DOCUMENTO DE INFORMACIÓN SOBRE EL PROYECTO ETAPA DE EVALUACIÓN INICIAL Informe n.o PIDA2367 Nombre del proyecto Proyecto de Sostenibilidad del Sector de Agua y Saneamiento Rural de Nicaragua (P147006) Región AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE País Nicaragua Sectores Abastecimiento de agua (40%); sector general de abastecimiento de agua, saneamiento y protección contra inundaciones (30%); saneamiento (30%) Temas Otros aspectos de la gestión del sector público (20%); servicios rurales e infraestructura (40%), políticas e instituciones rurales (40%) Instrumento de financiamiento Financiamiento de proyectos de inversión Número de identificación del P147006 proyecto Prestatario(s) Gobierno de Nicaragua, Ministerio de Hacienda y Crédito Público Organismo de ejecución Fondo de Inversión Social de Emergencia (FISE) Categoría ambiental B, evaluación parcial Fecha de 2 de enero de 2014 elaboración/actualización del documento de información sobre el proyecto Fecha estimada de aprobación 17 de marzo de 2014 por el Directorio Ejecutivo Decisión El presidente autorizó al equipo a transformar la misión previa a la evaluación inicial en una misión de evaluación inicial y así dar por finalizada esta etapa del ciclo del proyecto. Otra decisión I. Contexto del proyecto Contexto nacional Nicaragua ha reducido los niveles de pobreza en los últimos años y ahora se integra en el grupo de naciones de América Latina que se destacan por su prosperidad compartida; no obstante, continúa siendo uno de los países más pobres de la región. Si bien ha mantenido un crecimiento anual de aproximadamente un 3,2% del producto interno bruto (PIB) durante los últimos años, el ingreso nacional bruto per cápita fue de tan solo US$1650 en 2012. Aproximadamente el 42,5% de los 5,9 millones de habitantes del país aún vive por debajo de la línea de pobreza y el 14,6% vive en la pobreza extrema. Durante el período 2005-09, el ingreso del 40% más pobre creció a un ritmo del 4,8% anual —casi cinco veces más rápido que el ingreso de la población en general (1,02%)— y sobrepasó el desempeño regional de América Latina y el Caribe y de América Central. Sin embargo, aún quedan desafíos en materia de reducción de la pobreza y prosperidad compartida, dado que la mayoría de las personas pobres vive en zonas rurales (43%), donde la pobreza es especialmente elevada, y muchos viven en comunidades remotas donde el acceso a los servicios básicos se ve limitado por una infraestructura escasa. Los pueblos indígenas, que representan el 5% de la población total, han sufrido históricamente privaciones económicas y exclusión social. Contexto sectorial e institucional Nicaragua aún presenta importantes déficits en el nivel de cobertura de los servicios de agua y saneamiento, particularmente en las zonas rurales pobres. A nivel nacional, el país alcanzó el 85% de la cobertura de servicio mejorado de agua y el 52% del saneamiento mejorado en 2011, valores que aumentaron respecto de las cifras de 2000, de 80% y 48%, respectivamente. Por lo tanto, es probable que alcance las metas relativas al suministro de agua (87%), pero no las de saneamiento (72%). Se observa una gran disparidad entre las zonas urbanas y rurales, tanto en lo que respecta al acceso al servicio de agua (98% en los sectores urbanos frente al 68% en los rurales) como al de saneamiento (63% en las zonas urbanas y solo 37% en las rurales). Si se tienen en cuenta los departamentos, la zona de la costa del Atlántico (Región Autónoma del Atlántico Norte [RAAN], Región Autónoma del Atlántico Sur [RAAS] y Alto Wangki y Bocay) tiene el nivel de cobertura más bajo. También se observan importantes diferencias en el acceso a estos servicios según el nivel de ingresos. Los costos económicos aproximados de llevar agua y saneamiento a los pobres en 2009 eran de US$95 millones (1,5% del PIB) y, según proyecciones preliminares de Nicaragua, la inversión total necesaria para alcanzar un aumento del 20% en los niveles de cobertura, tanto para abastecimiento de agua como saneamiento en zonas rurales, puede estar en el orden de los US$300 millones. Además de las deficiencias en la cobertura, uno de los principales problemas del subsector es la calidad de los servicios brindados y la sostenibilidad a mediano y largo plazo de los sistemas de agua y saneamiento (AyS) en las zonas rurales. Los sistemas de AyS rurales de Nicaragua están gestionados por juntas de agua formadas por voluntarios que se eligen en el ámbito comunitario (Comités de Agua Potable y Saneamiento, CAPS). Este mecanismo es frágil, en especial porque el apoyo que las autoridades nacionales y municipales han brindado históricamente a los CAPS y sus sistemas de AyS en los aspectos técnicos y sociales en el período posterior a la construcción de obras, ha sido muy precario. Esto pone en riesgo la sostenibilidad y la funcionalidad de estos sistemas, y genera la necesidad prematura de realizar obras de reconstrucción. Según datos compilados en 2013 por el FISE de Nicaragua, solo el 48% de los CAPS informa mensualmente que los ingresos son mayores a los costos; solo el 29% de ellos recibe asistencia técnica, y solo el 64% de las comunidades con sistemas de AyS en operación recibe más de 16 horas de servicio de agua por día. Si bien con el apoyo del Banco se ha logrado mejorar la sostenibilidad de los sistemas de AyS en las zonas rurales, aún es necesario organizar mejor el sector reforzando la estructura de apoyo de los CAPS en los niveles municipal, regional y nacional, y fortaleciendo la capacidad en el nivel nacional para poder dirigir las políticas del sector. En vista de estas dificultades, Nicaragua ha establecido como prioridad nacional el suministro de servicios más sostenibles de AyS en las zonas rurales, y ha encomendado al FISE la dirección de estos esfuerzos. El aumento del acceso al AyS, junto con servicios más sostenibles y de mayor calidad, son uno de los pilares del Plan Nacional de Desarrollo Humano 2012-16 de Nicaragua, y es un elemento esencial de la estrategia de alianza con el país del Grupo del Banco Mundial para 2013-17. En 2013, Nicaragua preparó un plan nacional con este fin, el Programa Integral Sectorial de Agua y Saneamiento Humano (PISASH) y confirmó oficialmente que el FISE sería la institución a cargo del sector de AyS en zonas rurales a nivel nacional. Si bien aún resta hacer operativa esta decisión en lo que respecta al financiamiento y la dotación de personal, la función del FISE como entidad rectora del sector es ya reconocida y está avalada tanto por un mandato legal válido como por la capacidad técnica que ha desarrollado gracias a su experiencia como entidad de ejecución de proyectos de AyS en zonas rurales financiados por el Banco. No obstante, el FISE aún necesita asistencia técnica especializada para desempeñar su función, y ha solicitado al Banco que le brinde apoyo para abordar las dificultades detectadas en el PISASH. A modo de respuesta, el Banco ha estructurado un paquete de asistencia técnica para el sector, que se aplica paralelamente a la operación propuesta para contribuir a su preparación y ejecución; incluye la formulación del componente rural del PISASH, una evaluación del desempeño del sector utilizando el Monitoreo del Avance de País en Agua y Saneamiento (MAPAS), y otras actividades. En el sector del agua del país participan también otras instituciones, con las que el FISE debe coordinar tareas, dada su función de organismo gubernamental a cargo de los servicios de AyS en las zonas rurales. Entre dichas instituciones figuran la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados Sanitarios (que tiene a su cargo el servicio de AyS en las zonas urbanas), el Instituto Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillado Sanitario (entidad reguladora del sector), la Autoridad Nacional del Agua, creada recientemente y cuyo mandato es el de proteger y administrar los recursos hídricos del país, y el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales. Por otro lado, numerosas organizaciones no gubernamentales e instituciones confesionales trabajan también en el sector de AyS en las zonas rurales. Uno de los objetivos del FISE en el marco del PISASH es armonizar la labor de estas partes interesadas en el sector. El Banco Mundial es el principal donante del sector de AyS en las zonas rurales de Nicaragua y se ha convertido en el socio más importante del país en esta esfera. En la actualidad, financia el Proyecto de Abastecimiento de Agua y Saneamiento en las Zonas Rurales de Nicaragua (PRASNICA, P106283) —una donación y un crédito de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) por US$20 millones, destinados a ampliar el acceso a los servicios de AyS en las zonas rurales (que se pusieron en marcha en 2008)— y el financiamiento adicional de dicha operación, por valor de US$6 millones (que se puso en marcha a comienzos de 2013). La ejecución del PRASNICA está a cargo del FISE, aunque algunas actividades quedan también en manos de entidades sub-nacionales o de comunidades. El Banco (a través del Fondo Especial para el Cambio Climático) también financia el Proyecto de Adaptación al Cambio Climático en los Sistemas de Agua Potable y Saneamiento de Nicaragua (P127088). Los otros donantes principales del sector de AyS en zonas rurales, que intervienen en una escala mucho menor, son la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación y (hasta hace poco) el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. El Banco trabaja en estrecha coordinación con los otros donantes del sector para alinear las modalidades de ejecución. El PRASNICA ha influido de manera significativa en el modo en que se ejecutan los proyectos sobre AyS en las zonas rurales de Nicaragua. La mayor parte de los fondos de este proyecto se destina a lograr una cobertura más “sostenible�: no solo se extiende el acceso a l os servicios de AyS, sino también se verifica que se los brinde de manera sostenible. Esto incluye proveer una infraestructura adecuada con soluciones técnicas y un nivel de servicio adaptados al contexto específico de cada comunidad. Durante la preparación del PRASNICA, el sector de AyS en las zonas rurales se caracterizaba por presentar modelos de intervención contrapuestos —según el donante que aportaba los fondos— y por un marco institucional en transición, con responsabilidades superpuestas entre instituciones gubernamentales nacionales, regionales y locales. Con el PRASNICA se ha procurado resolver estos problemas. Hasta la fecha, el programa ha beneficiado a 20 000 personas con acceso sostenible al servicio de agua y a 21 000 personas con acceso a mejores condiciones de saneamiento. Estos son algunos de los logros institucionales: i) preparación de un ciclo de proyectos participativo con inclusión de la comunidad y políticas de financiamiento estrictas, definidas en el Manual de ejecución de proyectos de agua y saneamiento, que orienta los criterios de intervención y el ciclo de proyectos de AyS rural y ha sido adoptado por numerosos donantes; ii) creación de un departamento sectorial de AyS dentro del FISE; iii) aumento del 100% (de un 24% de base al 48% actual) en la cantidad de CAPS en municipios del proyecto que trabajan de manera sostenible, y iv) respaldo a la estructura institucional de AyS rural del país (“cadena de sostenibilidad�). Esta cadena de sostenibilidad es una estructura de apoyo que vincula todos los niveles institucionales del sector de AyS rural: desde el FISE en el Gobierno central (responsable de la coordinación del sector, la formulación de políticas, el financiamiento y la planificación), hasta las Unidades Municipales de Agua y Saneamiento (UMAS, responsables de brindar asistencia técnica a los CAPS dentro de su municipio) y los CAPS de cada comunidad (a cargo del funcionamiento y mantenimiento de los sistemas de AyS rural), pasando por los asesores regionales (personal descentralizado del FISE que analiza las necesidades del sector en los departamentos). La interacción del FISE con los otros niveles de la cadena de sostenibilidad, más allá del financiamiento que brinda a los sistemas de AyS rural, se refleja en la capacitación y orientación ofrecidas a las UMAS y en el respaldo que les otorga para que puedan asistir a las comunidades. El proyecto propuesto permitirá consolidar estos mecanismos, pues se fortalecerá la capacidad en cada uno de los eslabones de esta cadena, se alentará la transferencia de conocimientos especializados al nivel local y se ayudará al FISE a mejorar sus funciones de liderazgo y coordinación. Sin embargo, el sector de AyS rural aún requiere mayor consolidación, y este es uno de los objetivos del proyecto. Con la asistencia del Banco, Nicaragua y la comunidad de donantes han desarrollado una estrategia común de intervención en el sector, que se centra en posibilitar el acceso a servicios sostenibles de AyS. No obstante, para lograr un sector sostenible —en el que las funciones institucionales estén definidas con claridad e integradas en todos los niveles y contribuyan conjuntamente al suministro de servicios de AyS de calidad y duraderos— aún se requiere de un esfuerzo concertado y de recursos considerables. Es necesario fortalecer todavía más el marco institucional, lo que incluye analizar la asignación óptima de las funciones entre los diversos actores en distintas etapas del ciclo de los proyectos, y mejorar la estructura del FISE para que pueda asumir su nueva responsabilidad como cabeza del sector. En consecuencia, el alcance del proyecto excede la ejecución de obras, puesto que busca mejorar la sostenibilidad del sector de AyS en su conjunto en las zonas rurales, con el objetivo de brindar a más nicaragüenses acceso a servicios de calidad accesibles, adaptados a su contexto y duraderos. II. Objetivos de desarrollo del proyecto Los objetivos de desarrollo del proyecto son los siguientes: a) ampliar el acceso a servicios sostenibles de agua y saneamiento en ciertas zonas rurales pobres de Nicaragua a través de la consolidación de las instituciones del sector y el suministro de la infraestructura adecuada, y b) mejorar la capacidad del país para responder con rapidez y eficacia ante emergencias consideradas admisibles. III. Descripción del proyecto Nombre del componente Componente 1: Fortalecimiento del sector de agua y saneamiento rural Comentarios (opcional) Con este componente se fortalecerá el sector de AyS rural mediante el respaldo institucional al organismo nacional pertinente y el fortalecimiento de la capacidad para planificar y gestionar los servicios de AyS a nivel municipal y comunitario. Nombre del componente Componente 2: Ampliación de la cobertura del servicio sostenible de agua y saneamiento en las zonas rurales Comentarios (opcional) Mediante este componente se incrementará la cobertura de AyS sostenible, especialmente en municipios con la cobertura más baja y los mayores índices de pobreza extrema, tanto en la zona del Atlántico como en la del Pacífico. Nombre del componente Componente 3: Innovaciones en los servicios de agua, saneamiento e higiene en las zonas rurales Comentarios (opcional) A través de este componente se realizarán proyectos piloto para evaluar nuevas metodologías que podrían mejorar la sostenibilidad de las inversiones de AyS en zonas rurales de formas innovadoras. Nombre del componente Componente 4: Respuesta ante emergencias contingentes Comentarios (opcional) Gracias a este componente se proporcionará una respuesta inmediata a emergencias admisibles, según sea necesario. IV. Financiamiento (en millones de US$) Costo total del proyecto: 32,00 Financiamiento total del 30,00 Banco: Déficit de 0,00 financiamiento: Fuentes de financiamiento Monto PRESTATARIO/RECEPTOR 2,00 Asociación Internacional de Fomento (AIF) 14,30 Donación de la AIF 15,70 Total 32,00 V. Ejecución En Nicaragua, el FISE es el único organismo gubernamental a cargo de las inversiones y la gestión del sector de AyS rural en el nivel nacional. Es la entidad responsable reconocida del sector, cuya función está avalada por varios decretos presidenciales y por la capacidad técnica desarrollada gracias a su experiencia como organismo de ejecución del PRASNICA. Durante los últimos 10 años, el FISE ha mostrado un desempeño satisfactorio como entidad encargada del AyS en las zonas rurales, y ha ayudado a consolidar las unidades municipales de AyS en todo el país. El FISE será el organismo de ejecución del proyecto propuesto y el único responsable de la implementación del componente 1 (fortalecimiento institucional). Si bien habrá asistencia y participación de instituciones de apoyo del sector de AyS, dichas entidades no tendrán responsabilidades fiduciarias ni de ejecución, ya que el FISE se encargará directamente de la ejecución. El FISE también ejecutará directamente el componente 3 (proyectos piloto), en coordinación con municipios e instituciones del sector de AyS que cumplan determinados requisitos, cuando corresponda. Sin embargo, según el tipo de sub-proyecto piloto, el FISE puede delegar la responsabilidad de la ejecución de ciertas actividades (incluidas la gestión financiera o las adquisiciones) en los municipios participantes. Los mecanismos de ejecución del componente 2 (inversiones físicas) tienen el objetivo de establecer un ciclo de proyectos participativo y fortalecer la capacidad a nivel local. En el componente 2, la contratación y ejecución de obras se continúa delegando en los municipios, mientras que la preparación de los estudios técnicos, los diseños de ingeniería y las obras sociales estarán a cargo de la Dirección de Operaciones del FISE (debido a su mayor capacidad técnica) y se ejecutarán en estrecha coordinación con los municipios a fin de fortalecer la capacidad local y la identificación de los interesados con las actividades. En algunos casos, los municipios pueden delegar obras en las comunidades, a través de la metodología de proyectos guiados por la comunidad. Las obras del componente 2 se ejecutarán mediante transferencias del FISE a los municipios y, en algunos casos, de los municipios a las comunidades. Esto se regulará a través de convenios y los fondos se proporcionarán por medio de donaciones no reembolsables. Si bien los municipios pueden estar a cargo de ciertas adquisiciones y de la gestión financiera de las actividades de los sub-proyectos de AyS, la responsabilidad fiduciaria general del proyecto recae en el FISE. En el caso de Alto Wangki y Bocay, debido a que la zona presenta una estructura particular (sin Gobiernos municipales), la ejecución del componente 2 se centralizará en el FISE. En todos los casos, las comunidades desempeñarán un papel activo durante el ciclo del proyecto, tomarán decisiones respecto del nivel de servicios y las opciones técnicas, participarán en la construcción de las obras y administrarán los sistemas una vez completados. En lo que respecta al subcomponente 2.3 (alianzas para el saneamiento), la ejecución se centralizará en el FISE, que trabajará en coordinación con los municipios admisibles y las instituciones de AyS, según corresponda. Para las intervenciones en la RAAS, la RAAN y la región de Alto Wangki y Bocay, se conformarán Comités de Proyecto que seleccionarán a las comunidades participantes y determinarán los principios para la ejecución de las actividades. Cada Comité de Proyecto (uno para la RAAS, uno para la RAAN y uno para Alto Wangki y Bocay) está conformado por representantes de los Gobiernos regionales, los Gobiernos territoriales, los municipios y el FISE. Dada la particular importancia del papel de la mujer en los servicios de AyS en las zonas rurales, se buscará integrar cabalmente las cuestiones de género en el diseño, la ejecución y el seguimiento de este proyecto. Esto se hará a través de tres dimensiones: i) evaluación: en la evaluación social realizada como parte de la preparación del proyecto se incluyeron preguntas relacionadas con las cuestiones de género y los resultados de grupos de trabajo dedicados a este tema; ii) medidas: se dará prioridad a las necesidades de las mujeres en la selección de las opciones técnicas para el AyS y en las oportunidades de capacitación; además, se promoverá la participación femenina en los CAPS; iii) seguimiento: el proyecto incluye dos indicadores relacionados con la participación de las mujeres en las juntas comunitarias de agua y un indicador del número total de mujeres beneficiarias del proyecto. En la evaluación del impacto también se hará hincapié en las cuestiones de género. VI. Políticas de salvaguarda (incluida la consulta pública) Políticas de salvaguarda que deben aplicarse en el proyecto Sí No Evaluación Ambiental (OP/BP 4.01) X Hábitats Naturales (OP/BP 4.04) X Bosques (OP/BP 4.36) X Control de Plagas (OP 4.09) X Recursos Culturales Físicos (OP/BP 4.11) X Pueblos Indígenas (OP/BP 4.10) X Reasentamiento Involuntario (OP/BP 4.12) X Seguridad de las Presas (OP/BP 4.37) X Proyectos relativos a Cursos de Aguas Internacionales (OP/BP 7.50) X Proyectos en Zonas en Disputa (OP/BP 7.60) X Comentarios (opcional) VII. Forma de contacto Banco Mundial Contacto: Lilian Pena Pereira Weiss Cargo: Especialista senior en agua y saneamiento Tel.: 473-7048 Correo electrónico: lpereira1@worldbank.org Prestatario/cliente/receptor Nombre: Gobierno de Nicaragua, Ministerio de Hacienda y Crédito Público Contacto: Sr. Iván Acosta Cargo: Ministro Tel.: 505-2222-7061 Correo electrónico: ivan.acosta@mhcp.gob.ni Organismos de ejecución Nombre: Fondo de Inversión Social de Emergencia (FISE) Contacto: América Zeledón Cargo: Directora de Planificación Tel.: 505-278-1664 Correo electrónico: azeledon@fise.gob.ni VIII. Para obtener más información, póngase en contacto con: The InfoShop Banco Mundial 1818 H Street NW, Washington DC, 20433 Teléfono: (202) 458-4500 Fax: (202) 522-1500 Sitio web: http://www.worldbank.org/infoshop