Las comunidades agrícolas pobres de China se benefician de una mayor cobertura forestal 96024 Última actualización: 3 de diciembre de 2007 December 6, 2007 Proyecto de desarrollo forestal en zonas pobres (1998-2006) ARTÍCULO: Proyecto para zonas pobres ayuda a la reforestación de China GALERÍA FOTOGRÁFICA: Reforestación en China VIDEO: i (Windows Media) SEPA MÁS: - Documentos del proyecto - El Banco Mundial en China (i) - Silvicultura en Asia oriental y el Pacífico (i) - Contáctenos China ha sido durante mucho tiempo un país de escasos bosques, con sólo 0,12 hectáreas de bosques per cápita. La brecha cada vez mayor entre la oferta y la demanda de madera es uno de los factores clave que impide el desarrollo forestal sostenible, lo cual, a su vez, se ha convertido en una enorme amenaza para la biodiversidad y la protección de los bosques naturales. La gestión de los recursos forestales es no sólo un desafío ambiental, sino también una prioridad en la estrategia de desarrollo de China, puesto que la pobreza está concentrada sobre todo en las zonas montañosas alejadas de China central y occidental, donde las tierras agrícolas son extremadamente áridas y los recursos forestales constituyen el activo de producción más importante disponible. En 1998, después de las devastadoras inundaciones a lo largo del río Yangtze, el gobierno declaró una prohibición de la tala de árboles en vastas áreas del país y presentó un plan ambicioso que buscaba restaurar los ecosistemas denudados alrededor de las cuencas hidrográficas, proteger las zonas en las que todavía hay una gran biodiversidad y reducir la presión sobre los bosques naturales mediante un programa de plantaciones forestales de alto rendimiento. Aunque inicialmente el gobierno puso mayor énfasis en grandes plantaciones estatales de árboles, el verdadero éxito en lo que hace al aumento de la cobertura forestal se logró haciendo participar a las comunidades agrícolas pobres en pequeñas explotaciones forestales, además de sus actividades agrícolas habituales. El proyecto de desarrollo forestal en zonas pobres, financiado por el Banco Mundial, incluyó más de 890.000 personas en 12 provincias de China central y occidental. Este esfuerzo de reforestación se concentró principalmente en la extensión de cultivos arborícolas económicos y árboles maderables y contó con el apoyo de excelentes servicios técnicos para desarrollar nuevos materiales genéticos. Además, se capacitó a los participantes a fin de dar a conocer las nuevas tecnologías y aumentar sus competencias en gestión forestal. El diseño del proyecto incluyó numerosas variedades de árboles a fin de garantizar que las familias pobres puedan recibir un ingreso diversificado a corto y largo plazo. El desarrollo forestal sostenible contribuyó a una reducción significativa de la pobreza en las zonas del proyecto, la cual disminuyó del 40% en 1998 al 17,5% al culminar el proyecto en 2005. En 2005 se realizó una evaluación del proyecto que reveló cambios radicales en materia medioambiental y social. En seis años -de 1998 a 2004- el ingreso promedio anual per cápita aumentó el 150%. La mayor parte de ese aumento (85%) se debió a los productos de los árboles “económicos” como el castaño, el ginkgo y el bambú, mientras que el resto provino de empleos no agrícolas. La cobertura forestal de las 12 provincias participantes aumentó el 6,7 por ciento respecto a los niveles de 1997, según la evaluación, lo cual ayudó a reducir substancialmente la pérdida de agua y la erosión del suelo. Se establecieron más de 375.000 hectáreas de nuevas plantaciones madereras y se plantaron alrededor de 290.000 hectáreas de árboles económicos (frutas, nueces, té y aceites medicinales/industriales) y bambú. Se produjeron cerca de 1.500 millones de plantas de semillero de grado 1 para satisfacer la demanda de 1.100 millones del proyecto. Las plantas de semillero sobrantes -unas 400 millones- se pusieron a disposición de las familias que no participaron en el proyecto. Se capacitó a más de 121.000 líderes agrícolas para proporcionar información técnica de rutina en el lugar. Se establecieron bosques de demostración en 161 condados del proyecto. Dado que las zonas del proyecto están situadas en gran parte en condados pobres alejados y la mayor parte de las familias del proyecto tenían un nivel educativo muy bajo y no estaban familiarizadas con las prácticas silvícolas mejoradas, el programa de capacitación y difusión fue sumamente importante para mejorar la capacidad de los agricultores en tecnologías, producción y gestión de plantaciones. Entre 1998 y 2006, la AIF y el BIRF aportaron US$200 millones en créditos y préstamos para cubrir el costo del proyecto que ascendía a US$364 millones. (Cuando se aprobó el proyecto, China todavía reunía las condiciones necesarias para obtener créditos de la Asociación Internacional de Fomento, el fondo del Banco Mundial para países de ingreso bajo). Enlace entre técnicos forestales y oficinas locales de mitigación de la pobreza con miras a asegurar la selección apropiada de especies arbóreas de alta rentabilidad y la identificación de agricultores participantes de escasos recursos. Capacitación del personal de las oficinas forestales y los agricultores para complementar la capacitación institucional actual en gestión de especies maderables. Este proyecto es parte de un esfuerzo mayor que lleva a cabo el Banco Mundial con el objetivo de preservar y ampliar los bosques en China. En general, el Banco Mundial ha apoyado el sector forestal de China desde 1985 con 8 proyectos distribuidos en 21 provincias, lo cual se ha traducido en más de 3,8 millones de hectáreas de plantaciones forestales. El último proyecto forestal, aprobado en diciembre de 2006, establecerá aproximadamente 200.000 hectáreas de plantaciones de especies maderables de alto rendimiento y rápido crecimiento, y mejorará la conservación de la biodiversidad de gran importancia a nivel mundial de la región autónoma de Guangxi Zhuang. Para mayor información, visite la página web del proyecto.