Los resultados, interpretaciones y conclusiones expresados aquí son los del(los) autor(es) y no reflejan necesariamente las opiniones de los directores del Banco Mundial, o de los gobiernos que ellos representan. El Banco Mundial no garantiza la exactitud de los datos incluidos en este trabajo. Las fronteras, los colores, los nombres y otra información expuesta en cualquier mapa de este volumen no denotan, por parte del Banco, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los territorios, ni aprobación o aceptación de tales fronteras. Publicado originalmente en inglés por el Banco Mundial como Mexico Gender Assessment. En caso de discrepancias, prima el idioma original. © 2019 Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento/Banco Mundial 1818 H Street, NW Washington, DC 20433, USA Todos los derechos reservados Tabla de Contenidos 8 Abreviaturas 9 Agradecimientos 11 CAPÍTULO 1: PRESENTACIÓN GENERAL 17 CAPÍTULO 2: DOTACIONES 19 Salud 19 Fecundidad 20 Embarazo en Adolescentes 23 Mortalidad Materna y Acceso a Servicios de Salud 24 Envejecimiento Saludable, Mortalidad y Morbilidad 26 Educación 26 Brechas de Género en la Matrícula y el Nivel Educativo Alcanzado 28 Brechas de Género en el Aprendizaje 30 Estructura Familiar, Propiedad de Activos y Movilidad 35 CAPÍTULO 3: OPORTUNIDADES ECONÓMICAS 36 Baja Participación de las Mujeres en la Fuerza Laboral 39 Determinantes Individuales de la Participación en la Fuerza Laboral 41 Barreras Potenciales para Trabajar 45 Brechas de Género en el Empleo y el Desempleo 47 Brechas de Género en los Ingresos 50 Brechas de Género en el Emprendimiento 51 Brechas de Desempeño entre las Empresas de Propiedad de Hombres y de Mujeres 51 ¿Pueden las Intervenciones de Capacitación Mejorar el Desempeño de las Empresas de Propiedad de Mujeres? 52 Brechas de Género en el Acceso al Financiamiento 52 Brechas de Género en la Inclusión Financiera 56 Barreras al Acceso de las Mujeres a los Servicios Financieros 63 CAPÍTULO 4: AGENCIA 64 Marco Legal e Institucional para la Igualdad de Género 64 Margo Legal Nacional 68 Marco Institucional Subnacional para la Igualdad de Género 69 Convenciones Internacionales 70 Evaluando el Marco Institucional 71 Acceso a las Instituciones y Uso de la Propiedad 72 Obtener un Trabajo y Proporcionar Incentivos para Trabajar 72 Acudir a los Tribunales 73 Proteger a las Mujeres de la Violencia 73 Normas Sociales 76 Violencia contra las Mujeres, Feminicidios y Acoso Sexual 76 Violencia por parte de la Pareja Íntima 77 Feminicidios 78 Violencia de Género y Mejoras en las Condiciones Económicas de las Mujeres 79 Participación Política de las Mujeres 83 CAPÍTULO 5: CONCLUSIONES Y POLÍTICA 84 Eliminar las Diferencias en las Dotaciones 85 Reducir las Brechas Salariales y de Productividad entre las Mujeres y los Hombres 85 Disminuir las Diferencias de Género en la Voz en el Hogar y en la Sociedad 88 APÉNDICE A: BASES DE DATOS 89 Bibliografía Listado de figuras 18 FIGURA 2.1 Población Mexicana, por Sexo y 23 FIGURA 2.7 Mortalidad Materna en México Grupo de Edad, 1950 – 2015 y Comparación con la OCDE 19 FIGURA 2.2 Tasas de Fecundidad y Mortalidad 23 FIGURA 2.8 Tasas de Mortalidad Materna Infantil en México, 1950 – 2015 en México, por Grupo Étnico, 2012 – 17 20 FIGURA 2.3 Tasa de Fecundidad en México, 24 FIGURA 2.9 Esperanza de Vida al Nacer por Grupo Étnico, 2015 en México, por Sexo, 1950 – 2015 20 FIGURA 2.4 Tasas de Dependencia Infantil, 25 FIGURA 2.10 Principales Causas de Muerte de Adultos y Total en México, Actuales en México, por Sexo, 2017 y Proyectadas, 1950 – 2050 25 FIGURA 2.11 Incidencia de Diabetes en México, 20 FIGURA 2.5 Embarazo en Adolescentes en México por Sexo y Grupo de Edad, 2016 26 FIGURA 2.12 Prevalencia de la Obesidad, 21 FIGURA 2.6 Tasa de Fecundidad en Adolescentes, por Sexo, Países Seleccionados Países Seleccionados de la OCDE, 2016 o último de la OCDE, 2016 dato disponible 27 FIGURA 2.13 Nivel Educativo Alcanzado por las 44 FIGURA 3.13 Factores que Inducirían a las Mujeres Mujeres en México, por Edad y Grupo Étnico, 2015 que No Trabajan a Considerar Aceptar un Trabajo 28 FIGURA 2.14 Máximo Nivel Educativo Alcanzado en México, 2012 en México, por Sexo, 2016 45 FIGURA 3.14 Desempleo y Subempleo en México, 29 FIGURA 2.15 Puntajes Promedio en Matemáticas por Sexo, 2015 – 18 del PISA, por Sexo, Países Seleccionados, 2015 46 FIGURA 3.15 Proporción de Trabajadores Mexica- 29 FIGURA 2.16 Brecha de Género en los Puntajes nos en Empleos Informales, por Sexo, 2015 – 18 Promedio del PISA, 2003 – 15 46 FIGURA 3.16 Tipo de Empleo en México, por Sexo 31 FIGURA 2.17 Porcentaje de Hogares Encabezados y Condición Indígena, 2016 por Hombres y Mujeres en México, 1990 – 2015 47 FIGURA 3.17 Proporción de Hombres y Mujeres 31 FIGURA 2.18 Hogares Monoparentales en México, que Generan Ingresos Laborales en México, 2016 por el Sexo de la Cabeza del Hogar, 2015 47 FIGURA 3.18 Composición Sectorial del Empleo, 31 FIGURA 2.19 Propiedad de Activos de Alto Valor por Sexo, en México, 2018 en México, por Sexo, 2018 48 FIGURA 3.19 Descomposición de la Brecha Salarial 32 FIGURA 2.20 Propiedad de Activos Financieros entre Hombres y Mujeres en México, 2016 en México, por Sexo, 2018 49 FIGURA 3.20 Descomposición de la Brecha Salarial 36 FIGURA 3.1 Pérdida Total de Ingresos entre Hombres y Mujeres en América Latina, 2016 en el Largo Plazo debido a las Brechas de Género 53 FIGURA 3.21 Evolución de la Inclusión Financiera en la Participación en el Mercado Laboral, Países en México, por Sexo y Área de Residencia, 2012 – 18 Seleccionados de la OCDE, 2010 53 FIGURA 3.22 Brecha de Género en la Inclusión 37 FIGURA 3.2 Participación de las Mujeres en Financiera en México, por Tipo de Producto la Fuerza Laboral en México en Relación con el Financiero y Área de Residencia, 2018 PIB e Indicadores de Fecundidad, 1900 – 2020 54 FIGURA 3.23 Porcentaje de Adultos Mexicanos 38 FIGURA 3.3 Tendencias de la Tasa de Participación con Cuenta Bancaria, por Sexo y Área de de las Mujeres en la Fuerza Laboral en México Residencia, 2018 y en Países Seleccionados, 1990 – 2020 54 FIGURA 3.24 Porcentaje de Adultos Mexicanos 38 FIGURA 3.4 Relación en forma de U (Goldin 1995) con una Cuenta Bancaria, por Tipo de Cuenta entre la PMFL y los Niveles de Ingreso y Sexo, 2018 39 FIGURA 3.5 Diferencias Regionales y por Origen 55 FIGURA 3.25 Uso de Infraestructura Financiera Étnico en la Participación de las Mujeres en México en el Último Año, por Canal en la Fuerza Laboral en México de Acceso, Sexo y Área de Residencia, 2018 40 FIGURA 3.6 Participación en la Fuerza Laboral 55 FIGURA 3.26 Fuente Principal de Fondos de en México, por Sexo, Edad y Nivel Educativo Emergencia de la Población Mexicana con Acceso Alcanzado, 2000 and 2010 a Tales Fondos, por Sexo, 2017 41 FIGURA 3.7 Proporción de Jóvenes que Ni 56 FIGURA 3.27 Uso del Crédito y Ahorro Formal Trabajan, Ni Estudian, Ni se Capacitan (NINI), e Informal en México, por Sexo, 2018 Países Seleccionados de la OCDE, 2017 58 FIGURA 3.28 Porcentaje de la Población Mexicana 42 FIGURA 3.8 Horas Semanales Dedicadas al con Teléfono Celular, por Sexo y Área de Trabajo, Cuidado, Trabajo Doméstico y Ocio en Residencia, 2012 – 16 México, por Sexo, Educación e Ingresos, 2014 58 FIGURA 3.29 Uso de Servicios de Internet 42 FIGURA 3.9 Tiempo Dedicado al Trabajo No y Telefonía Celular en México, por Sexo, 2017 Remunerado, Remunerado y Total en México 58 FIGURA 3.30 Motivos para No Tener una Cuenta y la OCDE, por Sexo, 2015 Bancaria en México, 2017 42 FIGURA 3.10 Participación de las Mujeres en la 58 FIGURA 3.31 Motivos de los Titulares de Cuentas Fuerza Laboral en México, por Estado Civil Bancarias en México para No Utilizar Servicios y Presencia de Niños Pequeños, 2005 – 17 de Banca Móvil, 2018 43 FIGURA 3.11  actores que Impulsan la Decisión 69 FIGURA 4.1 Instituciones Municipales para de las Mujeres de No Trabajar en México, la Mujer en México, por Tipo y Estado, 2017 por Nivel de Calificación, 2012 70 FIGURA 4.2 Barreras Legales para la Participación 43 FIGURA 3.12 Participación de las Mujeres en la Económica de las Mujeres en México y otros Fuerza Laboral en México, por Nivel de Califica- Grupos de Países, 2018 ción, Estado Civil y la Edad de los Niños, 2012 74 FIGURA 4.3 Indicadores de Acuerdo con Afirma- 75 FIGURA 4.7 Acuerdo con que es Problemático ciones Relacionadas con el Género, por Sexo, 2012 que las Mujeres Ganen Más que sus Maridos, 74 FIGURA 4.4 Cambio en el Acuerdo con México, 2012 Afirmaciones Relacionadas con Género 76 FIGURA 4.8 Prevalencia de la Violencia a lo Largo Seleccionadas, México, 1996 – 2012 de la Vida contra Mujeres de 15 Años o Más 74 FIGURA 4.5 Acuerdo con Afirmaciones en México Relacionadas con el Género, por Sexo y Grupo 77 FIGURA 4.9 Homicidios en México, de Edad, México, 2012 por Sexo, 1985 – 2016 75 FIGURA 4.6 Cambio en el Acuerdo en que a los Hombres se les Debe Dar Prioridad en Tiempos de Escasez de Empleos, México, 1990 – 2012 Listado de mapas 19 MAPA 2.1 Fecundidad en México, por Estado 28 MAPA 2.5 Brecha de Género en el Máximo Nivel (Número Promedio de Nacimientos Vivos por Educativo Alcanzado en México, por Estado, 2015 Mujer, 2009 – 13) 46 MAPA 3.1 Proporción de Trabajadoras Mexiacanas 22 MAPA 2.2 Uso de Anticonceptivos por Mujeres de en Empleos Informales, por Región, 2018 entre 15 y 49 Años en México, por Estado, 2014 77 MAPA 4.1 Prevalencia de la Violencia Doméstica 23 MAPA 2.3 Tasas de Mortalidad Materna en Reportada en Contra de las Mujeres en México, México, por Estado, 2018 por Estado, 2011 24 MAPA 2.4 Diferencia entre la Esperanza de Vida de los Hombres y las Mujeres (Años) en México, por Estado, 2015 Listado de recuadros 45 RECUADRO 3.1 La Infraestructura de las TIC 65 RECUADRO 4.1 Planificación Nacional para Puede Ayudar la Igualdad de Género 48 RECUADRO 3.2 Descomposición de la Brecha 71 RECUADRO 4.2 Los Ejidos y el Sistema Salarial Utilizando el Emparejamiento, según de Comunidades la propuesta de Ñopo (2008) 57 RECUADRO 3.3 El Potencial de Fintech para Cerrar la Brecha de Género en el Acceso al Financiamiento Listado de tablas 65 TABLA 4.1 Participantes del Marco Institucional 68 TABLA 4.3 Estado de las Instituciones Estatales de Género en México, 2019 para las Mujeres en México, 2019 67 TABLA 4.2 Roles en el Marco Institucional para 88 TABLA A.1 Bases de Datos Utilizadas la Igualdad de Género en México, 2019 en el Diagnóstico de Género en México Abreviaturas ATM Cajero automático (Automated Teller Machine) CEO Director(a) Ejecutivo (Chief Executive Officer) ENDIREH Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares ENIF Encuesta Nacional de Inclusión Financiera Global Findex Base de Datos sobre la Inclusión Financiera en el Mundo (Banco Mundial) Fintech Tecnología Financiera PMFL Participación de la Mujer en la Fuerza Laboral LGAMVLV Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia LGIMH Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres G2P Gobierno a Personas (government-to-person) TIC Tecnología de la Información y la Comunicación INMUJERES Instituto Nacional de las Mujeres VPI Violencia por parte de Pareja Íntima Ley del INMUJERES Ley del Instituto Nacional de las Mujeres NINI Ni estudian, ni trabajan, ni se capacitan OCDE Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico PISA Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (OCDE) RCT Prueba de control aleatorio (randomized controlled trial) 8 | Diagnóstico de Género en México Agradecimientos Este informe fue preparado por un equipo del Banco Mundial dirigido por Gabriela Inchauste (economista princi- pal, Práctica Global de Pobreza y Equidad) e integrado por Paula Torres Tavares, Nayda Almodóvar Reteguis, Laura Moreno, Eva Arceo-Gómez, Alejandra Ríos Cázares, Alma Santillán, Kiyomi Cadena, Mating Matsatsinyana, Leonardo Iacovone y Belem Saucedo Carranza. Mary Anderson editó el informe y Fernanda Padrón lo tradujo al español. El trabajo fue realizado bajo la dirección de Pablo Saavedra, director de país para México, y Oscar Calvo-González, gerente de práctica, Práctica Global de Pobreza y Equidad. Aylin Isik-Dikmelik, Ana María Muñoz Boudet y Jonna Lundvall amablemente revisaron el documento y brindaron valiosos consejos y sugerencias que mejoraron sus- tancialmente la calidad del informe. El equipo también recibió valiosos consejos y retroalimentación de William Wiseman, Rafael De Hoyos, Katharina Siegmann, Zeina Afif, María Dávalos, Carlos Rodríguez Castelán y Lourdes Rodríguez-Chamussy. 9 Capítulo 1: Presentación General La igualdad de género es una vía clave para asegurar A pesar de este avance, las diferencias de género en las que la reducción de la pobreza y la prosperidad com- dotaciones siguen siendo un desafío y son particular- partida sean duraderas. Identificar las principales bre- mente problemáticas entre las comunidades rurales chas de género que enfrenta un país, a lo largo de dife- e indígenas. Con respecto a la salud, destacan tres desa- rentes esferas, informa mejor el diseño de políticas. A tal fíos. En primer lugar, el embarazo adolescente es muy efecto, este informe busca identificar dónde se han logrado alto en relación con los países de la Organización para avances en el aumento de oportunidades y resultados para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y es mujeres y hombres en México y dónde se requieren accio- especialmente frecuente entre las adolescentes indígenas, nes de política adicionales. Se enfoca en tres áreas que son pobres, con poca educación. En segundo lugar, si bien las críticas para el acceso igualitario a oportunidades, desde tasas de mortalidad materna han disminuido, todavía son la perspectiva de género: (a) dotaciones, como salud y edu- muy altas en algunas regiones y entre los grupos de pobla- cación; (b) oportunidades económicas, como el acceso a los ción vulnerable, incluidas las mujeres rurales e indígenas. mercados laborales, de tierra y financieros; y (c) agencia, Finalmente, la incidencia de la obesidad se encuentra entre incluidas las normas, la representación y la libertad frente las más altas del mundo, lo cual está vinculado a una alta a la violencia (Banco Mundial 2012). El informe aprove- incidencia de diabetes y de muertes relacionadas con la cha la literatura existente, así como las diferentes fuen- diabetes, particularmente entre las mujeres. En lo que se tes de datos disponibles al público para el país, y procura refiere a la educación, las brechas de género en la matrí- ofrecer un panorama de las brechas de género predo- cula y el nivel alcanzado siguen siendo una preocupación minantes y de las áreas de trabajo para cerrar esas bre- en las regiones rezagadas, donde las mujeres enfrentan chas, cubriendo una amplia gama de resultados. Como un riesgo de abandono especialmente alto, en gran parte tal, busca servir como un documento guía para la acción debido al embarazo adolescente. La educación tercia- y el diálogo sobre políticas, investigaciones posteriores ria, si bien ahora es más común que nunca, está lejos de y la discusión pública. estar disponible para todas las mujeres. Además, México se encuentra entre los países de la OCDE que obtienen los Algunas brechas de género han disminuido en México. resultados más bajos en pruebas estandarizadas interna- Las tasas de fecundidad han disminuido y la tasa de mor- cionales, donde las niñas tienen un desempeño inferior al talidad materna se ha reducido en más de la mitad desde de los niños, especialmente a partir de la escuela secun- 1995. La esperanza de vida ha seguido aumentando y las daria superior. Las diferencias en el aprendizaje se refle- mujeres ahora viven alrededor de seis años más que los jan en las opciones de educación, ya que las mujeres y los hombres. De manera similar, las brechas en la matrícula hombres todavía están segregados en campos educativos de primaria y secundaria se han cerrado, mientras que y áreas de especialización. Más allá de las dotaciones de están surgiendo nuevas brechas en la matrícula del nivel capital humano, es difícil imaginar que las mujeres pue- terciario para los hombres, ya que las mujeres jóvenes dan prosperar sin tener acceso a insumos productivos, ahora dominan la matrícula universitaria. La participa- incluidos los activos físicos y financieros, en particular si ción de las mujeres en la fuerza laboral ha aumentado ellas son el único sustento de la familia. En 2018, el 65 por y las mujeres tienen un mayor acceso a financiamiento. ciento de las mujeres no poseía un activo de alto valor. Además, México ha adoptado legislación para promover la representación política de las mujeres y existe evidencia Las brechas de género en la participación en el mer- de que algunas normas sociales han evolucionado hacia cado laboral y en el emprendimiento conllevan impor- principios de igualdad de género, particularmente entre tantes pérdidas económicas para las mujeres y sus fami- las generaciones más jóvenes. lias en forma de ingresos no percibidos, pero también 12 | Diagnóstico de Género en México implican grandes pérdidas agregadas para la economía entre las empresas de propiedad de hombres y de muje- (Banco Mundial, 2012). La brecha de género de México res no puede ser explicada por diferencias en las caracte- en la participación en el mercado laboral está asociada rísticas de las o los propietarios o de sus empresas. con una pérdida potencial de hasta el 25 por ciento del ingreso per cápita. Esto es especialmente relevante La segregación de género en el acceso a oportunidades en el contexto demográfico actual de México, donde económicas a su vez refuerza las diferencias de género una mayor participación de todos los que se encuentran en el uso del tiempo y en el acceso a los insumos y per- dentro del grupo de edad económicamente activo repre- petúa las fallas de mercado e institucionales (Banco senta una ventana única de oportunidades para el creci- Mundial, 2012). Por ejemplo, las mujeres tienen una mayor miento y el ahorro. probabilidad de tener empleos informales o a tiempo par- cial comparado con los hombres. Debido a que los empleos Las brechas de género en las oportunidades económi- a tiempo parcial e informales a menudo pagan salarios cas incluyen una baja participación en la fuerza laboral, más bajos que los empleos a tiempo completo y formales, altos niveles de informalidad, emprendimientos de baja una alta concentración de mujeres en estos trabajos con productividad y bajo acceso a insumos productivos. menor remuneración debilita los incentivos para partici- Solo el 45 por ciento de las mujeres mexicanas en edad par en el mercado laboral, por lo tanto, refuerza la deci- de trabajar forman parte de la fuerza laboral, en compa- sión de no trabajar. Es precisamente esta interacción ración con un promedio del 51 por ciento en todos los de la segregación con las diferencias de género en el uso países de América Latina y el Caribe, el 52 por ciento del tiempo, el acceso a los insumos y las fallas de mercado en los países de la OCDE, y niveles de alrededor del 50 por e institucionales la que atrapa a las mujeres en empleos ciento en Chile y 58 por ciento en Colombia — dos pares de baja remuneración y en empresas de baja productivi- regionales cuyos niveles de participación de las mujeres dad. Romper con este patrón requiere intervenciones que en la fuerza laboral en la década de 1990 fueron similares levanten las limitaciones de tiempo, aumenten el acceso o inferiores a los de México. Estos bajos niveles de par- de las mujeres a insumos productivos y corrijan las fallas ticipación son el resultado de las diferencias de género de mercado e institucionales. en el uso del tiempo, las diferencias de género en el acceso a insumos productivos y las diferencias de género deriva- La agencia de las mujeres en México ha mejorado das de fallas de mercado e institucionales (Banco Mundial, en muchos aspectos, pero persisten preocupaciones 2012). Las diferencias en el uso del tiempo, principalmente, sobre la capacidad de las mujeres para ganar y contro- son el resultado de las diferencias en las responsabilida- lar sus ingresos, así como sobre la violencia contra las des de cuidado. Las mujeres mexicanas pasan de 9 a 12 mujeres. Los marcos legales e institucionales de México horas más a la semana que los hombres cuidando a los promueven la igualdad de género en muchos aspectos; niños, dependiendo de su nivel de educación e ingresos. entre ellos, garantizar el acceso de las mujeres a las insti- También pasan de 17 a 26 horas más a la semana que los tuciones, la propiedad y la justicia. Estos marcos garan- hombres realizando tareas domésticas y tienen menos tizan la representación política de las mujeres, permiten tiempo para el ocio. No es una sorpresa, entonces, que, que las mujeres construyan un historial crediticio y obten- para muchas mujeres, la decisión de trabajar dependa gan un trabajo, y protegen a las mujeres de la violencia. en gran medida de sus responsabilidades domésticas. Las Sin embargo, se podría hacer más para reducir las barre- diferencias en el acceso a insumos productivos incluyen ras al trabajo y para garantizar una remuneración igual un menor acceso a activos físicos (tierra, vivienda y otras por un trabajo igual. De manera similar, se podría hacer propiedades) y al crédito. Solo el 35 por ciento de las más para penalizar y prevenir el acoso sexual en el tra- mujeres mexicanas poseía al menos un activo de alto valor bajo y en lugares públicos. Más allá de las normas legales, en 2018 y, si bien el 65 por ciento tenía algún tipo de pro- las normas sociales sobre el rol de la mujer en la socie- ducto financiero, solo el 31 por ciento poseía un fondo dad siguen siendo mixtas y también podrían presentar para el retiro, y solo el 26.5 por ciento tenía acceso a cré- barreras para el trabajo. Por ejemplo, el 44 por ciento dito formal. Las diferencias de género que derivan de las de las mujeres todavía cree que los niños sufren cuando fallas de mercado e institucionales son más evidentes una mujer trabaja fuera del hogar, y una de cada dos cree por el hecho de que la brecha de género en los ingresos que “es problemático que las mujeres ganen más que sus no puede ser explicada por diferencias en las caracterís- maridos”. De manera más crítica, el 66 por ciento de las ticas individuales o por el hecho de que los hombres y las mujeres de 15 años o más ha experimentado alguna forma mujeres trabajen en diferentes tipos de trabajos. De manera de violencia de género, en gran medida a manos de sus similar, la mayoría de las diferencias en el desempeño cónyuges o parejas 1. CAPÍTULO 1: Presentación General | 13 Apoyar la igualdad entre las mujeres y los hombres es una neutrales al género y acuerdos de trabajo flexibles; capa- estrategia de desarrollo inteligente para México. Los citación en habilidades blandas y duras para mujeres esfuerzos de política deben abarcar los diversos frentes emprendedoras; y mecanismos más fuertes para fomentar donde persisten las barreras a la igualdad de género, desde la inclusión financiera, incluso a través de nuevas tecno- influir en las normas hasta garantizar el acceso equita- logías y poniendo énfasis en las áreas rurales. Finalmente, tivo a las oportunidades. La eliminación de las diferen- el aumento de la agencia de las mujeres requerirá un enfo- cias en las dotaciones requerirá un mayor alcance para que multifacético para abordar la violencia de género, así abordar el embarazo adolescente y la mortalidad materna como intervenciones que puedan cambiar las aspiraciones, (especialmente en regiones rezagadas y en comunidades abordar los déficits de información y garantizar la aplica- rurales e indígenas); promover estilos de vida saludables ción efectiva de la ley. para reducir la obesidad y el riesgo de diabetes; facilitar NOTA la transición de la escuela al trabajo; y mejorar el acceso de las mujeres a recursos productivos. La reducción de las disparidades en las oportunidades económicas requerirá 1. Datos de violencia de pareja de la Encuesta Nacional sobre un mayor acceso a servicios de cuidado infantil asequibles la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) y de alta calidad, y a programas extraescolares o escola- 2016, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI): res de tiempo completo; políticas de permisos parentales http://en.www.inegi.org.mx/programas/endireh/2016/. 14 | Diagnóstico de Género en México Capítulo 2: Dotaciones Las inversiones en capital humano han demostrado individuos y las familias, sino también para las sociedades tener un gran impacto en la capacidad de los indivi- a largo plazo. Estas brechas pueden desempeñar un rol duos para beneficiarse de las oportunidades a lo largo relevante en la transmisión intergeneracional de las des- de la vida y hacer una contribución social y económica igualdades de género (Banco Mundial 2012) y acarrear cos- positiva. Las diferencias entre hombres y mujeres en dota- tos sustanciales para las sociedades. Este capítulo analiza ciones básicas tales como la salud y la educación, espe- el acceso y la acumulación de dotaciones básicas de capi- cialmente a una edad temprana, pueden perpetuar las bre- tal humano de los hombres y las mujeres en México. Esto chas de género en el acceso a oportunidades a lo largo del comienza con la salud y la educación. Luego, el capítulo ciclo de vida. La persistencia de oportunidades desiguales analiza brevemente el acceso y la propiedad de otros tipos para las mujeres conlleva grandes costos, no solo para los de activos, incluidos la tierra, la propiedad y otros activos. FIGURA 2.1 Población Mexicana, por Sexo y Grupo de Edad, 1950 – 2015 111 108 Hombres Mujeres 105 102 99 96 93 90 87 84 81 78 75 72 69 66 63 60 Edad 57 54 51 48 45 42 39 36 33 30 27 24 21 18 15 12 9 6 3 0 2.5 2.0 1.5 1.0 0.5 0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 Porcentaje de la población 1950 1970 2000 2010 2015 Fuente: CONAPO 2018b. 18 | Diagnóstico de Género en México SALUD hijos por mujer en promedio (Figura 2.2) (CONAPO 2018a). La disminución de la fecundidad se relaciona con una México es un país joven que está experimentando una amplia gama de causas contiguas, tales como la disminu- transición demográfica. La caída de las tasas de fecun- ción de la mortalidad infantil, un cambio en las políticas didad y mortalidad en todas las edades implica que hay de población durante la década de 1960, la disponibilidad un aumento inminente de la población en edad de trabajar, generalizada de métodos anticonceptivos, un mayor nivel lo cual coloca al país en la “ventana demográfica de opor- educativo y mayores oportunidades profesionales para las tunidades” 1. Este aumento en los jóvenes podría generar mujeres, las cuales compiten por el tiempo con sus res- importantes beneficios en el proceso de desarrollo y creci- ponsabilidades de cuidado (Chackiel 2004; Tuirán 2002). miento del país. La transición demográfica — causada por el avance médico, las mejoras en las condiciones de vida, FIGURA 2.2 Tasas de Fecundidad y Mortalidad Infantil las reducciones en la mortalidad infantil y el aumento en México, 1950 – 2015 de la esperanza de vida –, ha aumentado rápidamente 140 8 Tas de mortalidad infantil, promedio de hijos por mujer la población de adultos mayores (Figura 2.1). La propor- fallecmientos por cada 120 7 1,000 nacimientos Tasa de Fecundidad, ción de adultos mayores de 65 años ha tenido un aumento 100 6 5 de diez veces su valor desde 1950 (CONAPO 2018). 80 4 60 3 40 2 Las mejoras en el control de las enfermedades trans- 20 1 misibles y la estructura demográfica cambiante, com- 0 0 puestas por factores de comportamiento tales como 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 el embarazo adolescente, la dieta y el ejercicio, están cambiando las prioridades para una sociedad saluda- Tasa de mortalidad infantil (eje izquierdo) ble. Las reformas recientes han ampliado significativa- Tasa de fecundidad (eje derecho) mente el acceso a la atención de la salud y mejorado los Fuente: CONAPO 2018a. resultados de salud. Las estadísticas nacionales indican que la proporción de la población sin acceso a la aten- Sin embargo, existen diferencias importantes por grupo ción de la salud se ha reducido a la mitad en menos de una socioeconómico y ubicación geográfica: nacen más década, cayendo del 38.4 por ciento en 2008 al 15.5 por niños por mujer en áreas rurales y entre mujeres con ciento en 2016 (CONEVAL 2017). Sin embargo, el enveje- menor educación. La tasa de fecundidad varía desde cimiento de la población y los cambios en los factores un máximo de 2.9 hijos por mujer en el estado de Chiapas, de estilo de vida están impulsando un aumento en las enfer- a un mínimo de 1.5 hijos por mujer en la Ciudad de México medades crónicas no transmisibles y en las afecciones dege- (Mapa 2.1) (CONAPO 2016). Las mujeres indígenas tenían nerativas, lo cual está intensificando las presiones del gasto en el sistema de atención de la salud, incluso para la aten- MAPA 2.1 Fecundidad en México, por Estado ción a largo plazo. Desde una perspectiva de género, redu- (Número Promedio de Nacimientos Vivos por Mujer, 2009 – 13) cir los altos niveles de embarazo adolescente, continuar centrándose en la salud materna y reproductiva, y promo- 1.4–2.0 ver un envejecimiento saludable al enfrentar morbilidades 2.0–2.4 específicas y los factores de riesgo que afectan a hombres 2.4–2.5 y mujeres de manera diferente parecería ser lo más crí- 2.5–2.7 tico. Revisamos cada una de estas acciones por separado. 2.9+ Fecundidad Con una población estimada de 127 millones de perso- nas, más de la mitad de las cuales son mujeres, México muestra una tasa de fecundidad promedio que está ali- neada con la tasa de reemplazo poblacional. El número de hijos nacidos por mujer ha disminuido drásticamente: de un promedio de 7 hijos por mujer en la década de 1960, Fuente: Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID), Instituto Nacional de actualmente está cerca de la tasa de reemplazo de 2.2 Estadística y Geografía (INEGI). Consultar http://gaia.inegi.org.mx/atlas_genero/. CAPÍTULO 2: Dotaciones | 19 FIGURA 2.3 Tasa de Fecundidad en México, FIGURA 2.4 Tasas de Dependencia Infantil, de Adultos y Total por Grupo Étnico, 2015 en México, Actuales y Proyectadas, 1950 – 2050 4.5 120 30 3.9 Tasa de dependencia Tasa de dependencia 4.0 100 25 Número promedio de hijos 3.6 infantil y total 3.5 80 20 de adultos 3.0 3.0 60 15 2.4 por mujer 2.5 40 10 2.0 20 5 1.5 1.0 0 0 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2005 2010 2000 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050 0.5 0.0 No indígenas Indígenas Infantil de Adultos Total Niños que sobreviven Niños nacidos vivos Fuente: CONAPO 2018a. Nota: La relación de dependencia es el número de personas dependientes (en este caso, niños Fuente: Encuesta Intercensal 2015, Instituto Nacional de Estadística de 0 a 14 años o adultos mayores) por cada 100 adultos en edad productiva (de 15 a 64 años) y Geografía (INEGI). en la población. una tasa de fecundidad de casi 4 niños en 2015, en compara- en la fuerza laboral. La oferta para el cuidado de adultos ción con una de 3 para las mujeres no indígenas (Figura 2.3). mayores en México es muy baja y, debido al comporta- miento orientado a la familia en México, la demanda tam- Tanto la disminución en las tasas de fecundidad como el bién es muy baja. Como tal, la carga del cuidado de los aumento en la esperanza de vida conducen a cambios en adultos mayores probablemente recaerá sobre las muje- las tasas de dependencia de niños y adultos (Figura 2.4). res (Tuirán 2002). Las tasas de dependencia infantil han disminuido desde 1970, de 97 niños dependientes por cada 100 adultos en 1950 a 42 en 2015. Sin embargo, el aumento de la pobla- Embarazo en Adolescentes ción de adultos mayores ha provocado un aumento en la tasa de dependencia de adultos, de 5.5 adultos mayores Si bien ha disminuido en los últimos años, la tasa por cada 100 adultos en edad productiva a 10 por cada de embarazos en adolescentes sigue siendo alta y pre- 100 en 2015. El Consejo Nacional de Población (CONAPO) senta desafíos para el empoderamiento de las muje- proyecta que la tasa de dependencia de adultos aumentará res, la movilidad intergeneracional y la reducción a 25 en 2050, un aumento de cinco veces su valor desde de la pobreza. Al igual que la tasa global de fecundidad 1950, mientras que la tasa de dependencia infantil dismi- disminuyó, la tasa de fecundidad adolescente también nuirá a 27 niños por cada 100 adultos en edad productiva 2. se redujo, de un máximo de 157 nacimientos por cada Dada la división de género en el trabajo, el aumento en 100,000 adolescentes en 1957 a 74 nacimientos por cada las tasas de dependencia de adultos pronto podría repre- 100,000 adolescentes en 2015 (Figura 2.5, panel a). Sin sentar una barrera para la participación de las mujeres embargo, continúan existiendo importantes disparidades FIGURA 2.5 Embarazo en Adolescentes en México a. Tasa de fecundidad en adolescentes, 1950–2015 b. Madres por cada 1,000 adolescentes 180 mujeres, por grupo étnico, 2015 Número de naciminetos por cada 160 120 1,000 adolescentes mujeres Madres por cada 1,000 100.9 adolescentes mujeres 140 100 120 80 58.4 100 60 80 40 60 20 40 0 No indígenas Indígenas 20 0 Fuente: Encuesta Intercensal 2015, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 Nota: “Adolescente” se define como de 15 a 19 años. Fuente: CONAPO 2016. Población indígena se define como la población que habla Nota: “Adolescente” se define como de 15 a 19 años. lenguas indígenas. 20 | Diagnóstico de Género en México en la población. Existe una gran heterogeneidad entre esta- el embarazo en la adolescencia es la tercera causa princi- dos, variando desde un mínimo de 49.2 por cada 1,000 pal de abandono escolar entre todos los estudiantes y la adolescentes en la Ciudad de México hasta un máximo segunda causa entre las niñas (SEP 2012). Es muy proba- de 86.2 por cada 1,000 adolescentes en Coahuila, uno ble que la falta de aspiraciones y oportunidades econó- de los estados del norte 3. Las diferencias entre grupos micas desempeñan un rol crucial en el embarazo en la étnicos son aún más marcadas, con 100.9 por cada 1,000 adolescencia, pero los datos adecuados para probar este adolescentes indígenas que se convirtieron en madres, supuesto como un determinante potencial del embarazo en comparación con 58.4 por cada 1,000 adolescentes precoz son limitados y, por tanto, existe escasa eviden- no indígenas (Figura 2.5, panel b). cia rigurosa. Quedar embarazada durante la adolescencia tiene efec- Las aspiraciones podrían estar relacionadas con tos negativos sobre las oportunidades de la madre. Las el momento del primer matrimonio. Quilondrán Salgado altas tasas de maternidad adolescente entre la población (2001) documentó que durante la segunda mitad del siglo indígena y en los estados del sur han dado lugar a una XX, la edad de los hombres mexicanos en el primer matri- tasa de embarazo adolescente a nivel nacional que es monio se mantuvo estable en los 23 años, mientras que alta según los estándares internacionales. La maternidad la de las mujeres mexicanas aumentó de 21 a 22 años. temprana en México es alta en relación con otros países La proporción de adultos casados ​​ no aumentó mucho de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo durante la segunda mitad del siglo XX y las uniones con- Económicos (OCDE) (Figura 2.6), un desafío que es espe- sensuales se mantuvieron estables (García y Rojas 2002). cialmente importante de abordar dada la asociación de López-Ruiz, Spijker y Esteve (2011) utilizan datos de cen- estos fenómenos con la pobreza y la falta de oportunida- sos de ocho países latinoamericanos y encuentran que des, así como por la preocupación de que puede impedir la estabilidad de la edad promedio en el primer matri- que las mujeres aprovechen al máximo sus activos y opor- monio o unión se debe a dos tendencias contrapuestas: tunidades de desarrollo humano (Azevedo et al. 2012). De Primero, los hombres con alto nivel educativo forma- hecho, Arceo-Gómez y Campos-Vázquez (2014c) encuen- ron su primera unión a una mayor edad en promedio. tran que el embarazo adolescente en México reduce los Al mismo tiempo, los hombres y las mujeres con bajo nivel años de escolaridad (entre 0.6 y 0.8 años), disminuye la educativo iniciaron su primera unión a una menor edad asistencia escolar y reduce las horas de trabajo. Además, en promedio, típicamente porque era más probable que FIGURA 2.6 Tasa de Fecundidad en Adolescentes, Países Seleccionados de la OCDE, 2016 o último dato disponible 80 Nacimientos por cada 1,000 mujeres de 15 a 19 años 70 60 50 40 30 20 10 0 Rep. Corea Países Bajos Dinamarca Noruega Japón Luxemburgo Islandia Austria España Irlanda Portugal Francia Suiza Eslovenia Suecia Italia Finlandia Bélgica Grecia Alemania Croacia Canadá Australia Lituania Reino Unido Latvia Nueva Zelanda Turquía Estonia Malta Estados Unidos Fed. de Rusia Hungría Rumanía República Checa Polonia República Eslovaca Bulgaria Chile Costa Rica México Colombia Promedio OCDE Fuente: Base de Datos de Familias de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) 2016, http://www.oecd.org/els/family/database.htm. Nota: Los datos para Canadá son de 2013. Los datos para Chile, Colombia, Costa Rica y México son de 2014. Los datos para Australia, Israel, Japón y Estados Unidos son de 2015. CAPÍTULO 2: Dotaciones | 21 convivieran en 2000 que en 1970. Como tal, la edad pro- de aquellas con la primaria completa y el 0.6 por ciento medio del primer matrimonio o unión parece ser estable, de aquellas con la secundaria completa. pero existe heterogeneidad en el momento para esos dos grupos. Pérez Amador (2012) encuentra un mecanismo El conocimiento sobre los anticonceptivos es ligera- alternativo que conduce a la heterogeneidad en la trans- mente más alto entre las adolescentes que entre las misión intergeneracional del momento del matrimonio: mujeres mayores, pero solo la mitad de las adolescentes las madres que se casan jóvenes tienen hijos que tam- sexualmente activas los usan. Una de cada cinco adoles- bién se casan jóvenes, y el efecto de la edad de la madre centes y uno de cada cuatro adolescentes son sexualmente en el primer matrimonio sobre la edad del hijo en el pri- activos (INEGI 2017). El 98.2 por ciento de las mujeres de 15 mer matrimonio es mayor que el efecto de la educación a 19 años conoce al menos un método anticonceptivo. Sin de la madre. El momento del matrimonio es un deter- embargo, solo el 55 por ciento de los adolescentes utilizó minante importante de varios resultados de las mujeres, un anticonceptivo en su primera relación sexual, según especialmente cuando las responsabilidades conyugales la encuesta de 2014, cifra superior al 38 por ciento obser- se contraponen con la asistencia a la escuela o la partici- vado en 2009. El uso de anticonceptivos durante el primer pación de las mujeres en el mercado laboral. encuentro es menor entre las mujeres indígenas, las que viven en áreas rurales y las que tienen bajos niveles de edu- El uso de anticonceptivos es bajo, particularmente en los cación (CONAPO 2016). Solo el 4 por ciento de las mujeres estados del sur y entre las mujeres indígenas. Casi todas sin educación, el 16 por ciento de las mujeres en las áreas las mujeres (98.7 por ciento) de entre 15 y 49 años infor- rurales, y el 11 por ciento de las mujeres indígenas usa- maron tener conocimiento de al menos una forma de anti- ron alguna forma de control de la natalidad en su primer concepción en 2014, pero solo el 51.6 por ciento utilizaba encuentro sexual, en comparación con el 39 por ciento algún método 4. Además, existen diferencias importan- de las mujeres urbanas, el 36 por ciento de las mujeres tes entre los estados, con un mayor uso en los estados no indígenas y el 42 por ciento de las mujeres con educa- del norte que en el sur (Mapa 2.2). Más dramáticamente, ción secundaria o más (CONAPO 2016). Un tercio de las el 10.7 por ciento de las mujeres indígenas no conocía adolescentes que no usaron anticonceptivos no planea- ningún método, en comparación con el 0.8 por ciento ban tener relaciones, pero hasta el 18 por ciento de ellas de las mujeres no indígenas 5. Estas diferencias también afirmaron que no usaban anticonceptivos porque querían están relacionadas con los niveles de educación: el 14.6 quedar embarazadas. por ciento de las mujeres sin ninguna educación no cono- cía ningún método, en comparación con el 5.2 por ciento Una mayor difusión de los métodos de control de la nata- de aquellas con la primaria incompleta, el 3.1 por ciento lidad, en particular dirigida a las poblaciones rurales e indígenas, podría reducir las altas tasas de embarazo MAPA 2.2 Uso de Anticonceptivos por Mujeres de entre 15 y adolescente. Se necesitan sistemas intersectoriales sóli- 49 Años en México, por Estado, 2014 dos con capacidad construida entre los implementadores, así como el respaldo sólido de un marco legal y su imple- 40.4–48.4% mentación. Por ejemplo, realizar cambios en los planes 49.6–51.6% de estudio, a la vez que se incrementa la disponibilidad 52.5–54.6% y asequibilidad de los anticonceptivos, requeriría una 55.2–59.3% coordinación estrecha entre los sectores. Adicionalmente, la exposición a modelos de roles positivos y a informa- ción sobre las consecuencias de los embarazos precoces podría ayudar, incluyendo información sobre el rol de los hombres y los niños en cualquier posible solución. Una forma potencial de hacerlo es a través del entretenimiento educativo. Estudios han encontrado que las telenovelas tienen un impacto positivo en las preferencias de fecun- didad en Brasil (La Ferrara, Chong y Duryea 2012); la planificación familiar en Tanzania (Rogers y Vaughan 2000); las normas de género en la India (Jensen y Oster 2009); el embarazo adolescente en los Estados Unidos Fuente: Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2014, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Consultar http://gaia.inegi.org.mx/ (Kearney y Levine 2014); y las conductas sexuales de riesgo atlas_genero/. en Nigeria (Banerjee, La Ferrara y Orozco 2018). 22 | Diagnóstico de Género en México Mortalidad Materna y Acceso aún tiene tasas de mortalidad materna altas en relación con otros países de la OCDE (Figura 2.7, panel b). a Servicios de Salud Además, existen diferencias importantes en la mortali- Las muertes maternas han disminuido en México, pero dad materna entre grupos étnicos y las regiones. El resul- aún son altas en relación con países pares. Las muer- tado de muertes maternas refleja una combinación de des- tes maternas en México por embarazo, parto o compli- igualdades sociales que caracterizan al país en múltiples caciones posparto han disminuido de 86 muertes por dimensiones. Las mujeres rurales, pobres e indígenas expe- cada 100,000 nacimientos en 1995 a 38 en 2015 (Figura rimentan niveles más bajos de acceso a atención y servi- 2.7, panel a). El pequeño pico observado en 2009 fue cios obstétricos. Las tasas de mortalidad entre las mujeres el resultado del brote de influenza, que afectó de manera indígenas son dos veces más altas que entre las mujeres desproporcionada a adultos en edades productivas, y las no indígenas (Figura 2.8). También existen diferencias mujeres embarazadas fueron particularmente vulnerables importantes entre las regiones. Al 10 de diciembre de 2018, (Fernández Cantón, Gutiérrez Trujillo y Viguri Uribe 2012). las tasas de mortalidad iban de 2 por cada 100,000 naci- Las mujeres ahora dan a luz en mejores instalaciones médi- mientos en Colima a 69 por cada 100,000 nacimientos cas y un mayor número de mujeres tienen control médico en el Estado de México y 72 por cada 100,000 nacimien- durante sus embarazos. A pesar de estas mejoras, México tos en Chiapas (Mapa 2.3). FIGURA 2.7 Mortalidad Materna en México y Comparación con la OCDE a. México, 1985–2015 b. México y países seleccionados, 2015 120 80 Muertes maternas por cada Muertes maaternas por cada 100,000 nacimientos 100 60 100,000 nacimientos 80 40 60 20 40 0 Am. Lat. y el Car. OECD Uruguay Turquía Colombia Perú Polonia Rep. Corea Tailandia Chile México Malasia Argentina 20 0 1985 1987 1989 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 2009 2011 2013 2015 Fuente: Base de Datos de los Indicadores del Desarrollo Mundial, https://wdi.worldbank.org. Fuente: OMS et al. 2015. Nota: OCDE = Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. FIGURA 2.8 Tasas de Mortalidad Materna en México, MAPA 2.3 Tasas de Mortalidad Materna en México, por Grupo Étnico, 2012 – 17 por Estado, 2018 7 Mortalidad materna, por cada 100,000 nacimientos vivos 6 Muertes maternas por cada 100,000 nacimientos 5 2 72 4 3 2 1 0 2012 2013 2014 2015 2016 2017 Indígenas No indígenas Fuente: Estimaciones utilizando datos administrativos sobre muertes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y estimaciones de población del censo de 2015. Nota: La población indígena está definida como la población que habla Fuente: Observatorio de Mortalidad Materna en México (OMM), http://www.omm.org.mx/ lenguas indígenas. index.php/indicadores-nacionales/boletines-de-mortalidad-materna/2018. CAPÍTULO 2: Dotaciones | 23 Se puede hacer más para garantizar que las mujeres vida y en la disponibilidad de la atención de la salud ayu- reciban la atención que necesitan, independientemente daron a mejorar la esperanza de vida durante la segunda de dónde vivan. A pesar de los avances en las coberturas mitad del siglo XX en México, al igual que en toda la región. y el gasto público en salud, México continúa enfrentando La esperanza de vida al nacer es más alta para las mujeres importantes desafíos para garantizar un acceso equitativo que para los hombres (Figura 2.9), y la diferencia entre la a servicios de salud de calidad. La distribución geográ- esperanza de vida de mujeres y hombres aumentó de 2.8 fica de los recursos de salud pública no refleja las nece- años en 1950 a 6.9 años en 1982, y ha fluctuado entre 5.1 sidades de la población porque las transferencias a los y 6.2 años desde entonces. En 2015, el último año para el estados, a pesar de las mejoras, no logran igualar la dis- que se tiene datos, la diferencia fue de 5.7 años. La tenden- ponibilidad de recursos locales y las necesidades de gasto. cia parece haberse desacelerado a principios de la década Adicionalmente, la capacidad de gestión financiera varía de 2000 y particularmente a partir de 2005. Sin embargo, entre los estados y es especialmente baja en las regiones existe una heterogeneidad sustancial entre las regiones, con más pobres, lo cual contribuye a la ineficiencia general mayores diferencias entre hombres y mujeres en algunos del sector (Knaul et al. 2012). Un sistema de atención estados del norte y en los estados del sur que en el cen- primaria de salud fuerte y bien integrado es crítico. Para tro de México (Mapa 2.4). Además, existe una tendencia mejorar el acceso equitativo a la salud, un modelo basado preocupante en los últimos años: la esperanza de vida de en la atención primaria en el que las entidades locales los hombres se redujo en un año entre 2006 y 2015, mien- responsables de administrar la atención sean fortaleci- tras que la esperanza de vida de las mujeres se redujo en das y tengan roles claramente definidos podría ayudar. medio año durante el mismo período. Los avances en la esperanza de vida se han detenido Envejecimiento Saludable, recientemente, en parte debido a la creciente tasa de Mortalidad y Morbilidad homicidios en el caso de los hombres y al aumento de las muertes por diabetes en el caso de las mujeres. Si bien la tasa de homicidios no se encuentra entre las más Las tasas de mortalidad en general han disminuido en altas de la región, ha aumentado sustancialmente desde México, lo cual ha resultado en un aumento de la espe- sus niveles en la década de 2000. Canudas-Romo, García ranza de vida al nacer. A medida que las tasas de mortali- Guerrero y Echarri-Cánovas (2015) analizan las razones dad han disminuido desde la década de 1950, la esperanza detrás del estancamiento y la caída de la esperanza de de vida ha aumentado. Las mejoras en los estándares de vida de los hombres. Encuentran que los culpables más FIGURA 2.9 Esperanza de Vida al Nacer en México, MAPA 2.4 Diferencia entre la Esperanza de Vida de los por Sexo, 1950 – 2015 Hombres y las Mujeres (Años) en México, por Estado, 2015 90 4.0–4.4 80 4.5–4.9 5.0–5.4 70 Esperanza de vida al nacer, años 5.5–5.9 6.0–6.4 60 6.5–6.9 50 40 30 20 10 0 1950 1955 1960 1965 1970 1985 1995 2010 2015 1975 1980 1990 2000 2005 Fuente: CONAPO 2018a. Ver http://gaia.inegi.org.mx/atlas_genero/. Hombres Mujeres Nota: El mapa indica la diferencia entre la esperanza de vida de los hombres y las mujeres al restar la esperanza de vida de los hombres (en años) de la esperanza de vida Fuente: CONAPO 2018a. de las mujeres (en años). 24 | Diagnóstico de Género en México probables son la epidemia de obesidad y el aumento en las estimaciones muestran que el 10.3 por ciento de las muje- tasas de homicidios desde que comenzó la “Guerra con- res tenía diabetes en 2016, cifra superior al 7.6 por ciento tra el Narcotráfico” en 2007. Los autores estiman que si observado en 2006 (Figura 2.11). Estas cifras son más altas no hubiera sido por la Guerra contra el Narcotráfico o la que la prevalencia entre los hombres, la cual aumentó epidemia de obesidad, la esperanza de vida de los hom- de 7 por ciento a 8.4 por ciento entre 2006 y 2016 (INSP bres habría sido dos años mayor. Aburto et al. (2016) afir- 2016). Los hombres tienen un mayor riesgo de enferme- man, además, que las tasas de homicidios desaceleraron la dad cardíaca o hepática y también tienen un mayor riesgo tendencia creciente en la esperanza de vida de las mujeres. de accidentes fatales o de varias formas de agresión (con- El aumento de la violencia y sus efectos en la esperanza sultar el capítulo 4 que presenta evidencia sobre la vio- de vida y la calidad de vida no son triviales. En otro estu- lencia y los homicidios). dio, Canudas-Romo et al. (2017) estiman el aumento en los años de vida viviendo con vulnerabilidad percibida de FIGURA 2.11 Incidencia de Diabetes en México, violencia. Encuentran que, en 2014, la esperanza de vida por Sexo y Grupo de Edad, 2016 de las mujeres a los 20 años era de alrededor de 60 años 35 (y para los hombres, 55 años), de los cuales pasarían el 71 30 por ciento (64 por ciento para los hombres) con vulne- 25 rabilidad percibida de violencia en el estado y el 26 por Porcentaje 20 ciento (20 por ciento para los hombres) dentro del hogar. 15 Los aumentos en la esperanza de vida entre las mujeres 10 mexicanas también parecen haberse desacelerado, posi- 5 blemente debido a una combinación de mayores tasas 0 de homicidios y aumentos en las muertes por diabetes 20–29 30–39 40–49 50–59 60–69 70–79 80+ Total (Aburto et al. 2016). Grupo de edad, años La diabetes y las enfermedades cardíacas son las prin- Hombres Mujeres Total cipales causas de muerte entre las mujeres. En 2015, las Fuente: INSP 2016. cinco principales causas de muerte en México fueron enfermedades no transmisibles. Tanto para los hombres La alta prevalencia de diabetes está relacionada con como para las mujeres en México, las principales causas la incidencia de la obesidad, la cual se encuentra entre de muerte son las enfermedades cardíacas y la diabetes las más altas del mundo, especialmente entre las muje- (Figura 2.10). Sin embargo, la incidencia de diabetes es sig- res. La alta prevalencia de la obesidad comienza a edades nificativamente más alta entre las mujeres. Las últimas tempranas. Por ejemplo, el 33 por ciento de las niñas (de 5 a 11 años) y el 39 por ciento de las adolescentes (de 12 a 19 FIGURA 2.10 Principales Causas de Muerte años) tenían sobrepeso o eran obesas en 2016, frente al 32 en México, por Sexo, 2017 y el 36 por ciento, respectivamente, en 2012 (INSP 2016). Como resultado, entre 1988 y 2016, la prevalencia de muje- Agresión res de 20 a 49 años que son obesas se ha más que triplicado Accidentes (INSP 2016). Se considera que hasta 7 de cada 10 mujeres mayores de 18 tienen sobrepeso en México y que 33 por Influenza y pulmonía ciento son obesas, lo cual es alto en comparación con los Enfermedad hepática hombres (24 por ciento) y se encuentra entre las tasas más Enfermedad pulmonar altas de los países de la OCDE (Figura 2.12). La prevalen- Enfermedad vascular cia de hombres y mujeres con sobrepeso y obesos es más alta en las áreas urbanas que en las rurales, si bien ha ido Tumores malignos aumentando en todas las regiones y, en particular, entre las Diabetes mujeres y en las áreas rurales (INSP 2016). Los altos nive- Enfermedad cardíaca les de obesidad están asociados con bajos niveles de acti- vidad física y dietas deficientes. Solo el 12.7 por ciento 0 20 40 60 80 de las niñas (de 10 a 14 años), el 51 por ciento de las ado- Muertes, miles lescentes (de 15 a 19 años) y el 15 por ciento de las mujeres Hombres Mujeres adultas cumplen con los niveles recomendados de activi- Fuente: INEGI 2018. dad física, en comparación con el 21.8 por ciento de los CAPÍTULO 2: Dotaciones | 25 FIGURA 2.12 Prevalencia de la Obesidad, por Sexo, Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes (Gobierno de México Países Seleccionados de la OCDE, 2016 2013). Se han realizado esfuerzos considerables de con- cientización sobre la importancia de una alimentación Promedio OCDE saludable con campañas de radio y televisión continuas, Turquía así como con programas para ayudar a los ciudadanos a monitorear su salud 6, reducir su consumo de calorías Estados Unidos e incentivar el ejercicio 7. Además, la reforma fiscal de 2014 México incluyó un aumento de los impuestos especiales sobre las Nueva Zelanda bebidas azucaradas. Las primeras evaluaciones mostra- Chile ron una disminución del consumo durante dos años con- Canadá secutivos y un mayor consumo de agua durante el mismo período (Batis et al. 2016; Colchero et al. 2017). Además, España el análisis de microsimulación sugiere que esta reforma Francia podría reducir la prevalencia de obesidad en un 2.5 por Italia ciento, previniendo entre 86,000 y 134,000 casos de diabe- Suiza tes (Barrientos-Gutiérrez et al. 2017). Es posible que exista espacio para aumentar aún más estos impuestos. Junto Japón con los esfuerzos para lograr el sistema de salud primaria 0 10 20 30 40 bien integrado (mencionado anteriormente), los esfuer- Porcentaje zos para evaluar los programas existentes podrían ayudar Hombres Mujeres a informar esfuerzos ulteriores para mejorar los estilos de vida saludables e incluir acciones para promover la acti- Fuente: Estadísticas de Género del Banco Mundial, 2016: https://databank. worldbank.org/data/source/gender-statistics. vidad física y la educación nutricional. Se necesita prestar Nota: OCDE = Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. especial atención a las áreas rurales y a las adolescentes. Además, se ha demostrado que el etiquetado de la informa- niños, el 70 por ciento de los adolescentes y el 14 por ciento ción nutricional mejora la alimentación saludable (Rayner de los hombres adultos (INSP 2016). Además, los hogares et al. 2013) y las etiquetas interpretativas en la parte fron- tienden a presentar altos niveles de consumo, particular- tal del envase, tales como las etiquetas al estilo “semáforo”, mente de alimentos con alto contenido de grasa y bebi- son más efectivas para aumentar la selección de opcio- das azucaradas. Esto es cierto en las áreas urbanas, pero nes más saludables (Cecchini y Warin 2016). Finalmente, también se está volviendo más común en las áreas rurales. la regulación eficiente de la comercialización de comida chatarra dirigida a los niños y la reducción de la interfe- La obesidad es también una fuente de disparidades de rencia de la industria en el etiquetado podría reducir los género en el mercado laboral. Existe evidencia sobre conflictos de interés y mejorar la implementación de polí- la existencia de discriminación relacionada con la obe- ticas de salud pública (Barquera et al. 2018). sidad contra las mujeres, pero no contra los hombres. Campos-Vázquez y Núñez (2018) analizan el efecto de la obesidad en los salarios. Encuentran que las mujeres obe- sas tienen salarios más bajos que las mujeres no obesas, EDUCACIÓN mientras que la obesidad no tiene ningún efecto sobre los salarios masculinos. Además, en un estudio de correspon- Brechas de Género en la Matrícula dencia de la discriminación en dos ciudades mexicanas, y el Nivel Educativo Alcanzado Campos-Vázquez y González (2018) encuentran que las mujeres obesas tienen una menor probabilidad de ser lla- México ha cerrado las brechas de género en la matrí- madas para una entrevista en relación con sus contrapar- cula de la educación primaria, secundaria y terciaria. tes delgadas. No encuentran tal efecto para los hombres. Según la última encuesta intercensal (en 2015), las muje- res tienen en promedio 9.0 años de educación en com- Se puede hacer más para promover hábitos más salu- paración con 9.3 años para los hombres 8, lo cual refleja dables de alimentación y ejercicio, y para diagnosticar aumentos importantes en la matrícula escolar de las la diabetes y tratar los síntomas temprano. El gobierno mujeres. Actualmente, hay menos niñas que niños que mexicano ha respondido mediante el lanzamiento de una no asisten a la escuela, lo cual apunta al cierre de la bre- Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del cha de género femenina y a una potencial nueva brecha 26 | Diagnóstico de Género en México FIGURA 2.13 Nivel Educativo Alcanzado por las Mujeres en México, por Edad y Grupo Étnico, 2015 a. Indígenas b. No indígenas 100 100 4 2 2 9 5 4 4 5 3 15 13 14 11 90 8 90 20 17 15 13 9 11 22 16 12 80 17 16 80 14 22 19 21 18 21 21 13 70 23 70 24 17 30 28 29 60 29 60 22 Porcentaje Porcentaje 50 30 50 29 29 34 33 83 29 40 40 33 28 74 66 33 25 30 57 30 49 22 20 44 20 20 35 19 37 16 29 10 22 10 12 21 11 15 4 7 9 0 0 25–29 30–34 35–39 40–44 45–49 50–54 55–59 60–64 25–29 30–34 35–39 40–44 45–49 50–54 55–59 60–64 Edad, años Edad, años Menos de primaria Primaria Secundaria Bachillerato Universidad o más Fuente: Encuesta Intercensal 2015, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). emergente en la que los niños están en desventaja. De señalan que, en la década de 1990, la brecha de género hecho, las Estadísticas de Educación del Banco Mundial en la educación se cerró e incluso se revirtió. Ellos encuen- muestran una tasa de graduación en la educación tercia- tran que los programas federales dirigidos a la construc- ria en 2016 de 28 por ciento para las mujeres, en compa- ción de escuelas durante la década de 1960 fueron res- ración con el 23 por ciento para los hombres, y una tasa ponsables de eliminar la brecha de género en el avance de finalización de la educación secundaria inferior de 92 progresivo en la educación. De hecho, se está documen- por ciento para las niñas en comparación con el 86 por tando una brecha de género inversa en la educación ter- ciento para los niños 9. Sin embargo, existen diferencias ciaria en los países de ingresos medios y altos de todo importantes entre las regiones y los grupos poblacionales. el mundo para la cohorte de la década de 1980 (Ferreira Por ejemplo, en Chiapas la tasa de analfabetismo es alta 2018; Narayan et al. 2018). En Asia oriental y el Pacífico, y llega a 5.17 por ciento para las mujeres, en compara- el 30 por ciento de las mujeres de la cohorte de la década ción con 3.85 por ciento para los hombres 10. Las mujeres de 1980 ha completado la educación terciaria, frente al 29 indígenas son mucho más propensas que sus contrapar- por ciento de los hombres. En América Latina, es el 21 tes no indígenas a no contar con una educación prima- por ciento frente al 18 por ciento. En Europa del Este ria y solo una pequeña parte tiene educación terciaria. y Asia central, es el 42 por ciento frente al 38 por ciento. Si bien existen diferencias sustanciales entre las cohor- En los países de altos ingresos, es el 54 por ciento frente tes de edad — las cohortes más jóvenes tienen niveles de al 44 por ciento — y esa brecha de 10 puntos porcentua- educación más altos que las cohortes de mayor edad–, les refleja un crecimiento constante para cada cohorte las diferencias entre las mujeres indígenas y no indíge- decenal desde la década de 1950. Actualmente vivimos nas persisten (Figura 2.13). en un mundo donde las mujeres y las niñas siguen siendo claramente desfavorecidas en términos de oportunidades Las mujeres actualmente dominan la población uni- educativas en la mayoría de los países en el África subsa- versitaria. Según los datos de la Asociación Nacional hariana, el Medio Oriente y el sur de Asia, pero donde de Universidades e Instituciones de Educación Superior los hombres y los niños están en desventaja en Japón, (ANUIES) para el año académico 2017/18, las mujeres repre- la mayor parte de Europa y las Américas. Algunos han sentan el 50.3 por ciento de la matrícula universitaria, señalado las diferencias de género en la pertenencia a pan- el 55.2 por ciento de la matrícula de posgrado a nivel dillas y en la exposición al crimen y a la violencia como de maestría y el 48.8 por ciento de la matrícula de pos- una causa — un factor relevante en gran parte de América grado a nivel de doctorado 11. Creighton y Park (2010) Latina y el Caribe (Ferreira 2018). CAPÍTULO 2: Dotaciones | 27 Sin embargo, existen diferencias importantes importantes diferencias regionales. El máximo nivel edu- en el máximo nivel educativo alcanzado en las diferen- cativo alcanzado es generalmente más bajo en los esta- tes regiones de México, y las mujeres enfrentan riesgos dos del sur tanto para los hombres como para las muje- especialmente altos de abandonar la educación secun- res, pero la brecha de género es especialmente grande daria y terciaria en algunas regiones. Si bien la brecha en algunos estados, tales como Chiapas, donde las muje- de género para el logro de la educación primaria y secun- res tienen casi un año menos de educación formal que los daria ha sido casi erradicada (Figura 2.14), esto cambia hombres (Mapa 2.5). en el nivel terciario, donde los niveles de logro de las muje- res son más bajos que los de los hombres. Además, existen El nivel educativo que alcanzan las mujeres se ve sig- nificativamente afectado por el embarazo adolescente. FIGURA 2.14 Máximo Nivel Educativo Alcanzado en México, Utilizando los datos de panel de la Encuesta Nacional por Sexo, 2016 sobre Niveles de Vida de los Hogares de Vida Mexicana (ENNViH) y la técnica de emparejamiento por puntajes de 12.6 propensión en diferencias (differenced propensity sco- Terciaria completa 11.9 9.1 re matching), Arceo-Gómez y Campos-Vázquez (2014c) Terciaria incompleta 8.2 encuentran que el embarazo en la adolescencia reduce 14.2 el nivel educativo alcanzado en 0.8 años de escolaridad Secundaria completa 14.6 40.8 en el corto plazo. Utilizando los datos de la Encuesta de Secundaria incompleta 40.0 Movilidad Social 2011 (EMOVI) y un emparejamiento por 12.3 Primaria completa 13.2 puntaje de propensión (propensity score matching), tam- Primaria incompleta 8.1 bién estiman que las madres adolescentes tienen un año 8.5 2.8 menos de educación en el largo plazo. Como tal, la ma- Nunca asistió 3.5 ternidad temprana tiene un efecto importante en los re- sultados educativos de las mujeres. Desafortunadamente, 0 10 20 30 40 50 las encuestas habituales no preguntan a los hombres so- Percentage bre su propia fecundidad y, por lo tanto, no podemos sa- Hombres Mujeres car conclusiones sobre si el tener hijos precozmente afec- Fuente: Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2016, Instituto ta más, y de manera desproporcionada, a las mujeres que Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). a los hombres. Nota: Los datos son para la población de entre 15 y 65 años. MAPA 2.5 Brecha de Género en el Máximo Nivel Educativo Brechas de Género en el Aprendizaje Alcanzado en México, por Estado, 2015 México se encuentra entre los países de la OCDE que Años obtienen los resultados más bajos en pruebas de apren- dizaje estandarizadas a nivel internacional, particular- 0.01 0.76 mente las mujeres. Existe un consenso cada vez mayor de que la calidad de la educación, más que la cantidad, es un motor importante del bienestar económico (Hanushek y Woessmann, 2008, 2012). Una forma típica de medir la calidad y los resultados reales del aprendizaje es com- parar los resultados de pruebas estandarizadas. México tiene un rendimiento bajo en las pruebas estandariza- das del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) de la OCDE, y demuestra niveles de aprendizaje relativamente bajos para los jóvenes de 15 años en matemáticas, lectura y ciencias (Figura 2.15). Las calificaciones de las mujeres son especialmente bajas en matemáticas y ciencias, pero tienden a ser más altas que Fuente: Encuesta Intercensal 2015, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). las calificaciones de los hombres en lectura (Figura 2.16). Consultar http://gaia.inegi.org.mx/atlas_genero/ Nota: El mapa indica la diferencia entre el promedio de años de educación formal de hombres y Hasta el 11 por ciento de la variación en el rendimiento de mujeres (de 15 años o más) al restar los años de educación de las mujeres de los hombres. los estudiantes en ciencias es atribuido a diferencias en el 28 | Diagnóstico de Género en México FIGURA 2.15 Puntajes Promedio en Matemáticas del PISA, por Sexo, Países Seleccionados, 2015 560 540 520 Puntaje promedio 500 480 460 440 420 400 México Chile Turquía Israel Grecia Estados Unidos República Eslovaca Hungría España Italia Luxemburgo Austria Latvia Reino Unido Portugal Islandia Francia Australia Noruega República Checa Nueva Zelanda Suecia Irlanda Alemania Polonia Bélgica Dinamarca Eslovenia Países Bajos Canadá Finlandia Suiza Estonia Japón Rep. Corea Hombres Mujeres Fuente: Explorador de los Datos Internacionales del PISA, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE): http://piaacdataexplorer.oecd.org/ide/ idepisa. Nota: PISA = Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes. El PISA evalúa a los estudiantes de 15 años en los países participantes cada tres años en matemáticas, lectura y ciencias. FIGURA 2.16 Brecha de Género en los Puntajes estatus socioeconómico de los estudiantes, y los estudian- Promedio del PISA, 2003 – 15 tes desfavorecidos son aproximadamente 2.5 veces más propensos que sus compañeros más favorecidos a tener 20 un bajo rendimiento en ciencias. Sin embargo, la rela- Brechas en los puntajes (puntaje prom. hombres 15 ción entre el estatus socioeconómico y el desempeño es 10 más débil en México que en promedio en los países de menos puntaje prom. mujeres) 5 la OCDE (OCDE 2016a). En una prueba nacional estanda- 0 rizada, Campos-Vázquez y Santillán-Hernández (2016) −5 encontraron que las niñas en primaria y secundaria infe- −10 rior obtuvieron mejores calificaciones que los niños en lec- −15 tura y matemáticas. Sin embargo, en la educación secun- −20 daria superior, los niños obtuvieron mejores calificaciones que las niñas en matemáticas y las niñas superaron a los −25 niños en lectura. La prueba de secundaria superior cubrió −30 aproximadamente el mismo grupo de edad de quienes −35 toman el examen PISA. Estos resultados sugieren que los −40 estereotipos de género con respecto a la preferencia de Matemáticas Lectura Ciencia las materias de los niños y las niñas se presentan durante 2003 2006 2009 2012 2015 la escuela secundaria o que las cohortes más jóvenes no Fuente: Explorador de los Datos Internacionales del PISA, Organización para la muestran tales estereotipos de género. Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE): http://piaacdataexplorer.oecd. org/ide/idepisa. Las diferencias en el aprendizaje se ven reflejadas en las Nota: PISA = Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes. El PISA evalúa a los estudiantes de 15 años en los países participantes cada tres años en decisiones que hacen los estudiantes cuando eligen una matemáticas, lectura y ciencias. carrera pues las mujeres y los hombres todavía están CAPÍTULO 2: Dotaciones | 29 segregados en campos educativos y áreas de especiali- resultados de aprendizaje en la escuela secundaria, diseñó zación. El PISA pregunta a los alumnos sobre su interés en e hizo una prueba piloto de una intervención dirigida a los la ciencia y no encontró diferencias de género en sus pre- estudiantes que ingresaban al 10º grado. Brindó a los estu- ferencias para estudiar ciencias. Sin embargo, cuando se diantes una variedad de información específica por género desagregan las ciencias en temas relacionados con la inge- sobre los ingresos promedio asociados con la finaliza- niería y la salud, las mujeres muestran una mayor prefe- ción de la preparatoria y la universidad, así como sobre rencia por las carreras relacionadas con la salud, mientras su esperanza de vida y las oportunidades de financiamiento que los hombres prefieren las carreras relacionadas con la que podrían aprovechar para asistir a la educación supe- ingeniería (OCDE 2016b). En consistencia con estos hallaz- rior. Avitabile y de Hoyos (2018) encuentran que la inter- gos, Figueroa Pilz y Ortega Olivares (2010) encontraron vención tuvo un impacto positivo y significativo en los que las mujeres todavía están muy poco representadas puntajes de las pruebas estandarizadas y en las medidas en las carreras de física y matemáticas en la Universidad de esfuerzo que las niñas mismas reportaron. Esto está Nacional Autónoma de México (UNAM), la universidad en línea con trabajos anteriores de brindar información pública más grande de América Latina. Bustelo, Ferguson a los estudiantes sobre los retornos del mercado laboral y Forest (2016) señalan que las mujeres están represen- para los diferentes niveles educativos, los cuales demos- tadas en exceso en las ocupaciones con los salarios más traron que alterar las percepciones puede mejorar el logro bajos y poco representadas en las ocupaciones con los de los estudiantes en la educación básica (Jensen 2010). salarios más altos. Además, las intervenciones con información pueden mejo- rar los resultados a través de un efecto acumulativo en las Aún no se ha definido e implementado un enfoque inte- conductas de los estudiantes. Bustelo, Ferguson y Forest gral para mejorar la equidad del sistema educativo. Las (2016) realizaron un experimento en el que se proporcionó reformas educativas de México en 2013 introdujeron cam- información de orientación vocacional a los estudiantes bios en la estrategia financiera y de gestión de personal del en los últimos años de la preparatoria. Encontraron que, sector, estableciendo un sistema profesional para contra- en el grupo tratado, las mujeres tenían más probabilida- tar, evaluar, capacitar y promover a los docentes y otorgar des de elegir carreras de ciencias, tecnología, ingeniería plena autonomía al Instituto Nacional para la Evaluación y matemáticas (STEM). de la Educación (Gobierno de México 2013). Sin embargo, se necesitarán mayores acciones para consolidar estas ganancias y abordar los desafíos pendientes. Esto debe- ría incluir el apalancamiento de incentivos de desempeño ESTRUCTURA FAMILIAR, para mejorar la calidad de los docentes y realinear el pre- PROPIEDAD DE ACTIVOS supuesto nacional de educación para realizar una distri- Y MOVILIDAD bución más equitativa de los recursos. Esto último es pro- blemático porque la inversión por estudiante en el nivel de educación básica en regiones relativamente prósperas, Más allá de las dotaciones de capital humano, es difí- como la Ciudad de México y Nuevo León, está por encima cil imaginar que las mujeres puedan prosperar sin tener del promedio nacional de aproximadamente MXN 20,000 acceso a insumos productivos, incluidos los activos físi- por año, mientras que en Guerrero, Chiapas y Oaxaca, los cos y financieros, especialmente si ellas son el único sus- estados más pobres de México, la inversión por estudiante tento del hogar. A medida que las tasas de fecundidad está significativamente por debajo del promedio nacio- han disminuido, la estructura y la composición de los nal (Banco Mundial 2016). Abordar este asunto implica- hogares también han ido cambiando con el tiempo. Más ría ajustar las transferencias intergubernamentales para de la mitad de las mujeres mexicanas de 15 años o más la educación, hacer que se basen más en las necesidades están casadas o conviven 12. Sin embargo, hubo un aumento (por alumno) e incorporar un componente de igualación notable en la proporción de mujeres de 15 años o más que más sólido para los estados rezagados. se divorciaron o separaron en las últimas décadas (Navarro, Narro y Orozco 2014). Como resultado, la proporción Dentro de este enfoque más amplio para mejorar los de hogares encabezados por mujeres aumentó del 17 por resultados educativos, la reducción de las brechas ciento al 29 por ciento entre 1990 y 2015 (Figura 2.17). de género en el nivel educativo alcanzado y el apren- En 2015, un poco más de la mitad (53 por ciento) de todos dizaje requerirá esfuerzos adicionales. Por ejemplo, los hogares encabezados por mujeres también eran hoga- en 2009, la Secretaría de Educación Pública de México, res monoparentales, mientras que los hogares monopa- en un intento de mejorar la graduación a tiempo y los rentales constituían el 18 por ciento de todos los hogares, 30 | Diagnóstico de Género en México destacando la creciente prevalencia de hogares monopa- La desigualdad de género en la propiedad de activos rentales encabezados por mujeres, que alcanzaron el 85 es importante porque da lugar a diferencias en las opor- por ciento en 2015 (Figura 2.18) 13. La educación juega tunidades económicas, aumenta la vulnerabilidad a los un rol importante en esta tendencia porque las mujeres choques y da lugar a diferencias en el capital social. con niveles más altos de educación tienen una mayor capa- En primer lugar, los activos no solo son un medio de pro- cidad para decidir su estado civil. El 34 por ciento de las ducción (capital), sino que también producen “rentas mujeres casadas no tenía educación o tenía solo educa- (vivienda y tierra), intereses (ahorros) y ganancias (tierras ción primaria, y el 36 por ciento tenía una educación y activos comerciales) o componentes de ingresos” (Deere, secundaria incompleta en 2016 14. En contraste, solo el 5 Alvarado y Twyman 2012, 4). En segundo lugar, dadas por ciento de las mujeres divorciadas o separadas carecía las asimetrías de información en los mercados de cré- de educación en 2016, y el 33 por ciento había completado dito, la desigualdad de género en la propiedad de activos la educación secundaria o terciaria. Sin embargo, existen da lugar a la desigualdad de género en el acceso al finan- importantes diferencias generacionales, ya que las muje- ciamiento porque los activos son utilizados como garantía res mayores en general tienen niveles más bajos de edu- para los créditos (Eswaran 2014). En tercer lugar, la pro- cación. Adicionalmente, el 29 por ciento de las mujeres piedad puede servir a los hogares para amortiguar los solteras de entre 25 y 34 años tiene una educación post- choques económicos y, dentro de los enfoques basados ​​ secundaria, en comparación con el 24.5 por ciento de las en el individuo, esto se podría extender a la capacidad del mujeres casadas. individuo para manejar estos choques. Como tal, la pro- piedad de activos es un indicador de cuán vulnerable FIGURA 2.17 Porcentaje de Hogares Encabezados por es un individuo a la pobreza (Deere, Alvarado y Twyman Hombres y Mujeres en México, 1990 – 2015 2012). Finalmente, los activos también “generan estatus y ventaja social” (Deere, Alvarado y Twyman 2012, 5). 2015 71% 29% En 2018, el 65 por ciento de las mujeres no poseía 2010 75% 25% un activo de alto valor. Según la Encuesta Nacional 2000 79% 21% de Inclusión Financiera (ENIF), en 2018, el 58 por ciento de los hombres poseía al menos un activo de alto valor, 1990 83% 17% en comparación con el 35 por ciento de las mujeres. La bre- cha más grande (de 23 puntos porcentuales) corresponde 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 a la propiedad de un vehículo, seguida de la propiedad Porcentaje de una casa (una diferencia de 15 puntos porcentuales) Hombres Mujeres (Figura 2.19) (CNBV 2018). De manera similar, como Fuentes: Censo General de Población y Vivienda (1990, 2000 y 2010) y Encuesta Intercensal 2015, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). FIGURA 2.19 Propiedad de Activos de Alto Valor en México, por Sexo, 2018 FIGURA 2.18 Hogares Monoparentales en México, 70 por el Sexo de la Cabeza del Hogar, 2015 58 Porcentaje de la población adulta 60 15% 50 41 40 35 36 30 26 Hombres solos 20 Mujeres solas 13 13 10 5 0 Cualquier activo Tierra Vehículo Vivienda 85% Hombres Mujeres Fuente: CNBV 2018, con base en la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera Fuente: Encuesta Intercensal 2015, Instituto Nacional de Estadística y (ENIF) 2018, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Geografía (INEGI). Nota: Población adulta de 18 a 70 años. CAPÍTULO 2: Dotaciones | 31 se detalla en el Capítulo 3, es mucho menos probable que en el acceso a la educación de calidad en México, lo cual las mujeres posean un activo financiero, ya sea en forma sugiere que aún existen barreras importantes para la movi- de una cuenta bancaria, un fondo para el retiro o una lidad intergeneracional. Parker y Pederzini (2001) encuen- póliza de seguro (Figura 2.20). tran que la brecha de género en la educación es mayor para los niños y niñas cuyos padres han alcanzado bajos niveles FIGURA 2.20 Propiedad de Activos Financieros de educación. También encuentran una brecha de género en México, por Sexo, 2018 inversa en los hogares urbanos donde el padre no está pre- sente, lo cual sugiere que los varones asumen algunas de las 60 responsabilidades del padre ausente en cuanto al sustento 31 del hogar. En el caso de las mujeres, tener hijos peque- Porcentaje de la población adulta 50 35 ños en los hogares aumenta la brecha de género, lo cual 40 46 sugiere que las mujeres también asumen responsabilida- 49 des de cuidado que limitan su nivel educativo. De hecho, 30 23 Duryea et al. (2011) encontraron que las brechas en la edu- 28 cación que persisten se concentran en los niños y niñas 20 mayores de familias de bajos ingresos y en las poblacio- nes indígenas. 10 0 Las mujeres tienen menor movilidad social que los hom- Cuenta bancaria Fondo para Seguro bres, pero esto se debe a que las mujeres en la parte supe- el retiro (Afore) rior de la distribución tienen más probabilidades de Hombres Mujeres estar menos acomodadas que su hogar de origen. Entre Fuente: CNBV 2018, con base en la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera los hombres, la reproducción intergeneracional de la ven- (ENIF) 2018, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). taja económica es mucho más frecuente que la reproduc- Nota: Población adulta de 18 a 70 años. ción intergeneracional de la pobreza (Torche 2015). Lo contrario es cierto para las mujeres: sus probabilidades La propiedad de activos para las mujeres en áreas de seguir siendo pobres si provienen de un hogar desfa- rurales a menudo depende de la herencia. No fue sino vorecido son mayores que sus probabilidades de retener hasta 1971 cuando la reforma agraria admitió la igualdad privilegios de generación en generación. Para las muje- de género en los derechos para solicitar tierras 15. En las res indígenas, existen desventajas superpuestas, de modo áreas rurales, el 37 por ciento de los hombres posee tie- que el 47 por ciento de las mujeres indígenas en el quintil rras, mientras que solo el 25.6 por ciento de las mujeres más pobre permanecen en su mismo quintil, en compa- la posee (CNBV 2018). La mayoría de las mujeres rura- ración con el 23 por ciento de los hombres (Torche 2015). les que poseen tierras la han heredado (63.6 por ciento), Estas diferencias en la movilidad social son mayores entre mientras que menos de un tercio la ha comprado (28 por los individuos casados ​​que entre los individuos solteros, ciento). De manera similar, si bien más mujeres que lo cual sugiere que las familias ricas tienden a heredar hombres poseen animales (56 por ciento y 44 por ciento, a sus herederos casados más ​​que a sus herederas casadas. respectivamente), los que son de propiedad de mujeres Estos hallazgos encajan con lo que se esperaría de las nor- tienden a ser de menor valor (gallinas y pollos) que los mas sociales tradicionales, en el sentido de que las fami- de los hombres (vacas y caballos) 16. La falta de propie- lias heredan a sus hijos porque los hombres son los que dad y control es importante para la agencia de mujeres están obligados a mantener a sus familias, mientras que porque los activos elevan la voz y el poder de negocia- las hijas son mantenidas por sus esposos. ción en la toma de decisiones en los hogares, mejoran el acceso al capital y aumentan la independencia eco- Las dotaciones de capital humano y físico de las muje- nómica en general (Banco Mundial, 2012). res determinan su capacidad para participar en el creci- miento económico y para moldear la calidad de las gene- Las diferencias de género en la acumulación de activos raciones futuras. Las diferencias entre hombres y mujeres humanos y de capital físico afectan no solo el bienes- en cuanto a las dotaciones básicas como la salud y la tar actual, sino también la posibilidad de una movili- educación, especialmente a una edad temprana, pue- dad social ascendente. La educación y ocupación de los den dar lugar a la perpetuación de las brechas de género padres, así como vivir en áreas rurales, son las circuns- en el acceso a oportunidades a lo largo del ciclo de vida. tancias que explican la mayor parte de la desigualdad Como muestra el siguiente capítulo, estas brechas en las 32 | Diagnóstico de Género en México dotaciones se acentúan aún más por las diferencias en el dotaciones en salud, educación y otros activos conllevan acceso a los mercados laborales, el emprendimiento y el grandes costos, no solo para los individuos y las familias, acceso al financiamiento. Sin embargo, las brechas en las sino también para la sociedad en su conjunto a largo plazo. NOTAS 1. La División de Población de las Naciones Unidas define la (ANUIES): http://www.anuies.mx/informacion-y- ventana de oportunidad como un período en el que (a) la servicios/informacion-estadistica-de-educacion-superior/ proporción de la población menor de 15 años es inferior al anuario-estadistico-de-educacion-superior. 30 por ciento de la población total y (b) la proporción de la 12. Estimaciones utilizando los datos de la Encuesta Nacional población de 65 años o más es menos del 15 por ciento de de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2016, Instituto la población total. Nacional de Estadística y Geografía (INEGI): 2. Los adultos en edad productiva tienen de 15 a 64 años. Los http://en.www.inegi.org.mx/proyectos/enchogares/ niños tienen de 0 a 14 años. Los adultos mayores tienen 65 historicas/enigh/. años o más. 13. Datos de hogares monoparentales de la Encuesta 3. Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica(ENADID) Intercensal de 2015, INEGI: http://en.www.inegi.org.mx/ 2014, Instituto Nacional de Estadística y Geografía programas/intercensal/2015/. (INEGI): https://www.inegi.org.mx/programas/enadid/2014/ 14. Estimaciones basadas en ENIGH-NS (Nueva Serie) 2016, INEGI. default.html. 15. Almeida (2012) describe cómo las leyes mexicanas 4. Datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica gradualmente permitieron a las mujeres poseer tierras. Demográfica (ENADID) 2014, Instituto Nacional de La reforma agraria de la Revolución Mexicana en 1917 dio Estadística y Geografía (INEGI): https://www.inegi.org.mx/ acceso a la tierra a los hombres. La reforma agraria de programas/enadid/2014/default.html. 1927 permitió el acceso de las mujeres a la tierra si eran 5. ENADID 2014. solteras o viudas con una familia bajo su cuidado. Esta 6. Consultar, por ejemplo, “Chécate, mídete y muévete”: reforma también permitió que cualquier hombre adulto http://checatemidetemuevete.gob.mx/. solicitara tierras, independientemente de si estaba casado 7. Consultar, por ejemplo, “Muévete en bici”: o no. Por lo tanto, la tierra mantuvo una asimetría de https://www.sedema.cdmx.gob.mx/comunicacion/nota/ género en los derechos a la tierra en función del estado celebra-once-anos-el-paseo-dominical-muevete-en-bici. civil y de la jefatura del hogar. No fue sino hasta 1971 que 8. Datos de la Encuesta Intercensal 2015 del Instituto la reforma agraria en México admitió la igualdad de género Nacional de Estadística y Geografía (INEGI): en los derechos para solicitar tierras. La ley de 1971 incluso http://en.www.inegi.org.mx/programas/intercensal/2015/. contempla la posibilidad de que las mujeres puedan entrar 9. Consultar las Estadísticas de Educación del Banco en acuerdos de aparcería si no pueden explotar su propia Mundial: https://databank.worldbank.org/data/source/ tierra debido a sus tareas domésticas (algo que antes estaba education-statistics-%5e-all-indicators. prohibido para todos). 10. Encuesta Intercensal 2015, INEGI. 16. Módulo sobre la Situación de los Bienes en el Hogar (MSBH) 11. Datos de matrícula universitaria del “Anuario Estadístico 2015, encuesta piloto realizada por el Instituto Nacional de de Educación Superior 2017/18”, Asociación Nacional Estadística y Geografía (INEGI): https://www.scribd.com/ de Universidades e Instituciones de Educación Superior document/330690112/MSBH-Boletin-y-Nota-Tecnica. CAPÍTULO 2: Dotaciones | 33 Capítulo 3: Oportunidades Económicas Las oportunidades económicas llevan a vidas dignas y permiten a las personas realizar su potencial indivi- BAJA PARTICIPACIÓN dual y social. La igualdad de oportunidades para acce- DE LAS MUJERES EN der al empleo productivo y a la generación de ingresos LA FUERZA LABORAL no se trata solo de justicia. Las brechas de género en la par- ticipación en el mercado laboral y en el emprendimiento La brecha de género en la participación en el mercado son comunes en todos los países. Estas brechas conllevan laboral está asociada con una pérdida de 22 a 25 por pérdidas económicas sustanciales, no solo para las muje- ciento del ingreso per cápita en México. La desigualdad res y sus familias, en forma de ingresos no percibidos, sino en la participación laboral tiene un alto costo. Se estima también pérdidas en términos agregados para las socieda- que si las mujeres en edad de trabajar que no están par- des donde las mujeres están privadas de esas oportunida- ticipando en el mercado laboral lo hicieran en la misma des (Cuberes y Teigner 2016; Banco Mundial 2012). Esto proporción que sus contrapartes masculinas, habría una es especialmente relevante dado el contexto demográfico ganancia equivalente al 25 por ciento del producto per de México, ya que representa una oportunidad única para cápita de México (Cuberes y Teignier 2016). Esta es una de el crecimiento y el ahorro a través de una mayor partici- las mayores pérdidas entre países de la Organización para pación de todos los que se encuentran dentro del grupo la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y es de edad económicamente activo. Este capítulo examina las comparable al 33 por ciento en Turquía y al 21 por ciento diferencias en el acceso a oportunidades económicas entre en Italia (Figura 3.1). Recientemente, Cuberes y Teignier los hombres y las mujeres en México en torno a (a) la par- (2018) se han enfocado en México y han utilizado informa- ticipación en el mercado laboral y el empleo, (b) los sala- ción detallada sobre la participación de los hombres y las rios y los ingresos, (c) el emprendimiento y (d) el acceso mujeres en la producción doméstica (tareas domésticas, al financiamiento. servicios de cuidado de niños y personas mayores, etc.) FIGURA 3.1 Pérdida Total de Ingresos en el Largo Plazo debido a las Brechas de Género en la Participación en el Mercado Laboral, Países Seleccionados de la OCDE, 2010 35 Porcentaje del ingreso per cápita 30 25 20 15 10 5 0 Islandia Noruega Israel Finlandia Países Bajos Suecia Canadá Australia Dinamarca Portugal Francia Estados Unidos Reino Unido Austria Eslovenia Hungría Suiza Alemania España Polonia Luxemburgo Irlanda Grecia Japón Rep. Corea Italia México Turquía Estonia Bélgica República Eslovaca República Checa Chile Fuente: Cuberes y Teignier 2016. Nota: OCDE = Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. 36 | Diagnóstico de Género en México y su productividad en ese sector. Ellos evalúan los efec- después de alcanzar un pico en 1960 (Figura 3.2, panel b). tos cuantitativos de las brechas de género en el emprendi- A partir de 1970, la participación femenina aumentó y las miento y la participación de la fuerza laboral en México, tasas de fecundidad disminuyeron dramáticamente. Sin pero en contraste con el trabajo anterior, también tienen embargo, en relación con otros países del mundo, México en cuenta las contribuciones potenciales realizadas por las tiene una tasa de PMFL baja (Figura 3.3, panel a). Entre los mujeres mediante la inclusión del valor en la producción países de la OCDE, Irlanda, México y España comenzaron doméstica. En línea con su trabajo anterior, el modelo de con aproximadamente las mismas tasas de participación en elección ocupacional predice pérdidas netas sustanciales 1990. Sin embargo, en 2017, Irlanda y España tenían tasas en el ingreso per cápita del país. Encuentran que la brecha de participación 8 puntos porcentuales más altas que las de género asociada con la baja participación de las muje- de México. De manera similar, entre los países de América res en la fuerza laboral (PMFP), el emprendimiento y el Latina, México tenía una tasa de PMFL en 1990 que era autoempleo en el mercado laboral mexicano lleva a una ligeramente más alta que la de Chile, Colombia y Costa pérdida del 22 por ciento en el ingreso per cápita, casi el Rica, pero en 2017 la brecha entre Colombia y México doble que la de los Estados Unidos (12.8 por ciento). La fue de alrededor de 14 puntos porcentuales y, entre Chile mayor parte de la pérdida de ingresos en México se debe y México, de 6 puntos porcentuales (Figura 3.3, panel b). a la brecha extremadamente grande en la participación en la fuerza laboral. La participación de las mujeres en la fuerza laboral no solo está rezagada en relación con sus pares, sino tam- La participación de las mujeres en la fuerza laboral ha bién por debajo de las expectativas dado el nivel de de- aumentado con el desarrollo económico, pero aún es sarrollo de México. México está ligeramente por deba- baja en relación con la de países comparables. La PMFL jo del nivel previsto del ajuste cuadrático que describe la aumentó de aproximadamente el 18 por ciento a principios relación en forma de U de Goldin entre la PMFL y los ni- del siglo XX al 45 por ciento en 2017. A medida que el país veles de ingreso. Goldin (1995) explica que el patrón en comenzó a desarrollarse después de la Revolución, las mu- forma de U se debe al predominio de los efectos de in- jeres comenzaron a trabajar por una remuneración (Figura greso o sustitución en los diferentes niveles de desarro- 3.2, panel a). Además, las tasas de fecundidad disminuyeron llo. Si México se situara en el promedio, su tasa de PMFL FIGURA 3.2 Participación de las Mujeres en la Fuerza Laboral en México en Relación con el PIB e Indicadores de Fecundidad, 1900 – 2020 a. PMFL y PIB per cápitaª b. PMFL y tasas de fecundidad 55 8 55 7 PIB per cápita, en dólares internacionales 50 50 7 Tasa de participación, porcentaje Tasa de participación, porcentaje 45 45 6 40 6 40 Tasa de fecundidad de 1990 ($1,000) 35 5 35 5 30 30 4 25 25 3 4 20 20 15 2 15 10 10 3 1 5 5 0 0 0 2 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1980 1990 2000 2010 2020 1900 1910 1920 1930 1940 1960 2020 1950 1970 1980 1990 2010 2000 Tasa de participación PIB per cápita Tasa de participación Tasa de fecundidad Fuentes: Datos de la tasa de PMFL de los censos de 1900 – 80, ENIGH 1979, ENEU 1989 – 04 y ENOE 2005 – 17; datos del PIB per cápita del Proyecto Maddisonb, versión 2010; datos de tasas de fecundidad de los censos de 1930 – 40 y de los datos del Consejo Nacional de Población (CONAPO) 1950 – 2015. Nota: ENOE = Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. ENEU = Encuesta Nacional de Empleo Urbano. ENIGH = Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares. PMFL = participación de las mujeres en la fuerza laboral. Las series son están homologadas. a. PIB per cápita medido en dólares Internacionales de Geary-Khamis de 1990. b. Estadísticas históricas de “Estadísticas Históricas de la Economía Mundial” Base de Datos del Proyecto Maddison, versión 2010: http://www.ggdc.net/maddison/historical_statistics/ horizontal-file_02-2010.xls. Para obtener más información, consultar el Proyecto Maddison: https://www.rug.nl/ggdc/historicaldevelopment/maddison. CAPÍTULO 3: Oportunidades Económicas | 37 FIGURA 3.3 Tendencias de la Tasa de Participación de las Mujeres en la Fuerza Laboral en México y en Países Seleccionados, 1990 – 2020 a. México y otros países de la OCDE b. México y otros países de América Latina 80 70 Perú Islandia 70 Colombia Paraguay 60 Uruguay Tasa de participación, porcentaje Canadá Tasa de participación, porcentaje Ecuador Dinamarca Bolivia 60 Reino Unido Belice Estados Unidos Brasil Alemania Panamá Irlanda Honduras España Chile Eslovenia Nicaragua 50 Francia 50 Argentina Japón Costa Rica Polonia Bélgica Guatemala Grecia 40 Italia 40 Turquía 30 20 30 1990 1993 1996 1999 2002 2005 2008 2011 2014 2017 1990 1993 1996 1999 2002 2005 2008 2011 2014 2017 México Otros países de la OCDE seleccionados México Otros países de Latinoamérica Fuente: Arceo-Gómez y Santillán 2018, con datos del Banco Mundial (originalmente de la base de datos ILOSTAT, Organización Internacional del Trabajo). Nota: OCDE = Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. FIGURA 3.4 Relación en forma de U (Goldin 1995) entre la PMFL y los Niveles de Ingreso a. Global, 2017 b. Municipios mexicanos, 2000 y 2010 90 100 Participación de las mujeres en la fuerza laboral 90 80 80 Islandia Tasa de participación, porcentaje 70 Perú Bahamas 70 Haití Suecia Canadá Noruega 60 60 Colombia Estados Unidos 50 Irlanda España Luxemburgo 50 Chile Bélgica 40 México 40 Guatemala 30 Italia 20 Turquía 30 10 20 0 0 2 4 6 8 10 10 Ingreso per cápita (log) 6 7 8 9 10 11 12 13 2000 2010 Log del PIB per cápita Fuente: Arceo-Gómez y Santillán 2018, utilizando datos de los Censos de Población Fuente: Arceo-Gómez y Santillán 2018, utilizando datos del Banco Mundial. y Vivienda 2000 y 2010, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Nota: El PIB per cápita se mide en términos de paridad de poder adquisitivo (PPA), Nota: Muestra restringida a mujeres de 15 a 64 años. La línea representa el ajuste en dólares internacionales de 2011. cuadrático en el ingreso per cápita. 38 | Diagnóstico de Género en México sería aproximadamente de 3 a 9 puntos porcentuales más ¿Qué explica las bajas tasas de participación de las muje- alta dependiendo de la muestra (Figura 3.4). El patrón res en la fuerza laboral? Hasta cierto punto, las tasas en forma de U de Goldin entre las tasas de PMFL y el log de participación varían según las características indivi- del ingreso per cápita también se mantiene para el nivel duales; entre ellas, la edad, la educación y el origen étnico. municipal en México. La PMFL primero disminuye a me- Sin embargo, también existen barreras para la participa- dida que aumenta el ingreso per cápita y luego aumen- ción que van más allá de los determinantes individuales, ta para los ingresos más altos. Sin embargo, la relación tales como el cuidado y otras responsabilidades domésti- cambió entre 2000 y 2010, de una clara relación en for- cas. De hecho, una gran parte de la literatura sobre PMFL ma de U en 2000 a una U inclinada en 2010. Esto podría en México se centra en las restricciones relacionadas con deberse a un aumento en el ingreso general de la pobla- la maternidad. Revisamos cada una de estas barreras por ción, por lo que la etapa en la cual la tasa de PMFL dismi- separado. El siguiente capítulo complementa esta discu- nuye debido al efecto ingreso se ha atenuado en México. sión con una revisión del marco regulatorio que permite a las mujeres trabajar y luego analiza las barreras poten- Existe heterogeneidad en la PMFL entre las regiones ciales que se derivan de las normas sociales. mientras las mujeres indígenas tienen tasas de partici- pación mucho más bajas. Si bien existen brechas impor- tantes en todos los estados: las brechas de la participación Determinantes Individuales de la en el mercado laboral de la mujer relativa a la participa- Participación en la Fuerza Laboral ción de los hombres son mayores en Tabasco, Veracruz y Chiapas, mientras que las diferencias son relativa- La brecha de género en la participación en la fuerza labo- mente pequeñas en la Ciudad de México, Colima y Baja ral es menor entre individuos con educación superior, California (Figura 3.5, panel a). Por otro lado, las muje- pero aún entre aquellos con educación terciaria la bre- res indígenas tienen niveles mucho más bajos de parti- cha es de 17 puntos porcentuales para individuos de 35 cipación en comparación con las mujeres no indígenas a 54 años (Figura 3.6). La brecha de género en la partici- en todos los grupos de edad, pero especialmente entre pación disminuyó entre 2000 y 2010. Las mujeres mues- las mujeres en edad fértil (Figura 3.5, panel b). tran tasas de participación crecientes a medida que se edu- can más. Este aumento es relativamente más alto que FIGURA 3.5 Diferencias Regionales y por Origen Étnico en la Participación de las Mujeres en la Fuerza Laboral en México a. Por estado, 2018 b. Indígenas y no indígenas, por grupo de edad, 2015 90 50 Participación en la fuerza laboral, porcentaje Participación en la fuerza laboral, porcentaje 80 70 40 60 50 40 30 30 20 20 10 0 Nacional Ciudad México Colima Baja California Guerrero Yucatán Nayarit Chihuahua Jalisco Aguascalientes Tamaulipas Baja California Sur Sonora Sinaloa Tlaxcala Nuevo León Querétaro Quintana Roo Coahuila Oaxaca Estado de México Guanajuato Morelos Durango Zacatecas Michoacán Campeche Puebla Hidalgo Tabasco Veracruz Chiapas San Luis Potosí 10 0 60–64 15–19 20–24 25–29 30–34 35–39 40–44 45–49 50–54 55–59 Brecha PFL Hombres PFL Mujeres Edad, años Fuente: Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2018 (Enero–Marzo), Instituto Nacional Indígenas No indígenas de Estadística y Geografía (INEGI). Fuente: Encuesta Intercensal 2015, Instituto Nacional de Estadística Nota: PFL = Participación en la Fuerza Laboral. Las tasas corresponden a hombres y mujeres de 15 a 64 años. y Geografía (INEGI). CAPÍTULO 3: Oportunidades Económicas | 39 FIGURA 3.6 Participación en la Fuerza Laboral en México, por Sexo, Edad y Nivel Educativo Alcanzado, 2000 and 2010 a. Todos b. Primaria o menos c. Secundaria inferior 100 100 100 80 80 80 Porcentaje Porcentaje Porcentaje 60 60 60 40 40 40 20 20 20 0 0 0 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 Edad, años Edad, años Edad, años d. Secundaria superior e. Universidad o más 100 100 80 80 Porcentaje 60 Porcentaje 60 40 40 20 20 0 0 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 Edad, años Edad, años Hombres 2000 Hombres 2010 Mujeres 2000 Mujeres 2010 Fuente: Arceo-Gómez y Santillán 2018, utilizando datos de los Censos de Población y Vivienda 2000 y 2010, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Nota: La muestra comprende mujeres y hombres de 12 a 70 años. el aumento en las tasas de participación de los hombres y, de la M se alcanza a edades mayores a medida que las per- por lo tanto, la brecha entre hombres y mujeres disminuye sonas cuentan con más educación. Esto es posiblemente a medida que tienen más educación. Además, a diferencia un resultado del retraso de la fecundidad. Finalmente, de los hombres, la participación de las mujeres en el mer- el segundo pico aparece a finales de los años cincuenta, cado laboral parece estar determinada por las condicio- independientemente del nivel educativo alcanzado. nes socioeconómicas de sus hogares de origen. Un mayor nivel educativo alcanzado por el padre de una mujer está Una gran parte de los jóvenes de México ni trabaja, ni correlacionado con una mayor probabilidad de que ella estudia, ni se capacita (NINI), y la mayoría en este grupo participe en el mercado laboral (Campos-Vázquez y Vélez son mujeres. México tiene una de las mayores brechas Grajales 2014; Moreno 2017). entre las poblaciones NINI masculina y femenina en la OCDE (Figura 3.7). El 39.6 por ciento de las mujeres de 20 La edad también importa, siendo menor la participa- a 24 años son “NINI” (como se denominan comúnmente), ción durante los años reproductivos. La brecha de género en comparación con el 9.4 por ciento de los hombres en sigue un patrón en forma de M con la edad: se abre a fina- el mismo grupo de edad 1. De manera similar, el 21 por les de los años veinte, alcanza un máximo local alrede- ciento de las mujeres de 15 a 19 años son “NINI”, en com- dor de los treinta, disminuye y alcanza un mínimo local paración con el 8.1 por ciento de los hombres en el mismo a mediados de los años cuarenta, y luego vuelve a aumen- grupo de edad. La gran diferencia entre hombres y mujeres tar para alcanzar un máximo global a finales de los cin- está relacionada con el embarazo precoz: el 35 por ciento cuenta, para finalmente volver a disminuir. Sin embargo, de la población NINI en México ha tenido hijos en la ado- la depresión en la M para las mujeres con estudios supe- lescencia y el 64 por ciento de ellos (principalmente las riores o más es casi inexistente. Nótese que el primer pico mujeres) ha sido responsable de cuidar a miembros de la 40 | Diagnóstico de Género en México FIGURA 3.7 Proporción de Jóvenes que Ni Trabajan, Ni Estudian, Ni se Capacitan (NINI), Países Seleccionados de la OCDE, 2017 50 45 40 Proporción de jóvenes, porcentaje 35 30 25 20 15 10 5 0 Suiza Austria Luxemburgo Finlandia Canadá Bélgica Dinamarca Irlanda Suecia España Francia Italia Portugal Eslovenia Países Bajos Noruega Islandia Alemania Reino Unido Lituania Australia Latvia Israel Estados Unidos Grecia Polonia Nueva Zelanda República Checa Hungría República Eslovaca Estonia Costa Rica Colombia Turquía México Promedio OCDE Hombres edad 15–19 Hombres edad 20–24 Mujeres edad 15–19 Mujeres edad 20–24 Fuente: Cálculos del Banco Mundial a partir de la base de datos de la OCDE 2018, https://data.oecd.org/. Nota: OCDE = Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. familia (Novella et al. 2018). Para cualquier cohorte dada, horas en una semana habitual) 2, muy por encima del un aumento de 1 punto porcentual en la proporción de promedio de la OCDE del 13 por ciento, lo que agrava jóvenes en la población NINI predice una reducción del 7 el desafío de equilibrar las múltiples obligaciones y actúa por ciento en los ingresos para esa cohorte 20 años des- como una barrera para el ingreso de las mujeres en el mer- pués (De Hoyos, Rogers y Székely 2016). El efecto ingreso cado laboral 3. negativo de no estar estudiando o trabajando también perjudica la equidad, ya que cerca del 60 por ciento de Fundamentalmente, la carga del cuidado recae directa- la población NINI en México se encuentra en el 40 por mente sobre las mujeres. Los hombres pasan más tiempo ciento inferior de la distribución del ingreso. en el trabajo, mientras que las mujeres dedican mucho más tiempo que los hombres a las actividades de cuidado de niños, adultos y personas mayores. Las madres enfren- Barreras Potenciales para Trabajar tan barreras especialmente altas para el trabajo remu- nerado, independientemente de su nivel de educación Más allá de los determinantes individuales de la PMFL, o de su situación de ingreso (Figura 3.8). Por ejemplo, múltiples barreras dificultan el ingreso de las mujeres las mujeres de bajos ingresos trabajan casi tantas horas a la fuerza laboral. Las mujeres se hacen cargo de cerca como los hombres, pero pasan mucho más tiempo cui- del 77 por ciento de todas las tareas domésticas no remu- dando de los niños y ocupándose de las tareas domésticas, neradas en México. La mujer promedio pasa seis horas independientemente de su nivel de educación. En gene- al día realizando tareas domésticas no remuneradas, ral, las mujeres tienen menos tiempo para el ocio. Estas en comparación con un promedio de dos horas para los disparidades de género son altas según los estándares hombres. Una gran carga de trabajo en el hogar plan- de la OCDE (Figura 3.9), y tienen implicaciones no solo tea un serio desafío para las mujeres que intentan asis- para la igualdad de género, sino también para el bienestar tir a la escuela o trabajar a tiempo completo o incluso de los niños. Por ejemplo, el empleo materno está fuerte a tiempo parcial. Además, casi el 30 por ciento de los y negativamente correlacionado con la pobreza infantil empleados en México trabaja muchas horas (más de 40 entre los países (Thévenon et al. 2018). CAPÍTULO 3: Oportunidades Económicas | 41 FIGURA 3.8 Horas Semanales Dedicadas al Trabajo, Cuidado, Trabajo Doméstico y Ocio en México, por Sexo, Educación e Ingresos, 2014 45 40 35 30 Horas 25 20 15 10 5 0 Trabajo Cuidado niños Otro cuidado Tareas del hogar Ocio Trabajo Cuidado niños Otro cuidado Tareas del hogar Ocio Trabajo Cuidado niños Otro cuidado Tareas del hogar Ocio Trabajo Cuidado niños Otro cuidado Tareas del hogar Ocio Alta educación y altos ingresos Alta educación y bajos ingresos Baja educación y altos ingresos Baja educación y bajos ingresos Hombres Mujeres Fuente: Arceo-Gómez y Santillán 2018, utilizando datos de la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT) 2014, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Nota: HH = hogar. La muestra se restringe a personas de 15 a 64 años. Las mujeres con “baja escolaridad” son aquellas que han completado, a lo sumo, la escuela secundaria inferior (nueve años de escolaridad, la media en México) y las de “alta escolaridad” son las que han completado más de nueve años de escolaridad. FIGURA 3.9 Tiempo Dedicado al Trabajo No Remunerado, Como tal, el estado civil y la presencia de niños peque- Remunerado y Total en México y la OCDE, por Sexo, 2015 ños son determinantes importantes de PMFL. Las muje- res solas con hijos pequeños tienen la tasa de participación 700 580 607 600 487 más alta (entre el 56 y el 58 por ciento), seguidas de las 466 Minutos al día 500 mujeres solas sin niños pequeños (Figura 3.10). La brecha 400 300 entre las mujeres solas con y sin hijos pequeños es de alre- 200 dedor de 4 puntos porcentuales, y sus tasas de participa- 100 0 ción han cambiado poco entre 2005 y 2017 (1 – 2 puntos Hombres Mujeres Hombres Mujeres porcentuales). Las mujeres casadas sin hijos tienen tasas Promedio OCDE México de participación de 44 a 48 por ciento, mientras que las Tiempo dedicado al trabajo no remunerado mujeres casadas con hijos pequeños tienen tasas de par- Tiempo dedicado al trabajo remunerado ticipación de 35 a 40 por ciento — una brecha de alrede- Tiempo total dedicado al trabajo dor de 8 puntos porcentuales. Fuente: Base de datos de la OCDE 2017, https://stats.oecd.org/. Nota: OCDE = Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. De hecho, la razón más importante para la baja tasa de PMFL es la falta de confianza en los servicios de cui- FIGURA 3.10 Participación de las Mujeres en la Fuerza dado infantil. El 41 por ciento de las mujeres poco califi- Laboral en México, por Estado Civil y Presencia de Niños cadas y el 32 por ciento de las mujeres altamente califica- Pequeños, 2005 – 17 das dicen que su decisión de no trabajar se debe a la falta de servicios de cuidado infantil confiables (Figura 3.11). 65 Tasa de participación, porcentaje Asimismo, es interesante que el 15 por ciento de las muje- 60 res poco calificadas y el 10 por ciento de las mujeres alta- 55 mente calificadas señalen que un miembro de la familia 50 no les “permite” trabajar. 45 40 35 La decisión de trabajar cambia sustancialmente después 30 de la maternidad. Antes de casarse, entre el 63 y el 64 por 2005 2007 2009 2011 2013 2015 2017 ciento de las mujeres trabajan a tiempo completo, en com- paración con un 11 a 15 por ciento que no trabajan según Soltera sin hijos pequeños Soltera con hijos pequeños Casada sin hijos pequeños Casada con hijos pequeños su nivel de calificación (Figura 3.12). Una vez casadas, solo el 57 por ciento de las mujeres altamente calificadas y el 44 Fuente: Arceo-Gómez y Santillán 2018, utilizando la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo por ciento de las mujeres poco calificadas continúan tra- (ENOE) 2005 – 17, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Nota: La muestra comprende mujeres de 15 a 64 años. Los niños pequeños se definen como bajando a tiempo completo. El número disminuye aún niños menores de 6 años. Las mujeres casadas están casadas o conviven. más para las madres de niños menores de un año, ya que 42 | Diagnóstico de Género en México FIGURA 3.11  actores que Impulsan la Decisión FIGURA 3.12 Participación de las Mujeres en de las Mujeres de No Trabajar en México, por Nivel la Fuerza Laboral en México, por Nivel de Calificación, de Calificación, 2012 Estado Civil y la Edad de los Niños, 2012 Otros 27 …antes del matrimonio 63 11 Altamente calificadas 18 13 …antes de la maternidad 57 18 No sabe cómo buscar trabajo 16 …niño <= 1 año 49 30 Muy mayor para trabajar 15 15 …niños en preescolar 50 12 Baja remuneración/malos horarios 25 …niños en primaria 43 6 19 La familia no se lo permite 10 …antes del matrimonio 64 15 15 Poco calificadas 32 …antes de la maternidad 44 31 Servicios de cuidado infantil poco fiables 41 …niño <= 1 año 35 46 Transporte público deficiente 9 9 …niños en preescolar 42 24 Inseguridad al salir sola 7 …niños en primaria 39 13 10 0 10 20 30 40 50 0 20 40 60 80 100 Porcentaje Porcentaje Altamente calificadas Poco calificadas Tiempo completo Tiempo parcial No trabajaba Fuente: Arceo-Gómez y Santillán 2018, utilizando la Encuesta Laboral Fuente: Arceo-Gómez y Santillán 2018, utilizando la Encuesta Laboral y y de Corresponsabilidad Social (ELCOS) 2012, Instituto Nacional de Estadística de Corresponsabilidad Social (ELCOS) 2012, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). y Geografía (INEGI). Nota: La muestra se restringe a mujeres de 15 a 70 años. Las mujeres “poco calificadas” Nota: La muestra se restringe a personas de 15 a 70 años. Las mujeres “poco calificadas” son aquellas que han completado, a lo sumo, la escuela secundaria inferior (nueve años son aquellas que han completado, a lo sumo, la escuela secundaria (nueve años de escolaridad, la media en México), y las mujeres “altamente calificadas” son aquellas de escolaridad, la media en México), y las mujeres “altamente calificadas” son aquellas con más de nueve años de escolaridad. con más de nueve años de escolaridad. el 40 por ciento de las mujeres altamente calificadas y el 35 de dos hijos reduce la tasa de PMFL entre 6.3 y 8.6 puntos por ciento de las mujeres poco calificadas continúan tra- porcentuales. Usando el mismo diseño de investigación bajando a tiempo completo. El empleo vuelve a aumen- y datos del censo de 1970 a 2000, Gómez y Madrigal (2017) tar cuando los niños asisten al preescolar y, sorprenden- encuentran que PMFL se ha vuelto más sensible a tener temente, disminuye cuando los niños asisten a la escuela más de dos hijos con el tiempo: en 1970, tener un tercer primaria. La disponibilidad y confiabilidad de los servi- hijo inducía una disminución de 4 puntos porcentuales cios de cuidado infantil durante el día y después del hora- en la PMFL; en 1990, la disminución era de 10.8 puntos rio escolar importan, como lo demostró recientemente porcentuales; y en el año 2000, era de 12.5 puntos porcen- el hallazgo de que el ligero aumento en la propensión tuales. Llegan a la conclusión de que el costo de oportuni- de las mujeres a trabajar después de la crisis financiera dad de los niños adicionales ha aumentado con el tiempo. mundial se debió, en parte, a un aumento en la disponi- bilidad de las instalaciones de cuidado infantil (Cardoso Dadas sus responsabilidades domésticas, las mujeres et al. 2018). Sin embargo, las decisiones de las mujeres son selectivas en términos de las horas de trabajo que de trabajar no solo tienen que ver con la disponibilidad están dispuestas a aceptar. Las características de un tra- de los servicios de cuidado puesto que tres cuartos de las bajo potencial deben ser tales que permitan que una mujer mujeres trabajadoras altamente calificadas que tienen cumpla con sus otras responsabilidades. De hecho, el 65 menores restricciones presupuestarias no pagan por cui- por ciento de las mujeres poco calificadas que no traba- dadoras(es) para sus niños 4. jan y el 73 por ciento de las mujeres altamente calificadas que no trabajan señalan que considerarían aceptar un tra- Más aun, tener varios hijos reduce sustancialmente bajo si este se ajustara a su horario (Figura 3.13). De hecho, la probabilidad de participación en la fuerza laboral. cuando se les pregunta, más del 60 por ciento de las muje- Cruces y Galiani (2007) estiman el efecto de la fecundi- res están dispuestas a trabajar en la mañana (cuando los dad en la oferta de mano de obra femenina para Argentina niños están en la escuela), pero están menos dispues- y México. En el caso de México, encuentran que tener más tas a trabajar durante la tarde o la noche (Arceo-Gómez CAPÍTULO 3: Oportunidades Económicas | 43 FIGURA 3.13 Factores que Inducirían a las Mujeres que a la escuela para volver a trabajar. Gelbach (2002) encon- No Trabajan a Considerar Aceptar un Trabajo en México, 2012 tró que las madres de niños de 6 años tienen una mayor participación que las madres de niños de 5 años por- 80 65 que los niños ingresan a la escuela primaria a los 6 años 70 73 60 en los Estados Unidos. En esta misma línea, Padilla-Romo 65 60 y Cabrera-Hernández (2018) estimaron el efecto del pro- 50 grama de escuelas a tiempo completo en México, el cual Porcentaje fue implementado entre 2006 y 2017. La jornada esco- 40 27 lar en las escuelas primarias tradicionales dura 4.5 horas, 30 31 24 22 20 mientras que la jornada escolar en las escuelas a tiempo 23 20 completo dura 8 horas. Encontraron que este programa 10 9 7 8 de escuelas a tiempo completo aumenta el PMFL en 5.5 10 puntos porcentuales y las horas de trabajo semanales 0 en 1.8 horas. Horarios cómodos Buena remuneración Ubicación Atención Médica Beneficios complementarios Capacitación Otros De manera similar, se podría hacer más para promo- ver políticas de permiso neutrales al género y acuer- dos laborales flexibles para padres. Como se discute en el Capítulo 4, el marco legal ofrece medidas que per- Altamente calificadas Poco calificadas miten trabajar a las mujeres, pero se podría hacer más Fuente: Arceo-Gómez y Santillán 2018, utilizando la Encuesta Labor y de Corresponsabilidad para ofrecer acuerdos de trabajo flexibles que aseguren Social (ELCOS) 2012, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Nota: La muestra se restringe a mujeres no trabajadoras de 15 a 70 años. Las mujeres “poco que las mujeres puedan cumplir con sus responsabilida- calificadas” son aquellas que han completado, a lo sumo, la escuela secundaria (nueve años de des en el hogar. Por ejemplo, los países nórdicos han diri- escolaridad, la media en México), y las mujeres “altamente calificadas” son aquellas con más gido sus políticas para la familia a apoyar a los padres de 9 años de escolaridad. de niños pequeños que trabajan, a través de la expansión y Santillán 2018). Esta consideración es más importante de las instalaciones de cuidado infantil y la seguridad que la remuneración, si bien es probable que el salario de permisos parentales cortos pero generosamente paga- de reserva de las mujeres también sea una restricción. dos para ambos padres, que incluyen cuotas para incenti- var a los padres a compartir los deberes de cuidado infan- Dadas estas restricciones, es probable que las políti- til (Thévenon 2011). De manera similar, en los países más cas que mejoran el acceso al cuidado infantil tengan ricos del Este Asiático, la práctica emergente es adoptar un impacto positivo en la participación de las mujeres paquetes de medidas que tengan como objetivo estimu- en la fuerza laboral. Calderón (2015) evalúa el efecto del lar la PMFL, especialmente después del parto. En 2007, programa Estancias Infantiles (“Residencia de niños”) de Singapur introdujo un paquete de programas de capa- México en la tasa de PMFL 5. Debido a este programa, la citación, acuerdos de trabajo flexibles, programas labo- disponibilidad de servicios de cuidado infantil se duplicó rales activos dirigidos y ferias de trabajo, y otras medi- entre 2007 y 2010. El efecto del programa depende de la das (Ma 2010). Desde mediados de la década de 1990, intensidad de la expansión: las mujeres que enfrentaron el gobierno japonés se ha movido hacia políticas que un aumento de menos de 10 cupos de cuidado infantil por aumentan la cobertura de los servicios de cuidado infan- cada 1,000 niños elegibles aumentaron su participación til y de los centros familiares, ofrecen incentivos a los en la fuerza laboral en 1 a 5 puntos porcentuales; en con- empleadores para que sean más amigables con las fami- traste, las mujeres que experimentaron un aumento en la lias, y promueven una mayor participación de los padres oferta de cuidado infantil de más de 40 cupos por cada en la crianza de los hijos; las cuales, en su conjunto, pue- 1,000 niños elegibles aumentaron su participación en la den haber revertido la creciente tendencia de no tener fuerza laboral en 5 a 17 puntos porcentuales. hijos entre las mujeres japonesas más jóvenes (Ma 2010; Banco Mundial 2015). Adicionalmente, los programas extraescolares y las jornadas escolares más largas también podrían ayu- Finalmente, se podría hacer más para reducir los cos- dar a aumentar la disposición de las madres a parti- tos de transporte. La ubicación del trabajo y el tiempo cipar plenamente en el mercado laboral. En ausencia de viaje también podrían suponer una barrera para el tra- de servicios de cuidado infantil confiables, las madres bajo, particularmente en grandes centros urbanos. Casi de niños pequeños pueden esperar a que sus hijos vayan un tercio de las mujeres que actualmente no trabajan 44 | Diagnóstico de Género en México consideraría aceptar un trabajo dependiendo de la ubica- ción de ese trabajo potencial (31 por ciento de las mujeres RECUADRO 3.1 La Infraestructura de las TIC poco calificadas y 27 por ciento de las mujeres altamente Puede Ayudar calificadas, como se puede observar en la Figura 3.13). El acceso a la infraestructura de las TIC es importante para Este hallazgo apunta al tiempo y al costo que enfrentan acceder a los mercados de trabajo, crédito y seguros. Por las mujeres al trasladarse a un trabajo dadas sus otras res- ejemplo, Dettling (2017) encuentra que el uso de Internet ponsabilidades. Algunos estudios que investigan el efecto de alta velocidad, determinado de manera exógena, lleva del transporte público urbano en los resultados para las a un aumento de 4.1 puntos porcentuales en la participa- mujeres encuentran que el acceso a un transporte rápido ción en la fuerza laboral de mujeres casadas en los Estados y confiable es altamente deseable para todos, especial- Unidos. En México, alrededor del 50.5 por ciento de los hombres mente si está diseñado de manera sensible al género y el 49.5 por ciento de las mujeres tenían la capacidad de usar (Riverson et al. 2006). De manera similar, las opciones una computadora en 2017a. En la medida en que el teletra- de teletrabajo podrían ayudar a las mujeres que puedan bajo se convierta en un tipo de empleo más regular en México, trabajar desde el hogar (Recuadro 3.1). Un mejor trans- podría mejorar sustancialmente la participación de las muje- res en la fuerza laboral. porte y mejores opciones de tecnología de la información y la comunicación (TIC) también podrían reducir las pre- a. Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación en los Hogares (ENDUTIH) de 2017, ocupaciones de seguridad que desalientan a las mujeres Instituto Nacional de Estadística y Geografía(INEGI): https://datos.gob. a ingresar a la fuerza laboral o que les impiden trabajar mx/busca/dataset/encuesta-nacional-sobre-disponibilidad-y-uso-de-tic- en-hogares-endutih. fuera del hogar. BRECHAS DE GÉNERO EN EL para los hombres, en el tercer trimestre de 2018, cuando se considera el empleo parcial, aumenta a 13.4 para las EMPLEO Y EL DESEMPLEO mujeres, en comparación con el 6.5 por ciento para los hombres (Figura 3.14) 6. Además, al comparar el nivel edu- Las mujeres que deciden participar en el mercado labo- cativo de las mujeres desempleadas con el de los hombres, ral no necesariamente quieren o tienen acceso a un tra- se observa que el 52 por ciento de las mujeres desemplea- bajo de tiempo completo, porque las tasas de desempleo das había completado la educación terciaria con relación y subempleo son más altas para las mujeres que para al 45 por ciento de los hombres desempleados. los hombres. Si bien la diferencia en las tasas de desem- pleo no es amplia, se vuelve bastante significativa una vez Además, persisten grandes brechas de género en la forma que se considera el empleo parcial (o el subempleo). Por de la fuerza de trabajo porque muchas mujeres son tra- ejemplo, si bien la tasa de desempleo fue de 3.8 por ciento bajadoras informales o no remuneradas. Las tasas tota- para las mujeres, en comparación con el 3.3 por ciento les de empleo femenino son comparativamente bajas FIGURA 3.14 Desempleo y Subempleo en México, por Sexo, 2015 – 18 a. Desempleo b. Desempleo y subempleo 5 16 14 4 12 Porcentaje Porcentaje 3 10 8 2 6 4 1 2 0 0 2015 Q1 2015 Q2 2015 Q3 2015 Q4 2016 Q1 2016 Q2 2016 Q3 2016 Q4 2017 Q1 2017 Q2 2017 Q3 2017 Q4 2018 Q1 2018 Q2 2018 Q3 2015 Q1 2015 Q2 2015 Q3 2015 Q4 2016 Q1 2016 Q2 2016 Q3 2016 Q4 2017 Q1 2017 Q2 2017 Q3 2017 Q4 2018 Q1 2018 Q2 2018 Q3 Hombres Mujeres Fuente: Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Nota: “Subempleo” se refiere a la población empleada que tiene la necesidad y disponibilidad de ofrecer más horas de trabajo. La muestra incluyó solo a personas en edad de trabajar (de 15 años o más). CAPÍTULO 3: Oportunidades Económicas | 45 FIGURA 3.15 Proporción de Trabajadores Mexicanos (42 por ciento en México, en comparación con un pro- en Empleos Informales, por Sexo, 2015 – 18 medio de 48 por ciento en América Latina y el Caribe en 2017) y mucho más bajas que las de los hombres (76 30 29 por ciento en México y 76 por ciento en la región). El Porcentaje 28 empleo en el sector informal es mucho más frecuente en 27 las mujeres que en los hombres (Figura 3.15). Las muje- 26 25 res autoempleadas tienden a ser trabajadoras por cuenta propia y es más probable que trabajen de manera infor- 2015 Q1 2015 Q2 2015 Q3 2015 Q4 2016 Q1 2016 Q2 2016 Q3 2016 Q4 2017 Q1 2017 Q2 2017 Q3 2017 Q4 2018 Q1 2018 Q2 2018 Q3 mal (a menudo como trabajadoras domésticas). Además, existen diferencias importantes en la proporción de muje- Hombres Mujeres res informales en las regiones, que va desde la propor- Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), utilizando los datos de la ción más alta de 76 por ciento de mujeres que trabajan Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). en empleos informales en Chiapas a la más baja de 34 Nota: La Figura muestra porcentajes de hombres y mujeres de 15 años o más. por ciento en Chihuahua (Mapa 3.1). Sin embargo, las mayores brechas de género en la proporción de trabaja- MAPA 3.1 Proporción de Trabajadoras Mexiacanas dores informales se encuentran en los estados del norte, en Empleos Informales, por Región, 2018 como Sonora, Baja California Sur y Nuevo León, donde los hombres son más propensos que las mujeres a ser Tasa de informalidad femenina empleados formalmente. 34 80 Es más probable que las mujeres indígenas no sean remu- neradas o trabajen por cuenta propia. Solo el 59 por ciento de las mujeres indígenas son asalariadas, en com- paración con el 72 por ciento de las mujeres no indíge- nas (Figura 3.16). En contraste, hasta el 22 por ciento de las mujeres indígenas trabajan por cuenta propia y el 9 por ciento son trabajadoras familiares no remuneradas, en comparación con el 14 por ciento y el 5 por ciento de las mujeres no indígenas, respectivamente. Las brechas de género en la capacidad de generar ingre- sos son especialmente altas entre personas mayores y las Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), utilizando los datos de la ENOE que tienen educación secundaria. Entre los individuos 2018Q1. Consultar http://gaia.inegi.org.mx/atlas_genero/. de 30 a 34 años, la proporción de hombres que perciben Nota: La Figura muestra porcentajes de la población femenina de 15 años o más. ingresos laborales es 35 puntos porcentuales más alta que la de las mujeres — una brecha que aumenta a 38 puntos FIGURA 3.16 Tipo de Empleo en México, por Sexo y Condición porcentuales entre las personas de 55 a 59 años (Figura Indígena, 2016 3.17, panel a). La proporción de hombres con el grado de secundaria completa que generan un ingreso es 34 pun- No indígenas 6 72 14 5 3 tos porcentuales más alta que la proporción de mujeres Mujeres correspondiente, si bien esta tendencia también puede Indígenas 8 59 22 9 2 observarse en menor medida entre aquellos con educa- No indígenas ción secundaria incompleta, educación primaria o educa- Hombres 7 78 8 24 ción superior (Figura 3.17, panel b). La brecha de género Indígenas 10 71 11 5 3 solo disminuye para hombres y mujeres con educación 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 terciaria: la proporción de hombres con un título tercia- Porcentaje rio que están empleados es 14 puntos porcentuales más Empleador Asalariado Por cuenta propia alta que la de mujeres con el mismo nivel de educación. Sin salario Desempleado Las mujeres indígenas tienen menos probabilidades que las mujeres no indígenas de percibir ingresos laborales, Fuente: Cálculos del Banco Mundial con base en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2016, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). especialmente si son jóvenes (entre 20 y 30 años) y tie- Nota: Rango de edad de 15 a 65 años. nen bajos niveles de educación 7. 46 | Diagnóstico de Género en México FIGURA 3.17 Proporción de Hombres y Mujeres que Generan Ingresos Laborales en México, 2016 a. Por edad b. Por nivel de educación 100 87 90 Terciaria completa 74 80 58 Terciaria incompleta 42 70 89 Secundaria completa Porcentaje 60 54 50 75 Secundaria incompleta 43 40 88 30 Primaria completa 47 20 87 Primaria incompleta 45 10 0 74 Nunca asistió 40 15–19 20–24 25–29 30–34 35–39 40–44 45–49 50–54 55–59 60–64 0 20 40 60 80 100 Rango de edad, años Porcentaje Hombres Mujeres Hombres Mujeres Fuente: Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares — Nueva Serie (ENIGH-NS) 2016, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Las diferencias de género con respecto al empleo tam- de las mujeres empleadas se encuentran en esta categoría, bién son evidentes al examinar los tipos de trabajo y los en comparación con solo el 3 por ciento de los hombres 8. sectores donde trabajan las mujeres. Si bien el 74 por La proporción de mujeres que trabajan por cuenta pro- ciento de todos los hombres mexicanos empleados son tra- pia (22.4 por ciento) es aproximadamente la misma que bajadores regulares, este solo es el caso del 71 por ciento la proporción de hombres que trabajan por cuenta propia de las mujeres que trabajan. Esta disparidad está relacio- (22.6 por ciento). Sin embargo, existen diferencias impor- nada con un fuerte contraste en la participación como tantes en términos de la composición sectorial del empleo. trabajadores familiares no remunerados: el 7 por ciento Una mayor proporción de mujeres empleadas se dedica al comercio mayorista y minorista, el trabajo doméstico, FIGURA 3.18 Composición Sectorial del Empleo, la educación y la salud en comparación con los hom- por Sexo, en México, 2018 bres, mientras que una proporción sustancialmente mayor de hombres empleados trabaja en la agricultura, la cons- Agricultura y pesca trucción, el transporte y, en cierta medida, la manufac- Construcción tura en comparación con las mujeres (Figura 3.18). Transporte y comunicaciones Minería y electricidad BRECHAS DE GÉNERO Manufactura Administración pública EN LOS INGRESOS Finanzas, servicios profesionales Como en muchos otros países, las mujeres en México Hoteles y restaurantes ganan en promedio menos que los hombres, incluso des- Otros servicios pués de controlar por el mismo nivel de educación, por Trabajo social el trabajo en los mismos sectores u ocupaciones o por el trabajo en el mismo tipo de empresa. Los hombres Comercio mayorista y minorista ganan 9.6 por ciento más que las mujeres, en promedio 9. 0 5 10 15 20 25 Sin embargo, esto no controla por las diferencias en las Proporción del empleo total, características observables, como el nivel de educación, porcentaje el tipo de trabajo o el sector de empleo. Existe una amplia Hombres Mujeres literatura que apunta a evaluar el tamaño de la brecha sala- rial de género en México, controlando por estos factores Fuente: Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2018Q3, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), http://www.beta.inegi.org.mx/app/ (consultar, por ejemplo, Alarcón y McKinley 1994; Brown, tmp/Infoenoe/Default_15mas.aspx. Pagán y Rodriguez-Oreggia 1999; Calónico y Ñopo 2009; CAPÍTULO 3: Oportunidades Económicas | 47 RECUADRO 3.2 Descomposición de la Brecha Salarial Utilizando el Emparejamiento, según la propuesta de Ñopo (2008) La metodología propuesta por Ñopo (2008) es una metodología de descomposición no paramétrica basada en el emparejamiento, que amplía la descomposición estándar de Oaxaca-Blinder, a menudo citada en la literatura (Blinder 1973; Oaxaca 1973). En contraste con Oaxaca-Blinder, las diferencias salariales no están vinculadas a las ecuaciones salariales de Mincer, sino que utiliza una técnica de emparejamiento para per- mitir la posibilidad de que los grupos no sean completamente comparables, simplemente porque hay algunos trabajos que no son comunes para hombres y mujeres. Por ejemplo, la industria de la construcción puede tener empleos que estén dominados por los hombres y que pueden no ser comparables con ningún trabajo donde hay mujeres. De manera similar, puede haber pocos hombres trabajando como enfermeros. Los empleos que tienen tanto hombres como mujeres están en el “soporte común”. El conjunto de empleos dentro del soporte común se define por el tipo de empleo, el tamaño de la empresa, el sector y la ubicación del empleo, e incluye una distinción a nivel federal, estatal y área urbana o rural. Las características individuales consideran la edad, el estado civil y el nivel educativo. La técnica de descomposición de la brecha salarial de Ñopo (2008) “empareja” a miembros de ambos grupos (por ejemplo, mujeres y hom- bres) que tienen la combinación exacta de características observadas. La técnica descompone la brecha salarial observada (Δ) en cuatro ele- mentos aditivos: ΔX: La diferencia salarial atribuida a las diferencias en la distribución de las características de los hombres y las mujeres para los cuales las características se encuentran en el soporte común. ΔM: La diferencia salarial debida a la existencia de una combinación de características cumplidas por los hombres, pero no por ninguna mujer (es decir, trabajos dominados por hombres relativo al soporte común). ΔF: Análogamente, la diferencia salarial debida a la existencia de mujeres con una combinación de características que ningún hombre cum- ple (es decir, trabajos dominados por mujeres relativo al soporte común). ΔO: Finalmente, el residual: la proporción de la brecha salarial que no puede ser explicada por el conjunto de características observables. Este podría estar relacionado con características no observables, tales como los niveles de habilidad, pero también podría deberse a la discriminación. Pagán y Ullibarri 2000 y Popli 2008, 2013). La mayoría La brecha salarial puede descomponerse en una parte de estos análisis encuentra grandes brechas salariales que que es explicada por las características individuales no pueden ser explicadas por diferencias en las caracte- y en una parte que no puede ser explicada. Una vez rísticas observables o por diferencias en los tipos de tra- que se tienen en cuenta todas las características obser- bajo que los hombres y las mujeres asumen. vables, la parte “no explicada” se asocia a menudo con la discriminación. A continuación, examinamos las dife- FIGURA 3.19 Descomposición de la Brecha Salarial entre rencias salariales de la población utilizando la Encuesta Hombres y Mujeres en México, 2016 Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) de 2016 y aplicamos la técnica de descomposición basada en una técnica de emparejamiento (matching) de Ñopo 9.6 (2008) (Recuadro 3.2). 2.1 −6.0 −1.7 Luego de comparar hombres y mujeres con las mismas características, la brecha de ingresos por género es mayor 15.3 que cuando se observan promedios simples. Para expli- −8 −6 −4 −2 0 2 4 6 8 10 car esto, nótese que los salarios en empleos dominados por Porcentaje mujeres fueron 2.1 puntos porcentuales más bajos que los Brecha salarial total ∆ características en el soporte común que son comunes tanto para hombres como para mujeres, ∆ Soporte mujeres ∆ Soporte hombres No explicado lo que en parte ayuda a explicar la brecha salarial (Figura 3.19). Sin embargo, las diferencias en la distribución de las Fuente: Estimaciones utilizando la armonización del Banco Mundial–SEDLAC (Base de Datos características entre hombres y mujeres en los trabajos Socioeconómicos para América Latina y el Caribe), basada en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares — Nueva Serie (ENIGH-NS) 2016, Instituto Nacional de Estadística y que son comunes tanto para hombres como para mujeres Geografía (INEGI). deberían favorecer a las mujeres. Esto se debe a que las Nota: La descomposición de la brecha salarial considera los siguientes controles: grupos de edad; mujeres que trabajan en empleos que son comunes para nivel de educación; región; clasificación urbana y rural; estado civil; tipo de trabajo (empleador, trabajador asalariado, trabajador por cuenta propia); horas de trabajo; tamaño de la empresa; y los hombres tienen niveles de educación relativamente el sector de actividad CIIU (Clasificación Industrial Internacional Uniforme) de un dígito. más altos y otras características favorables, lo que implica 48 | Diagnóstico de Género en México que las mujeres deberían ganar salarios que son 1.7 puntos para estimar una descomposición semiparamétrica de porcentuales más altos que los hombres. De manera simi- la brecha de género en los salarios. Encuentran eviden- lar, los empleos dominados por hombres tenían salarios cia de “pisos pegajosos” y “techos de cristal” en 1990. 6 puntos porcentuales más bajos que los trabajos que son Sin embargo, encuentran que los “techos de cristal” fue- comunes para las mujeres, un efecto que se suma a la por- ron rotos en las próximas dos décadas, mientras que los ción inexplicada de la brecha salarial. El resultado es que “pisos pegajosos” persisten en el tiempo. En su análisis, el 15.2 por ciento de la diferencia salarial no puede ser las diferencias en la dotación de capital humano pier- explicada por las características individuales observadas den poder explicativo y, para el año 2010, la mayor parte o por las diferencias en los sectores y los tipos de empleo de la brecha salarial se debe a diferencias en los retornos. que tienen los hombres y las mujeres. En otras palabras, Una corrección para la selección de participación mues- hay una porción considerable “no explicada” de la brecha tra que si todas las mujeres trabajaran, la brecha sería aún de ingresos. Esta descomposición a nivel nacional es con- mayor, lo cual es evidencia de una selección positiva de sistente con una revisión reciente de los salarios del sector mujeres en la fuerza laboral. público a nivel federal, la cual encontró que los emplea- dos varones ganan más que las mujeres que desempeñan La gran brecha salarial no explicada en México está las mismas tareas en el 66 por ciento de 117 puestos en 19 en línea con la de otros países de América Latina. Como departamentos (Jiménez y Sánchez 2018). De hecho, las en el caso de México, las mujeres que trabajan suelen tener trabajadoras del sector público ganan 91 centavos por cada mayor educación que los hombres que trabajan y, como tal, peso que ganan los trabajadores varones, pero la brecha la distribución de las características en el soporte común puede llegar a 30 por ciento en algunos departamentos. tiende a favorecer a las mujeres (Figura 3.20). De manera similar, los empleos dominados por hombres ofrecen Estos resultados están en línea con otros trabajos para salarios más bajos que los empleos en el soporte común México. Por ejemplo, Arceo-Gómez y Campos-Vázquez en la mayoría de los países, excepto en Bolivia, Guatemala, (2014a) utilizan datos de los censos de 1990, 2000 y 2010 Nicaragua y Perú. En contraste, los empleos dominados FIGURA 3.20 Descomposición de la Brecha Salarial entre Hombres y Mujeres en América Latina, 2016 Uruguay 2016 D=8.9% 29 Bolivia 2016 D=10.3% 27 Perú 2015 D=20.5% 25 Chile 2016 D=19% 25 Brasil 2016 D=11.9% 22 Paraguay 2016 D=11.9% 21 Colombia 2016 D=0.7% 19 Nicaragua 2016 D=1.9% 19 Costa Rica 2016 D=-9.1% 19 Ecuador 2016 D=4.1% 16 México 2016 D=9.6% 15 Guatemala 2016 D=1.8% 14 El Salvador 2016 D=0.5% 12 Panamá 2016 D=-6.4% 11 Argentina 2016 D=-3.9% 9 Rep. Dominicana 2016 D=6.6% 7 Honduras 2016 D=-7.6% 6 −30 −20 −10 0 10 20 30 40 Porcentaje DM: características de los hombres no emparejadas DF: características de las mujeres no emparejadas DX: diferencias en la distribución de características del soporte común Brecha salarial D0: no explicado Fuente: Estimaciones utilizando la armonización Banco Mundial–SEDLAC (Base de Datos Socioeconómicos para América Latina y el Caribe) de alrededor de 2016. CAPÍTULO 3: Oportunidades Económicas | 49 por mujeres a menudo ofrecen salarios más altos que los la presencia de gerentes mujeres reduce la brecha de género empleos en el soporte común. Por ejemplo, a diferencia en los salarios (Gagliarducci y Paserman 2015; Hirsch 2013; de México, los salarios en empleos dominados por muje- Magda y Cukrowska-Torzewska 2018). Si toda o una parte res en Bolivia, Brasil, Guatemala, Honduras, Nicaragua de la brecha de género en los salarios se debe a la discri- y Perú son más altos que los salarios en el soporte común. minación, la presencia de más mujeres en el nivel geren- Lo que está claro es que en todos los casos en América cial podría ayudar a reducir estas brechas. Una posible Latina, la brecha salarial no explicada es alta y puede explicación para esto es que las mujeres pueden ser más oscilar entre el 6 por ciento (Honduras) y el 29 por ciento propensas que los hombres a promover políticas labora- (Uruguay). Estas estimaciones también están en línea con les favorables para las mujeres, como la provisión de cui- estimaciones similares para la Unión Europea. La parte dado infantil (Stumbitz, Lewis y Rouse 2018). Una posible no explicada de la brecha salarial varía desde poco más segunda explicación es que las gerentes mujeres pueden del 10 por ciento en Bélgica y Croacia a más del 30 por ser mejores mentoras de otras trabajadoras (Athey, Avery ciento en la República Checa, Noruega y el Reino Unido y Zemsky 2000). Una tercera posible razón se relaciona (Inchauste, Muñoz-Boudet y Buitrago Hernández 2018). con las teorías de la discriminación en el mercado labo- ral, que predicen que, si las mujeres tienen menos proba- Las mujeres casadas y aquellas de piel oscura son espe- bilidades que los hombres de discriminar a otras mujeres, cialmente susceptibles a la discriminación. En el aná- las organizaciones que emplean a más mujeres deberían lisis, la atribución de la brecha de género no explicada tener una brecha de género injustificada más pequeña a la discriminación se basa en suposiciones sólidas sobre en los salarios (Magda y Cukrowska-Torzewska 2018). la falta de sesgo de una variable omitida en la estimación de la ecuación salarial. Para descubrir la discriminación en el mercado laboral mexicano sin tener que depender de suposiciones, Arceo-Gómez y Campos-Vázquez (2014b) BRECHAS DE GÉNERO realizaron un estudio de correspondencia en la Ciudad EN EL EMPRENDIMIENTO de México. Enviaron alrededor de 8,000 currículums vitae ficticios, respondiendo a alrededor de 1,000 anuncios El emprendimiento es otra vía para que las mujeres de trabajo en línea. Todas las características de los currícu- disfruten de oportunidades económicas y contribuyan los vitae fueron aleatorizadas, con excepción del efecto del al crecimiento económico. Las mujeres emprendedoras género, estado civil y el fenotipo físico. Encontraron que pueden contribuir al bienestar económico de su hogar tanto la raza como el género tienen un gran efecto en las a través de su propio trabajo, pero como jefas de empre- tasas de contacto por parte de las empresas para las muje- sas productivas, también pueden ser un motor de creci- res, pero no para los hombres. Las mujeres de piel oscura miento y una fuente de empleo. deben enviar 18 por ciento más currículums vitae para obte- ner el mismo número de contactos de parte de las empresas Sin embargo, hay pocas mujeres emprendedoras que las mujeres de piel blanca. Adicionalmente, las mujeres en México, la mayoría de las cuales opera en el sector casadas deben enviar 25 por ciento más currículums vitae informal. Los datos para el tercer trimestre en 2018 mues- para obtener el mismo número de contactos por parte de las tran que solo el 2.5 por ciento de las mujeres que traba- empresas que las mujeres solteras. Ninguna otra caracte- jan son empleadoras, lo que representa solo el 22.2 por rística en los currículums vitae afectó la tasa de contacto ciento de todos los empleadores 10. Las mujeres empren- por parte de las empresas, incluido el tipo de universidad, dedoras son 56 por ciento menos propensas que los hom- la experiencia, la especialización y el dominio del inglés. bres a operar en el sector formal y 63 por ciento más propensas a ser emprendedoras informales (Fareed et al. Las brechas de género en los salarios no son exclusi- 2017). Esto es consistente con la situación en otros paí- vas de México, pero abordarlas requerirá interven- ses de América Latina (Bruhn 2009). ciones que se adapten al contexto del país. Más allá de la legislación formal que garantiza una remuneración Si bien el emprendimiento es muy prometedor, los igual por un trabajo igual (ver Capítulo 4), deben rea- esfuerzos de algunas emprendedoras podrían ser asig- lizarse esfuerzos para garantizar que contratar mujeres nados incorrectamente si el negocio nace de la necesi- no cueste más que contratar hombres. Esto incluye con- dad y no en respuesta a una oportunidad económica. Las sentir políticas de permiso parental, políticas de tele- empresas de propiedad de mujeres pueden ser una fuente trabajo y políticas de retiro que sean neutrales con res- clave de creación de empleo e innovación, así como una pecto al género. Además, existe alguna evidencia de que forma de abordar las desigualdades. Calderón, Iacovone 50 | Diagnóstico de Género en México y Juárez (2017) diferencian entre emprendedores que ini- Las empresas de propiedad de mujeres pueden ser ciaron sus negocios por necesidad (por falta de otras alter- bastante innovadoras. Por ejemplo, el informe de línea nativas) y aquellos que los iniciaron porque reconocieron de base del RCT para evaluar el PEAI analizó 859 empre- una buena oportunidad económica. En promedio, estos sas, de las cuales solo 172 estaban dirigidas por CEO muje- emprendedores por oportunidad tienen mayores ganan- res (Mendoza et al. 2018). Si los sectores dominados por cias, mejores prácticas gerenciales y mayores habilidades hombres se definen como aquellos donde más del 80 cognitivas y no cognitivas. Las características principa- por ciento de los CEO son varones 13, entonces el 57 por les que diferencian a las empresas nacidas por necesidad ciento de las CEO mujeres en esta muestra lideraba empre- de aquellas que nacen por oportunidad son las prácticas sas en sectores dominados por hombres. La proporción gerenciales y ciertas características y habilidades de nego- de empresas de propiedad de mujeres que han desarro- cio de los emprendedores. Sin embargo, este análisis dis- llado o introducido un producto nuevo o mejorado sig- criminante solo es parcialmente exitoso, lo que implica nificativamente es mayor en los sectores dominados por que existen características no observables que también hombres (Mendoza et al. 2018). Sin embargo, la propor- pueden determinar la decisión de establecer una empresa ción de empresas lideradas por mujeres que introdujeron y el desempeño de la empresa. En la medida en que los una nueva estrategia de marketing es 15 puntos porcen- emprendedores por necesidad tengan baja productividad tuales más alta en el grupo no dominado por hombres. y bajos beneficios, sería ventajoso tanto para ellos como para el crecimiento económico en general que estos tra- La mayor parte de la diferencia en las ventas anuales bajadores pasaran a un empleo productivo asalariado. totales y en las ganancias brutas no puede ser expli- ¿Es esto más relevante para las emprendedoras que para cada por diferencias en las características de las empre- sus homólogos hombres? Para evaluar esto, nos centra- sas. Las mujeres gerentes en México son entre 8 y 9 por mos en las brechas de desempeño entre las microempre- ciento menos productivas que sus homólogos masculi- sas de propiedad de hombres y de mujeres. nos. Una descomposición de las brechas en el desempeño de Oaxaca-Blinder encuentra que el 55 por ciento de la bre- cha en las ventas anuales y el 61 por ciento de la brecha Brechas de Desempeño entre en las ganancias brutas no pueden ser explicados por las diferencias en las características de las empresas o de sus las Empresas de Propiedad de Hombres gerentes (Banco Mundial 2017). Si las microempresas tie- y de Mujeres nen su propio sitio web o si tienen una cuenta corriente o de ahorros, las brechas aumentan. Las microempresas dirigidas por mujeres son más peque- ñas y tienen menor productividad que las dirigidas por hombres. Las ventas anuales y las ganancias brutas tota- ¿Pueden las Intervenciones les de las empresas mexicanas administradas por hom- bres son 130 por ciento más altas que las de las adminis- de Capacitación Mejorar el Desempeño tradas por mujeres (Mendoza et al. 2018). De manera de las Empresas de Propiedad similar, un informe de línea de base reciente de una eva- de Mujeres? luación de impacto utilizando una prueba de control aleatorio (RCT por sus siglas en inglés) para el Programa La capacitación en habilidades duras no es suficiente de Emprendimiento de Alto Impacto (PEAI) 11 muestra para mejorar el desempeño de las empresas lideradas que una empresa liderada por una directora ejecutiva (CEO) por mujeres. Se han evaluado dos tipos de intervenciones gana, en promedio, entre MXN 3 millones y MXN 4 millo- destinadas a aumentar las habilidades empresariales y el nes menos en ingresos que una empresa similar liderada capital gerencial de los microempresarios: (a) brindar a las por un hombre (Mendoza et al. 2018). Cuando esta dife- microempresas servicios de consultoría externa (Bloom et rencia es controlada por el sector, el efecto es aún mayor. al. 2013); y (b) brindar capacitación empresarial y financiera Adicionalmente, existe una relación negativa entre las directamente a los microempresarios (Calderón, Cunha empresas con una CEO mujer y el tamaño de la empresa: y De Giorgi 2013; Drexler, Fischer y Schoar 2011; Karlan en promedio, las empresas lideradas por mujeres tienen y Valdivia 2011). Se ha encontrado que ambos tienen un menos empleados que las empresas con un CEO varón. impacto positivo significativo en las ganancias. Estas inter- Además, una firma liderada por una mujer está asociada venciones asumen que los gerentes y dueños de las empre- negativamente con la inversión y el valor de los activos sas carecen de ciertas habilidades y sostienen que propor- reportados por la firma 12. cionar capacitación específica puede mejorar los resultados CAPÍTULO 3: Oportunidades Económicas | 51 empresariales como las ventas, las ganancias y la probabi- lidad de supervivencia. Sin embargo, existen pruebas con- BRECHAS DE GÉNERO trarias de que los efectos medios de la capacitación empre- EN EL ACCESO sarial pueden ser pequeños y no significativos, y que los AL FINANCIAMIENTO mayores retornos pueden concentrarse en emprendedores de alto potencial que tienen más probabilidades de adop- El acceso al financiamiento es otro elemento funda- tar prácticas empresariales y obtener mayores ganancias mental para el acceso de la mujer a las oportunidades después de la capacitación (Calderón, Cunha y De Giorgi económicas. Cerrar las brechas de género en la inclu- 2013). Adicionalmente, se ha encontrado que las interven- sión financiera podría tener efectos positivos al suavizar ciones de capacitación empresarial tradicional son particu- el consumo, brindar seguridad, aumentar las tasas de aho- larmente ineficaces para aumentar el tamaño de la empresa rro e inversión y gestionar el riesgo económico. La evi- y la probabilidad de supervivencia de las microempresas dencia muestra que tener acceso y usar una gama de ser- de propiedad de mujeres (De Mel, McKenzie y Woodruff vicios financieros no solo mejora la contribución de las 2012). Es más, ha sido difícil demostrar impactos sostenidos empresas de propiedad de mujeres al crecimiento, sino en la rentabilidad y el crecimiento de las empresas cuyas que también contribuye al empoderamiento de las muje- dueñas recibieron este tipo de capacitación (McKenzie res, permite un mejor uso de los recursos y reduce la vul- y Woodruff 2014). De hecho, la capacitación empresarial nerabilidad de sus hogares y empresas. (Aker et al. 2016; tradicional podría no tener ningún efecto significativo en Ashraf, Karlan y Yin 2010; Delavallade et al. 2015; Dupas los resultados de los negocios, mientras que la capacita- and Robinson 2013; Prina 2015). Por lo tanto, cerrar la bre- ción en habilidades blandas (como por ejemplo fomentar cha de género en el acceso al financiamiento puede posi- la iniciativa personal) podría aumentar las ganancias de bilitar el crecimiento económico, la reducción de la des- los negocios (Campos et al. 2017). igualdad, y la inclusión social. Esta sección evalúa las diferencias en la inclusión financiera de hombres y muje- La capacitación en habilidades blandas puede necesitar res en México e identifica algunas de las barreras que complementar otras formas de capacitaciones para ase- enfrentan las mujeres. gurar la eficacia. Un RCT en México brindó capacitación empresarial (“habilidades duras”) y capacitación sobre la iniciativa personal (“habilidades blandas”) a microempre- Brechas de Género en la Inclusión sarias para diferenciar el impacto que ambos tipos de ins- Financiera trucción tienen en las empresas. También tuvo como obje- tivo evaluar si los resultados mejoran al dirigirse a subgrupos La brecha de género en la inclusión financiera se ha redu- de mujeres (Banco Mundial 2018a). Las mujeres fueron cla- cido entre 2012 y 2018, principalmente debido a un gran sificadas en emprendedoras de “baja productividad” y de aumento en el acceso de las mujeres en áreas rurales. “alta productividad”. Después del tratamiento de la capaci- Este informe mide la inclusión financiera como la pro- tación, las mujeres tenían un conocimiento más profundo piedad de cualquiera de los siguientes productos y servi- de sus negocios y habían mejorado sus prácticas — princi- cios financieros: cuenta bancaria, crédito formal, seguro palmente en cuanto a sus métodos contables. Es más pro- o fondo para el retiro, según la medición de la Encuesta bable que las CEO que recibieron el tratamiento tengan un Nacional de Inclusión Financiera de México (ENIF). Entre registro formal, tengan mayor acceso a canales de financia- 2012 y 2018, la inclusión financiera mejoró tanto para los miento (ya sea a través de las ventas o utilizando crédito), hombres como para las mujeres, mientras que la bre- trabajen menos días a la semana y, en algunos casos, hayan cha de género disminuyó en 2.4 puntos porcentuales decidido cerrar su negocio. El último resultado refleja una (Figura 3.21). 14 La proporción de mujeres que reportaron mayor percepción del costo de oportunidad de mantener poseer algún producto financiero aumentó en 13 puntos sus negocios versus ingresar al mercado laboral, ya que las porcentuales (del 52 por ciento al 65 por ciento), mien- mujeres asignaron un mayor valor a la cantidad mínima tras que, para los hombres, aumentó en 11 puntos porcen- de dinero que aceptarían como pago mensual. Tomar el tuales (del 61 por ciento al 72 por ciento). Esto fue impul- curso permitió a las mujeres líderes de empresas de baja sado en gran medida por un aumento en las áreas rurales, productividad darse cuenta de que sus negocios no eran donde el porcentaje de mujeres con al menos un producto lo suficientemente rentables y decidieron cerrarlos. Estos financiero aumentó en 23 puntos porcentuales, revirtiendo resultados deberían respaldar una mayor productividad efectivamente el signo de la brecha de género en las áreas y mayores niveles de bienestar para las microempresarias, rurales. En 2018, el 58 por ciento de las mujeres en áreas sus familias, y la economía en general. rurales poseía un producto financiero, en comparación 52 | Diagnóstico de Género en México FIGURA 3.21 Evolución de la Inclusión Financiera en ahorros programados, seguros y otros productos y servi- México, por Sexo y Área de Residencia, 2012 – 18 cios a los beneficiarios de programas sociales — la gran mayoría de los cuales son mujeres (CONAIF 2017). 90 81 80 80 72 72 71 70 69 Si bien los hombres tienen mayor acceso que las muje- 70 65 65 res a cuentas de ahorro y a préstamos formales en las 61 61 60 57 55 56 58 52 áreas urbanas, lo contrario es cierto en las áreas rura- Porcentaje 50 les. Tanto hombres como mujeres tuvieron mayor acceso 41 40 35 a servicios en áreas urbanas que en áreas rurales en 2018, 30 pero si bien el 80 por ciento de los hombres tuvo acceso a al menos un producto financiero en áreas urbanas, solo 20 el 69 por ciento de las mujeres lo tuvo (Figura 3.22) 17. 10 En contraste, las mujeres en áreas rurales estuvieron lige- 0 2012 2015 2018 2012 2015 2018 2012 2015 2018 ramente menos excluidas desde el punto de vista financiero Nacional Urbana Rural que los hombres; el 58 por ciento de las mujeres rurales tuvo a al menos un producto financiero en comparación Hombres Mujeres con el 56 por ciento de los hombres. Las mujeres en áreas Fuente: Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2012, 2015 y 2018, del rurales tuvieron menos acceso que los hombres a cuentas Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). bancarias (20 por ciento para las mujeres frente al 31 por Nota: La inclusión financiera se mide por la propiedad de cualquier producto ciento para los hombres), pero tuvieron un acceso similar financiero (cuenta de ahorro, crédito, seguro o fondo para el retiro). La encuesta a crédito formal y a seguros. El acceso a crédito formal fue engloba la población adulta de 18 a 70 años. impulsado principalmente por la expansión de las microfi- nanzas, que se vio favorecida por los menores costos de tran- con el 56 por ciento de los hombres; estas proporciones sacción y asimetrías de información derivados del modelo incrementaron de 35 por ciento y 41 por ciento, respec- tivamente, en 2012. FIGURA 3.22 Brecha de Género en la Inclusión Financiera en México, por Tipo de Producto Financiero y Área de El gran aumento de la inclusión financiera para las Residencia, 2018 mujeres en las áreas rurales puede ser explicado por 90 la digitalización de las transferencias gubernamentales. 80.3 El gobierno mexicano adoptó la realización de pagos elec- 80 trónicos del gobierno a las personas (G2P, por sus siglas 70 69.0 56.7 58.0 en inglés), incorporando a las transferencias sociales, los 60 53.9 Porcentaje pagos de pensiones y los salarios 15. En particular, desde 50 56.1 2009, el gobierno comenzó a emitir tarjetas de débito para 34.6 40 32.1 33.4 31.2 los beneficiarios del mayor programa de transferencias 43.4 39.1 30 20.9 condicionadas de efectivo (TCE) en México –Prospera–, 18.2 29.4 quienes anteriormente recibían sus beneficios directa- 20 25.7 20.0 20.7 mente mediante un depósito en una cuenta de Bansefi, 10 17.9 15.9 pero no tenían una tarjeta de débito asociada 16. La tarjeta 0 permitió a los titulares de cuentas retirar efectivo y con- Cualquier producto financiero de retiro de retiro Cuenta bancaria Crédito Seguro Fondo Cualquier producto financiero Cuenta bancaria Crédito Seguro Fondo sultar saldos en cualquier cajero automático (ATM) y pro- movió el uso de otros productos financieros. Debido a que las beneficiarias del programa de TCE son todas mujeres, y la mayoría de ellas vive en áreas rurales, la distribución de las tarjetas de débito tuvo un gran efecto en rever- tir la brecha de género en las áreas rurales. De hecho, Urbana Rural Bansefi atiende al 22 por ciento de toda la población feme- Hombres Mujeres nina. Además, otras iniciativas gubernamentales, como Fuente: Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). el Programa Integral de Inclusión Financiera, también con- Nota: La inclusión financiera es medida por la propiedad de cualquier producto financiero tribuyeron a reducir la brecha de género. Lanzado en 2014, (incluidos las cuentas de ahorro, el acceso al crédito, los seguros y los fondos de retiro). este programa brinda educación financiera, crédito, La encuesta engloba la población adulta de 18 a 70 años. CAPÍTULO 3: Oportunidades Económicas | 53 de préstamos grupales 18. De hecho, en 2018, alrededor del 15 FIGURA 3.23 Porcentaje de Adultos Mexicanos con por ciento de las mujeres que recibieron créditos formales Cuenta Bancaria, por Sexo y Área de Residencia, 2018 en áreas rurales recibieron un préstamo grupal. Esta cifra 60 fue cinco veces más alta que el 3 por ciento observado para 46 48 46 50 42 42 42 los hombres rurales. Compartamos es la entidad microfi- 38 36 Porcentaje 40 30 32 nanciera más grande de México; a diciembre de 2017 tenía 30 26 19 2.4 millones de clientes, de los cuales el 90 por ciento eran 20 10 mujeres. Sin embargo, un reciente RCT de una expansión 0 de microcréditos en Compartamos no encontró eviden- 2012 2015 2018 2012 2015 2018 cia de impactos transformadores en el microemprendi- Nacional Rural miento, los ingresos, la oferta laboral, los gastos, el estatus Hombres Mujeres social o el bienestar subjetivo (según fueron medidos por Fuente: Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018, Instituto Nacional 37 resultados en estos seis dominios) (Angelucci, Karlan, de Estadística y Geografía (INEGI) y la Comisión Nacional Bancaria y y Zinman 2015). de Valores (CNBV). Nota: La encuesta engloba la población adulta de 18 a 70 años. La mayor brecha de género en la inclusión finan- ciera está relacionada con el acceso a un fondo para FIGURA 3.24 Porcentaje de Adultos Mexicanos con el retiro. La brecha de género más grande — referida una Cuenta Bancaria, por Tipo de Cuenta y Sexo, 2018 al acceso a un fondo para el retiro o ahorros para la jubi- lación — es de 18.6 puntos porcentuales en las áreas rura- Fondo de inversión les y de 17.6 puntos porcentuales en las áreas urbanas, Plazo fijo lo cual resulta en un mayor riesgo de pobreza para las Corriente mujeres en la vejez 19. Un factor que podría explicar esta Ahorros brecha de género es la mayor participación de los hom- bres en la fuerza laboral frente a las mujeres. Además, Transf. gobierno como se mostró anteriormente, es más probable que las Retiro mujeres trabajen en el sector informal, por lo que no esta- Nómina rían pagando contribuciones sociales; lo cual las exclui- ría de los beneficios de retiro. 0 10 20 30 40 50 60 70 Porcentaje Uso y Expansión Hombres Mujeres de la Infraestructura Financiera Fuente: Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y Comisión Nacional Bancaria y La mayor inclusión financiera se ha dado a través de de Valores (CNBV). Nota: Tipo de cuenta bancaria para quienes reportaron tener una. La encuesta una expansión en las cuentas bancarias. La proporción engloba la población adulta de 18 a 70 años. de mujeres con una cuenta bancaria aumentó en 16 pun- tos porcentuales muy significativos (del 30 por ciento al por ciento de las mujeres; lo cual es un reflejo de la gran 46 por ciento) entre 2012 y 2018, en comparación con brecha en la participación de la fuerza laboral en el sec- un aumento de 4 puntos porcentuales para los hombres tor formal. En contraste, alrededor del 27 por ciento de durante el mismo período (Figura 3.23) 20. La mayor parte las mujeres que reportaron tener una cuenta bancaria de este aumento tuvo lugar en las áreas rurales, donde las tenía una cuenta que era utilizada para las transferen- mujeres que tenían cuentas pasaron del 19 por ciento al cias del gobierno, en comparación con el 7 por ciento 42 por ciento durante el mismo período. Como se señaló de los hombres. anteriormente, este aumento está asociado con la rea- lización de transferencias gubernamentales a través de A pesar de las mejoras en la infraestructura financiera pagos electrónicos. Un mayor porcentaje de hombres destinadas a aumentar el acceso en las comunidades que reportaron ser dueños de una cuenta bancaria, tiene de difícil llegada, un mayor porcentaje de mujeres rura- una cuenta de nómina — es decir, una cuenta “corriente” les sigue utilizando las sucursales bancarias más que donde los empleadores depositan sus salarios (Figura otros canales. En la última década, el panorama finan- 3.24). Alrededor del 63 por ciento de los hombres que ciero en México se ha visto alterado por una fuerte expan- declararon tener una cuenta bancaria tenía algún tipo sión de la infraestructura financiera y de la disponibilidad de cuenta de nómina en 2018, en comparación con el 42 de productos y servicios 21. La nueva legislación aumentó 54 | Diagnóstico de Género en México la accesibilidad y la conveniencia de los servicios financie- fondos provienen de amigos y familiares. Según la Base ros con tiendas con puntos de servicio (POS, por sus siglas de Datos de Inclusión Financiera en el Mundo (Global en inglés) y cajeros automáticos. Sin embargo, en 2018, Findex) del Banco Mundial, el 33.8 por ciento de los hom- un porcentaje mayor de mujeres rurales (30 por ciento) bres en 2017 pudo obtener fondos de emergencia, mientras continuó utilizando las sucursales bancarias más que otros que solo el 20.8 por ciento de las mujeres pudo hacerlo, canales (28 por ciento para tiendas POS y 22 por ciento para lo cual pone a las mujeres en una situación más vulnera- cajeros automáticos) (Figura 3.25). En contraste, los caje- ble 22. La principal fuente de fondos de emergencia para ros automáticos fueron el canal más comúnmente utilizado las mujeres son las redes sociales, como los amigos y fami- por las mujeres urbanas: el 52 por ciento reportó haber uti- liares (40 por ciento para aquellas que pudieron recau- lizado uno en el último año. Por lo tanto, hasta ahora, los dar fondos de emergencia) (Figura 3.26). En contraste, canales diseñados para aumentar el acceso financiero han la principal fuente de financiamiento de emergencias sido principalmente beneficiosos para aquellos con mayor para los hombres es el ingreso laboral (para el 37.5 por conocimiento y capacidad financiera, principalmente ciento de los hombres). Es interesante que el 17.5 por en áreas urbanas (Reddy, Bruhn y Tan 2013). Sin embargo, ciento de las mujeres haya considerado un préstamo for- esto podría cambiar en el futuro. La evidencia empírica mal de un banco, empleador o prestamista privado como muestra que los clientes comienzan a aprovechar la reduc- la principal fuente de fondos de emergencia, frente a solo ción de los costos de transacción asociada con las nue- el 12.2 por ciento de los hombres. vas tecnologías de bajo costo solo después de que se esta- blece la confianza (por ejemplo, monitoreando los saldos FIGURA 3.26 Fuente Principal de Fondos a través de los cajeros automáticos) (Bachas et al. 2018). de Emergencia de la Población Mexicana con Acceso a Tales Fondos, por Sexo, 2017 FIGURA 3.25 Uso de Infraestructura Financiera 100 en México en el Último Año, por Canal de Acceso, 3.9 2.9 5.4 Sexo y Área de Residencia, 2018 90 17.5 12.2 70 80 60 58 47 44 52 49 53 Otra 50 Porcentaje 70 40 36 21.6 Venta de activos 31 28 32 30 30 22 60 Préstamo de un banco, 20 Porcentaje 37.5 empleador o prestamista 10 50 privado 0 Tienda ATM Sucursal Tienda ATM Sucursal POS bancaria POS bancaria 40 Ingresos laborales 40.0 Urbana Rural 19.6 Familia o amigos 30 Hombres Mujeres Ahorros 20 Fuente: Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y Comisión Nacional Bancaria y 21.4 10 17.1 de Valores (CNBV). Nota: “Tienda POS” se refiere a pequeñas tiendas y farmacias con punto de servicio 0 (POS) que prestan servicios bancarios, también conocidos como “corresponsales Hombres Mujeres bancarios”. ATM = cajero automático. La encuesta engloba la población adulta de 18 a 70 años. Fuente: Base de Datos sobre la Inclusión Financiera en el Mundo (Global Findex) 2017, Banco Mundial, https://globalfindex.worldbank.org/. Nota: La encuesta engloba la población de 15 años o más. Habilidad para Lidiar con Gastos Inesperados y Shocks Las mujeres tienen menor acceso a todo tipo de cré- La inclusión financiera puede ayudar a reducir dito. Las mujeres tienen menos acceso que los hombres al la pobreza proporcionando formas de sobrevivir los crédito informal en los países de ingresos bajos y medios choques económicos como el desempleo, la sequía (Ongena y Popov 2016). La situación en México no es o las inundaciones, la pérdida de un sustento de la fami- diferente: mientras que el 27 por ciento de los hombres lia o evitando que las personas caigan en la pobreza utilizó crédito informal en 2018, solo el 25 por ciento de en primer lugar. Solo una de cada cinco mujeres las mujeres lo hizo 23. Más aun, el 46 por ciento de las en México puede obtener fondos de emergencia para mujeres no tuvo acceso a ningún tipo de crédito en 2018 enfrentar un choque inesperado, y la mayoría de estos (Figura 3.27, panel a), lo cual limita sus oportunidades CAPÍTULO 3: Oportunidades Económicas | 55 FIGURA 3.27 Uso del Crédito y Ahorro Formal e Informal Barreras al Acceso de las Mujeres en México, por Sexo, 2018 a los Servicios Financieros a. Crédito b. Ahorro La expansión de los servicios financieros abrió oportu- 50 46 35 31 31 33 31 40 nidades económicas para las mujeres, aunque no nece- 30 40 25 23 sariamente como emprendedoras. El reciente aumento Porcentaje Porcentaje 2725 20 30 20 16 15 del acceso a servicios financieros en México ha recibido 20 20 17 15 13 12 atención de la literatura académica, y estudia su impacto 10 10 en el mercado laboral. Bruhn y Love (2011) estudian 5 0 0 el efecto en las oportunidades económicas para los pobres Solo Solo Ambos Ninguno Solo Solo Ambos Ninguno informal formal informal formal de un aumento masivo de los servicios bancarios en México debido a la apertura en 2002 de Banco Azteca, el cual Hombres Mujeres se dirige a hogares de bajos ingresos 24. Encuentran que Fuente: Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). el mayor acceso al sistema financiero para hombres y muje- Nota: “Uso” se refiere a si la persona ahorró o tuvo crédito durante el año pasado. res de bajos ingresos tuvo un impacto positivo, pero dife- Las principales fuentes de servicios financieros “informales” incluyen a la familia, los amigos, renciado, en el empleo. Para las mujeres, aumentó la opor- las tandas (Asociaciones de crédito y ahorro rotativo, [ROSCA]), asociaciones de ahorro, compra o venta de activos y casas de empeño. La encuesta engloba la población adulta tunidad de empleo asalariado. Para los hombres, fomentó de 18 a 70 años. la creación de nuevos negocios, en su mayoría de carác- ter informal. Además, la expansión de los servicios finan- de negocios y las opciones para enfrentar gastos inespe- cieros dió lugar a niveles de ingresos más altos tanto para rados. De hecho, estudios anteriores documentaron que los hombres como para las mujeres, pero este aumento las empresas de propiedad de mujeres tienen menor pro- fue dos veces mayor para las mujeres que para los hom- babilidad de obtener préstamos bancarios que sus contra- bres (alrededor del 9 por ciento para las mujeres y del 4.8 partes de propiedad de hombres (Love y Sánchez, 2009). por ciento para los hombres). Fareed et al. (2017) encuen- Proporcionar a las mujeres un mayor acceso al sistema tran que la inclusión financiera (medida por un índice financiero formal representa un mercado rentable y no de inclusión financiera) está vinculada positivamente con explotado para las instituciones financieras. La evidencia el emprendimiento y puede abrir oportunidades económi- sugiere que las mujeres tienen tasas de incumplimiento cas para las mujeres emprendedoras. Sin embargo, la rela- más bajas y, por lo tanto, requieren menores reservas de ción positiva no se mantiene para las mujeres emprende- capital. En promedio los préstamos requerirían un 4 por doras que trabajan en el sector informal o para las mujeres ciento menos de capital debido a préstamos en mora de que trabajan en el sector del comercio; lo cual destaca las las mujeres (CONAIF 2018). barreras de entrada, incluidas las financieras, y los pro- blemas relacionados con el nivel de educación financiera Si bien los ahorros informales han disminuido sustancial- básica. Este hallazgo podría estar relacionado con el hecho mente, las mujeres tienden a ahorrar utilizando canales de que, como se mencionó anteriormente, muchas mujeres informales, mientras que es más probable que los hom- son emprendedoras informales “por necesidad” en lugar bres utilicen servicios formales de ahorro. Según la ENIF de como respuesta a una oportunidad económica. de 2018, el 31 por ciento de los hombres y las mujeres aho- rró utilizando canales informales, frente al 47 por ciento En particular, solo una pequeña parte de las mujeres y el 49 por ciento en 2015, respectivamente (Figura 3.27, posee activos de alto valor que podrían servir como panel b). Las mujeres tienden a utilizar canales informa- garantía para un préstamo. El acceso desigual al crédito les con mayor frecuencia, incluidas las “tandas” (término se debe, en gran medida, a las desigualdades en cuanto mexicano para las asociaciones informales de ahorro y cré- a los activos de alto valor, tales como las casas y la tie- dito rotativo [ROSCA]), los ahorros “debajo del colchón”, rra, los cuales sirven de garantía para préstamos (como la familia y las amistades, o la compra de activos. En con- se muestra en el capítulo 2, Figura 2.19). traste, es más probable que los hombres utilicen mecanis- mos de ahorro más formales, como los depósitos en ban- Sin embargo, las nuevas tecnologías que permiten la cap- cos comerciales. Si bien la evidencia empírica muestra tura y utilización de datos pueden reducir los requisitos que las mujeres tienden a ahorrar más que los hombres de grandes garantías y aumentar la inclusión financiera con respecto a su nivel de ingresos (GBA 2015), la eviden- de las mujeres. Las instituciones financieras tienen una cia de la ENIF 2018 de México muestra que solo el 15 por gran cantidad de información sobre sus clientes que ape- ciento de las mujeres ahorra utilizando canales formales. nas utilizan (flujo de caja del negocio, activos, educación, 56 | Diagnóstico de Género en México empleo, etc.). Esta información podría ser utilizada para construir un algoritmo para predecir la solvencia crediti- RECUADRO 3.3 El Potencial de Fintech para Cerrar la cia de los nuevos prestatarios en lugar de confiar en una Brecha de Género en el Acceso al Financiamiento garantía elevada (Recuadro 3.3). Esta tecnología podría La innovación juega un papel importante para la inclusión financiera ayudar a reducir la asimetría entre prestatarios y pres- y para reducir las disparidades de género, permitiendo llegar a pobla- tamistas a través de puntajes de crédito que determinen ciones desatendidas y de difícil acceso. La penetración de la tecnolo- la probabilidad de incumplimiento de pago de un préstamo. gía es relativamente alta y continúan surgiendo empresas innovadoras de tecnología financiera (Fintech) en México; fueron registradas 238 nue- A pesar del aumento en la disponibilidad de produc- vas empresas (start-ups) en 2017a, las cuales ofrecen servicios de prés- tos y servicios financieros y en la tenencia de cuentas tamos entre pares, calificación crediticia, pagos, financiación colectiva en los últimos años — particularmente entre las mujeres (crowdfunding) y monedas digitales, entre otros. Además, en México en las áreas rurales–, la inclusión financiera con respecto existe una demanda latente, pues actualmente hay 54.8 millones de telé- al uso de productos financieros sigue siendo un desafío. fonos inteligentes y 44.4 millones de hogares con acceso a Internetb. En 2018, solo el 41 por ciento de las mujeres que declararon Las nuevas empresas de Fintech en México están desarrollando nue- tener una cuenta bancaria la había utilizado en el último vas tecnologías que podrían reducir las brechas de género en el acceso año, y el 60 por ciento que poseía una tarjeta de débito al financiamiento mediante el uso de datos administrativos o “Big Data” no la utilizaba para comprar bienes 25. Es fundamental de los prestatarios, lo cual podría reemplazar las garantías tradiciona- les. Esto beneficiaría particularmente a las mujeres excluidas, desde ir más allá del acceso para fomentar el uso de productos una perspectiva financiera, dado que tienen menos probabilidades que y servicios financieros. La expansión del acceso al ahorro los hombres de poseer activos de alto valor que pueden usarse como a través de la apertura de cuentas a través de las transferen- garantía. Por ejemplo, Konfío es una empresa emergente de tecnología cias G2P no es suficiente para fomentar el uso de la cuenta financiera en México que ofrece microcréditos a tasas más bajas que y afectar el bienestar (Dupas et al. 2018). los bancos tradicionales y utiliza algoritmos predictivos que permiten la aprobación del crédito en unas pocas horas. Es importante crear conciencia e impartir, a las perso- La nueva tecnología puede simplificar los procedimientos y reducir los nas que recién han sido bancarizadas, educación finan- costos para cumplir con las regulaciones. La tecnología antigua y las ciera básica. En promedio, las mujeres tienen menos edu- regulaciones estrictas pueden reducir el acceso a servicios financieros cación financiera básica que los hombres y están menos formales para personas de bajos ingresos (incluidas las mujeres rura- familiarizadas con la terminología bancaria y financiera les, que a menudo carecen de documentación) e imponer procesos adi- (OCDE, 2013). A medida que la disponibilidad de los pro- cionales que encarecen los servicios financieros. Fintech simplifica los ductos financieros aumenta, desarrollar las capacidades procesos operativos y permite realizar análisis más detallados y menos financieras es crucial para acelerar la inclusión finan- costosos que mejoran la transparencia y, al mismo tiempo, mantienen la privacidad personal y la seguridad de la actividad financiera. Además, ciera de las mujeres 26. Si bien la eficacia de los programas Fintech ha cambiado los servicios de pago transfronterizo y de reme- de educación financiera básica no es concluyente para toda sas, ofreciendo mejores servicios, más baratos y que, al mismo tiempo, la población, sí tienen un impacto en grupos con bajos reducen el costo para cumplir con las regulaciones. niveles iniciales de educación y de conocimientos finan- a. Datos sobres las empresas nuevas de Fintech de Finnovista Fintech Radar México, cieros básicos (Cole, Sampson y Zia 2011) o en los jóvenes https://www.finnovista.com/. (Bruhn et al. 2013). Por ejemplo, sesiones de educación b. Datos sobre el acceso a la tecnología de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad financiera para agricultores rurales aumentaron las tasas y Uso de las Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2016, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI): https://datos.gob.mx/busca/dataset/ de uso efectivo de los seguros en China (Cai, De Janvry encuesta-nacional-sobre-disponibilidad-y-uso-de-tic-en-hogares-endutih. y Sadoulet 2013). De manera similar, los mensajes finan- cieros transmitidos a través de una telenovela popular en Sudáfrica mejoraron los comportamientos financieros mujeres (Docquier, Lowell y Marfouk 2009; Duflo 2012; deseables, tales como obtener un préstamo de una insti- Dupas y Robinson 2009; Morawczynski y Pickens 2009). tución financiera formal en lugar de acudir a otras opcio- De manera similar, el crecimiento de la industria Fintech nes de mayor costo (Berg y Zia 2013). podría reducir la brecha de género en la inclusión finan- ciera gracias a la mayor disponibilidad a la tecnología digi- Más allá de la capacitación, las nuevas formas alter- tal (Recuadro 3.3). El porcentaje de personas que poseen nativas de financiamiento digital abren un nuevo con- un teléfono celular ha aumentado rápidamente entre 2012 junto de servicios, canales y oportunidades de valor y 2016, particularmente en las áreas rurales. El acceso a telé- para las mujeres. La evidencia ha demostrado que los fonos celulares de las mujeres rurales aumentó en 16.7 pun- pagos digitales aumentan la seguridad, la privacidad y el tos porcentuales, un aumento ligeramente mayor, de 17.5 control sobre los fondos recibidos, especialmente para las por ciento para los hombres (Figura 3.28). Sin embargo, CAPÍTULO 3: Oportunidades Económicas | 57 FIGURA 3.28 Porcentaje de la Población Mexicana con también existen diferencias importantes entre las mujeres, Teléfono Celular, por Sexo y Área de Residencia, 2012 – 16 dado que el 80.3 por ciento de las mujeres indígenas tenía un teléfono celular, en comparación con el 87.9 por ciento 100 90.0 de las mujeres no indígenas, en 2016; si bien esta brecha ha 89.5 90 86.0 85.6 disminuido desde 2012 27. A pesar del mayor acceso de las 83.4 82.7 mujeres a los teléfonos móviles, los hombres tienen más Porcentaje 80 77.0 76.6 72.6 72.5 probabilidades que las mujeres de utilizar pagos digitales 70 y servicios móviles. Según la Global Findex, el porcentaje 60 55.1 55.7 de hombres adultos (de 15 años o más) con una cuenta móvil aumentó de 4.1 por ciento en 2014 a 7.1 por ciento 50 Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres en 2017, mientras que el porcentaje de mujeres adultas con Nacional Urbana Rural una cuenta móvil pasó de 2.8 por ciento a 4.2 por ciento 2012 2014 2016 durante el mismo período y, por lo tanto, ha aumentado la brecha de género (en 1.6 puntos porcentuales) en 2017 28. Fuente: Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2012 – 16, Instituto Similarmente, una mayor proporción de hombres, en rela- Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). ción con las mujeres, utiliza tecnología digital para realizar Nota: La encuesta engloba la población de 12 años o más. pagos, pagar facturas y realizar compras en línea (Figura 3.29). El servicio más grande es el pago digital, habiendo FIGURA 3.29 Uso de Servicios de Internet y Telefonía Celular utilizado este servicio el 36 por ciento y el 28 por ciento de en México, por Sexo, 2017 hombres y mujeres, respectivamente, durante el último año. Realizó o recibió 36 Finalmente, es necesario fomentar la confianza en el sec- pagos digitales 28 tor financiero. Una de cada cuatro personas en México Usó internet para 15 comprar algo en línea 12 carece de la confianza suficiente en el sistema financiero Usó internet para 11 como para abrir una cuenta, y aproximadamente el 18 por pagar cuentas 8 ciento de los titulares de cuentas no confían en los servicios Usó un teléfono móvil o internet 7 móviles. En 2017, el 26.7 por ciento de la población no ban- para acceder a una cuenta 7 carizada (de 15 años o más) declaró la falta de confianza 0 10 20 30 40 en las instituciones financieras como una barrera para Porcentaje tener una cuenta en México (Figura 3.30) 29. La encuesta Hombres Mujeres de 2018 mostró que de los 31.5 millones de personas que tienen una cuenta bancaria (de los cuales 15.4 millones Fuente: Base de Datos sobre la Inclusión Financiera en el Mundo (Global Findex), Banco Mundial: https://globalfindex.worldbank.org/. son mujeres), el 73.4 por ciento (23.2 millones) no tiene Nota: La encuesta engloba la población de 15 años o más que reporta haber usado el servicio banca celular 30. De estos, el 18 por ciento declaró que esto de dinero móvil en los últimos 12 meses. se debía a la falta de confianza (Figura 3.31). FIGURA 3.30 Motivos para No Tener una Cuenta Bancaria FIGURA 3.31 Motivos de los Titulares de Cuentas en México, 2017 Bancarias en México para No Utilizar Servicios de Banca Móvil, 2018 Fondos insuficientes Cuentas demasiado costosas Prefiere otra opción % Falta de confianza % % Falta de confianza % Demasiado lejos Es demasiado complicado No sabe cómo contratarlos Falta de documentación % El celular no lo permite Miembro familiar tiene una cuenta % No conoce el servicio Motivos religiosos % No tiene internet No necesita una cuenta % El banco no lo permite % 0 10 20 30 40 50 Otros Porcentaje Fuente: Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018, Instituto Nacional de Fuente: Base de Datos sobre la Inclusión Financiera en el Mundo (Global Findex) 2017, Banco Estadística y Geografía (INEGI) y Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Mundial: https://globalfindex.worldbank.org/. Nota: La encuesta engloba la población de 18 a 70 años que tiene una cuenta Nota: La encuesta engloba la población de 15 a 18 años que no tiene una cuenta bancaria. bancaria, pero que no utiliza servicios de banca móvil. 58 | Diagnóstico de Género en México NOTAS 1. “Youth not in employment, education or training (NEET)”, 12. Existe cierta evidencia internacional de que las empresas base de datos de la OCDE: https://data.oecd.org/youthinac/ tienden a contratar a CEO mujeres en tiempos de crisis, youth-not-in-employment-education-or-training-neet. de modo que el desempeño de las empresas está en parte htm. En América Latina, esta población es conocida como preestablecido antes de que las mujeres asuman su gestión. “ninis” porque “ni estudia ni trabaja”. Además, esta selección negativa en el desempeño afecta 2. En México, el promedio de horas semanales trabajadas es a las mujeres, de modo que también son más propensas que de 45.6, una de las más altas de los países de la OCDE los hombres a ser despedidas por el desempeño negativo de o de América Latina y el Caribe (Base de datos de la OCDE, la empresa — un fenómeno llamado “efectos de acantilado http://stats.oecd.org). de cristal” (Ellemers et al. 2012). Sin embargo, no se ha 3. Índice para una Vida Mejor de la OCDE: realizado un trabajo similar para México. http://www.oecdbetterlifeindex.org. 13. Definición de la Encuesta Nacional de Financiamiento 4. Estimaciones basadas en datos de la Encuesta de Trabajo de las Empresas (ENAFIN) 2015, Instituto Nacional de y Corresponsabilidad Social (ELCOS) 2012, Instituto Estadística y Geografía (INEGI): http://en.www.inegi.org. Nacional de Estadística y Geografía (INEGI): http://en.www. mx/programas/enafin/2015/. inegi.org.mx/programas/elcos/2012/default.html. 14. Datos de acceso al financiamiento de la Encuesta Nacional 5. El programa de Estancias Infantiles tuvo como de Inclusión Financiera (ENIF), llevada a cabo por la objetivo apoyar a las madres trabajadoras y a los Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el padres solos a través del acceso a servicios de cuidado Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI): http:// y atención infantil (“Programa de Estancias Infantiles en.www.inegi.org.mx/programas/enif/2018/default.html. para Apoyar a Madres Trabajadoras”, Acciones y 15. Los G2P a menudo son considerados como el primer paso Programas, página web de la Secretaría de Bienestar: en la construcción de la infraestructura y de la asociación https://www.gob.mx/bienestar/acciones-y-programas/ público-privada que son cruciales para promover la estancias-infantiles-para-apoyar-a-madres-trabajadoras). inclusión financiera (Cozzo 2013). 6. Datos de empleo, desempleo y subempleo de la Encuesta 16. Bansefi (Banco del Ahorro Nacional y Servicios Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), Instituto Financieros) es un banco estatal creado para aumentar Nacional de Estadística y Geografía (INEGI): el ahorro y la inclusión financiera de poblaciones http://en.www.inegi.org.mx/proyectos/enchogares/ desatendidas. Sin embargo, con solo 500 sucursales en regulares/enoe/. todo el país, muchos beneficiarios incurrían en grandes 7. Estimaciones basadas en la Encuesta Nacional de Ingresos costos de transacción. En 2016, el 82 por ciento de los y Gastos de los Hogares–Nueva Serie (ENIGH-NS) 2016, clientes de Bansefi eran mujeres y el 63 por ciento formaba Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI): parte del programa TCE. https://www.inegi.org.mx/programas/enigh/nc/2016/. 17. ENIF 2018. 8. Datos de empleo de la Encuesta Nacional de Ocupación y 18. Los préstamos grupales se refieren a préstamos, en su Empleo (ENOE) 2018Q3, Instituto Nacional de Estadística y mayoría dirigidos a un grupo de mujeres, que no requieren Geografía (INEGI), http://www.beta.inegi.org.mx/app/tmp/ garantías sino una responsabilidad solidaria del grupo. Infoenoe/Default_15mas.aspx. 19. ENIF 2018. 9. Estimación de la brecha salarial mediante la 20. Datos de inclusión financiera de la ENIF 2012 y 2018. armonización del Banco Mundial–SEDLAC (Base de Datos 21. Desde 2002, las autoridades bancarias mexicanas han Socioeconómicos para América Latina y el Caribe) basada apoyado cambios legales para permitir que bancos en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los especializados, como Banco Azteca y Banco Walmart, Hogares–Nueva Serie (ENIGH-NS) 2016, Instituto Nacional operen desde tiendas que tienen una fuerte presencia física de Estadística y Geografía (INEGI). en todo el país. Además, en 2009, se aprobó legislación 10. Datos sobre mujeres empleadoras de la Encuesta Nacional para proporcionar un marco habilitador para que terceros de Ocupación y Empleo (ENOE) 2018t3, Instituto Nacional (como tiendas o farmacias) presten servicios bancarios. de Estadística y Geografía (INEGI): Consultar la ley: http://dof.gob.mx/nota_detalle. http://en.www.inegi.org.mx/proyectos/enchogares/ php?codigo=5306829&fecha=16/07/2013. regulares/enoe/. 22. Datos sobre el acceso a fuentes de fondos de emergencia de 11. El Programa de Emprendimiento de Alto Impacto, dirigido la Base de Datos sobre la Inclusión Financiera en el Mundo por el Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM) del (Global Findex) de 2017, Banco Mundial: Ministerio de Economía, apunta a apoyar a las pequeñas https://globalfindex.worldbank.org/. y medianas empresas mexicanas a través de un esquema 23. Datos sobre acceso y uso del crédito de la ENIF 2018. de donaciones con contrapartida para potencializar 24. Banco Azteca, perteneciente al gigante minorista Grupo su desarrollo y aumentar su capacidad de alcanzar el Electra SA, abrió sus primeras sucursales dentro éxito. Las empresas objetivo son empresas nuevas (start- de cadenas de tiendas. Abrió 800 sucursales ups) y más establecidas, pero aún jóvenes (“scale-up”) simultáneamente en 2002 (Bruhn y Love 2011). A partir que ofrecen un producto, servicio o modelo de negocio de esta infraestructura, pudo abrir un gran número de innovador, con un alto potencial para competir a nivel sucursales a la vez. Ahora tiene sucursales bancarias mundial y generar un alto impacto en los resultados independientes además de las de las tiendas. económico, social y ambiental. 25. Datos sobre el uso de servicios financieros de la ENIF 2018. CAPÍTULO 3: Oportunidades Económicas | 59 26. Las capacidades financieras se entienden como las http://en.www.inegi.org.mx/programas/enigh/ capacidades de los consumidores para tomar decisiones tradicional/2014/default.html. financieras razonables y utilizar los productos financieros 28. Base de datos Global Findex de 2017: https://globalfindex. de manera efectiva y responsable, según la definición de worldbank.org/. Reddy, Bruhn y Tan (2013). 29. Datos sobre barreras para abrir una cuenta de la base 27. Estimaciones de la Encuesta Nacional de Ingresos y de datos Global Findex de 2017. Gastos de los Hogares (ENIGH) 2012, 2014 y 2016, Instituto 30. Datos sobre el uso de servicios de banca móvil Nacional de Estadística y Geografía (INEGI): de la ENIF 2018. 60 | Diagnóstico de Género en México Capítulo 4: Agencia La agencia de las mujeres se refiere a su capacidad para de una década antes de que los problemas de las muje- tomar decisiones libres de restricciones y para trans- res se conviertan en una cuestión de política pública que formar esas elecciones en acciones, para que puedan requiere la intervención del estado. Los primeros esfuer- aprovechar las oportunidades que ofrecen las socieda- zos para estructurar tal intervención aparecieron durante des. Las restricciones que enfrentan las mujeres en cuanto el gobierno de Ernesto Zedillo (1994 – 2000), con el ini- a la su capacidad de acción, en forma de normas sociales cio del Programa Nacional de la Mujer 1995 – 2000 y el esta- o sesgos institucionales, a menudo subyacen bajo prác- blecimiento de la Comisión Nacional de la Mujer. El pro- ticas discriminatorias que impiden su acceso equitativo pósito principal de la comisión era coordinar las agencias a las dotaciones y oportunidades económicas, en relación federales bajo los objetivos establecidos por el Programa con los hombres, en todas las áreas de la vida, y desde Nacional (un precursor del Instituto Nacional de las el útero hasta la vejez (Banco Mundial 2012). La agencia Mujeres [INMUJERES], que fue establecido durante la admi- es, por lo tanto, la base clave para que las mujeres estén nistración de Vicente Fox en enero de 2002). en igualdad de condiciones con los hombres en la socie- dad, porque afectará en gran medida las decisiones sobre las inversiones en capital humano y, en última instancia, Margo Legal Nacional las posibilidades de las mujeres de convertirse en agentes sociales y económicos activos. Este capítulo primero revisa Ley para la Creación de INMUJERES el marco legal, institucional y de políticas para la igual- dad de género en México, como un elemento clave del A partir de 1991, fueron aprobadas cuatro leyes princi- entorno propicio para la agencia de las mujeres mexica- pales que brindaron una estructura al marco institucio- nas. Luego, el capítulo explora las diferencias existentes nal para la igualdad de género. La primera fue la Ley del en la agencia entre los hombres y las mujeres de México Instituto Nacional de las Mujeres (Ley del INMUJERES), en tres áreas: normas sociales y de género, violencia con- aprobada en enero de 2001, la cual estableció que todas tra las mujeres y participación política. las dependencias y entidades federales, el poder legisla- tivo federal y el poder judicial federal debían incluir una perspectiva de género en la planificación e implementa- MARCO LEGAL ción de todas las políticas, programas y acciones institu- cionales 1. Este fue el primer esfuerzo para introducir la E INSTITUCIONAL PARA transversalidad de la perspectiva de género en la admi- LA IGUALDAD DE GÉNERO nistración pública mexicana (Recuadro 4.1). La Ley del INMUJERES también determinó que INMUJERES debía El debate sobre la necesidad de políticas de género supervisar el cumplimiento de los objetivos de igualdad comenzó a fines de los años setenta, pero no fue estruc- de género de todas las dependencias y entidades fede- turado sino hasta mediados de los noventa. En respuesta rales, con el poder de hacer observaciones y comenta- a las resoluciones de la Primera Conferencia Mundial sobre rios al poder legislativo y al poder judicial. El alcance la Mujer celebrada en la Ciudad de México en 1975, así de la Ley fue consolidado con el importante mandato como a las demandas de movimientos sociales incipien- de que INMUJERES diseñe el Programa Nacional para tes, se inició un diálogo sobre el acceso de las mujeres la Igualdad entre Mujeres y Hombres (PROIGUALDAD) a las oportunidades económicas. Sin embargo, el movi- como parte del proceso de planificación nacional (que miento se estancó debido a la grave crisis económica que se produce durante las primeras etapas de cada man- afectó al país a lo largo de los años ochenta. Pasaría más dato presidencial). 64 | Diagnóstico de Género en México RECUADRO 4.1 Planificación Nacional para la Igualdad de Género Entre 2001 (el año en que se fundó INMUJERES) y 2018, el Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres de México tuvo tres componentes: • Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y No Discriminación contra las Mujeres (PROEQUIDAD), 2001–06a • Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, 2008–12b • Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y No Discriminación contra las Mujeres, 2013–18.c Estos programas fueron documentos de guía importantes para la intervención y coordinación federal, y sirvieron como referencia para los gobier- nos estatales y municipales, dado que contenían y desarrollaban estrategias, programas y acciones generales orientados a lograr la igualdad de género. Estos programas también designaron a las dependencias y entidades federales que tendrían un papel más prominente en la imple- mentación de las intervenciones de políticas. a. Consultar http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/100517.pdf. b. Consultar http://www.hacienda.gob.mx/LASHCP/equidad/marco_legal/100919.pdf. c. Consultar http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5312418&fecha=30/08/2013. El principal objetivo del INMUJERES es promover accio- y lograr la igualdad de género. Dos rasgos instituciona- nes gubernamentales para prevenir la discriminación, les de este organismo merecen mayor énfasis: el primero crear igualdad de oportunidades y fomentar condiciones implica su diseño único como organismo descentralizado que faciliten la participación equitativa de las mujeres bajo la oficina de la presidencia (lo cual facilita su influen- en los ámbitos social, económico y político. La Ley del cia en la formulación de políticas). Debido a que depende INMUJERES determinó 24 responsabilidades institucionales directamente del jefe del poder ejecutivo, su alcance está específicas que cubren todo, desde la planificación, el pre- ampliamente definido y cubre todas las áreas de políticas. supuesto, la implementación y la evaluación hasta la vigi- El segundo rasgo incluye su estructura de liderazgo, como lancia directa de las intervenciones de política para redu- un organismo encabezado por un presidente que es ele- cir las disparidades de género. El mandato del INMUJERES gido por el ejecutivo de una lista corta de candidatos ela- es doble: el primero es horizontal e implica la promoción borada por su Junta de Gobierno (la principal autoridad de la transversalidad de la perspectiva de género en todas administrativa). La Junta de Gobierno está compuesta por las dependencias y entidades federales (y la coordinación la mayoría de los secretarios del gabinete, representan- exitosa entre ellas). El segundo es vertical e involucra tes del poder legislativo federal y del poder judicial y dos el apoyo de intervenciones de políticas con una perspec- consejos consultivos de representantes de organizaciones tiva de género y su correspondiente desarrollo institucio- de la sociedad civil y del mundo académico (Tabla 4.1) 2. nal a nivel estatal. Desde su inicio, el INMUJERES ha sido La membresía en la Junta de Gobierno de INMUJERES la pieza central del marco institucional de México para es notable, ya que refleja el propósito principal del orga- el avance de la mujer, así como el punto de coordinación nismo: (a) coordinar todas las acciones federales y (b) pro- de todas las acciones del gobierno federal para promover mover la política nacional sobre cuestiones de género. TABLA 4.1 Participantes del Marco Institucional de Género en México, 2019 Sistema Nacional para Sistema Nacional de Prevención, Junta de Gobierno la Igualdad entre Mujeres Atención, Sanción y Erradicación Participante de INMUJERES y Hombres de la Violencia contra las Mujeres Poder ejecutivo Inmujeres (presidencia) PRESIDENCIA SECRETARÍA EJECUTIVA Consejo Consultivo Consejo Social Secretaría de Gobernación PRESIDENCIA Secretaría de Relaciones Exteriores Secretaría de la Defensa Nacional CAPÍTULO 4: Agencia | 65 Sistema Nacional para Sistema Nacional de Prevención, Junta de Gobierno la Igualdad entre Mujeres Atención, Sanción y Erradicación Participante de INMUJERES y Hombres de la Violencia contra las Mujeres Secretaría de Marina Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Secretaría de Hacienda y Crédito Público Secretaría de Bienestar (Desarrollo Social) Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales Secretaría de Energía Secretaría de Economía Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación Secretaría de Comunicaciones y Transporte Secretaría de la Función Pública Secretaría de Educación Pública Secretaría de Salud Secretaría del Trabajo y Previsión Social Secretaría de Reforma Agraria Secretaría de Cultura Secretaría de Turismo Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas Oficina de la Presidencia de la República Agencias Regulatorias de Energía Órganos autónomos Fiscalía General de la República Comisión Nacional de los Derechos Humanos Instituto Nacional Electoral Suprema Corte de Justicia de la Nación Consejo de la Judicatura Federal Cámara de Diputados Senado de la República Nivel estatal Mecanismos para el Adelanto de las Mujeres en los Estados Fuentes: Ley para la creación del Instituto Nacional de las Mujeres, Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres y Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Nota: Las celdas verdes designan la participación en un marco de género dado. 66 | Diagnóstico de Género en México Ley General para la Igualdad entre Mujeres TABLA 4.2 Roles en el Marco Institucional para la Igualdad y Hombres de Género en México, 2019 Rol Igualdad Violencia La segunda ley, y probablemente la más relevante, es la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres Instituto Nacional Planificación Secretaría de Gobernación (LGIMH), que fue aprobada en agosto de 2006 3. Varias de las Mujeres características de esta ley tienen un impacto importante Sistema Nacional en el marco institucional para la igualdad de género. Las de Prevención, Atención, Todas las dependencias disposiciones de la Ley son obligatorias para todos los nive- Sanción y Erradicación y entidades federales les y poderes del gobierno — una característica que apoya de la Violencia contra Implementación las Mujeres la armonización de los principios rectores, tales como la   Sistema Nacional para estandarización de definiciones en la acción afirmativa, la discriminación contra la mujer, la igualdad de género, la la Igualdad de Mujeres y Hombres igualdad sustantiva, la perspectiva de género y la transver- salidad de la perspectiva de género. Guía los mecanismos Sistemas subnacionales Sistemas subnacionales básicos de coordinación entre las dependencias y entida- Instituto Nacional des federales, pero lo más importante es que exige estricta- Secretaría de Gobernación Vigilancia de las Mujeres mente marcos de ejecución claros para los gobiernos federa- y evaluacióna Comisión Nacional les, estatales y municipales. La Ley también obligó al poder de los Derechos Humanos ejecutivo federal a desarrollar una Política Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, que comprende dos Fuente: Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV): componentes: (a) el Programa Nacional para la Igualdad http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGAMVLV_130418.pdf. a. La vigilancia del presupuesto también la realiza la Auditoría Superior de la Federación, entre Mujeres y Hombres y (b) el Sistema Nacional para la la Secretaría de la Función Pública y, para algunos programas, el Consejo Nacional de Igualdad entre Mujeres y Hombres 4. Un sistema de coor- Evaluación de la Política de Desarrollo Social. dinación institucional confiable en y entre los poderes del gobierno (y también a nivel federal), el Sistema Nacional implementación específicos no solo a nivel nacional, sino es la pieza central de la Política Nacional (Tabla 4.2). Sus también a través de los gobiernos estatales, ya que directa- objetivos principales son promover la igualdad y el avance mente exige “mecanismos para el adelanto de las mujeres” de las mujeres, así como aumentar la conciencia y fomen- (Tabla 4.1) 8. Al igual que la LGIMH, la LGAMVLV estanda- tar un cambio en los estereotipos responsables de la vio- riza las definiciones (principalmente de los tipos de violen- lencia de género 5. El alcance de la LGIMH no se queda en cia contra las mujeres), ordena el diseño de un programa el nivel federal: la Ley también exige que todos los gobier- integral y requiere que los gobiernos estatales desarrollen nos estatales desarrollen un sistema para la igualdad de sistemas a nivel estatal. También hace hincapié en la reco- género y asignen los fondos necesarios para cualquier inter- pilación, la gestión y el uso efectivo de datos para la pla- vención de política necesaria para alcanzar esos objeti- nificación e implementación de políticas. Lo más impor- vos 6. Finalmente, la LGIMH otorga autoridad de vigilan- tante es que la LGAMVLV establece que el gobierno federal cia plena a la Comisión Nacional de Derechos Humanos. debe garantizar las asignaciones presupuestarias para ase- gurar tanto el funcionamiento del Sistema Nacional como la implementación del Programa Nacional LGAMVLV. Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia Ley Federal de Presupuesto La tercera ley importante fue la Ley General de Acceso y Responsabilidad Hacendaria​ de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV), aprobada en febrero de 2007 7. El objetivo de esta Ley es La cuarta ley fundamental se refiere a la Ley Federal de establecer pautas de coordinación para que los gobiernos Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, con espe- federales, estatales y municipales puedan prevenir, atender, cial énfasis en las reformas de 2012 que exigen la asignación sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. La de recursos federales a programas de políticas y acciones LGAMVLV tiene varios rasgos que la hacen única entre las gubernamentales destinados a reducir las disparidades de leyes de igualdad de género. Establece un Sistema Nacional género, la discriminación contra las mujeres y la violen- de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la cia contra las mujeres. Estas reformas prohíben la futura Violencia contra las Mujeres para fomentar mecanismos de reducción de esos recursos. La Ley Federal de Presupuesto CAPÍTULO 4: Agencia | 67 y Responsabilidad Hacendaria, por lo tanto, aseguró la sureño de Guerrero en 1987 (la Secretaría de la Mujer incorporación de intervenciones de política en diferentes de Guerrero). Sin embargo, otros estados no siguieron áreas del gobierno para mejorar el estatus de las mujeres el ejemplo sino hasta finales de los años noventa. En 1997, y, de varias maneras, involucró específicamente a diferen- el estado de Querétaro estableció el Consejo Estatal tes dependencias y entidades en el desarrollo de interven- de la Mujer y, en 1998, los estados de Colima, Sonora ciones de política para reducir las disparidades de género. y Quintana Roo crearon sus entidades estatales respec- Más allá de las intervenciones de política, las reformas tivas. Entre 1999 y 2000, otros 10 estados crearon insti- aseguraron recursos financieros para desarrollar todas tuciones comparables. En 2001 (el mismo año en que las estrategias, acciones y políticas públicas establecidas INMUJERES fue fundado), 7 estados más crearon institutos en los programas nacionales — algo que había sido errá- para mujeres. Hasta 2007, todos los 31 estados y el Distrito tico en años anteriores a pesar de la asignación de parti- Federal (ahora Ciudad de México) habían desarrollado das presupuestarias específicas desde 2008. instituciones dedicadas al adelanto de la mujer o a asun- tos de la mujer (Tabla 4.3). Sin embargo, las institucio- nes estatales para mujeres varían en su estatus dentro Marco Institucional Subnacional para de la jerarquía de la administración pública estatal. Hay 7 la Igualdad de Género estados que tienen una secretaría para la mujer, 11 donde el instituto para las mujeres tiene el mismo estatus admi- A nivel subnacional, el desarrollo de un marco institu- nistrativo que INMUJERES y 12 donde operan como orga- cional avanzó a un ritmo mucho más lento 9. La primera nismos descentralizadas bajo la Secretaría de Gobierno institución estatal para las mujeres fue creada en el estado o la Secretaría de Desarrollo Social. Solo el Instituto TABLA 4.3 Estado de las Instituciones Estatales para las Mujeres en México, 2019 Estado Año de inicio Estado a Enero 2019 Estado Año de inicio Estado a Enero 2019 Aguascalientes 2001 Morelos 2002 Baja California 2001 Nayarit 2003 Baja California Sur 1999 Nuevo León 2003 Campeche 2001 Oaxaca 2000 Chihuahua 2002 Puebla 1999 Chiapas 2000 Querétaro 1997 Coahuila 2001 Quintana Roo 1998 Colima 1998 Sinaloa 2000 Ciudad de México 2002 San Luis Potosí 2002 Durango 2000 Sonora 1998 Guerrero 1987 Tabasco 2001 Guanajuato 2001 Tamaulipas 2005 Hidalgo 2002 Tlaxcala 1999 Jalisco 2001 Veracruz 2007 Estado de México 2000 Yucatán 2002 Michoacán 1999 Zacatecas 1999 Secretaría de Estado Organismos descentralizados de la administración pública estatal o del despacho del gobernador Organismos descentralizados de la secretaría de gobierno Organismos descentralizados de la secretaría de desarrollo social Oficinas dependientes Source: Update of Ríos Cázares 2017. 68 | Diagnóstico de Género en México FIGURA 4.1 Instituciones Municipales para la Mujer en México, por Tipo y Estado, 2017 600 100 Porcentaje de municipos con una 90 oficina de asusntos de la mujer 500 80 Número de municipios 70 400 60 300 50 40 200 30 20 100 10 0 0 Guerrero México Querétaro Durango Michoacán Quintana Roo Zacatecas Chihuahua Jalisco Guanajuato Morelos Aguascalientes Hidalgo Sinaloa Baja California Colima Tabasco Sonora Campeche Oaxaca Nuevo León Chiapas Puebla Nayarit Coahuila Yucatán Tamaulipas Veracruz Baja California Sur Tlaxcala San Luis Potosí Número de municipios Institutos u oficinas municipales para la mujer Porcentaje de municipios con una oficina de asuntos de la mujer Fuente: Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales de 2017, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Estatal de la Mujer en el estado de Tlaxcala tiene un esta- dimensiones (ODS 5 sobre Igualdad de Género) junto tus más bajo, como entidad dependiente bajo la oficina del con otros objetivos de desarrollo, muchos de los cuales gobernador. En los últimos años, la tendencia se ha des- ayudarán a garantizar que las mujeres tengan acceso plazado hacia la transformación de estas instituciones a oportunidades económicas 12. Por ejemplo, los esfuer- en secretarías, lo que en teoría les otorgaría una mayor zos para reducir la pobreza (ODS 1) y mejorar el acceso influencia en la política 10. a la salud (ODS 3) y la educación (ODS 4) de calidad ayudarán a garantizar que las mujeres puedan parti- A nivel municipal, también se ha avanzado hacia el desa- cipar plenamente en la vida económica. rrollo institucional. México está compuesto por 2.457 gobiernos municipales (no distribuidos equitativamente • Como signatario de la Convención de las Naciones Unidas entre los estados). Las últimas cifras del Instituto Nacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación de Estadística y Geografía (INEGI) indican que el 35.6 por contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) desde ciento de los gobiernos municipales tiene una oficina 1981 13, el estado se ha comprometido a (a) incorpo- de asuntos de la mujer 11. Por supuesto, existe una amplia rar el principio de igualdad entre hombres y mujeres disparidad entre los estados. Por ejemplo, en los estados en su sistema legal, abolir todas las leyes discrimina- de Colima y Tabasco, prácticamente todos los gobier- torias y adoptar leyes apropiadas que prohíban la dis- nos municipales tienen un instituto u oficina para asun- criminación contra las mujeres; (b) establecer tribu- tos de la mujer. En el extremo opuesto del espectro, los nales y otras instituciones públicas para garantizar la estados de Campeche, Oaxaca y Sonora tienen institucio- protección efectiva de las mujeres contra la discrimi- nes similares en menos del 10 por ciento del total de sus nación; y (c) garantizar la eliminación de todos los municipios (Figura 4.1). actos de discriminación contra las mujeres por parte de personas, organizaciones o empresas. Convenciones Internacionales • Como signatario de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer México es signatario de varias convenciones internacio- (Convención de Belém do Pará), el Estado está obligado nales que tienen como objetivo erradicar la discrimina- a seguir, por todos los medios apropiados y sin dila- ción de género y prevenir la violencia contra las mujeres: ciones, políticas para prevenir, sancionar y erradi- car dicha violencia 14. Esto podría incluir disposicio- • Como signatario de los Objetivos de Desarrollo Sostenible nes en su legislación interna de naturaleza penal, civil, (ODS) de las Naciones Unidas (ONU), México está com- administrativa y de cualquier otro tipo que pudieran prometido con la igualdad de género en todas sus ser necesarias para prevenir, sancionar y erradicar la CAPÍTULO 4: Agencia | 69 violencia contra las mujeres. El estado también está limitados tienden a obligarlas a centrarse en temas espe- obligado a establecer procedimientos legales justos cíficos — principalmente, la prevención y atención a las y eficaces para las mujeres que han sido víctimas de mujeres víctimas de violencia de género. violencia, que incluyan, entre otras cosas, medidas de protección, una audiencia oportuna y el acceso efec- Además, existe preocupación por la eficacia de los esfuer- tivo a tales procedimientos. Finalmente, el estado está zos orientados a la transversalidad y la vigilancia de obligado a establecer los mecanismos legales y admi- género. A nivel federal, no está claro si INMUJERES ha nistrativos necesarios para garantizar que las mujeres tenido éxito en la evaluación y vigilancia de la transver- víctimas de violencia tengan acceso efectivo a resarci- salidad de la perspectiva de género en todas las depen- miento, reparación del daño u otros medios de com- dencias y entidades federales. Investigaciones recientes pensación justos y efectivos. muestran que no existe consenso entre las dependencias y entidades federales con respecto al alcance, la extensión A pesar de los avances en la coordinación institucio- y los mecanismos para hacer que la transversalidad de la nal, existen limitaciones financieras y de capacidad perspectiva de género sea una fundamentación básica para que continúan planteando barreras para una imple- las decisiones de gobierno y políticas (Martínez Medina mentación efectiva. La legislación en México ha anclado 2019). Un desafío final es que la asignación de fondos para mecanismos avanzados de coordinación institucional proyectos específicos carece de instrumentos de vigilancia para resolver los problemas de discriminación de género efectivos, lo que hace que no esté claro si las dependen- y violencia de género contra las mujeres. Además, existe cias y entidades federales han adoptado efectivamente la legislación secundaria que asegura fondos para interven- transversalidad de la perspectiva de género (CELIG 2018). ciones de política que persigan objetivos similares. Sin embargo, existen dos grandes desafíos para esta coordi- nación institucional: En primer lugar, la mayoría de los institutos para la mujer a nivel federal y estatal enfren- EVALUANDO EL MARCO tan serias limitaciones en cuanto a recursos financieros INSTITUCIONAL y humanos. En segundo lugar, a nivel subnacional, exis- ten serias dudas sobre la capacidad de las instituciones Las referencias internacionales con fines comparativos para influir en las políticas públicas, dado que sus recursos son útiles para evaluar la eficacia del marco institucio- nal existente. Las diferencias legales de género pueden dis- FIGURA 4.2 Barreras Legales para la Participación Económica minuir la participación de las mujeres en la fuerza labo- de las Mujeres en México y otros Grupos de Países, 2018 ral y socavar el crecimiento del producto interno bruto (PIB) (Gonzales et al. 2015). Para algunas economías, una 100 gran fracción de las diferencias entre países en cuanto 90 al producto per cápita puede ser atribuida a la desigual- 80 dad de género, y muchos países pueden aumentar dicho 70 producto al desalentar las barreras de género en el mer- 60 Puntaje 50 cado laboral (Calvalcanti y Tavares 2016). Para compren- 40 der dónde las leyes facilitan o impiden la participación 30 económica de las mujeres, el informe Mujer, Empresa y el 20 Derecho 2018 del Banco Mundial identifica las barreras 10 a la participación económica de las mujeres y alienta la 0 reforma de leyes diferenciadas por género en siete indi- Acceder a las instituciones Acudir a los tribunales Construir un historial crediticio Proteger a las mujeres contra la violencia Utilizar un trabajo para trabajar la propiedad Brindar Obtener incentivos cadores (Banco Mundial 2018d). Sobre la base de estos indicadores, este trabajo otorga puntajes a 189 economías, incluido México (Figura 4.2). 15 Los puntajes se obtienen calculando el promedio no ponderado de las preguntas México América Latina y el Caribe calificadas dentro de ese indicador y escalando el resul- Ingresos altos OCDE tado a 100, donde 100 indica un puntaje perfecto. Los Fuente: Banco Mundial 2018d. puntajes para México muestran que a pesar de los avan- Nota: OCDE = Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Los puntajes ces hacia la igualdad de género, persisten barreras lega- se obtienen calculando el promedio no ponderado de las preguntas calificadas dentro de ese indicador y escalando el resultado a 100 (puntaje perfecto que indica que no existen les para el empleo y el emprendimiento de las mujeres limitaciones). en algunas áreas. 70 | Diagnóstico de Género en México Acceso a las Instituciones y Uso son elegibles para los derechos sobre la tierra en el sis- tema Ejido (Recuadro 4.2), pero los hombres reciben más de la Propiedad bienes familiares a través de herencias que las mujeres El marco legal e institucional de México promueve (Almeida 2012). Asimismo, la ley reconoce las contribu- la igualdad de género en muchos aspectos, entre ellos, ciones no monetarias de las mujeres dentro del matrimo- garantizar la capacidad de las mujeres de acceder a las nio, lo cual podría afectar positivamente el acceso de las instituciones y a la propiedad. Los principios de igual- mujeres a la propiedad. dad de género y no discriminación están consagrados en la Constitución mexicana 16. El Código Civil Federal México también ha adoptado leyes para promover otorga a hombres y mujeres casados y ​​ solteros iguales dere- la representación política de las mujeres. Las leyes chos sobre la propiedad y la herencia. Las mujeres también en México establecen una cuota del 50 por ciento para RECUADRO 4.2 Los Ejidos y el Sistema de Comunidades México tiene un sistema único de tenencia de la tierra: el sistema de propiedad comunal de ejidos y comunidadesa. Esta estructura incluye dife- rentes tipos de propiedad: propiedad pública, propiedad privada y propiedad comunal. El 53 por ciento del total de la tierra en México es de pro- piedad comunal, y comprende 29,441 ejidos y 2,344 comunidades. Adicionalmente, el 62 por ciento de los bosques de México se encuentran bajo una estructura de propiedad comunal (el 32 por ciento restante pertenece a pequeños propietarios privados y el 6 por ciento es propiedad pública en forma de reservas forestales) (Banco Mundial 2018b). Los ejidos son sociedades formadas por campesinos a quienes el estado entregó tierra a través de la Reforma Agraria introducida después de la Revolución Mexicana con la Constitución de 1917 (Artículo 27). Dentro de un mismo ejido, ningún miembro de la comunidad (ejidatario) puede poseer una parcela mayor al equivalente al 5 por ciento de las tierras ejidales o comunales. Si un miembro del ejido fallece, los derechos de parcela se transmiten a través de una lista de sucesión que incluye los nombres y el orden de preferencia para la herencia. Cuando esa lista no existe, los derechos sobre la tierra son otorgados en primer lugar al cónyuge o concubina/o, luego al hijo, padre o madre u otra persona que dependa económicamente de la parcela. En el caso de las comunidades, el miembro de la comunidad también puede asignar derechos de pro- piedad o uso a familiares y residentes reconocidos por el comisariado comunal. En 1927, las mujeres fueron consideradas elegibles para tener derechos sobre la tierra, de manera condicional a su estado de solteras o viudas con una familia a su cargo. La reforma de la Ley Agraria de 1971 otorgó a las mujeres (a) el derecho a poseer tierras en las mismas condiciones que los hombres, (b) el derecho a voz y voto en asambleas y (c) el derecho a ser elegibles para los puestos de representación en las mismas con- diciones que los hombres. Además, la reforma de 1971 estableció que cada comunidad debía tener una “Unidad Agrícola Industrial para la Mujer”, conocida como “parcelas de la mujer”, exclusivamente para el uso productivo de las mujeres. (Sin embargo, en 1992, la nueva Ley Agraria eli- minó esta obligación). No obstante, en la actualidad solo el 19 por ciento de las tierras comunales corresponde a estas parcelas (la mayoría en Yucatán y las menos en Chiapas). Muchas de estas parcelas están lejos de los hogares (lo que impide que las mujeres las utilicen a dia- rio), son labradas por los hombres o son utilizadas para fines agrícolas (como el ganado) que tradicionalmente no son deberes de las mujeres. En 1992, las reformas constitucionales pusieron fin a la partición agraria e introdujeron cambios en el régimen de propiedad social, brindando seguridad jurídica a los propietarios, estableciendo límites en la extensión de los terrenos y otorgando a los miembros de la comunidad el dere- cho de comprar, vender o arrendar sus tierras y de contratar mano de obra para trabajar en la parcela. La tenencia de la tierra es rara para las mujeres. La reforma agraria de 1992 introdujo una asimetría de facto en la posesión de tierras, dado que las mujeres tenían menos recursos económicos para adquirir tierras. De los 4.2 millones de mexicanos ejidatarios o miembros de comunidades que cuentan con títulos de propiedad, solo el 19.8 por ciento eran mujeres en 2015, lo cual afecta negativamente su derecho al voto en asam- bleas y su poder de toma de decisiones. El 23 por ciento son propietarios, pero no tienen derechos sobre los recursos comunes, y el 42 por ciento son “colonos”, lo que significa que son habitantes reconocidos por la Asamblea sin derechos de propiedad privada o uso común y sin derecho a voto (Almeida, 2009). Asimismo, solo el 12.5 por ciento de los 350,000 representantes, titulares y suplentes en cargos directivos en las asam- bleas locales y órganos de gobierno son mujeres. La tenencia de la tierra está vinculada a un voto en las asambleas y al poder de toma de deci- siones (Banco Mundial 2018c). Cuando los hombres están ausentes debido a la migración, separación, muerte o enfermedad, a las mujeres no se les otorga automáticamente la tenencia legal de la tierra para convertirse en propietarias (ejidatarias o comuneras). Solo a través de la herencia o de un cambio legal espe- cífico en el título de la propiedad, una mujer puede convertirse en propietaria de una parcela que es propiedad de su esposo (si bien, muchas veces el marido decide heredar la tierra a su hijo). Esto explica la baja tasa de mujeres que tienen decisión y derechos sobre la tierra en México (19.8 por ciento) y por qué la mayoría de estas mujeres tienen 63 años o más y son viudas (Aguilar, Siles y Castañeda, 2014). Al mismo tiempo, las parcelas que poseen las mujeres son más pequeñas que las de los hombres: en promedio, miden 2.8 hectáreas, y las de los hombres, entre 5 y 10 hectáreas (Banco Mundial 2018c). Fuentes: Ley Agraria de 1992; Serna de la Garza 2007. a. Las comunidades son núcleos de poblaciones con personalidad jurídica y titulares de derechos agrarios, integradas por personas que reclamaron tierras y que tenían títulos de las tierras de las que habían sido despojados en el pasado. CAPÍTULO 4: Agencia | 71 las mujeres en las listas de candidatos para las elecciones para obtener un empleo, como se mostró anteriormente en legislativas nacional y estatales 17 y los consejos municipa- la Figura 4.2 (Banco Mundial 2018d). Según la LGAMVLV de les 18. Las mismas leyes establecen sanciones por el incum- México (Artículo 11), cualquier tipo de discriminación de plimiento de estas cuotas. Sin embargo, no existen cuotas género es considerado una forma de violencia en el mundo de escaños reservados para mujeres en los órganos legisla- del trabajo. Adicionalmente, la Ley Federal del Trabajo tivos nacionales o en los consejos municipales. Tampoco (Artículo 133) prohíbe a los empleadores o a sus represen- existen incentivos financieros para aumentar la represen- tantes rehusarse a dar empleo por motivos de género y pro- tación de las mujeres en las listas de candidatos. El prin- híbe explícitamente el despido de trabajadoras embaraza- cipio de igualdad se encuentra en el núcleo de los argu- das 19. Además, da derecho a las madres lactantes a tener mentos a favor de las cuotas de género. Un área en la que un tiempo de descanso para la lactancia en el trabajo. Sin México podría mejorar el liderazgo de las mujeres en el sec- embargo, la ley no prohíbe explícitamente a los potencia- tor privado es a través de cuotas para mujeres en las jun- les empleadores preguntar a una mujer sobre su situación tas directivas de las empresas. Las cuotas de género pue- familiar durante el proceso de contratación, y los padres den ayudar a incrementar la representación femenina no tienen derecho de optar por acuerdos laborales flexi- en los niveles más altos del gobierno y el sector privado. bles — acuerdos que podrían beneficiar tanto a las empre- Sin embargo, solo 11 economías en todo el mundo tienen sas como a los empleados al reducir los costos operativos cuotas de género para las juntas directivas de las empre- y los gastos de rotación de personal, y mejorar la produc- sas. Dicha diversidad ha sido vinculada a un mejor des- tividad y el equilibrio trabajo-vida. De manera similar, si empeño de la empresa, incluso en áreas como mayores bien la Ley Federal del Trabajo de México (Artículo 86) retornos sobre ventas y activos (Banco Mundial 2018d). exige el pago de un salario igual por un trabajo igual, no establece el principio más amplio de igualdad de remu- neración para hombres y mujeres por un trabajo de igual Obtener un Trabajo y Proporcionar valor, de conformidad con el estándar de la Organización Incentivos para Trabajar Internacional del Trabajo (OIT) 20. En América Latina y el Caribe, tales leyes existen en Argentina, Bolivia, Ecuador, La legislación mexicana también proporciona medi- Granada, Guyana, Paraguay, Perú y Santa Lucía. Exigir das que permiten a las mujeres trabajar y construir legalmente y hacer cumplir las leyes para garantizar que su historial crediticio. La legislación incluye medidas los hombres y las mujeres reciban una remuneración igual para apoyar el cuidado de niños (incluidas las deduccio- por un trabajo de igual valor es fundamental para garan- nes de impuestos para los pagos por el cuidado de niños), tizar que el tiempo y los talentos de las mujeres sean valo- y las madres que trabajan tienen garantizada una posi- rados de manera igualitaria a los de los hombres. México ción equivalente cuando regresan de la licencia de mater- otorga 84 días de licencia de maternidad remunerada 21 nidad. Adicionalmente, la ley en México hace que tanto y también otorga a los nuevos padres 5 días de licencia la educación preescolar como la primaria sean gratuitas de paternidad remunerada 22. Sin embargo, no exige un y obligatorias. El marco legal de México incluye, además, permiso parental remunerado, el cual podría proporcio- una disposición en contra de la discriminación basada en el nar más tiempo fuera del trabajo para que las madres género y en el estado civil en el acceso al crédito. Las muje- y los padres cuiden de sus hijos. Dichas políticas tienen res también pueden aprovechar los historiales de pago de el potencial de permitir que los padres compartan más el los servicios públicos y las transacciones minoristas para cuidado infantil y las responsabilidades familiares y tie- acceder al crédito. Dado el envejecimiento de la pobla- nen el potencial de reducir la discriminación en contra ción, México podría mejorar sus leyes asegurando que los de las mujeres en edad reproductiva, dado que tienen el empleadores otorguen permisos a los empleados para que potencial de igualar el costo de contratar a mujeres con cuiden a sus familiares enfermos. Dichas disposiciones el costo de contratar a hombres. pueden garantizar que las mujeres y los hombres, que tie- nen que equilibrar cada vez más el empleo con las respon- sabilidades de cuidado de los niños, los familiares enfer- Acudir a los Tribunales mos y las personas mayores, puedan continuar trabajando. La legislación de México garantiza que las mujeres ten- Sin embargo, persisten barreras legales al empleo y al gan acceso a la justicia, ya que exige asistencia legal emprendimiento para las mujeres en México. Entre los en asuntos civiles o familiares y en asuntos penales 23. indicadores de Mujer, Empresa y el Derecho 2018, México La Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos obtiene un puntaje de 78 en cuanto a las barreras legales de México establece una comisión contra la discriminación 72 | Diagnóstico de Género en México que puede recibir denuncias de discriminación de género embargo, la ley no prevé recursos civiles para los emplea- por parte de actores públicos y privados 24. Este tipo dos afectados por tales casos, los cuales pueden propor- de comisiones existe en el 41 por ciento de las econo- cionar una indemnización o la recuperación de daños mías de la región de América Latina y el Caribe y en el 60 monetarios para las víctimas de acoso sexual. por ciento de las economías de ingresos altos, miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo A pesar de la legislación existente, a menudo existen Económicos (OCDE). Las leyes en México establecen grandes diferencias entre las leyes existentes y su imple- el acceso a un tribunal de reclamos de cuantía menor mentación. A pesar de la fuerte legislación existente que o procedimientos acelerados, que tienden a ser más rápi- protege los derechos de las mujeres y previene la violencia dos y menos costosos y pueden beneficiar a las mujeres contra las mujeres, su cumplimiento varía ampliamente en el proceso de acceso a recursos legales 25. La ley mexi- y depende en gran medida de las normas sociales, como cana también establece los Juzgados de Familia para tratar se analiza en el resto de este capítulo, lo cual apunta a posi- los casos de matrimonio o divorcio, custodia de los hijos bles brechas entre las leyes de jure y las prácticas de facto. y solicitudes de protección contra la violencia 26. Además, el acceso de las mujeres a la justicia puede verse obsta- culizado por las limitaciones de su voz y representación en las instituciones judiciales. En México, solo 2 de los 11 NORMAS SOCIALES ministros (magistrados) de la Suprema Corte son muje- Más allá de las normas legales, las normas sociales pue- res, ninguna de las cuales es ministro presidente 27. El por- den tener impactos importantes en la capacidad de las centaje promedio de magistradas en los tribunales cons- mujeres para elegir libremente. Las normas sociales deter- titucionales a nivel mundial es de solo el 24 por ciento, minan el comportamiento socialmente aceptable (Sunstein y solo 32 economías tienen presidentes magistradas, inclui- 1996) y se definen como “una desviación de la raciona- das por primera vez Australia, Kosovo, Noruega, Polonia lidad, por lo que las acciones de los individuos no están y Seychelles (Banco Mundial 2018d). puramente motivadas por un resultado deseado, sino más bien confundidas por lo que otros están haciendo” (Elster, 1989). Las normas sociales pueden alterar el comporta- Proteger a las Mujeres de la Violencia miento o las preferencias de los individuos a través de sen- timientos de vergüenza, exclusión, ansiedad o culpa (Elster México tiene una legislación general sólida para pro- 1989; Ostrom 2000). Por ejemplo, el uso de anticoncep- teger a las mujeres de la violencia, pero no hay leyes tivos puede ser desincentivado por las normas locales que protejan específicamente a las mujeres y niñas del relacionadas con el tamaño de la familia y las obligacio- acoso sexual en lugares públicos. La violencia contra nes de las esposas de proveer niños (Rutenberg y Watkins, las mujeres refleja y refuerza las desigualdades entre las 1997). Las normas sociales no solo influyen en la forma mujeres y los hombres y socava el empoderamiento eco- en que los demás tratan a las mujeres y lo que esperan nómico de las mujeres al limitar su capacidad de agen- de ellas, sino que también influyen en el concepto que cia y toma de decisiones. Además de los impactos psi- las mujeres tienen de sí mismas al definir cómo deben cológicos y de salud negativos, puede impedir el empleo actuar dentro de su grupo social. El miedo al despresti- y bloquear el acceso a los recursos financieros. El Código gio y al estigma a menudo lleva a las mujeres a acatar las Penal Federal de México y la LGAMVLV establecen una normas sociales, lo cual refuerza el sesgo de género al per- protección legal integral para las mujeres contra diferen- petuar un estereotipo de la mujer ideal. Los estereotipos tes formas de violencia, incluida la violencia doméstica. continúan existiendo porque actuar o pensar de manera La legislación ofrece protección a cónyuges y familia- diferente del estereotipo rompe una norma social. Como res, así como a excónyuges y parejas íntimas no casa- individuos sociales, romper la norma social es algo que das, contra el abuso físico, sexual, económico y emocio- conlleva un alto costo (Bohnet 2016). nal, y ha establecido procedimientos especializados para tratar los casos de violencia doméstica; entre ellos, las Las opiniones sobre la participación económica de las órdenes de protección para víctimas, que permiten sacar mujeres siguen siendo mixtas, no solo entre los hom- de la casa al perpetrador y prohibir el contacto a petición bres mexicanos sino también, aunque en menor medida, de la víctima. Adicionalmente, México criminaliza explí- entre las mujeres. Los hombres y las mujeres están citamente la violencia doméstica y la violación marital 28. de acuerdo con la importancia de la educación univer- Las leyes en México también penalizan el acoso sexual sitaria para los niños y niñas y, en gran medida, están en el empleo, incluso en el contexto de la educación 29. Sin de acuerdo en que las mujeres pueden ser tan efectivas CAPÍTULO 4: Agencia | 73 como los hombres como ejecutivos de empresas y líde- la idea de que “a los hombres se les debe dar prioridad res políticos, si bien en todos los casos el acuerdo de los sobre las mujeres en tiempos de escasez de empleos”, hombres está ligeramente por detrás del de las mujeres aunque esta creencia podría ponerse a prueba en tiem- (Figura 4.3). En 2012, la mayoría de los mexicanos estaba pos de dificultades económicas (como se discute más de acuerdo con que “tener un trabajo es la mejor manera adelante y muestra la Figura 4.6). Sin embargo, cuando de que una mujer sea una persona independiente” (65 por se trata de las responsabilidades domésticas, el 43 por ciento de las mujeres y 57 por ciento de los hombres) 30. ciento de los hombres y el 44 por ciento de las mujeres De manera similar, el 75 por ciento de las mujeres y el 67 todavía creen que los niños sufren cuando una madre tiene por ciento de los hombres no estaban de acuerdo con un trabajo remunerado. FIGURA 4.3 Indicadores de Acuerdo con Afirmaciones Sin embargo, algunas opiniones de la sociedad sobre Relacionadas con el Género, por Sexo, 2012 el rol de las mujeres han evolucionado hacia principios de igualdad de género. Por ejemplo, una menor propor- Tener un trabajo es la mejor manera ción de la población que en el pasado cree que la educa- de que una mujer sea independiente Ser ama de casa es tan gratificante ción universitaria es más importante para los niños que como tener un trabajo remunerado para las niñas, o que los hombres son mejores líderes polí- Mercado Laboral Cuando los puestos de trabajo son escasos, ticos (Figura 4.4). De manera similar, el 76 por ciento debe dárseles prioridad a los hombres Es problemático que la mujeres de la población encuestada en 1990 estuvo de acuerdo gane más que su marido en que los niños en edad preescolar sufren cuando una Los hombres son mejores madre trabaja por un salario, pero esto se redujo al 44 ejecutivos de negocios Los hombres son mejores por ciento de los encuestados en 2012 (Asociación EMV líderes políticos 2012). Una transformación progresiva es más evidente Los niños sufren cuando cuando se examinan las respuestas por grupo de edad, la madre trabaja porque las opiniones de las generaciones más jóvenes Niños La educación universitaria es más tienen más probabilidades de ajustarse a los principios importante para los niños de igualdad de género. Por ejemplo, es más probable que 0 1 2 3 4 las personas más jóvenes no estén de acuerdo con la afir- acuerdo desacuerdo mación de que “los niños sufren cuando una madre tra- pleno pleno baja” o que “ser ama de casa es tan gratificante como Hombres Mujeres un trabajo remunerado”. Consistentemente, el acuerdo con la afirmación de que “un trabajo es la mejor manera Fuente: Cálculos del Banco Mundial a partir de la Asociación Encuesta Mundial de Valores de 2012. Nota: La Figura muestra el valor medio de las respuestas para cada indicador. Encuesta de de lograr la independencia de las mujeres” disminuye con adultos de 18 años o más. la edad (Figura 4.5). FIGURA 4.4 Cambio en el Acuerdo con Afirmaciones FIGURA 4.5 Acuerdo con Afirmaciones Relacionadas con Relacionadas con Género Seleccionadas, México, el Género, por Sexo y Grupo de Edad, México, 2012 1996 – 2012 80 Respuestas de acuerdo, porcentaje 45 Respuestas de acuerdo, porcentaje 40 60 35 40 30 25 20 20 15 0 10 Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres 5 Los niños sufren Ser ama de casa es Tener un trabajo 0 cuando la madre tan gratificante como es la mejor manera 1996 2000 2005 2012 trabaja tener un trabajo de que una mujer sea remunerado independiente La educación universitaria es más importante para los hombres 18–29 30–49 ≥50 Los hombres son mejores líderes políticos Fuente: Cálculos del Banco Mundial a partir de la Asociación Encuesta Mundial de Fuente: Cálculos del Banco Mundial a partir de la Asociación Encuesta Mundial de Valores Valores de 2012. de 2012. Nota: La Figura muestra el valor medio de las respuestas para cada indicador. Nota: La Figura muestra el valor medio de las respuestas para cada indicador. Encuesta Encuesta de adultos de 18 años o más. de adultos de 18 años o más. 74 | Diagnóstico de Género en México Las normas que cambian son transmitidas de genera- El país continúa combinando puntos de vista igualitarios ción en generación. Campos-Vázquez y Vélez-Grajales en algunas áreas con puntos de vista desiguales en otros. (2014) muestran que las mujeres casadas con hombres que Los valores patriarcales y conservadores todavía prevale- tuvieron madres trabajadoras tienen mayor probabilidad cen en la sociedad mexicana. Por ejemplo, como se descri- de participar en el mercado laboral que las mujeres casa- bió en el capítulo 3, las mujeres limitan su oferta de tra- das con hombres que tuvieron madres que se quedaban en bajo debido a sus responsabilidades de cuidado, y algunas casa. También encuentran que tener una suegra que trabaja mujeres reportan que no trabajan porque no tienen per- aumenta la participación de las mujeres en la fuerza labo- miso de su cónyuge o de algún otro pariente para acceder ral en 15 puntos porcentuales. Sus regresiones controlan a trabajo remunerado (Arceo-Gómez y Santillán 2018). por la participación laboral de la madre de la esposa y, por lo tanto, de alguna manera controlan por las propias pre- De hecho, el control de los hombres sobre los recursos ferencias de la esposa. También encuentran que tener una del hogar sigue siendo la norma social y puede ser una madre trabajadora cambia la preferencia de género de los fuente de conflicto. La mitad de las mujeres mexicanas hombres hacia una división más igualitaria de los recursos está de acuerdo con la afirmación de que “es problemá- para la escolarización y las tareas domésticas entre los hijos. tico que las mujeres ganen más que sus esposos“, mientras Por lo tanto, vivir con una madre trabajadora cambia las que solo el 37 por ciento de los hombres está de acuerdo normas sociales con respecto a los roles de género y estos (Figura 4.3), lo cual podría ser un indicio de posibles cambios se reflejan en la próxima generación de hogares. razones para la violencia doméstica (como se discute más adelante en la siguiente sección). Las grandes dife- Sin embargo, cuando existe una tensión económica, rencias entre los puntos de vista masculinos y femeni- las normas sociales pueden revertirse a los valores tra- nos sobre esto persisten a lo largo de la edad y el nivel dicionales. Por ejemplo, el 71 por ciento de la población de educación, siendo este punto de vista un poco más fre- no estaba de acuerdo con la afirmación de que “cuando cuente entre las mujeres más jóvenes y menos educadas los empleos son escasos, a los hombres se les debe dar (Figura 4.7). Adicionalmente, existe cierta heterogenei- prioridad” cuando fue encuestada en 2012, niveles simila- dad entre las regiones de México: en el estado de Hidalgo, res a los observados en 1990. Pero en la ronda de encues- solo el 16 por ciento está de acuerdo con que es proble- tas de 1996, que coincidió con una crisis económica, solo mático que las mujeres ganen más que sus maridos, pero el 5 por ciento no estuvo de acuerdo con la misma afirma- ción (Figura 4.6). De manera similar, una mayor propor- FIGURA 4.7 Acuerdo con que es Problemático que las Mujeres ción de la población estuvo de acuerdo con la afirmación Ganen Más que sus Maridos, México, 2012 de que “la universidad es más importante para un niño que para una niña” durante la ronda de 1996 (32 por ciento) a. Por sexo y edad b. Por sexo y nivel educativo que durante la ronda de 1990 (28 por ciento) o la ronda 60 Universidad, con título de 2012 (21 por ciento). 51 Algo de universidad 50 49 48 Respuestas de acuerdo, porcentaje FIGURA 4.6 Cambio en el Acuerdo en que a los Secundaria completa Hombres se les Debe Dar Prioridad en Tiempos de 40 37 37 38 Secundaria incompleta Escasez de Empleos, México, 1990 – 2012 Técnica completa 30 Técnica incompleta 80 70 Primaria completa Respuestas, porcentaje 60 20 Primaria incompleta 50 Ninguna educación formal 40 10 30 0 20 40 60 20 0 Respuestas de acuerdo, 10 Hombres Mujeres porcentaje 0 18–29 30–49 Hombres 1990 1996 2000 2005 2012 ≥50 Mujeres Acuerdo Desacuerdo Ninguno Fuente: Cálculos del Banco Mundial a partir de la Asociación Encuesta Mundial de Valores de Fuente: Encuesta Mundial de Valores 1990, 1996, 2000, 2005 y 2012. 2012. Nota: La Figura muestra el valor medio de las respuestas. Encuesta de adultos de Nota: Las Figuras muestran el valor medio de las respuestas para cada indicador. Encuesta de 18 años o más. adultos de 18 años o más. CAPÍTULO 4: Agencia | 75 esto aumenta hasta el 70 por ciento en Colima y Nayarit Violencia por parte de la Pareja Íntima (Asociación EMV 2012). Varley (2010) sostiene que las mujeres tienen una “relación secundaria con la propie- La violencia por parte de la pareja íntima (VPI) es la forma dad” que deriva de la división sexual del trabajo. Según más común de violencia de género en México, si bien esta norma cultural, los hombres están a cargo de pro- la información más reciente disponible muestra que veer sustento y vivienda y, por lo tanto, todos los títulos la incidencia de violencia por parte de otros agresores de propiedad de los bienes productivos y hogares deben ha aumentado. De las mujeres de 15 años o más, el 66 estar a nombre del hombre. Los hogares en su estudio por ciento ha experimentado al menos un incidente vio- cualitativo rara vez rebatieron esta idea. lento, el 44 por ciento ha sufrido VPI, y el 34 por ciento de las mujeres ha sufrido violencia sexual en un espa- cio público 31. Los datos de la Encuesta Nacional sobre VIOLENCIA CONTRA la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) sobre la prevalencia de la violencia de género muestran LAS MUJERES, FEMINICIDIOS que la violencia reportada fluctuó de 66 por ciento en 2006 Y ACOSO SEXUAL a 67 por ciento en 2016 (Figura 4.8). A pesar de las protecciones legales existentes, la violen- La violencia doméstica no solo perjudica a las mujeres, cia de género es reconocida por los actores guberna- sino que también tiene consecuencias para los compor- mentales y no gubernamentales como un área donde tamientos y la salud cognitiva de los niños cuando son se requieren medidas urgentes. Si bien México (al igual adultos y conlleva importantes costos para toda la eco- que otros 18 países de la región) tiene legislación espe- nomía. La exposición a la VPI ha sido relacionada con una cializada sobre el feminicidio (CEPAL 2018) — el asesi- multitud de resultados de salud adversos para las muje- nato de una mujer o niña, en particular por un hombre res, entre ellos, lesiones agudas, dolor crónico, enferme- y debido a su género –, la impunidad y la falta de cumpli- dades gastrointestinales, problemas ginecológicos, depre- miento adecuado de las leyes todavía representan desa- sión y abuso de sustancias (Campbell 2002; Coker et al. fíos con urgente necesidad de acción. Los asesinatos rela- 2008). Las consecuencias para la salud mental de las muje- cionados con el género suelen ser los últimos de una serie res incluyen un mayor riesgo de depresión, trastorno por de actos violentos que pasan sin ser reconocidos o aborda- estrés postraumático y abuso de sustancias (Devries et al. dos. En la mayoría de los países, la proporción de muje- 2013; Ellsberg et al. 2008; Taft y Watson 2008). Las muje- res que, habiendo experimentado violencia, buscó ayuda res expuestas a la VPI también tienen mayor ausentismo de cualquier tipo no llega al 40 por ciento (Banco Mundial, laboral, menor productividad y menores ingresos com- de próxima publicación). parado con mujeres trabajadoras que no son golpeadas FIGURA 4.8 Prevalencia de la Violencia a lo Largo de la Vida contra Mujeres de 15 Años o Más en México a. Por tipo y perpetrador, 2016 b. Por tipo, 2006–16 70 66 80 70 67 66 60 49 60 50 41 49 50 46 44 41 40 34 40 34 29 30 30 29 30 24 20 20 10 10 0 0 Emocional Física Sexual Económica Total Emocional Física Sexual Económica Total o patrimonial o patrimonial Total Cónyuge/pareja Otro 2006 2011 2016 Fuente: Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2006, 2011 y 2016, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). 76 | Diagnóstico de Género en México (Duvvury, Minh y Carney 2012; Vyas 2013). Además, los FIGURA 4.9 Homicidios en México, por Sexo, 1985 – 2016 niños cuyas madres experimentan VPI sufren efectos de 30,000 5,000 Número de homicidios de hombres Número de homicidios de mujeres salud importantes en comparación con los niños que no lo hacen, tales como tasas de mortalidad infantil más altas 25,000 4,000 (Jejeebhoy 1998), tasas de vacunación más bajas (Kishor 20,000 3,000 y Johnson 2004) y menor peso al nacer (Campbell 2002). 15,000 Y los niños expuestos a la violencia en el hogar muestran 2,000 10,000 un deterioro en su funcionamiento socioemocional y en 5,000 1,000 sus resultados educativos en la adolescencia, así como un rendimiento laboral, estabilidad laboral e ingresos más 0 0 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014 2016 bajos en la edad adulta (Holt, Buckley y Whelan 2008). Adicionalmente, investigaciones médicas en países de Hombres (eje izquierdo) Mujeres (eje derecho) altos ingresos han establecido un vínculo entre la exposi- ción a la violencia doméstica en la niñez y problemas de Fuente: ONU Mujeres, SEGOB e INMUJERES 2017. salud en la adultez: los hombres y las mujeres que expe- rimentaron violencia en el hogar cuando eran niños son tuvo lugar en Chiapas, Campeche y Baja California Sur; 2 a 3 veces más propensos que aquellos que no lo hicie- la prevalencia más alta fue reportada en la Ciudad de ron a padecer cáncer, un derrame cerebral o problemas México y los estados de México, Jalisco y Aguascalientes cardiovasculares, y son entre 5 y 10 veces más propensos (Mapa 4.1). En 2010, la relación entre las tasas de homici- a consumir alcohol o drogas ilícitas (Felitti et al. 1998). dios de mujeres más alta (en Chihuahua) y más baja (en Numerosos estudios también documentan cómo experi- Yucatán) fue de 108 32. En 2012, esta proporción disminuyó mentar la violencia entre padres durante la niñez es un a 18.1. Los datos más recientes muestran que en 2016, la factor de riesgo para que las mujeres sufran violencia relación entre el estado con la tasa más alta de homici- de parte de sus propias parejas como adultas, así como dios de mujeres (Colima) y la más baja (Aguascalientes) para que los hombres perpetren actos de violencia con- ha aumentado nuevamente, alcanzando a 27.3. Las gran- tra sus parejas (Hindin, Kishor y Ansara 2008; Jeyaseelan des diferencias en las tasas de feminicidio entre los esta- et al. 2007; Kishor y Johnson 2004; Koenig et al. 2006). dos podrían responder a las diferencias en las políticas De hecho, en el contexto de México, Sánchez Argüelles y los esfuerzos de implementación en los estados, apun- (2018) encontró que las mujeres cuyas madres y abuelas tando a posibles lecciones aprendidas que podrían ser úti- experimentaron violencia doméstica tienen más probabi- les para reducir la violencia contra las mujeres. lidades de sufrir violencia doméstica. Más allá de los cos- tos humanos, la violencia conlleva grandes costos en toda MAPA 4.1 Prevalencia de la Violencia Doméstica Reportada la economía, incluidos los gastos más altos en la presta- en Contra de las Mujeres en México, por Estado, 2011 ción de servicios de salud, los ingresos no percibidos para Porcentaje las mujeres y sus familias, la disminución de la produc- tividad y los efectos negativos en la formación de capital 52.4 79.8 humano (Klugman et al. 2014). Feminicidios La prevalencia de los feminicidios en México ha cam- biado con el tiempo, en línea con la violencia en gene- ral, pero existen grandes diferencias entre las entidades federales. La cantidad de homicidios de varones es mucho mayor que la de mujeres, pero las tendencias siguen el mismo patrón (Figura 4.9). Al igual que los homicidios de hombres, los homicidios de mujeres han aumentado desde 2007, cuando comenzó una represión contra los cár- teles de la droga mexicanos. Sin embargo, existe una gran Fuente: Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Consultar http://gaia.inegi.org. heterogeneidad entre los estados. En 2011, la prevalencia mx/atlas_genero/. más baja reportada de “al menos un solo incidente de vio- Nota: El mapa muestra el porcentaje de mujeres casadas o convivientes de 15 años o más que lencia contra una mujer por parte de su cónyuge o pareja” reportan haber sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja en los últimos 12 meses. CAPÍTULO 4: Agencia | 77 Violencia de Género y Mejoras en las tal, concluyen que el factor mediador detrás de la corre- lación positiva entre el estatus laboral de las mujeres y la Condiciones Económicas de las Mujeres violencia es la capacidad de los hombres para ejercer un El estatus económico de las mujeres — medido por control coercitivo sobre las mujeres trabajadoras. Se nece- la participación de las mujeres en la fuerza laboral o sus sita hacer más investigación para desenredar el efecto del ingresos potenciales en relación con los de los hom- estatus económico de las mujeres en la violencia de género. bres — puede tener un impacto en la violencia de género. El efecto del empleo de la mujer en la violencia de género Los programas de transferencias de efectivo pueden es ambiguo 33. Por un lado, la teoría de la dependencia empoderar a las mujeres al aumentar su control sobre conyugal establece que las mujeres trabajadoras son los ingresos del hogar, reduciendo así la violencia física, menos dependientes de sus parejas y, por lo tanto, tienen pero también pueden conducir a un mayor compor- menos probabilidades de tolerar la VPI (Rodriguez-Menes tamiento coercitivo y violencia emocional. Angelucci y Safranoff 2012). Por otro lado, la teoría de los recursos (2008) aprovecha el cambio en el ingreso no laboral postula que la violencia es un resultado de la desigual- de las mujeres a partir de su participación en el programa dad de recursos. Por lo tanto, los hombres que no pue- de transferencias condicionadas de efectivo Progresa/ den derivar poder de sus recursos económicos recurrirán Oportunidades de México para analizar los cambios en los a la violencia como un mecanismo de dominio en la rela- patrones de consumo de los hogares. La autora encuentra ción (Atkinson, Greenstein y Lang 2005). Las teorías una disminución del 15 por ciento en el abuso de alcohol feministas también predicen que las mujeres trabajado- de los maridos, pero el programa tiene efectos heterogé- ras experimentarán más violencia, dado que los hom- neos en el comportamiento agresivo de los maridos: mien- bres pueden percibir que su masculinidad es amenazada tras que los de hogares que recibieron pequeñas transferen- por su estatus económico relativo más débil dentro del cias disminuyeron la violencia en un 37 por ciento, aquellos hogar (Larsen 2016). en hogares que recibieron transferencias grandes y que tenían preferencias tradicionales de género (reflejadas La evidencia empírica no es clara con respecto a si un por una mayor brecha de edad entre el esposo y la esposa, mayor empleo o mayores ingresos laborales de la mujer y un menor nivel educativo) aumentaron su comporta- reducen la violencia de género. Utilizando datos de la miento agresivo. En este último caso, los esposos pueden Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones percibir que su identidad como proveedores está siendo en los Hogares (ENDIREH) 2003, Villareal (2007) encontró amenazada por la mejora de la situación económica de sus que la participación femenina en la fuerza laboral reduce esposas. Bobonis, González-Brenes y Castro (2013) revi- la VPI. De manera similar, Rojas Estrada (2018) estima que san el efecto de Oportunidades en la violencia doméstica una disminución en la brecha de género en los salarios 34 y encuentran que las mujeres que reciben el programa tie- está asociada con una disminución en los homicidios de nen un 40 por ciento menos de posibilidades de violen- mujeres en áreas urbanas. Es decir, a medida que las opor- cia doméstica física, pero son más propensas a ser víc- tunidades de las mujeres mejoran en relación con las de los timas de violencia emocional. Los autores explican que hombres, es menos probable que experimenten violencia sus hallazgos podrían ser el resultado del uso de amena- de género que resulte en la muerte. En contraste, Hackett zas como un medio coercitivo para extraer rentas de sus (2018) no encuentra ningún efecto entre una mayor partici- esposas. Finalmente, Balmori de la Miyar (2018) estudia pación femenina en la fuerza laboral y la violencia domés- cómo Oportunidades cambió el reporte de la violencia tica, medida por los homicidios de mujeres. Sin embargo, doméstica a la policía. En primer lugar, reporta el autor, encuentra un aumento en la violencia doméstica contra solo el 20 por ciento de las víctimas de VPI reportó este las mujeres de bajo estatus socioeconómico; es decir, una crimen a las autoridades en 2006. Atribuye la baja tasa mejora en el estatus económico de las mujeres lleva a un de denuncia a normas sociales como “vergüenza, rechazo aumento en la violencia contra las mujeres de bajo esta- familiar, futuro de los niños y desestimación personal a los tus socioeconómico. De manera similar, Terrazas-Carrillo derechos de las mujeres” (Balmori de La Miyar 2018, 74). y McWhirter (2015) encuentran una correlación positiva Utilizando la ENDIREH de 2006, encuentra un aumento del con la edad, la educación, la situación laboral del esposo, 30 por ciento en el reporte de VPI a la policía frente a quie- los niños nacidos y las actitudes ante los roles de género nes no recibieron Oportunidades. Explora los mecanis- y una correlación negativa con un historial de abuso físico mos detrás de este resultado y encuentra que es una com- y emocional. Su principal resultado es que el estatus laboral binación de la asimilación de los derechos de las mujeres de la mujer no tiene poder explicativo una vez que incluyen y un cambio en el equilibrio en el mercado de matrimo- una medida de control coercitivo en la regresión. Como nios (más divorcios y menos reconciliaciones). 78 | Diagnóstico de Género en México Finalmente, existe cierta evidencia de que el cam- una reducción del 55 por ciento en el reporte de muje- bio en las leyes de divorcio ha llevado a un aumento res de violencia física o sexual, con evaluaciones econó- en la VPI. García-Ramos (2019) estima el efecto de un cam- micas que sugieren que la intervención es costo-efectiva bio en la ley de divorcio en la VPI en México. Para esti- (Kim et al. 2007) 36. Este programa está siendo ampliado mar el efecto causal, aprovecha la variación entre esta- en Sudáfrica y está siendo expandido a Perú y Tanzania dos de la introducción de leyes de divorcio unilaterales (Ellsberg et al. 2015). Adicionalmente, en términos del y sin culpa, que disminuyen el costo de las disoluciones posible efecto preventivo de los mecanismos de respuesta, matrimoniales. Usando tres olas de la ENDIREH (2003, existe evidencia razonable para recomendar intervencio- 2006 y 2011) y una estrategia de diferencias en diferencias, nes integrales de la policía y el sector judicial, que comien- se enfoca en el cambio en las leyes de divorcio que entró cen con un marco legislativo sólido e incluyan interven- en vigor en la Ciudad de México en 2008, seguida por ciones como las órdenes de protección (Kelly et al. 2013) Hidalgo en 2011. Encuentra que la violencia sexual, emo- junto con arrestos preventivos, tribunales especializa- cional y económica disminuyó, pero solo cuando no está dos, asistencia paralegal o “no profesional”, y capacita- relacionada con la violencia física. En general, ella encuen- ción a la policía y al poder judicial (Jewkes et al. 2015). tra un aumento en la violencia física debido a estos cam- Finalmente, existe evidencia de que los centros de aco- bios en la ley. La autora explica que sus hallazgos son con- gida (Cesario et al. 2014), en combinación con interven- sistentes con una reacción violenta de los hombres ante ciones de empoderamiento de género y económico, tam- la amenaza a su dominio o control sobre el matrimonio. bién son prometedores (Jewkes et al. 2015). La experiencia internacional muestra que es posible prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas. Los programas más exitosos no solo desafían la aceptabili- PARTICIPACIÓN POLÍTICA dad de la violencia, sino que también abordan los fac- DE LAS MUJERES tores de riesgo subyacentes de la violencia, incluidas las normas sobre las dinámicas de género y la dependencia Finalmente, una prueba clave para la agencia de las muje- económica de las mujeres en los hombres (Ellsberg et al. res es su participación en la política y su capacidad de voz 2015). Por ejemplo, los programas en Kenia y Uganda para expresar sus opiniones. Como se señaló anterior- buscan empoderar a las adolescentes a través de la capa- mente, la Ley General de Instituciones y Procedimientos citación en habilidades para la vida, autodefensa y for- Electorales de 2014 establece una cuota del 50 por ciento mación vocacional. Los hallazgos de las evaluaciones para las mujeres en las listas de candidatos en las eleccio- de impacto utilizando una prueba de control aleatorio nes para los congresos nacional y estatales, así como para (RCT) mostraron grandes reducciones en las relaciones los consejos municipales 37. Desde que se han establecido sexuales bajo coacción (en Kenia, una disminución del estas cuotas, ha habido un avance importante en el número 60 por ciento en las agresiones sexuales a las niñas en el de mujeres elegidas a la Cámara de Diputados federal grupo de intervención, en comparación con las del grupo y en cargos en el gabinete, pero las mujeres aún están de control) y un mejor conocimiento sobre salud repro- subrepresentadas en la esfera pública en el nivel subna- ductiva (Bandiera et al. 2012; Sarnquist et al. 2014). Las cional. El Congreso federal está compuesto, en un 50 por intervenciones de grupo a nivel de relaciones que tra- ciento, por mujeres, en línea con las cuotas implementadas bajan con hombres y mujeres también son prometedo- recientemente y, por primera vez en la historia, las muje- ras. Por ejemplo, dos años después de la intervención de res ocupan 8 de los 19 cargos del gabinete ministerial. Esto Stepping Stones en Sudáfrica, la perpetración de VPI física no es un cambio pequeño. De hecho, México tiene ahora y sexual autoreportada por los hombres fue significati- la cuarta mayor proporción de mujeres en el parlamento vamente menor que la de los hombres en las aldeas de del mundo 38. Mientras tanto, la proporción de mujeres control (Jewkes et al., 2008) 35. También existen benefi- elegidas como alcaldesas y jefas delegacionales aumentó cios potenciales para la integración de la prevención de de 3.5 por ciento en 2005 a 14 por ciento en 2017. Si bien la violencia en plataformas de desarrollo existentes. Por es un aumento significativo, todavía parece bajo en com- ejemplo, la intervención IMAGE en Sudáfrica combinó paración con el progreso logrado en el congreso federal. las microfinanzas con 10 sesiones de capacitación parti- cipativa y desarrollo de habilidades sobre el virus de la México está logrando la paridad de género en la vida inmunodeficiencia humana (VIH), creencias culturales, política gracias a las cuotas aplicadas recientemente, comunicación y violencia. Después de dos años, una eva- pero existe el riesgo de que las mujeres sean margina- luación de impacto en grupos (RCT con clusters) mostró das en lugar de ejercer una influencia real, al menos CAPÍTULO 4: Agencia | 79 en el corto plazo. Zetterberg (2008) analiza si las mujeres simbólica o nominal (tokenism) y marginación fue descrita que obtuvieron sus escaños a través de una cuota tienen recientemente en el Washington Post (Hinojosa y Piscopo mayor probabilidad de ser consideradas como de “parti- 2018). Después de la cuota de 2002, los partidos dejaron cipación simbólica o nominal”, marginadas o invisibles. que las mujeres se presentaran como candidatas en dis- Comparó dos estados –Zacatecas (con cuotas de género) tritos en los que sabían que iban a perder. También hubo y Michoacán (sin cuotas de género) – y no encuentra dife- un fenómeno conocido como Juanitas: mujeres legisla- rencias en los roles femeninos dentro de las legislaturas. doras en la boleta que renunciaron a favor de un susti- Sin embargo, dado que los candidatos son seleccionados tuto masculino. Hubo un rechazo subsecuente de parte en función de las conexiones y la lealtad a los líderes del de las mujeres políticas, quienes provocaron el aumento partido, y no a través de un proceso políticamente com- de la cuota en 2009 al 40 por ciento y, en 2014, al 50 por petitivo, las mujeres terminan siendo tratadas de la misma ciento. Si bien el Congreso federal está equilibrado, las manera con o sin cuotas, ya que los partidos en las legis- mujeres quedan fuera de los puestos de poder en las comi- laturas tienden a moverse según lo que el líder del partido siones de la legislatura. Beer y Camp (2016) encuentran mande. Como resultado, Zetterberg (2008) alerta sobre que, para ser nominadas, las mujeres necesitan más expe- los peligros de estos nombramientos antidemocráticos: riencia legislativa y en el partido que los senadores varones. es probable que las mujeres con “cuotas” sean vistas como Sin embargo, también encuentran que desde la implemen- símbolos y menos propensas a impulsar las agendas polí- tación de las cuotas de género, más mujeres de diferentes ticas sobre sus derechos y bienestar, dado que estas muje- entornos han tenido acceso a los escaños del Senado, que res simplemente son insertadas en un proceso político la discriminación contra las mujeres ha disminuido y que dominado por hombres con reglas instituidas por hom- las mujeres no dependen más de las conexiones políticas bres (Baldez 2006). Una expresión de esta participación para obtener el poder. NOTAS 1. La Ley del INMUJERES fue reformada en abril de 2012, 10. A pesar de esta tendencia, existen reformas que podrían junio de 2015 y febrero de 2018. Consultar el Artículo 30 considerarse retrocesos, como la conversión del Instituto de la Ley del INMUJERES: http://www.diputados.gob.mx/ Mexiquense de la Mujer (IMM) en el Consejo Estatal de la LeyesBiblio/pdf/88_160218.pdf. Mujer y Bienestar Social. Esta reforma cambió el enfoque 2. Esta Junta de Gobierno está compuesta por los secretarios de la institución al añadir la tarea de monitorear la política de las siguientes secretarías: Gobernación, Relaciones Ex- estatal para los adultos mayores. teriores, Hacienda y Crédito Público, Desarrollo Social, 11. Datos sobre instituciones municipales para las mujeres Medio Ambiente y Recursos Naturales, Economía, Agri- del Censo Nacional de Gobiernos Municipales y cultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimenta- Delegacionales de 2017, Instituto Nacional de Estadística ción, Educación Pública, Función Pública, Salud, Trabajo y Geografía (INEGI): http://www.beta.inegi.org.mx/ y Previsión Social, y Reforma Agrario. También incluye la programas/cngmd/2017/. Procuraduría General de la República, el Instituto Nacio- 12. “Objetivo de Desarrollo Sostenible 5: Lograr la Igualdad nal Indigenista y el Sistema Nacional para el Desarrollo In- entre los Géneros y Empoderar a Todas las Mujeres y las tegral de la Familia. Adicionalmente, esta junta incluye 16 Niñas”, Plataforma de Conocimiento para el Desarrollo miembros de un Consejo Consultivo y un Consejo Social. Sostenible, Naciones Unidas: La junta también incluye 2 representantes de la Suprema https://sustainabledevelopment.un.org/sdg5. Corte de Justicia de la Nación, 2 representantes del Con- 13. Para obtener más información y documentos relacionados sejo de la Judicatura Federal, 6 miembros del poder legis- con la CEDAW, consulte: “Convención sobre lativo, 3 representantes de los partidos políticos con mayor la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación representación y 1 representante del resto de los partidos contra la Mujer”, sitio web de ONU Mujeres: políticos con representación en las Cámaras alta y baja. https://www.un.org/womenwatch/daw/cedaw/. 3. La LGIMH ha sido modificada nueve meses hasta marzo 14. Para obtener más información y documentos relacionados, de 2019. Consultar http://www.diputados.gob.mx/ consulte “Convención do Belém do Pará”, sitio web de la LeyesBiblio/pdf/LGIMH_140618.pdf. Organización de los Estados Americanos (OEA): 4. LGIMH, Artículo 18. http://www.oas.org/en/mesecvi/convention.asp. 5. LGIMH, Artículo 26. 15. Mujer, Empresa y el Derecho examina el marco legal apli- 6. LGIMH, Artículo 15. cable para la principal ciudad de negocios de cada eco- 7. La LGAMVLV ha sido modificada 11 veces hasta marzo nomía. En México, las leyes que se examinan son las apli- de 2019. Consultar http://www.diputados.gob.mx/ cables a la Ciudad de México. Se califican cincuenta LeyesBiblio/pdf/LGAMVLV_130418.pdf. preguntas dentro de los siete indicadores. Las preguntas ca- 8. LGAMVLV, Artículo 36-XIII. lificadas se dividen en tres categorías: (a) aquellas con di- 9. Este párrafo se basa en Ríos Cázares (2014). ferencias explícitas basadas en el género que afectan el 80 | Diagnóstico de Género en México emprendimiento o el empleo de las mujeres, (b) aquellas 25. Ley Orgánica de la Suprema Corte de Justicia, Artículo que reflejan la ausencia de leyes que protejan a las mujeres 71: http://www.aldf.gob.mx/archivo-5e3d020a6a72b8aa y (c) aquellas que examinan a instituciones o procesos que 0d75a5f7aee6f66f.pdf. Consultar también el Código de probablemente ayuden a las mujeres. También están dis- Comercio, Artículo 1340: https://www.profeco.gob.mx/ ponibles datos del proyecto para 116 preguntas adiciona- juridico/pdf/c_comercio.pdf. les que no fueron calificadas. Se puede encontrar más in- 26. Ley Orgánica de la Suprema Corte de Justicia, Artículo 52. formación sobre la puntuación y las preguntas calificadas 27. “Conoce la Corte”, Suprema Corte de Justicia de la en Banco Mundial (2018c, 2 – 3 y Recuadro 1.1), y los deta- Nación: https://www.scjn.gob.mx/conoce-la-corte. lles sobre la metodología y la puntuación de cada pregun- 28. Respectivamente, Código Penal Federal (Artículos 343 ta están disponibles en el capítulo “Notas sobre los Datos” Bis. – 343 Ter.) y Código Penal Federal (Artículos 265 y (Banco Mundial 2018c, 42). –57). 265 Bis.): http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ 16. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos pdf/9_051118.pdf. (5 de febrero de 1917): http://www.sct.gob.mx/JURE/doc/ 29. LGAMVLV, Artículo 13: http://www.diputados.gob.mx/ cpeum.pdf. Artículo 1: “[…] toda forma de discriminación LeyesBiblio/pdf/LGAMVLV_130418.pdf. Código Penal motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, Federal, Art. 259 bis las discapacidades, la condición social, las condiciones de 30. Respuestas de la Encuesta Mundial de Valores 2010 – 14, salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el Onda 6 (Asociación EMV 2012). La encuesta mide las estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad creencias, los valores y las motivaciones de los encuestados humana y tenga por objeto anular o menoscabar los dere- seleccionados en muestras representativas a nivel nacional, chos y libertades de las personas”. Artículo 4: “El varón al tiempo que recopila datos socioeconómicos de los y la mujer son iguales ante la ley. Esta protegerá la organi- encuestados. Las estimaciones incluyen ponderaciones zación y el desarrollo de la familia”. promedio y categorías consolidadas para el análisis (nivel 17. Consultar la Ley General de Instituciones y de educación y respuestas escaladas) Procedimientos Electorales de 2014, Artículos 232 – 234: 31. Datos de violencia de pareja de la Encuesta Nacional http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/ sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares LGIPE_270117.pdf. (ENDIREH) 2016, Instituto Nacional de Estadística y 18. Consultar el Código de Instituciones y Procedimientos Geografía (INEGI): http://en.www.inegi.org.mx/programas/ Electorales del Distrito Federal de 2010, Artículos 292 and endireh/2016/. 296: http://www.infodf.org.mx/nueva_ley/14/1/doctos/ 32. Datos sobre los homicidios de mujeres de los conjuntos CIPEDF.pdf. de datos del Consejo Nacional de Población (CONAPO): 19. Ley Federal del Trabajo (1 de abril de 1970; última https://catalogo.datos.gob.mx/dataset/proyecciones-de- modificación del 22 de junio de 2018): la-poblacion-de-mexico y https://datos.gob.mx/busca/ http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ dataset/proyecciones-de-la-poblacion-de-mexico-y-de-las- pdf/125_220618.pdf. entidades-federativas-2016-2050. 20. Establecido por el Convenio sobre Igualdad de 33. Consultar la literatura citada en Villareal (2007). Remuneración, 1951 (No. 100), Artículo 2(1), . Para 34. La brecha de género en los salarios es una medida del obtener más información, consulte los comentarios estatus económico relativo de las mujeres y envía una de supervisión de la OIT sobre el cumplimiento de señal del estatus potencial relativo que las mujeres podrían México con el Convenio: https://www.ilo.org/dyn/ alcanzar si trabajaran. normlex/en/f ?p=NORMLEXPUB:13100:0::NO::P13100_ 35. Stepping Stones es un programa participativo de preven- COMMENT_ID:3296225. ción del VIH que tiene como objetivo mejorar la salud se- 21. Ley Federal del Trabajo, Artículo 170. Considérese xual a través de la construcción de relaciones más fuertes que esto es inferior al estándar recomendado por el y equitativas en cuanto al género (Jewkes et al. 2008). Convenio sobre la Protección de la Maternidad de la 36. El Proyecto IMAGE es un programa comunitario OIT de 2000 (No. 183), que entró en vigencia el 7 de de prevención del VIH y de la violencia de género. febrero de 2002: https://www.ilo.org/dyn/normlex/ Consultar http://www.image-sa.co.za/. en/f ?p=1000:12100:0::NO::P12100_ILO_CODE:C183. 37. Ley General de Instituciones y Procedimientos 22. Ley Federal del Trabajo, Artículo 132(XXVII Bis). Electorales, Artículos 232 – 234: http://www.diputados. 23. Ley Federal de Defensoría Pública, Artículos 1, 4(I) gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGIPE_270117.pdf. Código de y 4(II): http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ Instituciones y Procedimientos Electorales del Distrito pdf/106_170616.pdf. Federal, Artículos 292 y 296: http://www.infodf.org.mx/ 24. Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos nueva_ley/14/1/doctos/CIPEDF.pdf. (1992; última modificación del 25 de junio de 2018): 38. Serie de datos “Mujeres en Parlamentos Nacionales” http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/normatividad/Ley_ al 1 de noviembre de 2018, Unión Interpalamentaria (UIP): CNDH.pdf. http://archive.ipu.org/wmn-e/classif.htm. CAPÍTULO 4: Agencia | 81 Capítulo 5: Conclusiones y Política México ha logrado grandes avances en la reducción Un sistema de atención primaria de salud fuerte y bien de las desigualdades de género, pero las diferencias integrado es crítico. Para mejorar el acceso equitativo en las dotaciones, la baja participación de las mujeres a la salud, es importante fortalecer un modelo basado en la fuerza laboral, la baja productividad y la violencia en la atención primaria donde las entidades locales de género siguen siendo motivo de preocupación. Este responsables de administrar la atención tengan roles diagnóstico destaca algunas prioridades para la igualdad claramente definidos. de género en México. El embarazo adolescente, los altos niveles de obesidad y diabetes y las altas tasas de mor- • Brindar educación en salud reproductiva a adolescentes talidad materna en algunas regiones limitan las dotacio- mujeres y varones, particularmente en áreas rurales y en nes de salud de las mujeres. De manera similar, los bajos poblaciones indígenas. Se requieren sistemas intersecto- resultados de aprendizaje en matemáticas y ciencias, y los riales sólidos con capacidad construida entre los imple- campos educativos altamente segregados por género son mentadores, y el respaldo sólido de un marco legal motivo de preocupación en cuanto a las dotaciones edu- y su implementación. Por ejemplo, realizar cambios cativas. Los bajos ingresos y la baja productividad reducen en los planes de estudio, a la vez que se incrementa la los incentivos para que las mujeres participen en el mer- disponibilidad y asequibilidad de los anticonceptivos, cado laboral y reflejan restricciones y barreras sistemáticas requeriría una coordinación estrecha entre los secto- que requieren acciones de política decisivas. Además, los res. Adicionalmente, la exposición a modelos de roles altos niveles de violencia contra las mujeres siguen refle- positivos y a información sobre las consecuencias del jando importantes limitaciones para la agencia de las muje- embarazo precoz – incluido el rol de los hombres y de res. Las siguientes herramientas de políticas podrían ser los niños en cualquier posible solución– podría ayudar. útiles para fortalecer la igualdad de género y superar las Una forma potencial de hacerlo es a través del entre- múltiples barreras que enfrentan las mujeres para acce- tenimiento educativo. der a oportunidades económicas. • Promover estilos de vida saludables y actividad física para reducir el riesgo de diabetes. Se puede hacer más para ELIMINAR LAS DIFERENCIAS promover hábitos saludables de alimentación y ejer- cicio, y para diagnosticar la diabetes y tratar los sínto- EN LAS DOTACIONES mas de manera temprana. Los esfuerzos para evaluar los programas existentes podrían ayudar a mejorar los • Garantizar que las mujeres reciban atención médica sin estilos de vida saludables, e incluir acciones para pro- importar dónde vivan. A pesar de los avances en las mover la actividad física y la educación nutricional. coberturas y el gasto público en salud, México con- Se necesita prestar especial atención a las áreas rura- tinúa enfrentando importantes desafíos para garanti- les y a las mujeres adolescentes. Es posible que exista zar un acceso equitativo a servicios de salud de cali- espacio para aumentar aún más los impuestos espe- dad. La distribución geográfica de los recursos de salud ciales sobre las bebidas azucaradas y la comida cha- pública no refleja las necesidades de la población por- tarra. Además, la regulación eficiente de la comercia- que las transferencias a los estados, a pesar de las mejo- lización de comida chatarra dirigida a los niños y las ras, no logran igualar la disponibilidad de recursos etiquetas interpretativas en la parte frontal del envase, locales y las necesidades de gasto. Adicionalmente, la tales como las etiquetas al estilo “semáforo”, podrían capacidad de gestión financiera varía entre los esta- ser más eficaces para aumentar la selección de opcio- dos y es especialmente baja en las regiones más pobres. nes más saludables. 84 | Diagnóstico de Género en México • Facilitar la transición de la escuela al trabajo con capaci- pero generosamente pagados, que incluyen cuotas para tación laboral y de habilidades para la vida. Esto podría incentivar a los padres a compartir los deberes de cui- incluir alentar a las mujeres a ingresar en campos edu- dado infantil. Para reducir las brechas de género en los cativos no tradicionales y proporcionarles informa- salarios, la legislación formal que garantiza una remu- ción sobre cómo sus vidas podrían verse bajo opciones neración igual por un trabajo igual debe ir acompañada alternativas. Este tipo de programas podría ir acom- de esfuerzos para garantizar que el costo de contra- pañado de pasantías, programas de mentoría, crea- tar mujeres no sea más alto que el costo de contratar ción de redes, y otras actividades que podrían formar hombres. Esto incluye consentir políticas de permiso parte de políticas laborales activas. parental, políticas de teletrabajo y políticas de retiro que sean neutrales con respecto al género. • Mejorar el acceso de las mujeres a los recursos produc- tivos. Garantizar que las mujeres tengan acceso a la • Proporcionar capacitación en habilidades blandas y duras tierra y otros activos físicos asegurará que tengan para mujeres emprendedoras. La capacitación empresa- oportunidades económicas. Esto implica asegurar rial tradicional puede no tener ningún efecto signifi- que las normas sociales no impidan que las muje- cativo en los resultados de los negocios, mientras que res accedan a la propiedad. Podría incluir el acceso la capacitación en habilidades blandas, como para a nuevas tecnologías digitales. Por ejemplo, mayo- fomentar la iniciativa personal, podría aumentar las res oportunidades de teletrabajo y el acceso a la tec- ganancias de los negocios. Enfocar el apoyo en empren- nología de la información y la comunicación (TIC) dedores de alto potencial también podría estar justi- podrían mejorar la participación de las mujeres en ficado, a la vez que se ayuda a las mujeres que lideran la fuerza laboral. empresas de baja productividad a darse cuenta de que sería mejor para ellas cerrar sus negocios si no son lo suficientemente rentables. Además de la capacitación, REDUCIR LAS BRECHAS también se podrían considerar programas de mento- ría y plataformas de redes. SALARIALES Y DE PRODUCTIVIDAD ENTRE • Un mayor acceso a la banca móvil y a los nuevos instru- LAS MUJERES Y LOS HOMBRES mentos financieros podría mejorar la inclusión financiera de las mujeres. Las nuevas tecnologías, como los prés- tamos basados ​​ en datos, pueden reducir los requisi- • Ampliar el acceso a servicios de cuidado infantil asequi- tos pesados de garantía y aumentar la inclusión finan- bles y de calidad, y a programas extraescolares o escolares ciera de las mujeres. La evidencia ha demostrado que de tiempo completo. Existe evidencia sólida en países de los pagos digitales aumentan la seguridad, la privaci- ingresos bajos y medios, así como en países de ingre- dad y el control sobre los fondos recibidos, especial- sos altos, que demuestra que invertir en la educación mente para las mujeres. en la primera infancia tiene un impacto significativo en el desarrollo de los niños y en sus resultados labo- rales e ingresos a largo plazo. Los servicios de cuidado infantil asequibles reducen la carga de cuidado de las DISMINUIR LAS DIFERENCIAS mujeres en el hogar y aumenta el costo de oportuni- DE GÉNERO EN LA VOZ dad de abandonar la fuerza laboral. EN EL HOGAR Y EN LA SOCIEDAD • Promover políticas de permiso parental neutrales al género y acuerdos laborales flexibles. El marco legal ofrece medi- • Abordar un “continuo” de violencia de género que va desde das que permiten trabajar a las mujeres, pero se podría la discriminación hasta la violencia doméstica y los femini- hacer más para ofrecer acuerdos laborales flexibles cidios requiere un enfoque de políticas múltiple que com- que aseguren que las mujeres puedan cumplir con sus bine la prevención social y situacional con la implemen- responsabilidades en el hogar. Por ejemplo, los paí- tación efectiva de la justicia penal. Los programas más ses nórdicos han dirigido sus políticas para la familia exitosos no solo desafían la aceptabilidad de la violen- a apoyar a los padres de niños pequeños que trabajan, cia, sino que también abordan los factores de riesgo a través de la expansión de las instalaciones de cuidado subyacentes de la violencia, incluidas las normas sobre infantil y la seguridad de permisos parentales cortos la dinámica de género y la dependencia económica CAPÍTULO 5: Conclusiones y Política | 85 de las mujeres de los hombres. Las intervenciones de poder judicial podría ayudar. Finalmente, los centros grupo a nivel de relaciones que trabajan con hombres de acogida especializados, con combinación con pro- y mujeres también son prometedoras, al igual que los gramas de empoderamiento de género y económico programas que integran la prevención de la violencia pueden ayudar a garantizar que las mujeres estén dis- en plataformas de desarrollo existentes. puestas a presentarse y pedir ayuda. • Para reducir la violencia de género es necesario garanti- • Monitorear y abordar las áreas donde los hombres y los zar el acceso a sistemas judiciales eficientes y eficaces. Los niños están en desventaja. En algunas áreas, los hom- programas de prevención deben ser combinados con bres y los niños están en desventaja o corren el riesgo la aplicación de la ley. Esto incluye permitir que las de quedar en desventaja. Dos áreas clave son las tasas mujeres soliciten órdenes de protección con arresto más bajas de matrícula en educación superior entre las preventivo, además de proporcionar acceso a tribuna- generaciones más jóvenes y el mayor riesgo de homi- les especializados y asistencia paralegal o “no profe- cidio. Es importante monitorear estas desigualdades sional”. Además, brindar capacitación a la policía y al crecientes y abordar sus causas subyacentes. 86 | Diagnóstico de Género en México APÉNDICE A BASES DE DATOS TABLA A.1 Bases de Datos Utilizadas en el Diagnóstico de Género en México Abreviatura Nombre Período de referencia Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, ANUIES 2017/18 http://www.anuies.mx/ Censo Censo General de Población y Viviendaa 1990, 2000, 2010 CNGMD Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionalesa 2017 ELCOS Encuesta Laboral y de Corresponsabilidad Sociala 2012 ENADID Encuesta Nacional de la Dinámica Demográficaa 2014 ENDIREH Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogaresa 2006, 2011, 2016 ENIGH-NS Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Nueva Serie)a 2016 ENIF Encuesta Nacional de Inclusión Financierab 2012, 2015, 2018 ENOE Encuesta Nacional de Ocupación y Empleoa 2005 – 18 ENUT Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempoa 2014 Base de Datos Socioeconómicos para América Latina y el Caribe, Banco Mundial–SEDLAC circa 2016 https://datacatalog.worldbank.org Base de Datos sobre la Inclusión Financiera Global, Banco Mundial, Global Findex 2017 https://globalfindex.worldbank.org/ Encuesta Intercensal Encuesta Intercensala 2015 Organización para la Cooperación y del Desarrollo Económico, Datos de la OCDE 2018 https://data.oecd.org/ Datos de Familia Datos de Familia de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo 2016 de la OCDE Económico, http://www.oecd.org/social/family/database.htm OMM Observatorio de Mortalidad Materna en México, http://omm.org.mx 2018 PISA Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantesc 2003 – 15 EMV Encuesta Mundial de Valores, http://www.worldvaluessurvey.org/wvs.jsp 1990, 1996, 2000, 2005, 2012 IDM Indicadores del Desarrollo Mundial, http://wdi.worldbank.org 2015 Estadísticas de Género Estadísticas de Género del Banco Mundial, 2016 del Banco Mundial http://datatopics.worldbank.org/gender/ Estadísticas de Educación Estadísticas de Educación del Banco Mundial, 2016 del Banco Mundial http://datatopics.worldbank.org/education/ a. La base de datos es producida por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), https://www.inegi.org.mx/. b. La ENIF es producida conjuntamente por el INEGI y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). c. PISA un programa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), http://www.oecd.org/pisa/data/. 88 | Diagnóstico de Género en México Bibliografía Aburto, J. M., H. Beltran-Sanchez, V. M. Garcia-Guerrero Ashraf, N., D. Karlan y W. Yin. 2010. “Female Empowerment: y V. Canudas-Romo. 2016. “Homicides in Mexico Reversed Impact of a Commitment Savings Product in the Life Expectancy Gains for Men and Slowed Them for Philippines”. World Development 38 (3): 333–44. Women 2000–10”. Health Affairs 35 (1): 88–95. Athey, Susan, Christopher Avery y Peter Zemsky. 2000. Aguilar, L., J. Siles e I. Castañeda. 2014. “Igualdad de Género “Mentoring and Diversity”. American Economic Review y REDD+: Análisis del Marco Jurídico y Programático”. 90 (4): 765–86. 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