102790 15 de enero de 2016 “Ninis” en Honduras1 En América Latina, uno de cada cinco jóvenes –representando a 20 millones de personas entre 15 y 24 años de edad– no estudia ni trabaja (nini). A pesar de que durante la primera década del siglo XXI, la región gozó de altas tasas de crecimiento económico y una reducción significativa en la desigualdad y la pobreza, la proporción de ninis solo disminuyó marginalmente y, de hecho, el número total de jóvenes en esta condición creció. El fenómeno de los ninis está asociado a problemas de género y equidad. Dos de cada tres ninis en la región son mujer y cerca del 60% provienen de un hogar pobre o vulnerable situado por debajo del percentil 40 de la distribución de ingresos. La mayor incidencia de ninis entre mujeres y hogares de bajos ingresos, aunado a los efectos laborales adversos que persisten aun en el largo plazo, hace que el fenómeno de los ninis sea uno de los canales de transmisión intergeneracional de la pobreza y la desigualdad. En 2013, el porcentaje de población de entre 15 y 24 años de edad que no estudiaba ni trabajaba en Honduras fue de 26.8%, la tasa más alta en América Latina. A pesar de que el porcentaje de ninis en Honduras se ha mantenido prácticamente constante desde finales de los 90s, como se muestra en el Gráfico 1, el número de ninis muestra una tendencia positiva. El número total de ninis en Honduras pasó de 300 mil en 1992 a casi medio millón en 2013, un aumento del 60%. En términos proporcionales, el aumento en número de ninis ha sido mayor entre hombres el cual pasó de 58 mil a más de 100 mil (80%) durante el mismo periodo. En 2013, las regiones “norte” y “metropolitana” mostraban la mayor incidencia de ninis varones en Honduras. Tanto las regiones que muestran una alta prevalencia como el aumento general de ninis hombres son particularmente preocupantes para el caso de Honduras ya que, de acuerdo a De Hoyos, Gutiérrez y Vargas (2015), una mayor incidencia de ninis, varones, en contextos de violencia y fuerte presencia del crimen organizado, está relacionada con un aumento en la tasa de homicidios. Gráfico 1: Población total de ninis en Honduras, 15 a 24 años, por género (en miles) 600 600 500 Hombres Total 500 489.4 400 400 387.1 300 307.0 300 249.2 200 200 100 102.3 100 57.8 0 0 1992 1994 1996 1998 2001 2003 2005 2007 2009 2011 2013 Fuente: Banco Mundial con datos de SEDLAC (varios años). 1 Nota basada en De Hoyos, Rogers y Székely (2015), “Ninis en América Latina: 20 millones de jóvenes en busca de oportunidades”, el Banco Mundial, Washington, D.C. 1 15 de enero de 2016 Cuatro de cada cinco ninis en Honduras son mujeres, una proporción mayor al del resto de la región. En América Latina, el factor más importante detrás de la probabilidad de ser nini para las mujeres es el matrimonio y el embarazo durante la adolescencia. En 2013, 44% de las ninis entre 15 y 24 años en Honduras ya habían contraído matrimonio, esta tasa fue de 25% entre las ninis más jóvenes menores a 18 años. Por otro lado, según un reporte del Fondo de Población de las Naciones Unidas de 2013, la tasa de embarazo adolescente en Honduras es de 26%, la segunda más alta de la región (20%) sólo después de Nicaragua (28%). En América Latina, la incidencia de ninis varía significativamente por decil de ingresos, siendo más alta entre hogares pobres, disminuyendo sistemáticamente a medida que aumenta el ingreso. Este no es el caso de Honduras, al menos no es así para el caso de ninis varones. La tasa más elevada de ninis varones en Honduras se encuentra en hogares del decil 7 de la distribución del ingreso con 17%, seguido por el decil 3 (14.8%) y el decil 5 (13.8%). Esto sugiere que, al menos entre hombres, el fenómeno de los ninis en Honduras no necesariamente está determinado por la falta de ingreso y podría estar vinculado a restricciones en la oferta educativa como baja calidad de los servicios escolares o poca pertinencia para satisfacer las necesidades del mercado laboral. En países de América Latina, el camino más común para convertirse en un nini, particularmente para hombres, es dejando la escuela a temprana edad para ingresar al mercado laboral informal y después pasar al desempleo. La mayoría de los jóvenes que abandonan la escuela antes de terminar la educación media (grado 12) no cuentan con las habilidades necesarias para obtener un trabajo en el sector formal, por lo tanto se conforman con un trabajo temporal e inestable en el sector informal. Una vez que pierden ese trabajo, nunca regresan a la escuela. El Gráfico 2 muestra el uso del tiempo para los jóvenes entre 15 y 25 años de edad en Honduras. Uno de los aspectos destacados es que en 2013, a los 15 años casi la mitad de los jóvenes ya están fuera del sistema educativo, proporción que creció significativamente entre 2012 y 2013. Esto muestra que para abordar el problema de los ninis en Honduras, es necesario poner en marcha intervenciones para reducir el abandono escolar cuando los niños todavía están dentro del sistema, es decir, durante el ciclo secundario básico (grados 7, 8 y 9). Gráfico 2: Transición entre escuela, trabajo y ninis, Honduras, 2012 y 2013 Fuente: Banco Mundial con datos de SEDLAC (2012 y 2013) 2 15 de enero de 2016 Hay evidencia relevante para diseñar políticas educativas capaces de abatir el abandono escolar e intervenciones para reducir el desempleo entre jóvenes. Para reducir el abandono escolar, dadas las características detrás de la problemática de los ninis en Honduras, sugerimos tres intervenciones: 1. Transferencias monetarias condicionadas. De acuerdo a Schultz (2005), Behrman et al (2005) y Attanasio et al (2012) la evidencia del Programa “Oportunidades” en México muestra que los programas de transferencias condicionadas a la asistencia escolar, incrementan la retención en el secundario básico en 6 puntos porcentuales. Estos efectos están sujetos a que se logre identificar a los hogares que están por debajo de la línea de la pobreza y que se monitoree con regularidad el cumplimiento de la condicionalidad (asistencia escolar). 2. Programa para abatir el embarazo adolescente. De acuerdo a Azevedo y otros (2013), las campañas de concientización aunado al acceso gratuito a anticonceptivos puede reducir el embarazo entre adolescentes 3. Campaña de información sobre los retornos a la educación. Por último, Jensen (2010) y López-Vargas, Parodi y Tristao (2013) demuestran que difundir información sobre los retornos a la educación secundaria es suficiente para reducir las tasas de abandono escolar e incrementar las tasas de graduación. Un rango amplio de acciones y programas públicos pueden ayudar a que la juventud deja el desempleo. Programas de capacitación proveyendo habilidades técnico-vocacionales o bien habilidades socio- emocionales pueden ayudar a generar el capital humano necesario para incrementar la productividad laboral de los ninis (ver Attanazio y otros (2015)). Los servicios públicos de empleo son una opción de bajo costo para identificar las necesidades de cada joven, orientándolos hacia opciones educativas, la capacitación o empleos disponibles. Los gobiernos pueden ayudar a que la juventud se incorpore al mercado privado formal a través de políticas de salarios subsidiados o becas del primer empleo; también pueden facilitar el autoempleo de los jóvenes a través de programas de emprendimiento. 3