9.3 5.1 1.4 2.6 3.3 4.2 8.2 4.3 2.7 3.8 5.0 6.2 10.1 5.8 1.8 2.3 3.4 4.4 7.9 4.2 3.3 4.3 6.2 7.5 11.6 7.2 1.7 3.0 4.5 5.3 10.5 5.5 1.7 3.0 3.6 4.7 5.9 3.9 1.5 1.7 2.3 2.7 4.7 2.7 2.3 3.2 4.2 5.1 8.1 4.9 1.7 1.9 2.6 2.8 6.1 3.2 4.1 5.6 7.1 8.1 11.7 7.9 3.2 4.4 5.7 7.0 10.4 6.5 4.6 6.2 7.2 9.2 12.4 8.7 3.3 4.8 6.1 7.6 11.6 7.3 6.1 7.5 8.5 9.8 13.1 9.7 5.0 6.3 6.9 7.8 12.0 8.4 3.4 4.1 5.2 6.4 9.6 6.1 2.6 3.4 3.7 4.5 8.4 4.7 3.5 4.6 5.6 6.9 10.3 6.5 2.9 3.4 4.9 5.6 8.2 5.4 6.7 8.8 9.0 - 10.1 10.4 9.2 7.1 7.1 7.4 7.8 9.2 7.8 5.7 7.7 8.8 10.2 12.1 9.3 5.3 6.3 7.2 8.2 10.5 8.0 5.6 7.0 8.5 10.0 11.9 9.0 5.3 5.8 7.0 7.7 10.3 7.8 5.4 6.7 8.9 10.1 12.0 8.9 4.0 5.6 7.1 8.2 10.7 7.7 5.8 6.0 6.7 7.6 9.7 7.5 6.2 5.3 5.1 5.7 7.8 6.2 5.7 7.0 7.6 8.7 10.3 8.1 4.4 5.3 6.1 6.9 8.9 6.7 6.4 7.2 8.2 9.6 12.0 8.8 5.1 5.8 6.7 7.8 10.3 7.5 7.1 8.0 8.7 10.1 12.3 9.4 5.7 6.8 7.2 8.5 11.1 8.3 3.9 5.0 5.6 6.9 9.7 6.6 2.7 3.6 4.2 5.1 8.1 5.1 4.8 5.4 6.4 7.5 9.5 7.1 3.3 4.0 4.6 5.6 8.5 5.7 5.7 6.1 6.6 8.0 11.0 7.9 4.2 4.1 5.3 6.3 9.4 6.3 TABLA A.24 N 00 Escolaridad en países latinoamericanos: participación de población mayorde 25 años, por el nivelde la educación y años promedio 00 de escuela o m en Ci e % de no escolaridad % deescuela primariacompletada % de secundaria completada Promedio añosde escolaridad > r- O 1960 1970 1980 1990 2000 1960 1970 1980 1990 2000 1960 1970 1980 1990 2000 1960 1970 1980 1990 2000 > O m Z Argentina 12.0 8.3 7.1 5.7 5.8 19.9 30.6 33.0 34.6 30.1 1.8 2.4 3.7 7.2 11.9 5.0 5.9 6.6 7.8 8.5 > Barbados ;;:: 0.0 1.1 0.8 1.9 2.6 22.5 9.3 17.6 13.4 10.7 0.7 0.8 2.2 5.4 8.1 5.2 9.1 6.8 8.2 9.1 m· Bolivia 50.2 51.2 44.8 36.8 30.9 5.1 6.8 8.9 10.0 11.0 2.5 2.6 4.2 6.7 9.8 4.2 3.7 4.0 4.7 5.5 ¡:; ~ Brasil 43.2 42.6 32.9 22.4 21.2 11.8 19.4 4.9 12.4 11.5 1.4 1.4 3.4 4.9 5.7 2.8 2.9 3.0 3.8 4.6 > r- Chile 20.2 12.4 9.4 5.8 5.3 22.1 14.2 12.8 10.7 9.6 1.4 2.6 4.9 8.4 10.7 5.0 5.5 6.0 7.1 7.9 > Colombia 35.1 ::! 39.2 24.5 24.5 19.8 10.9 10.8 12.0 11.0 10.8 1.3 1.4 2.9 4.7 6.7 3.0 2.7 3.9 4.4 5.0 z Costa Rica 17.7 20.6 14.5 10.8 9.4 21.0 12.1 16.0 14.0 13.6 1.8 2.1 5.7 9.4 12.7 3.9 3.6 4.7 5.6 6.0 > Rep. Dominicana 43.4 40.1 35.7 28.8 25.7 13.8 4.3 10.2 11.2 10.3 0.5 1.3 2.9 6.1 9.8 2.4 2.9 3.4 4.3 5.2 o ~ Ecuador 37.8 37.6 25.4 20.0 17.7 13.6 18.0 34.1 14.3 13.1 1.0 1.3 5.2 11.9 12.7 3.0 3.2 5.4 5.9 6.5 ;;:: El Salvador 61.8 54.2 36.0 37.1 35.0 5.1 8.0 11.5 10.2 10.1 0.3 1.3 2.2 4.3 7.2 1.7 2.3 3.3 3.6 4.5 ~ m Guatemala 69.2 68.4 54.7 52.9 47.1 7.2 6.2 8.0 8.0 8.3 0.3 0.7 1.5 3.0 4.0 1.4 1.5 2.3 2.6 3.1 z Guyana 13.7 12.2 8.1 9.6 7.3 23.0 21.5 20.2 16.0 14.6 0.4 0.7 1.2 1.4 2.7 3.5 4.0 4.7 5.4 6.0 oo n Haití 90.2 83.5 77.0 57.0 54.4 1.4 1.8 3.2 7.2 7.1 0.2 0.2 0.5 0.6 0.8 0.7 0.9 1.5 2.4 2.7 o Honduras 60.9 61.9 49.0 31.9 25.9 6.9 7.9 8.6 11.5 12.4 0.4 0.6 1.2 3.1 4.4 1.7 1.7 2.3 3.7 4.1 z r- Jamaica 18.8 5.1 3.2 3.5 3.3 20.8 24.0 22.1 17.7 15.1 0.3 0.7 1.4 1.8 2.8 2.5 3.0 3.6 4.6 5.2 > México 46.0 35.0 34.2 18.8 12.4 10.4 15.3 17.2 19.9 19.4 0.8 1.5 3.2 5.4 6.6 2.4 3.3 4.0 5.9 6.7 :z: ..,C;; Nicaragua 59.0 53.9 48.9 41.3 31.7 9.1 7.9 8.7 9.0 9.5 1.7 3.1 3.8 5.4 6.0 2.1 2.6 2.9 3.6 4.4 o Panamá 28.0 24.9 18.3 12.9 11.4 24.4 16.4 23.2 21.6 21.0 1.8 2.9 5.7 11.4 13.5 4.3 4.6 5.9 7.3 7.9 ;: ~ Paraguay 26.4 19.6 14.2 8.7 9.8 16.8 10.3 15.4 20.7 20.7 1.0 1.7 2.7 6.0 6.6 3.4 3.7 4.6 5.8 5.7 Perú 42.8 35.0 24.0 20.5 13.8 11.7 16.1 17.2 10.3 8.8 1.8 3.1 6.9 9.6 15.3 3.0 3.9 5.4 5.9 7.3 Trinidad y Tobago 14.7 11.6 1.3 4.5 5.1 18.6 21.9 42.6 16.3 12.8 0.7 0.8 2.0 2.3 3.1 4.2 4.5 6.6 6.7 7.6 Uruguay 14.1 13.9 7.3 5.5 3.2 18.4 22.8 20.5 13.2 12.3 3.5 3.9 5.1 7.9 8.5 5.0 5.2 5.8 6.7 7.2 RB de Venezuela 49.1 47.1 23.5 21.2 15.7 15.7 9.5 10.6 12.2 12.6 1.0 1.8 4.8 8.0 12.2 2.5 2.9 4.9 4.9 5.6 Total 37.1 33.9 25.9 21.0 18.0 14.4 13.7 16.5 14.1 13.3 1.2 1.7 3.4 5.9 7.9 3.2 3.6 4.4 5.2 5.9 Oriente Medio 65.9 60.8 52.6 39.2 28.7 10.2 9.2 9.5 11.0 11.2 1.3 1.7 3.7 6.2 7.9 2.3 2.7 3.8 5.2 6.3 YNorte de África ÁfricaSubsahariana 76.3 73.4 63.0 53.5 46.0 5.5 5.1 6.9 7.8 8.4 0.2 0.4 0.5 1.2 1.7 1.2 1.4 2.0 2.7 3.4 Américalatinay 37.1 33.9 25.9 21.0 18.0 14.4 13.7 16.5 14.1 13.3 1.2 1.7 3.4 5.9 7.9 3.2 3.6 4.4 5.2 5.9 el Caribe Asiadel Este y 51.5 41.7 31.4 26.0 18.1 15.7 16.2 18.9 19.4 19.0 1.7 2.2 3.4 5.2 8.5 3.1 3.7 4.8 6.1 7.3 el Pacífico Asia del Sur 78.1 76.6 69.8 62.7 54.5 3.0 6.7 5.3 6.5 8.3 0.5 1.0 1.2 1.7 2.2 1.2 1.5 2.0 2.5 3.0 Países avanzados 5.8 5.1 4.5 3.1 3.3 34.8 32.3 23.4 19.9 17.1 3.1 4.2 6.9 9.4 12.5 6.6 7.2 8.2 8.8 9.5 Promedio mundial 46.3 43.0 36.0 29.8 24.8 15.7 15.1 14.3 13.5 12.9 1.4 2.0 3.4 5.2 7.1 3.2 3.6 4.5 5.3 6.1 Fuente: Versión actualizada de Barro y Lee (2000). Argentina 34.4 34.9 31.1 32.5 29.4 Bartlados 25.3 27.9 18.0 19.1 29.6 Bolivia 51.9 54.6 55.7 56.4 55.9 Brasil 60.0 56.4 50.8 42.9 44.5 Chile 36.5 36.6 33.0 33.2 31.5 Colombia 53.4 49.3 50.9 46.0 47.2 Costa Rica 39.9 40.5 41.0 39.2 40.6 Cuba 44.6 46.0 31.7 34.0 32.2 Ecuador 51.3 51.5 51.1 47.0 39.3 Guatemala 75.8 75.2 74.3 73.2 63.8 Guyana 32.3 34.9 32.7 35.0 32.5 Ha~r 92.7 91.7 85.1 84.6 78.0 Honduras 67.2 65.3 62.3 59.0 56.9 Jamaica 35.2 38.6 28.9 31.3 31.7 México 56.0 56.9 51.0 49.8 49.7 Nicaragua 70.0 67.9 66.1 64.1 63.0 Panamá 43.7 46.2 47.4 46.4 38.0 Paraguay 41.6 41.5 39.6 38.9 38.0 Perú 56.8 58.0 50.4 50.3 42.5 Trinidad y Tobago 35.7 36.0 33.7 33.9 23.9 Uruguay 38.8 38.1 39.2 34.9 35.8 RB de Venezuela 58.3 55.9 61.2 59.4 44.0 LAC =América Latina y el Caribe. Fuente: Cálculos del autor basados en Thomas y otros (2002). 1999 43.4 26.2 28.1 38.2 45.7 Brasil 1990 47.6 39.3 36.3 43.3 51.6 1995 45.2 36.4 34.7 40.0 48.1 2001 41.1 30.2 30.4 36.5 42.1 Chile 1990 29.5 21.6 20.7 25.4 32.3 1996 27.1 21.0 18.4 22.2 28.9 2000 24.2 20.2 16.1 20.1 24.0 Colombia Bogotá 1992 29.3 24.4 21.8 26.7 32.9 1996 28.1 22.4 20.5 25.2 30.8 Nacional 1996 38.3 29.2 28.9 34.5 41.4 1999 37.3 27.8 27.7 32.8 39.5 CostaRica 1990 32.3 23.3 23.3 27.9 35.2 1995 30.0 22.4 23.8 25.4 31.2 2000 29.7 22.8 25.7 25.7 28.6 Rep.Dominicana 1995 36.7 26.6 27.4 32.5 39.3 Ecuador 1994 38.4 25.3 26.2 35.0 42.1 1998 35.3 23.5 24.2 30.5 38.4 El Salvador 1991 52.3 32.5 40.9 46.8 54.7 1995 52.4 37.9 39.2 47.0 55.5 2000 47.3 33.9 34.1 42.7 49.5 Guatemala 2000 61.8 42.9 48.7 57.7 65.2 Honduras 1990 55.8 36.1 42.5 50.2 61.0 1995 48.5 31.0 35.3 43.3 51.9 1999 47.7 30.6 36.7 42.6 50.0 Jamaica 1990 20.3 17.5 11.7 17.6 19.2 1996 16.8 17.6 11.0 12.0 17.7 1999 16.2 17.0 10.6 12.7 16.5 México 1992 42.8 25.5 30.3 39.1 46.1 1996 40.0 25.0 26.6 35.6 44.3 2000 36.6 23.1 24.7 31.4 38.7 Nicaragua 1993 53.0 41.2 41.0 50.3 58.4 1998 48.3 37.6 37.4 42.9 53.7 Panamá 1991 32.2 24.3 22.7 27.8 34.4 1995 29.6 23.7 22.1 25.2 31.9 2000 24.7 22.7 20.3 21.8 25.5 Paraguay 1995 35.8 28.8 28.0 33.1 37.2 1999 34.5 26.9 27.8 30.8 35.6 Perú Regiones 1991 25.361 20.235 17.009 22.905 28.471 1994 26.433 20.512 18.318 23.037 29.272 Nacional 1994 27.342 21.218 19.51 24.248 30 2000 30.049 22.158 19.816 25.939 31.782 Trinidad yTobago 1992 26.9 22.0 19.7 25.1 28.0 Uruguay 1989 29.0 23.4 21.4 25.0 28.1 1995 26.3 20.7 18.3 21.5 25.5 2000 24.2 27.5 19.2 21.4 23.0 RBde Venezuela 1989 33.4 26.1 24.6 29.2 35.9 1995 31.4 24.3 23.0 27.1 32.1 1998 30.9 24.1 24.0 27.0 31.7 Fuente:Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar. 1996 0.60 0.76 0.85 0.90 0.96 0.82 1992 0.66 0.83 0.88 1999 0.58 o.n 0.88 0.91 0.97 0.83 1996 0.70 0.82 0.91 Brasil 2000 0.70 0.87 0.93 1990 0.51 0.68 0.82 0.91 0.97 0.81 Nicaragua 1995 0.59 0.73 0.85 0.93 0.98 0.84 1993 0.38 0.52 0.64 2001 0.67 0.79 0.87 0.95 0.99 0.87 1998 (a) 0.46 0.57 0.69 Chile 1998 (b) 0.60 0.67 0.78 1990 0.91 0.92 0.94 0.97 0.99 0.95 Panamá 1996 0.90 0.93 0.96 0.98 0.99 0.96 1991 0.74 0.85 0.91 2000 0.92 0.94 0.96 0.98 1.00 0.E!6 1995 0.78 0.89 0.93 COlombia 2000 0.94 0.96 0.98 Bogotá Paraguay 1992 0.96 0.98 0.98 0.99 0.99 0.98 1995 0.68 0.79 0.83 1996 0.96 0.98 0.99 0.99 0.99 0.98 1999 0.79 0.86 0.92 Nacional Perú 1996 0.90 0.94 0.95 0.97 0.99 0.96 Regiones 1999 0.91 0.93 0.96 0.96 0.99 0.96 1991 0.81 0.90 0.94 Costa Rica 1994 0.74 0.88 0.92 1990 0.70 0.83 0.83 0.88 0.96 0.85 Nacional 1995 0.76 0.84 0.88 0.91 0.97 0.88 1994 0.74 0.87 0.90 2000 0.76 0.86 0.88 0.92 0.97 0.89 2000 0.82 0.89 0.94 Rep. Dominicana Trinidad y Tobago 1995 0.83 0.88 0.90 0.93 0.97 0.91 1992 0.71 0.74 0.81 Ecuador Uruguay 1994 0.74 0.85 0.86 0.91 0.96 0.87 1989 0.88 0.91 0.95 1998 0.78 0.86 0.90 0.93 0.98 0.90 1995 0.91 0.93 0.96 El Salvador 2000 0.93 0.96 0.97 0 1991 0.49 0.57 0.68 0.76 0.88 0.69 RB de Venezuela · 1995 0.52 0.60 0.72 0.64 0.93 0.75 1989 0.78 0.86 0.90 0 2000 0.64 0.71 0.79 0.66 0.93 0.80 1995 0.82 0.88 0.92 0 Guatemala 1998 0.86 0.90 0.93 0 2000 0.40 0.52 0.59 0.72 0.91 0.65 Nota: Datos para Nicaragua 1993 y 1998 (A): participación de adultos con menos de tres años de educación formal ; para Nicaragua 1 autorreportada. Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar. 1996 62.2 25.3 12.6 65.1 20.8 14.2 59.1 23.8 17.1 70.5 18.0 11.5 1999 54.1 30.0 15.8 59.0 22.6 18.4 52.7 25.9 21.5 64.8 19.6 15.6 Brasil 1990 76.4 17.6 6.0 75.8 16.5 7.8 76.1 16.1 7.7 75.4 16.8 7.8 1995 73.8 19.9 6.4 73.1 18.8 8.1 74.3 17.8 7.9 72.0 19.7 8.3 2001 64.6 27.9 7.5 66.1 24.7 9.1 67.9 23.6 8.5 64.5 25.8 9.8 Chile 1990 43.7 42.7 13.6 50.0 37.6 12.4 43.7 40.2 16.1 46.2 40.0 13.8 1996 37.7 45.9 16.4 38.5 44.7 16.9 37.6 44.0 18.3 39.3 45.2 15.5 2000 33.1 48.3 18.6 33.0 47.0 20.0 32.5 46.2 21.3 33.5 47.7 18.9 Colombia Bogotá 1992 42.6 39.0 18.3 43.2 34.7 22.1 40.5 33.8 25.8 45.6 35.4 19.0 1996 43.5 41.1 15.5 45.0 36.9 18.1 44.1 36.6 19.3 45.8 37.2 17.0 Nacional 1996 62.8 28.9 8.2 63.8 26.1 10.0 63.8 25.3 10.9 63.8 26.9 9.3 1999 57.8 31.9 10.4 59.6 28.1 12.4 60.0 26.7 13.3 59.1 29.3 11.6 Costa Rica 1990 59.4 29.4 11.2 59.7 27.5 12.8 59.3 27.5 13.1 59.9 27.5 12.6 1995 55.4 30.6 14.0 54.9 29.5 15.6 55.2 28.7 16.1 54.6 30.3 15.1 2000 55.2 30.7 14.1 58.6 27.6 13.9 58.5 27.8 13.7 58.6 27.4 14.1 Rep. Dominicana 1995 57.9 30.6 11.5 59.7 26.8 13.5 60.3 25.7 14.0 59.1 27.8 13.0 Ecuador 1994 61.4 27.1 11.5 64.1 21.9 14.0 63.3 21.8 14.9 64.9 22.1 13.1 1998 56.5 30.3 13.2 56.9 27.1 16.1 56.3 26.6 17.1 57.4 27.6 15.0 El Salvador 1991 67.9 24.8 7.3 70.9 21.4 7.7 67.0 23.8 9.2 74.1 19.5 6.4 1995 67.0 26.0 7.1 69.1 22.4 8.5 65.0 24.9 10.1 72.4 20.5 7.2 2000 59.5 30.6 9.9 61.6 26.7 11.7 57.7 29.4 12.9 64.7 24.5 10.8 Guatemala 2000 79.8 14.9 5.4 81.1 12.6 6.4 77.9 13.4 8.7 83.8 11.9 4.3 Honduras 1990 84.0 12.8 3.2 80.2 14.9 5.0 80.0 13.5 6.5 80.4 16.1 3.6 1995 79.4 17.1 3.5 73.6 21.1 5.3 73.2 19.9 6.9 74.0 22.1 3.9 1999 77.8 17.7 4.6 73.1 20.5 6.5 73.5 18.5 8.1 72.7 22.1 5.2 Jamaica 1990 38.7 56.1 5.2 41.1 52.8 6.1 42.6 52.3 5.1 39.7 53.3 7.0 1999 31.1 63.1 5.8 27.8 65.7 6.6 26.7 67.5 5.9 28.8 64.0 7.2 México 1992 62.5 28.1 9.4 67.6 22.1 10.4 64.3 22.0 13.8 70.6 22.2 7.2 1996 56.6 32.8 10.7 59.0 28.8 12.2 55.8 29.0 15.2 62.0 28.6 9.4 2000 50.3 35.8 14.0 51.6 33.9 14.5 48.1 33.5 18.4 54.8 34.1 11.1 Nicaragua 1993 77.7 18.7 3.6 77.2 17.7 5.2 76.6 16.9 6.5 77.7 18.3 4.0 1998 74.9 20.8 4.3 74.9 19.8 5.3 73.9 19.9 6.2 75.7 19.8 4.5 Panamá 1991 49.0 37.5 13.5 49.3 34.2 16.4 51.4 32.9 15.7 47.4 35.4 17.1 1995 45.2 39.9 14.9 44.7 37.6 17.7 46.5 36.9 16.6 42.9 38.3 18.9 2000 39.0 43.0 18.0 38.5 40.7 20.7 40.7 40.8 18.5 36.5 40.6 22.9 Paraguay 1995 71.0 22.0 7.0 71.7 20.1 8.2 70.1 21.7 8.2 73.3 18.5 8.2 1999 65.1 27.0 7.9 67.4 23.5 9.2 65.5 25.8 8.7 69.2 21.2 9.6 Perú Regiones 1991 34.2 48.2 17.6 36.8 41.5 21.8 32.2 42.8 25.1 41.1 40.2 18.6 1994 34.2 45.1 20.7 35.7 39.7 24.7 33.1 40.5 26.4 38.1 38.9 23.0 Nacional 1994 37.7 43.3 19.0 39.2 38.2 22.6 36.5 39.4 24.1 41.8 37.1 21.1 2000 37.5 42.7 19.8 37.9 39.4 22.8 32.1 43.8 24.1 43.2 35.3 21.6 Trinidady Tobago 1992 49.8 42.2 8.0 52.9 38.4 8.8 54.3 35.9 9.9 51.6 40.8 7.7 Uruguay 1989 53.5 35.3 11.3 51.3 35.9 12.8 49.7 36.6 13.7 52.8 35.3 12.0 1995 45.4 41.4 13.2 43.4 40.8 15.8 43.7 41.6 14.7 43.1 40.2 16.7 2000 41.6 41.9 16.5 39.5 43.0 17.6 40.0 44.6 15.4 39.1 41.5 19.5 RB de Venezuela 1989 61.0 30.4 8.6 61.9 27.5 10.6 61.2 27.3 11.6 62.6 27.7 9.7 1998 52.6 33.6 13.8 52.7 32.3 15.0 54.1 32.1 13.9 51.5 32.4 16.1 Nota: Baja educación; menos de 8 años de escuela; media; entre 9 y 13 años de escuela; alta; más de 14 años de escuela. Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos.·~e encuestas de hogar. 1996 54.3 54.3 54.3 54.3 52.5 52.4 48.6 Nacional 1996 57.0 53.8 56.9 53.8 56.8 57.2 47.9 1999 60.9 55.9 61.7 56.7 57.2 57.5 SO.8 Brasil 1990 60.2 58.8 60.3 59.0 59.2 58.2 54.0 1995 58.8 57.7 59.1 58.0 59.1 58.2 53.9 2001 57.4 56.6 57.6 56.8 58.0 57.6 53.7 Chile 1990 56.8 56.0 56.8 56.0 57.7 57.1 SO.4 1996 56.3 55.7 56.3 55.7 56.8 56.3 49.0 2000 55.8 55.4 55.8 55.4 57.5 57.5 49.5 Colombia Bogotá 1992 51.5 51.5 51.5 51.5 51.5 SO.3 48.5 1996 52.3 52.3 51.9 51.9 53.5 52.4 49.6 Nacional 1996 52.2 SO.3 51.7 49.5 51.8 51.7 45.9 1999 54.1 51.3 54.1 51.3 55.0 55.0 48.2 Costa Rica 1990 42.1 42.2 42.2 42.4 41.7 42.1 40.9 1995 42.6 41.7 42.8 41.8 41.6 42.3 39.4 2000 43.2 44.0 43.2 44.0 42.2 41.9 41.2 Rep. Dominicana 1995 49.1 52.2 49.1 52.2 48.1 47.2 42.8 1997 45.6 46.3 45.6 46.4 44.7 46.0 41.7 Ecuador 1994 54.1 SO.9 54.6 51.6 52.7 54.0 47.3 1998 54.3 53.0 53.3 52.2 SO.9 51.7 44.1 El Salvador 1991 54.0 49.6 SO.6 48.4 49.5 49.8 41.8 1995 49.2 48.6 47.6 47.4 45.3 45.2 39.1 2000 48.4 48.9 48.0 48.9 45.1 45.4 38.6 Guatemala 2000 56.9 55.3 56.6 56.1 54.7 56.3 51.6 Honduras 1990 56.2 55.7 56.1 54.7 54.7 55.1 47.9 1995 54.7 52.6 55.5 52.7 56.1 55.9 41.3 1999 56.3 53.0 57.7 54.3 57.5 57.8 47.1 Jamaica 1990 42.5 41.2 42.5 41.2 39.8 41.9 36.0 1999 43.0 45.5 43.0 45.5 39.6 41.9 45.5 México 1992 55.6 53.2 56.3 54.1 56.7 55.3 48.5 1996 54.9 52.4 55.5 53.3 55.4 55.1 49.4 2000 54.1 51.2 53.9 51.6 54.0 53.2 49.0 Nicaragua 1993 53.2 50.4 53.1 SO.3 55.7 56.1 47.1 1998 56.6 56.2 56.8 57.1 58.8 58.3 53.9 Panamá 1991 48.1 48.4 47.7 46.4 45.7 1995 49.3 48.3 49.0 48.1 49.1 48.7 46.0 2000 50.0 48.8 SO.8 49.6 51.7 51.0 46.2 Paraguay 1995 59.0 56.7 57.2 54.8 57.3 57.8 45.1 1999 52.7 SO.6 53.1 51.2 52.5 52.2 44.1 Perú Regiones 1991 SO.9 48.3 SO.5 48.4 47.6 45.5 39.4 1994 51.8 49.5 51.4 49.5 SO.1 49.1 41.6 Nacional 1994 51.6 49.3 51.2 49.1 SO.O 49.0 41.3 2000 52.5 SO.O 52.4 50.2 SO.2 SO.O 42.8 Trinidad y Tobago 1992 43.3 46.1 43.3 46.1 40.4 37.7 38.3 Uruguay 1989 43.4 43.4 42.0 42.0 40.7 38.3 35.9 1995 44.4 44.4 45.2 45.2 44.6 42.9 40.8 2000 44.7 44.7 45.3 45.3 44.7 42.7 39.7 RB de Venezuela 1989 37.1 36.5 37.1 36.5 36.5 35.9 33.7 1995 43.8 43.2 43.8 43.2 43.0 42.2 35.6 1998 46.6 44.9 46.6 44.9 46.2 46.3 43.2 Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar. 1996 2.1 3.8 1.7 México 1999 2.1 3.7 1.7 1992 2.2 Brasil 1996 2.2 1990 2.2 5.8 2.6 2000 2.7 1995 2.6 6.2 2.4 Nicaragua 2001 2.8 6.5 2.3 1993 1.7 Chile 1998 2.5 1990 2.8 3.8 1.4 Panamá 1996 2.8 4.6 1.7 1991 2.2 2000 3.1 5.2 1.7 1995 2.3 Colombia 2000 2.3 Bogotá Paraguay 1992 2.5 4.0 1.6 1995 2.0 1996 3.2 4.6 1.4 1999 2.1 Nacional Perú 1996 2.6 4.8 1.8 Regiones 1999 2.5 4.7 1.9 1991 1.3 Costa Rica 1994 1.6 1990 2.1 3.2 1.5 Nacional 1995 2.1 3.0 1.4 1994 1.6 2000 2.0 2.9 1.5 2000 1.9 Rep. Dominicana Trinidad y Tobago 1995 2.0 2.7 1.3 1992 2.0 1997 1.9 2.5 1.3 Uruguay Ecuador 1989 1.6 1994 2.0 2.6 1.3 1995 1.9 1998 1.8 3.0 1.7 2000 1.9 El salvador RB de Venezuela 1991 2.0 3.4 1.6 1989 1.7 1995 2.1 3.4 1.6 1995 1.5 2000 2.0 3.1 1.6 1998 2.0 Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar. Nacional 1996 0.283 0.177 0.882 0.201 0.244 0.843 0.010 0.166 1.025 0.097 1999 0.129 0.413 0.766 0.184 0.664 0.782 0.264 0.073 0.800 0.114 Brasil 1990 0.505 0.415 0.847 0.509 0.500 0.933 0.493 0.478 0.870 0.525 1995 0.459 0.412 0.885 0.459 0.594 1.030 0.458 0.426 0.941 0.399 2001 0.399 0.392 0.942 0.329 0.376 0.903 0.382 0.395 0.996 0.297 Chile 1990 0.107 0.383 0.808 -i5' 46.7 48.1 45.6 46.9 Trinidad y Tobago Rep. Dominicana 1992 -{).1493' --{).1904' 1995 -{).1144' -{).1526' 44.1 43.2 42.8 43.7 Uruguay 1997 -{).1841' -{).2221, 43.4 43.2 41.2 43.1 1989 --{).0583' -{).1221, Ecuador 1995 -{).1139' --{).1101' 1994 -{).1153' -{).1359' 44.0 46.4 43.6 44.5 2000 --{).0927' --{).1095' 1998 --{).1057' -{).1866' 44.7 49.3 45.9 46.1 RB de Venezuela El Salvador 1989 --{).1180' --{).183S' 1991 --{).0582' -{).2361, 48.1 48.2 43.2 47.7 1995 -{).1344' -{).2186' 1995 -{).1575' --{).3035' 48.0 47.3 42.7 47.4 1998 -{).1359' -{).1832' 2000 -{).1551, --{).1718' 44.3 46.6 42.7 44.8 Guatemala 2000 --{).1603' --{).2060' 51.0 50.3 46.7 50.7 Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar. 99.7 1999 15.9 84.1 0.0 100.0 0.3 99.7 Brasil 1990 35.0 65.0 1.2 98.8 0.6 99.4 1995 33.6 66.4 1.2 98.8 1.4 98.6 2001 32.3 67.7 0.6 99.4 1.7 98.3 Chile 1990 16.1 83.9 1.0 99.0 1.7 98.3 1996 24.1 75.9 0.4 99.6 2.1 97.9 2000 24.7 75.3 1.3 98.7 1.8 98.2 Colombia Bogotá 1992 32.7 67.3 1.6 98.4 0.7 99.3 1996 36.9 63.1 1.5 98.5 1.7 98.3 Nacional 1996 32.2 67.8 0.1 99.9 0.5 99.5 1999 28.7 71.3 0.0 100.0 0.8 99.2 Costa Rica 1990 28.0 72.0 0.1 99.9 0.9 99.1 1995 25.9 74.1 0.0 100.0 0.6 99.4 2000 24.2 75.8 0.3 99.7 0.8 99.2 Rep. Dominicana 1995 17.0 83.0 0.2 99.8 1.0 99.0 Ecuador 1994 12.1 87.9 0.6 99.4 1.4 98.6 1998 17.5 82.5 0.7 99.3 0.5 99.5 El Salvador 1991 16.9 83.1 0.3 99.7 0.3 99.7 1995 29.6 70.4 3.1 96.9 0.3 99.7 2000 14.9 85.1 1.5 98.5 0.6 99.4 Guatemala 2000 32.8 67.2 1.4 98.6 0.9 99.1 Honduras 1990 26.6 73.4 0.1 99.9 0.4 99.6 1995 22.6 n .4 1.0 99.0 1.6 98.4 1999 16.6 83.4 0.4 99.6 0.6 99.4 Jamaica 1990 4.8 95.2 6.5 93.5 1.1 98.9 1999 12.4 87.6 0.3 99.7 1.4 98.6 México 1992 24.2 75.8 0.5 99.5 1.2 98.8 1996 25.0 75.0 0.5 99.5 0.3 99.7 2000 31.0 69.0 1.2 98.8 2.6 97.4 Nicaragua 1993 11.1 88.9 0.3 99.7 1.9 98.1 1998 19.7 80.3 1.1 98.9 0.4 99.6 Panamá 1991 27.6 72.4 0.2 99.8 2.2 97.8 1995 25.0 75.0 0.4 99.6 3.0 97.0 2000 18.9 81.1 0.0 100.0 1.4 98.6 Paraguay 1995 15.0 85.0 0.3 99.7 1.2 98.8 1999 16.2 83.8 0.4 99.6 0.4 99.6 Perú 1991 5.7 94.3 0.0 100.0 0.1 99.9 1994 13.9 86.1 0.8 99.2 1.2 98.8 2000 14.7 85.3 0.1 99.9 0.7 99.3 Trinidad y Tobago 1992 27.0 73.0 1.0 99.0 1.8 98.2 Uruguay 1989 14.5 85.5 3.0 97.0 0.9 99.1 1995 20.2 79.8 0.7 99.3 0.8 99.2 2000 17.3 82.7 0.3 99.7 1.5 98.5 RB de Venezue la 1989 21.7 78.3 0.9 99.1 1.4 98.6 1995 10.7 89.3 0.3 99.7 0.6 99.4 1998 14.1 85.9 0.8 99.2 0.8 99.2 Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar. Nacional 1996 82.4 65.9 72.0 67.5 87.6 76.9 1.0 3.4 3.4 1.7 2.1 1.9 3.1 1999 79.1 62.3 71.1 62.5 84.1 72.8 1.5 5.3 3.0 2.9 2.8 2.9 4.1 Brasil 1990 63.9 71.4 85.0 46.6 87.6 66.5 2.2 3.4 1.4 1.5 3.3 2.4 3.6 1995 68.4 72.1 85.1 55.2 86.2 70.2 3.8 5.5 2.3 3.9 4.3 4.1 0.6 2001 64.9 69.1 82.8 53.8 82.1 67.4 5.9 8.8 3.7 6.9 6.2 6.6 0.7 Chile 1990 50.5 55.0 69.5 34.1 78.0 55.0 4.4 5.6 3.7 3.6 6.2 4.8 1996 54.9 60.6 69.0 39.7 81.2 59.8 3.0 4.3 2.6 3.1 4.0 3.5 1.9 2000 52.2 57.7 68.4 41.0 76.0 57.9 6.2 7.6 4.5 5.4 7.8 6.6 3.6 Colombia Bogotá 1992 64.1 64.2 81.9 53.4 84.2 67.4 4.8 6.4 4.2 5.9 4.6 5.3 6.5 1996 62.2 65.4 76.2 52.1 81.4 65.7 7.1 7.5 5.6 7.2 6.8 7.0 5.6 Nacional 1996 60.2 61.7 80.3 43.2 83.6 62.3 4.7 8.5 5.2 6.0 5.6 5.8 5.9 1999 59.1 56.5 75.6 43.3 78.5 60.0 8.1 15.2 10.2 11.1 10.1 10.6 7.5 Costa Rica 1990 57.0 62.6 72.2 34.3 87.5 60.3 2.0 3.2 2.0 1.7 2.9 2.3 3.3 1995 57.8 62.6 73.6 37.2 86.9 61.5 2.3 3.7 2.4 2.2 3.3 2.7 3.0 2000 57.6 64.2 76.1 39.5 86.1 62.2 3.3 3.1 1.8 2.6 3.5 3.0 3.9 Rep. Dominicana 1995 55.9 55.0 72.5 34.6 81.9 57.5 8.7 12.7 9.6 11.7 8.3 10.0 0.9 1997 57.8 58.6 72.4 36.3 83.6 59.5 8.9 13.6 12.6 12.9 8.0 10.5 1.1 Ecuador 1994 73.7 69.9 81.3 56.6 90.3 73.4 0.9 2.8 2.5 1.4 1.7 1.6 1.2 1998 74.2 69.7 81.6 58.2 90.3 73.9 1.9 3.6 2.5 2.1 2.9 2.5 1.9 ElSalvador 1991 58.1 63.6 69.0 41.7 82.8 60.3 4.7 6.6 4.6 3.5 7.2 5.2 4.6 1995 60.7 63.5 76.3 45.2 83.4 62.5 3.9 6.3 3.2 2.6 6.8 4.5 3.3 2000 61.5 63.0 72.8 49.2 79.6 63.1 3.9 6.2 3.6 2.0 7.7 4.6 1.0 Guatemala 2000 68.1 70.5 83.7 46.2 92.2 67.7 0.8 2.5 1.2 0.8 1.3 1.2 Honduras 1990 61.6 63.2 68.8 36.5 89.6 62.0 2.5 8.3 7.3 2.9 4.0 3.4 4.3 1995 61.7 64.7 73.9 37.5 90.4 62.6 1.6 3.7 2.4 1.3 2.8 2.0 3.8 1999 66.4 69.9 75.0 47.6 90.5 67.4 2.1 3.2 2.8 1.6 3.1 2.3 2.2 Jamaica 1990 68.3 63.4 79.7 53.4 78.9 65.9 7.2 13.6 3.7 14.9 6.4 10.7 9.7 1999 69.2 72.4 86.8 59.2 82.9 70.6 5.4 8.5 1.9 9.4 5.0 7.3 8.6 México 1992 52.4 60.1 69.6 32.7 81.5 56.2 1.5 2.7 2.7 1.0 3.0 2.0 1996 59.6 64.0 73.8 42.2 85.1 62.5 1.8 3.7 3.7 1.5 3.8 2.6 2000 61.9 65.7 73.1 43.2 86.7 63.8 0.8 1.7 1.6 0.6 1.9 1.2 Nicaragua 1993 50.3 54.1 70.9 35.2 70.3 51.7 12.8 16.2 15.2 9.3 18.1 13.5 5.2 1998 56.1 54.7 63.0 35.8 76.4 56.1 5.9 9.4 9.6 5.6 7.9 6.8 2.0 Panamá 1991 53.4 51.9 67.5 34.5 76.0 54.8 6.6 15.4 11.4 9.9 11.2 10.5 10. 1995 56.9 58.8 74.0 39.5 81.1 60.2 7.0 13.2 9.1 10.0 9.6 9.8 8.7 2000 56.9 57.1 75.2 40.3 79.8 60.3 5.9 9.5 5.6 5.6 9.0 7.4 6.4 Paraguay 1995 79.2 76.9 88.8 66.1 92.9 79.4 1.5 3.7 2.0 1.8 2.2 2.0 5.3 1999 66.7 68.7 83.4 50.9 86.5 68.6 2.9 5.3 2.6 3.1 4.0 3.5 5. Pero Regiones 1991 68.4 61.0 73.6 52.5 ' 80.2 65.6 1.5 4.0 3.3 2.4 3.2 2.8 1994 69.3 59.7 71.2 51.3 81.3 65.4 1.6 4.1 4.1 2.3 3.9 3.0 Nacional 1994 71.0 61.2 71.8 52.5 82.9 66.9 1.4 3.9 4.1 2.1 3.6 2.8 2000 75.1 67.4 73.6 60.0 84.1 71.6 1.7 4.5 4.8 3.1 3.9 3.5 1. Trinidad y Tobago 1992 47.0 53.9 77.1 36.2 69.1 52.4 13.3 14.7 4.7 10.1 16.3 13.2 Uruguay 1989 60.3 70.7 79.1 49.9 85.2 66.1 3.4 6.5 4.6 4.9 4.3 4.6 5. 1995 59.9 70.8 80.9 53.0 83.3 67.2 5.5 8.2 3.5 6.9 5.8 6.3 5. 2000 59.3 70.1 74.0 54.0 80.0 68.3 9.7 10.3 8.8 10.6 8.8 9.8 7. RBde Venezuela 1989 56.4 58.8 73.4 36.7 80.3 58.5 6.3 6.1 4.4 3.0 9.0 6.0 7. 1995 60.0 62.7 75.5 41.1 82.4 61.8 6.0 7.6 6.4 6.0 7.3 6.6 9.5 1998 62.7 65.0 72.7 47.5 82.2 64.9 7.2 8.8 6.9 6.6 8.8 7.7 8. Nota: Datos para Brasil, 1995 y 2001 : la duración se refiere a promedio de meses desde que los trabajadores dejaron sus últimos trabaj Fuente : Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar. 1996 4.1 6.7 6.1 11.5 71.7 5.1 6.6 8.7 25.9 53.6 7.7 11.3 Nacional 1996 0.4 2.6 7.2 9.4 80.4 0.4 4.9 10.1 20.1 64.6 2.1 8.6 1999 0.5 2.0 5.9 15.7 75.8 0.0 1.9 5.8 14.4 n.9 1.7 6.4 Brasil 1990 1.4 3.2 5.8 10.9 78.7 3.4 6.1 8.4 15.5 66.6 0.0 3.8 1995 0.5 1.5 3.8 9.6 84.6 2.6 7.3 11.4 16.2 62.6 7.6 10.6 2001 3.2 3.4 4.5 10.5 78.4 2.0 6.0 11.6 17.4 62.9 9.7 10.9 Chile 1990 0.0 0.0 1.1 9.7 89.1 4.7 9.3 15.3 25.2 45.5 23.4 22.5 1996 2.8 8.1 16.6 25.8 46.7 28.7 26.6 2000 2.4 7.1 14.6 23.8 52.1 33.0 29.0 Colombia 1999 2.0 3.2 5.5 13.5 75.7 0.4 3.4 7.8 16.6 71.9 5.4 8.5 CostaRica 1995 5.4 8.6 13.0 19.8 53.2 10.7 10.4 2000 6.6 8.7 10.3 18.2 56.2 11.0 10.5 Rep. Dominicana 1997 4.4 6.4 8.8 16.4 63.9 3.6 6.5 6.0 9.8 74.1 6.2 9.7 Ecuador 1994 2.4 4.1 11.5 17.1 64.9 1998 1.2 3.1 4.5 8.7 82.5 El Salvador 1991 1.1 2.5 5.3 9.9 81.2 1.6 4.2 9.4 21.9 62.8 4.7 8.7 2000 2.1 3.2 4.0 9.9 80.8 1.4 6.3 11.4 17.9 63.0 11.1 13.8 Guatemala 2000 0.1 0.2 1.4 2.3 95.9 0.7 2.3 5.9 12.9 78.2 2.1 5.4 México 1992 1.8 3.8 5.8 17.2 71.4 1.5 11.6 13.4 21.0 52.5 5.0 11.4 1996 1.4 4.0 5.3 9.1 80.2 1.8 8.5 14.8 24.0 50.9 3.4 11.5 2000 1.6 1.8 6.0 7.1 83.4 1.3 5.9 9.9 12.3 70.5 10.5 11.0 Nicaragua 1993 1.8 13.3 4.5 6.0 74.4 8.9 12.9 17.2 19.5 41.4 3.1 4.9 1998 0.2 0.8 1.3 4.1 93.6 3.9 3.2 10.7 19.0 63.2 3.7 7.8 Panamá 1991 4.7 5.4 7.3 13.2 69.4 0.7 4.6 9.5 21.1 64.1 18.4 20.7 1995 2.3 3.4 7.3 12.7 74.3 0.8 4.4 9.5 20.5 64.8 8.2 10.6 2000 0.7 2.4 8.4 9.1 79.3 0.7 3.6 7.8 19.0 69.0 12.1 13.7 Paraguay 1995 0.1 0.9 2.7 ' 8.2 88.1 0.2 10.6 7.5 16.5 65.3 5.1 7.5 1999 1.1 1.8 3.9 11.4 81.7 0.5 1.9 12.0 19.2 66.4 6.2 14.4 Perú 1994 0.8 1.8 5.8 5.8 85.8 1.8 5.8 15.7 22.1 54.6 5.4 10.8 2000 0.8 2.9 5.6 12.3 78.5 0.4 3.5 9.3 22.6 64.1 4.7 9.5 Uruguay 1995 1.1 2.6 6.2 13.1 76.9 5.7 13.1 17.7 22.6 40.9 12.3 15.1 2000 0.6 2.2 5.2 10.8 81.2 3.7 9.6 15.5 23.3 47.9 13.7 16.3 RBde Venezuela 1995 5.0 5.8 10.9 11.5 66.8 10.5 11.7 1998 3.6 7.4 8.9 12.1 68.1 8.7 10.8 Fuente:Cálculos del autor basados en microdalos de encuestas de hogar. na (ii) muestra valores de alrededor de 1981 . Brasil 0.83 Fuente: Deiningery Olinto (2000) y UNDP (1993). Colombia 0.85 CostaRica 0.81 Chile Rep. Dominicana 0.80 Ecuador 0.86 El Salvador 0.83 Granada 0.78 Guatemala 0.86 Guyana Honduras 0.75 Jamaica 0.81 México 0.59 Nicaragua 0.80 Panamá 0.71 Paraguay 0.86 Perú 0.94 PuertoRico 0.73 Surinam 0.73 Trinidady Tobago 0.68 Uruguay 0.82 RBdeVenezuela 0.92 Nota: Los valores para cada país corresponden en el período 1950-1979 y en la columna (ii) a la perIodo 1980-1994. Fuente:Cálculos del autor basados en Deininge 1996 0.89 0.71 0.60 0.53 0.57 0.66 1.3 1.4 1.7 1.7 2.1 1.7 3.8 3.8 3. 1999 0.88 0.70 0.55 0.54 0.61 0.65 1.4 1.6 1.7 1.8 2.0 1.7 3.5 3.3 3. Brasil 1990 0.69 0.68 0.66 0.68 0.70 0.68 2.1 2.0 2.0 2.1 2.1 2.1 2.6 2.4 2. 1995 0.62 0.65 0.67 0.68 0.71 0.67 2.1 2.0 2.0 2.0 2.1 2.0 2.7 2.3 2. 2001 0.62 0.65 0.68 0.69 0.73 0.68 2.0 2.0 1.8 1.9 2.0 1.9 2.6 2.2 1. Chile 1996 0.53 0.56 0.60 0.64 0.56 0.58 2.1 2.3 2.5 2.6 3.0 2.5 2.4 2.1 1. 2000 0.61 0.63 0.67 0.68 0.65 0.65 2.3 2.4 2.5 2.7 3.0 2.6 2.2 2.0 1. Colombia 1996 0.73 0.63 0.58 0.58 0.63 0.63 2.8 2.9 3.1 3.2 3.8 3.2 2.1 2.0 1. 1999 0.71 0.60 0.55 0.57 0.60 0.60 2.8 2.9 3.0 3.3 3.8 3.2 2.1 2.0 1. Rep. Dominicana 1995 0.82 0.79 0.75 0.75 0.68 0.76 1997 0.89 0.63 0.79 0.71 0.65 0.76 2.9 3.2 3.2 3.4 3.9 3.4 1.8 1.6 1. Ecuador 1994 0.77 0.73 0.66 0.66 0.63 0.68 1.6 1.8 2.0 2.0 2.4 2.0 3.6 3.6 3. 1998 0.79 0.68 0.64 0.62 0.59 0.66 1.7 1.9 1.9 2.1 2.4 2.0 3.2 3.3 3. El Salvador 1991 0.61 0.55 0.58 0.60 0.67 0.61 1.2 1.3 1.4 1.6 2.1 1.6 5.0 4.6 4. 1995 0.65 0.60 0.62 0.64 0.71 0.65 1.3 1.3 1.5 1.7 2.2 1.6 4.6 4.4 3. 2000 0.69 0.65 0.65 0.63 0.70 0.66 1.8 1.8 1.9 2.0 2.3 2.0 3.7 3.3 3. Guatemala 2000 0.82 0.72 0.69 0.64 0.66 0.70 1.4 1.4 1.6 1.7 2.2 1.7 4.8 4.5 4. Honduras 1990 0.84 0.76 0.71 0.64 0.62 0.71 1.2 1.2 1.3 1.5 2.0 1.5 5.7 5.4 4. 1995 0.83 0.74 0.69 0.69 0.69 0.72 1.3 1.4 1.5 1.6 2.1 1.6 5.3 4.8 4. 1999 0.80 0.76 0.65 0.62 0.63 0.69 1.4 1.6 1.7 1.8 2.2 1.8 4.8 4.2 3. Jamaica 1990 0.80 0.76 0.73 0.71 0.55 0.69 1996 0.64 0.65 0.65 0.62 0.53 0.60 2.9 2.8 2.9 2.8 2.9 2.9 2.3 1.9 1. 1999 0.64 0.54 0.64 0.57 0.49 0.56 2.6 2.7 2.9 2.8 2.6 2.7 2.4 1.8 1. México 1992 0.51 0.56 0.57 0.60 0.68 0.59 1.5 1.7 1.8 2.0 2.1 1.9 4.2 3.6 3. 1996 0.48 0.56 0.63 0.66 0.67 0.61 1.6 1.7 1.9 2.0 2.1 1.9 4.0 3.4 2. 2000 0.48 0.63 0.63 0.66 0.69 0.62 1.7 1.8 1.9 2.0 2.2 1.9 3.5 2.9 2. Paraguay 1995 0.89 0.82 0.77 0.75 0.67 0.77 1.8 1.8 1.9 2.1 2.3 2.0 3.8 3.2 2. 1999 0.89 0.84 0.78 0.81 0.75 0.81 2.0 1.9 2.1 2.2 2.4 2.1 3.4 2.9 2. Perú Regiones 1991 0.81 0.79 0.73 0.71 0.66 0.74 2.9 3.3 3.4 3.7 3.7 3.4 2.4 2.1 2. 1994 0.78 0.71 0.68 0.70 0.70 0.71 2.8 3.1 3.4 3.7 4.5 3.6 2.7 2.2 1. Nacional 1994 0.77 0.7 0.67 0.69 0.69 0.70 2.7 3.0 3.3 3.6 4.4 3.4 2.6 2.4 2. 2000 0.84 0.74 0.73 0.72 0.73 0.75 2.7 3.0 3.2 3.7 4.4 3.5 2.4 2.2 2. Trinidad y Tobago 1992 0.26 0.34 0.38 0.39 0.51 0.39 2.4 2.5 2.6 2.7 2.6 2.6 2.6 2.3 2. Uruguay 1989 0.62 0.65 0.68 0.67 0.73 0.67 1.9 1.9 2.0 2.1 2.2 2.0 2.3 1.8 1. 1995 0.64 0.68 0.70 0.71 0.75 0.70 2.0 2.0 2.0 2.0 2.0 2.0 2.2 1.8 1. 2000 0.57 0.65 0.68 0.70 0.76 0.68 2.0 2.0 2.0 2.0 2.0 2.0 2.4 1.9 1. RB de Venezuela 1989 0.83 0.81 0.75 0.73 0.69 0.75 2.5 2.6 . 2.7 2.8 2.9 2.7 3.1 2.7 2.4 1995 0.86 0.85 0.82 0.80 0.79 0.82 2.3 2.3 2.4 2.4 2.4 2.4 2.8 2.7 2. 1998 0.84 0.84 0.83 0.81 0.80 0.82 2.2 2.2 2.3 2.4 2.3 2.3 2.8 2.6 2.4 Nota: En la mayoría de los casos , "cuartos" se refiere al número de cuartos usados s610por el hogar, excluyendo la cocina y los cuartos de Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar. 1996 2.09 2.13 2.26 2.09 1.93 2.10 2.27 1999 2.61 2.18 2.03 1.86 1.61 2.06 2.47 Brasil 1990 2.13 1.90 1.72 1.55 1.42 1.74 1.90 1995 1.89 1.66 1.47 1.32 1.18 1.50 1.65 2001 1.63 1.41 1.27 1.13 0.97 1.28 1.43 Chile 1990 1.59 1.59 1.51 1.38 1.43 1.50 1.55 1996 1.55 1.52 1.46 1.35 1.32 1.44 1.48 2000 1.44 1.41 1.37 1.24 1.30 1.35 1.45 Colombia Bogotá 1992 1.67 1.56 1.35 1.14 1.20 1.38 1.61 1996 1.28 1.29 1.36 1.19 1.11 1.25 1.43 Nacional 1996 1.97 1.67 1.61 1.50 1.29 . 1.61 1.76 1999 1.77 1.70 1.56 1.37 1.24 1.53 1.69 CostaRica 1990 2.06 2.00 1.94 1.72 1.88 1.92 2.02 1995 2.05 1.77 1.80 1.67 1.51 1.76 1.93 2000 1.86 1.68 1.64 1.57 1.30 1.61 1.75 Rep. Dominicana 1995 1.51 1.64 1.69 1.62 1.58 1.61 1.61 1997 1.54 1.61 1.57 1.68 1.53 1.59 1.64 Ecuador 1994 2.30 2.05 2.12 1.86 1.56 1.98 2.29 1998 2.07 2.21 1.86 1.77 1.55 1.89 2.17 El Salvador 1991 2.43 2.32 2.20 2.05 1.82 2.16 2.40 1995 2.28 2.15 1.86 1.82 1.64 1.95 2.17 2000 1.90 1.81 1.83 1.76 1.65 1.82 2.05 Guatemala 2000 2.98 2.97 2.81 2.41 1.95 2.62 2.87 Honduras 1990 3.00 2.85 2.68 2.53 2.28 2.67 2.85 1995 2.75 2.71 2.40 2.46 1.94 2.45 2.64 1999 2.70 2.47 2.19 2.08 1.80 2.25 2.50 Jamaica 1990 1.62 1.24 1.10 1.41 1.53 1.38 1.36 1996 1.45 1.33 1.05 1.29 1.40 1.31 1.27 1999 1.18 1.24 1.10 1.19 1.04 1.15 1.20 México 1992 2.59 2.22 2.14 1.93 1.75 2.13 2.37 1996 2.32 2.14 1.85 1.67 1.51 1.90 2.19 2000 2.15 1.81 1.62 1.63 1.40 1.72 1.94 Nicaragua 1993 3.11 2.60 2.66 2.39 2.16 2.58 2.85 1998 2.61 2.60 2.44 2.28 2.05 2.40 2.64 Panamá 1991 1.86 1.70 1.73 1.51 1.38 1.64 1.89 1995 1.84 1.65 1.61 1.30 1.24 1.53 1.81 2000 1.76 1.55 1.48 1.23 1.17 1.44 1.67 Paraguay 1995 2.70 2.60 2.11 2.08 1.95 2.29 2.50 1999 2.48 2.27 2.16 2.04 1.72 2.14 2.41 Perú Regiones 1991 2.30 1.97 2.04 2.06 1.76 2.02 2.29 1994 2.57 2.34 2.10 1.94 1.65 2.12 2.68 Nacional 1994 2.59 2.43 2.15 2.09 1.71 2.19 2.70 2000 2.48 2.25 1.93 2.01 1.68 2.07 2.45 Trinidady Tobago 1992 1.96 1.52 1.59 1.62 1.67 1.67 1.84 Uruguay 1989 1.48 1.47 1.46 1.26 1.42 1.42 1.53 1995 1.45 1.38 1.28 1.28 1.30 1.34 1.47 2000 1.33 1.33 1.26 1.11 1.11 1.23 1.46 RB de Venezuela 1989 2.35 2.23 2.10 1.84 1.65 2.03 2.28 1995 2.13 2.22 1.96 1.72 1.47 1.90 2.16 1998 1.99 1.95 1.80 1.74 1.50 1.80 2.03 Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar. Nacional 1996 4.38 4.43 4.53 4.15 3.61 4.19 4.22 1999 4.47 4.74 4.64 4.19 3.63 4.29 4.44 Brasil 1990 4.95 4.43 4.13 3.96 3.44 4.11 4.25 1995 5.00 4.14 3.81 3.66 3.24 3.89 4.01 2001 4.80 4.07 3.41 3.33 3.00 3.62 3.74 Chile 1990 4.66 4.37 4.03 3.89 3.53 4.06 4.17 1996 4.42 4.30 3.95 3.82 3.43 3.95 4.02 2000 4.52 4.28 3.90 3.65 3.24 3.86 3.96 Colombia Bogotá 1992 4.79 4.33 4.29 3.74 3.36 4.04 4.34 1996 4.46 4.22 3.80 3.75 3.38 3.88 4.00 Nacional 1996 4.87 4.74 4.43 4.02 3.52 4.25 4.36 1999 4.87 4.82 4.39 4.09 3.37 4.23 4.39 Costa Rica 1990 4.75 4.71 4.48 4.32 3.71 4.36 4.47 1995 4.56 4.52 4.31 4.02 3.51 4.15 4.25 2000 4.31 4.40 4.24 4.05 3.54 4.08 4.09 Rap. Dominicana 1995 5.07 4.64 4.43 4.17 3.76 4.38 4.31 1997 4.77 4.55 4.31 3.96 3.60 4.19 4.20 Ecuador 1994 5.10 5.40 5.10 4.78 3.88 4.79 5.05 1998 4.72 5.23 4.80 4.47 3.71 4.53 4.75 El Salvador 1991 5.60 5.33 5.03 4.54 3.88 4.79 4.95 1995 5.31 5.26 4.83 4.45 3.86 4.68 4.84 2000 5.11 4.77 4.62 4.27 3.53 4.39 4.53 Guatemala 2000 5.90 5.76 5.44 5.02 4.17 5.18 5.36 Honduras 1990 6.19 6.07 5.77 5.39 4.36 5.47 5.50 1995 6.20 5.95 5.57 5.12 4.34 5.35 5.36 1999 5.80 5.59 5.39 4.99 4.14 5.11 5.18 Jamaica 1990 6.07 5.47 4.64 4.50 2.92 4.44 4.17 1996 5.67 4.58 4.56 3.85 2.58 3.97 3.59 1999 5.14 4.30 4.34 3.72 2.47 3.76 3.59 México 1992 5.75 5.38 4.93 4.54 3.83 4.79 5.04 1996 5.67 5.18 4.84 4.25 3.62 4.60 4.85 2000 5.11 4.68 4.27 4.07 3.43 4.24 4.37 Nicaragua 1993 6.71 6.28 5.97 5.43 4.68 5.72 5.79 1998 5.97 5.75 5.64 5.10 4.71 5.39 5.56 Panamá 1991 4.62 4.82 4.74 4.06 3.42 4.26 4.42 1995 4.59 4.65 4.18 3.88 3.26 4.03 4.16 2000 4.36 4.34 4.10 3.63 3.11 3.84 4.03 Paraguay 1995 5.82 5.11 4.75 4.41 3.76 4.68 4.83 1999 5.73 4.99 4.66 4.32 3.69 4.58 4.80 Perú Regiones 1991 5.42 5.48 5.50 5.35 4.73 5.28 5.39 1994 5.82 5.49 5.13 5.89 4.35 5.09 5.45 Nacional 1994 5.77 5.67 5.22 4.91 4.34 5.13 5.46 2000 5.24 5.21 5.17 5.04 4.38 4.98 5.09 Trinidad y Tobago 1992 5.54 5.10 4.78 4.26 3.09 4.37 4.20 Uruguay 1989 3.89 3.35 3.25 3.15 2.86 3.27 3.19 1995 4.11 3.41 3.18 3.03 2.72 3.23 3.13 2000 4.49 3.53 3.13 2.81 2.54 3.17 3.14 RB de Venezuela 1989 6.45 5.87 5.36 4.96 3.95 5.16 5.30 1995 5.59 5.52 5.03 4.65 3.93 4.86 5.11 1998 5.37 5.22 4.88 4.61 3.86 4.72 4.98 Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar. 1992 0.7516" 0.2248" 0.0638" 0.2122" 1996 0.6898" 0.59 1996 0.6749" 0.3529" 0.0805" 0.2027" 1999 0.7125" 0.49 Nacional México 1996 0.7584" 0.1698" 0.1264" 0.2265" 1992 0.7017" 0.32 1999 0.8119" 0.1335" 0.1369" 0.2769" 1996 0.6985" 0.22 Brasil 2000 0.7366" 0.32 1990 0.7452" 0.4493" 0.0985" 0.1594" Nicaragua 1995 0.7300" 0.5077" 0.1594" 0.1487" 1993 0.7239" 0.21 2001 0.7151" 0.3466" 0.1386" 0.1485" 1998 0.6623" 0.61 Chile Panamá 1990 0.7390" 0.4770" 0.0970" 0.3341" 1991 0.7458" 0.46 1996 0.7392" 0.4672" 0.0981" 0.3479" 1995 0.7262" 0.32 2000 0.7388" 0.4579" 0.1081" 0.3130" 2000 0.6585" 0.54 Colombia Paraguay Bogotá 1995 0.7303" 0.22 1992 0.7783" 0.6230" 0.1713" 0.3009" 1999 0.7280" 0.31 1996 0.7596" 0.5002" , 0.1522" 0.1824" Perú Nacional Regiones 1996 0.7538" 0.4354" 0.0817" 0.2006" 1991 0.7370" 0.23 1999 0.7384" 0.2066" 0.0763" 0.2034" 1994 0.7162" 0.43 Costa Rica Nacional 1990 0.6735" 0.3569" 0.0959" 0.1403" 1994 0.7073" 0.30 1995 0.6436" 0.4362" 0.0862" 0.1793" 2000 0.7178" 0.38 2000 0.6406" 0.3951" 0.0745" 0.1004" Trinidad y Tobago Rep. Dominicana 1992 0.5856" 0.51 1995 0.6938" 0.3940" 0.0597" 0.2368" Uruguay 1997 0.6680" 0.4168" 0.0333 0.1432" 1989 0.5287" 0.43 Ecuador 1995 0.6193" 0.36 1994 0.7710" 0.2378" 0.1356" 0.1883" 2000 0.5953" 0.30 1998 0.7689" 0.2863" 0.1889" 0.2689" RB de Venezuela El Salvador 1989 0.7197" 0.35 1991 0.6977" 0.2501" 0.0441" 0.1368" 1995 0.7036" 0.23 1995 0.7169" 0.4435" 0.0581" 0.2261" 1998 0.6921" 0.13 '2000 0.7118" 0.2896" 0.0673" 0.1681" Guatemala 2000 0.7419" 0.3183" 0.0665" 0.1546" "Significativo al 5%. Fuente: Cálculo s del autor basad os en microdatos de encuestas de hogar. 1992 7.2 9.0 8.9 10.2 9.4 8.8 Jamaica 1996 8.7 10.4 13.1 13.7 8.5 10.9 1990 0.7 2.3 1.8 Nacional 1996 0.8 0.0 0.9 1996 61.7 26.8 18.6 17.5 12.1 29.3 1999 0.0 1.5 0.0 1999 60.3 32.0 16.9 20.2 10.0 29.1 México Brasil 1992 9.0 5.9 4.1 1990 25.0 21.3 15.0 11.6 7.2 17.3 1996 14.6 10.2 7.5 1995 30.5 20.8 15.6 11.4 6.8 18.8 2000 9.3 7.1 4.5 2001 19.1 11.5 9.1 6.8 4.4 11.6 Nicaragua Chile 1993 9.2 10.5 8.4 1990 1.2 0.7 2.1 1.3 0.9 1.2 1998 18.1 11.1 10.8 1996 1.2 1.9 2.4 1.0 1.6 1.6 Panamá 2000 1.2 1.9 0.6 1.0 0.3 1.1 1995 5.2 2.0 1.8 Colombia 2000 2.9 2.0 0.6 Bogotá Paraguay 1992 6.3 4.2 3.5 0.8 6.1 4.4 1995 49.9 35.4 30.6 1996 4.0 2.7 5.1 1.2 7.0 4.0 1999 19.5 12.7 9.6 Nacional Parú 1996 16.0 10.8 11.6 8.4 7.7 11.3 Regiones 1999 10.7 8.0 7.6 5.8 5.8 7.9 1991 24.2 13.0 9.2 Costa Rica 1994 36.4 18.2 9.1 1990 8.0 6.5 6.6 7.1 1.2 6.1 Nacional 1995 10.6 11.3 7.5 6.2 3.0 8.3 1994 38.8 21.1 12.5 2000 4.3 4.0 4.3 2.5 1.4 3.5 2000 52.7 26.1 19.2 Rep. Dominicana Uruguay 1995 5.0 3.4 5.6 5.5 3.5 4.6 1989 9.2 9.8 4.3 1997 7.3 3.2 3.3 5.2 4.7 4.9 1995 9.7 12.4 7.8 Ecuador 2000 7.2 3.8 1.3 1994 35.1 26.1 31.9 30.0 21.3 29.4 RB de Venezuela 1998 46.3 32.7 33.5 28.7 22.7 33.8 1989 5.5 3.8 3.4 El Salvador 1995 3.6 3.6 3.7 1991 14.3 16.8 16.6 15.7 12.5 15.3 1998 3.6 3.4 4.2 1995 12.7 11.3 11.4 9.6 6.4 10.7 2000 10.5 8.6 8.9 Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar. 2001 0.511 0.527 0.457 0.474 Guatemala 2000 0.524 0.530 0.448 0.512 Perú .... 2000 0.438 0.485 0.415 .{lA9? ",o Trinidad y Tobago .- ".'" , 1992 0.241 0.223 0.358 0.4 ~4 Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar. TAB LA A.46 Confianza interpersonal e institucional enAmérica latina, poredad, educación, ingresos subjetivos y percepción de la desigualdad. 1996-2001 Confianza Interpersonal Edad 18-30 0.423 31-55 0.426 56-65 0.446 más de 65 0.466 Educación Ninguna educación 0.436 Alguna primaria 0.437 Alguna secundaria 0.403 Alguna terciaria 0.400 Ingreso subjetivo Grandes difICUltadespara financiar costo de vida 0.394 No suficiente para financiar costo de vida 0.417 Financia costos de vida 0.444 Financia costos de vida y ahorro 0.469 Percepción de distribución de ingreso Muy injusta 0.390 Injusta Justa 0.435 Muy justa 0.510 Interpersonal 0.508 Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de Latinobarómetro. TABLA AA7 Tasas de matrícula escolar. por edad y quintil de ingresos 3 a 5 añosde edad 6 a 12 añosde edad 13 a 17 añosde edad 18 a 23 añosde edad Pais 2 3 4 5 Promedio 2 3 4 5 Promedio 2 3 4 5 Promedio 2 3 4 5 Promedio Argentlna 1992 0.22 0.34 0.29 0.43 0.51 0.34 0.97 0.99 0.98 0.99 0.99 0.98 0.73 0.74 0.77 0.81 0.94 0.78 0.33 0.34 0.35 0.44 0.54 0.41 1996 0.22 0.26 0.35 0.42 0.48 0.32 0.98 0.98 0.99 1.00 1.00 0.99 0.67 0.76 0.85 0.80 0.97 0.79 0.26 0.29 0.41 0.49 0.62 0.42 2001 0.34 0.43 0.44 0.54 0.54 0.44 0.97 0.98 1.00 1.00 0.99 0.99 0.87 0.91 0.95 0.95 0.99 0.92 0.36 0.36 0.45 0.57 O.tz 0.49 Bolivia 1996 0.89 0.96 0.96 0.97 0.99 0.95 0.39 0.59 0.65 0.66 0.77 0.61 0.08 0.28 0.35 0.36 0.49 0.33 1999 0.40 0.38 0.60 0.53 0.74 0.50 0.87 0.96 0.97 0.96 0.97 0.94 0.41 0.62 0.76 0.75 0.89 0.68 0.13 0.40 0.32 0.48 0.62 0.42 Brasil 1990 0.25 0.29 0.36 0.47 Q~ Q~ 0.70 0.79 0.81 0.92 0.96 0.83 0.52 0.56 0.65 0.75 0.84 0.65 0.14 0.16 0.21 0.26 0.40 0.24 1995 0.24 0.28 0.32 0.39 Q~ Q~ 0.81 0.89 0.93 0.96 0.98 0.90 0.64 0.68 0.74 0.82 0.91 0.74 0.20 0.23 0.24 0.30 0.48 0.29 2001 0.36 0.40 0.44 0.52 Qn Q~ 0.93 0.95 0.97 0.98 0.99 0.96 O.Bl 0.83 0.87 0.91 0.96 0.86 0.32 0.30 0.31 0.34 0.55 0.36 Chile 1990 0.24 0.23 0.29 0.35 0.48 0.31 0.96 0.96 0.98 0.97 0.99 0.97 0.79 0.81 0.81 0.88 0.94 0.83 0.25 0.22 0.25 0.32 0.52 0.31 1996 0.30 0.32 0.41 0.43 0.63 0.40 0.96 0.98 0.99 0.99 1.00 0.98 0.82 0.84 0.90 0.95 0.97 0.89 0.27 0.29 0.35 0.43 0.63 0.39 2000 0.37 0.39 0.45 0.50 0.65 0.46 0.98 0.98 0.99 0.99 1.00 0.99 0.87 0.89 0.93 0.96 0.98 0.92 0.26 0.31 0.38 0.45 0.64 0.40 Colombia 1996 0.16 0.18 0.23 0.26 0.26 0.21 0:86 0.90 0.93 0.96 0.98 0.91 0.64 0.73 0.74 0.81 0.83 0.75 0.20 0.25 0.26 0.29 0.47 0.31 1999 0.18 0.18 0.21 0.27 0.29 0.22 0.88 0.90 0.93 0.96 0.97 0.92 0.66 o.n 0.74 0.81 0.85 0.75 0.22 0.22 0.23 0.28 0.46 0.29 Costa Rica 1990 0.83 0.89 0.88 0.88 0.94 0.88 0.45 0.53 0.56 0.60 0.82 0.58 0.16 0.15 0.17 0.24 0.42 0.23 1995 0.22 0.25 0.35 0.37 0.43 0.32 0.93 0.95 0.96 0.98 0.99 0.96 0.58 0.61 0.62 0.69 0.89 0.67 0.22 0.17 0.22 0.28 0.46 0.28 2000 0.28 0.38 0.41 0.36 0.56 0.38 0.94 0.96 0.97 0.97 0.98 0.96 0.59 0.63 0.63 0.70 0.84 0.66 0.20 0.25 0.27 0.35 0.55 0.34 Rep. Dominicana 1995 0.26 0.30 0.25 0.31 0.51 0.32 0.92 0.94 0.94 0.95 0.96 0.94 0.85 0.87 0.88 0.89 0.91 0.88 0.37 0.38 0.35 0.37 0.47 0.39 Ecuador 1994 0.22 0.23 0.30 0.32 0.48 0.30 0.78 0.82 0.91 0.91 0.95 0.86 0.47 0.57 0.60 0.68 0.77 0.61 0.22 0.26 0.24 0.30 0.39 0.29 1998 0.18 0.25 0.33 0.36 0.47 0.31 0.91 0.92 0.95 0.98 0.99 0.94 0.50 0.65 0.68 0.74 0.85 0.68 0.19 0.24 0.21 0.29 0.48 0.29 Elsalvador 1991 0.12 0.14 0.20 0.35 0.54 0.24 0.64 0.69 0.76 0.86 0.92 0.75 0.47 0.51 0.59 0.66 0.74 0.59 0.14 0.14 0.19 0.26 0.39 0.24 1995 0.21 0.23 0.31 0.46 0.70 0.35 0.74 0.77 0.84 0.91 0.96 0.83 0.53 0.58 0.64 0.71 0.80 0.64 0.17 0.14 0.19 0.27 0.43 0.25 2000 0.22 0.21 0.26 0.33 0.47 0.29 0.79 0.83 0.86 0.92 0.97 0.86 0.61 0.68 0.71 0.77 0.81 0.70 0.24 0.21 0.22 0.23 0.42 0.27 Guatema la 2000 0.06 0.08 0.08 0.13 0.29 0.11 0.67 0.71 0.78 0.86 0.93 0.77 0.42 0.44 0.49 0.57 0.75 0.53 0.09 0.12 0.13 0.19 0.40 0.21 Honduras > ..., 1990 0.73 0.70 0.78 0.88 0.91 0.79 0.38 0.33 0.40 0.49 Q~ Q~ 0.04 0.07 0.09 0.16 0.31 0.15 tTl' 1995 0.83 0.84 0.89 0.91 0.96 0.88 0.40 0.41 0.45 0.53 Q~ Q~ 0.06 0.10 0.08 0.19 0.31 0.16 Z O 1999 0.78 0.84 0.85 0.91 0.92 0.85 0.40 0.43 0.52 0.58 Q~ Q~ 0.07 0.13 0.18 0.18 0.34 0.20 ¡:; tTl tTl ~ O V;' ..; ¡:; O \JoJ O -o v.J .... o el ." CIl ¡;:; e > l'"' el > el ." Z > Jamalca :s:: 1990 0.79 0.72 0.75 0.75 0.84 o.n 0.98 0.99 0.98 0.96 1.00 0.98 0.81 0.77 0.85 0.81 0.79 0.80 0.05 0.02 0.03 0.04 0.03 0.04 .". := 1996 0.85 0.73 0.73 0.87 0.90 0.82 0.99 0.99 0.99 1.00 1.00 1.00 0.88 0.87 0.84 0.92 0.94 0.89 0.14 0.08 0.09 0.12 0.14 0.12 ¡:; 1999 0.96 1.00 0.96 0.97 0.98 0.97 0.99 0.99 1.00 1.00 1.00 0.99 0.87 0.86 0.88 0.95 0.96 0.90 0.13 0.14 0.29 0.18 0.18 0.19 > México e- 1992 0.39 0.53 0.66 0.78 0.83 0.62 0.86 0.94 0.96 0.96 0.97 0.93 0.48 0.54 0.65 0.63 0.84 0.61 0.12 0.15 0.19 0.24 0.40 0.23 > ...¡ 1996 0.55 0.75 0.84 0.88 0.95 0.77 0.91 0.96 0.97 0.98 0.99 0.96 0.47 0.58 0.67 0.74 0.88 0.65 0.07 0.14 0.21 0.28 0.46 0.23 Z 2000 0.67 0.84 0.94 0.92 0.92 0.85 0.93 0.95 0.98 0.98 1.00 0.96 0.57 0.63 0.70 0.78 0.90 0.70 0.16 0.15 0.29 0.28 0.52 0.29 :-- Nicaragua ~. 1993 0.11 0.19 0.26 0.33 0.54 0.28 0.93 0.95 0.98 0.98 0.99 0.97 0.54 0.70 0.74 0.78 0.86 0.72 0.21 0.23 0.20 0.29 0.41 0.28 :a 1998 0.22 0.37 0.38 0.40 0.54 0.37 0.73 0.81 0.88 0.94 0.95 0.85 0.45 0.58 0.66 0.66 0.79 0.62 0.13 0.20 0.31 0.28 0.42 0.28 O :s:: Panamá ..., 1991 0.30 0.43 0.43 0.58 0.76 0.47 0.93 0.95 0.98 0.97 0.98 0.96 0.56 0.76 0.83 0.87 0.88 0.76 0.14 0.24 0.32 0.38 0.53 0.33 ¡;; 1995 0.29 0.46 0.63 0.79 0.83 0.56 0.95 0.96 0.98 0.99 1.00 0.97 0.63 0.78 0.84 0.92 0.87 0.79 0.16 0.26 0.30 0.37 0.50 0.33 Z 2000 0.52 0.58 0.79 0.88 0.91 0.69 0.96 0.97 0.99 0.99 1.00 0.98 0.70 0.82 0.85 0.91 0.96 0.83 0.22 0.29 0.34 0.44 0.65 0.39 el O Paraguay () 1995 0.02 0.07 0.12 0.14 0.17 0.10 0.84 0.89 0.89 0.91 0.96 0.89 0.48 0.56 0.67 0.64 0.76 0.61 0.10 0.14 0.21 0.21 0.35 0.22 O 1999 0.11 0.17 0.16 0.17 0.17 0.15 0.90 0.93 0.97 0.98 0.99 0.95 0.60 0.69 0.75 0.83 0.84 0.73 0.13 0.27 0.21 0.31 0.49 0.30 Z Perú r- Regiones > 1991 0.99 0.99 0.99 1.00 1.00 0.99 0.87 0.94 0.96 0.93 0.95 0.93 :t c;; 1994 0.99 0.99 1.00 1.00 1.00 0.99 0.88 0.91 0.94 0.93 0.96 0.92 0.41 0.42 0.46 0.44 0.56 0.46 ...¡ Nacional O 1994 0.98 0.99 0.99 0.99 0.99 0.99 0.84 0.88 0.90 0.92 0.95 0.89 0.35 0.37 0.45 0.41 0.56 0.43 ~ 2000 0.63 0.59 0.70 0.71 0.80 0.67 0.99 0.99 0.99 0.98 1.00 0.99 0.86 0.88 0.93 0.92 0.96 0.91 0.25 0.35 0.31 0.45 0.56 0.39 ~ Trinidad yTobago 1992 0.53 0.62 0.74 0.70 0.73 0.66 0.98 0.96 1.00 1.00 0.98 0.98 0.69 0.76 o.n 0.89 0.93 0.79 0.07 0.19 0.18 0.24 0.30 0.19 Uruguay 1989 0.24 0.39 0.56 0.67 0.85 0.50 0.96 0.98 0.98 0.98 0.99 0.98 0.68 0.76 0.78 0.89 0.92 0.78 0.17 0.23 0.29 0.36 0.50 0.32 1995 0.36 0.50 0.59 0.73 0.86 0.57 0.98 0.99 1.00 0.99 1.00 0.99 0.66 0.71 0.82 0.85 0.95 0.77 0.18 0.23 0.30 0.39 0.59 0.34 2000 0.51 0.60 0.70 0.80 0.91 0.65 0.98 0.99 0.99 1.00 1.00 0.99 0.68 0.78 0.86 0.92 0.98 0.81 0.17 0.24 0.36 0.42 0.68 0.36 RB de Venezuela 1989 0.25 0.32 0.34 0.42 0.55 0.36 0.86 0.91 0.93 0.96 0.97 0.92 0.65 0.72 0.74 0.75 0.84 0.73 0.24 0.24 0.24 0.30 0.43 0.29 1995 0.45 0.45 0.50 0.58 0.67 0.51 0.94 0.95 0.97 0.98 0.97 0.96 0.75 0.75 o.n 0.80 0.89 0.78 0.28 0.29 0.30 0.36 0.48 0.35 1998 0.45 0.46 0.50 0.59 0.68 0.52 0.94 0.96 0.96 0.97 0.99 0.96 0.72 0.75 0.76 0.80 0.91 0.78 0.27 0.28 0.30 0.37 0.54 0.35 Nota: Algunas estadlslicasdepafsenel primerpanel serefieren a escuela paralaedadde niñosde5y másaños, yaqueningunainformación seregistraparaniñosmásjóvenes. Verhttp://www.depeco.econo.unlp.edu.ar/ cedlaslwblparadetalles. Fuente: Cálculos delautorbasados en microdatos de encuestas de hogar. Nacional 1996 3.0 19.3 20.3 1996 1.1 10.7 26.3 43.5 2000 2.3 18.6 18.7 1999 1.1 8.6 28.7 38.6 Nicaragua Brasil 1993 7.2 13.5 29.4 1990 15.2 20.4 38.1 65.2 1998 5.7 13.7 25.3 1995 3.2 24.6 40.1 69.8 Panamá 2001 1.0 26.2 50.1 69.7 1991 2.0 14.7 35.8 Chile 1995 1.7 14.0 32.0 1990 6.9 9.1 26.9 47.6 2000 0.9 10.3 26.7 1996 0.3 7.2 22.7 43.5 Paraguay 2000 0.4 5.8 -'"25.6 46.5 1995 1.6 15.6 27.7 Colombia 1999 1.0 11.4 32.3 Bogotá Perú 1992 2.8 3.5 17.8 34.1 Regiones 1996 1.9 7.0 23.1 38.5 1991 0.7 5.0 25.6 Nacional 1994 1.0 5.1 27.5 1996 2.9 8.3 24.1 49.9 Nacional 1999 2.3 8.4 29.8 49.6 1994 1.0 7.1 25.1 Costa Rica 2000 0.9 5.5 30.5 1990 2.0 24.5 19.4 53.9 Trinidad y TOOa9O 1995 1.3 22.1 18.2 51.9 1992 1.2 11.9 58.4 2000 1.5 19.2 20.8 51.8 Uruguay Rep. Dominicana 1989 2.1 12.5 36.2 1995 0.8 8.6 20.4 46.9 1995 1.5 14.0 18.9 Ecuador 2000 1.4 12.8 17.4 1994 3.2 24.1 24.3 48.9 RB de Venezuela 1998 7.5 17.2 30.6 54.6 1989 3.2 13.5 24.0 El Salvador 1995 3.7 11.8 17.7 1991 6.1 10.8 20.1 61.8 1998 3.3 11.9 19.8 1995 11.4 8.9 17.1 55.9 2000 4.8 8.6 21.6 Nota: 1. Niños entre 9 y 12 años; (ii) jóvenes entre 15 y 17 años que term inaron la escuela primaria; (iii) jóvenes entre 19 y 21 años que termi los jóvenes entre 19 y 21 años. Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar. Nacional México 1996 0.828 0.799 1992 0.905 1999 0.838 0.799 1996 0.905 Brasil 2000 0.86a 1990 0.827 0.763 Nicaragua 1995 0.808 0.762 1993 0.860 2001 0.844 0.795 1998 0.828 Chile Panamá 1990 0.918 0.862 1991 0.867 1996 0.914 0.823 1995 0.850 2000 0.922 0.834 2000 0.893 Colombia Paraguay Bogotá 1995 0.846 1992 0.911 0.829 1999 0.851 1996 0.930 0.838 Perú Nacional Regiones 1996 0.845 0.794 1991 0.938 1999 0.842 0.812 1994 0.923 Costa Rica Nacional 1990 0.854 0.806 1994 0.917 1995 0.853 0.778 2000 0.898 2000 0.856 0.766 Trinidady Tobago Rep. Dominicana 1992 0.964 1995 0.885 0.871 Uruguay Ecuador 1989 0.923 1994 0.852 0.815 1995 0.907 1998 0.824 0.782 2000 0.900 El Salvador RBdeVenezuela 1991 0.865 0.786 1989 0.831 1995 0.844 0.774 1995 0.857 2000 0.819 0.793 1998 0.843 Guatemala 2000 0.799 0.735 Fuente: Cálculos de autor basados en microdatos de encuestas de hogar. Nicaragua 68.8 66.6 52.5 48.5 29.7 56.0 20.12 18.4 14.2 11.4 6.5 Paraguay 57.2 50.0 59.0 39.4 20.1 46.6 20.13 5.9 4.3 4.0 1.8 Perú 110.0 76.2 48.0 44.1 22.1 68.4 20.25 16.7 7.8 4.6 1.9 América Latina y el Caribe 97.3 80.8 68.1 52.2 36.8 71.7 20.17 19.0 13.4 10.5 6.6 Este asiálico, Pacífico 84.0 62.9 53.7 41.1 27.1 57.1 20.19 Asia Central 82.5 64.5 69.8 57.5 40.2 64.9 20.09 17.8 14.2 11.0 7.8 Oriente Medio 140.6 117.8 92.2 80.1 50.4 100.3 20.17 30.1 26.5 22.0 19.6 África del Norte Surde Asia 144.2 152.6 136.1 110.8 71.7 126.6 20.11 56.8 52.9 49.5 42.2 África Subsahariana 191.7 190.9 174.3 156.6 112.4 168.4 20.09 36.2 32.9 29.5 26.2 Todos los paises 148.3 140.8 126.8 110.0 77.4 124.2 20.12 32.2 28.3 24.9 21.2 b. Tasas de cubrimiento de Inmunización completa y frecuencia de diarrea Tasas de cubrimiento de Inmunización completa Frecuencia de dia Palslreglón 2 3 4 5 Promedio CI 2 3 4 Bolivia 21.8 24.9 21.0 33.4 30.6 25.5 0.08 21.8 19.8 20.5 17.9 Brasil 56.6 74.0 84.9 83.1 73.8 72.5 0.07 18.3 12.9 12.7 9.3 Colombia 53.8 66.9 68.1 70.6 74.1 65.5 . 0.06 18.4 19.8 16.8 14.9 Rep. Dominicana 28.0 30.2 46.9 42.6 51.7 38.7 0.12 17.9 16.4 17.8 14.1 Gualemala 41.2 43.0 47.1 38.3 42.5 42.6 0.00 22.8 21.5 23.3 17.7 Haití 18.8 20.1 35.3 37.9 44.1 30.2 0.17 30.9 27.1 24.4 31.6 Nicaragua 61.0 74.6 75.3 85.7 73.1 72.6 0.05 16.1 14.0 14.2 14.4 Paraguay 20.2 30.8 36.4 40.7 53.0 34.2 0.18 9.8 8.5 9.2 7.4 Perú 55.3 63.8 63.5 71.7 66.0 63.0 0.04 21.4 20.3 18.6 14.1 América Lalina y el Caribe 39.6 47.6 53.2 56.0 56.5 49.4 0.09 19.7 17.8 17.5 15.7 Este asiático, Pacífico 48.3 56.8 60.3 64.6 72.9 59.3 0.08 10.5 9.9 9.9 8.6 Asia Central 64.2 67.9 71.8 75.7 77.4 70.9 0.04 19.0 15.6 15.0 14.6 Oriente Medio 42.2 53.3 62.5 73.2 81.1 61.0 0.17 21.0 20.3 19.1 17.2 África del Norte Sur de Asia 29.8 31.4 41.6 49.8 64.4 42.0 0.17 17.0 14.4 14.3 15.3 África Subsahariana 33.6 42.0 . 44.4 53.1 66.9 47.3 0.17 24.5 23.3 22.5 22.6 Todos los países 38.3 45.8 50.3 57.2 66.6 50.7 0.14 21.2 19.6 19.1 18.5 c. Cuidado básico prenatal y nacimiento asistido Tasas de cuidado básico prenatal Tasas de nacimiento asiático (por una persona c Palslreglón 2 3 4 5 Promedio CI 2 3 4 Bolivia 38.8 57.8 70.4 88.6 95.3 65.1 0.17 19.8 44.8 67.7 87.9 Brasil 67.5 87.7 93.4 96.9 98.1 85.6 0.08 71.6 88.7 95.7 97.7 Colombia 62.3 81.1 89.8 95.4 95.9 82.5 0.09 60.6 85.2 92.8 98.9 9 Rep. Dominicana 96.1 98.2 99.0 99.2 99.9 98.3 0.01 88.6 96.9 97.3 98.4 Guatemala 34.6 41.1 49.3 72.2 90.0 52.5 0.19 9.3 16.1 31.1 62.8 9 Hailf 44.3 60.0 72.3 83.7 91.0 67.7 0.14 24.0 37.3 47.4 60.7 Nicaragua 67.0 80.9 86.9 89.0 96.0 81.5 0.07 32.9 58.8 79.8 86.0 Paraguay 69.5 79.5 85.6 94.8 98.5 83.9 0.07 41.2 49.9 69.0 87.9 9 Perú 37.3 64.8 79.1 87.7 96.0 67.3 0.17 13.7 48.0 75.1 90.3 América Latina y el Caribe 57.5 72.3 80.6 89.7 95.6 76.0 0.11 40.2 58.4 72.9 85.6 Este asiático, Pacífico 64.9 80.7 86.9 91.4 96.2 81.9 0.08 30.5 53.0 68.4 80.6 Asia Central 78.2 84.7 86.8 93.3 96.3 86.9 0.05 82.7 92.3 95.1 98.6 Oriente Medio 13.7 21.1 . 33.4 49.3 73.0 35.2 0.32 12.8 21.7 37.7 58.6 África del Norte Sur de Asia 16.8 23.2 28.8 43.0 70.9 34.6 0.30 5.3 8.1 11.7 21.9 4 África Subsahariana 61.1 69.5 74.9 84.2 93.6 75.7 0.10 24.6 32.9 41.2 59.2 8 Todos los países 55.0 64.8 71.1 80.6 91.0 70.8 0.13 31.2 42.1 51.6 66.2 Cl : índice de concentración. Fuente: Demographic and Heallh Surveys (encuestas demográficas y de salud) (DHS) 2002. México 2.3 2000 Census Nicaragua 12.3 1995 Census Panamá 1.5 1990 Census Paraguay 1.0 1992 Census Perú 13.1 1993 Census SanVicente y las 7.2 1991 census Granadinas Uruguay 16.0 1992 Survey TABLA A.n Visión general detiposdeincapacidad. participación entotaldepoblación discapacitada Auditiva Pala Vlaual y de habla Flales Mental Otra Fuente Barbados 23.8 14.1 26.1 12.9 28.3 Bamod Chile 26.9 32.9 21.2 13.1 5.9 Mideplan Colombia 48.0 31.7 24.0 17.0 NA Corporación de síndrome de Down Costa Rica 26.5 4.8 18.9 8.1 41.7 Consejo Nacionalde Rehabilitacióny Educa El Salvador 22.2 21.0 29.4 16.2 NA lnstítutosalvadoreñode Rehabilitación de In México 28.6 21.0 44.9 14.6 0.7 XII CensoGeneral de Población y Vivienda Nicaragua 63.1 14.1 8.5 4.0 9.6 Universidad Autónoma Nacional de Nicaragu Paraguay 11.0 20.2 19.5 13.2 36.1 MinisteriodeSaludPúblicay Bienestar Perú 9.0 20.0 49.0 22.0 NA Conadis Uruguay 11.6 16.0 45.0 19.0 NA ComisiónNacionalde Incapacidad Colombia 0.13 0.00 Costa Rica 0.02 nla Rep. Dominicana 0.08 0.38 Ecuador 0.20 nla El Salvador 0.07 nla Guatemala 0.06 nla Honduras 0.04 nla México 0.06 0.23 Nicaragua 0.06 nla Panamá 0.06 nla Paraguay 0.04 0.00 Perú 0.00 nla Uruguay 0.03 0.00 RBdeVenezuela 0.07 0.33 América latina 0.08 0.25 EstadosUnidos 0.01 0.36 Democraciasindustriales 0.04 0.18 Mundo (sin AméricaLatina) 0.06 0.18 Nota: Porcentaje de curules políticas asignadas a distritos que no recibirían esas curules en el caso de su perfecta distribución, 1999. Fuente: Sarnualsy Snyder (2001). TABLA 1..54 Victimización del crimen a través de quintiles Pars 2 3 4 Argentina 34.1 37.7 34.5 40.4 Bolivia 33.0 32.9 37.8 37.7 Brasil 34.1 34.5 32.0 40.5 Colombia 29.4 34.3 34.9 39.4 Costa Rica 33.7 35.5 36.0 43.2 Chile 27.8 32.2 27.2 33.2 Ecuador 42.0 39.7 45.5 42.6 El Salvador 45.3 38.5 47.5 41.6 Guatemala 54.8 50.9 52.5 58.9 Honduras 28.4 27.8 39.7 44.3 México 40.3 39.1 44.5 . 48.2 Nicaragua 29.7 32.9 34.9 40.9 Panamá 25.9 26.4 34.1 29.6 Paraguay 27.2 32.1 37.5 38.9 Perú 34.9 33.8 35.4 44.0 Uruguay 20.1 17.5 23.9 31.5 RBde Venezuela 37.9 42.3 47.0 45.8 España 9.4 13.3 15.2 17.3 Nota. Porcentaje contestandosr a la pregunta·¿Usted o cualquier miembrode su familia tue asaltado, robado o viclimizado en cualquier man meses?", Quintiles de Indice soc1oeconómico construidos a partir de la propiedad de bienes duraderos y caracterrsticasdel hogar. Fuente: Gaviria y Pagés (1999). w ...... O' o V> '" Ci e > e- o > o '"z > :s: m- TABLA A.55 ~ () > Acceso a agua, baños higiénicos, electricidad y teléfono r- > >-l Agua Baños higiénicos Electricidad Teléfono Z ~ País 1 2 3 4 5 Promedio 1 2 3 4 5 Promedio 1 2 3 4 5 Promedio 1 2 3 4 5 Promedio :e O :s: Argentina -e 1992 0.93 0.97 0.96 0.98 1.00 0.97 0.74 0.85 0.87 0.91 0.97 0.88 ;; 1996 0.94 0.96 0.98 0.99 1.00 0.98 0.75 0.87 0.91 0.96 0.99 0.91 Z 2001 0.96 0.98 0.99 1.00 1.00 0.99 0.60 0.81 0.87 0.96 0.99 0.87 0.98 0.99 1.00 1.00 1.00 1.00 O O Bolivia () Urbano O 1992 0.75 0.77 0.82 0.87 0.94 0.84 0.69 0.68 0.72 0.76 0.85 0.76 0.92 0.93 0.94 0.95 0.98 0.95 Z 1996 0.78 0.83 0.89 0.92 0.95 0.88 0.60 0.69 0.80 0.87 0.94 0.79 0.92 0.95 0.96 0.98 0.99 0.96 .... Nacional > 1996 0.45 0.60 0.75 0.84 0.91 0.72 0.26 0.40 0.60 0.74 0.86 0.59 0.21 0.55 0.77 0.85 0.93 0.68 :t 1999 0.20 0.58 0.75 0.81 0.90 0.66 0.24 0.55 0.75 0.83 0.90 0.67 0.22 0.63 0.85 0.90 0.95 0.72 0.01 0.08 0.18 0.31 0.58 0.25 V; >-l Brasil O 1990 0.17 0.35 0.56 0.73 0.87 0.56 0.60 0.82 0.93 0.98 0.99 0.88 :e 1995 0.23 0.41 0.58 0.75 0.89 0.60 0.73 0.88 0.95 0.99 1.00 0.92 0.02 0.04 0.10 0.23 0.61 0.22 ~ 2001 0.33 0.52 0.64 0.79 0.90 0.67 0.86 0.95 0.97 0.99 1.00 0.96 0.17 0.37 0.52 0.76 0.93 0.59 Chile 1996 0.79 0.88 0.92 0.96 0.98 0.91 0.55 0.70 0.81 0.90 0.97 0.80 0.89 0.95 0.96 0.98 0.99 0.96 2000 0.83 0.91 0.94 0.97 0.99 0.93 0.65 0.78 0.86 0.92 0.98 0.85 0.95 0.97 0.98 0.99 1.00 0.98 0.29 0.44 0.59 0.75 0.91 0.62 Colombia Bogotá 1992 0.97 0.98 0.99 0.99 1.00 0.99 0.99 0.99 1.00 0.99 1.00 0.99 0.74 0.81 0.83 0.89 0.97 0.86 1996 0.98 0.99 1.00 1.00 1.00 0.99 0.97 0.99 1.00 1.00 1.00 0.99 1.00 0.99 0.99 1.00 0.99 0.99 0.88 0.89 0.92 0.93 0.94 0.91 Nacional 1996 0.60 0.78 0.86 0.91 0.96 0.84 0.54 0.76 0.84 0.90 0.97 0.82 0.81 0.91 0.94 0.96 0.98 0.92 0.13 0.24 0.35 0.51 0.71 0.41 1999 0.70 0.80 0.86 0.92 0.96 0.86 0.65 0.77 0.85 0.91 0.96 0.84 0.87 0.93 0.95 0.96 0.98 0.94 0.24 0.37 0.50 0.63 0.80 0.53 Ecuador 1994 0.40 0.46 0.59 0.65 0.80 0.59 0.42 0.53 0.68 0.75 0.90 0.67 0.70 0.86 0.90 0.93 0.96 0.88 0.05 0.04 0.13 0.15 0.37 0.16 1998 0.55 0.62 0.68 0.78 0.86 0.71 0.55 0.68 0.76 0.83 0.96 0.77 0.81 0.92 0.95 0.97 0.99 0.93 0.06 0.11 0.16 0.26 0.56 0.25 ElSalvado r 1991 0.19 0.27 0.40 0.55 0.76 0.46 0.05 0.12 0.23 0.38 0.64 0.31 0.42 0.55 0.69 0.81 0.91 0.70 0.01 0.01 0.03 0.06 0.23 0.08 1995 0.22 0.29 0.38 0.56 0.77 0.47 0.08 0.13 0.25 0.43 0.71 0.35 0.51 0.64 0.76 0.88 0.96 0.77 0.02 0.03 0.07 0.16 0.41 0.16 2000 0.22 0.29 0.40 0.54 0.77 0.47 0.68 0.77 0.87 0.92 0.98 0.86 0.17 0.21 0.28 0.39 0.63 0.36 Guatemala 2000 0.57 0.60 0.68 0.75 0.92 0.72 0.08 0.17 0.23 0.38 0.74 0.35 0.49 0.64 0.76 0.84 0.93 0.75 0.01 0.04 0.07 0.15 0.48 0.18 Honduras 1990 0.43 0.50 0.59 0.69 0.85 0.63 0.05 0.09 0.16 0.30 0.62 0.27 0.15 0.22 0.35 0.59 0.80 0.45 1995 0.73 0.70 0.81 0.84 0.92 0.82 0.27 0.36 0.43 0.53 0.76 0.49 0.33 0.53 0.69 0.77 0.87 0.66 1999 0.79 0.83 0.89 0.93 0.97 0.89 0.26 0.31 0.48 0.59 0.82 0.51 0.41 0.60 0.75 0.90 0.94 0.74 Jamaica 1990 0.33 0.38 0.49 0.54 0.65 0.50 0.27 0.36 0.45 0.42 0.60 0.45 0.52 0.50 0.62 0.67 0.76 0.64 0.03 0.04 0.05 0.08 0.14 0.08 1996 0.46 0.47 0.50 0.57 0.71 0.57 0.32 0.34 0.46 0.40 0.65 0.47 0.70 0.64 0.69 0.70 0.87 0.74 0.19 0.18 0.16 0.21 0.40 0.25 1999 0.54 0.44 0.65 0.62 0.72 0.61 0.32 0.40 0.52 0.50 0.68 0.51 0.74 0.69 0.80 0.83 0.84 0.79 0.26 0.28 0.34 0.40 0.48 0.37 México 1992 0.63 0.81 0.88 0.93 0.96 0.86 0.28 0.54 0.70 0.80 0.91 0.68 0.76 0.93 0.96 0.98 0.99 0.93 0.03 0.08 0.14 0.27 0.54 0.24 1996 0.80 0.90 0.93 0.96 0.98 0.92 0.32 0.53 0.71 0.84 0.93 0.70 0.85 0.95 0.98 0.99 1.00 0.96 0.05 0.10 0.21 0.35 0.60 0.29 2000 0.74 0.88 0.95 0.96 0.98 0.91 0.35 0.70 0.85 0.90 0.96 0.78 0.92 0.98 1.00 1.00 1.00 0.98 0.06 0.20 0.33 0.51 0.74 0.40 Paraguay 1995 0.687 0.71 0.79 0.85 0.95 0.81 0.09 0.24 0.48 0.66 0.87 0.50 0.42 0.64 0.82 0.90 0.97 0.78 0.00 0.01 0.04 0.10 0.37 0.12 1999 0.708 0.78 0.85 0.92 0.97 0.86 0.16 0.39 0.60 0.75 0.89 0.60 0.73 0.88 0.94 0.97 0.97 0.91 0.02 0.06 0.14 0.34 0.59 0.26 Perú Regiones 1991 0.56 0.74 0.77 0.82 0.88 0.76 0.67 0.81 0.87 0.90 0.93 0.84 0.50 0.79 0.89 0.93 0.97 0.82 0.076 0.093 0.101 0.189 0.248 0.145 1994 0.55 0.71 0.78 0.85 0.91 0.77 0.55 0.76 0.82 0.92 0.96 0.81 0.49 0.78 0.87 0.91 0.95 0.81 0.01 0.048 0.095 0.208 0.389 0.163 Nacional 1994 0.43 0.63 0.71 0.80 0.87 0.70 0.50 0.71 0.77 0.89 0.94 0.78 0.39 0.68 0.80 0.88 0.92 0.75 0.008 0.026 0.085 0.176 0.36 0.145 2000 0.51 0.64 0.79 0.85 0.93 0.75 0.60 0.72 0.85 0.90 0.97 0.82 0.53 0.66 0.84 0.89 0.96 0.78 0.033 0.072 0.199 0.358 0.623 0.271 Trinidad y Tobago 1992 0.60 0.62 0.61 0.81 0.88 0.73 0.43 0.48 0.56 0.68 0.83 0.63 0.86 0.93 0.98 0.95 0.96 0.94 0.261 0.227 0.359 0.508 0.6 0.42 Uruguay 1989 0.84 0.93 0.96 0.98 0.99 0.95 0.89 0.96 0.99 1.00 1.00 0.97 1995 0.99 0.99 1.00 1.00 1.00 1.00 0.71 0.86 0.93 0.97 0.99 0.91 0.96 0.99 1.00 1.00 1.00 0.99 2000 0.99 0.99 1.00 1.00 1.00 1.00 0.76 0.89 0.95 0.99 1.00 0.93 0.97 0.99 1.00 1.00 1.00 0.99 RB de Venezuela 1989 0.82 0.88 0.92 0.95 0.97 0.92 0.70 0.80 0.86 0.91 0.96 0.86 0.92 0.95 0.97 0.98 0.99 0.97 1995 0.88 0.90 0.92 0.96 0.98 0.93 0.75 0.80 0.87 0.92 0.97 0.87 0.98 0.98 0.99 0.99 1.00 0.99 0.15 0.17 0.24 0.33 0.52 0.30 1998 0.87 0.91 0.93 0.96 0.97 0.93 0.759 0.822 0.885 0.936 0.969 0.882 0.97 0.98 0.99 0.99 0.99 0.98 0.19 0.23 0.31 0.39 0.61 0.36 Notas: La variable agua se refiere a la disponibilidad de una fuente de agua en la casa o terreno. La variable baño es igual a 1 cuando el hogar tiene un baño con un lavabo conectado al sistema del agua residual o a un tanque > séptico. La variable electricidad inciuye todas las fuentes de la electricidad. Teléfono incluye teléfonos fijos y celulares. "el Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar. t'fj . Z !2 o t'fj t'fj V> ..,¡ > el ¡¡;. ..,¡ ;;;¡ O "'".... ~ VoJ .... 00 el tTl ti> Ci ¡; r- el > TABLA A.56 el tTl Acceso a agua, baños higiénicos, electricidad y teléfono. Sólo áreas urbanas Z > :;:: Agua Bañoshigiénicos Electricidad Teléfono tTl· :: e- Argentina ~ 1992 0.93 0.97 0.96 0.98 1.00 0.97 0.74 0.85 0.87 0.91 ' 0.97 0.88 Z > 1996 0.94 0.96 0.98 0.99 1.00 0.98 0.75 0.87 0.91 0.96 0.99 0.91 2001 0.96 0.98 0.99 1.00 1.00 0.99 0.60 0.81 0.87 0.96 0.99 0.87 0.98 0.99 1.00 1.00 1.00 1.00 :: 2001 0.48 0.62 0.72 0.83 0.92 0.76 0.97 0.99 0.99 1.00 1.00 0.99 0.24 0.43 0.58 0.79 0.94 0.67 :t Chile ..,C;; 1996 0.96 0.98 0.99 0.99 0.99 0.99 0.76 0.85 0.91 0.95 0.98 0.91 0.98 0.99 1.00 1.00 1.00 0.99 O 2000 0.97 0.98. 0.99 0.99 1.00 0.99 0.84 0.90 0.93 0.96 0.99 0.94 0.99 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 0.36 0.51 0.65 0.78 0.93 0.69 i:! Colombia > Bogotá 1992 0.97 0.98 0.99 0.99 1.00 0.99 0.99 0.99 1.00 0.99 1.00 0.99 0.74 0.81 0.83 0.89 0.97 0.86 1996 0.98 0.99 1.00 1.00 1.00 0.99 0.97 0.99 1.00 1.00 1.00 0.99 1.00 0.99 0.99 1.00 0.99 0.99 0.88 0.89 0.92 0.93 0.94 0.91 Nacional 1996 0.95 0.96 0.98 0.98 1.00 0.98 0.89 0.93 0.96 0.97 0.99 0.96 0.99 0.98 0.99 0.99 0.99 0.99 0.38 0.42 0.50 0.63 0.78 0.61 1999 0.96 0.98 0.98 0.99 0.99 0.98 0.90 0.94 0.97 0.98 0.99 0.97 0.99 0.99 1.00 0.99 1.00 0.99 0.56 0.62 0.69 0.76 0.88 0.74 Ecuador 1994 0.62 0.62 0.67 0.75 0.85 0.74 0.79 0.78 0.84 0.89 0.97 0.88 0.98 0.99 1.00 1.00 1.00 0.99 0.14 0.10 0.18 0.21 0.44 0.26 1998 0.77 0.77 0.78 0.87 0.90 0.84 0.86 0.85 0.86 0.90 0.98 0.91 0.99 0.99 1.00 1.00 1.00 1.00 0.18 0.17 0.21 0.31 0.61 0.36 Elsalvador 1991 0.40 0.50 0.62 0.73 0.89 0.72 0.21 0.31 0.46 0.58 0.79 0.58 0.78 0.86 0.92 0.96 0.99 0.94 0.02 0.03 0.06 0.09 0.28 0.14 1995 0.44 0.48 0.55 0.68 0.83 0.67 0.26 0.31 0.44 0.57 0.79 0.57 0.83 0.90 0.93 0.96 0.99 0.95 0.07 0.07 0.12 0.21 0.47 0.26 2000 0.54 0.56 0.61 0.69 0.85 0.69 0.92 0.92 0.95 0.96 0.99 0.96 0.37 0.36 0.39 0.47 0.68 0.50 Guatemala 2000 0.81 0.77 0.84 0.84 0.97 0.89 0.40 0.47 0.52 0.58 0.85 0.67 0.80 0.88 0.90 0.94 0.98 0.94 0.06 0.11 0.15 0.24 0.58 0.35 Honduras 1990 0.67 0.72 0.76 0.79 0.90 0.82 0.20 0.31 0.36 0.45 0.75 0.54 0.65 0.75 0.77 0.88 0.95 0.86 1995 0.83 0.79 0.81 0.86 0.94 0.87 0.50 0.47 0.52 0.63 0.83 0.65 0.78 0.86 0.93 0.94 0.98 0.93 1999 0.90 0.88 0.94 0.94 0.99 0.95 0.52 0.49 0.60 0.69 0.88 0.71 0.90 0.89 0.95 0.99 1.00 0.97 jamaica 1990 0.60 0.79 0.80 0.83 0.81 0.79 0.50 0.62 0.72 0.62 0.74 0.67 0.64 0.68 0.76 0.79 0.82 0.77 0.10 0.10 0.06 0.10 0.20 0.13 1996 0.72 0.88 0.87 0.79 0.88 0.84 0.56 0.60 0.78 0.61 0.80 0.70 0.83 0.75 0.89 0.77 0.93 0.86 0.33 0.36 0.30 0.33 0.58 0.43 1999 0.83 0.77 0.80 0.87 0.93 0.87 0.55 0.65 0.67 0.72 0.83 0.73 0.83 0.78 0.80 0.86 0.88 0.85 0.42 0.51 0.49 0.59 0.65 0.57 México 1992 0.85 0.89 0.91 0.95 0.97 0.93 0.54 0.70 0.79 0.86 0.95 0.82 0.96 0.98 0.99 0.99 0.99 0.99 0.09 0.11 0.17 0.30 0.57 0.31 1996 0.90 0.93 0.95 0.97 0.99 0.96 0.56 0.69 0.81 0.89 0.96 0.83 0.95 0.99 0.99 1.00 1.00 0.99 0.11 0.15 0.25 0.39 0.64 0.37 2000 0.86 0.92 0.97 0.97 0.99 0.96 0.67 0.83 0.92 0.93 0.97 0.91 0.95 1.00 1.00 1.00 1.00 0.99 0.12 0.26 0.37 0.53 0.76 0.49 Paraguay 1995 0.68 0.81 0.87 0.90 0.95 0.89 0.30 0.46 0.65 0.78 0.92 0.75 0.78 0.92 0.96 0.97 1.00 0.96 0.02 0.04 0.07 0.14 0.42 0.21 1999 0.89 0.87 0.88 0.95 0.99 0.93 0.49 0.62 0.72 0.87 0.94 0.81 0.95 0.97 0.96 1.00 0.98 0.98 0.09 0.11 0.19 0.42 0.65 0.39 Perú Regiones 1991 0.81 0.83 0.82 0.86 0.89 0.85 0.85 0.89 0.92 0.93 0.94 0.92 0.85 0.92 0.94 0.98 0.98 0.95 0.18 0.12 0.12 0.21 0.26 0.18 1994 0.80 0.81 0.86 0.88 0.94 0.87 0.84 0.85 0.89 0.95 0.98 0.92 0.83 0.92 0.96 0.97 0.98 0.95 0.03 0.06 0.11 0.23 0.41 0.21 Nadonal 1994 0.75 0.79, 0.84 0.86 0.92 0.86 0.80 0.85 0.86 0.94 0.97 0.91 0.78 0.89 0.95 0.96 0.97 0.94 0.03 0.04 . 0.11 0.20 0.39 0.20 200Q..-0.87 0.83 0.88 0.92 0.96 0.91 0.86 0.90 0.97 0.97 0.98 0.96 0.86, o.r 0.89 0.97 0.97 0.99 0.96 0.12 0.13 0.27 0.42 0.66 0.40 Trinidady Tobago 1992 0.64 0.76 0.68 0.83 0.96 0.81 0.59 0.65 0.70 0.74 0.91 0.75 0.93 0.98 0.95 0.96 0.94 0.37 0.35 0.50 0.54 0.71 0.53 Uruguay 1989 0.84 0.93 0.96 0.98 0.99 0.95 0.89 0.96 0.99 1.00 1.00 0.97 1995 0.99 0.99 1.00 1.00 1.00 1.00 0.71 0.86 0.93 0.97 0.99 0.91 0.96 0.99 1.00 1.00 1.00 0.99 2000 0.99 0.99 1.00 1.00 1.00 1.00 0.76 0.89 0.95 0.99 1.00 0.93 0.97 0.99 1.00 1.00 1.00 0.99 RB deVenezuela 1989 0.98 0.99 1.00 1.00 1.00 1.00 0.97 0.98 0.99 0.99 1.00 0.99 0.99 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 1995 0.96 0.99 1.00 1.00 1.00 1.00 0.92 0.98 0.99 0.99 1.00 0.99 1.00 0.99 1.00 0.99 1.00 1.00 0.34 0.25 0.31 0.39 0.67 0.49 1998 0.96 0.99 0.99 0.99 1.00 0.99 0.97 0.98 0.99 1.00 1.00 0.99 1.00 1.00 0.99 0.99 1.00 0.99 0.32 0.28 0.36 0.43 0.72 0.54 Notas: Lavariableaguaserefierea la disponibilidaddeunafuentedeagua enla casa oterreno. Lavariable bañoesigual a 1 cuando el hogartieneunbañoconunlavabo conectado al sistema del aguaresidualo a un tanque séptico. La variable electricidad incluye todaslasfuentes de la electricidad.Teléfono incluye teléfonos fijosy celulares. Fuente: CálcUlos del autorbasados enmicrodatos de encuestas de hogar. > "" t!>- Z ñ " rI1 rI1 ~ " ~' ñ o "'" l-< -O =-- 50 45 · · 40+--------,---------- Comienzos de Mediados de Comienzos de Comienzos de Mediados de década del 90 década del 90 década de 2000 década del 90 década del 90 ... Argentina .... Bolivia Brasil ""';(- Chile I ... Costa Rica ..... El Salvador - X- ..... Colombia ~ Perú Uruguay -- Venezuela ..... ..amaica __ México .... Nicara Fuente: Cálculos de los autores basados en microdatos de encuestas de hogar. FIGURA A.2 Ingreso dehogares equivalente Argentina, México y Brasil Coeficiente Gini 65 60 55 50 45 40 Fuente: Cálculos de los autores basados en microdatos de encuestas de hogar. 1992 1996 1998 2001 1990 1995 c.O1ile d.Costa Aica índice debienestar social índice debienestar social 170 120 150 110 130 110 100 9O-+--------r------.---------, 90 1990 1996 2000 1990 1995 e.El Salvador f.México índicedebienestarsocial índicedebienestarsocial 130 120 120 110 110 100 100 90 8O+--------r------.--------, 90 1991 1995 2000 1992 1996 g. Panamá h. Perú índicedebienestarsocial índicedebienestar social 140 130 130 120 120 110 110 100 100 9O+--------r------.---------, 9O-+--------r------.- 1991 1995 2000 1991 1994 i. Uruguay j. ABdeVenezuela índicedebienestar social índicedebienestar social 130 120 120 110 110 100 100 90 9O+--------r------.---------, 8O+--------r------.- 1989 1995 2000 1989 1995 I~ PIB parcápita -- 53n ....... Atk (1) -o- Atk (2)I Nota: Ver Lambert (1993)para detalles sobre las funciones agregadasde bienestar. Atk(e) se refiere a la función propuesta decir, una funcion CES con parámetro igual a e. Primera observaciónpara cada pais = 100. Fuente: Cálculos del autor basados en microdatos de encuestas de hogar y PIB per cápita de World Bank (2000b) y la B Development Indicators (Indicadores de Desarrollo Mundial). 50 40 30 20 10 O ~v'I>~ . ~0 economics", Economía 1 (1): 1-30. Lledo, v.,A. Schneider y M. Moore. 2003. Pro-peor Tax Reform in Latin McAdam, D., S. Tarrow y e. TilIy. 2001. Americe: A Critical Survey and Policy Recommendations. Sussex: Cambridge: Cambridge Un iversiry Press. University of Sussex, Institute of Development Studies, McClintock, Cynthia. 1998. Revolutionary Mov Loayza, Norman, Pablo Fajnzylber y César Calderón. 2002. "Economic El Saluador's FMLN and Peru's Shining P Growrh in Latin America and the Caribbean: Stylized Facts, Unired Sraces Insrirute of Peace Press. 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